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One Shot Comeback por ritsuka10

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Zico miraba encantado la escena que se mostraba ante sus ojos, Bang iba cediendo ante sus instintos, cayendo ante el hechizo de uno de los integrantes de Exo, eso le fascinaba, una oportunidad única en el mundo, cuando vio cómo apagaba su celular supo que era el momento perfecto para quitarle lo que más apreciaba, le envió un mensaje al maknae invitándolo a la fiesta y pudiera ver la clase de amante que tenía, Zelo al recibir el mensaje se incomodó pero también deseaba ir no estaba tranquilo sabiendo que su amante pasaba mucho tiempo con BaekHyun, conocía a esa clase de sujetos que no paraban hasta obtener su objetivo, lamentablemente no le tenía la suficiente confianza, eso lo torturaba, una batalla campal se desató en su mente, debía confiar en él, en sus palabras, pero sus actos lo hacían dudar, temer ¿Cuál era la mejor opción? Tomo su chaqueta y se dirigió a la dirección, al diablo con las culpas no dejaría que le quitaran lo que era suyo por derecho.


Bang estaba mareado por los continuos tragos que le servían, no estaba acostumbrado al alcohol, el sensual castaño a su lado no paraba de excitarlo, en ese momento lo deseaba, lo necesitaba, fue jalado del brazo y llevado a un elevador donde su pasión comenzó, devoro sus labios con ansia, con necesidad desbordada, su piel era tan suave, tan tersa, que lo invitaba a pecar, devoro su cuello arrinconándolo en una esquina, se apegó a su cuerpo delineando su anatomía en ese instante perdió la cordura.


Zelo llego al sitio y se encontró con Zico comenzaron a platicar el más joven buscaba con la mirada a su líder pero no lo encontraba fue entonces que el pelipleado lo llevo a la terraza ya antes había visto al líder desde ahí, cuando llegaron fue inevitable que el peliazul no viera aquel espectáculo en el segundo piso donde Bang devoraba con ansia los labios de cierto castaño, enfureció por la traición, algo en su interior le decía que lo engañaría, estaba irritado, molesto, se agarró la cabeza ¿Qué debía hacer? ¿Ir a gritarle? ¿Engañarlo? ¿Qué  diablos podía hacer en esa situación? lo único deseaba hacer su alma, era llorar, llorar hasta quedarse vacío, hasta que pudiera olvidar que una vez lo amo, no soporto aquella tortura así que salió del lugar corriendo, tenía que controlarse, razonar con la mente despejada, no hacer un berrinche, comportarse a la altura, el aire le comenzó a faltar impidiéndole respirar, Zico lo agarro para que no cayera.


—¿Qué tienes? —Cuestionaba preocupado. —¿Estas bien?


—Me engaño, a mí. —Contestaba entre balbuceos. —A mí a la persona que jura que ama, me ha engañado después de prometer que nunca lo haría.


Una sonrisa torcida apareció en el rostro del mayor la cual pasó desapercibida por un trastornado makane, lo abrazo tratando de reconfortarlo.


—Deberías saber que no eres el único. ¿En verdad crees que él sería fiel? —Respondió con fuerza. —Has visto todas las personas que mueren por él, tú eres solo uno más en su lista.


Zelo quedo impactado por esas palabras, eso era mentira ¿Quién era él, para juzgar a su hyung? ¿Cómo podía hablar con tanta seguridad? Se sintió irritado, le enfermaba la traición y en ese momento Zico traicionaba la amistad de su amante, ¿Por qué hablar de esa manera de él? No le agradaban esas ideas, se separó de golpe  mirándolo a la cara.


—Como te atreves a juzgarlo. —Le enfrento. —No lo conoces como yo lo hago.


—¿Enserio? Entonces es normal que te ponga el cuerno o mejor dicho eres su premio de consolación. —Le enfrento en tono sarcástico. —¿No vez lo que te está haciendo? Eres una persona que vale mucho para estar con él.


El mayor lo tomo del brazo tratando de calmarlo pero fue rechazado por un manotazo, ambos se miraron a los ojos, jamás lo había visto de esa manera, no actuaba como se lo esperaba ¿Por qué no lloraba? ¿Por qué no buscaba consuelo? ¿Por qué en sus ojos no se veía la sed de la venganza? Se sintió perdido ¿Quién rayos era ese chico frente a él?, en su mirada solo había rabia, furia contenida, le dio un poco de miedo verlo en ese estado.


—No me conoces así que no te atrevas asegurar algo de mí, no sabes quién fui en el pasado ni de las cosas que fui capaz de hacer. —Le enfrento. —Nunca lograras entender lo que Bang significa en mi vida. ¿Qué te importa si me engaña? ¿Qué te interesa si soy su plato de segunda mesa? Es mi problema así que no te metas.


Zelo se enfrentó a Zico amenazándolo con la mano, eso era verdad las únicas personas que podía juzgar su relación era él y Bang, nadie más tenia por que meterse ni siquiera sus amigos de B.A.P que llevaban tanto tiempo de conocerse se atrevieron en el pasado a inmiscuirse en su vida, eso era problema de la pareja no de los metiches, él haría a pagar a su amante por la falta, él se encargaría de castigarlo, de juzgarlo, pero nadie más, se fue del sitio dejando sin palabras a un trastornado paliplateado.        


YoungJae descansaba en su habitación estaba nervioso porque su pareja no había ido a visitarlo, eso le preocupaba, tal vez estaba muy molesto con él, lo entendía pero a veces le temía a sus reacciones, no quería enfurecerlo, cuando explotaba le gritaba para después sentirse culpable, odiaba verlo sentirse miserable por su carácter, esa era su forma de ser  y así lo amaba, observo como la puerta se abría, respiro con calma, trataba de no temblar pero era inevitable.


—¿Cómo estás? —Cuestiono en un suspiro.


—Estoy bien solo fue un rasguño. —Contestaba con una sonrisa. —Voy a estar bien.


Lo miró algo nervioso cuando vio que iba hablar cerro los ojos pero no llegaron gritos sino todo lo contrario sintió como unos brazos lo rodeaban, una calma lo inundo y sus miedos desaparecieron por arte de magia, ese era el efecto que tenía la piel de su amante sobre la suya. Estuvieron abrazados por un momento, hasta que el mayor se levantó de la cama y le coloco una venda cubriendo los hermosos ojos del más joven. 


—Tengo una sorpresa para ti. —Le susurró al oído. —Así que debes confiar en mí.


—Siempre creo en tus palabras. —Contesto sonriendo YJ. —Siempre confió en ti.


YoungJae sintió como lo cargaban unos fuertes brazos, al verse de esa manera se aferró al cuello de su héroe, acomodando su cabeza en su amplio pecho, olía deliciosamente, esa esencia lo embriagaba volviéndolo loco, tan penetrante, tan varonil, que lo desarmaba, cerró los ojos dejándose llevar por el latido de su corazón, una suave melodía que lo hechizaba, si en ese momento llegaba la muerte podría irse con una sonrisa en sus labios, porque lo último que vio fueron los ojos de su amante, el ultimo latido que escucho fue el de su corazón latiendo por él. Sintió la brisa refrescante el mar golpear sus mejilla después fue sentado y escucho un motor, sabía que estaba arriba de ¿Un bote, una lancha o un barco? que importaba si la persona que adoraba estaba a su lado, pudo escuchar las olas golpear  la cubierta, oler la sal del mar, la brisa como un murmullo, se detuvo el movimiento y alguien le quito la venda, frente a él estaba la inmensidad del mar a su esplendor, la luna iluminando con su belleza cada rincón del pequeño yate, tan romántico, tan encantadoramente sensual, DaeHyun se sentó a sus pies colocando su cabeza en sus piernas, YoungJae acaricio su cabello besando su frente.


—¿A qué se debe este regalo? —Comento besando sus mejillas. —¿Por qué tan romántico? 


—¿Recuerdas nuestro primer viaje a Japón? —Contesto recargándose más en su abdomen. —Fue la primera vez que me le declare a una persona, no sabía que decir ni que hacer, lo único que entendía era que te quería en mi vida.


YoungJae lo abrazo besando nuevamente su cabello, lo guardo entre sus brazos, adoraba ese niño rebelde que llego a llenar de alegría su vida, siempre tan travieso, tan caprichoso, tan berrinchudo, un pequeño que solo buscaba llamar la atención por medio de travesuras, lo adoraba, cuando lo hacía reír, cuando la hacía enojar, era imposible no caer ante sus encantos y esa voz, esa angelical voz, cada noche debía dormir escuchándola, era lo que más amaba de él, siempre la reconocería en cualquier momento, en cualquier lugar, después de muchos años la recordaría.


—Claro que lo recuerdo fue hace 5 años, estabas muy emocionado porque sería el festival de sakuras, morías por ir a ese evento pero los chicos estaban tan cansados por la misión que nadie estaba dispuesto acompañarte. —Comentaba mirando el mar. —Te molestaste mucho, hiciste tu típico berrinche y te fuiste a tu habitación.


—Entonces después de unos minutos llegaste con una sonrisa en el rostro y me pediste que te acompañara a la tienda. —Decía con molestia falsa, besando su mano. —Estaba furioso me hiciste subir a muchos metros, no tenía idea a dónde íbamos hasta que llegamos al festival todo era realmente hermoso lleno de pétalos de cerezos, era mi sueño hecho realidad.


Ambos cayeron inmersos en los recuerdos de esa tarde, eran la pareja que tenía más tiempo juntos a diferencia de sus compañeros, ellos llevaban 5 años desde que se habían confesado sus sentimientos y prometieron estar juntos, aquel día bajo miles de pétalos de cerezo abrieron sus corazones diciendo lo que hace mucho tiempo sentían.


—No puedo negar que ese paisaje era hermoso pero algo más bello capto mi mirada. —Confeso Dae, levantando la mirada para ver los ojos de su pareja. —Tú, eras perfecto con tu cabello rubio, esos fascinantes ojos, esa encantadora sonrisa me ayudaron armarme de valor para confesarte que te amaba y que deseaba que correspondieras a mis sentimientos.


—Tomaste mis manos entre las tuyas, mi miraste a los ojos y susurraste “Watashi to kekkon shite kudasai”, no podía creer lo que mis oídos escuchaban estaba seguro que no sabías que quería decir. —Comento riendo. —Pero fue tan hermoso que automáticamente conteste que sí y te dije  “kekkon shimashou yo


Ambos rieron por sus recuerdos, dos frases dichas sin saber lo que realmente significaban, era una promesa que se juraron en ese momento porque sabían que al final de sus días terminarían juntos, como ahora, como siempre, tomados de las manos, mirándose a los ojos, no importaba cuando tiempo estuvieran separados al final estaban destinados a formar una familia.


—Te dije esa frase porque lo había visto en un anime y pensé que era una declaración de amor, creí que sería romántico confesarme en japonés. —Hablo sonrojado. — Después de eso investigue que significaban esas palabras, no te puedo negar que me sorprendí pero tú siempre supiste la verdad.


—“Watashi to kekkon shite kudasai” literalmente significa  "Por favor, cásate conmigo"—Hablo honestamente YougJae. —Yo conteste que si porque deseaba compartir el resto de mi vida contigo por eso dije “kekkon shimashou yo” que es "Casémonos".


El castaño se levantó para besar los labios de su amante, lo amaba más que nada en ese mundo, era su familia, el inicio, el fin, era todo para él, anhelaba una familia a su lado, adoptar 2 niñas y dos niños, que todos los fines de semana hicieran una barbacoa con sus compañeros de B.A.P, ver a sus hijos correr alrededor, mirar como su amante inflaba sus mejillas en señal de molestia, un amoroso padre, un enérgico esposo, todos los defectos por los que lo amaba tanto.


—Casémonos en este momento no necesito una persona que diga que estamos casados. —Hablo doblando una de sus rodillas. —Lo único que importa es nuestro juramento.


DaeHyun hizo la pose de propuesta de matrimonio y saco una caja de su pantalón, la  abrió dejando ver un par de argollas, tan delicadamente marcadas por diamantes, por dentro la frase “Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo”, eran de oro blanco que brillaba bajo la luz de la luna, el más joven se quedó sorprendido no sabía que hacer o decir hace 5 años había dado su respuesta ahora solo era cuestión de dar el siguiente paso.


—Yo DaeHyun Jung te tomo a ti YoungJae Yoo como esposo prometo serte fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándote y respetándote durante toda mi vida. —Hablaba tranquilamente colocándole uno de los anillos. —Hasta que la muerte nos separe.


— Yo YongJae Yoo te tomo a ti DaeHyun Jung como esposo prometo serte fiel tanto en la prosperidad como en la adversidad, en la salud como en la enfermedad, amándote y respetándote durante toda mi vida. —Contestaba colocándole uno de los anillos. —Hasta que la muerte nos separe.


Terminaron besándose dulcemente en los labios, esta vez las lágrimas no aparecieron porque eran felices, el matrimonio no debía ser santificado en una iglesia o ante un juez, para el amor no había reglas, ni normas, era un sentimiento libre de presiones, lejos de ser juzgado o perjudicado era la muestra  más pura de dos seres humanos que lo único que deseaban era pasar el resto de sus días juntos, eso era lo que sentían ambos, esos anillos eran un símbolo, una muestra al resto del mundo para gritarles que su futuro estaba atado al de otra persona y que no existía nada ni nadie que pudiera separarlos, al finalizar el beso ambos comentaron en un suspiro “Que el hombre no separe lo que el amor ha unido”, DaeHyun levanto en sus brazos a YoungJae, girando con alegría, estaban casados.


—¿Me escuchan? Todo el mundo. —Gritaba el mayor hacia el horizonte. —Las palabras y los sentimientos fuertemente les atesoro en mi corazón, TE AMO YOUNGJAE YOO quiero que todo mundo lo sepa.


—Vamos a dibujar el futuro lejano. —Contestaba YoungJae sentado en la cubierta. —TE AMO DAEHYUNG JUNG, quiero pasar el resto de mi vida junto a ti.


Sus labios se unieron en un nuevo beso, la pasión se apodero de sus cuerpos era su primera vez como marido y marido. El mayor se puso encima del castaño, abrió lentamente su camisa dejando ver su bronceada piel, beso cada centímetro, acaricio cada rincón, no había persona en el mundo que despertara ese deseo en su cuerpo, solo ver su piel expuesta le provocaba una terrible excitación, era adicto a poseerlo, a gritar su nombre cada vez que el placer llegaba a su mente, beso sus labios hasta que se volvieron rojos, pego su cadena, rozando con ansia, necesitaba adentrarse en su piel, en su cuerpo, mordió su oreja provocando que el más joven soltará un gemido de placer, adoraba escuchar como de sus labios salía su nombre, le recordaba que era suyo,  lo miró a los ojos acaricio su mejilla, haría cualquier cosa por él, iría al mismo infierno para verlo feliz, no importaba nada más que él, nuevamente devoro sus labios, esa noche le haría el amor hasta que el Sol apareciera en el horizonte, hasta que la fuerzas escaparan de su cuerpo.    

Notas finales:

Gracias por los reviews y prometo contestarlos en los póximos días, muchas gracias, espero les guste el capitulo esta algo corto y muy meloso espero sea de su agrado :D


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