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CURANDO HERIDAS por Rikkathum

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Notas del capitulo:

hello!

lo se, es que han pasado tantas cosas jeje, entre esas me dio varicela jaja si, a mis 24 años, buu jaja

muchas gracias a:

Erisbeth
nitta umiko
naruthika
Maria-sama
Zanzamaru
bg
crystal

por comentar espero que lo sigan haciendo jeje

20.- ENTRE MALOS Y BUENOS.

- ¿Kyubi-sama? – se pregunto Kakashi después de que comenzaron a seguir a Yagura, no sabía porque pero ese nombre se le hacía terriblemente conocido - ¿Quién esa persona Iruka? Y ¿Cómo es que lo conoces?

- … - Iruka no quería responder a esa pregunta, sabía que a Kakashi no le iba agradar que Kyubi era el Yakuza más poderoso de toda Asia y era temido en Alemania y Londres, así como también en algunas partes de América, pero sabía que tarde o temprano tendría que saberlo – realmente no me gustaría que supieras pero creo que tarde o temprano sabrás quien es por el hecho de que es en si una persona más que conocida, por no decir temida, su nombre suena muchos lugares solo que casi nadie sabe realmente como es en realidad, refiriéndome claro a lo físico.

- se por este lugar que no es una persona que se dedique precisamente a las flores Iruka, las personas que realmente llegan a entrar aquí son aquellas que tienen dinero o que tienen muy buenas condiciones tanto en el mundo social que todos conocemos, como aquel mundo lleno de oscuridad que solo aquellos que son muy peligrosos conocen o que fueron muy estúpidos para meterse en el.

Siguieron caminando hasta uno de los elevadores, el edificio contaba casi con siete pisos, siendo todos de gran lujo y en cada uno encontrándose prácticamente en mundos distintos, solo que no cualquiera podía entrar en esos pisos, Kakashi se fijo que en elevador para ir a los demás pisos debías insertar algo como una llave, que fue lo que le pareció ver que sacaba su guía e insertaba donde marcaba para ir al piso número siete, cuando llegaron entraron a algo así como una gran sala a simple vista, pero más adentro había un escritorio el cual era el lugar de Yagura, se sentó y tomo el teléfono, hablo un momento y después colgó.

- pueden sentarse un momento, en seguida los atenderá, recibió una llamada de improviso – les indico uno de los sofá y los dos se fueron a sentar.

- puedes decirme ¿Cómo demonios conociste a esta gente Iruka? – la verdad es que aun no sabía cómo alguien como Iruka se relacionaría con personas que no eran precisamente unos bellos querubines.

- bueno… es una historia algo complicada…

 

 

Un día Iruka caminaba de regreso de la universidad hacia la residencia de los Uzumaki, para ello tenía que pasar por el centro, varias tiendas e inclusive por algunos cuantos callejones, iba metido en su camino cuando vio como de repente un carro negro se estaciono de manera escandalosa y arrojan a lo que parece una persona para después irse más rápido de lo que llego, muchos simplemente ignoraron lo ocurrido y siguieron caminando, por otro lado Iruka miro como el sujeto que habían arrojado del carro se arrastraba prácticamente hacia uno de los callejones, no sabía si ir, pero sabía que estaba herido y que podía necesitar ayuda, solo esperaba que no se metiera en problemas si llegase a hacer algo por él.

Camino despacio y vio como entre los botes de basura sobresalían las piernas de esa persona, al parecer intentaba ocultarse, se acerco y vio que solo era un chico que no pasaba de los veinte  años, su ropa estaba toda desgarrada y llena de sangre, su rostro y la piel  expuesta se veía completamente lastimada, y su cabello anaranjado tenia mas tono rojizo por la sangre que escurría de su cabeza, le habían dado una tremenda paliza y algo le decía que lo habían dado por muerto, tal vez la abundante sangre que salía de su costado derecho, bajo de los pulmones, se termino de acercar para comprobar si aun estaba con vida ya que se había quedado muy quieto.

- ni te atrevas a ponerme un solo dedo encima, aléjate de mi – escucho de manera fluida, hablaba como si no estuviera para nada herido, pero no le miraba.

- tranquilo, no pienso hacerte daño –dejo a un lado sus cuadernos y libros que necesitaba para sus estudios.

- ¿y quién me lo asegura? – por primera vez abrió sus ojos, dejando ver unas orbes rojas tan penetrantes que estremeció a Iruka, era una persona intimidante la que tenía enfrente solo por sus ojos a pesar de que su cuerpo estaba en decadente estado.

- al menos que te mate de aburrimiento de la lectura de mis libros entonces si es mejor que me temas.

- no le temo a nadie, pero ese glosario se ve muy grande, me descalabraría.

- no parece que estés tan mal herido, hablas muy fluido, como si no sintieras dolor – dijo mas para sí mismo por lo sorprendido que estaba, el pelinaranja medio sonrió ante eso.

- la verdad no siento la mitad de mi cuerpo – eso preocupo a Iruka.

 - entonces necesitas rápido que te atiendan…

- doc…

- doctores no, no sé porque me lo imagine – le interrumpió, la verdad es que algo le decía que eso le iba a decir al ver como se tensaba el cuerpo que tenía en frente – tengo que moverte rápidamente y atender esas heridas, así que aunque no quieras que te toque te aguantas – dijo mientras se ponía de pie para esculcar en el basurero, sacar una bolsa más o menos en buen estado y meter sus libros en ella, después de eso se acerco al pelinaranja y lo ayudo a ponerse de pie, cargo la bolsa de los libros y con el chico recargado en el camino lo más rápido que podía hacia un taxi, el taxista los miro y no los iba a subir pero Iruka saco una cantidad más que decente para que los trasladaran, en quince minutos llegaron a la residencia.

La residencia era enorme, muchas casas pequeñas dentro de ella, por suerte para Iruka no había nadie a la vista, además de que el prácticamente vivía solo en una de ellas, el pelinaranja perdió la conciencia en cuanto sintió la comodidad de la cama de Iruka, este por su parte lo atendió lo más rápido y mejor que pudo, había tardado más de una hora en ello, sabía que tenía que cuidarlo día y noche, sobre todo esa noche que era decisiva para ver si salía bien librado, se golpeo en la cabeza cuando se dio cuenta de que si no sobrevivía se metería en un buen problema, pero para su suerte solo fue una alta temperatura que se controlo ya entrando la madrugada, el muchacho no despertó hasta dos días después.

- el bello durmiente ha despertado- dijo Iruka al verlo despertar.

- aunque no lo creo si… ahora si siento que me duele todo – dijo tratando de incorporarse pero el dolor no lo dejaba.

- no te esfuerce… - tomo una bandeja de comida que tenia lista con el desayuno - … te apuñalaron es normal que te duela, debes alimentarte para que tengas fuerzas.

- eres demasiado amable para tu bien morenito – dijo viendo los deliciosos panqueques y coctel de fruta que le dejaba en la cama acompañado de un jugo de naranja.

- no me digas así, mi nombre es Iruka, recién tengo los veinte años cumplidos y soy universitario, estoy estudiando docencia, ¿tu cómo te llamas y qué edad tienes? Pareces de mi edad.

- uhm delicioso, así que quieres ser un sensei sexy ¿ah? – dijo mientras lo miraba de arriba abajo, si no estuviera tan adolorido ya se le hubiera aventado encima ya que tenía cierta debilidad por los morenos con cara de ángel e Iruka era exactamente uno - pues puedes llamarme Kyubi, tengo diecisiete años y para tu mala suerte has ayudado a uno de los Yakuza más peligroso que podías haberte topado.

Iruka que en ese momento estaba tomando otro vaso de jugo de naranja lo escupió al saber quién era la persona que había ayudado, Karuma Kyubi, una persona temible y sobre todo, sumamente poderoso, no podía creer que el mocoso que tenía en frente fuera esa persona, era verdad que nunca nadie lo había visto físicamente, pertenecía a los nueve demonios y Kyubi era el líder, pero ese mocoso, ser el líder de la banda más poderosa era sumamente increíble.

- pero… pero… tu eres…

- ¿un mocoso? – sonriendo al ver la cara de incredulidad del moreno, la verdad es que no sabía porque se lo había dicho, total, si algo pasaba podía entonces deshacerse de él, pero algo le decía que él no era una persona que anduviera delatando a otros – pues díselo a mi padre, me metió en esta vida desde los doce años, ¿Qué sientes que has ayudado a alguien peligroso?

- tu… ¿Cómo es que te lastimaron de esa manera? Según tengo entendido Kyubi es una persona experta en peleas, sabe de armas y demás, admito que nadie lo ha visto pero, a ti te dieron una paliza…

- bueno, mi complexión como puedes ver es más grande que la tuya a pesar de mi edad – eso era verdad, inclusive él lo había confundido con alguien de su edad que a lo mejor participaba en algún deporte como fut bol americano – nadie me ha visto por mi edad, solo los otros demonios me conocen, pero en cuanto cumpla los dieciocho me presentaran formalmente como el líder, estos tipos pensaron que yo era un ayudante de Kyubi ya que no me conocen, me deje llevar para conocer a las cabezas de los otros grupos que están en mi contra, son unos idiotas – se burlo de los tipos que lo había secuestrado – ni para dar el golpe de gracia sirven, conocí a todas las cabezas al quererme interrogar, pronto las cortare todas – dijo sonriendo de forma sádica, Iruka lo contemplo, realmente daba miedo, pero quitando eso y los golpes, podía apreciar que era un chico muy atractivo y sexy – veo que te gusta lo que ves…

Esas palabras lo atrajeron de nuevo hacia los ojos rojos – lo-lo siento – se encamino hacia su escritorio y tomo sus libros – descansa tengo que ir a la universidad, no te muevas de aquí ya que necesitas reposo para curarte, por poco mueres.

Después de ese día Kyubi se quedo por casi tres semanas, en cuanto el pelinaranja se recupero más o menos a la semana y media comenzó a acosar a Iruka, la verdad es que no solo le gustaba ese moreno sino que también le llamaba mucho la atención, no lo corría y no hacía preguntas, otros en su lugar se habría desecho del problema en cuanto pudiera, en cambio los dos había iniciado un tipo relación de sinceridades a medias, Kyubi sabia cosas importantes de Iruka aunque no todas y viceversa, eran amables y cordiales entre los dos, el pelinaranja estaba más a gusto que nunca, el moreno le daba aquello que nunca había recibido de nadie por el temor que le tenían, a pesar de ser un chico, un mocoso había sido educado de la forma dura y con el fin de hacerlo el hombre más peligroso que se pudiera conocer, no solo por su físico sino que por su inteligencia y lo que nunca había recibido de las personas que lo rodeaban era una mirada directa a los ojos cuando le hablaban, Iruka siempre lo miraba de una forma amable y directo a sus orbes rojos, pero sabía que todo lo bueno en un momento de la vida se termina, sabía que tenía que marcharse de esa casa, de esa pequeña habitación, ya se había puesto en contacto con su gente y al día siguiente vendrían por él, pero no quería irse así, no así nada más.

- debería buscarse una pareja Iruka-sensei – le dijo repentinamente al moreno que se encontraba leyendo un libro recostado en la cama, mientras  Kyubi se encontraba mirando la ventana.

- ¿Por qué lo dices? – pregunto extrañado.

- porque tal vez así no recogería a personas de la calle como lo ha hecho conmigo sensei… podría estar en peligro por ayudarme, si hubiera tenido pareja lo más seguro es que lo hubiera arrastrado fuera de los problemas… - miro al moreno quien le había puesto atención.

- bueno, supongo que tienes razón en que me arriesgue mucho ayudándote pero no podía dejarte en ese estado, no está en mi…

- así que le gusta recoger animales heridos – sonrió encaminándose hacia él, Iruka y Kyubi se miraron directamente a los ojos, el moreno noto que la mirada del pelinaranja estaba cargada de cierto sentimiento que lo ponía bastante nervioso, era la misma que de repente ponía Kakashi cuando aun estaban juntos y se besaban con cierta pasión más grande de lo normal, cuando apenas se estaban reconociendo físicamente, esa mirada era de un cierto toque de lujuria pero sin intención de dañar, un deseo natural que tiene una persona por otra cuando le gusta pero no por ello los obliga a hacer cosas que no quiere como por ejemplo lo sucedido con Orochimaru.

Kyubi sonrió, sentía a lo lejos el temblor del moreno, al parecer había identificado su esencia de deseo ya que estaba a la expectativa; lo tomo del brazo de manera repentina y lo tumbo a la cama y posicionándose arriba de él, Iruka no dijo nada pero jadeo por la sorpresa y el miedo, los recuerdos malos le habían dejado con secuelas para la relaciones intimas.

- shhh… parece que tienes mucho miedo sensei… no me lo has tenido desde que sabes que estoy en perfecto estado para marcharme ¿Por qué me lo tienes ahora? – dijo mientras desabrochaba de manera lenta la camisa del moreno hasta dejar al descubierto el agitado pecho del ser que tenia debajo – tienes una hermosa piel… definitivamente eres hermoso… si yo no fuera lo que soy y tu no fueras como un ángel…

Esas últimas palabras que susurro hizo que Iruka dejara de temblar de miedo por un momento, no entendía a que se refería, se perdió e intentar descubrir el significado de esas palabras, por lo que no se dio cuenta cuando Kyubi le había quitado el pantalón junto con los bóxers y él se quitaba la camisa que tenia, dejando ver su bien formado pecho que aunque estaba vendado y con algunos hematomas se veía de lo mas bien, Iruka volvió en si cuando sintió un dedo queriendo entrar en por su entrada en lo que una mano acariciaba su miembro, tembló de pies a cabeza y tomo las dos manos del pelinaranja casi enterrándole las uñas.

Ante ese acto Kyubi lo miro a los ojos, se sorprendió al ver el terror, no era miedo de una experiencia nueva, parecía mas bien horror a revivir una, algo en su interior se estrujo con violencia al preguntarse cómo alguien como Iruka pudo haber vivido algo malo que lo horrorizara de tal manera que incluso el habla le impidiera o eso pensó al escuchar ese diminuto “por favor… no… no de nuevo”, cuando lo escucho supo de que se trataba esa experiencia que pudo haber vivido y marco con el miedo, suspiro y cerró los ojos, había planeado tener simplemente sexo salvaje con él, intentando que no sintiera ningún tipo de sentimientos para no poner en ningún predicamento al moreno a pesar de que para él hubiera significado mucho, pero ante este hecho no podía hacerlo, no podía simplemente entrar en él como si no importara, por lo que tenía dos opciones, desistir e irse sin poder probar ese cuerpo con la certeza de que nunca podría ser y hacerlo de la manera sentimental y significativa que se quedara como deseaba grabada para siempre en su mente y corazón, aunque eso significara confusión para el moreno, abrió los ojos de nuevo y sonrió de manera cálida, como nunca lo había hecho sorprendiendo a Iruka, había tomado su decisión y aunque fuera egoísta, lo que haría con el moreno seria lo más cercano al amor que tendría en toda su peligrosa vida, aunque después tuviera que conformarse a mirarlo de lejos.

- ¿has tomado alguna vez a alguien morenito? – pregunto Kyubi mientras se incorporaba de la cama quitándose los pantalones junto con sus bóxers quedando completamente desnudo ante la vista de Iruka, el cual no podía negar que era una muy buena vista, pero el miedo era más grande que la lujuria que provocaba ver a ese cuerpo tal cual era, sin ninguna prenda que lo tuviera.

- to… ¿tomado a alguien? – alcanzo a preguntar.

- sí, penetrado a alguien, ya sabes, meter tu pene dentro de la vagina o culo de alguien – el moreno se sonrojo.

- ¡no, nunca lo he hecho! – no sabía a qué quería llegar el pelinaranja con todo eso.

- uhm con que eres virgen en penetrar, vale… - se tiro de nuevo sobre el moreno, e hizo lo que creyó que no podría en sus primeras intenciones, lo beso de una manera tranquila sorprendiendo al otro, el cual se quedo congelado por un momento; era extraño como se sentía, ya que nunca había sido tratado de esa manera en las únicas y malas experiencias sexuales que había tenido, el pelinaranja de cierta manera con su mirada y tacto que tuvo después de que se detuviera de seguir manoseando su entrada, lo habían confundido, ya que transmitía un sentimiento muy distinto, era entre cálido pero con mucha pasión, cuando anteriormente se sentía pura lujuria - … entonces… - comenzó hablar de nuevo el pelinaranja después de que se separo de sus labios, Iruka no había respondido al beso, pero algo en los ojos del moreno habían cambiado por lo que sabía que tarde o temprano respondería - … siéntete dichoso de que yo sea el que te quite esa virginidad, pero de una vez te lo advierto, si lo cuentas a alguien te mato – sonrió increíblemente de forma tranquila a pesar de sus palabras, sabía que el moreno nunca diría nada y nunca volverían incluso a mencionar lo que pasaría ese día, estaba más concentrado en ver la expresión de sorpresa en el rostro de Iruka.

- …que…. – apenas dijo ese minúscula palabra cuando de nueva cuenta sus labios estaban siendo besados, no sabía qué hacer, estaba asustado pero más que nada parecían nervios por la situación en que se encontraba, el aura de Kyubi había dejado de ser peligrosa para sus sentidos por lo que estaba completamente confundido, sintió como las manos de este lo empezaron a recorrer de una manera delicada y excitante que estaba haciendo que su mente dejara de pensar, sus labios poco a poco se movían al mismo compas que de los contrarios comenzando una danza lenta y tranquila, se estremecía ante el contacto de la mano del pelinaranja con sus pezones y jadeo, al parecer era sensible en esa área por lo que sintió una pequeña punzada entre sus piernas que cada vez era más fuerte, sintió como algo húmedo se paseaba por sus labios pidiendo permiso para entrar, sin pensarlo la dejo jugar con la suya.

Kyubi sintió como el miedo de su contrario se iba a otra parte por lo menos en ese momento, por lo que supo que debía de tener cuidado de que no regresara; los labios dejaron los otros y bajaron por la tersa piel del cuello del moreno hasta llegar a uno de los pezones, Iruka gimió más alto al sentir como una de sus tetillas era succionadas y mordisqueada de manera que no lastimaba pero que lo estaba haciendo sentir inquieto, el pelinaranja jugó un poco mas con ellos, se separo y miro el cuerpo debajo de el, sus ojos cerrados, sus mejillas acaloradas, sus labios entre abiertos tratando de recibir aire, sus pecho subiendo y bajando más rápido de lo normal, una fina capa de sudor que adornaba todo su cuerpo y más abajo su miembro casi por completo despierto, era la mejor vista que había tenido en mucho tiempo, se relamió los labios deseoso de poseerlo, pero, si lo que había hecho tener ese terror en la mirada era lo que creía que era, lo más seguro es que el miedo regresaría y eso era lo que no quería, así que llevo dos de sus dedos a su boca y los ensalivo, cuando estuvieron bien húmedos los llevo a su propia entrada, metiendo uno en lo que se inclinaba hacia el miembro de Iruka y comenzaba a pasar su lengua por su extensión.

- aah… no… - Iruka estaba completamente perdido por las nuevas sensaciones que no sabía qué hacer o que decir, una parte de él era la que le decía que lo parase, pero la otra parte, que era su cuerpo no hacía caso y pedía a gritos esas caricias.

- ¿Cómo dices no cuando ya estas duro? – pregunto divertido pero con una cara algo incomoda, había metido rápidamente otro dedo cuando no se había ni siquiera acostumbrado al primero, pero no le tomo importancia y chupo un poco más el pene de Iruka hasta dejarlo completamente erecto y a medio preparar se sentó en la cadera del moreno sintiendo en su trasero rozar el miembro de Iruka – bueno, sensei…

- aun… aun no… lo soy – dijo apenas algo que ni siquiera, para el parecer de Kyubi, tenía cabida en ese momento.

- eso que importa, pero bueno, en eso tienes razón, en este momento yo soy el sensei – sonrió esta vez de manera maliciosa estremeciendo a Iruka – yo te voy a enseñar lo que es poseer a alguien… - elevo sus caderas y con una mano tomo el pene del moreno y la dirigió a su entrada, auto-penetrándose de una manera rápida al dejarse caer.

- ¡aaahh! – Iruka nunca había sentido algo como eso, sentía tan caliente la entrada de Kyubi, lo hacía sentir tanto placer que no pudo controlarse y movió su cadera hacia arriba adentrándose más.

- ahg… - se quejo por lo bajo el pelinaranja, eso había dolido pero también había sido placentero, quería esperar a acostumbrarse un  poco para dejar de sentir el dolor, pero la pequeñas embestidas que estaba dando el moreno le hicieron olvidarse de esa idea aunque sentía dolor, pero se inclino hacia el rostro del moreno y lo beso con pasión para después dirigirse a su oído – sabes morenito… cuando ah… - Iruka había dado otra embestida al pelinaranja de manera inconsciente, solo buscando placer – cuando penetras a alguien… debes esperar un poco para cogértelo bien y bonito sabes… es para que se acostumbre a la invasión y no lo lastimes… - Iruka abrió sus ojos de miedo ante esas palabras, miedo de haber lastimado a Kyubi como él había sido lastimado en el pasado, pero el por no poder controlar sus instintos primitivos ante lo nuevo experimentado, iba a preguntar, inclusive pesaba detenerse, pero Kyubi dejo de apoyarse en sus rodillas inclinándose hacia atrás moviendo sus piernas para poder plantar sus pies en la cama junto con sus manos, impulsándose hacia arriba para después bajar de una manera más rápida, haciendo saltar y golpear su miembro con el vientre del moreno, el cual no pudo decir ni hacer mas ya que el placer había aumentado con auto-penetraciones del pelinaranja, que eran rápidas y profundas.

- aah… ahhh… Kyu… aa – Iruka estaba fuertemente agarrado de las sabanas, su cabeza estaba hacia atrás y gemía ante el placer, sus caderas de nuevo comenzaron a moverse hacia arriba adentrándose más profundo a esa calidez.

- mmmm… ammm – Kyubi no gemía tan sonoramente, el dolor se había olvidado y solo había placer, sabía que lo más probable es que se hubiera lastimado y sangrara un poco pero en ese momento era lo que menos le importaba, se recargo en una sola mano para llevar la otra a su miembro y masturbarse a la misma velocidad, pronto terminaría al igual que Iruka.

- aah… Kyu… Kyubi… - el nombrado sonreía de placer al escuchar su nombre salir de sus labios de esa manera, era satisfacción, jubilo y gozo, lo que sentía, lo que temía era verdad, se había enamorado de ese aspirante a profesor, lo sabia al desear que su nombre saliera de sus labios y al permitir ser tomado por él, algo que nunca hubiera permitido a nadie y sabia que nunca lo permitiría de nuevo, pero así como tenía conocimiento de eso, estaba seguro que esos sentimiento tenía que callarlos, su vida era peligrosa y alguien como Iruka sería su talón de Aquiles, además de que no podría vivir si algo le pasara no podría vivir después, el mundo en el que vivía, el grupo en el que estaba no permitía el amor, lo sabía y ello de una forma lo marco para siempre.

- Iruka… - Gimió su nombre bajo mientras los dos se venían al mismo tiempo, Iruka dentro de Kyubi y este en todo su vientre y pecho llegando inclusive a la barbilla, los dos respiraba agitados y tenían una cara de satisfacción.

Kyubi se incorporo sacando el miembro ya flácido del moreno y de su entrada salió semen combinado con sangre, el pelinaranja se puso de pie dando la espalda a Iruka el cual al ver lo que escurría de entre sus piernas se asusto y quiso decir algo o ayudarlo de  alguna manera.

- no te asustes… no me duele, además fue mi culpa no me prepare bien, la verdad es que deseaba que entraras de una buena vez en mi sensei…

- pero… estas sangrando – decía aun preocupado, Kyubi se volteo a verlo y su actuación comenzó entonces.

- vamos sensei que esto no es nada, mejor dime – se inclino y beso los labios de manera tranquila - ¿te gusto mi pago por haberme salvado la vida?

Iruka se sorprendió, pero después de ver la sonrisa maliciosa del otro creyó en sus palabras.

- eres un idiota sabes, yo no te estaba cobrando… - se sonrojo - … no tenias porque hacer esto, no creo que seas de las personas que sean penetradas – sus últimas palabras lo hicieron sonrojar mas.

- tienes razón, pero era lo único que en este momento tenia a la mano, además, nadie hubiera hecho lo que hiciste por mí, nadie, sin ti, realmente hubiera muerto, por lo que siempre estaré agradecido –de repente se puso serio y lo miro a los ojos – dentro de uno de los cajones de tu escritorio esta mi número de teléfono personal, el cual ahora que regrese a mi mundo siempre estará conmigo, por lo que cualquier cosa que necesites me llamaras, hare lo que sea que tu no puedas, mas ahora que tendré mucho más poder y no tengas miedo, no necesito que me pagues con tu cuerpo como lo hice yo, aunque no estaría mal – Kyubi lo miro lascivamente ya que aun Iruka tenía todo su cuerpo expuesto, por lo que ante esas palabras tomo las cobijas y cubrió su desnudez – pero no, prefiero esas deliciosas galletas caseras que haces sensei, así que ese será el pago para cada favor que me pidas.

- pero…

- no digas nada, algún día podrías necesitarme – dijo dándole la espalda de nuevo –como podrás sospechar me voy hoy, en unos minutos llegan por mí, me daré una ducha, tu deberías de dormir un rato – giro un poco su rostro para mirarlo de reojo – gracias Iruka – después de decir eso se metió al baño para darse una ducha.

Iruka se sorprendió ante eso, era la primera vez que el pelinaranja decía su nombre; aun pensaba en todo lo que había sucedido en esa habitación minutos atrás, vaya pago que había recibido por ser buena persona, pero sabía que  no podía volver a repetirse, además dudaba que eso pasara, él creía que para Kyubi el sexo era común, eso había parecido, pero lo que si nunca creyó es que él fuera el pasivo, ya que al principio se comportaba como el dominante, aunque bueno, incluso como el uke se había comportado como el dominante, a lo mejor de vez en cuando le gustaba probar algo diferente, pero aun así no le cavia en la cabeza que se había tirado al Yakuza más peligroso de toda Asia; decidió dejar de pensar en eso, después de todo quien sabe cuando lo volvería a ver, era mejor olvidarlo ya que para Kyubi al parecer no había tenido ninguna importancia, además de que no había amor de por medio, después de todo el aun seguía añorando el amor pasado que había perdido, a Kakashi.

Por otro lado Kyubi estaba debajo del chorro de agua mirando hacia el piso, Iruka se había tragado el estúpido cuento del pago, por lo que solo tenía que olvidarse de que alguna vez paso aquello, pero él, el no podría olvidar jamás a ese moreno, no podía comprender, como una persona como él, un asesino, el mejor y más peligrosa persona, a tan su corta edad, pudo conocer el maldito amor. Salió de la regadera, se vistió y salió del baño y miro a Iruka que dormía, se sentó un momento a su lado y acaricio una de sus mejillas – “algún día… aunque sea por solo una vez… por unos minutos… serás mío” – pensó, era una promesa que se había hecho para poder vivir en paz consigo mismo por un tiempo, beso la frente del moreno y se puso de pie, ya había dejado una nota y su número personal como había dicho, en uno de los cajones del escritorio de Iruka, así que sin más, por ese tiempo, salió de la vida de Iruka, pero no por mucho tiempo, quién diría que después cierto tiempo el moreno recurriría a él.

 

 

 

- después de que se recupero de sus heridas se marcho y como agradecimiento me ha ayudado en muchas cosas – Iruka había comentado a medias como había conocido a Kyubi, omitiendo esa sección de sexo de agradecimiento que había tenido con Kyubi, no se le hacía muy buena idea contarle algo como eso a Kakashi, no tenia caso, sobre todo porque no significo nada sentimental, por menos no para él.

- es un hombre peligroso Iruka – Kakashi al saber de quién se trataba se sorprendió de que Iruka se relacionara con una persona como esa, estaba asustado por su moreno - ¿estas seguro de esto?

- sé que es peligroso, desde el inicio lo supe Kakashi, pero nunca me ha fallado de ninguna manera – y eso era verdad, el encontrar a Naruto, el podérselo quedar, el por fin hacer algo contra el cerdo de Orochimaru, entre muchas cosas más, Kyubi nunca le había fallado en cuanto ayudarle y eso, en cierta forma y sin comprender, molesto a Kakashi.

- Ya pueden pasar  - Yagura les informo y les hizo una seña para que los siguiera, Iruka y Kakashi se encaminaron hacia la oficina de un pelinaranja que los esperaba recargado en su escritorio, con sus brazos cruzados y con una sonrisa en su cara, Kakashi inmediatamente lo reconoció, ese pelinaranja era el que había estado en la oficina de Iruka cuando había sido contratado.

Iruka lo miro, no se extrañaba para nada lo que veía, Kyubi siempre se caracterizo por un formidable físico y una altura inclusive mayor que la de Kakashi, con los años en cierto punto era más imponente – Kyubi…

- Bienvenido sensei, lo esperaba, aunque viene acompañado – dirigió una mirada al peliplata, el cual no supo interpretarla – sabe que no necesitamos chaperón, nuestra relación a avanzado lo suficiente como para que no exista confianza entre nosotros – sonrió aun mas malicioso viendo como Kakashi casi se retuerce del coraje ante sus palabras.

- soy su pareja – a pesar de que sabía que era estúpido comenzar alguna pelea con ese individuo, Kakashi no iba a dejar de marcar su territorio de alguna manera, sobre todo porque no era idiota, la mirada de Kyubi hacia su pareja no era del todo amistosa, estaba cargada de algo mucho más fuerte que ello.

- así es Kyubi, el es Hatake Kakashi…

- lo sé después de todo investigue desde cuando fue su última vacuna hasta la casi violación que sufre por la hija de ese tal Orochimaru – lo de la “casi violación” lo dijo en tono de burla.

Kakashi por su parte se sorprendió – “entonces el porqué Iruka sabia lo de Rin” – Iruka sonrió nervioso a ante la mirada que ahora le dirigía el peliplata.

- bueno, dejémonos de tonterías, estoy aquí por algo mucho más importante y lo sabes – Kyubi suspiro, rodeo su escritorio y se sentó en su cómoda silla, hizo un gesto con la mano para que se sentaran en las dos sillas que estaban frente a él.

- lo sé, sabes que no puedo evitar molestarte, pero tienes razón, yo también tengo un compromiso de última hora, en este momento seré breve, después ya podremos hablar con más calma y… - miro a Kakashi de soslayo y después a Iruka fijamente, sonrió de lado y después hablo – en otra ocasión podremos discutir mas en privado el asunto…

El peliplata no dijo nada, pero por dentro estaba más que enojado, Iruka lo sabía por su mirada y viendo a Kyubi supo que este estaba disfrutando la frustración de Kakashi de no poder decirle nada.

- bueno… que es lo que tienes.

- no mucho por el momento, recién uno de mis investigadores me está recopilando más información, solo te puedo decir que Minato Nakizame trabaja para uno de los mafiosos de China mas sádico y pervertido que pueda ver, aunque claro yo soy más poderoso que él, pero se siente la gran cosa y como te digo en China lo es, se dedica, al tráfico de drogas, armas y de personas, sobre todo le encanta la explotación de niños de manera sexual, es un maldito pedófilo que no tiene contemplaciones en lo mas mínimo.

- ¿de quién se trata? – pregunto Kakashi.

- Danzou – Iruka y el peliplata se sorprendieron, habían escuchado muchas noticias acerca de esa persona y definitivamente Kyubi lo había descrito perfectamente.

- pero… eso no explica con que Minato regresara – hablo Iruka.

- lo sé, pero explica el porqué viene tan confiado, según con lo que me comento sensei, el rubio ese viene con respaldo de Danzou, además algo me dice que ese hombre no solo viene a intentar llevarse a tu niño Naruto, sino que viene hacer encargos de su jefe.

- pero… no entiendo… - decía muy angustiado el moreno.

- el rubio ese ha estado viviendo en China prácticamente desde que te vendió a su hijo, tal vez se le hace fácil, ahora que vino a cumplir un encargo de su jefe, el querer arrebatarte al muchacho y revivir viejos recuerdos… - Ante esas palabras Iruka tembló ante esa posibilidad - … inclusive no solo eso, sino que a llevárselo a China con él, tengo entendido que tiene un vuelo de regreso, aun no ha confirmado la fecha de regreso, por lo que no se cuento tiempo planee quedarse y eso me hace pensar que esperara hasta apoderarse de tu hijo.

- pero Iruka tiene la custodia, no se lo puede llevar así – Kakashi puso una mano en el hombro de su pareja, el cual estaba muy angustiado por las palabras de Kyubi.

- lo sé, pero eso no significa que no se lo lleve a la mala si eso planea, puede que solo quiera jugar con él un tiempo, mientras este en Japón, pero yo no descarto para nada la opción de que incluso se lo ofreciera a Danzou…

- ¿Qué? – Iruka y Kakashi lo miraron si comprender lo último.

- según tengo entendido a Danzou, sus favoritos, son los jóvenes, rubios, de ojos azules y de figura algo delicada, la última vez que vi a tu chico, pues… - la última vez que había visto a Naruto fue cuando recogió su pago de las galletas por la información entregada al sensei, lo vio caminando por uno de los pasillo a lo lejos.

- no puede ser… ¡eso no puede ser! – Iruka se altero y se puso de pie exaltado, Kakashi lo abrazo queriéndolo tranquilizar, mientras Kyubi simplemente miraba.

- tranquilo amor,  no le va a pasar nada a Naruto… haremos algo para protegerlo.

- es increíble lo que les voy a decir pero… lo mejor es que fueran con la policía, Yamato, el que te atendió por el altercado con ese alumno que quiso abusar de tu niño y la mujer Orochimaru, es el que lleva el caso de Danzou sobre los asuntos que tiene aquí en Japón, inclusive esta coordinado con la policía China, están buscando cualquier cosa para poder entrar a sus oficinas y su base de datos, si Japón lo atrapa en algo minúsculo China  abrir la orden de cateo a todos los negocios de Danzou, inclusive se consigue algún tipo de información aquí que inculpe a Danzou será suficiente, está casi hasta el cuello, un pequeño error y estará tras las rejas.

- pero si Danzou no está detrás de esto… - pregunto Kakashi.

- pues sería cuestión de ver a lo que ha venido el Nakizame, si tiene algo que ver con su jefe será más que suficiente para meter a ambos a prisión y por todos los delitos que tiene, sería imposible que pudiera salir libre.

Y hablando del diablo, se podía ver a un rubio mayor de ojos azules penetrando a una mujer de cabellos pelirrojos, los jadeos se escuchaban en toda la habitación, pero un nombre, que no era el de la chica, era el que más se escuchaba – “Kushina… Kushina” – cuando terminaron su faena, el rubio deja a la mujer en la cama mientras sale de la habitación y se dirige a un mini bar que había en el departamento que hacia un día había comprado ya que no sabía cuánto tiempo estaría en Japón, tenía que terminar unos asuntos de su Jefe, además de llevarse el regalo que le había prometido y no sabía cuánto le llevaría eso.

Después de servirse un trago se sentó en la sala, se encontraba completamente desnudo degustando de su whisky; su mente divago en la expresión de su hijo cuando lo volvió a ver, el miedo en sus pupilas lo llenaron de poder, sobre todo porque estaba confiado de que pronto lo tendría en su poder y antes de llevarlo con su jefe, ya que era el regalo que le había prometido, lo volvería hacer sufrir como en antaño – si tu no hubieras nacido… ella estaría aquí… maldito seas Naruto – Minato Nakizame nunca había dejado de culpar a Naruto por la muerte de su esposa, desde que se había debilitado por el nacimiento del pequeño rubio había empezado cierto afección por él, pero todo se desencadeno a la muerte de Kushina, porque su cuerpo no aguanto más, haciendo que la afección se convirtiera en un odio tan profundo que simplemente quería destruir de todas las maneras posibles a Naruto, pero nunca pensó que el violar al pequeño rubio hubiera sido tan excitante, nunca había sentido tanta lujuria – pronto Naruto… - cerro sus ojos y acaricio su miembro que estaba empezando a despertar ante unos recuerdos que invadieron su mente, los gritos, las suplicas, la estreches, la sangre - … muy pronto…

Pero el ruido de su teléfono lo interrumpió, por suerte para él su teléfono estaba en la mesita que tenía en frente a su que lo tomo y contesto, era su jefe.

- Señor…

- espero que ya estés instalado y ya comenzaras con lo que te pedí Minato… - la voz gruesa del otro lado de la línea era de Danzou

- claro señor, ya me dieron los inventarios entre otras cosas más, lo estudiare y are la contabilidad para saber cuánta mercancía necesitamos, así como los traspasos a las cuentas entre las otras cosas, lo más seguro es que me tome una semana para que todo quede como desea.

- perfecto y dime, ya tienes mi regalo… hace tiempo que no tengo a un rubio natural y si es tu hijo estoy seguro de que no estará nada mal.

Minato simplemente sonrió – ya me estoy encargando de ello, no se apure señor.

- recuerdas que cuentas con recursos para que me lo traigas como lo prometiste, no te abstengas de usarlos si son necesarios.

- por supuesto, no lo dudare…

En la mañana siguiente Iruka se encontraba cocinando el desayuno de los chicos en la casa Uchiha, habían llegado casi a las dos de la mañana, después de la plática con Kyubi, Kakashi y el no habían hablado nada de lo ocurrido, cada quien estaba en su mundo, pero eso no evito que los dos durmieran abrazados, pero el moreno no pudo dormir hasta muy tarde, el sueño se le espanto a las ocho de la mañana, a pesar de que había dicho que no se presentaría a la escuela y había reportado las faltas de todos, no pudo quedarse hasta tarde a dormir, por lo que con cuidado había salido de la cama de Kakashi y se había puesto a cocinar, una hora después de eso el peli plateado al dejar de sentir a Iruka se había levantado.

- ¿Por qué no dormiste un poco más? – le pregunto abrazándolo por la espalda.

- no podía – dijo dejándose hacer.

- sobre lo de ayer… sé que no vale de nada que te diga que ese tipo no me agrada porque tu lo conoces y el te ayudado mucho, pero… quiero que tengas cuidado con él, no confió en el…

- nunca me ha traicionado, jamás me ha lastimado, a diferencia de ti, que a pesar de eso te di una segunda oportunidad –y ese comentario no le gusto a Kakashi, separándose inmediatamente después, Iruka supo que había escogido mal sus palabras – Kakashi…

- lo sé, se que te he fallado en el pasado y que a diferencia de él no te he ayudado en nada realmente – decía dándole la espalda, estaba molesto, no con Iruka, sino que consigo.

- lo siento, se que hice mal la comparación, lo que me refiero es que todos merecemos una oportunidad Kakashi – ahora el que había abrazado por la espalda era Iruka al peliplata – el me ha ayudado demasiado y nunca se ha portado mal conmigo, así que es normal que en cierta forma lo disculpe, pero debí decir eso, después de todo eso ya es pasado… lo siento.

- no te disculpes – dijo dándose la vuelta y correspondiendo el abraza escondió su cara en la curvatura del cuello – después de todo no dijiste una mentira… pero dejémoslo, dime vas a hablar con el policía que te dijo.

- ya marque, pero se encuentra fuera y regresa mañana en la tarde, hasta entonces no podre hablar con el… por cierto… no tienes leche.

- ¿para el desayuno? Lo siento, es que los chicos no son muy amantes a ella, ¿Deidara y Naruto si?

- así es…

- podemos ir por ella Iruka…

La voz de Naruto lo sorprendió a los dos, Naruto y Sasuke ya habían despertado con algo de hambre y habían ido a la cocina, habían escuchado que Iruka había mencionado la leche.

- si el supermercado esta aquí cerca, creo que ayer se termino el jugo de tomate, además Itachi necesitaba unas cosas – dijo como si nada el azabache, un poco tranquilo de que Naruto hubiera despertado mejor

Iruka miro a Naruto, se veía más compuesta y en cierta forma tranquilo, pero no paso desapercibido los chupetones que tenía en el cuello, entonces comprendió que Naruto ya está experimentando que no todas las experiencias son malas y que se estaba dando una oportunidad, además estaba seguro que había dado un gran paso hacia delante, cerro sus puños con fuerza y camino hacia el rubio para abrazarlo, no iba a permitir que Minato lo hiciera retroceder de ninguna manera.

El rubio se dejo hacer, sabía que Iruka estaba preocupado por el, iba a disculparse por ello pero el moreno se separo de él y beso su mejilla – ¿Cuánto necesitan? – al parecer Iruka ya no quería mencionar nada al respecto.

Después de eso Naruto y Sasuke llegaron al supermercado, era más grande de lo que el rubio creía, inclusive había bastante gente, el azabache no quería dejar solo al rubio por toda la tienda por lo que le dijo que los dos buscarían las cosas, pero el rubio insistió que era mejor separarse para encontrar todo más rápido, duraron quince minutos discutiendo lo mismo hasta que el azabache acepto, Naruto no quería vivir todo el tiempo con miedo, simplemente quería intentar seguir con su vida normal, sabía que ahora las cosas eran complicadas y que estaba en peligro, pero no creía que en un lugar público y tan lleno de gente pasara algo.

Sasuke se fue hacia los pasillos de la derecha para comprar jugo de tomate y los encargos de Itachi, Naruto se fue hacia la izquierda por la leche y algunas golosinas, ambos habían quedado en encontrarse en las cajas, cada uno llevaba su cesta para cargar las cosas, Naruto ya tenía lo que quería porque eran menos cosas por lo que decidió ir por ramen ya que hace mucho no comía y quería uno aunque fuera instantáneo, tenía una sonrisa de oreja a oreja cuando tomo una de las cajitas, pero su sonrisa se le borro cuando escucho una voz, una que pertenecía a sus más horribles pesadillas.

- así que aun te gusta esa mierda.

- Minato… 

Notas finales:

el que sigue de actualizar es NUESTRA ETERNIDAD 

nos vemos espero mas pronto, no doy fechas porque estoy acutializando todos, solo les puedo decir que no quedan muchos capis de este fic, quedan 5 capis y uno especial, la conclusion de lo de Shikamaro y Asuma.

bueno, nos vemos 

Review???


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