---------------Hero------------
La sensación... mejor que el mismo cielo, sus manos tibias rozaban mi piel insaciablemente paseándose por mi espalda y por mi pecho, su boca, tan exquisito éxtasis al cual yo ya me había hecho adicto, y sentía que necesitaba descontroladamente probar todos los días, posicionó su rodilla en medio de mis piernas y juntando su cuerpo aún más dejando el mío apretado contra la pared y su persona, quería abrazarlo pero no podía mover mis manos, estaban apasionadas entre los dedos de él por sobre mi cabeza chocando contra la pared, aprovechándose de ser sólo un poco más alto que yo. Estaba a punto de terminar de quitarme la camisa cuando se detuvo y me soltó alejándose para darme la espalda.
-¿que pasa?- pregunté sin pensar y me sentí algo avergonzado.
-no tengo tiempo para tus tonterías... lárgate...- dijo en tono dudoso y se quedó parado en silencio. Se me ocurrieron muchas cosas que decir, pero decidí quedarme callado y sin decir una palabra salí de su departamento. Realmente sólo había ido a su departamento para verlo a él y nada más. No sabía que rayos estaba pasando conmigo, por que disfrutaba tanto de su compañía, de su voz, de su cuerpo, de sus manos, de sus besos e incluso de sus desplantes, no había duda me estaba enamorado de él. No comprendía de que manera, pero desde aquel beso nada había sido igual para mi, por alguna razón entró en mi vida sin darme cuenta y sin pedir permiso, y ahora tenía que lidiar con su extraña actitud hacia mi. Caminé de regreso a mi casa y ya era bastante tarde, hoy nisiquiera había podido acercarme a Kid, al salir de Shibusen desapareció de inmediato. Pensar en Kid me daba escalofríos, a pesar de que Black ya me había dicho que el plan se acabó y que me olvide de todo simplemente no podía. Black comenzaba a gustarme, pero estaba seguro que mi amor por Kid no se desvanecería tan rápido, estaba totalmente seguro que lo amaba, lo amaría a pesar de todo, y ahora ya no se me hacia tan fácil pensar en renunciar a él. No se veía nada en el camino, las calles estaban oscuras y sólo se veía la luz amarilla de las lámparas reflejando en el pavimento. Crucé la última calle y podía ver mi casa desde esa esquina, caminé y al acercarme más me percaté de una silueta situada frente a mi entrada, bajé la velocidad intentando averiguar quien era, al principio sentí una especie de miedo, pero al estar más cerca noté entre la oscuridad unos brillantes ojos amarillos acechándome desde lejos resaltando con la suave luz de la luna.
-¿Kid...?- pregunté entrando en dirección a la puerta.
-He... Hero...- escuché su grave voz contrastante con la silenciosa noche y sentí en mi pecho una extraña combinación de felicidad y nervios.
-¿que pasa? ¿que haced aquí?- dije situándome frente a él y pude notar el miedo en su mirada.
-yo... yo... -dijo pero no pudo continuar, bajó la mirada y apenas podía ver su rostro entre su cabello.
-¿que pasa? - pregunté nuevamente y lo tomé de los hombros buscando su mirada. Sentí su cuerpo moverse rápido y en un momento me encontraba rodeado por sus brazos, sentía su corazón latir, rápido y despacio junto a al mío, su pecho se movía al ritmo de su respiración haciendo que todo mi cuerpo se estremeciera. Sin decir una palabra sus cálidas lágrimas fueron cayendo una a una sobre mi cuello, viajando a través de mi espalda humedeciendo mi piel.
-el... ya ha dejado de quererme...- susurró y supe al instante que hablaba de Soul, las palabras que acababa de decir no eran realmente hacia mi, intentaba convencerse él mismo de su realidad.
-tranquilo...- respondí intentando cesar sus lágrimas, lo abracé pasando mis manos a través de su pecho tomando con mis dedos su espalda.}
-ven... entremos...-dije al instante en que se separó un poco de mi para limpiarse el rostro con sus manos. Abrí la puerta y pasamos directamente a la sala de mi casa.
-entonces... dime... ¿que ha pasado?- agregué y me senté frente a él en un sofá. Me explicó que sin motivo alguno lo había plantado, sin siquiera contestar a sus llamadas o mensajes. Por algún motivo la razón de su tristeza me causaba felicidad, si las cosas salían mal entre ellos, entonces yo estaría ahí, para él, para sanar sus heridas.
-Valla... y entonces... no has hablado con él...- dije en cuanto hizo una pausa para dedicarle una mirada al suelo llena de dolor y sufrimiento. Yo estaba al tanto de que ellos tendrían una cita, el mismo Kid me lo había mencionado, lo que no podía entender era por qué Soul lo había dejado plantado.
-no... no he hablado con el...- suspiro y levantó la mirada quedándose fijo en mi.
-fui a casa... esperando encontrarme con el y buscar mi explicación, pero.... él no estaba ahí...- dijo y fue entonces cuando recordé algo que creí haber alucinado, segundos antes de que entrara al edificio donde vivía Black Star me pareció haber visto salir rápidamente a alguien de cabellera blanca y estatura promedio, por la profunda oscuridad de la noche no pude apreciarlo bien dejándome ver simplemente una silueta entre borrosa, pero definitivamente muy familiar, no lo había comprendido hasta ese momento, estaba seguro que era él, tenía que ser, había visto a Soul salir después de haber estado con Black.
-así que yo... decidí ir a buscarlo...- continuó y sabía lo que iba a decirme, cuando me encontré con el me pareció que simplemente lo estaba confundiendo, pero ahora todo parecía tener sentido.
-su alma... se encontraba dentro de la construcción donde vive Black Star, pero al entrar ahí ellos se estaban... se estaban besando...- finalizó y sentí un dolor en el pecho, no podía creer lo que me había dicho, sabía que estaba con el...pero, nunca creí.
-¿es...estas seguro?- pregunté escéptico, no podía entender ni yo mismo, pero la rabia y los celos me estaban comiendo por dentro.
-si... totalmente...- respondió mirando nuevamente al suelo. "¿porque hace esto?" "¿que gana con jugar conmigo?" "¿me dijo que no proseguiría con el plan? y aun así... aun así...".
-maldito cretino...- susurré y miré al suelo pensativo. No sabía que me dolía más en realidad, que me hubiera mentido diciendo que no siguiera con nuestro plan, o era el echo de que le había funcionado a la perfección. De un momento a otro mi dolor se transformó en felicidad e ignorando mis pensamientos, mi corazón comenzó a apoderarse de mis emociones.
-lo siento Kid... - dije pasados un par de minutos y me acerqué a el parándome a su lado tomando uno de sus hombros con mi mano.
-no te preocupes... - dijo levantándose y devolviéndome la caricia dándome una palmada en la espalda.
-lo siento... no sé que me pasó... - agregó y me soltó para terminar de limpiarse la cara y se cubrió el rostro con las manos.
-siento haberte molestado con mis cosas... debo irme... no quiero quitarte más tiempo... perdóname por siempre meterte en mis problemas, lo lamento - término de decir caminando en dirección a la salida, involuntariamente mis pies avanzaron solos y en segundos estaba detrás de él.
-no te vallas...- dije tomándolo por la espalda jalando levemente la parte de atrás de su chaqueta, pero mis palabras fueron suficientes para detener su camino.
-tu no serias nunca una molestia para mi... pase lo que pase... yo siempre estaré aquí para escucharte... y estar contigo, en el momento que sea... él tiempo que quieras... aguardando por ti, así si tuviera que esperar toda la vida para estar al menos unos minutos a tu lado...- terminé de decir e incluso yo estaba sorprendido, no podía creer que lo había dicho, me miró girándose rápidamente y se quedó callado con una expresión de sorpresa en el rostro.
-No pidas perdón, si lo haces me estarías quitando de los momentos más preciados de mi vida, tu eres el que rige incluso mis horas, eres el dueño de mi tiempo y mis segundos... me alegra que pueda servirte de algo... aunque sólo sea de esta manera... me permite estar contigo...- suspiré haciendo una pausa, estaba tan nervioso que ya no sabía ni lo que estaba diciendo, sentía presión en el estómago e incluso me sentía algo mareado.
-por que yo... yo... - me quedé fijo en sus ojos y el sólo parecía esperar con ansias a que terminara de hablar, mi corazón iba tan rápido que no podía escuchar con claridad ni mis propias palabras.
-te amo...- mis labios pronunciaron esas palabras y parecieron resonar en toda la habitación, no podía creer que finalmente habían salido esas palabras que soñaba con decirle todas las noches. Nunca imaginé que llegaría el día en que finalmente serían escuchadas por él, y mucho menos de que manera se lo diría, simplemente me parecía un sueño, un sueño que se estaba haciendo realidad frente a mis ojos. No dijo ni una palabra, pero su rostro cambió de expresión, su mirada se veía tranquila y comprensiva. Pasé mi brazo alrededor de su espalda y con sólo dar un paso nuestros cuerpos quedaron totalmente pegados, dejándome sentir su respiración sobre mi pecho, con mi otra mano rodeé su cuello dejando a mis dedos acariciar su cabello, él no se movió ni un centímetro, solamente seguía mis ojos con la mirada. Dejándome llevar y sin pensar en nada junte nuestros rostros dejando caer suavemente mi frente contra la suya, pasé mi mano por su mejilla acariciando su piel, quería recordar ese momento a detalle, sin despegar nuestras miradas ni un segundo nuestros labios se unieron dejándolos caer en un suave y cálido beso.
----------------Soul Eater, Evans-----------
El piso parecía moverse lentamente bajo mis pies, me apoyé de una barda con el brazo para tomar un poco de aire, no podía creer que me sintiera tan cansado con tan sólo haber caminado dos cuadras. Las calles estaban totalmente oscuras y con trabajos podía ver entre nublado el suelo, comencé a avanzar nuevamente, pero esta vez guiándome de la pared deslizando mis dedos sobre su superficie, sentía que me faltaba el aire y eso me hizo avanzar aún más despacio. Saqué mi celular de mi bolsillo para ver la hora, no tenía idea de cuanto tiempo llevaba demorándome en el camino, estaba preocupado, no sabía como tomaría Kid esto, pero estaba seguro de una cosa pasara lo que pasara, hablaría totalmente con la verdad, estaba listo para contarle todo. Me frené en seco cuando en la pantalla algo llamó mi atención haciendo, incluso, que no me percatara de la hora.
-8 mensajes... 15 llamadas perdidas....- Leí el letrero y me sentí lleno de una extraña culpa revuelta con una especie de desesperación. Recordé que en ese momento yo estaba inconsciente y además de eso no tenía mi chaqueta conmigo, eso me tranquilizo un poco bajando esa sensación de remordimiento. De inmediato comencé a leer los mensajes y varios de ellos me preguntaban dónde estaba o si llegaría. El último mensaje me inquietó bastante por la forma en la que se expresó.
"-Valla... así que las cosas son así...-" no entendí a que se refería pero una idea se fue formando en mi mente poco a poco. Sentí ganas de llamarle en ese momento y explicarle todo, pero prefería decírselo en persona. Quise correr pero las fuerzas no salieron haciéndome tardar en llegar a casa más de veinte minutos. Giré la manija y la puerta estaba cerrada, las luces estaba apagadas e imaginé que quizá ya se había ido a dormir, busqué las llaves en mi bolsillo y las saqué abriendo la puerta de inmediato. Entré y comencé a subir las escaleras en dirección a la habitación, al abrir la puerta esperaba encontrarme con su figura remarcada sobre la cama, pero la recámara estaba vacía. Bajé nuevamente y buscándolo entre las habitaciones sin encontrar siquiera una señal de su presencia. Tomé el teléfono y de inmediato marqué su número impaciente. Marqué más de diez veces y en todas ellas la llamada no podía realizarse, dando el aviso que mantenía su móvil apagado. No tenía idea de donde podría estar y no tenía suficientes fuerzas como para salir a buscarlo, así que no me quedó otra opción más que tener que esperar a su regreso para finalmente hablar con él. Tenía que decirle la verdad, y además decirle que tendría que irme de Death City, el doctor me había llamado esta mañana para darme una respuesta, me atenderían en un hospital fuera de esta ciudad, me dieron dos días para que me trasladara y comenzar con mi tratamiento, sólo tenía hoy y mañana para arreglar todo para mi viaje, y claro tenía pensado que nos fuéramos juntos. Subí de nuevo a la recámara y me acosté en la cama, me sentía tan cansado que bastó con que pasarán tan sólo unos minutos para que me quedara profundamente dormido. Pasaron las horas y sin siquiera darme cuenta amaneció un nuevo día, el sonido de la puerta principal azotándose con fuerza me despertó asustado, me giré a la ventana y el sol ya se encontraba alumbrado toda la habitación. Miré la hora en el reloj que había sobre el mueble al lado de la cama y ya eran las nueve y media. Me levanté de inmediato con la esperanza de poder alcanzar a Kid antes de que se fuera, era entre semana y seguramente iría al Shibusen, bajé las escaleras algo rápido tomándome del pasamanos para evitar resbalar. Escuché el sonido de su auto encender y abrí la puerta de golpe comenzando a correr en dirección a la calle, mis pies descalzos se clavaban con cada paso en el lodo y el pasto húmedo del patio, por más rápido que salí sólo alcancé a ver la imagen de su auto dando la vuelta en una esquina a lo lejos. Me quedé unos segundos ahí parado, tiempo suficiente para que mis manos y mis piernas se enfriaran por el terrible frío que hacia afuera. Regresé adentro, después de ducharme y de comer algo comencé a recolectar unas cosas comenzando a hacer mis maletas, por alguna razón cada vez que tomaba la ropa de Kid para equiparla me arrepentía regresándola nuevamente al cajón. Tomé mi celular e intenté llamarle nuevamente, esta vez sonaba su móvil pero simplemente no quiso contestarme en ninguna de todas las veces que marqué. No sabía que hacer y pensé en esperar a que regresara pero ya no podía más con esta maldita desesperación, solté las cosas colocando las maletas detrás de la puerta y salí en dirección al Shibusen sin pensarlo ni un segundo más. Tenía que atravesar casi todo Death City pero aun así preferí no tomar mi motocicleta. Llegué hasta el parque y me apreté el paso impaciente por encontrarme con el. Subí las escaleras y entré de inmediato, al subir el primer piso pasé tan rápido las escaleras que tropecé y casi me estampo contra el suelo, pero un par de brazos me sostuvieron evitando mi caída.
-haa... gracias- dije y levanté la mirada para encontrarme con Hero quien me sostenía del pecho frente a mi.
-Hero...- sonreí y me levanté mientras él se incorporaba retrocediendo unos pasos.
-¿que haces aquí?- preguntó serio mirándome como enojado.
-bueno yo... -comencé pero no me dejó terminar.
-¿vienes a buscar a Kid?- dijo y apretó los puños sin motivo.
-pues si...- interrumpió de nuevo contestando esta vez en un tono más agresivo.
-no puedo creer que seas tan cínico... ¿que ganas con hacerlo sufrir?- preguntó con furia en su mirada.
-tu no sabes nada Hero... mantente al margen de esto y cállate...- dije contestando serio e intenté hacerlo a un lado empujando con mi brazo hacia un lado.
-claro que se de esto Soul...-respondió tomándome de la muñeca con fuerza deteniendo mi mano en el aire.
-sé más de lo que crees... sé que estas dañando a Kid y sé que justo anoche Kid estaba sufriendo por tu culpa como no tienes idea...- contestó y de momento no supe que decir.
-no te metas, esto es entre Kid y yo...- dije intentando liberarme de su agarre pero al jalar mi brazo parecía que no tenía nada de fuerza, me quedé viendo mi brazo siendo manipulado con facilidad por alguien que siempre consideré más débil que yo, se percató también de mis débiles movimientos pero lo pasó a segundo plano de inmediato apretando más mi brazo cortando la circulación de mis dedos.
-claro que me voy a meter en esto Soul... no puedo quedarme sin hacer nada viendo como le destruyes el corazón a Kid...- dijo jalándome hacia él apretando la quijada.
-suéltame...-dije en un intento inútil de convertir mi brazo en guadaña, hacían ya más de dos semanas que me había percatado de que simplemente ya no podía convertirme más.
-¿porque no sólo te olvidas de él?- agregó haciendo una pequeña pausa que aproveche para defenderme.
-Lo amo y sé que el me ama…- dije y se acercó a mi aun mas encorvándose a la altura de mi hombro.
-¿estas seguro de eso?- susurró casi en mi oído y en su rostro se dibujo una ligera sonrisa.
-¿Por qué dices eso…?- dije sin poder ocultar la duda en mi rostro.
-no lo se… tal vez se ha cansado de aguantarte… de esperar a que le tengas un poco de consideración con él…- dijo separándose de mi pero sin soltarme aun.
-¿de que hablas…?- pregunté pero extrañamente me pareció que lo que decía quedaba perfecto para mí.
-¿Por qué no lo dejas ser feliz… con alguien que si lo valore?- agregó y sentí como si me golpearan en el estomago.
-yo…- intente decir algo pero por el tono en que lo dijo comencé a intuir muchas cosas.
-¿Por qué no solo lo dejas en paz?… así le ahorrarías mucho sufrimiento a Kid… desaparece de su vida… o ¿no te parece que ha sido suficiente?- dijo y no sabia de que hablaba, pero en el fondo algo dentro de mi estaba de acuerdo.
-vete, aléjate de el… seria mejor así… a su lado solo eres una carga… una molestia, si solo te vas dejarías de hacerle daño… - finalizó y me sentí totalmente confundido. “-¿y si tiene razón? ¿Y si me convierto en una carga para el?-"sentí miedo y ganas de llorar, muchas preguntas comenzaron a recorrer mi cabeza y me quedé callado haciendo obvia mí preocupación.
-vete Soul… márchate de aquí antes de que te vea, entiende que ha encontrado la felicidad en otro lado ya que tu no se la pudiste dar… solo le causas sufrimiento… déjalo comenzar nuevamente… - sentí terror al escuchar sus palabras y aflojó mi mano liberándome suavemente.
-piénsalo…- finalizó y se apartó caminando lentamente. Todas las cosas que dijo se quedaron sonantes en mi cabeza. “-¿acaso sería más feliz si yo me fuera?-” pensé desanimado y comencé a bajar las escaleras de regreso a la entrada. Caminé en dirección al parque y me senté en una de las bancas que había en la cancha donde antes solíamos jugar básquetbol todos los días. Suspiré mirando al frente y muchos recuerdos comenzaron a invadir mi mente. Amaba a Kid con todas mis fuerzas y de eso estaba seguro, lo menos que yo quería en el mundo era hacerle daño, las palabras de Hero aun daban de vueltas en mi cabeza confundiendo aun más mis ideas. Me quedé perdido un rato en mis pensamientos, recordando todo y a todos, se me hacia difícil aceptar la situación en la que me encontraba en este momento. “-¿será que en verdad Kid podría simplemente buscar felicidad en otro lado y tirar todo lo que hemos pasado?-”.
-no, claro que no…- dije para mi en voz baja y crucé los brazos por detrás de mi cabeza. Definitivamente no podía ser cierto, eso debió haber sido solo una mentira de Hero, Kid era incapaz de hacerme algo como eso, le había fallado, lo admito, pero tenia una clara justificación, definitivamente algo como eso no debió haberme afectado en lo mas mínimo. Me quede un rato más ahí sentado pensando en que definitivamente las cosas me saldrían bien esta vez. Black Star tenia razón, solo le hacía mas daño ocultándole las cosas, así que definitivamente ya no habría más pretextos para no aclarar de una vez las cosas. Me levanté y miré la hora, eran casi las dos de la tarde, me había quedado casi casi tres horas y media contemplando el lugar, comencé a caminar en dirección a mi casa, en el camino pensaba en de que manera se lo diría, era algo con lo que incluso llevaba días soñando, era algo de mi que siempre me había molestado, no podía ser directo con las cosas, simplemente me costaba mucho trabajo hablar claro con la gente. Llegué hasta la esquina de la calle y miré a lo lejos el metal negro y brillante del auto de Kid.
-esta en casa…- dije impaciente y apreté el paso nervioso, se lo diría no había duda, al fin todo esto se arreglaría de una vez. Corrí desesperadamente por todo el patio y sin dudarlo entré de inmediato, escuche ruido en la parte de arriba y subí casi volando, recorrí el resto del pasillo hasta topar con la puerta de nuestra habitación giré la manija impaciente pero mi brazo se quedó tieso como una piedra al toparme con la imagen que había frente a mi, las palabras y las ideas no fluyeron, solo me quedé ahí parado y en silencio con la boca entreabierta por la impresión.
-----------------Death The Kid-------------
Levanté la cabeza de inmediato cuando sentí su alma muy cerca, me incorporé mirando a mi alrededor como un tonto, estábamos escuchando al loco de Spirit hablar sobre tontería y media y ya hacia un rato había comenzado a ignorarlo, miré a mi lado y Hero aun no regresaba del baño, me levante y sin pensarlo mucho salí del aula donde nos encontrábamos en ese momento. Caminé por el primer pasillo cuando me topé con Hero quien venia con cara molesta y muy serio.
-¿Qué pasa?- le pregunté al momento de estar de frente con él.
-no… nada- contestó mirando el suelo.
-he sentido el alma de Soul… ¿no lo viste venir?- dije mirando al fondo del pasillo buscando su presencia entre la gente.
-no… no lo he visto… ven regresemos al salón- respondió y me tomó por el brazo asiéndome dar la vuelta. Regresamos y me acomodé en mi lugar, pasaron unos minutos más y finalmente Stein le cerró el pico al pelirrojo maniático dejándonos ir de una buena vez. Hero se levantó y comenzó a caminar conmigo, anoche me había besado con él, no sabía que pensar acerca de eso, me sentía mal al mismo tiempo que, en el fondo, sentía una extraña sensación de satisfacción.
-hey Kid… ¿A dónde vas?... preguntó Hero nervioso deteniéndome del brazo por un lado.
-supongo que a mi casa…- contesté en medio de un suspiro y bajé la mirada.
-hoo… valla… -dijo y volteó a otro lado.
-¿estarás bien?- agregó mirándome nuevamente.
-si… es probable que Soul no este en casa en este momento… así que… - dije desanimado imaginando que lo mas seguro es que se hubiera ido nuevamente con Black Star, me dolía mucho la idea de que el ya estuviera involucrado de esa manera con alguien más, simplemente no cabía en mi cabeza la idea de que el ya no me quería, que no era feliz a mi lado y que había encontrado refugio en otra persona, quizá lo que más me dolía era el hecho de que no lo admitía, si no estaba ya a gusto conmigo debía decírmelo y yo lo entendería, en lugar de ocultarme las cosas y jugar con mis sentimientos de esta manera, solo haciéndome daño. Anoche me había dejado plantado mientras él estaba con su nuevo amor, pero lo peor fue que ni siquiera le importó, al llegar a casa se encontraba profundamente dormido, tan tranquilo, sin tener al menos una consideración hacia mi.
-no… a decir verdad ni siquiera desayune nada…- contesté mirando mi abdomen aplastado.
-vallamos a comer… ¿Qué te parece?- dijo y me tomó del brazo.
-la verdad no tengo ganas de ir a ningún lado…- dije agachando la mirada involuntariamente.
-entonces… llegarás a cocinar algo a tu casa…- dijo como concluyendo pero eso me hizo recordar algo importante.
-yo… no se cocinar…- contesté avergonzado, en toda mi vida nunca había tenido la necesidad de hacerlo, teniendo a mi padre como el Shinigami-sama, siempre tenía trabajadores que se encargaban de eso, además de que en la mansión donde vivía con Lizz y Patty nunca me preocupaba en ese aspecto, la gente de mi padre e incluso las chicas me mantenían alimentado, y después, por supuesto, Soul se había encargado de todo lo relacionado con la cocina desde un principio, al parecer vivir con Maka le dejo grandes lecciones.
-¿Qué te parece si yo cocino algo apara ti?- agregó entusiasmado cuando ya estábamos en el estacionamiento.
-¿sabes cocinar?- pregunté sorprendido e hizo un gesto de felicidad giñando un ojo y poniendo su brazo en puño frente a su cara. Me limite a reír y asentí con la cabeza.
-esta bien…- dije abriendo la puerta y subimos de inmediato. En cuestión de minutos ya estábamos en mi casa, en el trayecto Hero no paraba de mirarme y sonrojarse, admito que le devolví unas miradas coquetas curveando una de mis cejas y sonriéndole de lado, no se porque razón pero me gustaba ponerlo nervioso, no estaba seguro si era satisfacción propia o quería de alguna manera ponerme a la par con Soul. Bajamos del auto y me paré frente a la puerta escaneando el lugar rápidamente y como lo había previsto, Soul no estaba dentro de la casa. Entramos y Hero camino de inmediato a la cocina.
-y… ¿Qué quieres que te prepare?- preguntó sonriente comenzando a jalar trastes y sartenes de la alacena.
-lo que sea esta bien… no te preocupes…- dije devolviéndole la sonrisa y me senté en la mesa. Me dolía la cabeza de tanto pensar en lo que pasaría a partir de este momento, como actuaria ahora con Soul, si lo admitiría todo de una vez, si yo seria quien lo enfrentaría, la cabeza me daba de vueltas y ya no sabia que pensar. Pasó un rato y Hero volvió de la cocina con una charola en sus manos y un par de platos humeantes sobre ella.
-valla… huele bien…- dije al momento de que colocó uno frente a mi, se sentó y comenzó a comer también. Terminamos y casi todo el tiempo estuvimos en silencio, él se apenaba muy seguido y yo disfrutaba haciéndolo sentir nervioso.
-vamos te ayudo…- tomé los platos y la charola y ambos fuimos a la cocina, puse las cosas sobre el fregadero y comenzó a lavar los platos.
-no hace falta que lo hagas… ya me has ayudado mucho preparándome la comida…- dije pero negó con la cabeza.
-no te preocupes, esta bien quiero hacerlo… además apuesto a que tampoco sabes como lavar los trastos- dijo riéndose de mi a manera de burla, pensé en decir algo pero tenia razón, no lo había hecho antes en mi vida.
-gracias…- conteste en voz baja y me recargue a su lado en una repisa para los platos. Se limitó a sonreírme y siguió en lo suyo, me quedé atento en él, se veía tan lindo lavando, su figura larga y delgada lo hacía verse verdaderamente atractivo, el estante blanco que se había puesto en ese momento parecía encajar a la perfección con el resto de su ropa, combinaba con su camisa entre abierta y contrastante con las múltiples pulseras negras que llevaba en ambos brazos. Me acerqué a él de espaldas y pasé mis dedos por su cuello haciendo a un lado su cabello.
-Kid no hagas eso…- dijo encogiéndose de hombros y apretando los ojos sonrojado. Pude notar que la piel descubierta de sus brazos se había erizado al instante. Pasé mi mano por su pecho rodeándolo con mi brazo parándome detrás de él y lo abracé fuerte contra mí, se quedó callado y se puso tenso e inmóvil.
-tranquilo…- dije y con mi otra mano comencé a acariciar su piel suavemente. Recorrí todo su brazo hasta que nuestras manos se juntaron la final entrelazando nuestros dedos, coloque mis labios sobre su cuello comenzando a besar su piel suavemente. El solo se limito a girar su cabeza hacia un lado dejándose llevar por mí. Con mi brazo que lo rodeaba desde atrás tomé su barbilla haciéndolo girar su cabeza ligeramente hacia atrás para juntarse con mis labios impacientes por un beso. Se giró finalmente hacia mí quedando de frente, le quité el estante arrojándolo a un lado y le desabotoné la camisa sin dejar de juguetear con nuestros labios ni un momento, pasé mis manos por detrás de el recorriendo su espalda de arriba hacía abajo pasando a erizar toda su piel. Coloqué mis manos en la orilla de su cinturón comenzando a desatar el broche. Se encogió de hombros y bajo las manos que estaban rodeando mi cuello, pensé que se detendría o me haría parar pero solo me ayudo a desabotonar sus jeans negros. Busqué con la mirada un lugar donde comenzar con lo mio pero el sitio no parecía adecuado.
-ven…- dije y lo tomé de la mano obligándolo a caminar. Sin siquiera protestar tomó su camisa del suelo y siguió mi camino, subimos las escaleras pero antes de que pudiera siquiera pensar un poco en lo que estaba haciendo Hero me tomó del brazo jalándome y besándome nuevamente, sin darme cuenta comencé a caminar de reversa topando con una pared para luego deslizar mi mano y abrir la puerta de la habitación, se abrió de golpe pero topo con algo que había detrás antes de estrellarse con la puerta haciendo que se cerrara nuevamente. Me quité la camisa, sacándome los pantalones casi en un solo movimiento, tomé a Hero de las manos y lo arrojé a la cama, lo miré acostado debajo de mi y la imagen de Soul apareció de pronto en mi cabeza, me tomó por el cuello y nuevamente nos unimos en un beso, tomé sus muñecas y arrastré sus manos hasta el tope de la cama, abrí lo ojos y vi a mi lado el lugar de Soul. Sentí miedo y arrepentimiento pero no sabía que hacer, después de todo el ya no me quería. Baje mi mano metiéndola en el bóxer de Hero, su miembro ya estaba totalmente erecto y un poco mojado, lo acaricié suavemente y él solo se limitaba a apretar los ojos, me incorporé y le arranqué la ropa interior rápidamente, al instante apretó las piernas intentando cubrir su erección, tome sus rodillas y comencé a separarlas poco a poco, finalmente dejo de poner resistencia dejando apreciar totalmente su cuerpo desnudo, me bajé mis bóxers y ya podía sentía la excitación corriendo dentro de mi y el miedo y pena de Hero solo me encendía más, tomé sus piernas y agaché la cabeza hasta que mi boca topo con la punta de su pene, comencé a lamer y después a introducirlo hasta donde alcanzaba mi boca, con una de mis manos masajeaba suavemente uno de sus testículos y los quejidos de Hero estaban haciendo esto bastante divertido. Sentí un liquido caliente salir a presión en mi boca haciendo que me tragara un poco, me incorporé y la cara de Hero no expresaba más que placer, lamí mis dedos que aun estaban llenos de aquel liquido, me puse a la altura de su cara y me miró nervioso, sus labios estaban temblando y sus mejillas estaban totalmente enrojecidas, desde mi posición tomé sus piernas moviéndolas hacia arriba y me coloqué en la posición correcta, comencé a penetrarlo y el solo gemía apretando los ojos y soltaba todo el aire sobre mi rostro cada vez que yo metía y sacaba mi miembro de dentro de él, Hero era prácticamente de mi altura y en ese momento me sentí algo incomodo estando de esa manera, lo solté bajando sus piernas nuevamente y con mis labios comencé a recorrer su pecho, lo tomé de los brazos y lo incliné posicionándome detrás suyo. Comencé a penetrarlo nuevamente y apenas las cosas estaban tomando su ritmo cuando escuche un ruido en la puerta, ambos volteamos a ver de inmediato y allí esta Soul, parado en la puerta con los ojos como platos y la boca entreabierta, miré el cuadro en el que me encontraba, me sentí como basura y totalmente arrepentido, me quité de inmediato y Soul cerró los ojos y azotó la puerta detrás de él después de salir corriendo de inmediato.
-Soul... -alcancé a decir y tomé mis pantalones poniéndomelos de inmediato para salir corriendo detrás de él. Bajé las escaleras a gran velocidad y corrí lo más rápido que pude alcanzandolo en la entrada antes de que pudiera salir de la puerta.
-¡espera...!- dije sin pensarlo y tomé su temblorosa mano.
-¡suéltame! ¿Qué quieres?...- dijo y sus ojos comenzaron a soltar unas lágrimas.
-esto no...- dije pero era más que obvio que no podría defenderme en ese momento.
-¿no qué? ¿vas a intentar mentirme?- preguntó dejando de poner resistencia en el brazo. "-¿mentirle?-" de pronto esa palabra se quedó en mis pensamientos y pasé de querer defenderme a querer atacar.
-pues tu sabes bien de eso ¿no?... el único que ha estado engañando aquí... eres tu...- respondí y se quedó frío.
-Kid yo...- dijo pero lo callé.
-no te preocupes estoy al tanto de tus hábiles mentiras y engaños...- dije sin poder contener más la rabia y coraje que tenía acumulado.
-¿mentiras y engaños?- preguntó y se acercó a mi pero yo retrocedí sin soltarlo.
-¿o me vas a negar que anoche mientras yo te esperaba como un imbécil tu te estabas revolcando con Black Star?- solté sin más y sus ojos se llenaron de coraje.
-¡Las cosas no son así!- gritó y se puso en pose retadora.
-aaa ¿no? ¿Quieres que me ponga un letrero que diga estúpido imbécil o así esta bien?- dije en tono sarcástico a más no poder iniciando la pelea.
-déjame explicarte...- contestó y comencé a reír de una manera cínica y burlona.
-no te preocupes, créeme que entiendo a la perfección... sólo eres una perra...- terminé de decir y de inmediato mi rostro fue golpeado haciendo que mi cabeza girara un poco.
-¿cómo te atreves?- comenzó a llorando y pasé mi pulgar por mi labio para quitarme la sensación del golpe.
-aquí el único que salió a buscar placer en otro lado eres tu...- dijo esforzándose por liberarse de mi nuevamente.
-pues entonces tal vez me cansé de esperar por ti ¿no lo crees?... a que se te ocurriera tener un poco de consideración conmigo- dije y en su rostro se dibujó una expresión de dolor, como si mis palabras lo golpearan en lo más profundo.
-no tienes idea de lo que estas diciendo...-respondió y sus lágrimas dejaron de fluir.
-sí, si tengo idea... no quiero ser más tu burla...- agregué y lo solté arrojando su brazo a un lado.
-¡Anda... marchate! vete con tu amante que tanto quieres...- dije abriendo la puerta invitándolo a salir.
-escucha lo que estás diciendo Kid... sólo déjame aclarar las cosas...- respondió y tomó la puerta cerrándola un poco.
-déjame aclararte a ti las cosas... déjame intentar ser feliz a mi también...- agregué y se quedó serio con cara de que quería seguir llorando.
-¿estás seguro que esto te hace feliz?- preguntó y agachó la mirada.
-Tal vez... -."-Todas esas palabras...-"
-vete anda... quizá sea lo mejor para ambos... tu eres feliz... y me dejas de una vez de hacer daño...- . "-que estaba soltando sin pensar-".
-y no pensar más en volver...- "-palabras de las que me arrepentia en el momento de inmediato...-".
-así me ahorrarías mucho dolor y sufrimiento-. "-me estaban matando-".
-entonces tal vez tienes razón...- dijo y tomó la puerta.
-las cosas son así ahora...-finalicé y se dio la vuelta saliendo de la casa, me quedé parado viendo como se alejaba, tenía ganas de correr tras de él e implorarle perdón de rodillas arrepintiendome de todo, pero resisti cerrando la puerta nuevamente. Subí las escaleras y en el pasillo estaba pardo Hero mirando al suelo con una expresión triste.
-Hero... vete porfavor...- dije evitando su mirada y salió corriendo de inmediato. Caminé a mi cuarto y comencé a levantar mi ropa y quitar las sábanas de encima de la cama. Me duché y bajé a la sala para recostarme en el sillón. Me quedé ahí, horas, por ratos me quedaba dormido pero diversas pesadillas me despertaban de inmediato. Eran alrededor de las diez cuando se escuchó la puerta abrirse, las luces estaban apagadas pero podía sentir su alma entrando en la casa. Le había dicho que no regresará, pero definitivamente me alegraba el hecho de que volviera, por supuesto si quería quedarse no se lo impediría. Pasó de largo y me quedé inmóvil y en silencio. Avanzó la noche y me quedé dormido en la madrugada agobiado por la imagen de Soul en mi cabeza, haciendo que por mis mejillas desfilarán un par de lágrimas. Me despertó el frío de la mañana y un extraño vacío en mi pecho. Eran apenas las seis de la mañana pero algo dentro de mi me hacía sentir inquieto, empecé a buscar el alma de Soul, me quedé sorprendido y preocupado al no sentir su presencia cerca, me levanté y subí a la habitación, al abrir la puerta noté que faltaban unas cosas de los muebles, faltaba la foto de nosotros que había en un lado y unas cosas de Soul, abrí uno de los cajones y fue en ese momento que me percaté de lo que estaba pasando, los cajones y el ropero sólo tenían mis cosas, no había ya nada de Soul, me giré desesperado por encontrar algo y fue cuando miré una nota sobre el mueble que había al lado de la cama.
"Kid... gracias por todo, no quiero dañarte más así que me voy, no me busques y se feliz nuevamente, perdóname por todo lo que dije o hice que te lastimó, adiós" terminé de leer y las lágrimas brotaron desesperadamente, me tumbé en la cama y apretando las sábanas entre mis dedos me solté a llorar sacando todo el dolor que sentía, desde que mi vida se cruzó con Soul, jamás imaginé que llegaría el momento de decir adiós. Sentía que al marcharse se había llevado la mitad de mi vida, haciéndome sentir totalmente arrepentido de lo todo lo que hice, con nada más en la cabeza que la idea y ganas de rogarle que regresara.
Continuará...