Desperté jueves por la tarde, sentí mis ojos a punto de explotar, no se querían abrir por completo, estaba muy cansado, me había perdido ese día de clases, que importaba, solo quería dormir, vi que al lado mío había una bufanda gris, era la de Logan, la tome y e inhale su aroma, aún tenía la esencia de Logan en ella, recordé todo lo de la fiesta, cuando baile con esas acosadoras, el bufet con comida viva, cuando estaba con Logan en el elevador… la cena… esos besos que me dio… hoy todavía sigue siendo su cumpleaños, ¿estará en su casa?, me levante de golpe de la cama
-¡no le di un regalo!- recordé que al fondo del gran salón había una gran mesa con varios regalos sobre ella, tenían envolturas azules, rojas, doradas, blancas, eran chicos, grandes, largos… de todo tipo, había muchos regalos… y ninguno era mío
-…rayos… - me baje de la cama y por primera vez que estaba en San Francisco me puse mis lentes, los cuales tenían un armazón negro, delgado de la parte de abajo y gruesos de arriba, mi madre me los compro para evitar problemas de visión gracias a mis horas frente a la computadora, ahora me los ponía para que no se me vieran tan hinchados, y con mis ojeras más remarcadas, prendí la computadora, y al estar frente a la pantalla… ¿Qué debo hacer?, se me había olvidado el motivo del porque la prendí, menuda memoria la mía,
-Kalil…- entro mi madre- ¿ya estas frente a la computadora? – hay va su regaño
-no… es solo que… no recuerdo que iba a buscar… - puso sus puños en la cintura
-de acuerdo, ve a bañarte y baja a comer algo, ¿sí? – asentí y salió de mi habitación, tenía hambre, solo había comido… ¿Cómo se llamaba el platillo que Logan hizo… para mí?, volví a apagar la computadora y me fui a bañar, sentía mal mi cuerpo, aún tenía mucho sueño, pero el agua me despertó un poco, salí de la ducha, me vestí con un pants rojo, y una playera blanca, me vi en el espejo y mi vista se clavó en mi cuello, ¡aún seguían ahí esos chupetones!... ese Logan… ¿Por qué los hizo?, me talle un poco el cuello, no servía, ¿Cómo se quitaban los chupetones?, ¿y si mi madre los ve?, ¿Qué le diría?... termine de vestirme, esta vez no me puse zapatos y solo unos calcetines blancos, baje las escaleras y en la cocina me encontré a mi padre, creo que con los mismos síntomas que yo, tenía sus ojos rojos y se le veía demacrado, pero mi mama, estaba fresca
-esa fiesta estuvo muy buena ¿verdad Kalil? – me sirvió un poco de sopa, y empecé a comerla sin ganas, me moría de sueño
-si mama- sentía que me quedaba dormido en la mesa, quería seguir durmiendo,
-solo te salvaste esta vez de no ir a la escuela, mañana a clases jovencito- ¡solo era viernes!, ¿Quién quiere ir a la escuela en viernes?, y más con sueño, que de seguro no se me va a quitar,
-Kalil, ¿y esos chupetones?- dijo mi padre, quien solo había estado callado, como siempre, pero ahora tenía que hablar… lleve mis manos a mi cuello y mi madre me las quito
-explícate Kalil- puso sus puños en la cadera, ese Logan… me metió en problemas, pero…
-no lo sé, tal vez fueron las chicas con las que baile… y no me di cuenta – tome otra cucharada de sopa, esa era la mejor mentira que podía haber formulado
-¡eras lindísimas esas chicas!, ¿verdad cariño? – mi padre asintió, y siguió tomando su café- está bien Kalil, no te regañare… pero no llegues a mas ¿de acuerdo?- mama, ya ni soy virgen
-está bien mama, lo prometo- seguimos comiendo, y mi madre seguía con el tema de la fiesta de Logan, nos contó que conoció a mas señoras de su edad, mi padre y yo la escuchábamos bostezando de vez en cuando, quería irme a mi cama, y por fin se me hizo.
A la mañana siguiente, ya me sentía un poco mejor, pero seguía con sueño, me fue a despertar mi madre, me fui a bañar, me vi en el espejo, seguían los chupetones, ¿Cuándo se quitarían?, prefería que ya se quitaran pero a la vez no… me puse el uniforme, ese día me pondría mis lentes, tal vez podría dormir un poco en las clases, y como no estaba Bruno… tal vez me iba a aburrir, vi en la cama la bufanda de Logan, inhale su aroma y me la puse, así me cubriría las marcas de mi cuello, desayune y emprendí mi camino a la escuela, caminaba como zombie, me sentía como un zombie, y me veía como un zombie, de vez en cuando cerraba mis ojos, y creo que me quedaba dormido, pero no, llegue a la estación y ahí estaba el vagón, subí y esta vez no me toco asiento, tal vez el de la suerte era Bruno… ¿estará aburrido viendo cosas de chica?, ¿querrá morir?, llegue a la escuela y me fui a mi salón de clases, inmediatamente cuando toque la banca, me recosté y puse mi mochila como almohada, sentí que alguien tocaba mi hombro, me exalte un poco, a mi lado estaba parado un joven, lo primero que vi fue su cabello pelirrojo, me senté bien y lo mire
-¿dime?- me frote un poco los ojos, lo vi mejor, era alto, pero menos que Bruno, tenía ojos de color negro y un poco de pecas en la nariz
-solo… quería preguntarte si… ¿puedo sentarme a tu lado?- vi el resto del salón, aún estaba vacío ¿Por qué se quería sentar conmigo? Y ¿era nuevo?, no lo había visto en clases, me hice a un lado y me senté en el lugar de Bruno,
Si… claro- volví mí vista a mi mochila,
-gracias- se sentó, y saco una libreta- no te había visto… ¿eres nuevo?- levante mi vista y lo vi mejor, su piel era blanquísima, era igual a la mía- ¿me escuchas? – me había perdido viendo su piel que ni le conteste
-¿he?... a… si…digo ¡no!, no soy nuevo… a ti no te había visto- me miro ¿divertido?
-entre ayer a la escuela, ¿no viniste ayer a la escuela?- este chico… sentía algo raro
-no… tuve un… contratiempo- me quede dormido todo el día por ir a una fiesta, que no sabía para quien era, y resulto ser para la persona con la que me acosté al conocerla-
-ya veo… - definitivamente era raro… ¿Cómo se llamaba?, no me dijo su nombre
-por cierto, ¿Cuál es tu nombre?- él se giró a verme
-que descortés soy, mi nombre es Oliver y vengo de España- ¿Oliver?... un nombre normal… -y ¿el tuyo?- no sonreía, solo me miraba, examinándome, como Logan…
-Kalil- me cohibí mucho, por suerte las clases empezaron, miraba de reojo a Oliver, traía el uniforme bien puesto, no como el fachoso de Bruno, mire su cabello pelirrojo, ¿había pelirrojos en España?... no lo sé, jamás he ido, volteo a verme, regrese mi vista al frente, ¿me habrá cachado observándolo?, me mordí el labio inferior, no apartaba la vista de mí, ¿Qué tanto me mira?...se preguntara lo mismo, eres un estúpido Kalil, seguí prestando atención a las clases, Oliver ya no me veía, pero yo si a él, se me hacía raro… me sentía como ¿desarmado?, o ¿solo mis pensamientos aún tienen sueño?, ya , me había aburrido para la tercera clase, la verdad es que extrañaba a Bruno, solté varios suspiros, me removía en mi asiento, me sentía raro, nervioso, ansioso, tranquilo Kalil, ha de ser el sueño, si eso ha de ser, fui cerrando de a poco mis ojos, me estaba quedando dormido… en plena clase…
-oye, no te duermas que te van a regañar- escuche una voz que no… conocía,
-… ¿Bruno?... - no, no era Bruno, era el chico nuevo… Oliver
-no, soy Oliver- me tomo del hombro y me agito un poco- despierta si no quieres que nos regañen- me talle la cara, debía despertar, di un largo suspiro, que día más aburrido
-lo siento- aun no quitaba su mano de hombro… la quito
-¿Bruno es el que se sienta ahí?- asentí y preste atención a las clases, quería dormir un poco más… pero aguante, al fin terminaron las primeras horas y daba paso al descanso, tal vez pueda dormir un poco… me levante de mi banca y fui al baño, hice mis necesidades y me fui a lavar la cara, una, dos, tres, hasta cuatro veces me la lave, salí del baño y fui al árbol donde siempre me siento con Bruno, ahora no traía comida… está bien mejor dormiré.
Estaba suave el piso, si el pasto era ¿suave?, abrí mis ojos y me encontré con alguien viéndome de cerca… Oliver… me levante de golpe y choque contra su cabeza… me dolió, lleve mis manos a la frente
-lo siento… es que me espante… - ¿Qué hacía tan cerca de mí?... ¿estaba acostado en sus piernas?... ¿en qué momento?, el también se sobo la parte de la frente
-está bien, no dolió mucho- ¿no te dolió?, deberías ver lo rojo que está tu frente… me sobe la mía
-¿Qué hacías aquí?- ya no me dolía tanto
-es solo… que como aun no conozco a nadie, y fuiste con el primero que hable… podríamos sentarnos juntos… - dejo de sobarse, ¿quería sentarse conmigo a comer?,
-está bien- me separe de él, ya que aún estaba un poco sobre sus piernas ¿Cómo llegue ahí?, ¿Cuánto tiempo me quede dormido?, ¿nos habrá visto alguien?
-de acuerdo- dijo y siguió comiendo un sándwich,
-¿Cuánto tiempo me quede dormido? – me recargue en el tronco del árbol, a una distancia prudente de el
-como 15 minutos- entonces… ¿15 minutos estuvo mi cabeza sobre sus piernas?
-ha… ya veo- empecé a arrancar un poco de pasto, me sentía raro, este tipo era raro, ninguno hablaba, ¿y si me voy?, no eso no, dice que aún no conoce a nadie… no quiero ser malo… también hubiera sido duro para mi si no fuera por Bruno… que día más raro y aburrido, ya quiero que llegue Bruno, dieron el toque para regresar a los salones, Oliver se levanto
-¿vamos?- asentí, pero no lo mire a la cara, me levante y caminamos en silencio, el caminaba muy ¿derecho?, como… ¿con un porte de elegancia?, llegamos al salón y seguimos con las clases, hasta que ¡por fin! dieron el toque de salida, recogí mis cosas y recordé a Oliver, tal vez pueda tener otro amigo…
-¿por dónde te vas Oliver? – termino de recoger sus cosas, y me miro,
-estoy quedándome con una tía en la privada… Wardley… creo - ¿era broma verdad?, ¿podría ser más cosas del diablo?...
-que coincidencia… yo vivo en esa privada- le sonreí un poco, pero baje mi mirada al piso
-¿en serio?... que suerte tengo, porque me pierdo un poco todavía – termino de guardar sus cosas
-entonces vamos- el asintió y salimos del salón, era incomodo, no platicamos mucho, tenía que sacar tema… ¿pero con que empiezo?, ¿será tímido?... no, no lo es, tan solo es serio y callado… muy callado… ¿será más que yo?
-¿Cuándo llegaste?- el me miro, baje mi vista inmediatamente,
-llegue hace una semana- ¿tanto tiempo?, el seguía viéndome
-¿Por qué no fuiste a la escuela? – seguía mirando el piso
-porque tenía que arreglar unos asuntos antes – volvió su vista al frente, suspire, no debía preguntarle esos asuntos, apenas lo conozco, seguimos caminando y llegamos a la estación, aún no estaba el vagón, nos sentamos a esperarlo
-¿no estás viviendo con tus padres?- puse mis manos sobre mis rodillas, creo que era lo más lógico de preguntar, el me miro, pero yo no a el
-soy huérfano- … ¿qu… que dijo?... ¿huérfano?...
-yo… siento… haber… no fue mi intención- me estaba trabando al hablar, casi no me pasaba… bueno si pero ya no tanto, esa palabra me callo de sorpresa, ¿se habrá enojado?, que mal plan soy…
-no te preocupes, no lo sabias, pero ahora lo sabes- en ese momento llego el vagón, subimos en silencio y él se sentó frente a mí, en el camino seguimos sin platicar, no sabía que más decir, pero él seguía como si nada, llegamos a la caseta de la privada y lo presente a Samantha, al igual que hice con Bruno, pero ahora fue más corta la conversación, entramos y seguimos caminando en silencio, que incomodo, ya quería llegar a mi casa… se me ocurrió que más preguntar para quitar este ambiente…
-¿y en donde vive tu tía?- tal vez vivía por el final, como el papa de Bruno…
-por los trecientos- ¿trecientos?, es por donde yo vivía… llegamos a los trecientos y el aun no decía nada… ¿no le parecía incomodo esto?,
-es aquí- se detuvo de golpe, conocía esa calle, conocía la casa de enfrente, ¡vivía a mi lado!...
-¿aquí?- aun no salía de mi impresión, ¡Oliver, el chico nuevo, era mi vecino!
-si ¿Por qué?- seguía viendo mi casa y su casa al mismo tiempo, estaban juntas ambas casa, solo nos separaba un gran jardín y una cerca…
-yo vivo al lado- señale mi casa y me miro sorprendido,
-qué suerte- me acomode mi mochila, y lo mire
-si… eso creo… - su casa era la de esa tal señora Clara… si… creo que ese era su nombre… - ¿tu tía se llama Clara?- el me miro
-así es- que raras coincidencias,
-bueno, yo me voy a mi casa… vecino… - me volví a acomodar la mochila,
-de acuerdo, nos vemos- y cada uno se fue a su casa, vaya vivía a mi lado, no puede ser posible… esto es brujería o algo así ¿Cuándo llego que ni lo vi?, llegue a mi casa, abrí con la llave y entre,
-mama- empecé a buscar a mi madre, y fui a la cocina… no estaba sola.