Un pelirrosado no dejaba de jugar con su compañero de cama estaba tan emocionado por su comeback que la adrenalina lo elevaba por los aires, dio una vuelta provocando que fuera a dar al piso.
—Deja de jugar, debes dormir un poco. —Comentaba el pelinegro dándole la mano para ayudar a levantarlo. —Anda trata de descansar apenas un par de horas termino el concierto.
—¿Ese milagro que quieres dormir temprano? —Comentaba con aire inocente acostándose en su lado de la cama. —Siempre vienes tarde, a veces ni si quiera quieres dormir.
El mayor se sintió algo apenado era verdad, él siempre les ordenaba cuidarse, dormir bien, comer todos sus alimentos a los miembros de sus equipo, pero comúnmente él descuidaba su propia salud, se saltaba la cena, llegaba a dormir solo un par de horas al día, llevando su cuerpo al máximo, apenas un par de meses antes había ido a dar al hospital por cansancio, recordar esa escena lo llenaba de vergüenza, se suponía que él era el líder, quien debía dar el ejemplo.
—Recuerda que el manager me ha ordenado que debo descansar. —Contestaba evitando la mirada del más joven. —No quiero volver asustarlos.
—Hyung por favor debes cuidar de ti. —Comento escondiendo su rostro en las cobijas. —No quiero que nada te pase y por favor no quiero recordar esa situación.
El pelirrosa se giró dándole la espalda, se aferró a sus cobijas, no quería recordar esa madrugada cuando salió de su habitación para buscar a su líder debido a que era muy tarde lo encontró desmayado en la sala, la impotencia que su corazón sintió al verlo de esa manera, comenzó a gritar una y otra vez, hasta que el resto del grupo se aglomero en la habitación el manager llego en cuestión de minutos junto con otro manager llevaron al líder al hospital, el pequeño se quedó toda la noche sentado en el sillón mirando la puerta, todos lo acompañaron pero cuando Jong se quedó dormido HimChan lo llevo al cuarto para que no se resfriara, YoungJae y DaeHyun se quedaron dormidos en uno de los sillones compartían una manta, el más joven estaba recargado en el hombro del mayor así paso el maknae la peor noche de su vida.
—¿Te asuste mucho? —Dijo en un susurro el mayor recargando su frente en esa espalda. —Perdóname no es mi intención preocuparlos.
—Por única vez en mi vida te odie Hyung. —Hablo temerosamente haciéndose bolita, nunca había dicho ese secreto. —Te odie tanto que por eso te ignore cuando regresaste.
YongGuk trago en seco, ese simple detalle cambio su vida totalmente después de regresar del hospital se encontró al maknae sentado en el sillón mirando la puerta, trato de saludarlo pero este solo se levantó para irse a su cama el resto del día no le dirigió la palabra, todos lo cuidaban pero el más joven solo lo observaba a la lejanía, por primera vez no sabía que pasaba por esa despeinada cabecita, odio los gestos que hacía, sus ademanes, su frialdad, esa fue la causa por la que el líder decidió cuidarse un poco más, no quería volver hacer enojar a ese niño.
—¿Por qué me odiaste tanto? ¿Por qué no me dirigiste la palabra? —Preguntaba con curiosidad, deseaba saber que tanto escondía. — Después solo llegaste diciéndome que me perdonabas pero que no lo volviera hacer.
—Por primera vez en mi vida perdí temer a alguien, nunca había sentido ese miedo que viví cuando te vi en el piso, el aire no llego a mis pulmones, tuve miedo, demasiado. —Contestaba tratando de no llorar pero era un sentimiento que siempre guardo en su pecho. —¿Por qué lo hiciste? Eres un hyung muy malo.
El mayor lo abrazo por la espalda, guardándolo en su brazos pudo sentir como su pecho se llenaba de lágrimas, ese sentimiento que experimentaba era tan doloroso, tan sofocante, se culpaba por hacer llorar a su maknae, a su bello, tierno maknae, ese niño que siempre andaba riendo, jugando, esforzándose en ser el mejor, se sentía tan miserable que no encontraba la manera de reparar su falta, acaricio su cabello rosa, beso su cabeza, lo repego mas a su cuerpo.
—Dime que debo hacer para que dejes de llorar. —Le comentaba al oído. — Hare lo que me pidas para que no me vuelvas a odiar, pídeme lo que sea.
—Nunca me dejes, nunca te vayas de mi lado. —Decía juntando sus frentes, sus respiraciones se mezclaron, sus miradas se fusionaron. —Promete que hasta el último día de tu vida compartiremos la misma cama.
Esos ojos, esa promesa para el mayor sonaba en un doble sentido, su corazón no dejaba de latir, era muy sabio para comprender sus sentimientos, era consiente que no miraba a su aprendiz como un maestro observa a su alumno sino como un ser humano mira a otro cuando su corazón ha sido cautivado, delineo su rostro, se armó de valor para besar su mejilla, al ver que no hubo rechazo se animó a besar, sus ojos, la comisura de sus labios, entrelazo sus mano con la blanca del más joven.
—Eres demasiado inteligente y a mí no me gustan los rodeos, voy de frente. —Dijo varonilmente pegando sus labios. —¿Entiendes el significado de esa promesa, de esa propuesta?
—Sí, lo sé. —Contesto seguro de sí mismo, acaricio el cabello negro del mayor. —Significa que cuando sea mayor de edad, te diré que te amo, que eres mi primer y único amor, te conquistare de tal manera que nunca me querrás dejar.
El mayor soltó una carcajada, su seguridad lo había enamorado, tan adorablemente encantador, todo un pequeño manipulador con esa sonrisa, con esos ojos, con esa piel, lo volvió a guardar en sus brazos, ambos guardaron silencio dejándose llevar por la oscuridad en la que estaban inmersos, sus manos seguían entrelazadas, sus respiraciones se entremezclaban, no volvieron a tocar el tema, porque no existían palabras que lograran definir lo que es sus corazones pasaba, eran demasiado sabios para hacer una tormenta en un vaso de agua, su bello secreto quedaba entre ellos, al igual que DaeHyun y YoungJae quienes siempre buscaban tomarse de las manos regalándose una cómplice mirada, como ese que HimChan gritaba a los cuatro vientos al confesar que amaba a JongUp quien solo se correspondía de la misma manera, el líder y el maknae también compartían su propio secreto. La pareja fue bruscamente despertada ya que debían regresar a Corea para su comeback en Music Bank, Bang se puso una camiseta negra, un short blanco, junto con su gorro y lentes mientras que JunHong hizo la misma combinación solo que sus tenis eran azules, usaba una gorra y una chaqueta blanca. En el aeropuerto fueron recibidos por sus babys continuaban sorprendiéndose por la pila que tenían esas chicas el dúo de raperos saludo contento, emocionado, agradecido, de vez en cuando se regalaban miradas cómplices para solo reír más, llegaron a las grabaciones lleno de fans, cámaras, gente, caminaron por las calles hasta llegar a punto donde debían esperar Bang tomo asiento en un barandal Zelo al verlo tan feliz, tan contento, se acercó a él sentándose a su lado.
—¿En qué piensas hyung? —Comentaba mirando su perfil, esa bella sonrisa que enamoraba a todas las babys, la adoraba. —No debes contestar lo sé.
—Es maravilloso ¿No crees? —Dijo sonriendo a la nada. —Saber que pase lo que pase al final del día será como siempre, tú y yo.
Zelo asintió con la cabeza, su amor no estaba creado para que todos lo supieran, era demasiado puro, inocente, real, fuerte, que solo debía ser conocido por ellos dos, por sus corazones, continuaron conversando hasta que HimChan llego a interrumpirlos, pero al maknae y al líder no les importo, porque sabían que aunque durante el día estuvieran ocupados, en la noche compartirían la misma cama, con sus manos entrelazadas.