Capitulo: 12
Desde la puerta, una voz se escuchó –¡es mi culpa amo!... ..con lágrimas en los ojos.. Duke se tiraba al piso; mientras los tres lo miraban con cuestión
-¡a que te refieres! ..gruño él amo..
-yo... ..lloriqueo, el joven.. Yo soy el culpable, de todo esto. Una noche, de hace un año. Robe los pergaminos, del difunto escriba Maximiliano... Yo había escuchado rumores; de que los muertos, pueden regresar a la vida. Así que, por simple egoísmo y aberración (error). Regrese el alma de mi novio, a su cuerpo. Pero esa noche, lo que salió, no fue el alma de mi novio. Sino un demonio, hambriento de rabio y sediento de sangre.
Los presente, quedaron impactados, por lo relatado. Pero en ese momento, no tenían, el tiempo suficiente; como para enjuiciar, al sacerdote.
-tenemos que escapar ..pronunsio el faraón.. Que con su mano, apagaba un poco, de fuego, que había entrado a la habitación. Claro con ayuda de magia...
-¡a donde iremos!.. ..pregunto alterado él pequeño pecadillo..
-¡no temas... mi niño, yo cuidare de ti! ..el mayor camino al pequeño y lo abrazo.. Te he dicho, que te amo más que mi propia vida. Y moriré cien beses, antes de permitir, que te toquen.
-¡bravo, bravo, bravo!, ..se escuchó un aplauso, tras otro.. dejando sorprendidos a los presentes
Los ojos de todos, se paralizaron. No podían creer, lo que observaban. –Joey... ..dijo él pecadillo..
-¡sí!... ese es el nombre; de este cuerpo... ¿Saben que es lo curioso?... ¡Qué acabo de descubrir!.
Seth apretó los diente; no entendía, el por qué. Ese demonio hijo de perra, estaba poseyendo, el cuerpo del pastor.
-¡Qué cuando, cambio de cuerpo!. Este desea a su amado; igual que como. El cuerpo del comandante te deseaba; mi pequeño, ojos verdes ..el demonio miraba intensamente a Duke.. Pero conforme, pasa el tiempo. Yo también deseo al otro ser vivo. Eso supone; que formare mi propio harem ..el demonio, redirigió la mirada, sobre el joven de ojos azules.. Te hare mí, hasta que pidas perdón. Por serle fiel a mí enemigo. Nos la pasaremos, en la excitación; hasta el fin del mundo humano.
seth sonrió con arrogancia –Eso significa, que tenía razón. Y ese perro ovejero, me deseaba. Y simplemente, tenía que darle un pequeño empujón.
Yugi al escuchar, las palabras de Seth, se entristeció. Mas la palabra amigo, cruzo por su mente... Joey siempre le dijo, que serían amigos... ¡tal vez me apresure!; ..pensó el niño, que suspiraba... ¡Tal vez Joey! ya estaba, enamorado de mi tío, desde antes de conocerme.
Lo que pensaba, Yugi era cierto. En el rio Joey, confirmo que le gustaba, pero su mente; lo desengañada, diciéndole, que él visir, era mucho para un ovejero... y simplemente se dijo, no quiero perder mi libertad... pero de cierto modo, Joey se sentía feliz, de ser cuidado por el moreno...
-sabes que te mataremos ..dijo el visir, con sonrisa arrogante y los ojos cerrados... No creas, que por que estas en el cuerpo del perro ovejero, nos detendremos. Admito que fue astuto... pero, pese a todo, tengo un deber, con mi pueblo. Yo fui educado de esta manera. Me enseñaron a sacrificar, lo más importante del mundo; por el bien común.
Yami escuchaba, las palabras de su primo; y el no recordaba, nada de eso, en su educación. El simplemente, era berrinchudo y despilfarrador. Tal vez era un mal gobernante. Si no fuera por su amado primo, el reino sería un caos.
Fue entonces, que la admiración nació, en el corazón del faraón –no Seth... si matamos a este demonio, el joven de cabellos rubios, jamás volverá a renacer. Pues su alma, está pegada, con la de él. Y los dioses, no dejan renacer a los demonios. Por ninguna circunstancia... es mejor, sacar el alma del chico. Y que ella encuentre su siguiente cuerpo...
Los presentes, miraron al faraón... Y lentamente se separaron de los gobernantes. Pues sabían, que una pelea se avecinaba.
-Yugi ..dijo el amo.. Cuando tengas oportunidad, huye y busca a tu madre. Si se dirigen al occidente; encontraran refugio. No estoy seguro, de cuanto dure esta guerra, pero prometo encontrarte, en el occidente.
Yugi retrocedió y observo la puerta libre. Y rápidamente se acercó a ella. Pero Bakura, lo detuvo. –¡vas alguna parte!
Seth y Atem... se sorprendieron al ver, que él pecadillo, era detenido. –Te conozco, ..dijo Seth, con suspicacia.. Esta mañana, te vi con el perro. Así que tú fuiste, su verdugo...
El chico sonrió –no lo digas así. Además él fue el estúpido, que se dejó envolver, con mi encanto.
El chico aventó a Yugi al piso. Y el pequeño solo lo observo, desde abajo, con sus grandes ojos.
-¡malvado! ..reclamo el pecadillo.. Joey de seguro, confió en ti.
-¡cállate estorbo!... tú no sabes nada, sobre mí. Tú no sabes todo, lo que he sufrido; por la culpa de tus malditos tíos... ..inesperadamente Bakura, acomodo una patada, al rostro del pequeño.. Yugi solo se quejó y sujeto su mejilla; mientras que de su labio, corría sangre.
-como te atreves ..grito enfurecido, del faraón.. mientras que con movimientos, alebrestados. Se acercaba a los dos. Pero un enorme BAKU, lo detuvo en seco. Y con una pata, lo arrojo lejos. Golpeando así, con un pilar, que ardía en llamas.
-¡cómo me atrevo!... A ti no te importo, hacer esto, con mi madre, que pedía piedad. A ti no te importo, quemar las casas, de los inocentes; ni mandar a violar a los niños y mujeres. A ti no te importo destruir naciones completas... “¡Y todo por querer venganza!”... Por la caída del reino de Moto.
El faraón miro al joven de cabellos blancos. Al cual no podía cuestionar, nada. Ya qué todo era verdad.
Con premura la mente del visir y la del faraón. Recordaron las batallas, del año pasado.
El faraón recordó la noche, en que su hermana, llego a él. Pidiendo asilo y piedad... Entre sus brazos, traía envuelto un bultillo, que temblaba de pies a cabeza. En esa ocasión, fue el primer encuentro; con su pecadillo...
Seth conmemoro la noche, en la que el pecadillo llego al palacio. Este se encontraba revisando papales, importantes. Que tenía que revisar el faraón, a la mañana siguiente.
Mas repentinamente un escándalo, ya hacía en su ventana. Con lentitud, se aventuró a revisar el sitio. Tapándose así, con la princesa ensangrentada. A ferrándose con todo su ser, a un pequeño bulto.
Los días pasaron y la princesa, había recobrado el habla. Pues estar vagando en el desierto siete días, la tenía casi moribunda... “¡Deshidratada como quemada por el sol!” Era lo mínimo, pues los médicos. Descubrían, que la mujer no viviría, más de un año. Ya que su cuerpo, había contraído una bacteria, en el desierto... Era seguro, que la soberana, había bebido agua de un oasis maldito.
Esto fue lo último en los recuerdos, de los soberanos. Antes de comenzar a hablar.
-La caída del reino Moto, solo era la apertura, de una guerra. Que los reinos bajos, no pudieron ganar... En realidad, nosotros no hicimos nada. Entre ustedes se destruyeron...
¡-mentira!!::: eso es una asquerosa mentira.
-Yo aún recuerdo, el olor de ustedes, cuando llegaron. Su olor era per-fumante y embriagador, el cannabis perfecto. Pero lo único, que jamás pensamos, era que esa noche; ustedes nos destrozarían. Aún tengo grabado, en mi alma. Cuando ustedes dos, me violaron. Recuerdo su sonrisa burlona y malvada. Cada vez que se subían en mí.
De los ojos de Bakura, salían lágrimas, llenas de dolor nauseabundo. El chico realmente sufría, al recordad, cada rose de piel.
-Cuando terminaron conmigo, y me dejaron abandonado en mí choza. Comencé a llorar, con toda mi alma; con todo mi ser... Y fue hay, que una voz se escuchó. Era la voz de mi amo y salvador. Que trataba de consolarme, con unas simples palabras.
-No llores. Me decía con ternura y cariño. Yo recuperare tu honra, y vengare la muerte de tus seré queridos... Pero primero, tienes que liberarme; de este maldito encierro. En el cual, me ha tenido, el hijo de RA...
Cuando tuve fuerzas y pude moverme solo. Comencé mi viaje, al alto Egipto. En donde mi amo, me había ordenado, matar al guardián de los escribas Maximiliano... Mientras él, se encargaba del comandante y del estúpido sacerdote enamorado...
Después de eso, hemos esperado un año. A que mi amo, recuperara todo su poder; y que formara su ejército de bestias infernales. Mas cuando pensamos, que ya estábamos listo, para la venganza. Descubrimos algo, que no podíamos, dejar escapar... descubrimos, que ustedes malditos; estaban enamorados y dispuestos a todo. Así que le suplique a mi amo. Que me permitiera lastimar, a sus amados. Para que supieran, que se sentía perder; a alguien preciado de su corazón. Ahora lo único que impulsa, y le da sentido a mi vida; es la venganza...
Los presentes guardaban silencio, mientras observaban al joven de cabellera blanca.
-¡Maldito!... ..gruño con odio, otro joven presente.. Tú me quitaste a mi gran amor. Y lo convertiste en un demonio. Todo por una venganza... ¡PERO!... “Que fue lo que yo te ice a ti”
Duke con astucia y rapidez. Se tirro sobre él peliblanco. Tomándola así, por el cuello de la camisola que él otro usaba.
Mientras lo zangoloteaba y reprochaba... –eres una miserable cucaracha... maldito, mil vez maldito.
Del joven de ojos agua marino. Escurrían lágrimas, sin parar... Y los presentes, anonadados, de tal escena. Permanecieron callados; e septo uno. Que se quejaba de dolor
-ahr, ahr... ..resonó de los labios del Faraón..
-no te levantes ..dijo Seth; que se acercaba, para ayudarlo a pararse.. Creó que tienes una costilla rota. Y será mejor que no te muevas de más. Sino podrías perforar un pulmón.
Con la advertencia de Seth. El faraón se recargo en un pilar cercano. Pero a este no le gustaba, en lo absoluto la situación. Pues el humo, inundaba el lugar. Casi, hasta dejarlos sin visión alguna.
-¡Yugi! ..dijo con desesperanza el soberano..
Pero Yugi no lo escucho. Ya que estaba observando la pelea, entre los dos susodichos, anteriores.
-¡Seth Trae a Yugi!...
-no ..dijo él visir, que sostenía el cetro del milenio.. Primero tenemos que deshacernos de ese demonio. Sino... todo el reino perecerá...
-¡QUE NO ENTIENDES!... qué Yugi para mí, lo es todo... Así que te ordeno, que vayas a buscarlo, ahora mismo!...
El faraón gritaba a pulmón tendida, mas Seth no prestaba a tención. Pues el joven sabía; que estaban rodeados de demonios. Y Que si bajaba la guardia; los demonios, con seguirían lo que deseaban; el alma del faraón. Para convertirla en un BAKU, formidable y con una potencia destructora. Que ni los dioses, podrían parar.
Así que por el bien del reino y de la humanidad. Tenía que desobedecer; las ordenes de su amo.
En eso, el demonio que había atacado, al soberano. Se posó frente a sus ojos. Gruñendo y bosando, como todo un demonio; ansioso de sangre.