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Empezar desde cero por maxi anime

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Notas del capitulo:

 

 

La televisión de la sala estaba encendida con tres espectadores frente a ella, en ella podían verse unas imágenes de una película romántica, pero ninguno de los espectadores la estaba mirando, el más pequeño de cinco años y el de diez se hallaban dormidos en los brazos protectores de su padre, quien los miraba tiernamente. La idea de verla había sido de Geniichi pero Seiichi quiso que se viera después de las ocho de la noche, horario en  el que Seichirou se iba dormir, no por que quisiera dejar al pelinegro de lado, sino por ciertas actitudes de el contra Kazuya y quería asegurarse de que este no fuera quien influenciaba a Geniichi a alejarse de su hermano mayor.

En las últimas semanas había sido algo muy notorio como los dos hermanastros se distanciaban de aquel que llamaban su “Tío” aunque se les había explicado que no lo era y que este era su hermano mayor. Seichirou había sido el que mas recio se había comportado y hasta se alejaba de el, al parecer se negaba a dejar de ser el “primogénito” de Genichirou Sanada o al menos su padre lo veía así, razón por la cual siempre estaba con Geniichi y comenzaba a llamar loco a Kazuya, quizás influenciando al de cinco años a hacer lo mismo. Geniichi en cambio se había mostrado mas abierto al tema, o un poco a aceptarlo, quería estar mas tiempo con Kazuya, siempre preguntaba a sus padres de ciertas actitudes extrañas de el y Kazuya también quería estar con Geniichi, pero siempre Seichirou los distanciaba. Kazuya había intentado acercarse a ambos,  por ser estos sus hermanitos, pero la respuesta a el fue negativa  por ambos y era normal que lo evadieran constantemente e incluso Seichirou lo llamaba loco.

Seiichi quería estar seguro que Geniichi se alejaba de Kazuya por cuenta propia y no por la influencia de Seichirou, razón por al cual aquella noche, cuando el menor quiso ver una película romántica, propuso verla después de las ocho de la noche. Durante la mayor parte de la película los dos niños veían atentamente mientras el mayor examinaba a su vista el comportamiento de ambos, pero no parecía haber gran diferencia entre el trato con Seichirou presente hasta que ambos comenzaron a abrazarle y luego se durmieron.

-Niños- dijo besándolo en la frente a ambos, aunque se detuvo un momento al ver a Kazuya- Hijo.

-¿Qué pasa mami?- pregunto mirándolo.

-Pensé que te habías dormido.

-Es que vi a Geniichi abrazándote y quería hacerlo también ¿esta mal?

-No hijo- negó sonriendo- me gusta verte así.

-¿Has recordado algo?- pregunto mirándolo con intriga.

-Algo…al verte dormir tan tranquilo.

-¿Qué?

-Bueno, llego a mí una visión del hospital, cuando te esperaba, estaba en cama, con una sonda del lado derecho, veía mi vientre y de pronto te sentí.

-¿Qué hacia?- pregunto incrédulo.

-Me dabas pataditas, entonces acaricie mi vientre…

-¿Y que paso después?

-No recuerdo mas hijo- respondió apartando los cabellos de Kazuya que estaban en ese momento sobre su frente, impidiendo verlo- la anestesia volvió a hacer efecto.

La llave de la puerta se escucho dando dos vueltas y luego la puerta se abrió, el peliazul miro hacia atrás y vio entrar a su pareja con una sonrisa cansada entrar a la casa y luego asegurar la puerta tras cerrarla. Sonrío ante lo que veía pero luego bajo la mirada al ver a su pareja entrar y caminar cansado hasta un sillón individual que estaba a un costado de donde estaba el y los niños mirando la televisión.

Sanada no gustaba de trabajar hasta tarde, pero con tres niños en casa y uno con graves problemas en cuento a su salud, tenia que ganar mas dinero y hacer horas extras ayudaba a traer mas dinero para la casa y aunque esto iba en contra de lo que alguna ves fueron sus sueños de su vida de adulto cuando joven, era lo que tenia que hacer por el bien familiar. Cuando estaba en secundaria se diría que el soñaba con una familia tipo, casarse y tener hijos, mantenerlos con un trabajo promedio pero que no lo aria trabajar hasta deshoras, con Seichirou no era difícil mantenerlo, eran solo ellos dos, cuando se caso con Seiichi meses atrás había dobles ingresos y podían mantener la familia de cuatro, pero con la entrada de Kazuya en la familia todo había cambiado.

Desde que tenían la custodia legal de Kazuya comenzaron a llegar los primeros problemas, todos con respecto a la salud del de diez años. Kazuya pesaba y media menos que los niños de su edad, podría llegar a decirse que estaba al borde de la desnutrición y la anemia por su falta de peso. El medico clínico que examino a Kazuya aseguro que el menor no tenia un solo gramo de grasa cutánea, por lo que el no podía realizar deportes hasta que subiera de peso. También el psicólogo costaba, no solo por el hecho de que Kazuya lo necesitaba, Seiichi también tenia que ir a terapia dado lo ocurrido diez a ocho años atrás. Sanada era el sostén del hogar en todas las maneras posibles y como tal no podía verse débil, ni siquiera ante sus hijos.

Kazuya tenia problemas en la escuela, problemas de salud, problemas en casa, no podía dejárselo solo, Seiichi había dejado de trabajar para ocuparse enteramente a la familia y en especial no perder de vista a Kazuya por sus extraños juegos en los que resultaba lastimado. Kazuya era todo un tema a tratar para médicos y su familia, el psicólogo recomendaba que Seiichi lo tuviera en brazos el mayor tiempo fuera posible para darle al menor seguridad de que su “madre” estaría con el, esto no era problema dado su peso y altura, pero también quería que se independizara y durmiera solo, pero los terrores nocturnos del menor hacían esto imposible y siempre terminaba durmiendo en la cama sus padres.

-¿Qué hacen los niños despiertos a esta hora?- pregunto cansado el pelinegro.

-Seichirou y Geniichi están durmiendo- respondió Yukimura-

-Geniichi y Kazuya no están en su cama- recalco mirando a  ambos niños, de los cuales el pelinegro de diez años luego se levanto a abrazarlo- No Kazuya, papi esta cansado ahora, ve a la cama, es tarde.

-Hai- respondió bajando la mirada y luego miro el pasillo aterrado- Mami.

-Yo te llevo hijo- dijo levantándose para tomarle la mano- ¿llevas a Geniichi a la cama?

-En un momento.

-Vamos Kazuya, a la cama- sonrío llevándolo de la mano hasta su cuarto.

El cuarto de Kazuya era el antiguo cuarto de Geniichi, mucho no había cambiado salvo la disposición de algunos muebles, la piedra Sanada en el escritorio y algunos juguetes en el suelo eran la clara excepción de ello. Seiichi recostó a Kazuya en la cama, al mismo tiempo que este comenzaba a temblar, era algo común dados los terrores nocturnos pero esperaba que la película que habían estado viendo un rato antes fuera suficiente para hacerlo dormir esta noche tranquilamente.

-Que descanses hijo-

-Buenas noches mami-dijo abrazando su viejo oso de peluche.

-Buenas noches.

Kazuya siempre cerraba los ojos después de esa especie de ritual, Seiichi salio a paso lento del cuarto dejando encendida la lámpara de noche y entrecerró la puerta por si el menor se levantaba para que este al hacerlo no hiciera tanto ruido. Llego a su cuarto y vio al pelinegro recostado y durmiendo profundamente, por lo que opto por recostarse a su lado.

Cuatro de la mañana, el despertador sonó, en contra de sus deseos se levanto para comenzar con su rutina de practicar Kendo a la mañana con su hijo Seichirou, se levanto con pereza de al cama y miro detenidamente, había un tercero durmiendo y era Kazuya, quien dormía abrazado del peliazul, otra vez.

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Seria otro día normal, común y corriente, o al menos eso creía Hiroshi al levantarse y ver en su cama la falta del que debería estar en medio y también no recordaba haberlo llevado la noche anterior. Se levanto súbitamente y luego fue hasta el cuarto de su hijo que usaba gafas de sol para aparentar usar lentes, lo encontró dormido en la cama abrazando a un osito de peluche. Suspiro aliviado al verlo dormir tranquilo y luego noto una mano que salía de debajo de la cama, asustado ante aquella visión miro bajo el mueble y vio a su hijo mayor dormido con una mascara de noche de brujas puesta, por lo que opto por sacarlo de la manera mas simple que pudo, jalándolo con suavidad, aunque ello lo despertó.

-Hiroki ¿te dormiste bajo la cama de tu hermano toda al noche?

-Jeje- se río entre bostezos sacándose la mascara- es que…es que…

-Ha es el rostro del mounstro- grito Hirohito al despertar y ver la mascara tras la espalda de su hermano, la cual estaba intentando ocultar

-¿El rostro?...Hiroki…

-Me voy a cambiar- dijo el mayor de los tres hermanos y corrió a su cuarto a cambiarse.

-Hiroki Nioh- Grito Yagyuu haciéndose escuchar por toda la casa-

-Puedo explicarlo- dijo poniéndose los lentes- solo jugaba padre.

-¿Solo jugar? ¿Solo jugar?- exclamo con indignación- Asustar a tu hermano de noche no es solo jugar Hiroki.

-Solo jugaba.

-Hiroki, hace meses que con tu padre buscamos que asusta a tu hermano y eras tu… ¿Cómo hacías…?

-Fácil,  entraba a su cuarto y me escondía en su closet hasta que dejabas de contarle su cuento de noche y de revisar la cama, luego cuando te ibas yo me ocultaba bajo su cama y cuando el veía ya tenia la mascara puesta…- explico sonriente.

-No es eso… ¿Cómo se te ocurre hacerle eso a tu hermano Hiroki?

-Es que era divertido…

-Hiroshi- dijo Nioh interrumpiendo- es un niño, es normal que quiera jugarle una broma a su hermano menor…

-¿Una broma todas las noches desde hace varios meses?- lo cuestiono- No esta bien Masaharu…no esta bien lo que hiciste Hiroki, traumaste a tu hermano.

-Yo lo veo bien- dijeron a la vez los únicos dos en el cuarto y luego vieron pasar a Hirohito al baño con el oso de peluche en las manos.

-Yo no…dame esa mascara Hiroki- dijo el de lentes y tomo la mascara que estaba en la cama- te dormiste anoche bajo la cama de tu hermano para asustarlo…

-Es que no miro bajo la cama esta vez y me dio sueño- explico sonriente.

-Hiroshi es un niño, intenta comprenderlo solo quiere jugar…

-Asustar a su hermano no es jugar Masaharu- dijo indignado.

-Si lo es

-No me desautorices ante los niños, cuando dijo que no es no.

-No te estoy desautorizando.

-Desautorizar es quitar autoridad o desacreditar a una persona o una orden dada- explico el menor-papá no esta haciendo eso el…

-Hiroki, ve a ayudar a Masashi a levantarse de la cuna por favor- pidió el de lentes a lo que el menor corrió a hacer y el de lentes fue a cerrar la puerta.

-Hiroshi es un niño…

-No esta bien que me desautorices delante de el, ya no se cuentas veces te lo he dicho.

-No te he desautorizado en ningún momento…

-¿Crees que es gracioso que Hiroki asuste a Hirohito?

-Es un niño

-Hemos buscando la fuente de su miedo por meses y dicha fuente fue Hiroki en una broma…una absurda broma- dijo indignado.

-Es un niño, solo jugaba, no fue tanto el daño…

-¿No fue tanto el daño?  ¿No fue tanto el daño? Masaharu los últimos tres meses siete veces mirábamos bajo la cama de Hirohito…

-Le hizo bien, ya le perdió el miedo y dejara de creer que hay algo bajo la cama, por algo no miro anoche- se excuso sonriendo el peliplata- forjo su carácter.

- No miro anoche porque lo deje dormido- exclamo con cólera- No me fui del cuarto hasta que se durmió…Hiroki durmió en el piso por concretar su treta…

-Son niños es normal que jueguen de esa manera-

-Deja de  avalar esa conducta…esta mal-

-Hiroshi es normal que los niños jueguen así, que quieran enfrentar miedos, que se lastimen, que se ensucien, se aprende de la causa y del efecto, de que experimenten…alejándolo de lo peligroso pero que experimenten, que se caigan y que se levanten…

-En eso no concordamos Masaharu- dijo con frialdad- esta mal que los niños…

-¿Sean niños? Los sobreproteges

-No me conviertas en el enemigo.

-No eres el enemigo Hiroshi…eres su padre pero no quieres que sean ellos, no dejas que hagan nada por ellos mismos, que no corran, no les permites jugar,  bajo la excusa que se lastimaran pero ¿Cómo saben ellos que se lastimaran si hacen algo sino lo experimentan? Por darte un ejemplo ¿Cómo saben ellos que si saltan en la cama los puede lastimar cuando nunca lo han hecho?

-Es lógica, si saltan en la cama caerán al piso-

-Pero ellos no saben que pasara, porque pueden saltar en el colchón y no caerse…ellos no saben- dijo mirando tristemente- no dejas que sean niños.

-Es por su bien, no quiero que se lastimen.

-Pero no los dejas ser niños, buen trabajo Hiroshi, les estas quitando su infancia.

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No recordaba la última vez que se había levantado tan temprano solo para jugar videojuegos, no era común que lo hiciera en casa bajo las reglas de su padres, mas que nada de Yanagi, pero ahí estaba Akira sentado frente al televisor jugando videojuegos solo. No era que  le gustaba hacer ello, para el la hora del desayuno era importante porque lo hacia con su familia, discutía con su hermano mayor, hablaba con su padre Renji o con Akaya, pero no le gustaba para comenzar no estar en su casa y menos sentarse a la mesa con dos niños con los cuales se llevaba mal, Kazuo y Sadao Inui.

Kazuo y Sadao eran los hijos de Sadaharu Inui y Kaoru Kaidoh, ambos hermanos tenían cabello negro pero diferente peinado, normalmente Kazuo tenía el cabello tan largo hasta que le llegara el cuello y usaba una bandana sobre su cabeza, mientras Sadao lo tenía mas corto y lo peinaba en punta. Sadao era el mayor, había nacido el cuatro de Junio, un día después que Rentarou y el mismo día del cumpleaños de Renji Yanagi, usaba lentes gruesos con un marco negro que impedían ver el color de sus ojos, al igual que Rentarou gustaba de anotar las cosas que veía a su alrededor y demás. Kazuo era mas reservado, pocas cosas sabia Akira de el, si también tenia esa “manía” de recabar información, pero el la hacia solo recaba información propia, tenia un gusto por hacer deportes y era normal que anotara en sus cuadernos todo lo que el hacia.

Akira no gustaba de estar cerca de los hermanos Inui, en especial de Sadao, que era el mejor amigo de su hermano mayor, sencillamente no quería estar cerca de ellos bajo ninguna circunstancias, pero dado que las familias Inui y Yanagi eran amigas, así también como que su padre Renji era muy amigo de Sadaharu, era normal que se juntaran a pasar festividades juntos.

-Akira a desayunar- lo llamo Yanagi desde la cocina.

-Estoy ocupado- respondió mirando atentamente la pantalla del televisor.

-Akira a desayunar- volvió a llamarlo su padre y luego fue a la sala- dije a desayunar.

-Estoy jugando y la probabilidad de que termine esto en menos en dos horas es de diez por ciento- respondió sin parpadear.

Yanagi se acerco hasta donde estaban los tomacorrientes y sin pensarlo dos veces saco los enchufes, tanto del televisor como de la consola y miro al menor, el cual se cruzo de brazos. Akira estaba completamente dispuesto a mantenerse haciendo puchero hasta que su padre se fuera de la habitación o lo castigara, o lo que pasara primero, no iba a dar su brazo a torcer ante la decisión de no desayunar con los Inui y su padre tenia que respetarla.

-A desayunar.

-No quiero- bufo molesto.

-Es una orden Akira.

-No quiero desayunar.

-Akira- dijo acercándose y poniéndose a su altura- tú sabes que el desayuno es la comida más importante del día, en especial para un pequeño genio en crecimiento ¿Por qué no quieres desayunar?

-No quiero- negó con la cabeza.

-Akira.

-Chibi vamos a desayunar- interfirió Akaya y se lo llevo en brazos hasta la cocina, mientras Akira pataleaba para que lo soltara.

-No quiero- Bufo molesto cuando lo sentaron, obligado, a la mesa.

-Aquí esta el desayuno- exclamo Akaya poniéndole su vaso de leche-

Akira se mantuvo cruzado de brazos mientras miraba la mesa, a un lado estaban Sadao y su hermano desayunando hablando entre si, al otro lado estaba Kazuo tomando su ya segundo vaso de leche, frente a el estaban los mayores desayunando café. Renji se sentó al lado de Sadaharu para hablar mientras Kaoru permanecía en silencio junto a Akaya, los dos ni siquiera cruzaban mirada.

-Akira, el no desayunar provoca mal humor, falta de concentración en actividades, bajo rendimiento físico e intelectual- acoto el de lentes  mirando al menor fijamente.

-No tengo ganas de desayunar- bufo cruzándose de brazos.

-Akira.

-Desayunar me aporta las energías para poder jugar- exclamo Kazuo terminando su vaso de leche y luego comió una de las galletas de chocolate que estaban en la mesa.

-El desayuno aporta el treinta por ciento de las calorías fundamentales para que el organizo funcione debidamente- explico Sadao- una falta de estas puedes…

-No tengo ganas de comer.

-Si quieres jugar videojuegos te tomaras tu vaso de leche y comerás galletas- amenazo Yanagi a lo que Akira respondió negando con la cabeza- Así será, sino quieres desayunar, no lo hagas pero no jugaras videojuegos hoy Akira- se levanto súbitamente y luego fue a la sala.

***********************************************************

Seiichi estaba en la sala de su casa con Kazuya en sus brazos, el menor jugaba con uno de esos videojuegos antiguos al tetris mientras el peliazul lo miraba jugar. Era una recomendación del psicólogo para reanimar y regresar los recuerdos del peliazul sobre su embarazo, hacer que su subconsciente regresa aquellos recuerdos que al parecer la anestesia de un tratamiento inadecuado e inapropiado había provocado. Gracias a esa terapia algunos recuerdos, o al menos eso parecían, habían surgido, en algunos Seiichi estaba recostado acariciando su vientre, en otros el sentía malestares típicos del embarazo, otros eran los movimientos del pequeño feto dentro de el, pero en todos siempre estaba una enfermera la cual lo hacia dormir.

Kazuya prefería estar en brazos del peliazul, donde se sentía protegido de aquella sobra que lo perseguía, sentía que nunca debía temer estando rodeado de sus padres, cosa que no pasaba en casa de sus abuelos y se sentía aliviado por el simple hecho de no estar solo en aquel cuarto con su madre, sino también acompañado de sus antepasados, algunos que lo miraban muy severamente, como si esperaran algo de el. La presencia de aquellas almas del pasado ya era común para el, los antepasados lo protegían en casa de aquellas sombras que lo perseguían y lastimaban, al menos en casa estaba protegido de aquellos seres que lo lastimaban, haciéndolo golpear contra paredes, llevarse objetos a los ojos e incluso meterse algún lápiz en el oído. En casa estaba protegido de esas sombras negras que tanto temía, no solo porque estaban sus padres sino por la presencia de los antepasados de al familia Sanada, que eran muchos para el poderlos contar, en cambio en la escuela era diferente, al no llevar el la piedra Sanada estaba a Mercer de aquellas sombras y se había vuelto moneda corriente que lo fueran a buscar tras lastimarse dándole cabezazos a alguna pared hasta el punto de sangrar.

-Kazuya- exclamo el mayor mirándolo tiernamente.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo te miraba…

-¿Tan lindo color de ojos tiene?- exclamo Genichirou desde la cocina.

- Cabello y mirada también- acoto despejándole los cabellos de los ojos al de diez años- se parece mucho a su padre.

-Si tiene mucho de mi- sonrío el pelinegro acercándose- Mirada filosa, ojos claros, cabello negro…solo falta cortarle el pelo

-¿Qué tiene de malo mi corte de pelo?- dijo mirando inocentemente.

-Nada hijo…si a ti te gusta no tiene nada de malo.

-¿Te han surgido nuevos recuerdos Seiichi?- pregunto el pelinegro mirando al de diez años volver a su juego.

-No todavía, seguro ya llegara uno, ya he recordado mas de un movimiento de el y de mi acariciándome el vientre…me gustaría recordar su parto.

-Seguramente fue Cesaria

-¿Qué es una Cesaria?- pregunto Geniichi acercándose a su lado.

-Cuando nace un bebe con problemas suele pasar que operan a la madre para que su hijo nazca, Seichirou y tu nacieron bajo cesaría- explico Sanada levantando en brazos al de cinco en brazos- veras cuando un bebe esta delicado antes de nacer, meses antes, suele pasar que por el bien del bebe y de la madre se recurre a una operación para sacar al bebe de la panza de la madre.

-¿Por qué?- pregunto curioso el pequeño de cabellos azules.

-En el caso de Seichirou, su madre estaba enferma y Seichirou corría riesgos de morir junto a su mamá, los médicos practicaron al cesaría para que Seichirou naciera, a los pocos meses ella murio.

- ¿Y en mi caso papi?- pregunto Geniichi curioso a su padre, el cual sonrio.

-En tu caso fue cosa de tu abuelo que no quiso esperar tus nueve meses, el te quería ver pronto, entonces a los ocho pago la cesaría y tu madre no objeto- explico Seiichi mirando a Kazuya- y en tu caso, según mi intuición paso mas o menos lo mismo, tu abuelo quería conocerte pronto y dada mi salud se practico la cesaría.

Kazuya no le tomo mucha importancia a las palabras de su “madre” siguió jugando con su pequeño videojuego hasta que sintió un fuerte frío que lo asusto, dejo caer el aparato y miro hacia el pasillo. Alli, descansando sobre una pared, una de las sombras que lo perseguía salio repentinamente, hizo  a un lado a tres de los antepasados, haciéndolos desaparecer con tan solo mover su mano y se acerco lentamente hasta donde estaban Genichirou y Geniichi, ambos mirandolo.

-Cuidado- Grito señalando a aquella sombra.

-¿Con que?- pregunto Genichirou mirando hacia donde señalaba, aunque no vio nada.

-Antepasados- dijo mirando con temor y como estos desaparecieron tras el paso lento de aquella sombra- No…

-Kazuya ¿Qué pasa?

-Hizo desaparecer a los antepasados…mami- dijo acurrucándose en los brazos de Seiichi.

-Tranquilo hijo, no pasa nada.

-¿Qué ve Kazuchan?- pregunto Geniichi mirando el miedo en los ojos de su hermano mayor.

-Kazuya, papi y mami están aquí, no pasa nada…¿Qué hizo desaparecer a los antepasados?- Exclamo Sanada con autoridad.

-Ellos- señalo a las sombras, pero Sanada miro hacia donde señalaba y no veía nada- Los hizo desaparecer…

-Tranquilo hijo, aquí estamos papi y yo, no te pasara nada.

-Kazuchan yo no veo nada- exclamo Geniichi mirando hacia donde antes señalo el mayor.

-Es porque no hay nada, le teme a la nada- dijo Seichirou entrando a la habitación con su espada de madera en la mano.

-Alli esta…me esta mirando…ara que me lastime.

-Nada te pasara hijo, estamos aquí contigo.

-No…se esta acercando.

-Esta loco- exclamo Seichirou mirándolo con indiferencia.

-Allí esta…me esta mirando…se esta acercando…deben creerme.

-Te creo hijo- dijo no muy seguro el peliazul- no pasa nada.

-Kazuya no veo nada.

-Yo tampoco veo algo- acoto Geniichi mirando con intriga y luego entrecerró los ojos viendo algo negro, pero no alcanzaba a distinguir bien que era-He.

Continuara.

 
Notas finales:

 

 

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