Sanada no tardo en volver a su departamento, aunque se tomo su tiempo para ello. No era temor a entrar y ver algo anormal dentro o encontrar a Seiichi tirado en el suelo, sino porque tenia que saber que palabras decirle, en su adentro sabia que no podía ser tan directo y decirle que lo amaba, Yukimura aun era un hombre con principios morales fuertemente enseñados por sus progenitores y el también lo era.
Entro a su casa mas tranquilo, intentando recordar las palabras que le diría a Yukimura, tenia que ser sincero pero no muy directo. La casa estaba envuelta en un singular silencio y luego noto que por donde caminaba no había polvo, suciedad o siquiera rastros del desayuno de los dos niños y el pequeño accidente de Geniichi por reírse y manchar el piso con leche, todo estaba impecable. Camino buscando a Yukimura dentro de la casa, pensó que quizás estaría en el cuarto de Geniichi, pero lo encontró vacío y ordenado, el cuarto de Seiichirou se encontraba en iguales condiciones.
Yukimura se encontraba terminando de organizar la habitación donde al noche anterior había compartido cama con Sanada, no haba pasado absolutamente nada, por cierto niño de cinco años que quiso dormir abrazado a ellos y luego se sumo el otro de siete, aunque estuvieron a punto de terminar de confesarse, cosa que en la cita no pudieron. Se sentó entonces en la cama a recapacitar de las vueltas de su vida, de lo que tenia que pensar a partir de ese momento.
-Seiichi…estabas aquí- dijo Sanada interrumpiéndolo.
-Sanada- exclamo al mirarlo entrar.
-Seiichi, tengo que hablar contigo- dijo sentándose a su lado.
-¿ocurre algo?
-Geniichi no nos dejo terminar de hablar la otra noche…creo que nos debemos una charla.
-Una muy larga charla- dijo mirándolo fijamente- Genichirou lo de la otra noche.
-Aun te amo…siempre lo he hecho- soltó sin mas.
-Genichirou.
-En estos años…no he hecho otra cosa más que pensar en ti, has sido la única persona que realmente importo en mi vida en todos estos años, el único al que siempre ame…
-Sanada.
-Seiichi, desde que regresaste a mi vida muchas dudas llegaron a mi mente- exclamo mirándolo con duda- Mi hijo todos estos años ha sido lo mas importante, criarlo solo y sin ayuda de nadie, sin mi abuelo, sin mis padres, podría decirse que mi hermano también pudo darme una mano y no lo hizo, lo he estado criando solo, sin ayuda de nadie, por que el era lo mas importante que tenia, debía cuidarlo a el…no me equivoco no era solo a el, Niou necesitaba contención, ayuda y tenia que estar para el y para Yagyuu también…ellos me necesitaban y no los iba a dar al espalda.
-Genichirou- dijo conmovido por las palabras que decía el pelinegro.
Sanada tomo las manos del peliazul con firmeza y prosiguió mirándolo fijamente- Cuando volviste a mi vida…volví a ser feliz, sabia que eras casado y que estas pasando un mal momento, no sabia si mi hijo te aceptaría pero el te adora…te acepto rápido a el y a Geniichi…si bien ahora no somos nada y no se…
-También te amo- dijo mirándolo con ternura y luego lo beso tiernamente- Y no es necesario todo ese discurso que me estas dando…ambos hemos sufrido mucho, vivimos para nuestros hijos, Geniichi ha sido todo lo que he tenido en estos años, solo pienso en su felicidad.
-¿Podemos pensar en la nuestra también? Yo estoy dispuesto a…
-No quiero lastimar a mi hijo- interrumpió mirando con preocupación-Geniichi…
-Por favor…dijo el sábado a la noche, con ese juguete, papi esta viviendo su cuento de hadas… ¿Qué crees que quiso decir con eso Yukimura?
-Que su padre esta comenzando a ser feliz- exclamo y luego comenzó a besarlo apasionadamente.
Sanada comenzó a sentir calor hacia los besos de Yukimura y este se sentía de igual manera, un pequeño cosquilleo en el estomago los atrapo a ambos, pero no podían dar marcha atrás a sus propios impulsos les mandaban hacer. Del amor que se sentían el uno al otro solo podían dejarse llevar, por de amor que diez años había callado, diez años sin estar el uno sin el otro, diez años había sido demasiado tiempo.
Sanada fue el primero en dar el primer paso, recostando a Yukimura sobre la cama y luego el continuo besándolo poniéndose encima de el, apoyándose de sus manos y rodillas. El calor pronto comenzó a invadirlos a ambos y sin perder tiempo el pelinegro se quito la camisa que llevaba puesta, Yukimura no tardo en aprovechar el pecho descubierto para explorarlo completo con sus labios. Sanada se vio de pronto en otra posición, recostado boca arriba sobre la cama mientras Yukimura continuaba excitándolo cada vez mas, el peliazul no tardo en mandar a volar por algún lado del cuarto la remera que traía puesta mientras disfrutaba del pecho de Sanada lamiendo sus tetillas.
-Seiichi…- dijo extasiado ante aquello.
Yukimura continúo su trabajo explorando el pecho formado del pelinegro, mientras sus manos desajustaban el cinturón y bajan la cremallera del pantalón que llevaba puesto, pero su acto fue de pronto detenido por dos manos que lo llevaron de vuelta a besar los demandantes labios que esperaban.
-Genichirou- dijo al sentir las manos de Sanada sobre su espalda y como estas bajaron hasta sus piernas lentamente.
El tiempo parecía haberse detenido para ambos de un momento a otro, la ropa de ambos se encontraba regada por el suelo de la habitación, mientras ambos se besaba, habían cambiado varias veces de lugar mientras sus manos exploraban el cuerpo ajeno y sus bocas se de unían en un acalorado y cada vez mas largo beso. Yukimura decidió degustar algo mas que la boca de su compañero y sus ojos fijaron un objetivo mucho mas abajo que el pecho del pelinegro, por lo que cuando este se distrajo ante las caricias que le proporcionaban sus manos, se bajo veloz mente a ocuparse de lubricar con su saliva el mimbro de Sanada.
-Seii…chi- dijo extasiado al sentir las lamidas sobre su ombría erecta desde hacia buen tiempo.
-Me encanta…- logro exclamar claramente entre sus jadeos mientras lamia como su fuera una helado aquella extensión del cuerpo de Sanada.
Sanada no aguanto mas, Yukimura lo sacaba de su calma total, incluso en aquellas circunstancias...necesitaba descargarse, pero no en la boca de su compañero, necesita ir mas allá, llegar al clímax con el. Cuando sitio todo su miembro ensalivado vio la oportunidad, con sus manos volvió a llevar a Yukimura hasta el, lo beso en los labios apasionadamente mientras con sus manos acomodaba las piernas del peliazul a cada lado de su cintura, pero no puedo mas…necesitaba sentirse dentro de su ex capitán, por lo que cuando logro tenerlo en sus cadena de besos aprovecho para comenzar adentrarse.
-Sanada- dijo Yukimura al sentir el miembro del mayor comenzando a entrar.
-Shh- exclamo sin mas mientras lentamente iba metiéndose dentro de el- Casi.
-Duele- logro decir ante de caer en su pecho- Duele…mucho…sácalo…sácalo por favor.
Sanada opto entonces por cambiar de posición, recostado a Yukimura en la cama mientras el sobre el comenzaba adentrar su miembro, en un principio lentamente y cuando termino de entrar se quedo quieto, para luego comenzar un lento vaivén que mientras gemían ambos comenzó a aumentar su ritmo. Llegaron al primer clímax, el pelinegro dentro del peliazul y el otro en el vientre de ambos, quizás había pasado una hora, quizás menos o tal vez mas, pero de lo que ambos estaban seguros es que no iba a terminar aun.
No existía el tiempo para aquellos dos, ambos se expresaban quizás de la manera más primitiva el amor que se sentían, entre besos, caricias y gemidos sin comparación, que quizás podían llegar a escucharse por toda la cama, por lo que ambos agradecían que los dos niños no estuviera en casa. Ahora Sanada se encontraba recostado de costado, Yukimura también, las piernas de ambos envueltas entre las sabanas mientras las envestidas del mayor eran rápidas y quizás violentas.
-Genichirou…
-Oh Seiichi.
-Mas…mas-gimió en lo oreja del mayor- mas Genichirou.
-Como deseos- logro decir mientras continuaba.
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Niou se encontraba en ese preciso momento sentado en el cantero del patio, mirando como todos los niños corrían alrededor del patio antes de jugar el partido de futbol entre los salones de clase del mismo año, cuando terminaron las vueltas reglamentarias el profesor llamo.
-Sanada, serás el capitán del aula B- dijo mirando a Seichirou y luego fue por los demás.
-Hai- respondió y miro a sus compañeros- bien, entonces jugaran, Rentarou…
-Que no me digas Rentarou…dime Ren- dijo el castaño molesto.
- Sato, Hiroki…- continúo sin prestarle atención el de gorra.
Ante escuchar aquello y percatándose que el maestro estaba dando ordenes a otros alumnos, Hiroki corrió a donde su padre y lo abrazo- Papá, papá.
-¿Qué pasa hijo?- dijo sacándose la peluca-¿Cómo haces para reconocerme?
-Ya te conozco- respondió sonriente- Papá, papá…voy a jugar y anotare los cinco goles que prometí.
-Divierte hijo y si logras los cinco goles…te comprare ese juguete que venden en el kiosco que tanto querías.
-Entonces anotare seis-acoto sonriendo y luego se fue a donde los demás niños.
-Con cinco yo feliz- dijo casi gritándolo mirándolo alejarse.
-Ese niño ¡como te quiere!- exclamo el jardinero sentándose a su lado.
-Soy su madre entre comillas- explico- lo tuve siete meses dentro…
-Jajaja, con razón…con razón le gusta que lo mires tanto.
-Gusta de que le presenten atención, tiene siente años, casi toda la atención va a sus hermanos menores, yo siento como que lo dejo muchas veces de lado…
-Masaharu, explícame algo, tu eres feliz con el y creo que Hiroshi también ¿Por qué tuvieron tres hijos?
-No los planificamos, a ninguno de los tres- explico mirando a Hiroki ponerse en posición para comenzar el partido contra el salón B- Hiroshi y yo fuimos a estados unidos a casarnos después de que me recupere de mi operación de trasplante, al regreso intentamos tener una vida mas o menos normal, viviendo con los padres de el, todo iba bien pero teníamos problemas a la hora de dormir…un chaman o algo así nos recomendó que el que fuera arriba sea Hiroshi, porque supuestamente ese problema nos iba a separar, hicimos casos y quede embarazado de Hiroki.
-¿Seguías tomando tu medicación embarazado?
-Si, los inmunosupresores son un medicamento que debo tomar de por vida, mantienen mi riñón trasplanto y en cambio yo debo de cuidarme mas, incluso no debo enfermarme, otra medicación podría inhibirse o inhibir el efecto del inmunosupresor, durante los meses de embarazo mi cuerpo rechazaba a Hiroki, tenia perdidas de sangre muy constantes y sufría de anemia, comía mucha fruta para fortalecer al bebe, acido fólico, calcio y hierro era lo principal que debía aportarse, pasado los siente meses el inmunosupresor comenzó a fallar, me internaron de emergencia, no pude ver a Hiroki hasta seis horas después de la operación, por complicaciones con el riñón trasplantado, no así el enfermo.
-El inmunosupresor ¿le hizo algo a el?- pregunto mirando al niño comenzar a correr.
-Supuestamente si, según un genetista, mis genes son dominantes antes los de Hiroshi, razón por la cual Hirohito y Masashi tienen mi mismo color de cabello pero varían en los ojo, con Hiroki paso que los genes de uno y otro se mezclaron, su color de ojos es un verde plateado o azul verdoso según uno como lo vea, su cabello es violáceo, sufre del mismo problema de visión que su padre, dicho problema no es hereditario sino mas bien que se adquiere con los años, también su piel es muy clara y tiende a tener entrecerrados los ojos cuando le da mucha luz, mi suegro pensó que nació con deficiencia de mas de una vitamina por lo que mucha de su alimentación, después del año, incluía toda clase de frutas y verduras.
-Pero… ¿los inmunodepresores no son para impedir que el cuerpo tome acciones evasivas contra un órgano trasplantado?
-En teoría es así, los inmunosupresores permitieron que el creciera como feto pero afectándolo, debido a que el medicamento es muy potente, en si pudo dañar su sistema inmune y para prevenir focos infecciosos desde que nació y hasta los seis meses, la madre de Hiroshi era quien me daba la leche para el, leche materna ni mas ni menos.
-¿Cómo?
-Si, mi suegro es medico clínico, esta siempre a la vanguardia de avances en el campo medico, sabiendo lo importante que es la leche materna para un bebe, consiguió una hormona, mi suegra, al no estar ya en estado fértil, meses antes de que naciera Hiroki comenzó un tratamiento hormonal, cuando nació y hasta los seis meses Hiroki tomaba leche en mamadera que era de la abuela…es algo raro y perturbador a al vez ¿no? Con los otros dos no tuvimos que hacer igual, porque no hubo probabilidad de daño por medicación, por lo que tomaron leche maternizada.
-¿Y los otros dos como fue que llegaron?- pregunto mirando el partido de futbol, donde Hiroki acababa de meter el primer gol.
-Después de que nació Hiroki, volvimos a las posiciones que teníamos antes- explico mirando sonriente, como los niños de Kínder iban de la mano a comprar golosinas- Hiroshi tomaba calmantes, por su ansiedad y eso, cuando Hiroki tenia año y meses su padre quedo embarazado, Hiroshi por esos nueve meses no tomo medicación y allá lo tienes comprando golosinas- Señalo con la mirada a Hirohito que se ponía las gafas de sol.
-¿Por qué usa gafas de sol?
-Quiere parecerse a Hiroshi, como tiene buena vista se pone gafas de sol.
-Jajaja, con el más chico paso igual seguramente.
-Exactamente, Hiroshi dejo los medicamentos poco después de quedar embarazado de Masashi y desde entonces no hemos tenido otro.
-Claro, buena decisión de tu marido, dejar el medicamento que posiblemente permitió el embarazo de dos, en cambio tu tienes que cuidarte Masaharu.
-Si, mucho, hasta con la comida, paradójicamente el medico y mi suegro me recomendaron tomar café pero Hiroshi piensa que el café es lo que me enfermo y me prohíbe tomarlo…el segundo ¿vio eso? Se paso a todo el equipo contrario, ese es mi Hiroki- dijo mirando con emoción a su hijo anotando el segundo poco después que el partido se reanudo tras el primero- Tres goles mas y supera su record.
-Jajaja, que niño más consentido tienes… ¿tienes Prohibida alguna bebida?
-Gaseosas, jugos frutales y bebidos Alcohólicas, entre los alimentos prohibidos están los dulces, legumbres, frutas secas y cosas que tengan harina común, desde pan hasta la misma pizza, pero si puedo comer azúcar común para endulzar por ejemplo mi té- explico mirando de reojo como su segundo hijo compraba golosinas.- Genial, ahora no almorzara, le dije a Hiroshi que no le de dinero para dulces…
-Tiene cinco años, es normal que quiera dulces a su edad.
Mientras tanto en la cancha de futbol se estaba reanudando después del segundo gol de Hiroki, debido a las dimensiones del patio de recreo solo se podía jugar futbol cinco, por lo que en la cancha había solo diez jugadores, cinco de cada equipo. El equipo del salón A estaba conformado por Rentarou en el arco, Sato en la defensa junto a un niño de nombre Kenta de cabellos marrones y mirada petulante, luego estaban Seichirou y Hiroki como delanteros. El partido se reanudo con un pitido proveniente del silbato del maestro de educación física, quien también hacia de arbitro.
Hiroki no era el mejor jugador de la clase, en deportes tampoco era muy bueno, salvo en esgrima, tenis o cosas de ese tipo, cuando era mas pequeño tenia la costumbre de mandar a volar pelotas fuera de la escuela y siempre sus padres debían reponerlas, normalmente siempre demostrara que podía llegar a ser gran deportista cuando su padre estaba presente en la escuela, casualmente dos o tres veces por semana se hacia notar como tal, solo con tal de ver en sus ojos el orgullo por el. Siendo el mayor de tres hermanos era común en el intentar sobresalir, aunque sea para llamar la atención de sus padres, por ello siempre se esforzaba en la escuela o intentaba demostrar que era bueno casi en cualquier cosa, sus interese siempre juntaban las cosas que gustaban a sus padres, como el tenis o leer, incluso se disfrazaba en la tienda de su padre para llamar la atención, aunque había cosas que no le gustaba hacer, como ponerse una peluca o salir de actor principal en las obras de la escuela, cosa que pasaba mucho a pesar que el jamás se ofrecía para actuar, porque sencillamente no quería hacerlo y también de un recuerdo que tenia a los cinco años.
Cuando tenía cinco años en el Kínder era muy común que se hicieran obras de teatro para reforzar el autoestima de los niños, en un principio las obras eran solo sobre cosas comunes, como la obra sobre animales de granja, otra sobre los animales de la selva, la vida en una familia “modelo” entre otras. Cuando comenzó el año y hasta mitad de aquel las obras se hacían una vez cada dos o tres semanas, algunas veces eran obras que relataban hechos históricos o días festivos, como el día de los niños, también celebraran el día del animal o el día de los ancianos, luego, después del a mitad de año, comenzaron obras tipo musicales y fueron una vez a la semana cuando no había ya que hacer. Hiroki siempre actuaba y en algunas ocasiones era la estrella dela función, a pesar que el no quería serlo, en la obra de la grana fue uno de los pollitos, en la de los animales de selva el era el león, en la obra sobre la familia el era el padre, en la obra sobre los números el era quien tenia que cantarlos, pero siempre se quedaba callado, no hablaba y su peor actuación fue en una obra de teatro donde hacia de príncipe.
Flash Back
Corriendo el mes de octubre, a la maestra se le ocurrió hacer la obra donde una princesa y un príncipe discutían para luego enamorarse, y, al ser esta un musical, nadie tenía que decir nada, solo saberse las canciones que eran infantiles y de una serie de televisión muy popular. Hiroki fue elegido como el príncipe azul, mientras una niña era la princesa, durante los ensayos Hiroki cantaba perfectamente y no se olvidaba las letras de las canciones, pero el día del estreno pasó lo contrario. Niou y Yagyuu habían comprado una cámara de video nueva para grabar a Hiroki cantando, lo habían visto cantar en casa y estaban contentos con el, aunque este solo cantaba cuando no había nadie escuchándolo o al menos eso esperaba. Hirohito tenía tres años cumplidos y Masashi tenía seis meses de nacido, el más chico dormía en su coche mientras el otro estaba sentado con Akira Kirihara jugando con unos autos de juguetes.
Cuando llego la hora del espectáculo, el telón se abrió y la maestra comenzó a contar el cuento, luego comenzó la canción donde la niña cantaba sobre que era una princesa y que odiaba al príncipe azul, luego, otro niño que salía antes cantaba también y finalmente era el turno de Hiroki. La canción comenzaba con la niña diciéndolo porque odiaba al príncipe azul y Hiroki solo miraba y la escuchaba.
-Odio de vos tu sonrisa ganadora, esos ojos tan extraños y tu forma de mirar, odio tu voz, como se mueve tu boca, lo que siento si me rozas y lo que dices al hablar- dijo la compañera de clase mirando a Hiroki- odio de vos, ¿Qué no te odio? Ni un poquito, ni me gustas y que ya no puedo mas, porque creo que te amo mas que a nadie, mas que a todo yo te amo, yo te amo no te odio*.
La música siguió y cuando fue turno de cantar a Hiroki este no dijo nada, se quedo mirando al publico, olvidando lo que le dijo su maestra “No mires al publico” vio tanta gente que se puso nervioso, luego comenzó a sollozar para finalmente empañar sus gafas y comenzar a llorar.
-PAPI- grito y se sentó a llorar en el suelo.
Niou sin perder tiempo y con la música de fondo, le dejo la cámara de video a Hiroshi y corrió al escenario a levantar a Hiroki, quien lloraba desconsoladamente. La mayoría de los padres soltaron un Oh de sorpresa y a la vez de ternura al ver a él peliblanco levantando a su pequeño hijo y bajándolo del escenario, para llevarlo a donde estaban los demás compañeros de clase de Hiroki, pero este se negó a quedarse con ellos, por lo que se llevo hasta donde estaba su familia.
-Ya paso…ya paso…no pasa nada principito- le susurro mientras se sentaba en la silla y lo recostaba en sus brazos.
Fin Flash Back.
Por esa razón Hiroki odiaba salir en las obras de teatro en la escuela incluso en musicales, los detestaba pero siempre, y sin que el pudiera decir nada, salía como actor principal en cada obra que recordaba, aunque siempre se quedaba callado y no decía una sola de sus líneas. La próxima obra que se acercaba era blanca nieves y el le tocaba hacer de nuevo de príncipe, esta vez el príncipe casi no tenia líneas y solo debía de casarse con la niña que hacia de Blanca nieves, pero se sentía frustrado al tener siempre el mismo papel ¿Por qué la maestras se ensañaban en darle “esos papeles” a el?
-Malditas obras- dijo haciendo sacándole la pelota a uno de sus rivales del otro salón y luego la pateo con fuerza hasta hacer su cuarto gol consecutivo.
-Cuatro a dos, bien hecho Hiroki- Exclamo Seiichirou- ¿Por qué eso de odio las obras?
-Puri- Dijo volviendo a su lugar.
-Rentarou deja de anotar y concéntrate, por esa manía tuya nos metieron dos goles- dijo Seichirou mirando a su compañero tomando su cuaderno.
El partido volvió a tomar curso nuevamente, el equipo rival volvió a anotar un tanto contra los del salón A, pero Hiroki estaba mas que decidido a hacer el quinto gol, por lo que una vez que gano la pelota corrió a toda prisa a la cancha rival y anoto su quinto gol en el día, sobre el final del partido. Sin perder tiempo corrió a donde su padre para festejar con el y ante la mirada no solo del jardinero y de los policías vestidos de civil.
-Lo hice, lo hice- dijo abrazándolo.
-Si te vi- Exclamo Niou llevándolo a sus brazos- Bien hecho.
-Señor, suelte al menos- dijeron una par voces tras el peliblanco.
-Puri.
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Sanada se encontraba completamente sudado, enredado en las sabanas de su habitación mientras continuaba en su acción con Yukimura, los besos y gemidos se habían mezclado con el silencio. Pero de pronto la magia del momento se rompió por el sonido de un reloj despertador, el pelinegro entonces se detuvo y fue a ver al hora, dándose que eran ya las dos y media de la tarde.
-Cuando estoy contigo si que el tiempo pasa rápido- dijo mirando la hora.
-¿Qué hora son?
-Dos treinta- dijo mirando son seriedad y luego miro alarmado- Rayos…dos treinta…tengo media hora.
-Media hora ¿para que?
-Los niños salen en media hora- dijo Alarmado levándose a toda prisa de la cama y corrió a su armario a buscar una bata de baño.
-¿Hoy te toca a ti buscarlos?- pregunto alarmado ante aquello el peliazul, no le tocaba a Akaya.
-Hay reunión del consejo de padres, metieron policías en la escuela, Niou llevara a sus hijos a tomar un helado después de clase por lo que yo me tengo que encargar de los hijos de Yanagi- dijo levantándose y corrió al baño.
-Tengo que ir a buscar a Geniichi- dijo levantándose Seiichi y luego busco su ropa para adentrarse a bañar con Sanada.
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Tres en punto de la tarde, los niños salían corriendo a buscar a sus padres que los esperaban, mientras otros solo corrían a sus casas. Yanagi había decidido ir por los chicos teniendo en cuenta una cosa, Sanada y Yukimura necesitaban tiempo a solas y por tanto no esperaba que alguno apareciera, pero grande fue su sorpresa al verlos a los dos llegar alas corridas.
-Pensé que estarían “hablando” de lo suyo- dijo levantando una ceja.
-Yo pensé que estabas trabajando- exclamo Sanada.
-¿Ya salieron los chicos?- pregunto Yukimura arreglándose el cabello- Tuvimos que bañarnos rápido para llegar a tiempo.
-No, ya salen.
-¿Akaya esta en la reunión del consejo de padres?- pregunto el pelinegro recuperando su respiración.
-Si…esta con Yagyuu y Niou, Yagyuu tuvo que venir porque se presento un problema- dijo haciendo comillas con sus dedos- los policías dentro de la escuela pensaron que era un pedófilo cuando Hiroki fue a festejar su quinto gol y abrazo a Masaharu, que estaba casualmente ahí, Yagyuu tuvo que salir del trabajo y venir a hablar porque estaban por llevarse a Niou preso- explico.
-Es una falta de respeto- dijo Niou saliendo indignado tomándole la mano a su hijo mayor- ¿Yo un pedófilo? ¿Me ven cara de lastimar a un niño? Tengo tres, no uno, son tres…si Hiroki no se angustiaba y comenzaba a llora me llevaban preso.
-Lo bueno es que todo se arreglo bien- dijo Yagyuu con Masashi en brazos.
-Renji, ahora hay que pagar un bono contribución- dijo Akaya saliendo con Akira en sus brazos y agarrando a Rentarou de la remera, ya que venia escribiendo.
-¿a que se debe?- pregunto Jackal, quien acababa de llegar.
-Por los policías en la escuela- explico.
-Te dormiste media reunión- le reto Yagyuu al Kirihara- El bono no es para pagar a los policías, es para pagar a Masaharu por la obras que se viene y la tienda vende lo que se necesita, hasta los disfraces, también se dijo que a partir de la fecha hay dos policías de civil porque la semana pasada un hombre, que no dieron información, entro a la escuela y se llevo a uno de los chicos de primer grado, de suerte Masaharu advirtió aquello y antes que el tipo pusiera un pie fuera d la escuela lo detuvo.
-Conozco a todos los padres, vengo siempre ¿Cómo no darme cuenta de que ese hombre no era el padre del chico?
-¿Qué tal tu primer día Geniichi?- pregunto Seiichi poniéndose a su altura pala levantar en brazos, a lo que el menor respondió mostrándole la botella casi vacía de caramelos.
-¿Dónde fueron tantos caramelos?- pregunto Sanada mirando la botella y luego vieron a Akira y Hirohito sobándose el estomago.
Continuara