Shikamaru estaba un poco nervioso. Las cosas entre él y Naruto no podían estar mejor, ambos se habían confesado sus sentimientos, pero a pesar de ello, no se sabía que clase de relación tenían.
El rubio le trataba con más cariño y en ocasiones se ponía en plan dulzón, pero cuando el pelicastaño intentaba meterle mano, el niño era sagaz y se escapaba. El Nara no se molestaba ni preocupaba por ello, el ojiazul aún no lograba adaptarse al contacto sexual.
Sólo tenía que darle tiempo.
- Entonces ¿Son novios o qué?
Pero como siempre, las personas de afuera siempre metichean y terminan metiéndose donde no las llaman.
- No lo sé - La pregunta que le había hecho Ino lo había dejado pensando más de la cuenta.
- ¿¿¿¿EHHHHHHHH???? ¿Cómo que no lo sabes?
- Si eres escandalosa. No grites que estoy aquí – Se metía el dedo en el oído.
- ¿Qué no me dijiste que se habían sincerado? Hasta se dieron sus besos de lengüita ¿No? – La Yamanaka no disimulaba su tono de voz – Shikamaru… no me digas que no le hiciste la petición.
- ¿Petición?
- ¡La de noviazgo chico bruto!
- No me grites. Eres una escandalosa. Ni que fueras mi mamá.
El pelicastaño frunció el seño, la ojiazul claramente estaba regañándolo.
- Además no creo que fuera necesario.
- ¡Por Dios! – Exclamó la muchacha - ¡Ahora entiendo a Naruto! Eres un completo insensible ¿Cómo quieres que ande de manitas sudadas contigo si ni sabe si son novios o no? ¡Pobre Narutito!
- Un momento. No creo que tus conclusiones de chica nos sirvan. Acuérdate que ambos somos chicos, a nosotros eso no…
- ¡Te mato Shikamaru! – Le gritó – Esto no tiene que ver con eso. Si lo quieres tienes que demostrárselo ¿Y que mejor manera que hacerlo oficial?
Shikamaru en cierto modo se sintió mal, la Yamanaka tenía razón. Naruto era medio caído de la mata después de todo.
- Pero eso si. Nada de “Hey, panita… vamos a empatarnos ¿Si va?” – Al mencionarlo, la rubia había imitado burlescamente la voz masculina – Tienes que usar las palabras correctas… ah, también tienes que decírselo en un lugar romántico – Juntaba sus manos y suspiraba – Llévalo a un parque o a comer a algún lugar caro, nada de Mc Donalds ¿Eh? Cómprale un obsequio y luego de una cita donde lo tratarás con cariño, tú debes tomarle la mano y luego…
- Que molesta eres… “ni que fuera a pedirle el empate a ella” – Descansaba su cabeza en su mano – “Hay que ver que las chicas son complicadas”
Mientras que el pelicastaño era regañado por la rubia, el Uzumaki recibía las opiniones de Gaara y de Ten Ten, quien ahora era una de sus confidentes.
- Y bien Naruto ¿Ya tuvieron sexo? – Preguntó Gaara sin rodeos.
- ¡¿Eh?! ¿Cómo puedes preguntar algo así? – El ojiazul estaba de colores.
- ¿Lo han hecho o no? – Volvió a preguntar con su tétrica voz.
Naruto se meneó un poco, por el nerviosismo.
- Pues… no – Su cara cual tomate.
- ¿Eh??????? – Gritó la Ten Ten, un tanto escandalosa- ¿Aún no le has dado a Shikamaru la prueba del amor?
- No lo digas tan fuerte – Le tapó la boca a la chica con su mano. Pensó un poco – ¿Eh? No sabía que eso era una prueba de amor.
- Por supuesto que lo es – Habló la chica luego de retirarse la mano - ¿Cómo rayos se demuestran ustedes cariño?
- Eh… pues…
***Flash Back***
Ambos chicos se encontraban en el cuarto del Nara.
Se hallaban instalando la videoconsola.
- Naru… - Shikamaru se acerca hasta el rubio que se hallaba desenrollando unos cables y rompe el silencio – Yo quiero…
- Shika…
El pelicastaño se aproxima muy cerca del rubio y toma su mano. El catire se sonroja al instante.
- ¿Te gustaría… ser el jugador número uno?
Naruto observa entre sus manos el control del primer jugador.
- Shika… ¿Estás hablando en serio? – Sus ojitos brillaban.
- Si.
- ¡¡¡Mo!!! ¡¡Vales mil!! – Le dio un beso en la mejilla y se sentaron a jugar por cinco horas sin detenerse.
***Fin del Flash Back***
- ¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?! – Exclamaron los oyentes al unísono y con la boca abierta.
- ¡Vamos! Decidir quien se quedará con el control del número uno es algo muy difícil – Comentaba Naruto tratando de quitar aquellas caras de sus amigos – Si empiezas primero tienes la ventaja de elegir el mejor personaje, además en algunas consolas es ese jugador el único que puede poner la pausa…
- ¿Estás bromeando cierto? – Gaara le miraba con la mirada entrecerrada.
- ¡Pobre Shikamaru! – Ten Ten se colocaba la mano en la mejilla.
Naruto infló sus cachetes de por sí enrojecidos. Había quedado como un completo tarado por el gesto tan “lindo” de Shikamaru… ¿Por qué sólo a él le parecía así?
- Bueno, bueno… supongo que al menos le habrás hecho un trabajo manual.
El silencio amainó por unos segundos debido al comentario del pelirrojo.
- ¿Trabajo… manual? – Naruto alzó la mirada hacía arriba, pensativo - ¿Dices como un regalo hecho por mí mismo? – En su cabeza se mostraba una extraña manualidad hecha con materiales escolares - ¿Cómo una tarjeta?
PLAF!! - El rubio recibió un fuerte coscorrón en la cabeza.
- ¡Coño! ¡Eso dolió Gaara!
- ¿Llegaste tarde a la repartición de cerebros? A mí me parece que esa cabeza tuya está hueca – Se sobaba los nudillos.
Ten Ten se aproximó hasta la oreja de Naruto y le susurró a lo que se refería el sabaku no.
- ¡¿Ah?! – Su cara estaba de colores – Yo… yo… ¿Por qué le tocaría su…? Y menos si… - Un poco de vapor empezó a salir de su cabeza. No había pensado en usar sus manos y hasta su propia boca para algo así.
- Porque es necesario que lo hagas ¿Qué no eres su novio? Se supone que debes satisfacerlo – Hablaba muy convencido el pelirrojo.
- ¿Tú le haces eso al… “coso” de Lee?
- ¡!
Fue instantáneo, su cara se incendió de golpe y sus ojos quedaron hechos puntitos.
- Yo creo que es Lee quien da la iniciativa en éste caso – Murmuró Ten Ten.
- ¡Por supuesto que yo también lo hago! – Logró soltar con vergüenza Gaara. Se sentía mareado debido a la pena.
- Entonces… - Interrumpía Naruto – Dime cómo lo haces tú.
- ¡¡YO NO TE VOY A DECIR ESO!! – Exclamaba.
- ¡¿POR QUÉ NO?! – Imitaba su tono de voz.
- ¡¡PUES PORQUE NO Y PUNTO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
- Mo… - Bufó – Ten Ten… ¿Tú me dirás cómo se hace?
La aludida se puso de colores.
- ¡¿Serás Idiota?! ¿Cómo te atreves a pedirle algo así a una chica? ¡¿Además cómo te atreves a insinuar que yo he hecho una cosa tan horrible y espantosa como esa?! – negaba con las mejillas enrojecidas.
- Oye… - Hablaba Gaara – Cálmate sister.
- Jum… ¿Qué haré? – Se rascó la mejilla - Así como voy ¿No estoy siendo un buen novio?
- Pues no uno muy bueno – Opinaba el ojiceleste.
- ¿Están seguros? ¿De veritas, de veritas? Shika… ¿De verdad quiere que yo… haga eso?
- ¡Por supuesto que si! El pobre de Shikamaru debe de estar con la entrepierna torturada cada vez que están juntos.
- Ten Ten tiene razón. El otro día me comentaste que aún se quedan en la casa del otro a dormir y no hacen nada – Sacó Gaara y la pelicastaña no se lo creía.
- ¡Pero…! ¿Por qué él no me lo dice?
- ¡Por favor Naruto! ¡Así tan caído de la mata como lo eres tú! A ese muchacho deberían de darle un premio por aguantarse tanto – A Ten Ten parecía que le hubiesen dado cuerda – Estoy segura de que él debe estar esperando a que le des la señal de camino libre, porque es obvio que el quiere hacértelo, se le nota en la cara.
Ante el comentario de la chica, el pelirrojo asentía.
- Eso es verdad – Mantenía la mano en la barbilla - El señor quejumbroso sabe que de lanzarse encima, de seguro Naruto huiría espantado… es un hombre digno de admirar – Hablaba con emoción.
- Creo que estás pasando mucho tiempo con Lee – Tenía un ligero tic en el labio.
- A éste paso no tardará en cortarte las patas.
Las palabras de la chica lo abofetearon.
– ¡No quiero que me bateen! Díganme ¿Qué debo hacer entonces?
Ambos chicos dirigieron sus vistas al chico, se notaba bastante preocupado.
- Tranquilo Naruto. Pensaré en algo para que las cosas no lleguen a eso.
- Ten Ten… gracias – Suspiró más tranquilo. Su cara se ruborizó de nuevo – Esto… ¿Cómo hago para…? Nunca he hecho algo así y de seguro no sabré que hacer.
- No hay problema. Primero usa tus manos y cuando lo tengas en frente, olvídate que se trata de su… - Gaara tragó grueso - … y piensa en algo con lo que estés familiarizado. Funciona para los primerizos, por lo menos hasta que mandes al pudor a un paseo sin regreso.
El Uzumaki asintió.
- Y si las cosas se ponen mal, no pienses, que eso se te da mejor – Agregó finalmente el pelirrojo.
***
La chica de los moños organizó una salida a un parque acuático. Aquel era un excelente lugar para que compartieran las parejas… sobretodo por la excusa de andar con poca ropa.
- ¡PISCINAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! – Naruto saltaba de un lado a otro como niño pequeño.
- Parece que Naruto está muy emocionado – Comentaba el Hyuuga.
- Así parece – El Nara se alegraba de verlo.
- ¡Wow! – Se maravillaba ante los toboganes - ¡Quiero subirme a todos!
- ¡Así se habla Naruto! – Lee aparecía a su lado y ubicaba su mano en el hombro del menor – Vamos a divertirnos y a crear muchos recuerdos juntos – Sacaba a relucir una cámara.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!!!! – No dejaba de gritar.
– Oh… no hay que olvidarnos del bloqueador solar – El pelinegro tomó el envase y depositó un poco del contenido en su palma y luego en su rostro.
Cuando los chicos vieron la cara del Rock, no pudieron aguantarse la risa, parecía un niño chiquito a la que la madre le ha colocado el bloqueador en la nariz y en las mejillas.
- ¿De qué se ríen? – Gaara se hallaba sonrojado de la pena, no le gustaba que se burlaran de su novio.
- Um… amor, te ves rojo. Parece que el sol te está afectando – Lee se había aproximado hacía él - ¿Quieres que te eche cremita?
…
- ¡Gaara!
Luego de ponerse más rojo que su cabeza, el pelirrojo cayó de rollito al suelo. Había pensado mal sobre su comentario y una hemorragia nasal era evidente.
Luego de cambiarse de ropa, se volvieron a juntar.
- Oh… mami linda – Mencionó Lee al ver el cuerpo de la Ten Ten en su bikini - ¡Yauch! – Se quejó cuando le pisaron el pie.
- Cuidado se te salen los ojos – Advertía el pelirrojo.
- Estás muy linda – Comentaba libremente Neji, al no tener que preocuparse por recibir un coñazo.
- Oh vamos – Movía su mano de un lado a otro – Se supone que debería ser la envidia, siendo la única chica acompañada por cinco chicos… - Suspiró agobiada para luego agregar: – cinco chicos gays. Si lo piensas, por más halagos que me den, a eso no hay a quien lo alegre.
Antes de dar iniciada la diversión, Ten Ten hizo una cosa más.
- Escúchame Naruto… - Había apartado al chico y le susurraba – No puedes fallar. Hoy debes tener contacto sexual con Shikamaru.
- ¿Eh? ¿Cómo se supone que haga algo así en un lugar público? – Sus mejillas se pintaron – Hay muchos muchachos vigilando – Observaba a los chicos con gafas y los piticos entre los labios.
- Por Dios Naruto, éste lugar es enorme. Estoy segura de que podrán encontrar el momento y el lugar… mira, primero que nada sólo están usando sus shorts ¿No?
- Así es – Ahora que lo pensaba el Nara se veía muy bien sin camisa.
- Y debajo de esos shorts no hay más nada que el camino al placer – Su vena perversa se activó – Pueden jugar un poco en el agua, nadie es culpable que una mano se vaya por otro lado cuando se esté forcejeando… ¿Me entiendes cariño?
- Eh… eso creo.
- Bien – Sonrió ampliamente – ¡Manos a la obra!
Sonrió con dificultad, deseó que la chica hubiese usado otra expresión.
Al principio todo transcurrió con naturalidad. Los jóvenes disfrutaban sanamente de las piscinas con distintos juegos, lanzaban una pelota, hacían competencias de nado y de respiración bajo el agua, y también se deslizaban por los toboganes.
- ¡¡FUERA ABAJO!!
- ¡¡KYAAAAAAA!!
SPLASH!!
Otra cosa que a Lee le gustaba, era aprovecharse de que alguno de sus amigos estaba de espaldas. Se acercaba sigiloso, le bajaba los pantalones e inmediatamente lo empujaba al agua.
- ¡¡TE VOY A MATAR LEE!! – Gritaba el Hyuuga que había tragado bastante agua con cloro en su caída.
Pobre muchacho, aunque no era el único, Naruto y Shikamaru también cayeron en su debido momento.
- ¡¡Oye Nejiiii!! ¡¡Échate una soleadita que estás muy blanco!! – Gritaba Ten Ten entre risas. Había alcanzado ver la retaguardia del pelilargo… un espectáculo único en la vida.
Naruto se encontraba sentado en la piscina de modo que se mojaba los pies y parte de sus pantorrillas, observaba a Shikamaru nadar con extrema soltura. Al parecer él y Lee estaban compitiendo por ver quien llegaba más rápido al otro extremo de la alberca.
Cuando el Nara salió del agua, el ojiazul se maravilló… la coleta de su cabello se había soltado, por lo que sus cabellos húmedos caían a un lado de su rostro, el joven pasó ambas manos por arriba de su cabeza y Naruto quedó cautivado con la escena, tanto que no se percató cuando se sentó a su lado. El sonido mojado que hizo lo sacó de su trance de inmediato.
- ¿No entras? – Se amarraba el cabello.
- ¿Eh? – Cuando se giró, notó que Shikamaru estaba muy cerca de él. Desvió el rostro de inmediato - …Ahorita voy… bueno… sabes que no sé nadar.
- Cierto. Te puedo enseñar.
Shikamaru colocó su mano mojada sobre la rodilla del rubio, haciendo que éste soltara un gemido, el cambio de temperatura fue tremendo. Se cubrió la boca de inmediato.
- Está… está bien Shika… “Ah vaina… ¿Qué me pasa?... ¿Por qué me siento tan extraño?” – Sus mejillas se hallaban coloradas – “Además… ¿Por qué no puedo dejar de pensar en cosas cochinas?”
El joven Naruto se hallaba escandalizado, por su cabeza muy poco pensante, se encontraban viajando imágenes “subidas de tono”, debido a la conversación sostenida por Gaara y Ten Ten, no podía dejar de pensar en asuntos sexuales cada vez que tenía al Nara cerca. Su mente había sido corrompida y ni cuenta se había dado.
- “Oh Dios… si Shika se enterara ¿Pensaría que soy un pervertido?... ¿O acaso le gustaría que tuviera esa clase de pensamientos?” – Se debatía – “Los chicos piensan así ¿No? Digo, yo nunca me había puesto a pensar cosas así hasta hace poco… pero Shika es diferente de mí ¿Lo es? ¡Chiaaaaaaa! ¡Pero que complicado es tener novioooooooooooo!”
- Parece que estás bastante distraído – Mencionó el Nara, pero en efecto, el muchacho estaba tan rojo y ensimismado en su dilema mental, que ni lo escuchó.
En el momento en que se pusieron a jugar a las luchas, las parejas quedaban así:
Naruto y Shikamaru
Gaara y Lee
Ten Ten y Neji
Al principio todo fue divertido. Naruto descubrió que para poder hacer caer a Ten Ten, tenía que dirigirse a los senos… sabía que las mujeres custodiaban con recelo esa zona y más de los muchachos.
- ¡Allá voy! – Cuando tuvo un poco de contacto con la tela del brassier, el rubio la jaló.
- ¡Kyaaaaa!
Pero se le fue la mano. El nudo se desató y la Ten quedó con las gemelas al aire.
- Uwa…. – Todos los presentes tuvieron una hemorragia nasal tan grande, que por casi el agua se tiñe de rojo.
- ¿Qué pasó…? – Neji alzó la vista y se halló con una perspectiva bastante interesante. Una sonrisita se escapó de su blancuzca cara – Pero que…
PAF! PAF! PAF! PAF! PAF! PAF!
- ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO!... ¡¡NO MIREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEES!! – Le daba de puñetazos al Hyuuga en la cabeza como si estuviera tocando un tambor.
El ojiblanco tuvo tantos chichones que se hundió bajo el agua, llevándose consigo a la apenada pelicastaña.
- “Valió la pena…” – Fueron las ultimas palabras tras lanzar su última reserva de aire – Glup, glup, glup.
Cuando el cuerpo boca abajo del Hyuuga emergió del agua con los chichones y la Ten recuperó la parte de arriba de su traje de baño, Naruto supo que ese equipo quedaba fuera.
Vencer a Gaara y a Lee no sería tan sencillo. El “Dúo de la juventud”, como se habían llamado, tenían un encaje perfecto, Lee mantenía ambas manos cerradas en sus brazos (como cuando se hace la maniobra de la silla) apretando de ésta manera, fuertemente las pantorrillas del pelirrojo, era lo peor… Gaara sin pensárselo mucho, mantenía la cabeza de su novio entre sus muslos, estaba más que evidente que en la nuca del pelinegro se hablaba recostada su virilidad… una estrategia bastante inteligente. Mientras mejor estuvieran agarrados, más se les dificultaría caer.
En el caso de Naruto todo apuntaba a lo contrario… al Uzumaki le daba pena estar en hombros de Shikamaru y más por el hecho de pensar de tenerlo tan cerca de su sexo.
- Si nos quedamos así te caerás – Dedujo.
En el momento en que el pelicastaño lo acomodó, el organismo del ojiazul empezó a hacer estragos, las cosas habían empeorado, ahora podía sentir parte de la nuca del chico rozándole la entrepierna.
- “Ah… Shika… no te muevas tanto…” – Suplicaba para sus adentros, cada vez que le rozaba ahí, se sentía extraño.
- Lee, amor. Acabemos con ese par de mentecatos – Señaló hacía el frente.
- ¡YOOOOOOOSSSSSHHHHHHHHHHHHHH! – Lee dio su grito de batalla y empezó a moverse por el agua con el novio sobre los hombros.
El rubio estaba en problemas, mientras luchaba tratando de tumbar a Gaara, sentía como sus piernas se debilitaban ante el contacto que recibía en su lugar oculto.
- ¡Ah! – Cerró los ojos por un instante al sentir una vez más el roce y como el agua lo cubría a su alrededor… se había caído de los hombros del Nara.
- ¡¡SIIIIIIIIIIIIIII!! ¡¡GANAMOOOOS!! – El Rock celebraba.
- “Ahí va… si prácticamente se cayó solo” – Pensaba Gaara.
Mientras tanto Naruto trataba de mantenerse el mayor tiempo posible bajo el agua… se sentía avergonzado por todo lo que había sentido.
- “¡Trágame piscina!”
Continuará…