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El ejército de dios. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

¡¡¡¡Hola!!! ¿que tal? Espero hayan tenido un buen inicio de semana! En este capítulo vamos con una parte que me gusta mucho! además ando feliz! la batalla de los dioses será traducida por las voces originales! casi me da un infarto cuando vi eso! y lo mejor VA A SALIR EN CINES!!(Yo siempre promocionando cosas jajaja ok no) jejeje bueno espero les guste! (volvemos a la seriedad señoras y señores xP) nota:hay una pequeña conexión con el capítulo 2, espero y la entiendan.

Pasaron dos semanas desde que el escuadrón de Kakaroto había regresado del planeta Trodu, Vegeta y el capitán no habían hablado, ni siquiera se había visto, simplemente uno se escondía del otro, pero en ningún momento, ni un sólo segundo, ninguno de los dos dejó de pensar en el otro. Vegeta obviamente no sabía la relación que existía entre el joven y uno de sus soldados, él se escondía por la única razón de que tenía miedo, estaba aterrorizado con la idea de comenzar una relación con Kakaroto, su orgullo de príncipe, de saiyajin, del gobernante, no se lo permitía, por eso cobardemente lo evitaba ahora a toda costa. Caminó seguido por Nappa hasta la sala de despegue, avanzaba con paso seguro pero silencioso y preciso, con ese toque elegante que solo alguien como él podía tener. Avanzaba cruzado de brazos, como solía hacerlo, mirando al frente con la cabeza en alto, pero mirando todo a su alrededor discretamente, estaba a punto de marcharse al planeta Metirol, eran unos guerreros no muy poderosos, pero había decidido llevar a un comandante de raza pura en esta ocasión, ya que por obvias razones, no podía llevar a su acompañante de siempre.
-¿En qué viajaremos príncipe?- preguntó Nappa alcanzando el paso de Vegeta, mirándolo de reojo desde arriba.
-es obvio que en una nave nodriza, ¿acaso crees que el príncipe de los saiyajin viajaría en una nave para los sucios soldados?- respondió Vegeta sin mirar a su compañero ni disminuir su paso. –Además Freezer indicó que esta raza es importante, debemos traer a los ejemplares más poderosos…- agregó subiendo las ultimas escaleras hasta la nave que aguardaba por ellos.
-¡TU MAMÁ ES UN HOMBRE!- se escuchó la voz de un joven a lo lejos llamando la atención del príncipe por unos segundos; era el soldado del escuadrón de Kakaroto, ese el cuál ni siquiera recordaba su nombre. Ignoró totalmente la escena y subió a la nave.
-¿Qué pasa con esos soldados?- dijo Nappa parado en la entrada de la nave. –Son unos irreverentes…- se quejó callado por el príncipe.
-ya déjalos Nappa… sube de una vez y cállate…- ordenó de mala gana el joven y el comandante obedeció soltando un  gruñido. Ambos se sentaron en las dos sillas principales, Vegeta tecleó rápidamente las coordenadas del planeta iniciando el despegue de la máquina, Nappa se cruzó de brazos y cerró los ojos recargándose en su asiento. Vegeta lo miró unos segundos recordado la imagen de Kakaroto en su mente, él había estado sentado en el mismo lugar dos semanas atrás, la última vez que lo había visto, justo cuando se dio cuenta del siguiente paso que planeaba dar su amigo, sabía a la perfección de que era de lo que quería hablar; debía admitir que ansiaba verlo, lo extrañaba, para el príncipe esto era algo relativamente nuevo, nunca se había visto en la situación de necesitar a alguien como en ese momento, pero definitivamente no se dejaría doblegar ante sus deseos e impulsos. Sí, el muchacho le gustaba, lo quería, y esa era exactamente la razón por la cual no quería verlo, porque sabía que en cuanto lo mirara, caería rendido sin oponer resistencia, y eso era lo que menos quería en ese momento, involucrarse sentimentalmente, con un hombre, no sonaba a buena idea. El planeta estaba a dos horas de Vegita en esa nave, así que Vegeta también se recargó en su asiento perdido en sus pensamientos. Llegaron más pronto de lo que esperaban, bajaron y se encontraron ante un planeta bastante civilizado, lleno de ciudades, vehículos voladores y gente, mucha gente. Nappa prendió su rastreador e infinidad de números aparecieron en la pantalla.
-vaya… muchos de ellos tienen poderes muy altos…- dijo Nappa un poco impresionado.
-no dejan de ser unos insectos…- respondió Vegeta comenzando a volar en dirección a unos edificios. Muchos rayos de energía derribaron rápidamente las grandes estructuras, Vegeta, a pesar de ser quien daba las órdenes, siempre terminaba dañando los planetas y destruyendo todo a su antojo. Nappa comenzó a lanzar energía en dirección a la multitud de apariencia similar a la de un saiyajin pero sin cola y un poco menos voluminosos, era algo que a él le apasionaba, crear el pánico entre la gente, hacerles sufrir, dañarles lentamente. Avanzaron rápidamente pulverizando ciudades enteras, con ataques y técnicas simples, Vegeta no dejaba de observar su rastreador procurando dejar con vida a los individuos más fuertes, al contrario Nappa mataba sin consideración alguna. Pasada solo una hora aparecieron unas grandes naves metálicas equipadas con un armamento militar, el príncipe se percató de ellas pero ni siquiera las dejó avanzar más cuando las hizo estallar en mil pedazos con tan solo una luz de poder.
-¿Dónde están los guerreros? ¡Quiero divertirme!- exclamó Nappa y ambos bajaron en medio de un grupo de personas.
-no lo sé… estas sabandijas son solo basura…- respondió el príncipe cruzándose de brazos localizando poderes en su scouter. Nappa sonrió a las personas y abrió su boca generando una luz muy potente, la gente comenzó a gritar y algunos intentaron huir inútilmente, se creó una gran bola de energía que se disparó a toda velocidad contra lo que el comandante tenía enfrente. El lugar donde segundos atrás estaba una ciudad entera llena de vida y gente, era ahora un lugar totalmente destruido, no quedaba rastro alguno de nada, solo se podía observar un gran cráter que abarcaba Kilómetros.
-¡creo que me pasé!- dijo Nappa mirando solo la tierra frente a él.
-déjalo así, no había nada rescatable en ellos…- contestó el príncipe retomando el vuelo.
-tres energías muy poderosas se están reuniendo en ese dirección…- dijo Vegeta aun inmóvil en el aire. – Así que iremos hacía allá antes, dejémoslos para el ejército de Freezer…- agregó señalando en dirección contraria a donde estaban las energías.
-promete que nos divertiremos con ellos antes…- continuó el comandante volando detrás del príncipe.
-ya veremos…- finalizó comenzando a destruir pequeñas aldeas desde arriba sin frenar su vuelo. Las energías comenzaron a avanzar en dirección a los dos saiyajins, pero esta vez ya no eran tres, si no cinco grandes poderes. Nappa parecía impaciente, pero Vegeta no dejaba de divertirse tirando grandes edificios.
-tranquilo Nappa… esperemos a que ellos lleguen… así será más divertido…- ordenó Vegeta al notar que su compañero comenzaba a avanzar en dirección a las energías, Nappa gruño pero obedeció girando su atención de vuelta a la ciudad. No llevaban ni medio planeta, no era uno muy grande, pero estaba bastante habitado. El príncipe comenzó a avanzar en otra dirección, pero los guerreros aparecieron antes de que pudieran avanzar más.
-¡¿quiénes son ustedes?! ¡¿Porque están atacando a la gente!?- gritó un chico de unos veinte años suspendido en el aire seguido de otros cuatro guerreros vestidos con ropa de pelea.
-nosotros somos saiyajins...-dijo Nappa girándose sonriente a ellos.
-no tienes por qué darles explicaciones…- comentó Vegeta mirándolos finalmente.
-¿Saiyajins? Ya han venido antes a nuestro planeta… ¿Qué quieren? ¿A que han regresado? – dijo un hombre de unos treinta o treintaicinco años, se pasó al frente dejando a sus compañeros detrás de él, era de los más grandes y también poseía el Ki más fuerte.
-¿ya han venido aquí antes? ¿De qué hablas? No habíamos mandado a nadie a este planeta…- dijo vegeta confundido e incrédulo.
-además, si eso fuera cierto este planeta ya estuviera vacío…- agregó Nappa negándose a la idea.
-hace unos ocho años, un grupo de guerreros saiyajins vinieron… eran cinco… ellos dijeron que venían aquí por diversión… eran fuertes, y en aquel entonces no habríamos podido contra su poder, pero uno de ellos, el mas pequeño, era un niño de unos ocho años, el prometió que no volverían a cambio de que nosotros les enseñáramos nuestras técnicas…- explicó el sujeto y Nappa no entendió nada, pero Vegeta estaba seguro de quienes estaba hablando ese Metirol-niano.
-¿un niño dices? ¿Hace ocho años?-preguntó pero ya se sabía la respuesta, en ningún otro escuadrón había habido un guerrero tan joven.
-eso es absurdo acabemos con esto de una vez…- gruñó Nappa mirando a la ciudad nuevamente.
-si… se llamaba Kakaroto…- respondió otro de los guerreros algo temeroso, pues Nappa justo en ese momento lanzo una bola de energía en dirección al suelo haciendo el nombre inaudible solo para él.
-Turles idiota, te mataré cuando regrese a Vegita…- susurró Vegeta suspirando como cansado.
-¿tú sabes de que hablan?- preguntó Nappa a Vegeta mirándolo de reojo.
-sí…- contestó en voz baja y se giró a los sujetos. –pero nosotros no somos tan buenos como ellos, a nosotros no nos interesan sus técnicas por impresionantes que sean, porque nuestra raza es la más poderosa del universo… no nos andamos con juegos…- soltó el príncipe amenazante y comenzó prepararse para pelear.
-Vegeta… ¿Qué tipos fueron los que vinieron?- preguntó Nappa mirando a su príncipe.
-no importa acabemos con los tres más débiles, a los otros dos solo dejémoslos agonizando- indicó Vegeta a su compañero quien ya estaba totalmente impaciente.
-será muy fácil, su poder es muy bajo, príncipe, déjeme acabar con ellos por favor…- pidió Nappa colocándose en posición de pelea.
-como quieras…- contestó Vegeta cruzándose de brazos listo para apreciar la batalla.
-pelearas contra nosotros primero…- dijo un sujeto y los dos con el poder más alto se pusieron en posición de pelea mandando a los tres más jóvenes atrás.
-¿tantas ganas tienes de morir?-respondió el saiyajin más grande en un tono burlón.
-Nappa… déjate de juegos… te dije que no puedes exterminarlo a él, si tanto quieren pelear solo dáñalos hasta que queden fuera de combate…- reitero Vegeta en forma de regaño.
-sí su alteza…- contestó de mala gana Nappa y tronó los huesos de su cuello intimidantemente.
-aquí voy prepárense…- exclamó volando hacía ellos con el puño cerrado, parecía un golpe certero pero los dos tipos lo esquivaron a la perfección.
-déjamelo a mí, luchare yo primero…- indicó el del poder más bajo de entre los dos Metirol-nianos más fuertes a su amigo. Nappa se giró a él lanzando golpes y patadas pero el tipo era veloz y sin siquiera esperarlo le dio un fuerte golpe en el estómago dejando al grandulón inmóvil un par de segundos.
-¡maldito! ¡¿Cómo te atreves?!- gruñó Nappa lanzándole una ráfaga de poder, el joven la esquivó con facilidad, pero funcionó como un distractor perfecto para que el saiyajin acertara un buen golpe sobre la cara de su contrincante. Se recuperó rápidamente para comenzar una batalla cuerpo a cuerpo contra el corpulento Saiyajin, a primera vista parecía que Nappa iba ganando, pero en realidad el chico solo esquivaba los ataques de su contrincante.
-ya deja de jugar Hidenori…- indicó el tipo más fuerte a su amigo en combate, que también observaba atento la pelea.
-¿Qué?- dijo Nappa distrayendo su atención unos segundos, el chico de tamaño considerablemente menor al d Nappa lo pateó fuertemente en la cara tirándole el scouter y sacándole un poco de sangre por la nariz.
-¡maldito mocoso…!- gritó el grandulón fallando un sinfín de golpes que comenzó a lanzar recibiendo fácilmente otro golpe en la cara.
-¡esto no es posible! ¡Él solo tiene un poder de 1200…!- dijo Nappa retrocediendo unos pasos.
-¡ya no! ¡Ya no los tiene!- gritó Vegeta sorprendido a unos metros de su compañero.
-¿de qué hablas? ¿De cuánto es su poder Vegeta?- preguntó Nappa algo molesto.
-¡es de 3000!- contestó el príncipe mirando los números en su scouter subir sin control en las energías de los cinco sujetos.
-¡eso es imposible!- dijo Nappa y el joven frente a él sonrió un poco confiado.
-parece que sus colegas no compartieron la técnica que aprendieron aquí…- dijo Hidenori volviendo a su posición de ataque. –Además hemos entrenado mucho desde la última vez que vinieron…- agregó y se lanzó contra Nappa goleándolo fuertemente en la cara. Parecía que en cualquier momento el grandulón caería ante la fuerza del chico pero comenzó a reír y de un momento rápido sostuvo ambas manos del chico inmovilizándolo totalmente.
-eres fuerte, debo admitirlo, pero aunque tengas un poder de 3000, no se compara con mi poder…- dijo Nappa comenzando a dar fuertes rodillazos contra el estómago del muchacho sin soltarlo de las manos hasta que finalmente Hidenori quedó sin aliento e inconsciente.
-¡Maldito!- dijo uno de los guerreros más jóvenes comenzando a volar en la dirección de Nappa.
-¡detente Yoshi…!- dijo el del poder más fuerte interponiéndose entre el camino. –ellos son muy fuertes para ti… esta vez yo me hare cargo…- indicó el mayor aproximándose al saiyajin que dejaba caer el cuerpo de su amigo al suelo desde una gran altura.
-¿qué poder tiene este Vegeta?-preguntó Nappa mirando de reojo a su príncipe.
-marca un poder de 2000, pero es obvio que ese no debe ser su máximo poder, no te confíes Nappa…- indicó Vegeta mirando los números comenzar a subir en su scouter, optando por apagar su rastreador pensando en que de todos modos no le serviría para nada. El tipo se abalanzó contra el grandulón, ambos golpeaban atinándose algunos pero esquivando la gran mayoría, las cosas parecían ir a la par con movimientos muy veloces y técnicas sorprendentes por parte de los dos.
-no peleas mal saiyajin… -dijo el sujeto limpiándose un poco de sangre del labio.
-tú también eres divertido…- contestó Nappa muy confiado, el sujeto comenzó a crear una bola de energía en su mano, aparentemente no era de gran tamaño, Nappa esperaba a que la lanzara de momento pero el tipo comenzó a atacar con la bola de poder rodeando su puño sin ningún efecto de hacer más daño aparentemente. Volvieron a los golpes luchando a la par nuevamente, Nappa lanzaba esferas de poder sin consideración contra su oponente, pero el otro se limitaba a esquivarlos y a contraatacar cuerpo a cuerpo, era casi imperceptible, pero Vegeta notaba cada vez más brillante la esfera de poder. Nappa golpeó fuertemente en la cara al tipo, pero este no perdió el ritmo comenzando a reír de medio lado.
-¿Qué es tan gracioso?- preguntó Nappa esquivando sus ataques y atinando otro nuevamente. El príncipe no dejaba de mirar la bola, estaba seguro, esa cosa era cada vez más grande. Nappa atinaba cada vez más golpes, pero el sujeto reía con más intensidad con cada daño recibido, Vegeta volvió a prender su scouter para mirar la energía acumulada. Los números comenzaron a subir descomunalmente, un poder totalmente sorprendente, la bola de energía tenía más de 10000; el príncipe no pudo ni abrir la boca cuando el tipo lanzo la pequeña luz de energía.
-¡QUÍTATE IMBÉCIL!- gritó Vegeta volando a toda velocidad quitando a su compañero de una patada, salvándolo por solo centímetros, la energía se estampó contra una gran montaña despedazándola sin esfuerzos creando un resplandor al momento del impacto.
-¿Qué demonios fue eso?- preguntó Nappa atónito ante la impactante escena frente a sus ojos.
-¡eres un tarado Kakaroto…!- lo regaño Vegeta sin darse cuenta de lo que decía.
-¿Kakaroto? ¡¿Me estas confundiendo con ese soldado de clase baja?!-se quejó Nappa saliéndose de la trama por unos momentos. -¡¿en qué rayos estás pensando?!- .“-pues exactamente en él…-” pensó Vegeta borrando de inmediato sus pensamientos.
-¡cállate! ¡Agradece que te he salvado!-contestó el príncipe furioso ocultando su vergüenza.
-esto era entre tu amigo y yo… - habló el tipo molestó por haber fallado su ataque. –Entonces no son unos guerreros de verdad…- continuó el sujeto elevando más su poder. -¡acabaremos con ustedes de una vez!-exclamó y fijó su mirada en sus tres amigos. –chicos, prepárense, aquí vamos…- indicó y los otros tres jóvenes elevaron su poder preparándose para atacar. Vegeta se puso en pose de pela listo para la batalla, Nappa se fue contra los tres jóvenes y dejó al príncipe contra el más fuerte de todos. Vegeta comenzó a atacar con todas sus fuerzas, al igual que su oponente, era una batalla limpia, solo cuerpo a cuerpo, sin necesidad de técnicas ni nada por el estilo, Vegeta era más fuerte que su oponente, pero este no dejaba de ser veloz y bastante hábil. El príncipe sabía que no debía matarlo, por eso no usaba energías de poder, pero cada ataque era certero. Nappa eliminó a uno de los chicos, el más joven de todos, quedando con solo dos enemigos, muy embravecidos; el sujeto contra el que peleaba Vegeta solo miró a su amigo caer llenándose más de furia, alcanzando un combate bastante parejo con el príncipe que apenas alcanzaba a esquivar sus ataques, siendo golpeado varias veces en la cara. La batalla duro unos minutos así hasta que Nappa lanzó un poder proveniente de su boca que hirió de muerte a otro de sus compañeros.
-¡MALDITOS SAIYAJINS!- gritó el contrincante de Vegeta girándose a Nappa dándole una patada que casi le rompe el cuello al grandulón, Vegeta miró los números en su scouter crecer aún más superando los suyos por una considerable cantidad, Nappa reaccionó torpemente fallando un golpe y recibiendo otro muy fuerte en la cara que lo mando a estrellarse contra un edificio. Vegeta se quedó inmóvil unos momentos sin saber qué hacer, debía admitirlo, tenía miedo, el tipo se giró a él cerrando el puño, el príncipe sabía que si lo golpeaba estaría frito, cerró los ojos como quien espera el golpe; el puño del tipo se frenó después de rozar el rostro de Vegeta, el príncipe abrió los ojos con la respiración algo agitada, el pecho del sujeto había sido atravesado por el brazo de Vegeta matándolo casi instantáneamente, el príncipe sabía que era el tipo más poderoso de ese planeta, pero en ese momento no vio más que su vida o la suya, aprovechando un pequeño descuido para aniquilar a su enemigo. Sacó su mano de entre el torso del sujeto dejándolo caer al suelo marcando su camino por un hilo de sangre que bajaba lentamente en dirección al piso. Yoshi, el único oponente consiente en ese momento, estaba totalmente atónito y sorprendido ante esa escena, con lágrimas impotentes derramando por sus ojos.
-Vegeta… lo has matado…- dijo Nappa recuperándose débilmente.
-cállate… todavía queda ese…- habló Vegeta intentando ocultar la impresión y adrenalina del momento. El príncipe avanzo en el aire hasta el muchacho deteniéndose frente a él.
-te necesitamos vivo ¿quieres venir por las buenas… o tengo que obligarte?-preguntó Vegeta al chico que solo miraba a sus compañeros en el piso.
-de ninguna manera aceptaría ir con ustedes…- respondió Yoshi con miedo en la mirada.
-ya me esperaba esa respuesta…- contestó Vegeta noqueándolo de un golpe sosteniéndolo del brazo para no dejarlo caer. Nappa voló hasta su príncipe con algo de dificultad.
-Ve por el otro que sigue vivo…- ordenó Vegeta refiriéndose a Hidenori quien solo había sido noqueado por Nappa. El comandante obedeció bajando por el otro chico, Vegeta creó una gran bola de poder con su mano libre y la lanzó al frente arrasando con ciudades enteras a Kilómetros, repitió el mismo proceso en varias direcciones vaciando el planeta fácilmente.
-vámonos de aquí Nappa…- indicó en cuanto su compañero se alzó en el aire. Ambos volaron de regreso a su nave colocando a los dos chicos en la cámara especial, se sentaron en sus respectivos lugares tecleando la dirección de Vegita en el mando de control haciendo despegar la nave. Volaron a través del universo hasta estar de vuelta en su planeta, los encargados de aterrizaje bajaron a los dos jóvenes aun inconscientes llevándolos a la cámara de recuperación, Nappa también se dirigió a enfermería, no estaba muy dañado, pero su cuerpo estaba bastante adolorido y golpeado. Vegeta ignoró el ligero dolor de algunos golpes y caminó en dirección a su castillo, llegó hasta la sala principal entrando sin siquiera mirar al frente atentamente. Frenó en seco cuando miró a Kakaroto parado frente al trono del rey mirando atentamente el escudo de su linaje sobre la pared. El corazón de Vegeta se alteró sin razón sintiendo miedo repentinamente, el otro chico parecía estar prestando mucha atención al frente así que el príncipe pensó en escapar silenciosamente comenzando a caminar de reversa.
-veo que ha vuelto su alteza…-dijo Kakaroto sin siquiera girarse al mencionado. Vegeta frenó su huida y se detuvo sin decir palabra. – ¿Salió solo en esta ocasión?- preguntó el más joven volteándose hacía su príncipe.
-realmente no, salí con uno de los comandantes…-contestó Vegeta evitando la mirada de su amigo quedándose fijo en el suelo. Kakaroto comenzó a caminar, Vegeta notó que no llevaba el scouter preguntándose en su mente como había hecho el otro chico para saber que estaba ahí, evitó su mirada hasta que su amigo quedó frente a él.
-¿ya no me necesitas?- susurró el más alto tomando el hombro de Vegeta.
-no es eso…- alcanzó a decir el príncipe mirando a otro lado sonrojado sin que el otro se diera cuenta.
-porque yo a ti si…-soltó Kakaroto en voz baja, pero clara, con la mirada perdida en la nada apretando cada vez más el brazo del otro muchacho. Vegeta sintió su corazón ir más rápido con esas palabras y esta vez no pudo ocultar el rubor, se giró al frente mirando a su amigo, quien tenía una mirada triste y sus ojos expresaban vacío.
-yo…-comenzó a decir el príncipe pero se calló de inmediato cuando Kakaroto lo tomó por la espalda y la cintura aferrándose a él, acercándolo con desesperación a su cuerpo, sintió su rostro cerca pero únicamente recargó su cara en su mejilla y lo abrazó fuertemente, transmitiendo amor y desesperación a cada segundo; Vegeta se quedó quieto, obligado a estar parado de puntas ya que Kakaroto prácticamente lo cargaba para abrazarlo, dejando su cara a la altura del hombro de Kakaroto.
-te he extrañado…-prosiguió el más joven con la voz temblorosa, Vegeta también lo había extrañado, pero el tono de desesperación en el que lo decía su amigo era bastante extraño, pues solo habían pasado dos semanas, era como si le hubiese pasado algo más. El príncipe no contestó nada, pero cruzó sus brazos alrededor del cuello de Kakaroto, y esto para el otro chico, significaba más que cualquier otra cosa.
-¿Por qué me evitas? ¿Por qué? Si yo deseo verte incluso en cada sueño…-agregó Kakaroto dejando salir su respiración sobre el cuello de su amigo.
-yo… no te evito… solo que pensé en dejar de molestarte todo el tiempo…- improvisó Vegeta sin saber que decir realmente.
-para mí, estar contigo es todo un placer… y sé bien que ese no es el motivo…-contestó Kakaroto haciendo sobresaltar al príncipe sorprendido por la seriedad y la forma tan directa de responder del otro chico, dejándolo sin palabras.
-no hace falta que me lo digas, estoy tranquilo con poder estar aquí ahora…- agregó Kakaroto soltando a Vegeta finalmente quedándose fijo en el suelo, como si su cuerpo ya no expresara nada.
-¿Qué es lo que te pasa?- preguntó el príncipe al notar la ausencia no corporal de su amigo.
-no, no es nada…- contestó mirándolo de frente intentando sonreír falsamente.
-¿acaso ya no confías en mí?- preguntó Vegeta para hacer caer a Kakaroto.
-claro, eres mi amigo…-dijo Kakaroto mirándolo profundamente. –Pero no puedo decírtelo…- agregó secamente.
-ya veo…- dijo Vegeta mirando el suelo con preocupación y desilusión.
-aunque si puedes ayudarme…- prosiguió el chico más alto llenando su mirada de esperanza y melancolía.
-¿ayudarte? ¿Cómo?- preguntó Vegeta con curiosidad y preocupación, Kakaroto lo tomó por la barbilla acariciando su mejilla suavemente.
-simplemente, no te alejes de mi…- soltó creando una atmosfera inigualable, es como si se entregaran todo sin hacer nada, los ojos entre cerrados y cristalizados por las lágrimas del menor hicieron estremecer y sobresaltar cualquier sentimiento dentro del corazón del príncipe, Kakaroto parecía tener un rostro triste, pero mirando más allá de lo que sus ojos a simple vista ofrecían, Vegeta pudo observar la felicidad y ternura en esa mirada que dejaba resbalar una lagrima por sobre su mejilla; la quijada del menor estaba apretada sosteniendo mil palabras, o quizá dejando escapar todo el silencio que necesitaba. Vegeta no dijo nada, solo se quedó mirándolo y sintiendo su mano sobre su rostro, lo único que pudo hacer fue asentir con la cabeza intentando responder logrando únicamente mantener la boca entreabierta. Kakaroto lo tomó por los hombros agachando un poco la cabeza para mirarlo a los ojos dejando salir una hermosa, sincera, encantadora y amable sonrisa, esa sonrisa que movía los adentros del príncipe revoloteando todo dentro de su cabeza.
-gracias…-habló Kakaroto con una dulzura y honestidad tan pura que habría sorprendido a cualquiera, dejando a Vegeta con ganas de poder decir algo, pero al mismo tiempo borrando cualquier idea de su mente.
-Kakaroto, acompáñame adentro…- dijo finalmente Vegeta comenzando a caminar en dirección a la entrada del palacio por la puerta que había a un lado del trono. Kakaroto lo siguió de muy cerca, pasaron por varios pasillos y cuartos dentro del palacio, incluyendo la cocina, pero esta vez ninguno de los dos parecía interesado en ello. Entraron a una habitación, donde había lujosos muebles y sillones elegantes y perfectos, era como una sala de juntas o algo parecido. Vegeta le indicó con la mirada a su amigo que tomara asiento, este obedeció sin pensarlo, el príncipe comenzó a buscar en una gran pared llena de libros una lectura en específico. Sacó uno de entre tantos, era un libro bastante grueso con pasta roja y letras doradas en la portada las cuales Kakaroto no pudo entender. Vegeta se sentó a su lado comenzado a hojear el libro, a decir verdad Kakaroto no comprendía ni uno de esos símbolos, sabía leer el idioma de la tierra que su abuelito le enseñó cuando era un niño, y la simbología que se usaba en Vegita, la cual Raditz y Broly se encargaron de enseñársela.
-¿qué idioma es ese?-preguntó el más joven después de varias páginas que pasó Vegeta.
-es la escritura saiyajin...-contestó el príncipe mirando a su compañero.
-pero...-soltó Kakaroto pensando en que esos no eran los símbolos que había en el cuartel y en todo Vegita.
-el que tú conoces es la simbología de Freezer, incluso hasta eso nos quitó...-explicó Vegeta encontrando la página que buscaba finalmente. -mira... este libro contiene lo último de la historia saiyajin, desde antes que Freezer llegara...-dijo Vegeta mostrando imágenes y páginas que el otro chico no entendía bien, pero en una de ellas notó el símbolo del linaje de Vegeta.
-ese... es el escudo de tu familia...-comentó Kakaroto señalado el dibujo sobre la página, Vegeta llevó su mano de inmediato al dije de su collar sosteniendolo fuertemente en su puño.
-si así es...-contestó el príncipe perdido en la pintura.
-hace tiempo que quería preguntarte sobre eso...-dijo el menor señalando la medalla de Vegeta.
-esto es algo muy importante para mi, ha pasado de generación en generación en mi familia, para mi representa más que el escudo de mi familia, respresenta toda la raza saiyajin, toda la historia de este planeta, el emblema del planeta Vegita...-explicó Vegeta sosteniendo su medalla fijo al frente pero mirando más allá de lo que podía. -es lo último que me queda de todo, lo único que hemos podido conservar de nosotros, perdí a mi padre, el orgullo, el poder, la dignidad, todo nos fue arrebatado...-agregó mirando el libro algo melancólico.
-ya veo...-contestó el otro chico mirando el escudo de igual manera.
-¿sabes porque te quería mostrar este libro?- preguntó Vegeta volviendo a su realidad.
-en realidad no...- respondió el joven mirando los símbolos en las amarillentas páginas.
-por que quería mostrarte todo lo que hemos logrado, todo eso que al parecer no ha valido la pena, desde el principio nacidos para gobernar y terminar siendo los sirvientes de ese maldito...-comenzó a decir Vegeta llenándose de rabia. -he llegado a pensar que ya no vale la pena seguir peleando, que no tiene sentido estar en una guerra que no es nuestra, cuando murió mi padre intentando liberar nuestra raza, raza a la que le he tenido que mentir diciéndoles que somos libres, me dí cuenta que hiciéramos lo que hiciéramos no saldríamos de ser sólo esclavos, deberíamos haber muerto en lugar de ser rebajados a esto...- continuó mirando a Kakaroto. -pero ya no más...-dijo cerrando el libro, Kakaroto lo miró serio, pensando en todas las injusticias, pensando en todo lo que Vegeta había tenido que soportar en silencio.
-por que ahora ya tengo un motivo para pelear, tengo una razón para intentar seguir en la batalla, para intentar liberar a mi raza...- agregó el príncipe con voz sería y precisa. -ahora te tengo a ti...-habló mostrando finalmente una señal al chico después de tantas cosas que debió decir. Kakaroto sintió alegría rotunda, esas palabras significaban mucho, llenando su corazón de una extraña sensación.
-yo también seguiré en la pelea junto a ti... y no me detendré hasta vernos libres... hasta verte a ti feliz...-contestó Kakaroto tomandolo de la mano.
-gracias a ti ya puedo desahogarme, ya no me siento vacío...-continuó Vegeta suspirando algo apenado. -por eso quería darte esto...- agregó y soltó la mano de su amigo para sacarse la medalla de su linaje, la sostuvo en su mano mirándola de cerca por última vez.
-pero eso es algo muy importante para ti...-habló el menor sorprendido.
-por eso mismo, tu eres mi razón, lo más importante, por eso te la doy, por que quiero que tu la tengas, para que lo sepas, para sentirme de alguna manera conectado contigo...-explicó Vegeta colocandole lentamente la cadena alrededor de su cuello, Kakaroto no dijo nada, estaba impresionado y algo dentro de él lo hacía sentirse muy mal, se sentía de cierto modo culpable de sus actos.
-gracias... la cuidaré muy bien...- dijo Kakaroto con la voz entrecortada sin una razón aparente, la tomó entre sus manos envolviendo también las manos de Vegeta y entrelazando sus dedos en la medalla, como un símbolo de su unión, de su amistad, de su amor.
-me alegra que hayas venido a verme...-susurró Vegeta abrazando a Kakaroto por el pecho. El adolecente lo pegó a él rodeando su cabeza pasando sus dedos por entre su alborotada cabellera, pensativo, y perdido entre tantas ideas, tantas cosas y muchos, pero muchos sentimientos corriendo de un lado a otro sin dirección ni sentido. El más joven comenzó a llorar sin poder tragarse el nudo que se creaba en su garganta, sin poder evitar sentirse mal por los dos, por Vegeta y por supuesto que por Broly, quien justo ahora lo buscaba desesperadamente, y en quien tampoco había sacado de sus pensamientos, pero también se sentía mal por el mismo, por no poder elegir y necesitar de ambos con locura.
-¿porque lloras?-preguntó el príncipe mirando a su amigo hacia arriba, al sentir las cálidas gotas caer sobre su piel.
-no importa, sólo abrazarme... con esoes suficiente...- respondió el adolescente tomando con más fuerza el cuerpo de Vegeta contra el suyo, el príncipe sólo obedeció deseando saber que ocurría, pero el suave sonido del corazón de su amigo pegado a su rostro lo tranquilizaba bastante. Se quedaron ahí atrapados en la melodía del silencio donde sólo sus corazones adornaban el vacío de la habitación. Pasados unos minutos las lágrimas habían cesado, ambos se sentían más tranquilos, pero Kakaroto sabía bien que afuera había alguien triste, desesperado y muy probablemente enojado esperando por él. Alguien a quien había abandonado sin explicación en la habitación y que incluso escondió su Ki y se quitó el rastreador para no ser localizado. Acarició la mejilla del príncipe una vez más y lo separó lenta y suavemente de su cuerpo.
-tengo que irme...-indicó el adolecente levantándose del sillón.
-si, esta bien...- contestó Vegeta poniéndose también de pie. Ambos avanzaron a la salida del castillo, Kakaroto sostenía en su mano la medalla dorada colgante de una cadena del mismo color, mirándola atentamente fascinado con la idea de tenerla ahora él, era un gran, hermoso y significativo detalle. Vegeta caminaba mirando de reojo los ojos brillantes de su amigo, feliz por estar con el, pero hasta cierto punto decepcionado pues Kakaroto nunca tocó el tema el cual tanto tuvo miedo y era la razón de su distanciamiento, su cerebro sabía que era mejor idea que su amigo no las dijera, pero su corazón ansiaba impaciente poder escucharlas, creando dentro de el una guerra que lo llenaba de paz y de tristeza. Llegaron hasta la puerta y Kakaroto la abrió saliendo y girandose al príncipe.
-gracias su Alteza... verá que todo saldrá bien...-se despidió el adolecente volviendo a esa manera formal de hablarle a su príncipe. Vegeta sonrió de medio lado mirando la mano de su amigo sostener la cadena fuertemente y salir corriendo en dirección al cuartel. Kakaroto corrió como un desesperado sin saber que le diría a Broly, y preocupándose mas con cada paso.
-¡hey Kakaroto!-escucho esa voz suave y ligera de Droxx llamándolo desde no muy lejos.
-¡Droxx! ¿Sabes donde esta Broly?- preguntó sin rodeos el adolecente.
-no se… estaba en el 524, pero después se fue… no se a donde…- respondió su amigo extrañado. –de hecho tampoco se donde están Turles ni Raditz, me siento solo…- continuó el chico con cara preocupada.
-préstame tu scouter…-dijo Kakaroto, ya que su rastreador estaba en la habitación, ignorando las palabras de su amigo, Droxx obedeció quitándoselo y entregándoselo a su compañero. Kakaroto encendió el aparato intentando localizar a Broly por el comunicador, ya que no sentía su Ki en ningún lado.
-¿Qué haces?- preguntó Droxx mirando las letras en el cristal.
-busco a los chicos, deben traer su rastreador…-mintió para que no notara su interés en su compañero.
-¡buena idea! No se porque nunca se me ocurren esas cosas a mi… yo tenia el rastreador apagado…-  comentó el joven mirando a su amigo.
-maldición no esta…- susurró Kakaroto quitándose el objeto de la oreja entregándoselo  nuevamente a su amigo.
-¿Dónde están?- preguntó Droxx muy interesado.
-Raditz esta en la habitación de Turles, al igual que él, pero Broly no aparece en ningún lado…- contestó el mas joven algo nervioso.
-¡malditos! ¡¿Por qué demonios no me dijeron que estaban ahí?!-se quejó Droxx bastante furioso. Kakaroto soló rió burlándose de su amigo, volviendo a sus pensamientos rápidamente.
-oye… ¿Qué es eso?-preguntó Droxx señalando la medalla colgante sobre su pecho.
-ammm… no nada…- respondió de inmediato guardando la cadena dentro de su armadura.
-vamos… volvamos al 524, no me dejes… Turles y Raditz son muy raros, supongo que debe ser la edad, ya se les secaron las neuronas…-insistió Droxx jalando a Kakaroto del brazo rumbo al cuartel.
-ve tu, yo iré a buscar a Broly… -contestó el adolecente zafando su brazo. –llegaremos enseguida lo prometo…- finalizó Kakaroto comenzando a correr en otra dirección, Droxx no tuvo de otra y se fue solo a su habitación. Kakaroto comenzó a correr entre los pasillos buscando a Broly desesperadamente, pasó por afuera de la entrada del palacio mirando de reojo hacía adentro del lugar apreciando simplemente la oscuridad de la sala y el trono vacío del rey al fondo, por un momento pensó en revisar ahí, pero solo llevaba cinco minutos de haber salido de ese lugar, girando nuevamente al frente continuando su camino.
-bien… bien… muy bien…- dijo Broly dejando su masculina voz resonar en el eco de las paredes. -¿me pregunto que cosas iras a decirme esta vez….?- siguió hablando solo saliendo de detrás de un pilar de la sala principal del palacio mirando a su joven amante alejarse a gran velocidad buscándolo desesperadamente. -¿Cómo intentaras justificarte en esta ocasión?- volvió a preguntar para si mismo parándose enfrente del trono del rey mirando atento el escudo sobre la pared, estaba totalmente furioso, seguir a Kakaroto no fue tan mala idea después de todo, y mas aun esperar y observar todo de tan cerca sin ser visto siquiera, desde la llegada del príncipe, hasta el momento en el que el adolecente abandonó el lugar, incluso seguirlos hasta la sala dentro del palacio le sirvió bastante al chico, le sirvió para darse cuanta que las cosas no estaban avanzando como él lo había pensado, saber que hacen cuando escapan sin razón, cuando dicen cosas que son mentira. Sentía la autoestima por los suelos, el orgullo pisoteado, su confianza traicionada, sus sentimientos vacíos, cada palabra que dijo el chico, cada una la cual Broly pudo apreciar a la perfección, cada una diciendo y gritando que lo que había entre ellos no era suficiente, que simplemente no quería nada de eso, que no era feliz. Se cruzó de brazos con su scouter color verde en la mano, mirando el símbolo, con odio y desprecio, con ganas de destruirlo al igual que al propietario de ese linaje, deseando poder sacar todo ese rencor que se acumulaba poco a poco en su corazón.
-¿Qué mentira me dirás cuando te vea?-volvió a preguntar como si se dirigiera a Kakaroto, se dio la vuelta dejando detrás de él la cosa que parecía odiar más en la vida, para salir despacio en dirección al cuartel, colocándose nuevamente el scouter en su oreja izquierda.
-¿Broly?- pregunto Droxx de inmediato por el transmisor.
-¿Qué pasa hermano?-preguntó su compañero ocultando su voz llena de enojo.
-¿Dónde estas? ¡Me siento solo! ¡Ven al 524!- exclamó Droxx bastante fastidiado.
-si voy para allá, espérame…- finalizó Broly cortando la comunicación caminando a gran velocidad hasta su habitación. Abrió la puerta y se encontró con un chico que intentaba ahorcarse con su propia cola.
-¿Qué se supone que estas haciendo?- preguntó Broly entrando en el cuarto.
-intentaba suicidarme, el silencio y la soledad no son buenos…-contestó Droxx soltando su propio cuello.
-jajajajaja… dices muchas tonterías amigo…- contestó Broly sentándose en el suelo.
-no, es en serio, Turles siempre esta con Raditz, y tu ahora estas todo el tiempo con Kakaroto, ¡yo siempre me quedo solo!- se quejó el chico cruzándose de brazos, diciendo eso que siempre había querido decir.
-ha… perdón… -dijo Broly apenado, pues tenía razón, ellos eran mejores amigos, pero no dudaba ni dos segundos en abandonarlo por Kakaroto. –Pero no eres el único al que lo dejan solo…- comentó perdiéndose un poco en sus pensamientos. –Intentare no volver a hacerlo…- agregó Broly acariciando la cabeza de su amigo. Droxx sonrió algo forzado, borrando esa felicidad que siempre traía, por primera vez, asintió con la cabeza y prendió su scouter.
-¿sabes porque no fui con Raditz y Turles?- preguntó Droxx con seriedad en un tono bajo.
-no… ¿Dónde están?- contestó Broly extrañado por la manera de hablar de su amigo.
-porque… ¡LA MAMÁ DE TURLES ES UN HOMBRE!- gritó en dirección al cuarto contiguo.
-¡YA CALLATE DROXX! ¡TE GOLPEARE SI VUELVES A HABLAR DE MI MADRE!- gritó Turles defendiéndose.
-¿están aquí al lado? ¿Por qué no estas con ellos?- preguntó Broly sorprendido.
-no, cuando abrí la puerta mire algo que no debí haber visto nunca…- explicó Droxx volviendo al tono serio.
-¿Qué viste?- interrogó el más alto bastante intrigado.
-vi… a Turles y Raditz… no esto es muy fuerte mejor no te digo…- se giró Droxx al techo recostándose en el suelo.
-¡dime que viste!- insistió Broly bastante interesado.
-esta bien me convenciste…- dijo Droxx sentándose otra vez.- escúchame bien… vi que… ¡LA MAMÁ DE TURLES ES UN TRAVESTI!- gritó nuevamente en dirección a la pared.
-¡DROXX HIJO DE PERRA!-contestó Turles desde la otra habitación.
-¡NO ME JODAS DROXX ESO NO FUE!- reclamó Broly enojado, Droxx solo comenzó a reír.
-¡¿BROLY ESTAS AHÍ?! ¡VEN Y ABRENOS!- gritó Raditz desesperadamente.
-jajajajaja en realidad los idiotas se quedaron encerrados…- contestó el joven finalmente.
-¿encerrados? ¿Cómo? ¿Por qué no rompen la pared?- preguntó Broly sin poder creérsela.
-¿recuerdas la ultima vez que rompimos la pared?- dijo Droxx haciendo que Broly recordara el día hace un año y medio, cuando jugaban a las luchas y lanzaron a Raditz de cabeza contra la barda tirándola cayendo dentro de la habitación de Turles.
-sí, si me acuerdo…- contestó Broly sin entender la pregunta.
-¿te acuerdas que nos dijo el encargado del edificio?- preguntó nuevamente el otro muchacho.
-sí, que era la séptima vez que destrozábamos las paredes… que éramos unos retrasados… que parecíamos unos locos… que estaba harto de nosotros…- respondió el otro joven recordando esa bola de energía que lanzó Droxx dormido la cual tiró la pared del fondo, el entrenamiento de Kakaroto dentro del cuarto, la competencia de la cabeza  mas dura, la broma para asustar a Turles, y un sinfín de idioteces mas que terminaban derribando los muros.
-no, bueno si eso también, pero me referí a lo otro…- continuó Droxx levantándose. –dijo: “si vuelven a tirar una pared, entonces dormirán afuera…”- habló Droxx repitiendo las palabras de aquel día.
-jajajajaja, es cierto, ¿Cómo pude olvidarlo? ¡Que tiempos!- exclamó levantándose y siguiendo a su amigo. Llegaron al pasillo y se pararon frente a la puerta del siguiente cuarto.
-¿y que no se puede abrir desde afuera?- pregunto Broly pensado en que Droxx los abría sacado.
-si…-contestó despreocupado el otro muchacho.
-¿entonces porque no los sacaste?- dijo Broly en tono molesto.
-jajajajaja… así es más divertido, el sistema se trabo por adentro, solo debemos presionar el botón desde afuera…- explicó Droxx señalando la luz roja brillante.
-¡BROLY DEJATE DE TONTERIAS Y ABRE DE UNA VEZ!- gritó Raditz escuchando todo desde adentro.
-¿Por qué no le hablaste al encargado del edificio?- preguntó el mencionado sin entender nada.
-lo hicimos… se rió de nosotros y luego corto nuestra comunicación…- respondió Raditz sin entender, por qué, quizá las múltiples bromas, los insultos, las paredes y mobiliarios rotos lo traía algo molesto con ellos.
-¡Y LA RAMERA DE DROXX NO QUISO ABRIRNOS!- agregó Turles enojado.
-¡ustedes tienen la culpa por dejarme solo sin avisar!-se quejó Droxx nuevamente.
-¡pero si te dijimos! ¡Nos ignoraste por estar viendo a esas dos guerreras!- explicó Raditz sorprendido.
-¡Hola chicos!-dijo Kakaroto llegando repentinamente. Broly borró la sonrisa que había en su rostro presionando el botón de la puerta sin decir nada mas ignorando por completo al chico que acababa de llegar, pasándose de largo a su habitación.
-hey… Broly espera…- habló Kakaroto comenzando a seguir a Broly sin hacer caso a la discusión que comenzaron sus tres amigos afuera.
-¿Qué? ¿Qué quieres?- preguntó de mala gana el joven dándole la espalda a Kakaroto, el cual entró cerrando la puerta tras de él.
-te estaba buscando, ¿Dónde estabas?- contestó el chico y Broly soltó una risa sarcástica.
-¿en serio? Vaya…- respondió el mayor subiendo a su cama sin prestar atención en el tema.
-¿Qué te pasa?-dijo Kakaroto en un tono bastante preocupado.
-nada…-contestó secamente sin voltearlo a ver. –Es solo que, él que se fue de aquí sin decir palabra, fuiste tu…- continuó el joven cruzándose de brazos. –Por que no me dices mejor ¿Dónde estabas tu?- preguntó esta vez Broly mirando al techo aguantándose la rabia.
-yo… fui al palacio… -contestó dudando de su respuesta, pues los nervios y el miedo comenzaban a consumirlo.
-ho ya veo… que bien ¿no?- contestó en un tono sarcástico a mas no poder. –y… ¿a que? Si se puede saber, claro…-agregó deseado impaciente una respuesta sincera.
-con Vegeta… tenía que aclarar cosas con él…- respondió y Broly comenzó a reír por el cinismo del chico.
-¡que bien!- exclamó el mayor, comido internamente por los celos totalmente enojado y desesperado.
-Broly te quiero y no pienso perderte…- habló rápidamente Kakaroto silenciando la risa de su amigo.
-si, por supuesto…-contestó el mas grande en un tono como de burla.
-es en serio, te quiero y te necesito…- prosiguió Kakaroto llamando finalmente la atención del mayor. –Te necesito ahora y siempre…- continuó comenzando a llorar, para todos era imperceptible, pero la parte más difícil de todo se la estaba llevando él, con tantas cosas revolviendo su mente, simplemente ya no aguantaba más, estaba harto de todo, harto de despertar cada día sin una respuesta, harto de pensar una cosa para cambiarla al segundo siguiente, harto de amar a dos y no poder estar tranquilo con ello. Broly se quedo callado mirando la expresión de desesperación y miedo en los ojos de su querer. –No te enojes conmigo… no ahora, necesito de ti, te necesito…- dijo con dificultad entre lagrimas negando desesperadamente con la cabeza, Broly no supo que hacer, sabía que estaba siendo sincero, ¿entonces que?, ya no entendía nada, estaba cansado de esos altibajos sin sentido ni razón, y por más que lo intento no pudo resistirse ante ese rostro que ansiaba un consuelo, haciendo de lado todo su enojo y sus dudas de un momento, desapareciendo de su corazón todo el odio y rencor que segundos antes lo invadían, era débil, muy débil ante sus deseos, y justo ahora lo único que comenzó a recorrer su mente fue la necesidad inmediata de querer protegerlo y consolarlo, deseando desaparecer ese dolor de su corazón. Kakaroto bajó la mirada intentando detener sus lagrimas, Vegeta lo necesitaba, así que ante él tenía que ser fuerte y contener sus sentimientos, pero frente a Broly nada de eso importaba, podría mostrarse tan débil como quisiera, por que había algo en su compañero que lograba hacerlo sentir seguro, cómodo, protegido, completo, sin nada más que pedir. Broly bajó de un salto tomando al más bajito por los hombros abrazándolo tiernamente, rodeándolo con esos brazos protectores que tanto disfrutaba sentir, correspondió a su abrazo logrando únicamente comenzar a llorar con más intensidad, simplemente ya no podía mas.
-tranquilo… no me gusta que llores…- indicó Broly sosteniendo su rostro entre sus manos, Kakaroto lo miró en silencio, pero las lagrimas no dejaban de caer. El más grande junto sus rostros uniendo sus labios en un beso, dejando entrar por la abertura de sus labios un par de gotas saladas, la cuales se unían entre la pasión del momento, lagrimas que no solo provenían del rostro de Kakaroto, si no que también habían comenzado a brotar del otro chico, dejando salir lenta y silenciosamente su dolor y miedo de perderlo, al igual que su maldita resignación de saber que eso pasaría, y que sin duda alguna, no lo detendría.
Amaneció un nuevo día en Vegita, Vegeta se levantó algo temprano comenzando a caminar hasta su comedor, en el cual, ya lo esperaba Asim en un lado de la mesa.
-buenos días su alteza…- saludó la mujer amablemente, el príncipe se dedico a mirarla arqueando una de sus cejas en señal que la había escuchado. Las chicas de la servidumbre atendieron al príncipe velozmente de una manera rápida y eficaz.
-¿Qué hay para hoy?-preguntó Vegeta a su “asistente” haciendo una pequeña pausa en su comida.
-al parecer nada, hoy salen tres escuadrones a combate… es todo lo programado…- respondió la chica parada a un lado de él.
-bien… ¿porque no vas a divertirte un rato Asim?- dijo Vegeta dejando sorprendida a la mujer, era lo más cercano a un familiar para Vegeta, la estimaba, pero nunca llegaba a demostrar nada de eso.
-¿a que se refiere príncipe?- preguntó la mujer confundida aun sin creérsela.
-pues que vallas pasear, a ver soldados… ya estas vieja mujer, ve a buscar alguien que te de hijos…- respondió bromeando como pocas veces solía hacerlo, se levantó de su silla comenzando a salir al pasillo del palacio pasando a un lado de la mujer dedicándole una sonrisa como nunca y rozando su brazo ligeramente.
-como ordene… su alteza…- contestó la chica atónita mirando a Vegeta abandonar la habitación, realmente el príncipe estaba muy feliz, tanto que no podía ocultarlo, caminó hasta el patio cuando su scouter comenzó a hacer ruido.
-príncipe, disculpe que lo moleste, pero Freezer esta llamándolo desde la base de comunicaciones…- dijo Asim preocupada.
-esta bien, voy para allá… pero ya salte de ahí, anda mujer, ve y has algo mejor, yo me encargo de todo…- reiteró su oferta caminando de regreso al palacio. La base de comunicaciones era un cuarto especial con una sola pantalla donde podía contactar con Freezer, era la única forma de hablar con él sin que este viniera a Vegita, los scouters no estaban diseñados para hablar con el emperador del universo. Vegeta llegó hasta la sala entrando sin pensarlo y sentándose en el único asiento frente al monitor.
-¡príncipe! ¡Que gusto me da verlo!- saludó Freezer con ese tono elegante e hipócrita que tenia.
-al grano Freezer, ¿Qué pasa?- preguntó Vegeta cruzándose de brazos.
-tengo entendido que fuiste con un comandante a la misión que te asigne en otro día…- comenzó a hablar el emperador cruzando sus dedos al frente.
-si, ¿Qué con eso?-dijo el joven molesto.
-no, nada, me sorprende que no haya ido ese soldado de clase baja que tanto proteges…- respondió Freezer como burlándose diciéndolo con voz de desprecio y asco.
-dile a Zarbon que no sea tan entrometido…-soltó Vegeta sabiendo que era el quien solo se la pasaba vigilándolo en todo momento.
-jajajaja… Vegeta, Vegeta...-dijo Freezer negando con la cabeza. -¿hasta cuando vas a entender?- preguntó el emperador sonriendo.
-¿para eso querías háblame? Pff…- contestó Vegeta levantándose de su lugar.
-tranquilo, eso no era lo que quería decirte, tus asuntos no me interesan…- respondió el tipo y Vegeta volvió a su asiento.
-tengo una misión especial, pero esta vez no es para ti…- explicó Freezer seriamente, Vegeta llevó su mano al pecho buscando sostener su medalla, encontrando únicamente el vacío, recordado rápidamente que entonces no estaba solo en esto.
-esta misión es justamente para ese soldado y su escuadrón…- continuó hablando el sujeto.
-¿para Kakaroto?-preguntó Vegeta extrañado.
-si, exactamente, para Kakaroto…- contestó sonriendo malévolamente. – viajará al planeta Sensa, lo más pronto posible, quiero ese planeta vacío e intacto para dentro de tres días…-indicó alzando tres dedos frente a él. –Sin errores, quiero dos ejemplares… - agregó como enojado –nos vemos después Vegeta…- finalizo seriamente terminando con la llamada.
-muy bien gran Freezer, mandar a esos tontos ahí fue muy buena idea…- dijo Dodoria parado a un lado del emperador.
-por supuesto que si soldado Dodoria, esos inútiles jamás podrían contra el poder de los sensa-sianos…- respondió Freezer comenzando a avanzar en su asiento flotante.
-pero, y si realmente es tan fuerte como lo habían detectado nuestros vigilantes…-dijo Zarbon en un tono preocupado.
-no seas tonto soldado, eso es exactamente lo que quiero saber, si ese sujeto llega a sobrevivir a ese planeta, entonces valdrá la pena conservarlo, pero si muere junto con su escuadrón, entonces todos esos números en nuestro registro eran falsos…- explicó Freezer saliendo de la habitación.
-esto… será divertido…- finalizó deslizándose hasta su trono dejando notar en su rostro una felicidad y emoción indescriptible.
Continuará…

Notas finales:

Este estuvo cortito también, jejeje pero bueno díganme que piensan porfavor!!! ame sus reviews valla jajaja! me gusta que me escriban! me anima, me inspira y me motiva, en serio! gracias a los que me siguen se los agradezco mucho, la cosa se va a poner buena!!! así que no se pierdan el siguiente! actualizo el viernes 31 o sábado 1. La verdad reprobe una unidad de cálculo y tengo que estudiar!! jeje bueno gracias a todos!(en especial a lili210700 que me sigue desde el principio y me ha dejado sus lindos comentarios, gracias) saludos suerte! Muchas gracias por leer! Espero sus comentarios!!!!

 

 


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