Oh, lamento tanto la tardanza, estuve mal de salud, pero ya estoy de vuelta, con más historias, gracias por leer y recuerden, todos los personajes pertenecen a Yana Toboso o Yanao Rock.
Esta es la historia de Undertaker,( he llamado a Undertaker James Spencer )., es un capitulo corto, ya no se me ocurre que más agregarle, lo siento mucho.
mi historia es de un Undertaker al principio fugitivo y después jubilado. ya se acerca el final.
La muerte, un oficio que nos puede llevar a la locura, los dioses de la muerte, capases de juzgar a una persona, y decidir se deben ir al cielo o al infierno, pero ¿que pasa cuando esa persona es un conocido, un ser amado?
Undertaker, un personaje peculiar, poco ortodoxo y loco, pero quien diría que ese viejo loco fue un shinigami de los mas respetados y reconocidos en su reino, James Spencer, juez del alma de María Antonieta y Robin Hood. El shinigami perfecto, perfecto hasta que se enamoro, ¡¿y como no perder la razón por amor?!.
Ella era Claudia Parsons, una joven noble, hija de una adinerado y reconocido juez en Londres, buena muchacha, educada y honesta, como era de esperarse de la hija de un juez con un gran futuro por delante,que lastima que el destino no lo veía de ese modo.
A través de la historia, por experiencia propia, las novelas de romance y tragedia hemos aprendido que el amor no suele ser como nos lo pintan nuestros sueños.
James debía cosechar el alma de Claudia, pero no podía, se había enamorado, era la mujer perfecta, ¿como salvar a la joven Claudia?, no podía declararle su amor, era absurdo, ella envejecería y moriría algún día, y el, el quedaría intacto a través del tiempo, una relación imposible, debía conformarse con verla y seguirla, amarla en silencio, pero ¿cuanto duraría este romance?, podía salvarla, pero el tendría que morir, una vida a cambio de otra, la amaba demasiado pero era un amor egoísta, no podía salvarla para que viviera e hiciera su vida con otro hombre, no se sacrificaría para que otro disfrutara de la bella Claudia, lo más que podía hacer era posponer su muerte una y otra vez, no podía dejarla vivir una vez que el cinematic record comenzara a reproducirse, pues ella no causaría un cambio benéfico en la tierra.
Pero el segador de almas no era el único que sufría por amor, no, Claudia estaba enamorada, de un pobre plebeyo, sirviente de su casa, era un amor imposible sus padres pretendían casarla con su primo, pero ella no lo amaba y no se casaría sin amor, ella tenia un plan, se fugaría con su enamorado, esta noche.
Eran las 12:00 en punto, Claudia había discutido con sus padres, trato de hacer las cosas bien pero ellos no le dieron otra opción.
-No me casare, no lo amo, no pueden obligarme!
-Prefiero morir antes de casarme con alguien que no amo!
-Pero Claudia, es por tu bien, tu primo es un buen mozo de buena posición económica, no te faltara nada.- su madre trato de convencerla para evitar una riña con el padre de la chica.
-No, no me casare, si insisten huiré, me marchare y jamas sabrán de mi.-Fue todo lo que dijo, la joven y se marcho a su alcoba para preparar sus cosas pues en unos cuantos minutos su amado se la llevaría lejos para formalizar su amor, pero no se esperaba una emboscada.
A la 1:00 Claudia salio por su ventana , con mucho sigilo para no ser descubierta, una vez en el suelo corrió hacia su amado que ya la esperaba con un caballo, tenían todo planeado, casi perfecto, de no ser por que Claudia era espiada por su padre.
La bala iba dirigida al novio de Claudia, directo en la cabeza, la misión había sido asignada a un guardia de la casa, el juez no se ensuciaría las manos, pero esa fue su condena. El guardia era un borracho, un alcohólico horrible, esa noche había recibido su paga por adelantado para que hullera inmediatamente después de matar al chico, pero el tipo se lo había gastado en alcohol y mujeres esa noche, horas antes de cometer el asesinato, el borracho vio correr a la chica directo al sirviente, los vio abrazarse y besarse, el ya había visto demasiado, quería terminar y largarse para seguir bebiendo, salio de su escondite sorprendiendo a los enamorados, saco su arma y la apunto al joven, estaban a una distancia de un metro aproximada mente, el viejo borracho se tambaleaba no veía bien, dudo en dispara, pero cuando se sintió seguro apretó el gatillo, todo lo que vino después fueron gritos y lamentos, el borracho se sintió partido a la mitad y después de ese doloroso momento comenzó a ver su vida, desde su infancia hasta este terrible momento, había fallado, le había disparado a la joven, en el pecho perforando un pulmón, todo estaba perdido, no se podía hacer nada por la niña.
Spencer llego tarde, demasiado papeleo, mucho trabajo, maldita burocracia, definitivamente no era lo suyo el papeleo, lo odiaba, el papeleo implicaba llegar tarde a segar almas, pero llegar tarde solo atrasa la colecta del alma, mas no impide la muerte del incauto el único problema seria que el alma sea robada por un demonio. James vio el nombre de Claudia P. en su lista de muertes programadas, se apresuro para llegar a tiempo y evitar su muerte como solía hacer, pero no lo logro, llego en el instante en que la bala atravesó el pecho de la joven Claudia y el cinematic record comenzó a salir.
para el borracho todo se volvió negro y doloroso, sintió como era partido por la mitad y de repente comenzó a ver su vida, desde su infancia hasta el trágico día de hoy, se podían oír gritos y lamentos, James lo había partido con su gran guadaña, no cosecho su alma, la dejaría ahí para que algún demonio la devorara, después se dirigió al joven novio de Claudia, el chico estaba aterrado, lo había visto todo, vio acercarse al shinigami y trato y de huir, pero el segador se lo impidió fue más rápido y lo corto de igual forma como lo había hecho con el borracho, con su guadaña, ¿injusto? no, por su culpa Claudia estaba muerta, AL TERMINAR CON LOS DOS INÚTILES HOMBRES, se dirigió al cuerpo ya inerte de su amada Claudia, cosecho su alma, concervaria el registro, no podía permitir que quedara en el olvido en la biblioteca, después tomo el relicario que yacía sobre el pecho de Claudia, lo abrió y dentro había una foto de Claudia con su nombre grabado en la parte superior "CLAUDIA P."lo guardo en su bolsillo y se marcho, la familia comenzó a salir de la casa y comenzaron a gritar y llorar ante la escena de tantos muertos, James estaba cansado, no quería presenciar el show lamentable, se dirigió sin rumbo fijo, ya había cometido muchas infracciones y no podía volver de inmediato.
El shinigami era un fugitivo de la justicia en su reino, cuando lo atraparon fue juzgado, aunque no fue tan grave, los humanos no valían tanto, y por lo menos a los que mato no cambiarían el rumbo de la historia y por ser quien era los altos mandos fueron indulgentes, solo tendría que entregar su guadaña por un tiempo y ser acompañado y vigilado durante sus cosechas por un no era vida, James un espíritu libre "atado como un perro", imposible, el segador presento su renuncia, después de todo que sentido tenia continuar, una vez que se le se le otorgo su jubilación el shinigami encontró residencia en el reino de los vivos y para no estar apartado de su oficio monto una funeraria, después de todo la "muerte" era su "vida", que "¡irónico!", podía trabajar con los cadáveres pero prefería ahorrarse el echo de juzgar almas, no pasaría por lo mismo de nuevo, ¿dinero? el dinero no le sirve de nada a los segadores de almas y menos a el, el tenia mucho de su jubilación, que mejor que las risas, para un ambiente tan sobrio y lóbrego era necesario el buen humor para no perder la cabeza. era un funerario muy extraño, uno que no cobra, por lo menos no de la forma convencional, no tenia nombre, ¿como referirse a un funerario sin nombre? "UNDERTAKER" (empresario de pompas fúnebres).
El más solicitado y preferido por la familia Phantomhive, los perros de la reina, Undertaker odiaba a la reina, pero esa familia era adorable, el el conde era muy bueno pagando.
Al retirarse el shinigami debía devolver su guadaña, pero no pudo, tantos recuerdos, su compañera de toda la vida, se la llevo de contrabando escondiéndola en forma de sotoba, solo los shinigamis de alto rango pueden cambiar su apariencia física y la de sus guadañas, ademas de otros privilegios.
Quien diría que después de abandonar su trabajo como segador de almas el destino lo reuniría con su antigua trabajo y nuevos conocidos, muy agradables y extravagantes