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El ejército de dios. por InuKidGakupo

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Notas del capitulo:

Hola! Cómo están? Yo con gripa u.u! pero igual aquí subiendo el capítulo después de una semana. Espero y les guste, al principio nos salimos un poco de la trama de los protagonistas, pero ya luego volvemos a lo nuestro…

Que lo disfruten…

-Droxx… somos hermanos…-
-no puede ser…- musitó Droxx abriendo los ojos y cerrando la quijada levemente. –sencillamente no puede ser…- su voz se endureció y Kyou notó a la perfección que apretaba las manos con furia a sus extremos, su quijada hizo un ruido, uno que le hizo pensar por un momento que sus dientes se habían quebrado, la cara de Droxx se tornó levemente roja de la tensión en todo su cuerpo. Kyou solo le miró perplejo ante su reacción, sin decir nada, estaba incrédulo ante la idea de que Droxx pudiese estar furioso con su parentesco, pues para ser sincero, a él no le desagradaba la idea. El Ki de Droxx comenzó a hacer remolinos sacudiéndose con violencia mientras sus ojos se angostaban mirando directamente a su hermano, quien concentro su energía esperando cualquier reacción violenta por parte del pelinegro, sabía de sobra que era más fuerte que él, pero también sabía que atacarlo no sería fácil, el estimaba a Droxx, y el simple hecho de tener que pulverizarlo si este atacaba, no le agradaría mucho. Los labios de Droxx se entreabrieron dejando ver sus dientes, soltando un sonido que se asemejaba a un gruñido, se puso en guardia.
-¡no puede ser!... ¡¡ES INCREIBLE!! ¡¡ES LO MEJOR DEL MUNDO!!- gritó Droxx eufórico elevando su Ki por la emoción, sentía su corazón dar un bote de felicidad mientras un cosquilleo de adrenalina subía desde su espina dorsal. Kyou le miró confundido sin saber si estaba molesto, o no. Pero no hubo necesidad de pensarlo mucho, cuando Droxx se abalanzó sobre su hermano, tirándolo de espaldas contra la tierra húmeda y cubierta de pasto. Abrió la boca para decir algo, pero se perdió en el brillo que emanaban los ojos de Droxx, se veía increíblemente feliz. -¡¡maldición, Kyou!! ¡No puedo creerlo! ¡¡Eres mi hermano… ERES MI HERMANO!!- le gritó justo en la cara, con una amplia sonrisa loca y retorcida, justo como la de él, exactamente la misma a la que había visto en su rostro por años, Droxx era su reflejo. Nuevamente quiso decir algo, demostrar su alegría también, pero las palabras de Droxx irrumpieron nuevamente el silencio. -jamás creí que tuviera familia aun…- fue ahí cuando notó finalmente que los ojos del pelinegro estaban cristalizados. –menos un hermano…- esta vez su voz se escuchó entrecortada.
-Droxx…- miró fijamente a su hermano, la palabra le costaba procesarla aun en sus pensamientos, pero le gustaba como sonaba, Droxx es mi hermano.
-a veces… a veces me sentía tan mierdamente solo…- musitó como si en realidad no quisiera que Kyou escuchara. –soy tan feliz… hermano…- agregó y abrazó a Kyou por el cuello, aun sobre el manteniéndolo contra la tierra. Kyou no era muy sentimentalista, mucho menos demostraba amor o afecto por alguien tan fácilmente, pero bajo su orgullo y correspondió levemente al abrazo de Droxx. Sintió un líquido resbalar en su espalda y cuello, ellos aún estaban húmedos por la “ducha” pero sabía de sobra que eso no era agua, escuchaba claramente los imperceptibles sollozos de Droxx, y cada una de esas lagrimas escurrir desde la punta de su barbilla. Lo abrazó con fuerza. Incluso cerró los ojos del  mero goce por sentirse en familia, un extraño lazo que no compartía ni siquiera con Krazack, ni con su madre, un único recuerdo vino a su mente, el abrazo que le dio su padre antes de marcharse. La sensación se parecía, pero estaba lejos de las emociones que corrían ahora por su mente y corazón. Sintió a Droxx seguir llorando, sin saber si debía decir algo o no, cualquier palabra podría sonar estúpida viniendo de él, pero su mente pensaba insistentemente en hacer algo para demostrar su también felicidad, pero dejo pasar unos minutos más. Lo envolvió con más fuerza pasando sus manos fuertemente por su espalda desnuda. Fue ahí cuando la emoción y felicidad se vieron interrumpidas de momento, analizó su imagen, los dos, desnudos, uno sobre el otro, abrazados fuertemente pegado sus cuerpos… eso definitivamente, se vería mal. Se sonrojó inevitablemente al razonarse la situación, sintiendo todo el contacto físico que tenía en ese momento, la respiración de Droxx en su cuello, sus brazos entrelazados en los cuerpos de ambos, sus piernas y muslos enganchados uno entre el otro, y lo más incómodo de todo, la sensación del miembro de Droxx topando con su pierna, y el de él topando con el muslo de Droxx también, el chico estaba dejándose caer totalmente sobre su hermano.
-hey Droxx, ya ha estado bien… quítate de encima…- dijo esto al mismo tiempo que colocaba sus manos en los hombros de Droxx para empujarlo hacía el frente. El muchacho cedió con facilidad, topando sus rodillas contra el suelo finalmente, pero aun permaneciendo sobre el castaño. Droxx se talló brevemente los ojos para limpiar rastro de su llanto, formando nuevamente la sonrisa en su rostro y mirando cálidamente al chico bajo él.
-mmm… ¿Qué pasa?- preguntó Droxx al notar la cara incomoda y enrojecida de Kyou.
-solo quítate de encima…- repitió su orden y desvió su mirada a otro lado, intentando no hacer muy notable su nerviosismo. Droxx estaba a punto de obedecer sin más, pero su cerebro analizó la situación, si bien, aun el miembro de Kyou estaba tallando contra su pierna, entonces, rio burlonamente.
-mmm… ¿te pongo nervioso?- preguntó en un tono fastidioso y arqueó una ceja incrédulo por la expresión de Kyou. El castaño se sobre salto y miró a Droxx quien permaneció sentado sobre él.
-no seas idiota, solo es raro… quítate…- dijo intentando sonar natural, empujando las rodillas de Droxx levemente.
-eres un pervertido Kyou, aun ahora que sabes que somos hermanos piensas cosas sucias…- la sonrisa graciosa de Droxx se hizo presente en su rostro, ensanchando los ojos y mirándolo, hasta cierto punto, provocativamente. El rostro de Kyou se tornó color rojo, un intensó color que fue incapaz de ocultar. La sonora risa de Droxx se hizo presente. -¡¿entonces tengo razón?!- preguntó y Kyou cayó en cuenta que lo anterior solo eran palabras al azar, solo logrando ponerse más nervioso y enrojecido.
-¡CLARO QUE NO!- afirmó con seguridad intentando ponerse de pie, pero Droxx se recostó sobre él dejando sus rostros a nada nuevamente, las palabras, ideas y acciones de Kyou cesaron en seguida, quedándose totalmente fijo en los profundos ojos oscuros de Droxx, quien lo muraba duramente, logrando solo abrir los ojos sorprendidos. La cercanía de sus cuerpos y la sensación de sentir su pecho respirando a la misma velocidad que él suyo lo puso nervioso, sin saber cómo actuaria Droxx ahora.
-¡jajajajajaja! ¡Eres un enfermo!- volvió a soltar bufándose de él, separando levemente sus rostros. El entrecejo de Kyou se profundizo molesto ante el juego de su hermano, poniéndose totalmente serio. -¡ho vaya! Yo soy el que daría en esta situación…- pensó Droxx en voz alta haciendo sobresaltar a Kyou con la idea.
-déjate de tonterías…- ordenó el castaño e intentó quitar a su hermano, peo este lo tomo por los hombros azotándolo violentamente contra el suelo.
-Kyou… ¿te gusta rápido o despacio?- preguntó y sin aguantarse la risa volvió a sonar su carcajada.
-¡ya cállate imbécil!- rugió Kyou furioso haciendo otro intento por zafarse sin lastimar a Droxx.
-¡tranquilo Kyou! No voy a hacerte nada…- afirmó pero comenzó a frotar su pierna contra el miembro aun dormido de Kyou, y este se asustó moviéndose hacia atrás de inmediato.
-¡estás loco!- afirmó mientras Droxx seguía masajeándolo. Su cara estaba completamente roja, y a pesar de que podía zafarse, no lo hizo.
-sí, es probable…- detuvo sus movimientos y miró fijo a su hermano. –Estoy jugando contigo Kyou, no tienes por qué ponerte tan nervioso…- el tono de su voz se escuchó serio y volvió a relajarse. –Eres un pervertido…- agregó el pelinegro y se apoyó nuevamente en sus rodillas cruzando sus brazos en el pecho, mirando la dificultad con la que Kyou respiraba.
-te pareces a mi…- dijo Droxx analizando a su hermano. –solo que yo más guapo, por supuesto…- se burló y Kyou a penas y podía escuchar a Droxx ante los fuertes latidos de su corazón que retumbaban duramente en su cabeza, cosa que lo tenía muy molesto, pues siempre tenía una visión clara del panorama. –pero igual estoy feliz con la idea de tener familia… y más con que seas tú…- aseguró volviendo al tema inicial. –ahora no solo tendré un hijo, sino que también tengo un hermano, vaya… nunca antes me había sentido tan feliz…- su voz llena de sinceridad a penas y fue percibida en los pensamientos del castaño. –Aunque seas un pervertido y todo…- volvió a sonreír y arqueó una ceja mirando el rostro de su hermano.
-no soy un pervertido…- aseguró y formó una expresión firme y dura.
-¿a no?- preguntó Droxx y colocó sus manos en los costados de Kyou. –Entonces no te importara que haga esto…- retó y comenzó a hacer cosquillas en su compañero, cosa que, para su suerte, era muy sensible.
-¡no… espera… Droxx detente! -Ordenó con suma dificultad entre sus intentos por aguantarse la risa, apretando fuertemente los pulmones y soltando uno que otro resoplido molesto.
-no, te hare desistir de esos malos pensamientos…- contestó el pelinegro muy entrado en su juego, recordando las veces que Broly lo hacía pasar por esas mismas torturas cuando era un niño.
-¡no, basta!- reiteró siendo ignorado totalmente. Droxx comenzó a bajar la cabeza hasta que quedó su rostro a la altura del de su hermano, quien luchaba con las manos quitar las de Droxx.
-¡pervertido! – afirmó y le dio un beso en el cuello. Cosa que frenó a Kyou totalmente de sus intentos de escape. -¡eres un pervertido!- repitió y le besó en la mejilla, mientras no paraba de dar cosquillas provocando que la espalda de Kyou se arquera con facilidad.
-¡maldición Droxx!- intentó lanzar esta vez sin mucha restricción, a Droxx lejos de él, pero este puso absoluta resistencia.
-¿te molesta que lo haga?- preguntó el pelinegro deteniéndose. –bien…- se fue contra el cuello nuevamente besándolo con intensidad. Kyou sintió la cara caliente y buscó, sin mucho empeño, quitárselo de encima.
-¡no! ¡Mierda! ¡Detente!-  ordenó pero fue ignorado mientras uno luchaba por arrojarlo a un lado, y el otro mantenerse firme. Los labios de Droxx pasaron al otro lado besando ahora el cuello del lado derecho de Kyou.
-¡que te quites!- Droxx comenzó a besar su mejilla mientras abrazaba a Kyou contra su pecho, riendo levemente y forzando a Kyou a permanecer contra el suelo.
-tengo un hermano muy pervertido…- susurró cerca de su oreja y comenzó a dar besos al azar, en las mejillas, en la frente, en la nariz, saltando sus labios de un lado para otro por todo su rostro en cuestión de segundos, mientras Kyou solo entrecerró sus ojos, y su espalda se arqueó, pero esta vez era un motivo diferente. -¡soy muy feliz! ¡Tengo un hermano!- dijo al hacer una leve pausa. Lanzó unos cuantos besos más a las mejillas y finalmente, sus labios pararon en el centro, besando a Kyou en la boca duramente. Kyou abrió los ojos confundido, pero sin protestar, mientras Droxx mantenía su sonrisa a pesar del contacto.
-¡¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?!!- gritó Milk parada a un lado apuntándoles con una lámpara, descubriendo a su marido, desnudo, sobre otro HOMBRE, desnudo también, y la peor parte besándose. Ambos rompieron el beso llevando sus rostros y miradas asustadas a la mujer embravecida de un lado.
-¡LINDA, NO ES LO QUE TÚ PIENSAS!- aseguró Droxx poniéndose de pie, y en realidad, así era para él, pero Kyou estaba perplejo y asustado sobre el suelo.
-¡¿Y QUE SE SUPONE QUE ES?!- exigió la mujer aun con la imagen de ambos hombres desnudos frente a ella, su entrecejo estaba fruncido al cien.
-mira… él es mi hermano…- dijo y Milk siseó con desdén ante esa respuesta.
-¡es otro de tus tontos juegos!- soltó la chica mirando de la manera más salvaje y asesina a Kyou quien no parecía responder, maldiciéndose el mismo, pues por la inesperada acción de su hermano, había perdido la concentración de su oído y Ki, sin percibir a tiempo la llega de la chica.
-¡no! ¡Él en verdad es mi hermano! ¡Mi papá… es su papá!- su intentó de explicación fue estúpido, pero entendible, Milk miró por el rabillo de su ojo al castaño prestando su total atención a su marido, cruzando sus brazos al frente y dedicando la peor de las miradas, por alguna razón, esa mujer daba más miedo que Freezer.
-no me dijiste que tenías un hermano…- su voz se escuchaba más tranquila, pero sus oscuros ojos enrabietados decían lo contrario, siguiendo totalmente molesta.
-¡lo sé! ¡Ese es el punto!- exclamó Droxx borrando su expresión de terror, por una de sorpresa y entusiasmo. Milk solo observó atenta pasando su mirada de uno al otro, observando con suma desconfianza. -¡Acabamos de enterarnos!- aseguró y la chica no cambió su expresión ni un poco.
-¿eso que tiene que ver con estar desnudos y besándose?- atacó ella y Kyou pasó saliva inconscientemente,  pero Droxx permaneció frío y confiado.
-pues estábamos nadando…- la sonrisa del chico volvió mientras ponía un rostro como si recordara algo nubloso pasado hace más de veinte años. -… uno no nada con ropa… - Milk y Kyou le miraban atento, impresionados por su sorprendente deducción. –bueno, platicábamos sobre… sobre… ¡ha sí! La cola arrancada de Kyou…- Milk miró rápidamente a Kyou quien ya estaba sentado en el suelo colocándose nuevamente su ropa cautelosamente. –y le pregunté de su pasado, padre, madre, virginidad… -se frenó con eso ultimo para negar y corregirse, podía notar la mirada impaciente de Milk sobre él. –bueno solo del padre. Yo no sabía nada de él, es más, no sabía si quiera si era saiyajin. Fue ahí cuando nuestros pasados concordaban en un punto, y resulto que nuestro padre era el mismo…- La chica gruñó, pasando su mirada por ambos nuevamente.
-¿y eso que tiene que ver con que se estaban besando? No me vengas con más idioteces Droxx…- advirtió la mujer y el pelinegro sonrió nervioso.
-fue… de la conmoción…- contestó algo dubitativo, en cierto modo, para él, eso no estaba lejos de la realidad, así era, un momento de alegría y felicidad repentina.
-sí, él está loco… me besó a la fuerza…- intervino el castaño poniéndose de pie ya con el traje naranja puesto. Milk le miró, el chico parecía hablar con seriedad y más que nada, con la vedad. Volvió sus ojos a su marido dudando todavía, notando en su rostro esa expresión loca e inocente que siempre mostraba, se descruzó de brazos y coloco ambas manos en sus caderas.
-¿en verdad hiciste eso solo por la emoción?- preguntó un tanto incrédula, pero en el tiempo que llevaba con él, sabía que podía llegar a ser muy estúpido.
-pues… ya vez como soy. Me puse feliz con la idea, tengo un hermano, familia, cada vez mi felicidad crece más, te tengo a ti, a Gohan… y ahora también tengo un hermano…- sus palabras eran sinceras, y la chica cedió ante eso, respirando profundo y cerrando un poco los ojos para meditar. Tomo aire y giró su vista a Kyou.
-te creo, solo porque Droxx es muy impulsivo… ¿de acuerdo?- dijo al castaño y este asintió en automático.
-tranquila cariño, él tiene razón, yo fui el impulsivo… perdóname…- pidió acercándose a  Milk lentamente.
-¿conoces al maestro Roshi entonces?- preguntó la mujer a Kyou ignorando a su marido completamente.
-ammm… si, entrené con él yo también… - contestó aun con nerviosismo en la voz.
-de acuerdo, ¿Cómo te llamas?- indagó y Kyou se aproximó levemente.
-me llamo Kyou Miki…- respondió e hizo una leve reverencia. –un gusto…- dijo con sinceridad y bajó la mirada.
-¿Miki?- se giró a su marido extrañada -¿es ese tu apellido Droxx?- preguntó y el chico negó con la cabeza.
-no, es el apellido de mi… otro papá…- contestó Kyou con anticipación, aunque dudó de eso último, pero igual no se retractó.
-¿otro papá?- la chica ya no entendía nada.
-es una larga historia…- suspiró recordando toda su vida. Milk le miró de arriba abajo y luego soltó sus manos con gentileza a un lado.
-¿Por qué no vienen a cenar y me lo cuentan todo?- propuso la mujer y los dos hermanos compartieron miradas por unos segundos.
-gracias, pero debo volver…- respondió Kyou mirando a un lado concentrando su mirada lejanamente. Milk se acercó y sin aviso lo cogió por el brazo con ambas manos.
-claro que no, te quedarás a cenar… - comenzó a tirar de él con aparente suavidad y Kyou le siguió sin poner resistencia. –Además, eres mi cuñado después de todo, no sería cortés de nuestra parte dejarte marchar…- Kyou frunció el entrecejo, pero no en símbolo de irritación, era más bien una expresión sorpresiva, se encontró confundido ante esa palabra, ¿cuñado?
-¡espérenme!- pidió Droxx mirando cómo, su mujer y su hermano avanzaban del brazo platicando alegremente a su casa, dio unos cuantos pasos y Milk se frenó en seco mirándolo amenazadoramente angostando los ojos con autoridad.
-¡primero ponte la ropa!- ordenó y el pelinegro se paralizó ante esa voz demandante de su mujer.
-si mi amor…- acató y se dio la vuelta para recoger sus cosas.
-cómo te decía…- prosiguió Milk en un tono suave y amable platicándole a Kyou alguna cosa.

*

Transcurrieron dos meses, donde los guerreros del espacio continuaban esforzándose y fortaleciéndose para la inminente llegada de Freezer en exactamente seis meses. Los chicos parecían estar divididos en partes, ya no aguantando la tensión y ansiedad, no eran rivales entre ellos, sin embargo, cuando se ponían en combate, parecían serlo, parecían ser los peores enemigos.
-me das asco…- rugió Vegeta pisando la espalda de Raditz con su bota blanca, cruzado de brazos y observando con una sonrisa gratificante la escena. El melenudo siseó, pero el príncipe solo hizo más presión soltando una risa malévola.
-he perdido… déjame…- pidió Raditz y Vegeta se bufó rápidamente, dejando salir una sonora carcajada.
-no creí que aparte de débil, fueras patético…- presionó su pie con más fuerza, clavando su tacón en un punto cercano a las costillas.
-estás loco…- musitó el melenudo y Vegeta angostó los ojos borrando por un momento su sonrisa.
-me da vergüenza tener guerreros tan débiles, tú y el resto no son dignos de poseer sangre guerrera, son solo basura…- dicho esto soltó una patada que hizo girar el cuerpo del melenudo hasta quedar con el pecho contra la tierra nuevamente.
-yo… yo ya no soy tu guerrero…- la voz de Raditz se escuchó quebrarse un poco, pero tenía seguridad en sus palabras. Vegeta resopló con desagrado acercándose con furia a su actual oponente.
-¿sabes que le ocurre a los traidores?- preguntó, pero no hacía falta, todos sabían que el precio por desafiar, o de algún modo, negar al linaje de la realeza, encontraba como único destino la muerte. Raditz no contestó y en su lugar una bocanada de sangre salió de su boca. –Me das asco…- musitó y colocó su bota nuevamente contra el otro muchacho.
-no… no te he traicionado…- dijo en un tono dubitativo, con dificultad por la seriedad de sus heridas.
-¿a no? ¿Y cómo le llamas a esto? ¿Desobedecer mis órdenes? ¿Unirte con esos inútiles terrícolas? ¿Renegar de MI legado?- hizo más presión sobre sus pulmones, robándole el poco aire que Raditz lograba inhalar con dificultad.
-no es así… todos estamos aquí por lo mismo… incluso tú te has aliado con los Te…- no terminó su frase cuando de su boca salió un grito de agonía, producido por el príncipe que pisó casi con su máximo poder.
-¡yo JAMÁS me uniría a esos estúpidos!-contestó el príncipe picando nuevamente en una de las costillas rotas, logrando que él melenudo soltara otro chillido. –eres estúpido Raditz… todos ustedes lo son, unos estúpidos inservibles… ¿sabes por qué no los he matado aun?- preguntó y a Raditz solo se le ocurrieron dos posibilidades: por Freezer, y por su hermano, y definitivamente tenía que ser la segunda, pues la primera, estaba seguro, el guerrero legendario podía hacerse cargo solo. Raditz sonrió en respuesta y Vegeta colocó su pie sobre el cuello de este. –Por qué no se me había presentado la oportunidad…- el rostro de Raditz empalideció, para luego tornarse de un color entre morado por la falta de aire. Vegeta rio malévolamente mientras levantaba su mano hasta la altura del rostro de Raditz.
-Ve… Vege…- intentó decir algo pero el otro presionó con más fuerza, Raditz se maldijo a su mismo por haber aceptado entrenar con él en un lugar alejado de su hermano, esto con el fin de que no interrumpieran, ahora sabía a qué se refería con eso. Comenzó a forcejear por quitárselo de encima, pero parecía imposible, estaba muy débil. Su mirada se paseó por los alrededores, tratando de comunicarse con su hermano telepáticamente, pero parecía imposible. Su Ki estaba al mínimo, pero no era el único, las energías de sus amigos subían y bajaban dado estallidos de poder, era claro que no les parecería anormal ver disminuida su fuerza.
-deja de pelear gusano…- gruñó Vegeta dando un fuerte pisotón creando un leve destello en el centro de su palma. –Al fin te daré el lugar que te pertenece…- le dijo y se saboreó los labios del puro placer por la muerte.
-¡suficiente, Vegeta!- el príncipe miró por el rabillo de su ojo, encontrándose con Kakaroto cruzado de brazos y mirándolo de manera furiosa. Vegeta regresó su mirada al melenudo y desvaneció la energía de su mano, levantando su pie lentamente. Raditz se sentó sobre el suelo con bastante dificultad, y jadeando aun por la anterior batalla, pero sonrió de manera triunfante ante sus pensamientos, si bien, Vegeta se retenía por su hermano, y era justo él, quien acababa de salvarle el pellejo.
-no estés tan feliz…- rugió el príncipe mirándole por sobre su hombro. –Nada te salvará de tu destino…- se giró al frente y su vista se topó con Kakaroto, mirándolo serio y con frustración, soltando un bramido gutural desde su garganta. –Aún no he acabado contigo…- agregó para Raditz y emprendió el vuelo sin decir nada más. El menor de los hermanos avanzó hasta el melenudo poniéndose en cuclillas a su lado.
-es un demente…- susurró Raditz sobándose el abdomen, Kakaroto siseó en aprobación y le ayudó a levantarse apoyándose sobre su hombro.
-andando…- indicó comenzando a volar, obligando a Raditz a hacer lo mismo, aunque su estado era algo débil, retrasando su llegada. Aterrizaron donde el resto encontrándose ahora con el príncipe paleando a Krazack con bastante facilidad, mientras Turles y Broly no parecían inmutarse continuando con su propia batalla a una distancia.
-¿Cuál es su maldito problema?- murmuró Raditz entre dientes mirando al joven peli-azul recibiendo un rodillazo en la cara. Kakaroto soltó un rugido, mostrando los dientes ante esa rebeldía y prepotencia de su príncipe.  Se acercó para frenarlo de nuevo, pero Vegeta frenó antes dejando caer el cuerpo del joven Clusiniano sobre el suelo.
-es un inútil…- soltó y el comandante ya no podía contener más la furia. –aun no comprendo por qué conservamos a incompetentes como él entre nosotros, solo sirven para estorbar…- agregó con desdén mientras Krazack luchaba por incorporarse.
-¡maldición Vegeta!- protestó el joven y el príncipe apenas le observó por unos instantes. -¡¿podrías ser considerado una vez en tu vida?! ¡Ellos no son tus enemigos!- Vegeta soltó una risa burlona ante eso, para luego cruzarse de brazos con suma indiferencia.
-este inútil y su hermano, ni siquiera son saiyajins, aun como aliados no nos servirán de nada… lo mejor sería sacarlos del camino…- respondió y chasqueó la boca mirando como el peli azul se tambaleaba al ponerse totalmente de pie, y se reía sínicamente con las palabras del príncipe.
-no… no estés tan seguro de lo que dices… Vegeta…- retó Krazack y el príncipe desenroscó su mano formando nuevamente su aura de poder.
-¡por una vez en tu vida, entiende por favor!- volvió a exclamar Kakaroto frenando nuevamente el acto.
-como quieras… pero después no protestes si terminan siendo más un problema que una solución…- concluyó el príncipe apretando los labios guardándose su enojo. Avanzó con paso firme apenas mirando al capitán unos segundos, golpeando a ambos hermanos en el hombro al abrirse paso, entre ellos. Raditz refunfuñó mostrando los dientes, mientras el menor solo miró el suelo con decepción.
-¿Dónde está Kyou?- preguntó Raditz a Krazack después de unos momentos.
-con Droxx…- contestó evitando maldecir ese nombre enfermizo que odiaba.
-¿otra vez?- musitó Raditz incrédulo pero no obtuvo respuesta esta vez. Kakaroto sacó una semilla del ermitaño y se la arrojó a Krazack, quien apenas alcanzó a tomarla en el aire, metiéndosela en el pantalón disimuladamente, mientras fingía tragarla. Obviamente, no hubo nada regenerativo dentro de él, siguiendo machacado por dentro, pero fingió normalidad ante sus compañeros, como si hubiese resultado su efecto.
-bueno, retomemos el entrenamiento…- dijo Kakaroto en un tono monótono colocándose frente a ambos chicos esta vez. Raditz sintió dolor aun, pero sanaría en cuestión de horas, su cuerpo ya luchaba por recuperarse. Krazack titubeó al colocarse en pose de pelea, por suerte para él, serían ambos contra el comandante, dándole una leve ventaja para no moverse mucho.
La tarde llegó y como todos los días, fueron al interior de la casa fastidiados y cansados, por no mencionar que muy hambrientos. Tomaron sus lugares automáticamente en el comedor comenzando a tragar cantidades exorbitantes de carne, habían capturado un reptil grande, esa misma mañana, pero a penas y les estaba alcanzando para todos. Krazack se sentía más que desecho, pero sostenía dentro del bolsillo de su pantalón la semilla, debía dársela a Kyou, al él no le serviría de nada. Viajó su vista rápido por todos, encontrándose con el rostro malhumorado del príncipe, apretando los dientes con furia al recordar sus palabras, que estúpido, les convenía más que otra cosa tenerlos como aliados, lástima que no era así. Sonrió para sus adentros y volvió su mirada al frente acariciando la semilla entre las yemas de sus dedos, lograrían su objetivo, Kyou alcanzaría el nivel legendario, y entonces vengaran a su raza, a su pueblo, a sus padres, a todos los que habían sido matados cruelmente a órdenes del imperio saiyajin, y después, eliminarían a Freezer también, ese bastardo que no merecía más que el mismo destino, entonces ellos, su raza, finalmente estaría en la punta del universo. Escuchó un fuerte siseo y luego una ráfaga romper el viento, era su hermano acercándose desde muy lejos, sonrió levemente con la idea, pero luego desistió recordando del lugar donde venía, lugar que ya estaba visitando demasiado seguido, ausentándose en los entrenamientos, encariñándose más y más con ese maldito mono apestoso de Droxx. Cerró ambos puños con fuerza bajo la mesa en cuanto escuchó los pies del castaño tocar el suelo en la parte exterior de la casa.
-¡ho Kyou! Llegaste…- dijo Kakaroto sonriendo alegre, siempre sonreía, cosa que ni aun su hermano lograba entender aun. -¿Cómo esta Droxx?- preguntó interesado mirando al castaño fijamente.
-¡ja, ese tonto esta excelente!- contestó con emoción y recibió una filosa mirada por parte de Vegeta.
-si excelente es débil y estúpido, entonces la mayoría aquí lo están…- espetó y soltó una risa. –no pierdas el tiempo con ese estúpido, estas retrasado en tus entrenamientos, terminaras por ser inútil al igual que él…- agregó el príncipe y Kyou frunció el entrecejo ofendido por lo que soltaba para él y para su hermano, pero solo mostró los dientes furioso, repitiéndose en su mente que era más fuerte que Vegeta, y eso le dio fuerzas para bufarse interiormente y mantener la calma. Krazack rió por lo bajo, concordando con la idea de Vegeta, ir con ese incivilizado era una pérdida de tiempo, solo estaba retrasando su plan.
-ya cállate de una vez Vegeta, si quiere ir déjalo…- se metió Turles sintiendo jaqueca con el pesar de tener que soportar peleas entre “colegas” a diario.
-¿tú me vas a callar? No seas estúpido, mejor porque no lo acompañas para la próxima, eres igual o menos inservible que él…- gruñó Vegeta y hubo un intercambio de miradas asesinas.
-buenas noches…- anunció Broly azotando sus manos sobre la mesa con potencia, llamando la atención de todos que se silenciaron al instante, habían aprendido a respetar al chico, por las malas claro está. Lanzó una mirada frustrada y cansada a todos los presentes acompañada de un resoplido disgustado. Se dio la vuelta y avanzo sin más a su habitación. Vegeta siseó y se levantó bruscamente también, avanzando en dirección a la salida.
-espera Vegeta…- el chico único le detuvo con sus palabras mágicas, como si domara a la bestia más feroz. El príncipe dudó, pero se frenó mirando calmadamente al comandante. –Hablemos…- indicó y con su barbilla señaló que subieran a su habitación, para volver las cosas un poco más privadas. Vegeta arqueó una ceja, pero sin más obedeció avanzando a la par con su compañero. Y en segundos, la cocina quedó totalmente vacía.
Entraron en la habitación y el príncipe se sentó en la orilla de la cama relajándose levemente.
-¿Qué sucede?- preguntó Vegeta con una sutileza absoluta, una que solo ocupaba con él en privado.
-¿Qué te sucede?- usó una cuestión como respuesta y el príncipe ladeó la cabeza sin comprender. –Intentaste matar a mi hermano…-aclaró seriamente.
-¡ho! ¡Eso!- el rostro de Vegeta se llenó de falsa sorpresa. –Estaba bromeando…- dijo con inocencia, de un modo tan convincente que cualquiera que no le conociera, le habría creído.
-déjate de actuaciones… dime porque actúas así…- presionó y el príncipe dio vuelta a sus ojos frustrado con la idea de tener que dar explicaciones.
-bueno mira, el me retó… yo solo concluía el combate. Además, está vivo, no tienes por qué seguir protestando por eso…- se recostó sobre el colchón de espaldas usando sus manos como almohada.
-no hablo solo de hoy, no podemos vivir en guerras entre nosotros…- aclaró su idea y Vegeta le miró desde la orilla de su ojo, Kakaroto permanecía parado y firme en el final de la cama.
-¿Qué sugieres?- preguntó Vegeta después de unos momentos de agobiante silencio.
-que dejes de provocarlos, que dejes de humillarlos, que dejes de azotar tu autoridad contra ellos a cada momento…- contestó y Vegeta resopló con gracia atento al techo sobre él.
-pides muchas cosas… - dijo y volvió a mirarlo levemente. –y todas suenan estúpidas…- Kakaroto apretó los labios y quijada furioso, no estaba de humor como para aguantar su sarcasmo e ironía.
-por favor Vegeta, solo inténtalo…- rogó respirando profundo para calmarse.
-sabes, ya me estoy cansando de esta mierda…- se incorporó sentándose nuevamente sobre la cama. –Estoy harto de escucharte lloriquear por lo mismo todos los días…-
-pues si dejaras de hacerlo, entonces yo dejaría de lloriquear como dices…- el príncipe se bufó ante eso negando incrédulo con la cabeza.
-no seas estúpido Kakaroto, no puedo dejar de señalar a la basura como basura…- se puso de pie y empuño su mano con ímpetu girándose a su compañero. –me enferma ver sus rostros inútiles a cada momento, no le veo el caso a mantenerlos con vida, solo nos están retrasando. Podríamos liberarnos de ellos, Broly es de utilidad, pero el resto son solo soldados estúpidos del rango más bajo…- Kakaroto rugió en silencio, clavando sus dedos y unas contra sus palmas.
-¿Qué hay de mí? yo también soy un guerrero de clase baja…- provocó y Vegeta rió con desdén ante esas absurdas palabas.
-hay Kakaroto, estoy cansado de esa actitud. Tienes potencial, tienes fuerza, pero todo eso se ve opacado por tu consideración y humanismo, por tu piedad y sacrificio estúpido por los que te rodean, tu alma es débil- espetó con coraje y levantó el rostro retador.
-¿entonces dices que debo ser un maniático desalmado? – preguntó sarcástico, pero el príncipe apenas lo notó.
-precisamente, el poder es lo único que importa…- respondió y el comandante arrugó el rostro en desacuerdo.
-¿entonces tu eres un ser desquiciado que mataría a cualquiera? ¿… incapaz de querer…?- preguntó usando una indirecta discretamente, para ver si el príncipe caía entre sus propias palabras. Kakaroto sabía que el príncipe le quería, pero estaba dudando de ello con las confrontaciones de los últimos días. Una risa ostentosa resonó por parte del príncipe quien comenzó a negar con la cabeza.
-una cosa es que te quiera, pero no pongas a prueba mi paciencia…- soltó el príncipe y avanzó a la puerta moviendo a un lado a Kakaroto con la mano.
-¿A dónde vas?- preguntó el muchacho con seriedad, aun procesando en su cerebro la advertencia que Vegeta acababa de darle.
-a entrenar, a diferencia de ustedes claro…-  respondió frenándose un poco para reír levemente.
-¿no dormirás?- cuestionó nuevamente y Vegeta se giró un poco hasta poder verlo de reojo.
-duerme tú, princesa de los sueños, yo voy a prepárame para enfrentarme a Freezer, cosa que por lo visto, todos aquí han olvidado…- Kakaroto volvió a chocar los dientes frunciendo el ceño mientras luchaba internamente por soltarle un golpe o no.
-tenemos al súper saiyajin con nosotros…- aseguró Kakaroto su victoria, como si colocara en segundo plano la llegada del emperador.
-¡ho claro! Como el tipo hiciera una mierda de caso a lo que decimos…- usó una exagerada sorpresa y sarcasmo mientras avanzaba hasta la perilla. –Eso solo empeora las cosas…- siseó y abandonó el cuarto rápidamente azotando la madera con brusquedad. Kakaroto dudo en seguirlo, no sabía que iba a decirle, así que optó por quedarse en la habitación, mirando con furia la puerta frente a él. Se tumbó en la cama y colocó las manos en su rostro con frustración soltando un largo suspiro, como si lograra expulsar su dolor y pena con eso.

Krazack y Kyou llegaron a su habitación colocándose cada uno en su lugar correspondiente, guardando silencio unos momentos.
-Vegeta si está loco…- susurró Krazack al escuchar la puerta del príncipe azotarse fuertemente, llevándose las manos a un costado, respirando aun con dificultad.
-¿él te ha hecho eso?- preguntó el castaño mirando de reojo los jadeos de su hermano y esfuerzos por sentarse adecuadamente en el colchón. Krazack asintió pero de inmediato llevó su mano a su bolsillo.
-pero gracias a él me han dado esto…- extendió los dedos mostrando la verde semilla con alegría. Kyou la observó unos momentos mirando de reojo la dificultad para respirar del peli-azul.
-mejor tómala tu…- Krazack levantó una ceja sorprendido por las palabras del chico.
-¿de qué demonios estás hablando? A mí no me servirá de nada…- replicó y Kyou permaneció serio.
-sí, te servirá para sanar tus heridas…- contestó y Krazack cerró el puño con suavidad.
-no seas estúpido, a eso no me refería, yo no soy saiyajin, no incrementaré mi fuerza, yo no podría ser el…- fue interrumpido por la risa de Kyou.
-solo tómala estúpido, estas hecho añicos, además… soy más fuerte que Vegeta, no pasa nada si tomas tu esta…- aseguró y Krazack miró con desconfianza a su hermano.
-¿Por qué no me dices la verdad y listo?- preguntó duramente y Kyou se extrañó ante eso.
-¿de qué rayos estás hablando?- soltó molesto entre dientes.
-deja de hacerte el tonto. Me han herido sin clemencia antes, incluso he llegado a ser golpeado por Broly severamente, y ni una sola vez te viste preocupado por ello, no me cediste ni una semilla. Tú no desperdiciarías una en mí, entonces dime a que se debe tu repentino cambio de planes…- insistió y Kyou arrugó el rostro molesto.
-no sé de qué mierda hablas, no entiendo si te molestas por preocuparme por ti…- objetó y Krazack rió incrédulo por lo bajo.
-no quieras verme la cara de estúpido, sé que te importa una porquería que pase conmigo…- Kyou soltó un rugido y se paró de un salto completamente enfurecido.
-¡sabes bien que no es así! ¡Te salve de Freezer!- remarcó esa parte y Krazack igual se puso de pie.
-no necesito tu lastima, debiste dejarme morir… de que me sirve vivir cuando mi sangre le sirve a los asesinos de nuestro pueblo…- Kyou volvió a rugir mostrando los dientes, acción con la cual Krazack volvió a reír amargamente. –ya hasta actúas como toda una bestia, un sucio mono corrupto…- siseó y Kyou cerró la boca apretando los labios, intentando retener los gruñidos que le salían por mero instinto.
-eres un idiota Krazack, que poco valoras lo que he hecho por ti…- dijo el castaño intentando tranquilizarse.
-¿por mí? No me hagas reír con tus estupideces Kyou, ¿Qué has hecho tu por mí? Tu padre sometió a nuestra madre, nosotros te cuidamos y tú siempre mordías con recelo la mano que te alimentaba, siempre renegaste por la otra mitad de tu raza, siempre haciéndote el mono salvaje y fuerte. Por tu culpa sufrí los mismos desplantes que tú por parte de todos, en mis torpes intentos por proteger a un hermano que no valía nada. Me obligaste a servir a un tirano, la muerte era preferible ante esa humillación, y me obligaste a trabajar al lado de unas bestias apestosas, como tú, al fin estabas con los tuyos. ¿Qué has hecho por mí? ¡¿De qué me sirve vivir, con un hermano no que no tiene ni el más mínimo interés en vengar a su raza?!  ¿A qué viene tu cambio de planes, mono apestoso?- Kyou espero paciente hasta que terminara de hablar, y cuando su discurso llegó a su fin, finalmente soltó un golpe, considerablemente débil, contra la quijada de Krazack, este se fue a un lado cayendo en el suelo sin más, estaba adolorido por la paliza de Vegeta y Kakaroto de esa día, sentía su quijada rota, escupiendo sangre a un lado con naturalidad. Se puso de pie y lamió sus labios para retirar la sangre.
-¿Por qué no me pegas con todas tus fuerzas, saiyajin?- lo retó nuevamente y Kyou no pudo creer su necedad.
-Krazack, deja de actuar estúpidamente…- dijo el castaño entre dientes y Krazack volvió a sonreír.
-estúpido tú, por creer en ellos, por unírteles, por perdonarles… ¡y por estar con el cobarde de Droxx!- gritó eso ultimó y Kyou esta vez sí lanzó un golpe duro, casi mortal, llevando a Krazack a volar por sobre la cama. Aterrizó sobre el suelo dentro de su misma habitación, el golpe había sido medido para no causar más desastre. Krazack llevó su mano a su mejilla sobándola levemente, sonriendo de lado al darse cuenta que había dado en el blanco con sus ideas. –Ese Droxx no es más que un inservible cobarde…- no se percató del momento en que Kyou estaba frente a él hecho una furia, apretando los puños amenazantes.
-¡mi hermano no es ningún cobarde!- por el enojo no se dio cuenta de lo que dijo, pero Krazack escuchó todo a la perfección, abriendo los ojos impresionado, definitivamente, no esperaba esa respuesta.
-¡¿Cómo que hermanos?! ¡¿De qué mierda estás hablando?!- exclamó y fue hasta ese momento que Kyou se dio cuenta de lo que dijo, apretando la quijada maldiciéndose a sí mismo, apretó el entrecejo y buscó algo bueno que decir. –ha… ¿así que ese es el motivo estúpido por el cual cambiaste de planes? El pulgoso resulto ser tu hermano. Así que el cretino que violó a mi madre tenía más bastardos regados por el universo… era de esperarse de un mono salvaje…- dedujo Krazack antes de que Kyou pudiera decir algo. Miró al suelo enfadado, pero sin saber que más decir al respecto, estaba más que cabreado por lo que acababa de decir el peli-azul, pero su cerebro no pensaba palabra, repitiéndose una y otra vez que lo golpeara hasta hacerlo callar… quizá para siempre. Pero era su hermano, no podía hacer eso de ninguna manera.
-mi padre no violó a mamá…- susurró, no sabía por qué remarcaba eso antes de todas las demás estupideces de Krazack, pero tenía que defender el honor de Toma. Hubo un silencio bastante extenso, donde ninguno de los dos se miró, manteniéndose quietos totalmente, pensando y meditando en lo acababan de decirse, dejando lugar únicamente para respirar. Finalmente, los ojos azules de Krazack se fueron contra el rostro de su hermano, llamando la atención de este rápidamente.
-eso no importa ahora tonto…- contestó después de casi veinte minutos, intentando ponerse de pie. Kyou le extendió la mano, pero este la lanzó a un lado tragándose de una buena vez la semilla verde que sostenía en su puño. -¿Por qué no me lo dijiste antes?- preguntó el peli-azul poniéndose de pie ya recuperado, sentándose en la cama y totalmente fijo en Kyou.
-estaba esperando el momento…- respondió sin ocurrírsele nada mejor.
-¿el momento? ¿Cuál? ¿Cuándo Freezer llegara y nos matara? ¿O cuando formarás una vida aquí en la tierra?- preguntó sarcástico y el castaño miró al suelo nuevamente. –Recuerda que volveremos a Lynlia en cuanto hagamos pagar a todos…- reiteró su anterior plan y Kyou resopló cansado.
-no quiero ir a Lynlia… - espetó y Krazack encogió los ojos. Lynlia era un planeta aliado al suyo, con suerte los sujetos seguían vivíos, entonces tomarían el poder ahí mismo, la Tierra era considerablemente más pequeña e insignificante a comparación del otro planeta, su vida sobre todo el universo desde ahí, sonaba a gloria.
-bueno, no hay chicas muy lindas pero se hace lo que se puede…- se burló el menor y Kyou negó con la cabeza.
-no es eso, no quiero dejar la Tierra…- aclaro un punto que Krazack sabía de sobra. – No quiero matar a mi hermano ni a mi sobrino…- agregó y Krazack dio un remolino a sus ojos bastante molesto con la idea.
-Vegeta tiene razón, que patéticos sonamos mostrándonos afectivos…- musitó y suspiró para calmarse. –está bien, podemos dejar a Droxx y tu querido sobrino vivos y llevarlos con nosotros a Lynlia, ¿te parece? – ofreció y el castaño volvió a negar.
-no es el hecho de mi familia en sí, es este lugar, la Tierra, su gente, sus cosas, su esencia. Incluso los deseos por matar a esos tontos han desaparecido, demonios, que me condenen por esto, pero incluso no quiero matar ni a Vegeta…- Krazack arrugó la frente y se liberó destensando su cuerpo y soltando un suspiro.
-igual no puedo hacerlo sin ti…- admitió sabiendo que su opinión estaba por demás, el mono era Kyou, no él. -¿y entonces que procede?- preguntó y Kyou rio divertido.
-vamos a matar a Freezer, y luego empezaremos una vida nueva, lejos de todas esas estupideces que hemos tenido, intentaremos ser felices…- Krazack no estaba convencido aun, el ODIABA a los saiyajins, pero negarse sería estúpido y desgastador, no tenía opción.
-pues ya que…- aceptó y se cruzó de brazos molesto. Kyou se acercó y lo abrazo cariñosamente, como hacía años que no lo hacía. Krazack le contestó el apretón quedándose así unos momentos.
-gracias por entender Krazack, te quiero… y sé que es difícil para ti, pero he encontrado lo que me gusta en este lugar, con el maniático Súper saiyajin y todo; y sé que tú también encontraras algo bueno aquí. Así que diviértete mientras estemos vivos, los monos puros tienen la situación bajo control, ni siquiera hará falta mover un dedo… seremos felices finalmente…- Krazack sonrió amargamente pero con entendimiento, abrazando a su hermano nuevamente. Después de un rato más, Kyou volvió a su lugar quedándose dormido un par de minutos después.
-tú has lo que quieras Kyou… pero yo obtendré mi venganza…- juró en voz alta y cerró los ojos para conciliar el sueño finalmente.

Pasó otro mes más, donde las cosas parecían haber cesado un poco, mientras la frustración subía por la cabeza de todos, estaban a muy poco tiempo de enfrentarse a la lagartija blanca, y aun no dominaban al guerrero legendario, causando un catástrofe cada vez que volvían a intentarlo, si no aumentaban más entre el resto, estaba fritos junto con la Tierra. Amaneció otro día y Kyou se alistó muy temprano para ir a ver a Droxx después de casi medio mes sin verlo. Krazack ya controlaba más su ira, pero le irritaba el favoritismo del castaño por ese mono antes que él. Alzó su vuelo y se marchó a toda velocidad a la montaña Paoz, recibiendo el golpe fresco de aire sobre el rostro, aspirándolo con mucha felicidad y ánimos. Llegó hasta donde su hermano y descendió en el patio, encontrándose con el pelinegro realizando flexiones animadamente.
-¡ho Kyou! ¡Que sorpresa!- dijo levantándose del piso y acercándose amistosamente.
-vaya Droxx, me sorprende que estés despierto tan temprano, y más haciendo ejercicio…-remarcó el castaño y el pelinegro rió divertido.
-a Milk le molesta que me levante tarde, y aunque no lo creas, la llegada de Freezer me preocupa, el príncipe tiene razón, ustedes ya me superan por mucho, no quiero ser un estorbo. Pero ejercitarme así, al menos mantendrá mi energía en el mismo nivel…- Kyou retorció los labios asintiendo, y algo extrañado de que Droxx siguiera respetando tanto a Vegeta al grado de seguir llamándole príncipe.
-sí, las cosas se pondrán feas… pero… fue interrumpido velozmente antes de objetar sobre la carta clave que tenían.
-no confió en Broly…- dijo adivinando lo que le diría. Kyou asintió, en Súper saiyajin él tampoco lo hacía, pero el odio que marcaban los ojos de Droxx con el simple hecho de mencionar ese nombre le impresionó.
-¿Kyou? ¿Eres tú?- preguntó Milk desde la cocina, sacando a ambos de su plática repentinamente.
-ammm… ¡sí, Milk! ¡Buenos días!- saludó como si nada y sonrió brevemente.
-¿y qué haces allá afuera? ¡¿Acaso Droxx no te ha invitado a pasar?!- se escuchó el reclamo en la voz y el pelinegro tomó a su hermano del brazo arrojándolo prácticamente dentro de su casa con urgencia y miedo.
-Hola…- saludó el chico ya adentro mirando a la mujer mover las cosas alegremente en la cocina.
-¡Kyou! Me alegra verte…- soltó lo que tenía para ir a abrazarle. De inmediato sintió el abultado vientre de la chica contra su cuerpo, su bebé llevaba cuatro meses de gestación y se le notaba ya a Milk poco tiempo atrás, no era muy grande aun, pero lo suficiente para apreciarla por sobre su ropa.
-igualmente… ¿Cómo has estado?- preguntó y la chica rió amablemente poniéndose a pensar.
-bastante bien, he ido frecuentemente al médico, dice que todo marcha excelente, que mi bebé es fuerte…- contestó y el joven sonrió ante eso, era su sobrino de quien hablaban.
-eso me alegra, tiene que serlo viniendo de una mujer tan fuerte como tu…- Milk guiñó un ojo y volvió a la cocina.
-¿No le hace daño al bebé que trabajes tan duro?- preguntó el castaño y la chica lo miró extrañada. –deberías dejar que Droxx se encargue de esto…- sugirió y el pelinegro arqueó una ceja, un tanto molesto por ser excluido de inmediato de la conversación, y otra por ser llamado inútil indirectamente.
-si dejo que Droxx cocine, yo y el resto del mundo estaremos en más peligro…- ambos rieron divertidos al instante.
-en eso tienes razón…- asintió y se acercó hasta quedar al lado de ella. –Déjame ayudarte…- pidió y Milk lo miró impresionada e incrédula.
-¿sabes cocinar?- preguntó sin saber si lo idiota era de familia.
-no mucho, pero no hare estallar la cocina, te lo aseguro. Además, aprendo rápido…- la mujer cedió y le dio una cuchara y la sartén, mientras se giraba para dirigirse a su marido.
-Droxx, ve por más pescado…- ordenó e hizo una pausa para mirar al castaño. -¿te quedaras a comer no?- el castaño lo dudó unos momentos, pero terminó por sentir. Milk sabía de sobra que cantidad comían él y su marido, lo que había no sería suficiente.
-¡genial!- dijo Droxx emocionado con tener a su hermano en su casa todo el día, así que se aproximó a la puerta alegre. -¡vuelvo en un rato!- anunció y se fue brincando como un niño pequeño. Ambos lo vieron y sonrieron con algo de ternura.
-sí que sabes tratar con él…- comentó Kyou y Milk sonrió triunfadora.
-no fue tan difícil, es dócil si sabe cómo tratar…- comenzó a picar algunas cosas en la mesa de un lado. –A pesar de que es muy desorganizado, a veces parece un niño chiquito…- se burló atenta a lo suyo.
-si lo sé, suele ser inmaduro…- Milk lo miró de reojo.
-te pareces a él, espero y no en todos los aspectos…- ambos rieron mientras Kyou agregaba otras cosas a lo que cocinaba.
-no en realidad, Droxx se asemeja en rostro, pero a pesar de ser mayor que yo no parece serlo. Mi organización es superior, y por supuesto también veo las cosas con más… seriedad…- Milk asintió atenta.
-eso me alegra, no digo que Droxx sea un mal esposo, pero que hubiera dado por que hubiese sido un poco más parecido a ti…- Kyou bajó la mirada ocultando su rubor, pero Milk estaba atenta en todo. Dio un vistazo rápido a lo que seguía agregando al platillo, notando que estaba poniendo ingredientes de más.
-¿Por qué le pones eso?- preguntó la chica y Kyou paró en seco. Había visto a Raditz cocinar el mismo platillo, y siempre agregaba todas esas especias, aunque en realidad no sabía que eran ni que hacían.
-lo siento…- se disculpó sintiéndose inútil y quitó las manos de la sartén, Milk se acercó a probar su platillo para ver si aún podía salvarse, cuando se dio cuenta de que, en realidad, sabía mucho mejor de lo que ella lo hacía.
-¡vaya Kyou! ¡Que toque eres estupendo!- exclamó la mujer y el chico miró sorprendido su propio platillo.
-¿en serio te gustó?- preguntó incrédulo rascándose la mejilla.
-¡sí, eres genial! Me das la esperanza de que mi Gohan no vaya a salir con las cualidades de Droxx, por lo menos hay alguien increíble en su familia…- el chico volvió a sonrojarse, sin saber si considerar a eso traición, o no, pero Milk parecía solo actuar normalmente, debía ser su imaginación. Pasaron unos minutos cuando finalmente estuvo lo que hacía, quedándose quieto a un lado contemplando a la dama cortar un par de verduras sobre la mesa. Ambos se miraban de reojos y sonrisas coquetas saltaban de un lado al otro inconscientemente. Kyou miraba sus manos subir y bajar con el cuchillo entre sus dedos, cuando su movimiento se vio frenado ante una legumbre más dura de lo que esperaba, trabando su cuchillo a la mitad, y mirando como la chica hacía fuerza para liberarlo.
-déjame ayudarte…- pidió y en lugar de quitarla de enfrente, se posicionó tras ella tomando su mano con la suya que aun sostenía el cuchillo, dejando su rostro por encima del rostro de Milk, pegando su pecho a la espalda de la mujer. Ninguno de los dos dijo nada con el contacto, mientras mañosamente seguían cortando la verdura, tomándose las manos con fuerza, siguiendo una trayectoria suave para rebanar. Los latidos fuertes comenzaron a ensordecerlo, pero parecía no importarle, mientras escuchaba los agitados latidos de la chica. La necesidad le corrió por dentro y viajo su mano hasta posicionarla en la espalda de Milk, quien no protestó quedándose quieta. Movió sus dedos viajándolos en su espalda baja, mientras con la otra aun sostenía el cuchillo con la mano de Milk en el. Bajo su rostro hasta la altura del cuello de la mujer, y se sintió aliviado de no ser desplantado en ese momento, respiró su esencia, saboreándose los labios lentamente. Para su sorpresa ya no había que rebanar, dejándolos sin pretextos para continuar así, pero curiosamente movió su otra mano para rodear la cintura de Milk, encontrándose con un bulto al frente, retirándose de inmediato.
-emmm… bueno hemos terminado… dijo sentándose en una silla y dejando de pie a la chica, mientras la imagen de su hermano invadía su mente y se maldecía internamente.
-cocinare la sopa…- indicó Milk recobrando el aliento y actuando igual como si nada. Pasaron los minutos y no dejaba de pensar, mirando de un lado a otro el lugar, era un hogar. Cosas lindas y particularmente familiarizadas, no renegaba de la que Bulma les había regalado, pero esto daba un ambiente de calidad, no un montón de cosas acomodadas mecánicamente. Suspiró mientras miraba la escena, dejando a su mente volar imaginando por un momento que ese era su hogar, miro de un lado a otro atento, era cogedor estar ahí, tan calmado y tan propio. Volvió su mirada a Milk que estaba parada mirando algunas cosas de la comida muy atenta, imaginó que era su esposa. Un sentimiento le recorrió con la idea, que alguien te amé, que te espere todos los días felizmente, que te despierte con un beso, que sea tu incondicional. Siseó frustrado y bajó la mirada, pero luego la volvió a subir pensativo. Miró su vientre, ese niño, imaginó que era suyo. La idea de ser padre lo envolvió acogedoramente, sangre y carne de él. Su mirada siguió pegada a es bulto imaginando un sinfín de cosas más, angostó los ojos y prestó atención, no era muy difícil de percibir sus latidos, escuchaba el corazón de su madre, y bajo ellos, unos muy acelerados latidos, era el bebé. Sonrió con la idea divagando aun en su mente, cuando la chica lo sobresalto de repente.
-tócala…- ofreció acercándose y posicionándose frente a Kyou, quien estaba sentado en una silla. Él la miró a los ojos y luego llevó su vista a su abultado vientre, y acatando, comenzó a acariciar suavemente, escuchando más atento, se escuchaba feliz. Sonrió y abrazó con cariño el abdomen de la chica, y a ella en su agarre. Milk lo miró, se veía más consiente e interesado que su marido, se odiaba ella misma por pensar así, pero su cuñado no le resultaba desagradable, en realidad era igual a Droxx, así que encontrar su rostro muy conocido y atractivo, era algo difícil frenar lo demás. Miró en su rostro un amor particular hacía su bebé, quizá él podría ser un padre más consiente a quien seguir. Kyou la miró y ambos se quedaron quietos uno en el otro, dudando internamente pero sin desistir. El castaño comenzó a pararse lentamente acariciando toda su espalda desde sus caderas por no deshacer el anterior agarre. Milk solo lo siguió con la mirada hasta que el hombre estaba parado frente a él con una expresión que sabía que significaba. Lo miró sonreír, la misma sonrisa que la de su marido, entonces menos desistió. Se aproximaron suavemente fijos, sabiendo que ocurriría, Kyou estaba ensordecido nuevamente por los potentes latidos de su corazón, y no fue hasta que Droxx gritó parado en la puerta que notó su presencia.
-¡¿Qué se supone que hacen?!- gruñó y ambos miraron asustados, por suerte para ellos, sus bocas no habían llegado a sus destinos.
-nada…- contestó Milk sin darse cuenta que Kyou la seguía rodeando por la cintura. Acto que el castaño notó y la liberó de inmediato.
-Milk tenía algo en el ojo… yo solo revisaba…- Droxx arqueó una ceja incrédulo, viajando su mirada de uno al otro.
-¿en verdad me creen tan estúpido?- siseó furioso. – ¿en serio con mi hermano?- agregó como si eso fuera lo que le importaba en realidad.
-Droxx, cariño, no es lo que tú piensas que es…- Droxx rió cruzándose de brazos.
-tu tono de súplica y disculpa me dice lo contrario… -contestó el pelinegro y ambos pasaron saliva.
-Droxx, es en serio…- el pelinegro viajo su mirada a su hermano y suspiró cansado.
-no les creo…- afirmó y ambos compartieron miradas. –Pero no voy a alegar por eso…- aunque le doliera, estaba en juego su hermano, su esposa y su hijo. Amos lo miraron sorprendidos e incrédulos. –Es normal que te guste, este desgraciado es igual a mí…- añadió y Milk frunció en entrecejo con la cabeza en blanco.
-yo, mejor me voy…- anunció Kyou saliendo rápidamente, huyendo como un cobarde de la situación, pero su hermano lo frenó en la entrada.
-no es necesario que te vayas… les perdono… ¿no has oído?- Droxx apretaba muy fuerte al castaño, sin mirarlo, atentó a los oscuros ojos de su mujer. Kyou sintió miedo pues su hermano había hablado entre dientes y su voz se escuchaba sarcástica, casi como la de Vegeta. Sintió su Ki dar brotes inesperados, no cabía duda, Droxx estaba muy cabreado.
-en verdad lo siento… debo irme en serio…-insistió zafándose de Droxx, quien lo miró de reojo mientras su mano se cerraba en gancho.
-tal vez tengas razón… vuelve pronto… hermano…- gruñó y Kyou salió volando, pero no para la casa con Krazack voló a la ciudad, estaba muy nervioso como para volver al “interrogatorio del peli-azul” Después de unos momentos de volar se dio cuenta de su error, Milk se llevaría la peor parte. Se maldijo internamente por haber huido y dejado a una mujer sola con un saiyajin muy enojado, pero volver ahora no parecía ser opción.
Droxx dio un paso dentro de la cocina y Milk retrocedió involuntariamente aterrada por dentro, pero permanecía firme, hasta donde ella sabía, él era el más fuerte de la Tierra, no era necesario poner a prueba su poder. Droxx mostró sus dientes apretados entre sus labios que rugían del coraje, de la traición. Siguió avanzando acorralando a la mujer como su noble presa, parándose finalmente frente a ella, mirándola desde arriba. Milk pudo apreciar que su rostro temblaba, pero le pareció un temblor familiar, fue ahí cuando Droxx comenzó a llorar aferrándose a su cuello.
-perdóname…- susurró a oídos de ella, pero esta no entendió, correspondiendo simplemente a su abrazo.

Kyou seguía sin rumbo en la ciudad, avanzando fijo en el pavimento grisáceo de la carretera, seguía maldiciéndose por lo que acababa de intentar en casa de su hermano, tración, no había otra palabra para definir eso. Suspiró cansado intentado tranquilizarse, pues no dejba de pensar en que era lo que Droxx haría, lo conocía, y estaba seguro que no dañaría a Milk, o al menos, eso quería pensar. Se sentía estúpido, más que estúpido, se dejó llevar un momento por sus inservibles fantasías. Levantó la vista y se topó con un montón de gente caminando y transitando de un lado a otro con total calma, los envidió por un momento, ellos no tenían ni puta idea de lo que estaba por ocurrir en la Tierra, se quedó fijo en algunos, sintiéndose nauseabundo con la idea de que en cierto modo, estaba luchando por proteger a todos ellos, miles y miles de personas que eran indiferentes a él, luchaba para salvar la vida de esos Terrícolas, cuando no pudo salvar a los suyos. Resopló frustrado y continuó con su camino, mezclándose con el resto, pasando desapercibido, solo recibiendo una que otra mirada despreciable por parte de algunos, intentando memorizar sus rostros… por si acaso. Se sentó en una banca de un parque, miró al pedazo de cielo azul que se marcaba entre las hojas verdes de los árboles, intentando calmar sus nervios y sus ideas, cuando una risita llamó su atención. Giró su cabeza encontrándose con un grupo de niños jugando entre el pasto, riendo y corriendo de un lado para otro, recordó su infancia, no había ni un solo momento en su vida que se pareciera a eso, un momento de paz y calma con amigos. Se concentró en un chiquillo que yacía escondido de los otros en una especie de juego, luego una pareja de jóvenes a lo lejos, tomados de la mano, sonrientes felices. Llegaron hasta el pequeño y este los recibió con un abrazo, sonrió involuntariamente, una sonrisa agria, definitivamente algo como eso tampoco pasó en su vida. Miró nuevamente al cielo dejando ir un suspiro y acordándose de su hermano, Droxx ahora ya tenía veintitrés, un bebé en camino y, esperaba, su esposa aun. Un sonido inundó sus oídos, su propio estomago rugir con furia, si bien, no había comido nada en su casa, ni en la de Droxx; consideró la posibilidad de volver en ese momento, pero ahí estaría Vegeta y su bla, bla, bla. Se incorporó y su olfato percibió algo, era frito tal vez, picante, pudo saborearlo desde lejos, echó una mirada a esa familia antes de marcharse, era eso lo que él quería, pero ahora no estaba seguro de nada. Guiado por su sentido llegó hasta unas calles más adelante, donde había una serie de restaurants extendiéndose por una cuadra. Se detuvo a observar una pancarta antes de hacer otra cosa, no entendió nada de lo que decía. Se forzó y extrañó por un momento la tecnología de Freezer, miró más atentó el panorama mientras escuchaba las voces de los meseros, todos llevando a lo mismo, el precio por la comido. Buscó en sus bolsillos, lo sabía pero quiso estar seguro, ahí no había nada. Resopló y siguió su camino considerando la idea de entrar y pedir lo suyo, iba a arriesgar su vida para salvar la de esa bola de estúpidos, por lo menos debía recibir algo a cambio, pero desistió agachando la mirada. Un sonido llamó su atención a penas dos calles después, era un sonido que ahora conocía, monedas y billetes chocando y rozándose, llevó su mirada al sitio, aun no sabía leer del todo los caracteres de la tierra, en realidad no era que le importara, ni tenía tiempo para hacerlo, pero Kakaroto había enseñado a reconocer algunas. “B-a-n…” afinó la vista intentando reconocer los otros dos, pero eran una media luna y un circulo que no pudo descifrar. Fuera cual fuera el lugar, dentro se escuchaba mucho dinero. Entró dudando de hacerlo o no, robar la comida sonaba igual de factible, pero la idea de tener que robar establecimientos pequeños le hacía molestar, no le gustaba tener que apresurarse en su comida, así que pasó por su mente una idea parecida, robar el “Ban…” pues quedó sorprendido al darse cuenta que ese lugar era un sitio especial para guardar todo el dinero. Siseó intentando pensar con exactitud qué haría, podía matarlos a todos, pero desistió, pedía pedirlo por las buenas, pero algo dentro de él decía que no era así de fácil. Miró a los lados, había guardias de seguridad, con armas obsoletas pero por algo estaba ahí, prestó atención más al fondo, lo que parecían resguardar todos, era una especie de bóveda, almacén, o algo que de seguro estaba repleto de eso. Verificó todo una vez más, podía llegar ahí rápidamente para que nadie lo notara, luego tomar un poco y marcharse, era simple. Tomó un fuerte respiro listo para desaparecer, pero un fuerte ruido interrumpió sus acciones.
-¡todos quietos! ¡Si se mueven los volare en pedazos!- gritó una mujer rubia con un listón rojo en la cabeza, sostenía un arma y dio una ráfaga en dirección al techo. La gente se conmociono agachándose y colocando sus manos alrededor de la cabeza para cubrirse, estaban aterrados y temblando, pero Kyou estaba sereno.
-¡todos, arriba las manos, pónganlas donde las vea! ¡Si cooperan nadie saldrá lastimado!- agregó y como un reto, el castaño las guardó en sus bolsillos mirándola con molestia, más que con impresión, ¿Qué se suponía que estaba haciendo? -¡¿no me has oído imbécil?! ¡Dije arriba las manos!- gruñó la chica a Kyou y soltó una ráfaga cerca de sus pies, pero este ni se movió.
-te oí perra, lo que no entiendo es para que, ¿Cuál es tu problema?- dijo el chico y la mujer se acercó sin miedo y sin titubear a él tomándolo por el cuello de su camisa, apuntándole con el arma en la barbilla.
-¡esto es un ástato, pendejo!- dijo entre dientes soltando su aire caliente sobre su cara. Kyou arqueó una ceja impresionado por el valor de la mujer, sabiendo de sobra que una inútil arma terrícola no le aria ni cosquillas.
-pues lamento decepcionarte bruja loca, pero te he ganado ya este lugar, yo lo vi primero y yo me llevare el dinero…- contestó Kyou y la rubia parecía encenderse con sus palabras, pero se separó y soltó una risa burlona apuntando directo a la cara del castaño.
-qué valor el tuyo…- musitó ella para nadie en específico.
-eso mismo digo…- retó Kyou listo para pulverizarla y dejarse de esas estupideces de una vez.
-¿Cómo planeas robar un banco sin un arma? ¡Eres un idiota! ¡Vete de aquí inexperto y deja que yo me encargue del trabajo!- soltó otra ráfaga a los pies del hombre, quedando impresionada pues esta vez había disparado a atinar, pero las balas parecían quedarse sobre su piel.
-¡ha! ¿Con que decía Banco…?- dijo Kyou para sí mismo y la mujer le miró con miedo, empezando a notar que el tipo no era alguien normal.
-¡cállate maldito loco! ¡Lárgate de una vez si no quieres que te mate!- advirtió y Kyou sonrió con eso.
- no creo que puedas… pero si quieres inténtalo…-apenas terminó de decirlo la rubia le soltó toda su carga contra el abdomen pecho y rostro, pero el chico no recibió daño alguno. La mujer dudó un poco, dando un leve paso atrás, pero se mantuvo firme endureciendo su expresión y sacando otra arma provisional y atacando nuevamente. -¿terminaste?- preguntó Kyou cuando su cartucho volvió a quedar vacío.
-¡eres un monstruo! ¡¿Quién demonios eres?!- gritó más exasperada que asustada.
-mira, tranquilízate, solo quiero robar lo suficiente para comer… - la mujer dudó de sus palabras, poniéndose en guardia cuando el comenzó a acercarse. –Y soy Kyou…- agregó contestando a su pregunta y le extendió la mano. La mujer la empujó a un lado con la punta de su rifle que aun sostenía.
-déjate de idioteces…- dijo ella y Kyou frunció el ceño y colocó sus manos en la cintura.
-no quiero matar a nadie…- dijo y la rubia se sintió con más temor. –Así que ágamos un trato…- volvió a bajar el arma con cautela, y esta vez la chica cedió.
-¿de qué hablas?- Kyou echó una mirada al lugar, todos estaban fijos en ellos, más aterrados que al principio, incluso los guardias, ninguno representaba ahora una amenaza, la chica había dado en el blanco, la estrategia correcta para llevarse el dinero era esa, intimidar a todos y luego irte sin haber matado a nadie, sonaba genial. Volvió su mirada a ella y volvió a sonreír.
-yo me llevó lo necesario para comprar mi comida, y tú te llevas el resto… ¿te parece?- La chica sonrió complacida con la idea, pero sin confiar aun del todo.
-está bien, aunque me parece absurdo robar un banco solo para comer…- comentó y el castaño rio divertido.
-andando…- indicó y avanzó tras el cargando su arma nuevamente, llegaron saltando gente hasta la bodega, deteniéndose al notar que estaba cerrada.
-¡tú! ¡Dame la contraseña si no quieres morir!- amenazó la rubia a un encargado colocando su arma en la frente del sujeto.
-oye… tranquila…- intervino Kyou y con una mano rompió y arrancó la puerta. –ves, está bien así…- la chica le miró impresionada, avanzando tras el para introducirse en la bóveda.
-¡maldición! ¡Esto es increíble!- gritó ella guardando en un saco montones y montones de dinero, mientras Kyou solo cogía billetes sin saber su denominación o valor, no sabía para cuanta comida alcanzaría.
-¿crees que con esto baste para un desayuno?- preguntó inocente y la chica rió divertida.
-veo que eres un novato, te alcanza para comprar el maldito restaurant…- contestó y Kyou sonrió tomando más de esos. El sonido de las patrullas llegando por el frente se escuchó y la mujer se escondió detrás de la pared habiendo terminado de tomar lo que necesitaba, presionó su arma con ambas manos observando de reojo los autos afuera.
-maldición…- musitó exasperada y Kyou no entendió.
-¿Qué sucede?- preguntó con cautela mirando también afuera.
-es la policía, nos atraparan si no hacemos algo… tendré que matarlos a todos…- Kyou se quedó callado mirando su nerviosismo, levantó una mano y destruyó silenciosamente una pared de la bóveda.
-o podemos escapar por ahí…- sugirió cuando la rubia volteó.
-¿Cómo hiciste eso?- preguntó y al mismo tiempo la policía anunciaba que salieran con las manos en alto. –Carajo, que importa, vámonos de una vez…- ambos salieron y ella buscó con desesperación un objeto en la bolsa de sus shorts.
-¿y ahora qué?- preguntó Kyou y la chica rió sarcásticamente.
-no sé tú, yo me largo de aquí…- sacó una capsula y la lanzó al suelo sacando una motocicleta. –Hacemos un buen equipo…- comentó amarrando las bolsas a los lados. –por cierto… mi nombre el Launch…- dicho esto arrancó a máxima velocidad dejando a un Kyou muy confundido rodeado de humo.
-¿Qué? ¡¿A dónde vas?!- gritó pero ella ya estaba muy lejos. –Launch…- susurró y se cruzó de brazos pensativo, para luego sonreír ampliamente. -¡oye espera! – gritó nuevamente alzando el vuelo a toda velocidad.

(1 mes después)

-¡eres un inservible!- otro golpe justo en la cara, enviándolo contra el suelo esta vez. Krazack luchó para ponerse de pie nuevamente, pero una patada en la barbilla lo envió nuevamente al suelo. –Estúpido alienígena… no eres más que un débil…- Vegeta volvió a patear el rostro del chico provocándole una hemorragia al instante.
-te arrepentirás de esto maldito príncipe de los monos…- Vegeta frunció el entrecejo ante el título que el joven le remarcaba en ese momento.
-nadie me llama mono y vive para contarlo…- lo levantó del cabello acercándolo hacia arriba. Krazack no podía ni siquiera mantenerse en pie, dejando ir todos u peso en el agarre de Vegeta.
-Freezer si…- se mofó nuevamente y recibió una cachetada tan fuerte que le dejo viendo colores por unos momentos. El príncipe se quedó fijo en el azulino, pero este solo se rió adoloridamente mostrando sus dientes y boca ensangrentados.
-eres una basura… perdedores como tú solo me quitan el tiempo, no estas a mi altura mocoso…- jaló con más fuerza su azul cabello agitándolo de un lado para el otro con furia.
-vas a matarlo Vegeta…- siseó Broly sentado a un lado, observando desde tiempo atrás la pelea. El príncipe le miró de reojo y volvió su vista a los ojos azules entrecerrados del chico, soltando una risa.
-¿Cuál es el problema?- preguntó y tomó a Krazack por la quijada haciendo un agarre duro y doloroso.
-siempre te sales de contexto, sabes bien que el chico no es rival para nadie aquí…- contestó el muchacho y suspiró observando a su príncipe.
-por eso mismo, solo quiero limpiar el camino…- agitó la cabeza del chica para que este abrirá los ojos, obligándolo a verlo.
-ya suéltalo…- ordenó Broly y Vegeta resopló molesto con la idea de obedecerle, pero arrojó al muchacho a un lado segundos después. Broly se levantó y se arrodilló al lado de Krazack. -¿estás bien?- preguntó mostrándose preocupado, pero el chico no podía contestar, eso ultimo le había roto la quijada.
-deja ya Broly, no tiene caso que te preocupes por un insecto como el…- gruñó el príncipe cruzándose de brazos disgustado con la escena frente a él.
-no seas así Vegeta, míralo, lo dejaste hecho polvo…- se escuchó algo de burla en sus palabras, pero Vegeta solo guardo silencio dando un remolino a sus ojos. –Toma… te sentirás mejor…- susurró el gran muchacho metiendo una semilla en la boca del peli-azul. Vegeta gruñó con su acción y se giró para darles la espalda.
-eres igual a Kakaroto…- comentó el príncipe y Broly angostó los ojos y presionó su quijada al escuchar ese nombre. Vegeta y el tenían rencores y riñas por el motivo que ambos estaban interesados en el mismo hombre, por lo general, o más bien dicho, siempre, evitaban hablar de él o cualquier cosa que condujera a ese tema, no entendía por qué venía a relucir ese nombre en ese momento, mucho menos su absurda comparación. Broly siseó frustrado y ayudó a Krazack a ponerse de pie.
-¿estás bien?- preguntó en forma de susurro y el peli-azul asintió con la cabeza indiferente, lanzando una mirada culminante al príncipe de los monos.
-¿vas a seguir con tus estupideces o podemos pelear de una vez?- retó Vegeta a Broly y este sonrió complacido.
-de acuerdo Vegeta, espero y contengas ese ánimo y esas energías…- aceptó y sacó a Krazack del camino tronándose el cuello y los brazos velozmente. n-imbécil…- bramó el príncipe y se lanzó como una bestia sobre su ahora enemigo. Un intercambio de patadas, golpes, energías y técnicas se escapaban arduamente. No había necesidad de que Broly llegara al nivel legendario para sobreponerse al poder del príncipe, le superaba en fuerza, aunque Vegeta tenía maña y habilidad, logrando una pelea apenas y justa. Vegeta lanzó un golpe, pero Broly le frenó tomándolo en su puño con fuerza, haciendo que Vegeta reaccionara rápidamente dando un giro para atinarle un codazo en las costillas, y lo logró, pero a Broly no pareció importarle, sosteniendo a Vegeta por detrás, rodeándolo con una mano por el cuello y con la otra inmovilizándole ambas manos.
-mal movimiento príncipe…- se burló Broly y Vegeta seguía forcejeando para liberarse, pero el aire comenzaba a escaparse de su cuerpo bajando rápidamente su nivel de pelea, dejando finalmente de moverse.
-suéltame de una vez…- ordenó pero Broly rió divertido ante la petición.
-¿Por qué? Si te ves tan lindo así…- susurró en su oído y Vegeta volvió a sus intentos inútiles por liberarse, ladeando la cabeza para alejarse de la de su compañero, pero este solo lo apretó rudamente, con toda la intención de dañarlo.
-déjate de estupideces…- siseó el príncipe dejando otra vez de ejercer fuerza, su voz se escuchaba forzada por la fuerza con la que Broly sostenía su cuello, además del agarre que cruzaba por su pecho presionando sus pulmones.
-he ganado… ¿no merezco una recompensa?- lamió el lóbulo de Vegeta, haciendo que este se restirara a un lado sin resultados, volviendo a intentar zafarse y elevando su Ki al máximo, peor fue inútil.
-¡déjame, maldito loco!- ordenó Vegeta y Broly mordió fuertemente su oreja, al grado que esta sangró, pero el dolor y forcejeo del chico parecía solo gustarle más, despreciaba a Vegeta, y mirarlo tan indefenso siempre era un placer para él.
-¿Qué sucede principito?- susurró en el tono más provocativo y burlón posible, lamiendo con la punta de la lengua la sangre que aun escurría por su cuello, desde la herida que el mismo había provocado.
-¡no juegues conmigo Broly! ¡Te arrancare la cabeza si no me sueltas ahora mismo!- amenazó en sus débiles intentos de hacerlo entender.
-¿no me digas?- se burló haciendo caso omiso a lo que decía, y girando la cabeza del príncipe con la más brutalidad posible hasta que pudiera verlo, pero sin soltarlo del cuello y el pecho, pegándolo aún más contra su cuerpo. Vegeta a penas y podía ver su rostro por el rabillo de su ojo, gruñendo en su desesperación y frustración por ser más débil y no poder zafarse ante eso. Broly le sonrió y se acercó hasta su rostro, Vegeta apretó los ojos pensando en que lo besaría, pero solo pasó su lengua por un hilo de sangre que salía de su boca y viajaba hasta su barbilla, una marca de su combate que habían tenido en ese mismo momento.
-sabes delicioso…- musitó Broly separándose de él príncipe y remojándose los labios con la sangre aun fresca del príncipe.
-me das asco…- rugió Vegeta con ganas de partirle la cara. Broly sonrió sarcástico manteniendo una dura mirada llena de odio y rencor que ambos compartían. Finalmente arrojó a Vegeta a un lado azotándolo contra el suelo. El príncipe rodó un poco y finalmente se levantó, miró con desdén y desprecio al otro chico, pasando su mano enguantada con brusquedad por su oreja y su barbilla, quitándose los restos de sangre y saliva.
-maldito loco…- repitió el príncipe y comenzó a caminar rumbo a la casa, pasando de largo a Krazack, empujándolo de lado con su hombro.
-estúpido creído…- dijo Broly escupiendo a un lado toda la sangre de Vegeta, la cual no se había atrevido a pasar. Se relamió los labios como desprendiendo el sabor de su príncipe y volvió a escupir con asco hacia el suelo.
-¿Qué sucede? ¿Al final no supo delicioso?- preguntó Krazack burlón parándose a un lado con sumo interés en el asunto.
-que va, Vegeta sabe a pura basura…- contestó y ambos comenzaron a reír discretamente.
-¿Cuál es tu juego?- indagó el peli-azul y Broly le miró de reojo levantando una ceja en señal de que no entendía de lo que hablaba. –Me refiero a lo que acabas de hacer…- señaló y una carcajada por parte del mayor se hizo presente.
-me gusta jugar con ese idiota, como dices. Ver su cara de horror y asco me gusta demasiado, no me cansaría de verlo temer ante mí…- respondió y se cruzó de brazos. –Además me las debe…- añadió y Krazack sonrió divertido.
-te oías bastante convincente…- comentó el chico y Broly volvió su mirada sobre él.
-soy buen actor…- se aduló y se relajó sentándose sobre el suelo, lanzando una mirada para indicarle a Krazack que hiciera lo mismo.
-eres un demente…- corrigió el chico y se sentó con confianza a un lado. -¿haces lo mismo con todos?- preguntó en cuanto se recostó en el suelo.
-¿hacer que?- Broly imitó al muchacho tirándose en el pasto y usando sus manos como almohada.
-eso de besarlos y cosas raras…- otra risa volvió a salir de la boca de Broly ante esas palabras, se veía sorprendido por eso. Se quedó pensativo un momento, primero fue Kakaroto, luego Droxx, luego Yamcha, luego Vegeta, y hasta el mismo Krazack ya había pasado por la lista de sus labios. Se sintió un pervertido después de ese razonamiento.
-no, no con todos, solo con los que me gustan…- contestó con cierto cinismo en la voz. Krazack rió divertido y se quedó atentó al cielo.
-¿Por qué me diste tu semilla?- preguntó después de un rato. Broly le miró ladeando su cabeza sin entender del todo su pregunta.
-porque la necesitabas, ¿debe haber otra razón?- Krazack negó con la cabeza apretando los labios, como si el chico no hubiera entendido su pregunta.
-era tuya, y nadie más que tú debía usarla… -aclaró y Broly suspiró cansado.
-no digas estupideces…- musitó el mayor y Krazack frunció el entrecejo algo molesto. –si la necesitabas, entonces no había razón para no dártela…- agregó y cerró los ojos indiferentemente.
-pero a mí no me servirá de nada, era tuya, debiste usarla para hacerte más fuerte…- espetó logrando que Broly abriera los ojos mirando sorprendido al peli-azul. Se inclinó levemente y mantuvo fija su mirada en los ojos azules del chico.
-no le hagas caso a Vegeta, él solo dice estupideces…- soltó Broly sin quitarle la mirada profunda al muchacho. –No creas lo que él dice de ti, de ti, ni de nadie…- agregó y Krazack siseó con sarcasmo.
-tiene razón en muchos sentidos…- contestó el chico y giró la cabeza a un lado sin poder sostener más tiempo la mirada.
-¿así? ¿Dime en qué?- retó y Krazack no dudó ni un segundo en contestar.
-te pareces a Kakaroto…- otra vez ese nombre, y otra vez ese dolor.
-déjate de estupideces…- se levantó bruscamente y de mala gana, con bastante indiferencia y forzándose a no hablar del tema.
-es verdad… los dos demuestran mucho sus sentimientos…- Broly frenó su huida parándose en seco al escuchar eso. – pero a diferencia de Vegeta, no pienso que eso este mal…- agregó no porque lo pensara en verdad, si no porque quería indagar más en los pensamientos del muchacho, y dejarlo ir ahora no estaba incluido en su plan.
-te escuchaste igual que él. Ya te dije, no le creas nada de lo que dice…- reconfirmó y volvió a caminar obligando a Krazack a sentarse sobre el suelo.
-no hablare más de eso, si no quieres…- ofreció y Broly negó con la cabeza cruzándose de brazos, pero deteniendo su marcha.
-no es que no quiera, es que no puedo…- dejó salir un suspiro y se quedó fijo en la nada a unos metros del peli-azul.
-está bien entonces… te entiendo…- volvió a recostarse totalmente en el suelo. No podía mirar a Broly, pero sabía que este le observaba calmadamente, nada que pudiera considerar una amenaza. Pasaron unos minutos hasta que el mayor se paró frente al peli-azul, quien permanecía con los ojos cerrados.
-vamos, es hora de cenar…- indicó y le extendió la mano para ayudar a levantarlo, lo dudó un poco, pero terminó por aceptar su agarre.
-vayamos antes de que esos locos se acaben todo…- comentó el Clusi avanzando la par con el saiyajin.
-te has vuelto más parlanchín que cuando te conocí…- comentó Broly y el peli-azul soltó una leve risa.
-así es, era solo cuestión de acostumbrarme a ustedes y sus p…- frenó sus palabras al darse cuenta que era el guerrero legendario con el que hablaba, estando a nada de decir pulgas. –…palabrerías…- acomodó y para su suerte el otro chico no lo notó. –bueno, y tú te has vuelo más callado y reservado que cuando te conocí, es extraño si te escucho decir más de dos palabras al día, las cuales no sean más que insultos o maldiciones…- Broly rió con nada de diversión en su voz, lo que decía era verdad.
-así son las cosas…- respondió y suspiró profundo recordando todo lo que le había pasado en tan poco tiempo.
-deberías dejar de juntarte con Vegeta, te está pasando lo reservado y gruñón… el mayor arqueó una ceja y frenó un poco su velocidad.
-¿de qué hablas?- cuestionó y Krazack le miró con sorpresa algo extrañado.
-pasas más tiempo con él que Kakaroto, incluso pasan más tiempo ustedes dos juntos que cualquiera…- explicó y se dio la vuelta para seguir caminando. Broly parpadeó varias veces procesando sus palabras, siguiéndolo lentamente. Era verdad, no lo había notado, pero era verdad, pasaba todo el día con el príncipe, retándose, insultándose, golpeándose, ofendiéndose, era todo lo que hacían. Krazack tenía razón, ya no hacía nada más en el día que provocar discusiones y golpearse hasta sangrar, se estaba envenenando el mismo, ahogaba todo su odio y rencor en Vegeta, desahogándose débilmente con el hombre, sin dirigirse a nadie más, ya no recordaba incluso la última vez que había hablado razonablemente con alguno de sus camaradas, solo soltaba maldiciones con el príncipe, quien no se contenía un poco respondiendo con la misma intensidad. Se estaba destruyendo sin saberlo, se estaba quedando solo de igual manera, se estaba volviendo un igual para Vegeta, una bestia sin corazón. No quería recordar su pasado, era como si hubiese arrancado las hojas de su vida, pero solo se estaba cerrando el mismo, así como el príncipe.
-¿en verdad lo crees?- preguntó en voz baja a sabiendas que el muchacho tenía buen oído.
-pues sí, en realidad cada día te pareces más a él…- contestó y Broly suspiró ahogando un gruñido de negación. No sabía mucho sobre él príncipe, pero sabía que él tampoco hablaba de su pasado, era frío y le dolía admitirlo, pero en el fondo deseaba ser igual de fuerte e insensible que él. Kakaroto, él era el punto principal que deseaba desaparecer de sus recuerdos, ¿pero cómo olvidar más de diez años de su vida? De cierto modo sintió que Vegeta se lo arrebató, pero ya no sentía la misma calma y aceptación que al principio, eso era ahora odio puro. Incluso recordó la promesa que le hizo a su primer amor, la cual no era de absoluta relevancia para él, es más, su sed de hacer pagara a Vegeta de algún modo, era su prioridad ahora, incluso sentía más ganas de hacer sufrir al príncipe, que deseos por recuperar un amor perdido. Resopló con la ahora novedad en su cabeza, sí, se estaba volviendo igual que él, desviviéndose en una guerra silenciosa e interminable, desgastando y desperdiciando sus días y sus horas en una riña infinita, no planeaba matar a Vegeta, quizá le gustaría, pero el placer duraría poco, a diferencia de la idea de dejarlo vivo, así disfrutaría de verlo abatido día a día. Definitivamente Vegeta tampoco le mataría, no porque no quisiera, el príncipe estaría dispuesto a hacerlo si se le presentaba la oportunidad, pero no podía, y ese era un punto a favor de Broly, dejándolos a los dos condenados a joderse las vidas para siempre. Resopló con esa última palabra de su mente, “¿para siempre?” pensó meditando las cosas. ¿Qué pasaría después de matar a Freezer? Definitivamente no se iría de la Tierra, no tenía a donde ir, pero la idea de quedarse le irritó de igual forma, ¿quedarse? ¿Para qué? ¿De verdad planeaba llegar a viejo sin dejar de discutir un solo día con su príncipe? Él estaba aprisionado en esa casa ahora semi destruida que la chica les dio, al igual que Kakaroto, Raditz, Turles, Krazack, Kyou y por supuesto Vegeta, ¿entonces que iba a hacer? Por un momento envidió a Droxx por haberse casado y escapado de toda esa mierda, donde ahora se encontraba inundado hasta el cuello. Kakaroto de seguro no le dejaría matar a nadie para obtener un lugar propio donde vivir, y la idea de mezclarse con los terrícolas le pareció escalofriante, no eran sus iguales, no lo aceptaría.
Llegaron hasta la casa y entraron hasta tomar sus lugares en las mesas.
-¿Dónde estaban?- preguntó Raditz sin interés realmente, pero remarcando su ya evidente retraso.
-de seguro estaban por ahí besándose…- comentó Vegeta sin dejar de tragar su pedazo de carne. Broly sonrió y tomó un pedazo del centro.
-es cierto… Krazack besa mejor que tu…- atacó y todos rieron discretamente ante la cara molesta de Vegeta, a excepción de Kakaroto que el comentario le vino más que desagradable.
-es extraño no escuchar la televisión a esta hora…- susurró Turles mirando el reloj que marcaba las siete en el reloj.
-sí, falta Kyou… ¿Por qué no vas tu a verla, muchacho?- sugirió Raditz mirando a Krazack fijamente.
-es mi hermano quien ve esas cosas, a mí no me interesa…- respondió cortantemente y el melenudo arqueó una ceja impresionado con su repuesta.
-está bien, tranquilo…- apaciguó Turles volviendo todos a sus alimentos.
-me voy a dormir…- anunció Broly más como costumbre que por respeto o formalidad. Nadie dijo nada y él se dirigió en silencio a su habitación.
-espera…- escuchó una voz casi como un susurro detrás de él, dando un leve vistazo y notando una cabellera azulada a sus espaldas. Se frenó solo unos momentos hasta que Krazack estuvo a su lado.
-¿Qué pasa?- preguntó el mayor mirando desde arriba al adolecente.
-¿puedo… puedo quedarme contigo esta noche?- pidió tímidamente y Broly frunció el entrecejo extrañado, pero de inmediato suavizó su expresión.
-claro, si quieres…- contestó y ambos subieron hasta estar frente a la habitación de Broly.
-voy por mis cosas, espera…- indicó el azulito y Broly le frenó del brazo.
-tengo dos almohadas, no te preocupes…- no dijo más cuando abrió la puerta y prácticamente arrojó al chico dentro de su habitación. Krazack frenó su camino y se sentó en la orilla del sillón. Broly se sentó en la orilla de la cama y ambos se miraron en silencio por un largo rato.
-dime... ¿por qué decidiste quedarte hoy aquí?- preguntó Broly finalmente y Krazack apenas pestañeó un poco.
-bueno, tú has estado muy solo últimamente, pensé que sería bueno un poco de compañía…- contestó escuchándose sincero, pero Broly notaba algo extraño en sus palabras.
-¿y Kyou?- atacó repentinamente y Krazack clavó su vista al suelo.
-seguramente el no volverá esta noche… otra vez…- susurró como si le costara decirlo, apretando los puños con firmeza.
-¿esta con… Droxx?- parecía que ambos les costaba hablar del mismo tema, pero se llevó una sorpresa cuando Krazack negó discretamente.
-no sé dónde está, él insiste que va a verlo, pero sé que miente, lo noto en su voz, no ha visto a Droxx en casi un mes, pero sigue yéndose, no sé ni con quien ni a donde, no quiere decirme…- su voz estuvo a punto de quebrarse con su explicación, era su hermano, y la poca confianza y comunicación que ahora había entre ellos lo entristecía, quería llorar, pero no lo haría, no frente a alguien.
-está bien…- musitó Broly sin saber cómo actuar ante eso, podía sentir los sentimientos del chico azotarse dentro de su pecho. -quizá ambos hemos estado muy solos últimamente…-agregó y Krazack apenas soltó un leve suspiro.
-quizá…- susurró en respuesta y Broly se recostó en la cama.
-¿Por qué parte es saiyajin Kyou? ¿Madre o padre?- la expresión de Krazack cambió a asombro y miedo, su rostro empalideció mientras sus ojos se expandían sin saber cómo actuar ante eso.
-¿Cómo… como lo sabes?- preguntó en un tono dubitativo y Broly sonrió levemente.
-le vi el rabillo de la cola, además de que es fuerte y muy glotón…- remarcó eso ultimo con chiste y Krazack mordió su labio interior para que este dejara de temblar por los nervios, como pudieron ser tan descuidados.
-¿se lo viste? ¿Cuándo?- indago para ver donde estuvo su error, las cosas se ponían un tanto difíciles ahora.
-cuando fuimos con el maestro Roshi, se quitó los pantalones y lo note por arriba de su ropa interior…- contestó y una sonrisa pícara se formó en su rostro al recordar la escena. Krazack se maldijo interiormente sabiendo que ya no podía remediar ese error ahora.
-vaya… que estúpido…- dijo el peli-azul para sí mismo mirando al suelo decepcionado por esa abertura.
-¿Por qué no querían que lo supiéramos?- las ideas se le escaparon de la cabeza ante la pregunta de Broly, no podía decir sus motivos.
-mi hermano lleva negando su sangre saiyajin toda su vida, odiaba que le marcaran como tal, por eso mismo lo guardaba en secreto, siempre…- contestó sin mentir realmente, eso era parte de la verdad.
-ya veo… ¿y cómo es que él es saiyajin y tú no? ¿No son hermanos?- preguntó interesado y Krazack apretó los labios viéndose obligado a hablar.
-por madre si, su padre era un saiyajin que colonizó Clusi…- resumió y Broly asintió comprensivo.
-¿Qué le paso en el ojo?- dijo al ver la flexibilidad del peli-azul y dispuesto a aclarar todas sus dudas respecto a los hermanos Miki.
-tuvo una riña con un sujeto en la nave donde vivíamos, él lo llamaba traidor, impuro, mono pulgoso, bueno demasiadas provocaciones hicieron estallar a Kyou, lo menospreciaban por ser saiyajin…- hizo una pausa y tomo aire recordando las escenas. –el tipo era cinco años mayor, pero Kyou era más fuerte, le dio una paliza, y el los intentos desesperados del sujeto, le clavó una daga en el ojo… terminó por perderlo… pero el tipo terminó por morir después de eso…- explicó y Broly parecía muy atento a sus palabras, observándolo como un niño chiquito.
-ya veo… ¿y por qué existe ese distanciamiento entre ustedes?- Krazack hizo una mueca ante tantas preguntas, pero Broly le sonrió inocente esperando una respuesta.
-solo riñas de hermanos…- se limitó a decir y el mayor negó con la cabeza.
-no, por la manera en que lo celas de todo, yo diría que estuviste… o estás enamorado de él…- las mejillas de Krazack se pusieron coloradas de inmediato, sintiéndose estúpido por mostrar tan deliberadamente que Broly se encontraba en la razón, recordó la lección de Vegeta, le hizo mucha falta en ese momento.
-claro que no…- susurró pero Broly ya estaba asintiendo por haber dado en el blanco.
-claro que sí, ¿desde cuándo?- preguntó muy interesado, a decir verdad, se estaba sintiendo de maravilla tener una conversación así después de tanto tiempo, era revitalizador.
-hace mucho… desde que recuerdo…- Broly arqueó una ceja complacido con la respuesta, levantándose y sentándose en la orilla del colchón aún más interesado.
-entonces se lo dijiste… ¿por eso se distanciaron?- Krazack chasqueó la lengua recordando el día en que arruinó todo.
-pues algo así como decírselo, no… aunque termine por hacerlo también…- sus miradas se cruzaron y Broly torció la cara indicando que continuara.
-intente besarlo… luego me golpeó un poco extrañado, luego termine por decírselo, y luego me rechazó… así de simple…- explicó y cerró los ojos cubriéndose el rostro con las dos manos al haberse forzado a recordar aquel día que terminó con la relación especial de hermanos que tenían.
-vaya… lo siento…- susurró Broly sin pensar en nada mejor que decir, pues no sabía si estaba mal o bien lo que Kyou había hecho, dejando a un lado que ambos eran hombres, el punto es que eran hermanos, eso lo complicaba todo.
-está bien… no te preocupes…- contestó Krazack sutilmente y se recostó en el respaldo del sillón.
-bien… ahora dime… ¿a qué viniste?- los ojos de Krazack se abrieron al tope y miró a Broly confundido, estaba seguro que ya había contestado a eso. –Hablo de la verdadera razón…- Krazack titubeó un poco, no lograba entender el pensamiento de Broly, parecía saberlo todo, pues ahora, sus verdaderas intenciones y deseos de quedarse ahí esa noche habían sido hábilmente pre calculadas por el saiyajin, y el que los creyó monos estúpidos.
-bueno, se de tu sed, y yo también tengo necesidades…- admitió y Broly sonrió complacido al haber acertado en sus sospechas.
-tienes razón… creo que algo como eso no me vendría nada mal ahora…- recordó que se estaba pudriendo en porquería, hacía ya más de cuatro meses que no frotaba un cuerpo desnudo contra el suyo, el ultimo había sido Droxx.
-de acuerdo…- susurró Krazack sin saber cómo comenzar, Broly no lo sabía, pero lo sospechaba, el Clusiniano no había estado con nadie antes.
-tranquilo…- dijo el mayor al notar el repentino nerviosismo y rubor del chico ante la idea. –Anda, ven aquí…- pidió y le invitó a sentarse a su lado, Krazack miró al suelo tomando valor y se levantó con seguridad sentándose a un lado de Broly. El mayor recordó la primera vez de Kakaroto, fue con él, sabía al menos como tratar ahora a un inexperto. Se maldijo por dentro al haber recordado todas esas escenas en un momento, pero distrajo su atención recordando la edad de Krazack, tenía dieciséis, uno menos que Kakaroto, y él ahora tenía veintitrés, siete años mayor. Claro, a él la edad le importaba un carajo, pero no estaba por demás tenerlo en cuenta.
-solo… se amable…- pidió el Clusi asustado, pero definitivamente, no desistiría de su idea, quería hacer algo como eso hace mucho, y esta parecía ser una buena oportunidad, su hermano ausente y desquiciado sexual en la habitación de un lado, y la mejor parte, el desquiciado sexual tenía un gusto especial por los hombres, justo como él, parecía perfecto. Broly se sabía un millón de mañas aprendidas en la zona oscura, traída por las mejores perras del universo, ser sutil sería fácil. Le sostuvo del mentón haciendo que el  más joven alzara la mirada para topar sus ojos azules con los azabaches del otro chico.
-no te preocupes…-susurró en tono seductor para encender la mecha, pero su cerebro ya estaba trabajando hace mucho con fantasías relacionadas con el peli-azul, así que la mecha, más bien ya parecía incendio. –No tengas miedo…- aseguró pero dudó de ello unos momentos, tal vez si debía temer, solo un poquito. Krazack abrió la boca para decir algo más, pero Broly lo besó aprovechando el momento, atacó de inmediato y sin más se fue con los besos fuertes pasando su lengua con brusquedad por toda su boca. Krazack no sabía corresponder adecuadamente, en realidad la vez que Broly le había besado frente a su hermano cuando veían televisión, había sido su primer beso. El mayor lo notó después de unos momentos, y disminuyó la intensidad para besar más suavemente en lugar de atestarse tan rápidamente. Krazack llevaba acostumbrándose al ritmo finalmente, cuando Broly se despegó ansioso por continuar, aunque Krazack se veía algo indeciso aun con eso, todo era nuevo para él, y si el hecho de besar a penas y lo estaba volviendo loco de sensaciones, no quería ni imaginar lo demás. Broly lo tomó por los hombros y lo recostó con gentileza sobre el colchón, colocándose sobre él, apoyándose únicamente en el colchón. Krazack ya respiraba con dificultad y le temblaban las manos, pero suspiró indicando que prosiguiera, Broly no dudó ni un segundo más en volver a comenzar con besos suaves, para después de unos cortos minutos, empezar con unos más apasionados, donde los dos ya estaban perdidos masajeándose sus lenguas con suma intensidad, mientras saboreaban una y otra vez sus labios con ímpetu. Mantenían los ojos cerrados, queriendo derretirse mutuamente en sus bocas. Broly en realidad solo estaba preparando el área, esperando para que el muchacho estuviese lo suficientemente preparado para lo que seguía, para que no dudara en ningún momento. Bajó su mano y la metió en los pantalones naranjas del Gi de Krazack, este se estremeció al sentir su miembro ser envolvió por los dedos de Broly, pero no tuvo oportunidad de seguir reaccionando, pues los besos crecían de intensidad y la mano comenzaba a dar masajes estupendos. El mayor acariciaba aun midiendo el asunto, debía tener bien excitado al chico como prioridad, y como esperaba, fue más fácil que cualquier cosa. Krazack ya jadeaba con los apretones y leves jalones que Broly le hacía a su miembro, nunca imaginó que se sentiría de esa manera con solo el contacto de su mano así, pero se estaba llenando de seguridad ante lo demás, si sentía igual de bien, entonces resistiría. Broly se apoyó en sus rodillas zafándose el traje velozmente y quitándole igual a Krazack todo. Lo miró debajo de él, su cuerpo notablemente joven, se veía casi como un niño, hubiera dudado de hacerlo si no se tratase de un guerrero del espacio, era fuerte, más que las prostitutas que llegaba a dañar brutalmente en el acto, por no mencionar la vez que mando a una a la cámara de recuperación. Negó con la cabeza para borrar todas esas cosas estúpidas que no venían al caso en ese momento, volviendo su atención a lo suyo.
Krazack cubrió levemente su pecho desnudo con sus brazos, pero de inmediato Broly los quitó colocándolos con fuerza a los lados, el chico estaba con su erección al máximo, podía sentir y verla urgente, pero a él le faltaba inspiración todavía. Tomó el miembro de Krazack y comenzó a masajearlo aplicando más fuerza, provocando que él chico gritara levemente con la satisfactoria sensación, mientras se perdían en juego de besos y leves mordidas. Comenzó a recorrerle el cuello y besarlo desesperadamente mientras probaba con su lengua su piel. Finalmente sintió su excitación al cien, estaba que no podía más, su cuerpo se lo gritaba, quería saltarse justo a penetrarlo. Sin previo aviso tomó las piernas del chico y las levanto arrodillándose en su parte trasera, examinó el asunto unos segundos antes de proseguir, era joven, y de cuerpo pequeño a comparación del suyo, intentaría ser suave. Se acercó a su entrada y con la húmeda punta de la lengua remojó su entrada, Krazack gritó de confusión y arrebato cuando sintió el rostro de Broly justo ahí, aferrándose a las sábanas y almohadas con desesperación. Broly consideró lo suficiente y cargó las piernas de Krazack sobre sus hombros, colocándose arriba de él ardiendo en deseos por saciar sus ganas. Krazack soltó un grito que, definitivamente, todos los habitantes de la casa escucharon, pero como buenos compañeros, nadie dijo nada. Broly se asustó un poco ante ese acto, pues apenas estaba intentando entrar, pero Krazack abrió los ojo y dio un leve movimiento de cabeza para indicar que continuara. Broly obedeció, entrando aún más despacio, besando a Krazack para evitar que este volviera a gritar, pero estaba consciente de que le chico estaba llorando, quizá era de dolor, pero no se daría el tiempo de pensar en eso justo ahora que estaba a nada. El peli-azul soltó el aire cuando se sintió invadido. Broly dio un gemido de placer al encontrarse que la reducida cavidad lo hacía más interesante para él.
-tranquilo…- susurró el mayor a Krazack pues notó que este se tensó levemente. El chico asintió y Broly comenzó a besarlo nuevamente y masajear su miembro para que se relajara y pudiera moverse y proseguir, se estaba tornando un tanto difícil, pero eso solo lo excitaba más, la idea de que era casi un niño con quien estaba. Se mordió el labio inferior en cuanto continuó con las embestidas, lentas, deslizándose con suavidad de atrás para adelante, sintiendo el musculo de su extremidad fritarse con pasión en medio de las paredes de su cavidad, una sensación exquisita. Hizo las embestidas más fuertes y más rápidas cada vez, provocando una sensación indescriptible, llena de pasión y de lujuria. Broly sintió un líquido caliente sobre su pecho, quedándose inmóvil unos momentos para mirar a Krazack, quien estaba sonrojado y agotado, a vista de Broly, muy rápidamente.
-acabo de empezar…- anunció y el peli-azul le miró incrédulo, pero notó en su mirada que hablaba en serio, sintiéndose algo avergonzado, se había venido muy rápido. Broly le acarició el cabello azul quitándoselo de la frente, pues estaba húmedo y pegado a su piel por el sudor. Krazack suspiró profundo y asintió indicando que continuara. Broly sonrió ante eso y prosiguió con las embestidas, mientras masturbaba a Krazack para recuperar su erección, cosa que fue cosa de un par de minutos. Broly se salió deseoso de probar a Krazack y sin más bajó hasta quedar de frente a su miembro, lo lamió recogiendo el semen de su anterior eyaculación, saboreándolo y metiéndoselo a la boca como si nada. Krazack arqueó la espalda soltando gemidos de placer mientras la sensación de ser invadido aun no desaparecía. Broly parecía todo un experto para eso, provocando en sus movimientos de lengua y labios una sorprendente sincronización, haciendo que el otro chico solo gimiera inundado de placer total, se sentía increíble, la húmeda y cálida lengua de Broly parecía querer deshacer el miembro de Krazack en la boca. Otro grito más disimulado y volvió a venirse esta vez en el rostro de Broly, le brotó un poco en los ojos, pero lo limpió de inmediato con su antebrazo lamiendo el resto con un sorprendente gusto. Krazack jadeaba para obtener aire, mientras veía la cola marrón de Broly menearse suavemente de un lado a otro ondeándose en el aire, como un gatito. Pero su perspectiva cambió cuando le miró a los ojos, cambiando de parecer un gato a un tigre que asecha a su presa, relamiéndose los labios y lanzando una mira, hasta cierto punto, desquiciada, apoyado en sus manos aun a la altura de su miembro, y por lo que veía, al chico le faltaba más. Broly avanzó sobre el colchón y alzó las piernas del joven en sus hombros nuevamente, Krazack apretó los ojos cuando se vio invadido nuevamente, y Broly parecía una bestia insaciable, jactándose hasta el fondo de su cuerpo, y el no parecía tener más fuerza como para lograr otra erección, sentía la excitación, pero las fuerzas se le iban con cada embestida cada segundo más brutal. Broly se estaba saliendo de control sin darse cuenta, su cuerpo estaba tan ansioso y desesperado que perdió la noción de su fuerza, estaba aguantando más de lo habitual, y cada vez era más poderoso el asunto, incuso subió su Ki muy alto sin darse cuenta. Krazack solo recibía sin protestar, no apagaría el momento, se sentía muy bien a pesar de todo, aun consiente de los disparos de Ki que presentaba el cuerpo de Broly. El mayor se sentó y cargó a Krazack sobre su cuerpo pegándolo a la pared y haciendo los repetitivos saltos más bruscos. Krazack se esforzaba por hacer algo, otra fugaz erección había vuelto, pero sacó lo último de inmediato, sintiendo las piernas y manos temblándole sin poder contenerlas, le faltaba el aire, no aguantaba más, su vista se estaba nublando, el sudor le recorría la espalda y los intentos por mantener el aire en sus pulmones eran inútiles ante los saltos en los que se veía envuelto, su corazón le iba a estallar. Broly finalmente sintió el cosquilleo venir desde su pelvis, haciendo las ultimas embestidas más salvajes, y finalmente se vino dentro de Krazack, este dio un grito y luego nada. Broly sintió como se desplomaba sobre él y su Ki descendía bruscamente, entonces su cerebro reaccionó la fuerza de sus movimientos.
-¿Krazack?- preguntó sin moverse dando leves palmadas a la espalda del peli-azul recostado e inmóvil sobre su hombro, pero no obtuvo respuesta. -¿estás bien?- se sintió un poco desesperado y se movió suavemente para no lastimarlo más, poniendo al chico frente a él. Notó que tenía los ojos cerrados, pero en calma. –mierda…- susurró y se salió del chico colocándolo suavemente en la cama, el pobre se había desmayado de la intensidad del asunto. Broly lo miró unos momentos y se sintió avergonzado y arrepentido de haber sido tan, desconsiderado, pero vaya que le hacía falta un revolcón, y este le había caído de maravilla. Se recostó a su lado y lo envolvió con su brazo atentó a su energía, Krazack volvió unos momentos después, pero quedó dormido al instante, totalmente agotado por tanto ejercicio, se había cansado más que en los entrenamientos de Vegeta.

Un mes después Broly y Krazack se habían vuelto buenos compañeros, pero solo eso, compañeros. Turles había preguntado a ambos si existía algo, pero ambos negaban todo, en realidad no había nada, fue un revolcón, mutuo acuerdo, nada más, de ahí solo compañía. Kyou se ausentaba con frecuencia, pero cuando no lo hacía pasaba el tiempo entrenando arduamente contra Kakaroto, ignorando prácticamente a su hermano. A Droxx hacía dos meses que no lo veía, pero mentía cada vez diciendo que lo hacía, frecuentándose con la chica Launch, a quien ya no parecía ser indiferente. Raditz y Turles parecían ser los más estables, pues incluso habían paseado por la capital del oeste, un lugar bastante atractivo e interesante para los dos, esperaban con ansias matar a Freezer y mandar todo al carajo. El príncipe estaba ansioso con la llegada del emperador, ya no veía el momento en que llegara ese maldito, se había vuelto fuerte, pero no lo suficiente, el nivel legendario estaba lejos de él, mirando como sus subordinados perdían el tiempo en estupideces sin sentido.
Kakaroto iría por más semillas del ermitaño, pero pasaría a visitar a sus amigos, así que el resto de su equipo le acompañó en su trayectoria. Descendieron en Kame-House antes de ir a la torre de kami-sama. Krillin estaba afuera entrenado a orillas de la playa cuando se percató de las poderosas presencias. Gruñó por un momento pero las reconoció después de unos momentos, eran Goku y sus colegas del espacio.
-¡Krillin! ¡Hola!- saludó Goku y el calvo se aproximó alegre.
-¿Qué pasa Goku?- preguntó algo alarmado con la repentina visita.
-solo he venido a visitarlos… tranquilo…- contestó al notar que el chico se sobresaltaba mucho.
-¡genial! ¡Entren por favor!- pasó su mirada rápida por todos, de inmediato noto la falta del chico loco, se sintió aliviado por un momento, también faltaba otro castaño. Siguió su mirada hasta toparse con los ojos ennegrecidos y fríos de Vegeta, apuntándole como dos armas afiladas listo para matar. Se congeló pero el príncipe pasó de largo colocándose en el margen de la puerta.
-¡Goku! ¡Qué alegría!- saludó el maestro Roshi buscando de inmediato a los dos chicos que compartían su gusto por las chicas, y que justamente, ambos faltaban.
-amm… Droxx se ha casado con Milk…- explicó Kakaroto al notar que lo buscaba a través de sus gafas oscuras, y tanto Roshi como Krillin le miraron extrañados y escépticos.
-¿hablas de la hija de Ox-satan?- preguntó el maestro y Goku asintió de inmediato. -¿hablas del chico de cabello largo y negro?- preguntó para estar seguro.
-sí, de hecho van a tener un bebé…- agregó y los terrícolas se quedaron sorprendidos.
-creí que tú te casarías con ella…-dijo Krillin y Goku rió con la idea.
-cambio de planes… ¿y cómo han estado?- preguntó y luego comenzaron una amigable charla. Pasados unos minutos cercanos a una hora, Kakaroto salió seguido de sus compañeros para marcharse finalmente. Krillin se despedía de Goku cuando notó la mirada de Vegeta sobre él nuevamente, parecía que le odiaba. Goku avanzó pero el calvito permaneció en su lugar temblando inconscientemente mientras le sostenía con dificultad la mirada al príncipe saiyajin, quien para su desgracia, avanzaba en su dirección.
-¿Qué me ves estúpido Terrícola?- siseó el príncipe y Krillin negó con la cabeza. –que cobarde… me das asco, espero el momento de poder destruirte el rostro con mis manos, quedaras irreconocible…- dijo divertido y al calvito le bastaron escasos segundos para saber que su amenaza iba muy en serio.
-andando Vegeta…- llamó Goku y el príncipe se cruzó de brazos formando una sonrisa malévola y alzando el vuelo con aura azul de inmediato. Goku iba en punta avanzando por el mar, Vegeta se estaba impacientando percatándose de que Kakaroto no iba en dirección a la torre de Karin, si no que su vuelo conducía a la capital, sabía de sobra a quien verían ahí. Todos cayeron de pie sobre el verde césped dentro de las instalaciones de C.C. buscando de inmediato entre los edificios amarillos en forma de círculos.
-¿Goku?- escuchó una voz conocida y Yamcha salió de entre unos edificios, acompañado por Puar. Sonrió alegremente, pero cuando su vista se topó con Broly retrocedió involuntariamente, su último encuentro no fue muy agradable.
-¿Qué hacen aquí?- preguntó el Terrícola sutilmente sin moverse de su lugar y con la guardia en alto, no quería más sorpresas.
-vinimos a ver a Bulma… ¿esta ella?- preguntó y como llamado la chica salió per el edificio de un lado.
-¡Goku!- gritó lanzándose sobre el cuello de su amigo, quien la abrazó de igual manera. -¿has estado entrenando duro?- preguntó con entusiasmo más que confiada en que su amigo salvaría la tierra sin lugar a dudas.
-¡sí! ¡Todos estamos entrenando muy duro!- remarcó y Yamcha pasó su mirada por sobre ellos.
-¿tú también lucharas?- preguntó el terrícola a Krazack y este le miró con desdén asintiendo levemente con la cabeza. –Pero eres muy joven…- agregó y Krazack abrió la boca para contestar, pero la sonrisa desquiciada de Vegeta interrumpió todo.
-no seas estúpido Terrícola, el chico es machismo más fuerte que tú, no está al nivel de un saiyajin, pero su raza supera la tuya como no tienes idea…- bufó y Yamcha apretó el rostro molesto, mirando penetrante a Vegeta.
-¡oye lo le hables así a Yamcha, estúpido! ¡Él ha estado entrenando duro también!- gritó repentinamente Bulma llamando la atención de los dos.
-¿me estás hablando a mí, mujer? – preguntó Vegeta escéptico ante la irreverencia de la mujer.
-¿hay algún otro estúpido aquí? – retó ella y Vegeta gruñó como un animal. Kakaroto se percató y tomó a Bulma por la cintura intentando calmarla.
-no toleraré tu irrespeto, la siguiente vez te hare arrepentirte de eso…- amenazó el príncipe mostrando los dientes en furia. –además, el poder de este terrícola es insignificante, solo estorbara en la batalla contra Freezer…- Yamcha arrugó el entrecejo otra vez, pero podía sentir el poder increíble de Vegeta, y mirando su temperamento, prefirió ahorrarse sus palabras antes de poner en riesgo su vida.
-ya déjalo Vegeta…- susurró Broly amenazadoramente y el príncipe se relajó mirando únicamente a Bulma.
-mejor dinos cómo va el avance con la nave…- indicó y el rostro de Bulma se suavizó al instante cambiándolo por una sonrisa.
-¡hemos avanzado demasiado! ¡Estará lista en cuatro meses!- anunció bastante feliz.
-Freezer llega en tres, si sobrevivimos entonces será un hecho…- comentó el príncipe remarcando el punto de todo. Bulma se giró a él y sonrió ampliamente.
-¡estoy segura que podrán contra ese monstruo de Fretzer…!- exclamó y Vegeta la miró exasperado.
-es Freezer...- corrigió y la peli-azul rió divertida.
-como sea, ¿me entendiste no?- preguntó juguetona y Vegeta soltó un rugido. –Confió en que Goku será más fuerte que ese monstruo…- agregó y luego se giró a su laboratorio.
-¿quieren ver el avance de la nave?- preguntó y toso asintieron siguiéndola.
El día pasó y después de haber visitado a Bulma fueron con el Maestro Karin y finalmente, de regreso a su casa.
-maldición… por un momento anhelo que llegue de una maldita vez Freezer… comentó Vegeta en la entrada.
-¿en serio? ¿Por qué?- preguntó Kakaroto y Vegeta sonrió discretamente.
-para poder purgar este planeta de una vez…- contestó despreocupadamente y Kakaroto encendió su poder inconscientemente.
-¡¿de qué mierda estás hablando?!- gritó Goku y todos guardaron silencio impresionados con ese repentino rugido.
-¿pues qué esperabas? En cuanto Freezer esté muerto liquidaremos este sitio, tomaremos la nave y nos largaremos a Rithica sin problemas.
-¡por supuesto que no! ¡Nadie tocara a ningún terrícola! ¡Y mucho menos iremos a Rithica! ¡¿Para qué mierda ir a ahí?!- exclamó el comandante pero Vegeta ni se inmutó.
-no seas tonto, ¿cómo que para qué? Esos bastardos eran fieles a Vegita, con Freezer muerto el poderío pasara sobre nosotros…- explicó calmado y mirando retador a Kakaroto.
-de ninguna manera, no lo haremos, no purgaremos y no nos iremos, nunca más…- hizo hincapié en eso ultimó y Vegeta apretó los dientes para luego dejar soltar una sonrisa.
-al menos déjame llevarme al enano y calvo estúpido… ese maldito insecto merece morir…- apenas terminó de decir eso cuando su rostro fue golpeado con dureza por el puño cerrado de Kakaroto.
-¡vaya! ¡Que tenemos aquí! ¡Le prefieres por sobre mí, tu príncipe…!- miraron extrañados, Vegeta sobre ponía su título como príncipe antes que el de pareja. Se sobó la quijada y se puso de pie listo para más.
-él es mi mejor amigo…-respondió Kakaroto intentando calmarse. –No permitiré que nadie le haga daño, ni que te dirijas a él de esa manera…- agregó y Vegeta siseó molesto.
-¿a él no, pero de tu príncipe si pueden mofarse todos los terrícolas? Suenas absurdo…- espetó Vegeta y Turles ya quería ir por palomitas para presenciar el espectáculo que estaba por comenzar.
-no seas ridículo Vegeta, nadie se ha burlado de ti, además tú quieres matarlos, ellos no te han hecho nada…- dijo Kakaroto más tranquilo.
-solo escuche: “bla, bla, bla, soy patético…”- se burló como loco y luego frunció el entrecejo. -¡deja de ser un estúpido cobarde! ¡La consideración y aprecio no te servirán!- Kakaroto se puso embravecido con sus palabras, sonaba como un demente.
-¡tener consideración no es ser cobarde! ¡Yo cuido a los míos!- exclamó furioso intentando retener más ira.
-¡por eso no eres el mejor! ¡Por qué te ciegas tú mismo con tus estúpidos sentimientos! ¡No eres capaz de matar a alguien! ¡Eres un cobarde!- otro golpe le llegó de frente, pero esta vez no se contuvo y golpeó a Kakaroto de igual manera.
-¡no matare a nadie!- gruñó Kakaroto sosteniéndose la quijada por el fuerte golpe.
-con gusto los matare por ti… traeré su calva cabeza como adorno…- volvió a burlarse y no se percató del momento en el que Kakaroto lo tumbó al suelo y subiéndose sobre él, comenzó a clavar un sinfín de golpes sobre el rostro del príncipe, sin siquiera estar consciente de lo que hacía. Vegeta fue tomado por sorpresa, pero de inmediato contraatacó golpeado, pero Goku le esquivó y continuó con sus ataques brutales. Broly tomó a Kakaroto por la cintura quitándolo del príncipe y apartándolo lo suficiente como para que este reaccionara.
-¡me estoy cansando de tus estupideces, Kakaroto!- gruñó Vegeta mirando a su actual rival con ira, la cual era compartida. -¡me canse de tus tontos sentimientos, de tu bondad, de tus “amigos”, de la Tierra y de todo! ¡Me canse ya de toda esta mierda!- gritó con exaspero sosteniéndose las miradas, las cuales parecían mortales. -¡al demonio con la puta tierra! ¡Al demonio con los insectos de tus amigos! ¡Al demonio contigo y tu estúpido planeta! ¡Todos pueden irse a la mierda! ¡Al carajo con todo, mataré a Freezer y me largare a Rithica quieras acompañarme o no! ¡Tú y toda tu gente puede irse a la puta y jodida mierda por mí! – el aire le faltaba por tanto gritar. Se dio la vuelta y avanzó hasta las escaleras, las cuales casi rompe por la intensidad. Todos se quedaron en absoluto silencio después de que el príncipe azotara la puerta de su cuarto, permaneciendo así unos minutos, hasta que unos pasos los interrumpieron de su sorpresa.
-¿me perdí de algo?- preguntó Kyou y todos le miraron encogiéndose de hombros y soltando un suspiro al mismo tiempo.

Pasada la cena que fue más tensa de lo que esperaban, Raditz y Turles se marcharon a su habitación, seguidos por Kyou Krazack. Broly se levantó y esperó a Kakaroto en la parte inicial de las escaleras. Goku avanzó en silencio y con la mirada clavada en el suelo repitiendo en su mente cada palabra del príncipe. Ambos subieron y Kakaroto se frenó antes de abrir la puerta de su habitación, no podía entrar, terminarían en otra pelea, y no estaba seguro de contenerse. Broly solo le miraba consiente de la situación, y sabiendo de sobra lo que seguía.
-oye Broly… ¿puedo dormir en tu cuarto hoy?- preguntó y el muchacho sonrió reconfortante asintiendo y abriendo la puerta del cuarto, dejando entrar primero a Kakaroto. Broly se dirigió al sillón y Goku le miró extrañado.
-duerme en tu cama… yo estoy bien en el sofá…- dijo el más joven y Broly rió sin nada de gracia.
-estoy bien… toma tú la cama… debes descansar…- indicó y Kakaroto asintió sentándose en la orilla del colchón, quedándose así unos momentos. Broly mantenía los ojos cerrados, pero estaba atento, escuchó un gimoteo y sus ojos se fueron contra el chico aun sentado en la orilla de la cama, sosteniéndose el rostro y bajando la mirada. Sin poder contenerse se levantó y sentó a un lado de Kakaroto, quien sorpresivamente se abrazó a Broly soltándose a llorar, no hizo falta decir nada, pero en cuanto se sintió rodeado por esos brazos, su pena pareció disminuirse a nada. Broly correspondió de inmediato y se quedaron así por un largo rato, hasta que Kakaroto comenzó a  dormitar en su hombro, se recostaron aun abrazados, en silencio, pero recordando infinidad de cosas en ese momento y removiendo sentimientos del pasado, unos que quizá ni los años podrían quitar de sus almas, pero sus corazones lo anunciaban palpitando a la par. Broly sintió entre sus brazos la calma, Kakaroto estaba dormido finalmente, suspiró melancólico ante eso sin dejar de rememorar un sinfín de cosas en sus pensamientos, llorando en el momento que el menor se quedó dormido, seguía sintiendo lo mismo sin importar nada, y estar así con él ahora, le abría en el alma las cicatrices.

-y bien… ¿Cuál es el registro?- preguntó con falsa cotensia meneando su copa tranquilamente.
-es un poder que supera los 90 000…- contestó Zarbon detrás del emperador, bastante alarmado con las cifras.
-es normal, mi mono favorito está en ese planeta…- dijo Freezer con tranquilidad mirando por su gran ventana.
-no mi señor, al parecer el registro es de alguien más, en total son más de seis energías poderosas y…- se detuvo tragando saliva.
-¿…y…?- presionó Freezer guardando total calma.
-todas las presencias poderosas son de saiyajins…- el emperador frenó el movimiento de su cola ante eso, mirando a un lado por la orilla de su ojo y girándose lento hasta enfocar a su subordinado.
-¿saiyajins has dicho? ¿Más de uno?- preguntó el Lord algo incrédulo.
-así es, son un aproximado de cinco de ellos, quizá más…- respondió Zarbon manteniendo a penas la calma.
-imposible, destruí el planeta… además, los colonizadores me hubieran informado…- aseguró y Zarbon se tensó ante eso.
-hemos buscado las señales, todos los rastreadores del equipo fueron destruidos, y el comandante Baird no contesta a las llamas, está fuera de línea…- explicó el lugarteniente y Freezer angostó los ojos con la noticia.
-ya veo… así que los monitos quieren jugar sucio…- musitó el Lord y recargó sus manos al frente apoyándose en su trono volador.
-podríamos destruir el planeta con todos ellos ahí… no son más que traidores…- sugirió Zarbon y Freezer negó con la cabeza.
-¿y que tiene eso de divertido?- rió –no  te precipites soldado, es impresionante su supervivencia. Me emociona saber qué es lo que planean, esperan verme a mí en tres meses, que estúpidos son al ponerse en mi contra. Pero suena interesante, además, como traidores, no les dejare una muerte rápida como esa, sufrirán lentamente por su traición…- se giró nuevamente a Zarbon sonriendo esta vez. –será interesante divertirme con ellos… ¿Qué más sabes? – preguntó con malicia bebiendo más de su copa.
-sé que Vegeta está vivo, y con ellos, que el planeta no fue purgado, que la brigada está muerta y que han incrementado su fuerza…- respondió de manera monótona y Freezer abrió los ojos emocionado.
-¿con que Vegeta está vivo? Y yo lo hacía polvo en el universo…- comentó y sonrió extasiado. –Bien, me esperan unos monos furiosos en tres meses, veo que quieren tomarme por sorpresa… así que… ¿Por qué no les damos un regalito?- sonrió y se giró de nuevo al frente sin prestarle más atención a su subordinado. –Veamos que tan buenos son…- musitó y Zarbon se impaciento un poco.
-disculpe maestro, pero… ¿les dejara así…?- no terminó de hablar cuando la mirada de Freezer se clavó con furia sobre él.
-tranquilízate Zarbon, esta función se pondrá muy divertida…- comentó y colocó su mano sobre su scouter presionando varias veces el botón.
-¿hola? Capitán Gynew…-

Continuará…

Notas finales:

¡¡¡¡ ASÍ ES VEGETA YO NO TENGO LA CULPA!!!

Bueno, ok, (respirando profundo) recuerden que como mi amigo Vitrioluz dice, no todo es como parece.

El sig. capitulo ya es el fin, así que primeramente, no pueden saltarse los comentarios iniciales, y si lo hacen, no importa los finales ¡ESOS SI NO SE LOS PUEDEN SALTAR! Por qué las notas finales será el final del fic. Bueno el final historia estará en el texto, pero el que paso después o como quieran llamarle, estará en los comentarios finales. Espero y entiendan, ya lo verán.


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