Título: Yes
Parejas: BangLo
Género: Dramático.
Aclaraciones: Basado en la canción Yes de Musiq SoulChild
Tomo tu mano caminamos por el parque, siento el calor de tu piel haciendo contacto con la mía, miro tu perfil, tu sonrisa ilumina la noche, las estrellas sienten envidia de tu belleza, ese cabello rojo es ondulado por la fría brisa de la noche, tus labios se mueven, odio las cuestiones que me haces, las lágrimas se van apropiando de tu hermosas mejillas, te giras para quedar frente a mí, no paras de llorar, quieres soltarte pero te detengo con mi mano, te apreso en mis brazos.
—Mi respuesta en sí. —Susurro a tu oído, mi voz se quiebra, tus piernas se doblegan, caemos al piso. —Mi respuesta es Si, aún dentro de 2 o 3 años.
Escondes tu rostro en el arco de mi cuello, te aferras a mi espalda, desearía destrozar el dolor que corre por tu cuerpo, esa agonía que te hace gritar, una vez, dos veces, tres veces, lloró contigo, mi gruesa voz resonó a nuestro alrededor, la gente nos mira expectativos, ambos en el piso aferrándonos. Han pasado dos meses, tu rostro es más blanco que el papel, una sonrisa se cruza en tus labios, abro mis brazos te escondes en ellos, besas mis mejillas, te aferras como un niño pequeño, decidimos tomar un paseo por ese parque donde nos conocimos cuando éramos solo unos niños, comienzas a contarme como estuvo tu día, no dejas de bromear, de reír, eso me enamoro de ti, te abrazo por la espalda para mostrarte unas llaves, te giras pestañeando, asiento con la cabeza a tu pregunta, te apoderas de mis labios, enredo mis dedos en tu cabello negro, es la primera vez que lo traes en tu tono natural, unas hebras se enredan en mis dedos es cuando veo que se quedan en ellos, cierro los ojos, te tomo de la cintura, no quiero dejarte ir.
Llevamos 3 meses viviendo en este departamento te escucho llegar, corro a tu encuentro pero te encierras en el baño, te escucho gritar desesperadamente, tirar los accesorios, golpeas la puerta, nuevamente maldices al destino, trató de abrir la muralla que nos separa pero te niegas a dejarme a entrar, te ruego que me dejes consolarte, no recibo respuesta solo tu sollozo golpear con la puerta.
—Solo déjame, solo vete. —Contestas ahogado en llanto, siento tu respiración al otro lado de la madera, sé que deseas abrirme. —Te amo, te amo.
Escucho el seguro, giro la perilla para encontrarme con pálido rostro, con tus mejillas adelgazadas, me muestras la bolsa de medicamentos junto con la receta, la leo para después tirarla a la basura, beso tus labios, te levanto para que enredes tus piernas en mi cadera, muerdo tu cuello, me deshago de tu ropa tratas de huir apenado, pero niego con la cabeza, delineo cada uno de tus rasgos, he decidido amarte.
—Comienzas a tener dudas si este amor tendrá un final. —Susurro a tu oído. —Mi respuesta es sí, aún dentro de 2 0 3 años.
Besas mis labios, comenzando a llorar, me quitas la ropa, nos fusionamos una vez en nuestra pasión, en medio de mi arrebato te vuelvo hacer el amor como cuando tenías 17 años y yo 23, cuando me rogaste que no me fuera, que me quedara a tu lado, no me arrepiento, jamás lo haré. Ha pasado un mes. Un mes desde nuestro encuentro en el baño entras a la habitación, no volteas a verme corres a esconderte en las cobijas a mi lado, usas una sudadera que cubre tu rostro, te busco pero sigues huyendo, me golpeas para no tocarte, utilizo mi fuerza para doblegarte, me coloco encima de ti, tu húmeda piel me debilita, el gorro cae, ya no está ese cabello rojizo, azul, rubio, ni castaño, tratas de huir, beso tus labios, te saco de la cama, sujeto fuertemente tu muñeca, tomo las llaves del auto vas a mi lado furioso, tratas de enterrar tu rostro en el gorro de la sudadera, llegamos a una boutique de accesorios, escojo varios gorros de diferentes colores, gorras de tu estilo, tiro de tu muñeca para introducirnos en uno de los vestidores, bajo la capucha, rehúyes a mi mirada, coloco una gorra con un bello estampado te giro, buscó que te veas en el espejo, sé que los evitas hace tiempo.
—Yo sigo pensando que eres hermoso porque estoy atraído por lo que hay dentro de ti. —Te miro de frente, beso tus labios. —Mi respuesta es Sí, aún dentro de 2 o 3 años.
Te cuelgas de mi cuello, me repites una y otra vez que me amas, vaciamos las tiendas, adoras comprar, siempre lo he sabido, cuando escribí mi primera canción dedicada a ti, cuando produje mi primer disco, como regalo te lleve a Francia, no parabas de entrar a los locales, yo deseando embriagarme en los museos y tú en las fiestas, tan distintos, tan iguales, el amor de mi vida, corremos por los pasillos, recuerdo en tu graduación de la Universidad saltando con ese cabello gris ondeándose. Han pasado dieciocho meses entro a nuestro departamento, quiero comunicarte que tendré un homenaje en vida por el apoyo que le he dado a la música que me has ayudado a crear, te miro en el piso de la cocina sumergiéndote en el dolor, en la agonía, me abrazo a ti, muerdes mi mano con desesperación, gritas, pataleas con la poca vitalidad que te queda, las lágrimas se han agotado. Te miro recostado en esa cama, tu respiración es lenta, pausada, abres los ojos despacio, te giras hacia a mí, tratas de sonreír pero fallas en el proceso, beso tu mano, trato de calentarla, me acercó a tu mejilla para besarla.
—Por qué te amo y todo lo que me importa es tu felicidad. —Te digo pegado a tus labios. —Mi respuesta es Sí.
Sueltas un leve Te amo, el sonido ensordecedor de los aparatos me comunican lo que descubrí unos segundos antes que ellos, grito como no pude hacer antes, mis lágrimas salen sin pedir permiso, tanto tiempo reteniéndolas, tengo 36 años y pasé 30 de ellos a tu lado, siento que nos faltó más tiempo, no fueron suficientes esas noches, esos minutos, extrañare tus manos entrelazadas con las mías. Mi respuesta será siendo Sí. Me siento delante de ti aunque sé que no estás en ese lugar, me recargo en la piedra fría, comienzo a platicarte sobre mi día, lo que hecho, los premios que he ganado, todos dedicados a ti, hace 4 años que no escucho el sonido de tu risa, que no despierto enredado en tus brazos, cierro mis ojos.
—Esa tarde me preguntaste que si te amaría aún después de la muerte. —Comento con voz entrecortada. —Mi respuesta es Sí.
El frio se cuela por mis huesos, mi corazón comienza hacer más lentos sus latidos, mi visión es borrosa, la noche ha cubierto este hogar de los no vivos, siento una suave brisa entrelazarse en mis manos, el dulce olor a miel me conquista, estas a mi lado, caminamos sin tocar el piso, sonríes, toco tu mejilla, beso tus labios, es como acariciar las nubes, me giro y por un instante me veo a mi mismo recargado en una cruz donde tu nombre está escrito.