Capitulo: 5
El pequeño asintió y corrió por el capalote. El rubio siguió al pequeño, para poder hablar con él, -no savia que eras esclavo dijo él peque, en susurro.
-¡no lo soy!... él me dijo que si decía lo contrario él faraón me metería hoy mismo a su cama.
Yugi se sorprendió, -tal vez sea verdad, ya que mi tío no ha tenido ningún amante desde que yo llegue. Tú eres muy hermoso y tal vez le gustaste a mi tío, dijo el pequeño con tristeza.
-porque te has puesto triste de repente, pregunto el mayor.
-creo que te amo, pero si mi tío se ha fijado en ti jamás podre estar contigo.
El rubio se sorprendió no podía creer que ese pequeño crio fuera tan sincero, pero por una tonta razón le gustaba sentirse amado y deseado, “por otros”
Asi se marcharon los tres dejando a joey solo; digo con las ovejas, y en el camino atem y seth iban a la cabeza, algo lejos de los demás.
-Seth, quiero que dejes a ese joven en libertad
Seth sonrió por las palabras de su primo, -no, no lo are
Atem se sorprendo su primo estaba actuando extraño, seth no era del tipo que esclavizaba a la gente, sino al contrario.
-seth yo sé, que no te puedo obligar a renunciar a un esclavo, esa era la ley de mi padre y la respeto. Pero dime, porque… lo quieres como esclavo, tenemos muchos sirvientes, no lo necesitas.
-bueno mi señor, lo que pasa es que he decidido darle un padre a mi pequeña hija.
Atem se quedo anonadado, su primo pensaba a ser al chico su… ...Un grito saco de sus pensamientos al soberano, estaban cerca de una aldea, los gritos y llantos eran desgarradores, el BAKU estaba atacando a la aldea.
El pequeño yugi no podía dormir ya era casi el alba y sus tíos no regresaban, Salió de la cama, el cuarto se encontraba obscuro, hace horas las antorchas se habían acabado, él pequeño se dirigió hasta su balcón, atravesaban do cortinas de seda y con los pies descalzos, que tocaban el mármol frio, el chico, no distinguía nada, pero sabia perfecto a donde se dirigía, cuando el pequeño llego hasta el balcón pudo observar a sus tíos, que regresaban cansados y sucios.
Los sirvientes corrieron a recibir a sus soberanos, los dos se sentían morir querían tomar un baño y descansar.
El ojiazul miro al faraón, -que vamos hacer.
El joven rey tenía muy bien definido que era lo que arrían, -descansaremos y mañana… digo al rato, reuniremos a todos los guardianes de los artículos del milenio.
Los dos jóvenes llegaron hasta el salón del trono, la habitación tenía una luz tenue, lo cual no dejaba ver al pequeño yugi que se escondía en un pilar, él sabía que estaba mal escuchar conversaciones ajenas, pero él quería saber que era lo que pasaba, pero nadie le decía e incluso los sirvientes enmudecían a sus preguntas.
-y dime qué aremos con Gardner, ella ya no puede ser guardiana, tú hermana está a punto de morir.
Yugi escuchaba las palabras del castaño, y por más duras que fueran, eran verdad, -mi hermana tendrá que decidir a quién le dejara su puesto.
-y dime tú crees que encontraremos al nuevo guardián para mañana. Recibir un objeto milenario no es cualquier cosa.
-lo sé… seth, pero tenemos que intentarlo, sino creamos un campo de fuerza alrededor del reino muchas almas se perderán.
Seth miro a su primo y solo suspiro con pereza, -como tu digas, pero estoy seguro que no ay nadie digno para llevar el collar; atem sabía perfectamente que lo que seth decía era verdad, pero quería intentar el ritual de sucesión de poder, y tenía en mente a alguien, qué tal vez sería digno de llevar el collar del milenio.
Seth se retiro y dejo solo a atem, el soberano se sentó en su trono, hecho la cabeza hacia tras y cero los ojos, lo cual hiso que recordara lo sucedido por la tarde, habían sido muchos eventos, los demonios atacando a su pueblo, su suspiro con otro hombre, y la impresión que había causado el mismo hombre, ¿hombre?... ¡no!... Más bien un chiquillo, hermoso.
Yugi persiguió a seth, él sabía que seth le diría la verdad, o al menos le diría que estaba pasando y también quería preguntarle que era ese ritual, qué arrían a medio día, cuando RA fuera más fuerte.
Atem se quedo dormido en su trono, en la habitación entraban lentamente los rayos del sol, los cuales le hacían compañía a los sueños del rey. ||-mamá… el berrido de una inocente creatura se escuchaba, la pequeña personita era el mis misino atem. Una joven de cabello castaño, trataba de consolarlo, mamá no está hermanito, pero yo estoy aquí para cuidarte; el pequeño se sujetaba con fuerza de la falda de la chica. -donde esta mamá, pregunto él pequeño con inocencia; la chiquilla que se ponía al mismo nivel de su pequeño llorón y le dijo; -mamá a muerto, él pequeño no sabía qué era la muerte asi que inocentemente pregunto; -qué es eso… la chica estaba a punto de explicarle, pero una voz varonil la detuvo.
-Tea, deja que yo celo explique..., Tea era la forma en la que su padre la llamaba, la chiquilla asintió con la cabeza y se marchó||.
Yugi siguió a seth hasta sus aposentos, una vez adentro él ojiazul hablo; -no quiero hablar contigo, él enano se sorprendió, al saberse descubierto.
-yo solo quiero saber que pasa; pero nadie me dice
Seth estaba cansado, sucio, hambriento y lo qué menos quería en ese momento era hablar con él pecadillo de su primo.
Pero el pecadillo se mostraba firme en no irse hasta obtener respuestas. Seth le indico con el dedo que lo siguiera y él pecadillo avanzo, los dos llegaron al cuarto de baño del castaño, él mayor empezó a sacarse la ropa, yugi al observar las acciones de su tío se tapo los ojos y se voltio.
-no me digas que nunca has visto a otra persona sin ropa, yugi negó can la cabeza, mientras seth se metía al baño, que era como una mini piscina, llena de rosas de color blanco y litros de leche.
Una vez yugi sintió dentro a su tío se giro, -qué está pasando…
Un suspiro salió del oji-azul, -pecadillo se escucho de sus labios, te contare todo lo que quieras si medas de comer en la boca.. yugi busco con la mirada la comida y noto un tazón de frutas. Para yugi no era rara la petición de su tío, de hecho era normal en su relación.
Ya que yugi era muy ameno, a seth le causaba un enorme placer manipular al pecadillo; yugi se aproximo al oji-azul con el tazón y le dio a comer una uva.
-En el reino se encuentra un demonio, dijo seth mientras masticaba.
-Y no viene solo trae consigo a sus subordinados. Yugi a hora entendía la escena de esa tarde.
-y que aremos, pregunto con inocencia.
-aremos… -repitió seth- Eso me suena a manada.
Yugi se apachurro. Seth lo hacía sentir un inútil, cada que podía y en esta ocasión, no había sido la excepción.
Seth cedió cuenta del desanimo del pecadillo, -sabes él perro pastor muy pronto vendrá a vivir a este lugar, y dejare que juegues con él.
Las palabras del oji-azul impresionaron al pecadillo, pero también lo perturbaron. Ya que comenzó, a preguntarse un millón de cosa, que por el momento, temía preguntar.
La noche aun no terminaba, faltaban algunas horas, para que amaneciera. Y mientras los soberanos de Egipto descansaban.
Lejos, en un enigma Egipcio. Se encontraba un joven de ojos color agua verde. El cual se paseaba, por las cámaras de ese lugar, con una antorcha de fuerte fogón.
El chico se llamaba Duke, y era el actual sacerdote de Anubis...
Pero sus deberes religiosos. No lo traían a esta tumba olvidada. Más bien era otra cosa. La cual no lo dejaba descansar.
En eso el joven de cabello negro, entro a una recamara. Donde se encontraban, tesoros inimaginables.
Con un movimiento, deslizo un espejo. El cual reflejo la luz de la luna; e ilumino el lugar. Con el esplendoroso rojizo, de esa noche.
El lugar se encontraba vetusto, olvidado y sobre todo en tinieblas. Pero a pesar, de ser un lugar tan escalofriante.
Duke lo tomaba, como un refugio... Un refugio, en el cual se había, con sumado su amor; su primer beso y su primer desamor. Al ser ese el lugar en donde, había muerto su Tristán...
-no está aquí!.. susurro con tristeza.
El chico... al ser el sacerdote de Anubis, contaba con los beneficios y privilegios. De pergaminos antiguos, como mágicos. Y al llegar la pérdida de su amado. Torpemente, trato de regresarlo a la vida.
Pero todo había resultado, en un cataclismo; que azotaba a todo Egipto... Ya que desafortunadamente. Un demonio, había salido, en lugar; del alma de Tristán.
Este demonio fue astuto y muy inteligente. Pues en gaño al joven sacerdote; fingiendo ser su amado, perdido.
Después de unos días, de la resucitación. Duke comenzó a notar algo extraño, en su amado. Y lo primero que noto. Fue, que este ser no dormía...
De ahí en fuera, no había nada anormal.. Solo el hecho; de que este demonio, lo llamaba Ryuji, en vez de Duke.
-me buscabas!... -escucho él pelinegro cerca de su oído; lo cual lo iso estremecer- Y de un salto se alejó del susodicho
-¡tú!!.. fue lo único que pudo decir. Ya que ese demonio, lo comenzó a besar
-mi amado Ryuji.. dijo después de unos segundos. –pronto estaremos juntos, por toda la eternidad. Y ni ese maldito faraón, podrá evitarlo.
Lo único que necesito, son más almas, para poder abrir el portal; del mundo de las sombras. Y así mis hermanos y yo, gobernaremos este mundo. Como debió ser desde el inicio.
El chico al escuchar esta confesión, sintió escalofríos. Se sentía tan culpable, de tantas almas robada.
-¡no, por favor!... detén todo esto. Ya son demasiadas muertes por mi culpa.
Y si tú sigues haciendo esto. Mi alma jamás podrá descansar. Esto me atormentara, hasta volverme loco, y no solo en esta vida. Sino también en las que vendrán. Los dioses jamás me perdonaran. Yo... yo... yo, también seré un monstro.
Cálidas lágrimas, comenzaron a salir de los ojos del chico. Sentía tanto dolor, qué deseaba desaparecer; o jamás a ver nacido.
El demonio con sumo cuidado, toco la mejilla del moreno. Secando así, las lágrimas que escurrían. –no llores amado mío. Todo estará bien, porque yo esté contigo. Y no necesitara el perdón de ningún, maldito dios. Porque tú y yo seremos los nuevos dioses, del mundo que pienso crear. Un mundo perfecto, donde la muerte sea solo un estado más... nadie morirá... pero si sufrirán.
Tenebrosamente el demonio comenzó a reír, y Duke, solo lloro con más pasión.
-no por favor, detente.. Dijo en forma de susurro. Pero el demonio, iso omiso a la dicho, y comenzó a desvestirlo.
Duke, no pedía que detuviera, en hecho de ser desvestido. Más bien el pedía que detuviera, su perverso plan...
-faraón perdóname.. dijo en un pensamiento fugas; mientras era besado, en toda su extensión