Varios meses habían pasado ya desde que Grell se había ido a jugar al mayordomo torpe y asesino, aun no tenia permitido salir a cosechar, William lo tenia a su lado siempre, el gerente era feliz aunque no lo demostrara, Grell no lo era y el si lo demostraba, el era un alma libre, no podían mantenerlo encerrado por mucho tiempo, finalmente para su suerte algo extraño sucedió en el reino humano, cuando la gente muere, muere y ya, no puede seguir por ahí como si nada, pero esto sucedió en un barco "Campania" los muertos revivían sus almas ya habían sido cosechadas pero los cuerpos seguían andando, Ronald Knox fue enviado a investigar junto con Grell Sutcliff.
Ronald llego donde el barco, pero antes que todo, se puso a coquetear con cuanta mujer bonita se encontró después de todo Sutcliff senpai no había llegado aun, así que se divertiría un rato.
Grell se encontraba en la oficina "dialogando" la opción de que para esta misión se le regresara su guadaña original, tendría que persuadir a su jefe. William echo la cabeza hacia atrás no pudo resistirse más, Grell era muy "bueno " persuadiendo usando la boca, el pelirrojo se levanto del suelo se relamió los labios y se sentó en el regazo de su jefe.
-Will cariño, ¿puedo obtener de nuevo mi death scythe?.- pregunto Grell haciendo la cara más tierna e inocente que tenia.
William frunció el ceño, pero no pudo negarse, invoco la mortífera motosierra y se la entrego a su subordinado.
-Will, gracias, por eso te amo.- Grell tomo su guadaña y salio rápido de la oficina, no sin antes mandarle un dulce beso a su jefe y guiñarle el ojo.
William se quedo solo en su oficina, "¿porque le permitió a Grell hacer eso?, ¿que no lo detesta?,¿no quería mantenerlo alejado, una relación sin sentimientos?" William coloco sus rostro entre sus manos, tenia mucho que pensar. Lo que hacia era malo y nocivo para Grell, el pelirrojo lo amaba pero el gerente no quería amarlo, quería ser libre de emociones, no quería sufrir por amor, pero esto lo hacia sufrir, el tener sexo con Grell era una forma de darle a entender que eran alguna especie de pareja. William no quería eso.
Grell llego con Ronald por fin, estaba feliz y orgulloso, tenia a su amada motosierra, su alegría se incremento al doble pues en ese barco estaba su amado Sebas-chan, que suerte tenia el pelirrojo, pero el trabajo era primero, tenían que investigar, pronto "los zombies" aparecieron, todo era cosa de Undertaker, el viejo hombre loco estaba orgulloso de sus muñecas y no permitiría que unos aprendices a shinigami interfirieran, Ronald, Grell, Sebastian y Undertaker se enfrentaron en una lucha y fue ahí donde la identidad del viejo fue revelada, el hombre se descubrió los ojos, era un shinigami, no poseía anteojos, así que seguramente era un desertor, el peligris era por mucho más poderoso que Grell, pocos seres eran más fuertes que el demente pelirrojo, el shinigami hirió con su guadaña a los jóvenes semidioses y huyo, el barco se estaba hundiendo, todos debían marcharse, "que desconsiderado de Sebastian el no ayudar a una dama", Ronald y Grell yacían flotando en el mar, tenían un buen rato ahí, para su suerte William se percato de su ausencia en el trabajo y fue por ellos, los salvo, Grell estaba muy feliz, Will siempre llegaba para salvarlo, como un caballero a su princesa, el pelirrojo se abalanzo sobre su jefe para darle las gracias pero este se hizo a un lado dejándolo caer nuevamente al mar, las muestras de afecto en publico están estrictamente prohibidas. William suspiro y saco al pequeño hombre ayudado por su guadaña, Will era muy fuerte, con una mano y sin ayuda saco el cuerpo de sus subordinado, tampoco era como si Grell pesara demasiado.
Los tres hombres regresaron a la cede, el gerente reprendió a sus empleados en su oficina y confisco nuevamente la guadaña del pelirrojo, se gano una gran cantidad de maldiciones por parte de sus rojo empleado, pero de verdad disfrutaba hacerlo enojar, ademas de que no habían cumplido correctamente su misión así que no se gano el derecho de conservar su arma.
Nuevos reclutas llegaron a la cede, por fin se le había autorizado a William emplear nuevos shinigamis, pero debía de entrenarlos junto con Grell, eran profesores, el trabajo para William jamas se detenía.
El gerente fue a la academia para tomar un grupo de estudiantes, los mejores de su generación y darles un recorrido por las oficinas, el moreno les explico lo que seria su trabajo en un futuro si se graduaban, Grell tuvo la oportunidad de contar su historia de amor con su jefe, interrumpido varias veces por este para aclarar las cosas y contarlas como pasaron en realidad.
William por lo regular se la pasaba en su oficina dejando a los alumnos repartidos con Grell o Eric, Grell era el maestro de técnica defensa y ataque, se había ganado el puesto, quien mejor que el para darle una paliza a los jóvenes entusiastas.
Pero el gerente no era ciego, podía ver como algunos estudiantes observaban a su pelirrojo, eran hombres y no tenían problemas con el genero de su rojo profesor, muchos querían comprobar si los rumores eran ciertos, Grell era hermoso, de eso no había duda. Aunque Grell siempre decía que no le interesaban los niños, era obvio y seguro de que le gustaba ser el centro de atención.
Grell estaba en el área de entrenamiento, luchando con un grupo de jóvenes, muchos ya malheridos por su maestro, William termino su papeleo y fue a supervisar el entrenamiento, no quería otra demanda para Grell que solía abusar de los chicos, lo que William vio hizo hervir su sangre de coraje y frustración.
Grell estaba en el suelo inerte sin hacer nada, sobre de el un alumno, lo tenia sometido, el pelirrojo tenia una gran sonrisa, su respiración era pesada, estaba disfrutando esto, incluso se podía decir que estaba excitado, el descarado alumno tenia su rostro muy cerca al de Grell, casi rosaba sus labios de no ser porque una fuerza mayor lo arrojo lejos. William se abrió camino entre los demás alumnos, tomo de la camisa al joven que estaba sobre su pelirrojo y lo arrojo lejos, William no estaba razonando en ese momento.
-La clase termino.- William alzo a su empleado del suelo, su ira creció más, Grell no traía su gabardina roja ni su corbata, incluso tenia la camisa desabrochada unos botones mostrando su tonificado pecho. el moreno tomo del cabello a Grell y lo llevo a su oficina, ya pagaría su exhibicionismo.
Ya en la oficina de William ambos hombres discutieron.
- William! ya suéltame, no tienes porque tratarme así.- reclamo Grell, esta muy molesto.
-¿Cuando dejaras de comportarte como una mujerzuela?.- William estaba sumamente molesto, apretaba fuertemente los labios de Grell entre dos de sus dedos y lo tenia arrinconado en la pared.
-¿Estas celoso Will?.- Grell se soltó de su agarre y dijo con una sonrisa que mostraba todos sus filosos dientes, esta pregunta incomodo al gerente y lo hizo volver en sí, pero no respondió ni sí ni no.
Las cosas se quedaron así, los hombres volvieron a sus trabajos, pero William mantendría un ojo en ese novato.
Una semana paso desde el incidente entre los shinigamis, por lo regular Grell comía siempre con William, ya sea en la cafetería o en su oficina, pero en esta ocasión Grell no se presento, William salio a buscarlo, pero no lo encontró esto le hizo pensar que tal vez se había escapado a ver a esa alimaña, pero fue algo peor, Grell estaba en la cafetería con el mismo alumno, este tenia sus manos en las caderas del pelirrojo y ambos reían. William respiro profundo para calmarse pero no funciono, el moreno tomo del brazo al pelirrojo, de forma dolorosa, seguro dejaría marcas y tomo al chico por el cuello.
-Sí te acercas a Sutcliff otra vez, te arrancare la cabeza.- William amenazo al chico, murmurando las venenosas palabras en su oído, el chico quedo aterrorizado, todos sabían lo sádico que era el jefe en sus castigos.
A nadie le sorprendió la actitud de William era común verlo arrastrar al pelirrojo de regreso al trabajo, todos pensarían que alejaba a la cabeza roja del chico para que no corrompiera y arruinara a un buen elemento.
-Demonios William, no puedes controlar con quien salgo, mi vida personal no es de tu incumbencia.- Grell estaba igual de molesto, no era la primera vez que William alejaba a los hombres de el.
Muchos hombres y mujeres deseaban al pelirrojo, algunos solo para una noche y esto dejaba destrozado a Grell, el buscaba un amor verdadero, alguien con quien casarse en una blanca iglesia con bello vestido rojo y tener una casa con techo rojo. Pero muchos solo se aprovechaban del pelirrojo, esto enfurecía a William, era su mejor amigo y aunque el no podía cumplir su sueño de amor tampoco permitiría que lastimaran a Grell, porque debajo de su alegre sonrisa se escondía un inseguro hombre.
William solía llenar y sancionar a los hombres y mujeres que pretendían al pelirrojo, los llenaba de horas extra, incluso los mandaba a otras divisiones, incluso muchos eran demandados por acoso y Grell ni siquiera estaba enterado, William siempre trataba de "proteger" a su amigo.
-Esto no es una casa de citas ni un burdel Sutcliff, deja de pavonearte como la ramera de Londres durante tus horas de trabajo.- William le grito a su subordinado y seguro seguiría insultándolo de no ser porque Grell le dio un puñetazo en la nariz tirándolo al suelo y saliendo de la oficina.