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CRÓNICAS DE UN AMOR DESVENTURADO por karenka sutcliff

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Notas del capitulo:

HEMOS LLEGADO AL FINAL :(, ES TRISTE, HA SIDO UNA DE LAS HISTORIAS MÁS CORTAS QUE HE HECHO, PERO NO SE DESANIMEN, TENGO TRES PROYECTOS MÁS, LOS SUBIRÉ MUY PRONTO, GRACIAS A LAS LINDAS PERSONAS QUE SIGUEN MIS FICS Y DEJAN COMENTARIOS.

 


-Vamos cariño, la cena se enfriara.- Grell rompe el beso, ambos se sientan a la mesa, el pelirrojo preparo pescado con papas horneadas, de verdad era un buen cocinero, de eso no le quedo duda a William.

-Grell...- William dejo de comer por un instante y llamo la atención de su compañero, tenia que aclarar ciertas cosas aun.

-... ¿Porque no me dijiste nada?, sabes que lo que hiciste tendrá consecuencias graves.- William hablo serio y tranquilo aunque si estaba molesto, si los descubrían ambos serian sancionados.

-¿Me delataras? "William".- Grell hizo hacia al frente su plato de comida, dejo los cubiertos a un lado y miro seriamente a los ojos a William, cualquiera diría que de la respuesta del moreno dependería su vida.

-Grell...-, William suspiro cansado, estaba dispuesto a hablar pero fue interrumpido, unos golpecitos en la ventana llamaron sus atención, el moreno se levanto de su asiento y camino rumbo a la ventana para llevarse la grata sorpresa de que era una de sus palomas, William dejaba libres a sus aves todo el día por si las necesitaba pero al anochecer estas regresaban a su lado para pasar la noche, siempre volvían eran fieles a el y el las amaba por eso, este pensamiento invadió la mente del gerente, su pelirrojo era igual a sus palomas, al final del día Grell siempre regresaba a el, no importaba que pasara, Grell podía tener muchos amores pero finalmente le pertenecía a William por voluntad propia.

William tomo a su paloma en sus manos y la metió a su jaula, la cubrió y regreso a su asiento frente a Grell.

-No Grell, no te delatare, finalmente James hubiera terminado muerto si no por ti, por cualquiera de nosotros, "los accidentes pasan".- William dijo con una sonrisa delatadora.

-Oh Will.- el pelirrojo se abalanzo sobre su jefe y lo beso profundamente, ya estaba más relajado, sabia que siempre estaría a salvo mientras estuviera al lado de su amado.

El beso se rompió y ambos terminaron su cena, William guió a Grell a la recamara de invitados que seria suya por esa noche, Grell hizo un puchero pues deseaba pasar la noche con su amor pero William se rehusó estaba cansado y no consideraba correcto aprovecharse de la situación emocional de su amigo rojo.

Eran cerca de las 2 de la mañana, William estaba durmiendo aunque no tan tranquilamente, le preocupaba lo que había pasado con el supervisor, "¿que seria de ellos si los descubrían, peor aun, que seria de Grell?". El moreno trato de conciliar el sueño, pero de pronto un peso extra se acumulo en su colchón, no quiso voltear pues sabia de quien se trataba, solo espero, pronto una pierna lo abrazo por la cadera y una cálida respiración calentó su espalda. "Grell era un desobediente" , pero no podía quejarse, era muy agradable, William se dio la vuelta y miro a los ojos al pelirrojo, Grell se sorprendió, pensó recibir un golpe o reprimenda por meterse a la cama sin permiso, pero en cambio solo recibió un beso en la frente y unos brazos protectores que lo acurrucaron en un pecho fuerte, las parcas durmieron plácidamente a partir de ese momento.


A la mañana siguiente Grell se despertó solo, tanteo el lugar de a lado pero no sintió a nadie, "William se había ido a trabajar seguramente", el pelirrojo se estiro y froto los ojos, estaba un poco adolorido del cuerpo, busco sus anteojos en la mesita de noche y se los coloco, analizo la habitación en la que estaba, muy distinta a la suya, esta recamara era monótona le faltaba vida pero era en exceso limpia y ordenada, la cama no tenia dosel, las sabanas eran blancas en ves de rojas, los muebles sencillos y elegantes, muy sobrios, en la cómoda y el baño no había artículos de belleza como cremas y tratamientos faciales ni perfumes o barnices para las uñas, William era un compulsivo con el orden y solo contaba con lo más esencial, Grell se levanto de la cama y se dirigió a la cocina tenia hambre, en la mesa encontró una nota de su jefe, la leyó con atención mientras se preparaba un café.

Sutcliff, tiene el día libre hoy, llegare tarde a casa, por favor trate de no quemar el departamento en mi ausencia, honestamente, tiene todo lo esencial no tiene a que salir, por favor, no moleste a mis palomas.

William.

-Siempre tan formal.murmuro el pelirrojo y termino su desayuno.


William llego a su oficina, como todas las mañanas, organizó los pendientes del día, repartió listas de almas que cosechar, pero su calma se vio interrumpida, tenia que redactar una carta informando de la desaparición del supervisor, lo dudo mucho antes de redactarla, "¿cual seria la mejor opción?", lo mejor era mentir, una gran mentira tendría que ser planeada.

La tarde paso normal y tranquila, pero algo "arruino el día", William nunca fue muy empático con las mujeres, no después de lo que paso en su vida humana, esa mujer lo seguía buscando, aunque había sido su culpa por aceptar salir con ella en un principio, fue un error, no debió dejarse llevar por su emociones pero se justificaba por el echo de que si Grell ya tenia un nuevo amor el también podría rehacer su vida, ahora debía afrontar las consecuencias de sus actos. Pero como alejar a esta mujer, si resultaba ser igual que Grell era seguro que tendría un drama en su oficina y el no quería eso, después de todo las lagrimas no lo conmovían ni siquiera las de su amado Grell le ablandaban el corazón.

La mujer entro a la oficina de William sin llamar a la puerta, le traía el almuerzo como solía hacer lo Grell, William le agradeció y rompió su relación, que desde un principio no era nada formal, solo consistía en unas cuantas comidas juntos, William hablaba sin ninguna expresión en su rostro, era un hombre estoico que no mostraría sus debilidades ante nadie, pero en cambio la mujer, se notaba el dolor en sus facciones, contuvo el llanto y salio de la oficina, demasiado sentimental para el gerente. Una ves arreglado ese asunto William se dedico tranquilamente a continuar con su trabajo.

William regreso esa noche a su apartamento, cuando entro se llevo la sorpresa de que Grell nuevamente le tenia lista la cena y la casa estaba realmente limpia.

-Bienvenido a casa Will.- Grell saludo con un suave beso en la mejilla a su jefe.

Ambos cenaron tranquilamente, pero al terminar la desgracia callo en ellos.

-Muchas gracias Grell, estuvo delicioso, pero es hora de que te lleve a tu casa.- William levantaba los platos. Grell palideció ante este comentario, en sus planes no estaba marcharse "nunca".

-Pero... Will!.- el pelirrojo grito.

-Will, a caso no disfrutas de mi compañía, no puedes negar que seria una excelente esposa.- Grell se aferro al brazo de William mientras trataba de no llorar, sabia que no funcionaria y no quería humillarse más nunca.

-Por favor, deja que me quede contigo William, no quiero estar solo.- el pelirrojo hizo una cara linda y tierna pero paresia no funcionar.

William iba a hablar pero alguien llamo a la puerta, Grell soltó su agarre y corrió para abrir. Esa mujer no se daría por vencida, "la ramera tuvo el descaro de ir a la casa de William", Grell estaba furioso, estuvo a punto de invocar su guadaña, pero no podía añadir a su expediente más muertes sin programar.

La mujer se sorprendió al ver que Grell estaba en la casa de su amor platónico ambos fruncieron el ceño en molestia e inconformidad. Grell solo azoto la puerta en la cara de la mujer, después de eso camino rápido a su habitación empujando a William a un lado, el moreno quedo sorprendido, no sabia el porque del cambio de humor tan repentino de su compañero.

Grell se encerró en la recamara y comenzó a llorar, se sentía ofendido y humillado, "el podía hacer ciertas cosas pero William no, William era suyo y de nadie más". William abrió la puerta sin llamar.

-Grell.-William se arrodillo junto al pelirrojo y lo abrazo.

-¿Desearías que fuese mujer William?...

-...¿No soy bonita?, ¿no te gusta mi cuerpo?, ¿que hay de malo en mi Will?- Grell dijo entre sollozos mientras abrazaba a William.

-Todo en ti es perfecto Grell.- dijo William

-Entonces, ¿porque saliste con esa mujer Will?

-No lo se.- fue la única respuesta

-Will, tu eres mio, mio y solo mio, de nadie más.- Grell enterró su rostro en el hombro de su jefe.

-Lo se Grell.-

-Will, ¿eres mio?

-Soy tuyo.- William abrazo más fuerte a su amante rojo.

-William, siempre seré tuyo, te daré mi corazón.- Grell beso tiernamente los labios de su amante.

-Pero si no tienes corazón ¿como podrás vivir?.- William cuestiono mientras tomaba el rostro de su amante entre sus manos y secaba sus lagrimas.

-No he sabido cuidarlo y se que estará mejor si tu cuidas de el.- dijo el pelirrojo con una dulce sonrisa.

-En ese caso, te daré mi corazón también.- William cargo a su pelirrojo y lo subió a la cama, ambos se entregaron en caricias y besos, hicieron el amor como no lo hacían en mucho tiempo, ahora eran una pareja formal, no se separarían nunca más. 

Notas finales:

FINAL SUPPER CURSI


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