Los días pasaron rápidamente aquél chico se había amoldado rápidamente a las reglas del castillo. Comenzó a ser la luz en aquel lugar, siempre sonriendo, brincando de un lado a otro. En aquel lugar todos comenzaban a verlo con cariño aunque solo tuviera unas semanas. Para Seung Hyun había sido como un sueño tenerlo cerca aunque su madre había salido desde el día que llego el joven. Él solo se fue diciendo que tenía que arreglar un problema en la capital. El Conde que era conocido como una persona muy bromista no dejaba de hacer reír al rubio. Un día estaba en el huerto Jiyong recogiendo algunos frutos.
—Cuando comienzo a cantar. Como una Mariposa. Vas en busca de flores. Revoloteando alrededor como una niña. Tus inocentes ojos poseen una sonrisa. Tu cuerpo se mueve como el cielo, el cielo. Tus ojos de rayo, rayo. Me he convertido en esto (Mi única chica, único amor, única vida)[1] —. Las palabras salían de su boca con dulzura y amor. Seung Hyun se recargó en uno de los árboles. Cerró sus ojos dejándose llevar por aquella voz. Una paz inundaba su cuerpo cuando escuchaba esa melodía. Su corazón solo anhelaba hacer sonreír aquél rubio por la eternidad.
El tiempo pasó con rapidez. De pronto dejó de ser primavera para darle pasó al verano. Seung Hyun cada día se enamoraba más de Jiyong. Aunque su madre había regresado y se oponía fervientemente aquella relación. El Conde continuo conquistando al rubio hasta que él ultimo día de otoño le propuso matrimonio. La felicidad inundaba el lugar. Hasta que un día la mano derecha del Rey llegó de manera sorpresiva al castillo. Seung Hyun lo recibió con los brazos abiertos y le presentó a su prometida.
En ese momento Jiyong comenzó a templar. El terror llego a sus ojos. El miedo se apodero de su cuerpo. Salió corriendo a su habitación escondiéndose en el ropero. Aquel extraño hombre también salió del castillo con rapidez. En la salida se topó con la madre de Seung Hyun ambos se quedaron mirándose. Ella corrió en busca de su hijo. El Conde golpeaba la puerta pidiéndole al chico que abriera pero sus esfuerzos eran en vano. Jiyong había entrado en shock tapándose fuertemente los oídos y cerrando sus parpados.
La madre de Seung Hyun llegó hasta donde se encontraba el joven. Le tocó el hombro pidiéndole que la siguiera. Al llegar al despacho él se sentó en una de las sillas.
—Esto iba a suceder tarde o temprano. Perdóname hijo. —La mujer comenzó a llorar. El Conde levantó la ceja en señal de duda. — ¿De que estas hablando? No entiendo. Que te debo perdonar — Sus palabras denotaban frustración.
—Yo sabía quien era él. Al momento de ver la marca en su brazo supe la verdad. Él es un juguete personal del Rey. — Volteo a ver a su hijo y continúo. — El Rey tiene aficiones poco ortodoxas. — Suspiró con pesadez. —Él secuestra o compra jovencitos para abusar de ellos. Yo lo descubrí cuando un joven de la costa desapareció. Prometí a sus padres buscar al joven pero cuando supe la verdad no pude hacer nada. Cuando el Rey se obsesiona con un chico no la deja hasta que lo mata.
Seung Hyun comenzó a caminar en el despacho la desesperación se comenzó a apoderar de sus manos y pies. Mientras su madre continuaba con el relato.
—La mañana en la que encontraste a Jiyong. Me enteré que varios chicos habían tratado de escapar con ayuda de 2 jóvenes. Pero los habían cazado a todas o eso creía hasta que se encontraron con Jiyong el cual supe que era el juguete preferido del Rey. Es seguro que va venir por él no solo porque era su favorito si no que es ejemplo claro de la clase de bestia que es. Él sería un aliciente para los rebeldes. Lo pueden presentar como prueba fiel de que el Rey es un demente provocando que la balanza se incline hacia ellos.
Ante las últimas palabras Seung Hyun se estremeció. Él se había mantenido al margen de la rebelión teniendo una posición neutra. No deseaba que se desatara una guerra. No quería perder su fortuna, su castillo o que algunos de sus aldeanos sufrieran los estragos de una rebelión.
—Él esta en peligro los rebeldes lo querrán como prueba. El Rey solo deseara su cabeza para retrasar lo inevitable. ¿Qué harás? ¿Lo cambiaras por tu comodidad y por tu riqueza? ¿Pelearas por él? —. Las ultimas frases sonaron rudas y con fuerza.
Seung Hyun se dejó caer a los pies de su madre. Hundió su cabeza en el regazo de su progenitora. Las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos. Los sollozos inundaron la habitación. Él evitaba las discusiones. Tenía miedo de perder su castillo, su familia a sus amigos.
—Oh, mamá, ¿Qué debo hacer mamá? Un egoísmo más caliente que un fuego me atormenta. ¡Oh mi Dios! ¡Oh, mamá! Te lo prometo mamá, ¿Qué puedo hacer? Ahora, ahora, ¡Oh Dios mío, Oh Dios mío! — Entre sollozos repetía las palabras. Él tenía que tomar una decisión que cambiaría su mundo.
El sonido de los golpes en la puerta retumbó en los oídos de Jiyong. Tenía miedo. Quería abrir la puerta pero su cuerpo no hacia caso a lo que su mete ordenaba. Pero una fuerte voz inundo sus oídos.
—Lo siento mucho, pero te amo, todo es una mentira. Yo no sabía, pero ahora sé que te necesito. Lo siento mucho, pero te amo, sin odio. Te aparté con aquellas palabras penetrantes sin darme cuenta. Lo siento mucho, pero te amo, todo es una mentira. Lo siento mucho (Lo siento mucho). Pero te amo (Te amo más, más)[2] — Mientras cantaba Seung Hyun fue ingresando al cuarto hasta llegar al ropero donde se encontraba escondido el rubio y abrió lentamente el mueble.
Ahí se encontraba aterrado el pobre chico. Lo tomó entre sus brazos. La llevó hasta la cama lo sentó en el borde y se arrodillo frente a él. Tomó la cara del rubio haciendo que sus ojos se cruzaran y sus frentes se tocaran.
—Lo sé todo. Mi madre me ha dicho el significado de la marca de tu brazo. No me importa quien fuiste en el pasado ni quien te tocó. Para mi eso no tiene importancia. Solo me interesa quien eres ahora. Estoy orgulloso de ti. En este año haz madurado y crecido a mi lado. Tu eres mi pequeña mariposa que revolotea alrededor mio. —Unió más su rostro al del pequeño. —Nadie me va separar de ti. No sé que voy hacer. Solo me encargaré de cuidarte.
Sus labios se unieron en un profundo beso. Aquél noche no necesitaron de palabras para demostrarse el amor que sentían. Esa noche solo eran dos personas que estaban predestinadas a vivir eternamente unidas por un pequeño lazo rojo atado a su meñique.
[1] Butterfly. G-Dragon. Heartbreaker (2009)
[2] Lies. Big Bang. Remember(2008)