Un fastidiado rubio observaba por la ventana como las flores de cerezo caían en la calle, siempre sintió un gran imán hacia esos paisajes precian gritarle algo importante que había olvidado, pego su nariz en el vidrio ¿Por qué tenía tantas de soltarse a llorar? De pronto la silueta de un joven se dibujó en medio de la calle, su cabello era castaño, no lograba ver su rostro solo sus labios se movían, parecía decirle algo, abrió la ventana pero desapareció junto a una ráfaga de viento, nuevamente se formaba ese hueco en su estómago, odiaba esa situación.
—¡Yu-chan! la cena ya está lista. —Hablaba un pelinegro. —Ven a sentarte.
—Ya voy. —Contesto de mal humor, detestaba ese tono que usaba. —Mi nombre es Yuki, no me gusta que me hables como si fuera tonto.
El rubio acomodo su flejo que tapaba una parte de su rostro, comió tranquilamente, honestamente no tenía hambre pero sabía que si no lo hacia su esposo le reñiría, no estaba de humor para soportar sus sermones, sus ojos se iluminaron al ver el postre, era un cheescake, lo devoro con ansia, no entendía por qué su olor le traía tan buenos recuerdos, cerró sus ojos disfrutando el sabor, nuevamente esos labios aparecían ante él, no sabía a quién pertenecían pero los amaba, después de la cena se dirigió a la sala donde se sentó a admirar su argolla, adoraba ese accesorio.
—¿estás seguro que vas a estar bien estos días? —Volvió a cuestionar el pelinegro. —Solo estaré un par días en Corea cuando pueda regreso a Okinawa.
—Voy a estar bien Woo Bin. —Contestaba el rubio con una mueca de fastidio. —He perdido la memoria más no soy un idiota.
Woo se acercó a su pareja besando su mejilla, sabía que le enfurecía no saber de su pasado, de no saber quién era, se sentó a su lado guardándolo entre sus brazos, el medico había dicho que después del accidente, sufrió de un gran traumatismo provocándole una amnesia irreversible, comenzó acariciar su espalda, a besar su cuello, ahora era suyo, completamente suyo. El rubio al sentir como su esposo lo comenzaba a tocar se levantó de golpe corrió hacia el baño, a veces no comprendía porque le daba nauseas sus besos, sentía una inexplicable aberración hacia su persona, se sentó en la taza sujetando su cabeza con ambas manos, odiaba ese sentimiento de culpa, como podía odiar a su propio amante, era frustrante no saber la verdad de su pasado, realmente odiaba su situación, nuevamente el hueco en su estómago le provoco algunas lágrimas, ¿Por qué tenía tantas de ganas de llorar? Abrió la regadera metiéndose bajo el agua, no deseaba que Woo lo escuchara llorar, tapo su boca con su mano ¿Por qué dolía tanto su pecho? Un año sufriendo de esa manera sin conocer quién era realmente.
Un pelinegro caminaba elegantemente por el pasillo principal de la prisión, el resto de los reos lo miraban admirados, su belleza era de otro mundo, cada mes tenían la buena fortuna de verlo recorrer su largo andar hasta una sala de interrogación, era un regalo de los dioses, ver tanta hermosura en un solo hombre, dos oficiales lo vigilaban de lejos, cuando paso por una de las celdas un sujeto gordo de mal aspecto comenzó a lanzarle piropos.
—Precioso muñequito mueve más ese pequeño trasero. —Le grito el tipo de la celda 310. —Pequeño gatito te hare tocar la gloria.
El aludido detuvo su andar, su sonrisa se esfumo, todos quedaron expectantes a sus movimientos, sabían que esa belleza de piel blanca era un tipo de cuidado, siempre había un sujeto nuevo que le gritaba obscenidades, se giró en dirección a la celda 310, ingreso a la pestilente habitación, el tipo que lanzo semejantes atropellos tenía una altura aproximada de 1. 89, tenía un gran problema de sobrepeso ambos personajes se quedaron viendo fijamente.
—Te has animado. —Hablo destilando un asqueroso aliento. —Gritaras porque te dé más, gatito.
El intruso le dio una patada en las partes nobles provocando que cayera de rodillas por el dolor, después le soltó otra patada en la cara haciéndolo que perdiera un diente, se colocó tras de él, sujetándolo por el cuello donde s puso una navaja fue desgarrando superficialmente la piel, un pequeño camino de sangre nació.
—Para la otra que me digas gatito. —Hablo con voz profunda. —Clavare esta navaja en tus partes. Ten cuidado idiota.
Le dio un último golpe noqueándolo, los oficiales tragaron en seco al igual que el resto de los reos, nadie se acercaba al sujeto de la celda 110, nadie sabía quién era o que había hecho ya que desde que llego, casi un año, no lo dejaban que se revolviera con el resto de la población, siempre solo y custodiado por un oficial, su belleza era infinita como su peligrosidad, todos le temían. El reo fue llevado a la sala que conocía perfectamente, lo sentaron en la misma silla de cada mes.
—¿Nos vas a dar la ubicación de las integrantes de Secret? —Hablaba Yang furioso. —Me estoy cansando de la espera.
—¿Por qué siempre preguntan los mismo? Ya les dije que no sé. —Respondía aburrido el pelinegro. —Esto es muy cansado deberían varían una vez en su vida.
JYP exploto de frustración estaban hartos del mismo juego, sabían perfectamente que ese hombre tenía mucha información bajo la manga hasta ahora solo les dio migajas, pequeños detalles pero nada en específico, se estaban cansando de su actitud manipuladora, estuvieron nuevamente en una batalla de preguntas y respuestas sin sentido. Los oficiales llegaron a su límite por lo que decidieron mandar al sujeto a su celda.
—Deben darse prisa en encontrar a las muñequitas. —Hablo al aire. —Por qué cuando plazo se cumpla no podrán tocar a Big Bang. Suerte con TS Family.
—¿Sabes quién diablos es TS Family? —Se volteo molesto Yang. —Ahora vas hablar idiota.
El investigador perdió los estribos para dirigirse al preso quien tenía una burlona sonrisa dibujada en su rostro, claro que sabía que TS Family comenzaba a darles dolor de cabeza a la policía, él mismo había mandado a las chicas de GI hacer algunos trabajitos ya que tenían que seguir con el plan original, adoraba ver furiosos a los policías, ellos detuvieron sus pasos para ir a socorrer a su amado, ellos lo ataron a una prisión, anhelaba la venganza, su caída.
—Deje en paz a mi cliente. —Grito una hermosa rubia. —¿Quiere tener problemas con derechos humanos?
El oficial chasqueo la lengua en signo de molestia, se alejó del reo para dirigirse a la salida, eso era el colmo del cinismo la misma abogada que llevaba el caso de la YG Family defendía a HimChan, estaba claro que BAP tenían negocios muy importantes con esa familia, OneKet se acercó a su compañero dándole la espalda a la cámara para susurrarle cosas al oído, el pelinegro solo asintió pero antes de irse logro decirle “Hazles la oferta que quieras para distraerlos pero quiero salir de este maldito lugar, quiero venganza” para después salir de la sala de interrogación.
—Bueno señores mi cliente está de buen humor ha decidido que les dará el paradero de 2NE1, pero si cumplen su única petición la cual consiste en dejar que tenga una compañía. —Hablaba educadamente. —Es un hombre que necesita desahogar sus frustraciones.
—Lo pensaremos. —Respondió secamente el capitán.
HimChan fue llevado nuevamente a su celda, su paciencia estaba llegando a su límite, camino en círculos por su pequeña habitación la noche llego sin que se percatara, así pasaba el último año hundido en sus pensamientos evitando caer en los brazos de Morfeo, detestaba dormir, era la peor parte de su reclusión, las imágenes regresaban cargadas de dolor, de lágrimas, vivir una y otra vez el peor terror de su vida no era agradable, se dejó caer en una mullida cama, el cansancio mental hacia mella en su salud, sus parpados poco fueron cayendo, los disparos resonaron en su cabeza, el terror se apodero de su alma, ahí frente a él estaba su amado, le regalaba una dulce sonrisa pero un gesto de incredulidad apareció en su rostro, bajo la mirada para presenciar como una bala atravesaba su pecho, corría para rescatarlo pero sus pies estaban pegados al pavimento, un grito resonó por el lugar, se despertó con miles de lágrimas recorriendo sus mejillas, su familia no podía estar muerta, debía ser una mentira deseaba que todo fuera solo una pesadilla, apretó su mano con furia golpeando la pared, pagarían todos aquellos que lo traicionaron, pagarían todos aquellos que los separaron.
El doctor Kim Hyun Joong ayudaba a su paciente favorito a realizar sus terapias, admiraba su perseverancia apenas tenía dos meses que había despertado de un coma crítico y ahora peleaba por volver a recuperar la movilidad en su débil cuerpo, desde que lo conoció dormido en esa cama algo en su interior se despertó, ¿Ternura? ¿Amor?, no estaba seguro, de lo único que estaba consiente era que deseaba protegerlo, al verlo tan indefenso, tan pequeño, como una mascota perdida sin un hogar para ir.
—Creo que es todo por hoy. —Comento dulcemente. —No debes sobrepasarte tu cuerpo aún está débil.
—Lo sé pero debo recuperar mis fuerzas. —Contestaba un serio castaño. —No soporto los hospitales.
Kim suspiro con resentimiento le hería verlo de esa manera, no conocía sobre su pasado pero se notaba que sufría, cuando despertó fue participe de la más bella sonrisa que podría existir en el mundo pero después de que sus hermanas hablaron con él, ese brillo desapareció, lo escucho llorar noches seguidas gritar varios nombres, entraba a su habitación para abrazarlo era cuando el más joven se aferraba a su bata y gritaba “No te vayas, por favor no me dejes.” Anhelaba acabar con esa incesante agonía en la que estaba hundido pero no podía hacer nada. Lo acomodo en una silla de ruedas para llevarlo a su cuarto al llegar vieron a dos bellas pelinegras que adornaban la habitación con varios pokemons.
—Hola Oppa, ¿Cómo estás? — Comentaba con una sonrisa Baek. —Te trajimos varios regalos.
—Estoy bien. —Contesto el castaño tratando de formar una sonrisa pero no lo logro. —Dr. Joong ¿Me podría dejar platicar a solas con mis hermanas?
El medico asintió y salió de la habitación, JongUp hizo un esfuerzo por pararse solo de la silla pero un ligero temblor provoco que cayera Ji Min se acercó para ayudarle pero rechazo su oferta, debía hacerlo por sí mismo si deseaba tener su venganza, si deseaba encontrar a su Familia debía ser fuerte, suspiro tranquilamente, cerró los ojos, una dulce sonrisa junto con una voz llegaron a sus oídos “JongPPie”, se levantó de la silla con elegancia camino hacia su cama con su fuerza de voluntad, sus pequeñas lo admiraban a más no poder, cuando lo encontraron flotando en el agua tuvieron que utilizar sus encantos para que no lo descubrieran y lo hicieran pasar por muerto después lo llevaron al Hospital donde engañaron a un inocente médico, sabían que nadie había dado con el castaño por que Kim lo protegía, le estaban agradecidas. Pasaron semanas enteras vigilando su sueño sin saber si un día despertaría pero con la esperanza de volver a ver su bella sonrisa.
—¿Qué han logrado averiguar? —Cuestiono acomodase en la cama, el castaño. —¿Saben que paso con el resto de la familia?
—Solo hemos logrado averiguar que tienen a un sujeto prisionero, es quien les ha estado dando migajas sin importancia. —Contestaba Ye Rin, sentándose a lado derecho de la cama. —Aunque somos oficiales de alto rango aún no tenemos acceso a esa información, lo siento Oppa.
Jong la miro con dulzura, no debía ser cruel con ellas, ya que también sufrían por la incertidumbre, por la partida, por la separación.
—No hemos hecho algún movimiento como TS ya que no queremos llamar la atención hasta que te recuperes. —Ahora hablaba Ji Min, sentándose al lado izquierdo de la cama. —Cuando estés mejor podremos seguir con el plan.
Las pelinegras abrazaron a su líder de grupo, ahora estaban solo ellos tres, su familia estaba desarmada, sus corazones heridos, pero el deseo de la venganza, de la revancha los animaba a seguir adelante, tal vez los habían debilitado pero no acabado, ellos renacerían para encontrar a su familia, estaban seguros que aún estaban ahí afuera esperando por ellos, se quedaron profundamente dormidos, abrazados. Tenían que recobrar fuerzas para lo que se avecinaba. Kim entro a la habitación esa imagen lo llenaba de ternura, se sentó en una silla para admirar tan bello cuadro ahora más que nunca deseaba proteger a ese trio pero lo que él no sabía es que esos ángeles eran miembros activos de una de las Familias más peligrosas que pudieran existir en Corea.
Los integrantes de Big Bang estaban sentados en la sala de su enorme mansión después del atentado en los muelles fueron encontrados sospechosos pero para su buena suerte ya antes habían sido procesados por problemas fiscales, sus bellas abogadas fueron lo suficiente astutas para tramitar un amparo logrando que al final estuvieran bajo arraigo domiciliario. Esta pausa molestaba a los oficiales ya que no podían tocarlos hasta que el grupo lograra aclarar sus problemas con Hacienda, en pocas palabras tenían las pruebas suficientes para hundir a los líderes de YG Family pero les era imposible tocarlos hasta que los procesaron por los cargos fiscales que casualmente no se podían comprobar alargando el proceso por casi un año. Ahí estaban sentados cómodamente tomando un tranquilo té mientras afuera SM e Interscope se destruían y Junsu se apoderaba de Asia.
—Honestamente no, nos agrada sus visitas. —Hablo pesadamente Daesung. —Gracias por su preocupación pero no queremos ver su cara.
—Yo tampoco estoy muy feliz de verlos tan cómodamente en su mansión. —Contesto con hastió Yang. —¿Cómo diablos crearon tan rápido fraudes fiscales y consiguieron automáticamente amparos?
Los integrantes de Big Bang soltaron una carcajada, ellos no estaban haciendo nada, el trato especificaba que ellos serían protegidos por TS Family, quien llevaría el control absoluto de su familia, depositar toda tu confianza en unos muertos no era buena señal, al inicio pensaron resentir del plan cuando se enteraron del desastre de Incheon pero el ver que fueron rápidamente protegidos por unas bellas jóvenes se dieron cuenta que tal vez el líder estaba muerto pero que el resto de TS Family seguiría con su objetivo, estaban admirados de su fortaleza, de su poderío, de su disciplina , al final si todo resultaba exitoso estarían felices de cumplir su parte del trato.
—Estoy harto de ver su cara así que lárguese. —Escupió irritado Taeyang. —No quiera que hagamos su trabajo.
—No se pueden ir sin antes ver la foto de mi lindo hijo, se parece tanto a su madre. —Hablaba con cinismo el maknae. —Aunque mejor no, deben ganarse su salario. Encuentren a mi esposa si es que pueden.
Yang y Park enfurecieron por las bromas les gritaban en su propia cara que aunque estuvieran presos en esas cuatro lujosas paredes seguían teniendo contacto con su debilidad, con su razón de existir, ellos podían quedarse tranquilamente sentados en su casa sabiendo que sus princesas estaban bien. Los oficiales utilizaban los métodos más eficaces para sacarles la información pero nunca cedían, tenían una voluntad de hierro, una fortaleza impenetrable. Ellos estaban a salvo ya que la misma policía los protegía de la mafia, había sido un plan perfecto, sus negocios estaban pausados al igual que sus cuentas bancarias pero aún así tenían acceso a dinero que no sabían de donde rayos lo sacaban, esas malditas abogadas eran sumamente astutas. Yang miró fijamente a los ojos del líder ambos sabían que estaban en un juego peligroso que al final uno de los dos lo perdería todo y lamentablemente como iban las cosas el oficial tenía todas las de perder.
—Tienes seis meses de límite para atraparme. —Hablo orgullosamente el GD. —Después de que ese tiempo se cumpla jamás podrás tenerme.
La pareja de oficiales salió de la habitación con una mueca de furia, presentían que les quedaba muy poco tiempo por eso llamaron a Woo Bin, necesitaban sacar la información de quien fuera necesario.
Un castaño caminaba de un lado a otro por el pasillo de un Hospital, odiaba ese lugar, no entendía ninguna palabra, siempre había sido malo para aprender otro idioma, en su rostro apareció una fugaz sonrisa ahora que lo recordaba YoungJae también se le complico aprender Inglés era bueno con el chino y japonés pero su pie de Aquiles era esa maldito idioma anglosajón, una punzada apareció en su pecho, debía ser mentira que estaba muerto o que había sido el traidor que llamo a la policía, tenía tantas dudas, tantos miedos, pero confiaba ciegamente en él, había llorado tantas noches por su ausencia, deseaba que todo fuera una mentira, debía serlo, lo extrañaba tanto que le costaba respirar sin su compañía, cerró los ojos recargándose en la pared acariciaba su dedo se sentía tan culpable de haber perdido su argolla, soltó aire tratando de sacar un poco del dolor que habitaba en su lastimado corazón, aun creía que su familia estaba ahí afuera esperándolos, de pronto alguien toco sus hombro, un bello rubio le sonreía.
—¿Ha salido bien de la operación? —Cuestiono el castaño con una luz de esperanza. —Debe ser tan doloroso salir de un quirófano para entrar a otro.
—El medico dice que es la última. —Hablo recargándose a su lado el rubio. —Cuando me pediste que me uniera a ustedes no estaba seguro, pensé que solo eran otro grupo de asesinos pero al ver como él sacrifico para salvar tu vida y la de SHINee me provoco admirarlo y seguirlo.
Ren acomodo su cabeza en el hombro de su líder de grupo, cuando GI les había llamado para socorrerles en el muelle no pensaron encontrarse con aquella escena desoladora, vieron como los integrantes de MyName caían acribillados por los oficiales, se deslizaron hasta llegar al almacén donde SHINee se trataba de quitar a U-Kiss quienes resultaron ser muy buenos, vieron como “aliados” a BAP colocaron explosivos, corrieron avisarles a sus camaradas y poco a poco fueron saliendo, MiKyung y Taemin fueron ayudar a DaeHyun quien estaba peleando contra Jevin y AJ pero las explosiones comenzaron a resonar por el edificio provocando que cayeran escombros, el fuego salió en forma de ráfagas obligando a la pareja quedar atrapadas en ellas, Bang al ver a sus compañeros de esa forma se deshizo de sus enemigos y corrió a rescatarlos provocándose graves quemaduras en el cuerpo, los saco como pudo de ese infierno pero de pronto una estructura les cayó el pelirrojo se colocó encima de ellos para que el peso lastimara su espalda y ellos pudieran huir, el resto de los compañeros auxilio al trio pero el líder de TS estaba demasiado herido, escaparon en una lancha, Nu’est, SHiNee y los dos integrantes de BAP, huyeron a una región de Tailandia, nunca miraron atrás ya que sabían que la policía los buscaba, por las graves heridas del mayor tuvieron que viajar a Estados Unidos ya que necesitaba los mejores cuidados para poder seguir con vida.
—Debes descansar. —Esta vez comento el líder de Nu’est. —Das lastima.
DaeHyun le regalo una mirada asesina, seguían sin caerse bien aunque llevaran un año de convivir juntos ahora JR era la pareja formal del rubio Choi. Todo ese año tuvieron que hacer varios trabajillos en América ya que al poco tiempo se quedaron sin dinero pero gracias a sus habilidades lograron hora tener una fortuna además de que los tratamientos de Bang salían demasiado caros.
—Ve a dormir. —Comento uniéndose Minho. —Onew se quedara a cuidarlo.
—Hemos logrado comunicarnos con la otra parte de Exo. —Comentaba ahora Key. —Ya está todo listo para que tú y Nu’est regresen a Corea para que comience con la venganza de nuestro amado líder Jepp Blackman.
Todos se miraron a los ojos, sabían que su Jefe de Familia solo había sobrevivido por sus deseo de venganza, les prohibió que lo llamaran Bang Yong Guk, ahora en adelante sería Jepp Blackman el hombre que acabaría con todos sus traidores, vengaría la muerte de su hermano, de su mano derecha, de su mejor amigo, de su nuevo aliado y del amor de su vida.