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Como Veneno por Pandora_Von Christ

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Notas del capitulo:

¡Hola nenas!

Como van, espero que bien.

Paso a dejar un capitulo más de este fic, ¡espero que lo disfruten!

La parte más difícil había sido conseguir todas las lechuzas. Aparte de eso, todo lo que Loki necesitó fue estacionario... plumas, tinta, una lista de destinatarios. Todo lo que necesitó fue un poco de tiempo, dinero e investigación, cosas que por supuesto, Tony Stark tenía de sobra.

Loki miró a su «cómplice» y decidió que, en realidad, las lechuzas habían sido fáciles de conseguir. Lo más difícil había sido hacer que Tony dejara de reírse como una niña de dos años.

—¿Todavía no has terminado con tu parte? —El Tramposo suspiró, apoyando su mejilla en su puño y levantando una de sus cejas en dirección al humano. Sus largos dedos tamborilearon sobre el escritorio.

—Espera un minuto, presumido —murmuró Tony, garabateando furiosamente sobre el papel. Para entonces, estaba inclinado completamente sobre la mesa, su nariz casi tocaba la hoja en la que estaba escribiendo—. No todos tenemos magia a nuestra disposición... además tengo unos cuantos candidatos de último minuto.

Eso hizo que empezara a reír otra vez como un idiota. Si el humano no le hubiera presentado aquella mañana la cafeína, para entonces Loki probablemente ya hubiera estado profundamente irritado. Aquello, como resultado, había hecho que al Tramposo le resultara difícil estarse quieto y tuviera que morderse los labios para no empezar a reír de igual forma. De verdad, ¡era increíble cuán vivo diez tazas de espresso podían hacerlo sentir!

Tony, por su parte, había detenido el consumo de cafeína tras beber su sexta taza; la insoportable risita, por otro lado, había comenzado en algún instante después de la tercera.

Levantando su silla y dando pequeños saltitos, Loki se escabulló hacia un extremo, cruzando la pequeña distancia que les separaba hasta estar prácticamente encima de Tony. Sin preocuparse siquiera por estar invadiendo el espacio personal del humano, posicionó su cabeza junto a la del millonario para ver qué era lo que tanto estaba escribiendo. Lo que vio le hizo soltar una carcajada.

—¿Steve Rogers? —leyó Loki.

—Hogwarts está expandiendo su sistema de reclutamiento.

—Por supuesto. —Se rio Loki—. Aunque, ¿no crees que el Capitán está un poco viejo para ir a la escuela?

—Tal vez tienen un programa para adultos —dijo Tony, encogiéndose de hombros—. Además, ¡tú también escribiste una para Thor!

Loki sonrió.

—Bueno, sí, pero es porque Thor tiene la madurez de un niño de once años.

Tony sonrió y situó la «invitación» de Steve Rogers en la parte superior de su considerable montón, mientras con su otra mano sus dedos empezaban a tamborilear una maniaca cadencia que casi contrastaba con la expresión de su rostro. Después volteó su cabeza de forma extraña para observar a Loki a los ojos.

—¿Qué hacemos ahora? —preguntó Tony. Sus palabras eran apresuradas, como si se estuviera atragantando con ellas, aunque bueno, de cualquier forma ahora Loki tampoco creía que fuera necesario hablar despacio—. ¡Tengo tanta energía!

—¡Yo también! —dijo—. ¡Vamos a pintar de rosa la habitación de Thor!

—¡Muy bien!

 

****

 

—Han estado en ese lugar demasiado tiempo.

Fue Clint quien musitó lo que Steve y Pepper ya estaban pensando. Los tres intercambiaron miradas temerosas desde los diferentes puntos de la habitación en los cuales se encontraban sentados.

—Tal vez deberíamos ir a verlos —sugirió Pepper tentativamente. Más miradas inquietas cruzaron la habitación.

Esta vez fue Steve quien dijo lo que todos estaban pensando.

—Tengo un poco de miedo de lo que podamos encontrar.

Clint y Pepper asintieron.

Minutos más tarde, solo Pepper saltó cuando una lechuza voló en la habitación y se posó en el sofá junto a Clint. Clint y Steve parpadearon hacia el pájaro, pero Pepper jadeó y llevó una de sus manos hasta su corazón.

—¿Cómo ha entrado aquí? —preguntó Pepper exasperada, levantándose de su asiento y dando unos cuantos pasos en dirección del animal solo para detenerse después, moviendo sus manos tratando de espantar a la lechuza. Al ver que sus movimientos no estaban dando resultado, decidió darse por vencida.

La lechuza ululó y picoteó el cabello de Clint, quien de manera incómoda intentaba mirar al pájaro de la mejor forma que podía hacerlo desde su ángulo de visión, pensando mientras lo hacía si quizá debía atraparla para practicar con su arco. Sin embargo, al darse cuenta de que aquello implicaba el tener que moverse de su lugar, lo cual era algo que había decidido no hacer por el resto del día, descartó la idea. No obstante, notó la carta que traía atada en una de sus patas.

—Ey —dijo Clint, inclinando la cabeza y entrecerrando los ojos para leer mejor—. Parece que tienes correo, Steve.

Frunciendo el ceño confundido, Steve desenredó la carta y la examinó someramente, estudiando la caligrafía con la que estaba escrito su nombre mientras desgarraba el papel.

—Espera, esto es... —Pepper intentó varias veces tratar de terminar su pensamiento, pero fue en vano. Simplemente gimió y se desplomó en uno de los asientos junto a Clint. Ni siquiera le importó cuando el ave comenzó a picotear su moño—. Voy a matarlo.

Mientras tanto, un confundido Steve continuaba observando la nota, volteándola en todas las direcciones.

—¿Qué es Hogwarts? —preguntó.

A los pocos minutos de recibida y examinada la carta, al final del pasillo, los tres humanos escucharon como su Dios del Trueno residente gritaba triunfalmente:

—¡Soy un mago!

Clint enterró su rostro entre sus manos y rio hasta llorar. A su lado, Pepper luchaba contra una risita. Steve simplemente parecía más confundido.

 

****

 

Unas horas más tarde, Tony y Loki se encontraron otra vez sentados juntos en un escritorio. Esta vez, sin embargo, el escritorio pertenecía a S.H.I.E.L.D., y Nick Fury era quien les estaba mirando desde el otro lado.

Para entonces, la cafeína se había evaporado, y Loki estaba completamente listo para matar a alguien si el intenso dolor de cabeza que le partía el cráneo no desaparecía. Como estaba la situación, incluso el duro escritorio de metal estaba empezando a parecerse cada vez más a una posible almohada. Supuso que podría escapar, pero sus pensamientos se movían en cámara lenta y sus miembros no se movían en absoluto. ¡Y todo por supuesto era culpa de los malditos humanos y su maldita cafeína!

Tony únicamente observaba sus manos como si fuera un niño regañado.

Fury fue el primero en hablar.

—¡Qué. de. mo. nios.! —casi gruñó—. ¿Enviar invitaciones de Hogwarts por toda Nueva York? ¿Tienes alguna idea de la clase de trabajo que eso implica? ¡Tienes idea de lo que significa tener que decirle a todos esos niños que no, que Hogwarts no existe y que ellos en realidad no son magos! Y lo peor de todo es que soy yo quien tiene que ser el malo. Coulson es quien tiene que ser el malo. ¡Todos tenemos que ser los malos en esta situación mientras tú estás en tu mansión riéndote de todo esto!

—Lo siento —murmuró Tony de nuevo.

—Yo no —dijo Loki en el mismo tono.

—Loki —gritó Fury golpeando el escritorio—, ¿por qué diablos estás aquí?

Loki y Tony se miraron de reojo.

—Bueno, esa es una pregunta un tanto existencial, ¿no te parece?

Fury entrecerró su único ojo y levantando su mano dirigió su dedo índice de manera amenazadora hacia Loki.

—No te hagas el lindo conmigo, pequeño tramposo.

Parpadeando, con sus grandes, verdes e inocentes ojos, Loki le devolvió la mirada a Fury.

—Oh, ¡ni siquiera soñaría con hacer algo así!

Tony rio disimuladamente. Fury le lanzó una mirada que hizo que su risa se transformara en cuestión de segundos en una extraña tos.

—Lo siento —dijo de nuevo.

—Stark, ¿por qué está Loki aquí?

Tony miró a Loki. Loki se acomodó en su silla y se cruzó de brazos, arqueando una ceja.

—Necesitaba ayuda —respondió Tony, aún lanzando miradas avergonzadas al dios. Al escucharlo hablar, Loki únicamente rodó sus ojos—. Estaba herido, así que... bueno, tú sabes.

—Qué elocuente, Tony.

—Tú cállate, alienígena.

Fury se inclinó sobre la mesa y miró a Tony con una intensa e ilegible expresión.

—Así que lo ayudaste en lugar de arrestar su trasero.

—Bueno, nosotros... pensamos que una vez que estuviera mejor...

—¡A mí me parece que ya está mejor, Stark!

—Cough, cough —interrumpió secamente Loki, sosteniendo su puño delante de su rostro como si tratará de reprimir un repentino ataque de tos.

Fury le lanzó una mirada exasperada antes de voltear nuevamente hacia Tony.

—Mira, ¿quieres portarte bien y ser amable por un rato? Está bien, hazlo —dijo—. ¡Pero no voy a permitirte que fraternices con el enemigo y le ayudes con sus malditas bromas!

—Lo siento.

—Oh, cállate y lárgate de mi vista.

Tony se puso de pie y sin decir una palabra más abandonó la habitación.

Cuando Fury volteó para dirigirse a Loki, el Tramposo simplemente le enseñó el dedo y se evaporó en medio de un intenso humo color verde. Fury cerró su ojo y suspiró.

—No me pagan lo suficiente como para que tenga que soportar toda esta mierda.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y de ser posible el fin de semana estaré subiendo un capítulo más... ¡Ya solo faltan tres!

Cuidense y como siempre si tienen alguna sugerencia o duda, me lo pueden hacer saber.

¡Bye!


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