Yukimura se encontraba en la habitación de Sanada terminándose de cambiar, Sanada le había prestado un traje baje de color crema, con una camisa blanca y una corbata a juego con el traje. Recién bañando, peinándose y usando gel, todo prestado por Sanada, se estaba preparando para al cita que el pelinegro hacia unos momentos le había propuesto, si le preocupaba dejar a los niños solos, aunque Genichirou le había dicho que tenia todo bajo control y que no debía preocuparse por algo.
-¿Estará bien dejar a Geniichi?- se pregunto mirándose al espejo.
Mientras tanto Sanada acababa de salir del baño con un traje negro, una camisa blanca y una corbata de rayas oscuras que hacia juego. Salió del cuarto y se dirigió a paso lento al ver el cuarto de su hijo, viendo al menor dormir tranquilamente mientras una suave melodía tocaba en una caja de música. Fue al cuarto de al lado, notando que Geniichi ya se había calmado y ahora jugaba alegremente con un camión de bomberos y cajas pintas como bloques, las cuales hacían de edificios. Cerró la puerta al salir y vio a Yukimura salir de su habitación ya vestido para la cita, lo contemplo unos minutos antes de poder articular palabra alguna y sonrió satisfecho ante todos sus esfuerzos.
-¿Listo?- dijo sin más.
-Si…pero, me gustaría conocer al niñero, tengo terror de dejar solo a Geniichi por un par de horas.
-Yukimura, el lunes el comienza el Kínder ¿Qué haras cuando lo tengas que dejar? No me digas que te negaras dejarlo con la maestra.
-No pero…
-El ya tiene cinco años, tiene que comenzar su escolaridad, necesita amigos, aprender...no puede seguir dependiendo solo de ti.
-Geniichi lo es todo para mi- dijo entrando a la habitación de su pequeño, el cual se encontraba jugando felizmente-Es mi sol.
-Pero tu sol tiene que crecer- Exclamo Sanada poniendo su mano en el hombro de Yukimura- se que eres un padre maravilloso, que daría su vida por su hijo de ser necesario, pero esta por entrar a una etapa importante de su vida, ya la has postergado suficiente y no puedes seguir haciéndolo mas, se que es duro, Seichirou a los tres años comenzó el Kínder, solía estar en el trabajo horas inquieto porque no sabia como le iba…
-Tengo temor Sanada- Lo interrumpió abrazándolo-No quiero terminar con mi padre.
-¿tu padre?
-Cuando comencé el Kínder también deje de verle, el me inscribió en clubes infantiles con tal de que ocupara mi tiempo, deportes, pintura y hasta idiomas, no quiero alejarme de mi hijo tal como mi padre lo hizo conmigo- confeso tristemente- En estos años ha sido la luz que ilumina mis días.
-No lo aras, si tú no quieres que Geniichi valla a clubes o haga actividades después de la escuela, no las ara, tú puedes criarlo tal como quieras, nadie te presionara a que hagas lo contrario.
-Papi ¿Estas triste?- pregunto Geniichi con su pequeño juguete, percatándose de la presencia de los dos mayores, luego escribió mirando con tristeza- ¿Estas bien papi? ¿Hice algo malo?
-No hijo, tu no hiciste nada y papi esta bien- le respondió con dulzura llevándolo a los brazos- ¿podemos llevarlo por favor?
-Yukimura ¿Qué te acabo de decir? Se quedara a jugar contento en su cuarto.
-Pero…Sanada.
-No- dijo quitándoselo delos brazos- ve a jugar, volveremos mas tarde para leerte un cuento.
-Pero, papi esta llorando- Exclamo la voz robótica mientras el miraba tristemente- no quiero que papi llore.
-Tu papi estará bien, anda ve a jugar- dijo saliendo con Yukimura dejando al mas chico preocupado.
-Pero…el niñero no ha llegado, no podemos dejarlo solo…podría.
-¿Quién dijo que necesitan un niñero?- pregunto llevándolo al comedor, el cual estaba decorado para la ocasión, la mesa tenia un mantel rojo con encajes, las sillas estaban cubiertas por una fina tela blanca, en medio de la mesa había una botella de lo que parecía vino, dos platos blancos y a cada lado los cubiertos de metal con decoraciones- Sabia que no querrías alejarte mucho rato de tu pequeño, así que mientras el juega nosotros cenamos solos.
-¿Cenaremos en tu casa?- pregunto sin entender- La cena.
-En un momento estará lista, siéntate y yo la llevo- dijo sonriendo el de gorra- esta el monitor de bebe prendido si quieres escuchar y ver que hace tu sol.
-Tan detallista como siempre- dijo sonriendo tomando el aparato- ¿puedo hablar y el me escuchara?
-No, solo puedes ver y escuchar que hace- respondió desde la cocina.
-Bien- dijo prendiendo el aparato donde enseguida apareció la imagen de su hijo jugando nuevamente con el camión de bomberos- Mi hijo es una ternura.
-Ni que lo digas, verlo me recordó a ti a su edad- Exclamo el de gorra saliendo de la cocina con una bandeja, la cual tenia pescado- Se cuanto te gusta el pescado asado.
-Gracias Sanada, es un lindo detalle de tu parte…debiste planear y preparar esto hace…
-Desde que llegaste… ¿cenamos?
-Si- dijo sorprendido por aquello.
El pelinegro se alejo un momento hasta donde estaba el minicomponente y puso tres CD, subió el volumen y pronto se comenzó a reproducir una de las sinfonías de Brahms, sentó en la mesa después se servir los dos platos, sonriente Yukimura comenzó a comer mientras veía de reojo el pequeño aparato que le permitía ver a su pequeño hijo, mientras Sanada disfrutaba la cena mirando a Yukimura. Yukimura dejo de ver por un momento el monitor para ver a su acompañante, Sanada se veía muy bien con aquel traje negro y su peinado tan recto, como el mismo era.
-Es incomodo no tener de que hablar- dijo avergonzado Yukimura.
-Podemos hablar de algo con lo que te sientas cómodo- Exclamo Sanada- Dime Seiichi ¿quieres saber algo de mi vida en estos diez años?
-Mucho, pero no quiero indagara en cosas que te hagan sufrir.
-No tengo nada que ocultar, puedes preguntar lo que quieras.
-Me dijiste que la esposa de tu hermano te presento a tu esposa, Ayame si no mal recuerdo su nombre, me dijiste que murió de leucemia, me dijiste que eras su amigo pero…Genichirou ¿Cómo era tu verdadera relación con ella?
-Éramos amigos, es la única manera de explicar nuestra relación- contesto mirando el vaso de vidrio vacío- Era una muy buena mujer, me recordaba a ti por su forma de ser, era delicada, inteligente, amable, bondadosa y luchadora vivió con la leucemia desde los quince años, cuando la conocí, a los diecinueve años, ella acababa de salir del hospital después de un tratamiento con varios fármacos…muy fuertes, se veía igual que tu cuando saliste de la operación…nos casamos un año después, cuando mis padres la conocieron y quedaron complacidos con ella, ninguno pudo objetar, ella débil por la enfermedad, yo por verla a ella, sabia que moriría en un par de años, entonces quise acompañarla, para que no estuviera sola en el hospital…para que no muriera sola.
-Acompañarla…mi esposa ni siquiera se apareció por el hospital durante mi internación- exclamo sintiéndose impotente- cuando quedo embarazada de Geniichi los médicos no me daban mucho tiempo de vida…ella nunca se apareció cuando la necesite…necesitaba a alguien y estaba solo…
-Comprendí en aquel tiempo- lo interrumpiendo mirándolo con serenidad-Que es importante estar con quien amas, con quien te importa en esos momentos, donde no sabes si mañana abrirá los ojos, si mañana volverás a hablar con esa persona, todos los días pasaba por esa sensación de no poder hacer nada para ayudar a Ayame, no era la desesperación que tuve mientras te operaban el día del a final del torneo de Kantou…ella murió entonces feliz.
-¿Feliz?
-Ella sabia que no encontraría a su verdadero amor, pero se sentía amada a mi lado, aunque yo no le correspondía, Lo último que me dijo es que buscara mi felicidad de la mano de la persona que amaba, Seichirou tenia entonces año y medio…
-¿Seichirou conoce a sus abuelos maternos?
-No y, al igual que sus abuelos pateros, ellos no se han interesado por conocerle, ni are el mínimo intento de contacto, si quieren verle o conocerlo, tienen el teléfono, tienen mi dirección…ellos.
-¿Por qué te cierras tanto?
-¿No viste lo que le hicieron sus propios padres a Niou?- pregunto Indignado- El padre de Niou le corto todo y eso casi le cuesta la vida a Masaharu, el no se ha interesado a la fecha por saber si hijo esta vivo y mucho menos en conocer a sus nietos… pero Niou quiere que los chicos los conozcan, no quiere negárselos y mas de una vez a querido llevarlos a su casa…de suerte están los padres de Yagyuu…quiero que si mi hijo tenga abuelos, que estos estén con el siempre, no solo cuando llame por teléfono una vez cada cumpleaños, quiero que estén de verdad con el, que si no pueden verlo por las distancias, lo llamen al menos una vez al mes…no dos veces al año.
-Entiendo… ¿conocen a algún abuelo así?
-Tres parejas de abuelos- respondió sonriente-Los padres de Yanagi llaman cada domingo para hablar con sus nietos, los chicos pasan vacaciones en la casa de campo de la familia Yanagi, cada fin de semana de por medio los padres de Kirihara van a ver a sus dos nietos y en las vacaciones van con ellos a la casa de campo de la familia de Yanagi.
-¿Y la tercera?
-Los sobreprotectores padres de Yagyuu- Respondió mirando con seriedad-Normalmente los domingos los cinco van a ver a los padres de Hiroshi, una vez al mes el padre de Hiroshi va con su equipo de medico y los revisa a los cinco, si llega a ver una sola cosa fuera de lo normal les da un sermón de media hora…normalmente a Hiroshi, suele elogiar a Masaharu pero no aprueba que se disfrace para vigilar a los chicos.
-Hablando de esa familia…Niou dijo que hay un tipo tras sus hijos ¿es verdad?
-Si, yo lo he visto, el tipo se oculta siempre tras pilares y tras paredes, no ha llegado a entrar a la escuela, pero cada vez se acerca mas, lo único que pude ver de el es que lleva un buzo de color gris, un pantalón oscuro y una gorra, jamás le vi la cara- dijo con seriedad- ¿Recuerdas lo que paso el viernes? Cuando Hiroshi no retiro a los chicos.
-Si, estaban preocupados.
-Casualmente más me alarme cuando note que el tipo no estaba tras ese pilar fuera de la tienda y cuando caminábamos buscando a los chicos, el tipo estaba en un pilar al frente de la tienda de Ramen, por eso supuse que estaban allí.
-¿Por qué no lo denuncian?
-Porque, a pesar que soy policía, nunca lo agarro, el tipo es muy listo y se escapa, lo curioso es que persigue a los hijos de Niou y Yagyuu, a los demás ni se les acerca.
-Espero que Niou nunca deje solo a sus hijos, menos que vuelva a pasar lo del viernes- dijo seriamente.
-Dime Yukimura, ya que hablamos de mi relación con mi esposa, ¿Qué tal la tuya? Por lo que has dicho fue muy mala ¿Cómo la conociste?
-No la conocí- respondió sereno- Después de la preparatoria fue internado por una…falsa alarma, una recaída de la cual me repuse a las pocas semanas, en esas semanas en que estuve internado, mas bien la primera semana, mi padre no tardo en casarme con ella, estaba débil, no puede negarme, recuerdo ver a un juez en la habitación y seguido mis padres firmaron como testigos, luego los de ella, de ahí ella firmo y tuve que firmar yo de ultimo…
-¿Tu hermana no dijo nada?
-Ella no tenía voz y voto por ser menor…y supuestamente yo tampoco por estarme muriendo- dijo con ironía.
-¿Qué paso después? Supongo que ella estuvo a tu lado en tu tiempo de internaciones…
-Equivocado Sanada Genichirou, hizo sus estudios en tiempo y forma, nunca se paso por el hospital a ver si su esposo vivía, cuando me dieron de alta nos fuimos a vivir a un departamento, jamás la veía, ni para dormir, cuando se recibió me prohibió salir de casa, entro a trabajar casi al mismo tiempo…
-¿Cómo es que ella pudo ser capaz…?- se pregunto anonadado por lo que escuchaba.
-Ella…trabajaba mucho, es lo único que puedo decir de ella…no la ame, ni me acerque a ella…- contesto mirando su copa.
-Ya veo- dijo desviando la mirada.
Un incomodo silencio de pronto lleno el ambiente, Sanada peso que era momento de servir la bebida, sin perder tiempo abrió la botella y sirvió ambas copas, mientras Seiichi continuaba comiendo lentamente. Sanada suspiro, al parecer sus esfuerzos no estaban siendo del todo útiles para enamorar a Yukimura, el peliazul estaba mas concentrado en cenar y ver en el monitor de bebe a su hijo jugar, por lo que decidió intentar abrirse un poco mas con Geniichi, había algo que no sabia, algo que Yukimura no había dicho, y quizás si Sanada hacia a Yukimura hablar de ello, se acercaría mas a su objetivo.
-Seiichi… ¿Qué le paso?- pregunto con seriedad.
-¿He?- dijo sin prestarle atención.
-A Geniichi ¿Qué le paso que dejo de hablar?- volvió a formular la pregunta, esta vez mostrándose mas serio, mas seguro, mas decidido.
-No lo se- respondió tristemente-
-Seiichi…algo tuvo que pasarle ¿Qué paso ese día?
-Su madre salió temprano a trabajar, era viernes- dijo recordando- desayunamos viendo la televisión, un programa de títeres parlantes, lo típico de la mañana…después de desayunar jugamos juntos en su habitación armando rompecabezas.
-Ya veo pero…
-Almorzamos juntos viendo las noticias, se alegro de saber que vendría un circo el fin de semana a la ciudad, le dije que convencería a su madre de ir los tres…vimos televisión durante la siesta y nos quedamos dormidos.
- ¿Qué veían antes de dormirse?
-Una novela de la tarde, esas donde el amor brota en cada esquina, Geniichi dijo algo de que eso era muy bonito, ver tantas parejas felices mostrándose cuanto se querían, un chico regalo chocolates, el otro llevo flores a la novia…luego se durmió, yo continúe viendo la novela hasta que me dormí, sin apagar al televisión…desperté un par de horas después, Geniichi aun dormía, apague el televisor y me puse a hacer la merienda, cuando Geniichi despertó le pregunte como durmió y no me respondió….no volvió a hablar.
-Sin razón aparente…solo dejo de hablar.
-Así es- dijo mirando tristemente.
Sanada se levanto súbitamente ante la mirada triste del peliazul, se acerco hasta aquella silla frente a el, se agacho hasta estar a la altura de Yukimura y lo miro por un largo momento, contemplando su belleza, aquello que siempre lo atrajo de el, de su capitán, de su Yukimura. Una lágrima se escapo de pronto de los tristes ojos y el pelinegro no dudo en secar aquella lágrima rebelde, Seiichi de pronto dejo de ver a Genichirou como su amigo, lo veía con ojos brillosos, esperando algo, esperando ver a su emperador, a su sub capitán, a su amado. Ambos cruzaron sus miradas, el tiempo de pronto paro, sus corazones latieron intensamente, de un segundo a otro sus alientos comenzaron a mezclarse y el trato se sello de pronto, en un beso, un beso que había esperado diez años.
-Te amo- susurro Sanada después de aquello.
-Yo también- dijo Yukimura sonriendo.
-Papi- se escucho la voz del pequeño juguete.
-Geniichi- Exclamo Yukimura mirando hacia el pasillo, donde estaba su hijo sonriente con su pequeño juguete en las manos y ya se encontraba escribiendo nuevamente.
-Papi y tío Genichirou tienen su propio cuento - Exclamo el juguete de pronto mientras Geniichi sonreía mirando a los dos mayores.
Los dos mayores se miraron con complicidad, Sanada se levanto de pronto y fue a levantar en brazos a Geniichi y llevarlo a su habitación, donde el menor esperaba por ansias escuchar lo que seria su cuento de aquella noche, tenia otros intereses, pero se contentaba con ver lo que pasaría después.
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Siente de la mañana, un sol radiante anunciaba aquella mañana, con un canto casi armónico de la naturaleza a su alrededor unido al ruido que dos niños de siente y cinco años podían hacer, los dos niños caminaban buscando a los demás niños que debían ir con ellos camino a la escuela, el pequeño de cinco años iba enfadado mientras el de gorra lo llevaba en brazos. Llegaron al departamento de sus amigos quince minutos después, sin antes que ellos tocaran el timbre, los tres niños salieron apresurados seguido de sus padres.
-Genichirou- dijo el de lentes con asombro al ver el rostro arañado del de gorra-¿Qué te paso?
-Temor a la escuela- dijo mirando al peliazul que tenia en brazos.
-Geniichi se enojo por algo y no quiso salir de la casa- acoto Seichirou- se aferro tanto a la puerta de casa, la puerta de vidrio y la puerta de reja.
-Genichirou, tienes que mudarte…pasaste muchas puertas- dijo Niou riendo al ver el rostro arañado.
-Ya me lo imagino el problema- interrumpió Yagyuu y se agacho para acomodar la ropa a sus hijos- Creo que esta de mas que les diga que se comporten, porque ustedes se comportan perfectamente.
-Hoy anotare cinco goles en clase de educación física- Anuncio Hiroki.
-No lo dudo- dijo peinándolo el de lentes a su hijo mayor- Los lentes estarán mañana, cuida tus lentes de repuesto Hiroki, Hirohito sácate las gafas de sol al entrar a clase.
-Si- Exclamo el menor jugando con sus lente.
-Adiós niños- dijo besándose la frente a los tres y luego se fue a su auto.
-Vamos que se nos hace tarde- dijo sin mas Sanada.
-No se rían- le susurro Niou a sus hijos, los cuales asintieron con la mirada.
Momentos después caminaron hasta la casa de la familia Yanagi, donde los dos niños junto a Akaya estaban esperando en la puerta, Renji ya se había ido momentos antes. Akaya miro con asombro las marcas en el rostro de Genichirou y recibió la misma respuesta, momento seguido sus hijos escribieron lo que vieron con gran afán.
Llegaron a la escuela para la entrada de la primaria, donde se encontraba Sato junto a su padre y Jackal hizo la misma pregunta a Sanada sobre el porque estaba su rostro arañado, recibiendo como respuesta que fue el menor de cinco años, por lo que opto por no decir palabra alguna. Después de eso, dejaron a los de siente años en su salón y seguido a Masashi, el cual se adentro a toda prisa dentro de la salita de tres años y por ultimo fue la salita de cinco años.
Geniichi ante lo que veía, tantos niños, muchas mesas con forma de tortugas, sillitas de color verde, dibujos por todos lados, sintió temor, por lo que se aferro a Sanada.
-Geniichi- dijo molesto bajándolo- suéltame y ve a tu salón ¿Qué no querías venir a la escuela?- a lo que Geniichi negó con la cabeza.
-Mira, Akira y Hirohito fueron a jugar- intento Akaya convencer al menor- ¿no quieres jugar con ellos?- Geniichi lo miro con desconfianza y negó con al cabeza.
-Niou, ayúdame- dijo el mayor, a lo que el peliblanco solo se acerco.
-Así que no quieres entrar- dijo metiendo la mano en sus bolsillos, a lo que el niño asintió- Toma- dijo sacando de sus bolsillos un caramelo, a lo que Geniichi negó, Niou saco de su bolsillo un dulce tras otro sin recibir una respuesta afirmativa, entonces el peliblanco decidió ir por algo mas, se fue hacia el quisco y regreso poco después con una botella de gaseosa junto a una bolsa de dulces, Geniichi volvió a negar ante lo que le ofrecían esta vez.
-¿Qué vas a haces?- preguntaron los dos a la vez.
Niou sin decir mas nada abrió la pequeña botella de gaseosa de 500 centímetros cúbicos y comenzó a beber su contenido hasta vaciarla, luego fue al baño y lavo la botella, para cuando regreso esta ya no estaba vacía sino repleta de los dulces que antes estuvieron en la bolsa.
-Te daré la botella y sueltas a Sanada- le ofreció.
Geniichi no dudo en tomar la botella y luego fue adentro del salón a toda prisa, y se sentó en la mesa donde estaba Akira junto Hirohito.
-¿Estas bien?- le pregunto Sanada preocupado- ¿quieres que llame a Hiroshi?
-Si estoy bien- dijo tranquilo- voy a sentarme un rato.
-Te traeré agua- Exclamo Akaya y se alejo a comprar una bebida en el mismo kiosco donde minutos antes Niou había comprado la gaseosa.
-Te acompañare a casa- dijo seriamente.
-El azúcar o la cafeína tardaran en llegar al riñón, estoy bien- Explico respirando profundamente- Es solo que no suelo tomar liquido tan rápido.
-Ya regreso, voy a hablar con la maestra de los niños.
-Tomate tu tiempo...
Sanada se alejo lentamente, sin perder de vista al peliblanco, el cual de pronto se puso pálido, lo que le preocupo, llego al salón y noto que la maestra estaba por entrar, se acomodo un poco la ropa y la gorra para tapar las magulladuras que Geniichi le había provocado esa mañana y se acerco a paso firme a la que antiguamente fue la maestra de su hijo.
-Señorita Mako- dijo sereno- Soy Genichirou Sanada.
-Genichirou Sanada…ah el padre de Seichirou, si lo recuerdo ¿Qué lo trae por aquí?
-Si… bueno, creo que esta informada de un nuevo alumno en su sala.
-Si, Geniichi Yukimura- asintió mirándolo.
-Bueno, me estoy haciendo cargo de su educación, su padre esta pasando por ajustes económicos y como vera el no viene de otra escuela…
-Esta comenzando- dijo amablemente- no se preocupe esta en buenas manos.
-No es eso lo que principalmente me preocupa con respecto a el, pues vera, al igual que Seiichirou, la madre de Geniichi no se encuentra cerca de el- explico intentando ser lo mas breve posible- sus padres se están divorciando, su padre y el están viviendo en mi casa, hasta que se solucionen algunas cosas…
-Entiendo, are la derivación para que Geniichi hable con el psicólogo escolar después de clases para vigilarlo…
-Geniichi es mudo- interrumpió- Su padre no me dijo como es que paso, a los tres años el chico dejo de hablar y desde entonces ha estado con el, la razón por la que no había comenzado la escuela antes es que lo vetaban de las escuelas normales por presunta discapacidad y de las escuelas especiales por falta de discapacidad…
-¿Posible abuso?
-No…su padre lo quiere mucho y el chico se niega a separarse de el, semanas atrás la propia madre los corrió a el y a su padre de su casa, no se todavía mucho del porque, según Seiichi el compro una leche de mejor marca y eso la enfado a ella, pero no estoy seguro de que paso realmente, no estuve allí.
-Entiendo, estaré al pendiente entonces de el…pero ¿Por qué no vino el padre con el chico?
-Por esto- dijo sacándose la gorra y mostrando los arañazos de su cara- Geniichi se niega a separarse de su padre, cuando escucho que iba a estar en la escuela sin el se negó a venir, es un buen chico pero muy apegado a su padre...
-En ese caso lo mantendré al pendiente, no se preocupe señor Sanada- dijo serenamente- Lo que si me gustaría conocer al padre del niño, lo mas pronto posible.
-Mañana mismo Yukimura vendrá con el- Exclamo recolocándose la gorra- Con su permiso.
-Hasta luego, oficial Sanada- se despidió mientras entraba al salón de clases.
Genichirou dio un largo suspiro, no recordaba que hablar con una maestra tensara tanto a una persona, menos cuando tenía que hablar de un hijo que no era suyo. Regreso la mirada a donde estaba Masaharu, quien ya estaba riendo con Akaya sobre al parecer algo que dijo el pelinegro o algo que había hecho, mientras el peliblanco tomaba agua.
-Al parecer ya estas mejor, Niou- dijo Sanada mas tranquilo- ¿quieres que te acompañe a casa?
-No, a las nueve los chicos tienen educación física, me quedare a ver el partido, quiero ver a mi Hiroki metiendo cinco goles contra el otro salón.
-¿Hoy no hay junta de la asociación de padres?- pregunto Kirihara incrédulo- Si, Rentarou nos hizo ver la notificación, creo que es como a las dos de la tarde.
-¿Decía de que se trataba?- pregunto Sanada.
-Si, algo sobre que iban a poner policías en la escuela, para seguridad de los chicos y porque supuestas sospechas de que entran personas sin relación con los alumnos a la institución.
-Yo soy padre, soy dueño de quedarme- exclamo Masaharu de brazos cruzados- Tengo tres hijos, dos en Kínder y uno en primaria, un tipo esta tras de ellos y hay una denuncia policía al respecto, el viernes no se en que condiciones paso que a mi hijo mayor le rompieron los lentes, ustedes conocen a Hiroki y el no es buscapleitos, es muy reservado.
-En ese caso, Akaya tu estarás en representación de nosotros en la asociación de padres, cualquiera cosa que digan infórmala.
-SI-
-En cuanto a ti Masaharu, no hagas que los policías desconfíen de ti, a tu hijo vigílalo cuanto quieras pero que no se te note…pensaras que eres peligroso si llegasen a verte detrás de el.
-Puri…digo si.
-Iré al destacamento, a ver si hay denuncias o algo, me parece sospechoso que vallan a poner policías en la primaria…
-Que bueno tener un policía de amigo- se burlo el peliblanco.
Sanada se dio medio vuela y camino primero directo al destacamento de policía, estando tranquilo de dejar dentro de la escuela a Masaharu, si el peliblanco podía ser un poco sobreprotector y algo paranoico, en especial con todo lo que representaba cuidar de sus hijos, pero estaba seguro que el mismo Niou solo estaría allí cuidando de sus hijos y no haciendo nada mas, en cambio estaba mas que seguro que Kirihara no asistiría a la reunión de la asociación de padres o se dormiría en ella, por lo que con Niou en la institución estaba asegurado alguien que le pasaría después lo que se hablo en la reunión.
En el destacamento no se sabia mucho sobre la custodia policial para la primaria, aunque no era la única, semanas atrás otras instituciones pidieron dos policías dentro de las escuelas para seguridad de los alumnos, en dos de las primarias había ocurrido abusos de parte de extraños que se habían infiltrado a las escuelas diciendo ser padres de alumnos. Para su tranquilidad la escuela no había tenido victimas de abuso, sino más bien que había sospechas de personas dentro de la institución que estaban en los recreos especialmente mirando a los niños y cuando los maestros se daban con su presencia estos a toda prisa escapaban de la escuela. Después de hablar con su superior para pedir un permiso de ausencia por algunos días, regreso a su departamento, tenia que hablar seriamente con Yukimura y tenia que aprovechar que en ese momento no habría interrupciones de dos niños.
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Durante las horas de clase los pateos de la escuela eran fácilmente comparados con un desierto, el encargado del quisco de la escuela limpiaba sus mesadas antes que llegaran los niños que luego las ensuciarían con sus manos pegajosas o derramando liquido de lo que el mismo vendía, dos hombres vestidos como cualquiera caminaban en los pateos a paso lento, mientras el jardinero, un hombre de edad avanzada, junto a su ayudante estaban terminando de sacar la malezas de uno de los canteros.
El jardinero era un hombre muy mayor, que rondaba los ochenta y tantos años, era además quien cuidaba de la escuela al tener un cuarto en el sótano, no se conocía familia de el, mas que un hijo que trabajaba en Tokio, vivía tranquilamente sin sobresaltos pero era muy común que tuviera problemas de salud, pero siempre contaba con un apoyo, Niou. Niou conocía a aquel hombre, por ser el amigo de la infancia de su hijo, cuando lo vio en la escuela el mismo se ideo una forma de poder ver a sus hijos mas a menudo, ayudando a aquel hombre en sus trabajos y no le iba mal, aprendía de aquel mientras charlaban amenamente, Masaharu habría encontrando en aquel jardinero un padre que podía llegar a suplantar el que lo había abandonado años atrás, era un hombre sencillo y bueno, el abuelo ideal que sus nietos necesitaban, además del padre de Yagyuu.
-Ya no hay seguridad ni en las escuelas- dijo quejándose el mayor.
-Usted es jardinero, deberían de poner un portero- acoto Niou aun sin entender la razón de dos policías en la escuela.
-Masaharu, ten cuidado con esas tijeras, por ver a tu hijo cortaras las rozas desde la flor, debes sacarle las hojas secas nada mas, muchacho.
-Lo siento, es que me parece gracioso ver a mi hijo de siente años dando lección oral frente a la clase, a su edad yo me ocultaba bajo el banco para no darla- se excuso mirando hacia la puerta del salón, donde su hijo estaba parado hablando y mirando con seriedad- Los lentes de repuesto no le quedan nada bien…
-Jaja, los niños de hoy, cada vez mas bruscos.
-Hablando de brusquedad- dijo mirando con seriedad- ¿Qué paso el día viernes que regreso Hiroki con los lentes rotos? Me dijo que se callo.
-No se callo, se saco los lentes para limpiarlos, los dejo sobre el banco, uno de los niños tomo las gafas y comenzó a jugar con ellas, no se aun si lo hizo en broma pero los tiro al suelo y ahí se rompieron.
-Hiroki llego y dijo que se callo al suelo mientras caminaba…
-Es un buen chico, lo están criado bien- le elogio- Eres el primer padre que veo que este tan al pendiente de la educación de sus hijos Masaharu, mínimo dos veces a la semana te veo.
-Desconfió por lo que le paso a Hiroki cuando pequeño…- se excuso- Uno confía ciegamente que la institución a la que manda a sus hijos solo se centrara en lo mejor para ellos, aun no me creo que una escuela privada aislara y discriminara a un niñito de tres años por tener padres homosexuales ¿Qué culpa tenia el?-
-Ninguna…pero mejor concéntrate en trabaja porque te están mirando los oficiales.
-Oh, si, lo siento.
Niou se concentro entonces en su trabajo del momento, ayudar a aquel jardinero a cuidar de los extensos jardineros de la primaria, aunque en ese momento estaban cuidado los del pateo solo para darle gusto a Masaharu y que el pudiera ver el partido de futbol entre los dos salones, lo que llego al siguiente cambio de horas.
Datos de Akira
Nombre: Seichirou Sanada
Edad: 7 años
Trabajo del padre: Oficial de policía.
Dato: Lo que Seichirou lleva en su mochila
Akira, Geniichi y Hirohito se encontraban en el receso del Kínder, la mayoría delos niños de su edad se quedaban jugando en el pateo de juegos del jardín, pero ellos tres no querían quedarse allí, Akira aseguraba que su hermano tenia dinero para golosinas y acompañado de sus amigos fue hasta el salón A de segundo grado de primaria, quienes en ese momento se encontraban disputando el clásico partido de futbol que mes a mes jugaban contra los chicos del salón B.
-Akira ¿sabes cual es la mochila de tu hermano?- pregunto Hirohito viendo muchas mochilas iguales.
-Si, mi hermano tiene su vista disminuida por su lectura por lo que el se sienta entre los primeros cuatro asientos, pero como no es corto de vista iría en los segundos…además mi hermano es diestro, por lo que su asiento le tiene que dar libertar para escribir…esta es su mochila- dijo acercándose a las dos mesas que estaban junto a al puerta y fue por la que estaba contra la pared y la abrió sacando su contenido- He, no es la mochila de mi hermano.
-Es la mochila de Seichirou- dijo la voz robótica del juguete de Geniichi.
-Interesante- Dijo Akira y comenzó a guardar las cosas- Seichirou lleva más cosas además de libros en su mochila- acoto Sacando su cuaderno y lápiz de dentro de su delantal de Kínder.
Lo que lleva Seichirou en su mochila
1- Una piedra (Akira: ¿Por qué un niño tiene una piedra pesada en su mochila?)
2- Una gorra negra (Akira: No es de el, es muy grande)
3- Un cuaderno con Anotaciones.
4- Una pistola pesada (Akira: ¿Sera de verdad?)
5- Una foto con su padre.