JongUp caminaba por el parque con un pequeño amigo entrelazado a su mano decidió sacarlo de esa casa cuando los dos mayores comenzaron hacerse burla de sus problemas maritales, a veces dudaba que esa Familia fuera un buen ejemplo para el niño aunque tenía una corta edad era demasiado astuto, se deba cuenta de las cosas que pasaban a su alrededor, tal vez ninguno de BAP era buen padre, Zelo lo fue pero estuvo lejos sin la presencia de Bang que lo distrajera, ahora que regresaron a estar juntos era obvio que se desvivía por él, un bebe era una gran carga que complicaba cualquier relación.
—Tío Uppie no te preocupes, la nena dice que serás un buen Omma y que Appa cometerá muchos errores pero que no lo hará tan mal.—Decía el pequeño abrazando al mayor.—Vamos por una crepa.
—Jongie, ¿Estás seguro sobre la beba?—Cuestiono intrigado bajándose a la altura del niño.—¿No lo estas inventando ?
El pequeño torció los labios molesto, odiaba que dudaran de su palabra, tomo con sus pequeñas manos las mejillas del mayor.
—Vamos con el doctor, cuando me siento mal mi papi me lleva.—Hablo seguro de sí mismo.—Vamos para que él te diga que tienes una beba en tu pancita.
JongUp levanto a su sobrino, era una ternura, tenía el encanto del maknae mezclado con la sabiduría del líder. Los dos visuales de BAP se miraban furiosos a la cara, sus burlas habían subido de tono a tal grado que dijeron frases hirientes, el líder estaba en medio tratando de calmar su ira, HimChan sin querer se había comido los cheescake del castaño quien por venganza escondió sus cremas para las arrugas, Jae solo comía cereal pasándoselo a Zelo quien ya llevaba todo un paquete de magdalenas.
—Apuesto a que gana mi chocolate negro es obvio que la Diva no es rival.—Decía el pelinegro pasándole la leche.— Aunque está un poco débil anoche me aproveche demasiado de él.
—¿Aprovecharte? por favor míralo es como si le hubieras quitado la mitad de la vida, eres como un vampiro.—Contestaba el pelirrojo echándole chocolate a su leche.—Pero la Diva tiene unas uñas muy afiladas, yo digo que si le deja una marca a tu chico de Busan.
El pelinegro reacciono ante esas palabras así que se levantó para tomar la mano de su esposo, sus labios estaban valuados en varios millones de wons así que no podía dejar perder esa inversión ahora menos que venían los bebes y quería comprarle juguetes, le dio un beso en la mejilla colocando un puchero.
—Vamos a comprar la cuna de los pequeños.—Dijo con voz meloso erizando la piel del mayor.—Anda, anda, si no dejas de pelear me iré solo.
—No cariño, ya voy.— Dijo el mayor cambiando su rostro y el tono de su voz.—No quiero que me dejes aquí solito.
HimChan casi se le cae la quijada hasta al piso al notar como ese mocoso grosero irreverente doblaba las manitas ante el manipulador de su esposo, todos sabían que para DaeHyun no existía religión, ni ideal, ni mandato más importante que las palabras de su esposo, de los tres mayores era el más mansito, el más débil. Jae salió de la cocina delicadamente pero antes de que el castaño lo siguiera se acercó al banco donde el rubio estaba para darle una patada provocando que cayera.
—¿Crees que esto se iba quedar así?— Dijo burlonamente sacando la lengua.— No te vuelvas a meter conmigo Diva.
El atacado se levantó furioso para lograr lanzarle una cuchara a lo que el castaño se volteo para hacerle frente nuevamente sus miradas se enfrascaban en una pelea.
—DaeHyun Jung más te vale que no sigas discutiendo.—Resonó una dulce voz con tono autoritario—Porque me voy solo al centro comercial a buscarle un nuevo padre a mis pequeños.
La voz no termino su frase cuando el vocalista ya iba a mitad de la sala bufando, le había costado demasiado trabajo enamorar a ese orgulloso cerebrito, fue una tarea titánica que aceptara casarse con él, no iba dejar ir el combo que llevaba trabajando más de 10 años por una pelea tan infantil llego a su habitación donde observo como su pareja se abrochaba la camisa, se miraba al espejo de perfil notando su abultado vientre, suspiraba pesadamente.
—Eres lo más hermoso que he observado en mi vida y eso que me veo todas las mañanas al espejo.—Decía burlonamente el castaño recargadose en el umbral de la puerta.— Solo faltan unos meses para que todo termine.
—Lo sé, estoy consciente que soy demasiado bello.—Contesto el pelinegro sacando su lengua.—Apúrate por que se nos va hacer tarde.
YongGuk estaba sentado en la de las sillas con su pareja en sus piernas tocaba su estómago con cariño pero no sentía nada, cuando estaba embarazado de Jongie tenía un cosquilleo interno emocionante pero esa vez nada, se mordió los labios con molestia ¿Si era verdad lo que había dicho su hijo?¿Si Zelo no estaba esperando un bebe? El solo pensar en esa idea un frio recorrió su cuerpo, se desataría la tercera guerra mundial ya que significaba que su pareja estaba engordando de gratis.
—Tengo algo importante que comunicarles lo quería decir a todos pero creo que es más importante comunicárselo al macho alfa del grupo.—El mencionado levanto la ceja con duda, su piel se erizo a veces ese rubio le llegaba a dar miedo.—Estoy decidido a ser una verdadera Omma, quiero tener un bebe.
El pelinegro escupió el café que tomaba manchando la cara de su pareja quien lo miraba furioso.
—Que quede claro que yo solo embarazo a Zelo, no soy un semental que se pueda rentar.—Se defendía el mayor.—Solo me tendrás borracho, drogado o ambas cosas, honestamente no eres mi tipo, eres demasiado frágil.
El rubio volvió abrir su quijada ofendido, como se atrevía a despreciarlo, fue cuando le lanzo la otra cuchara que tenía a su alcance, simplemente su mejor arma en esa noche eran los utensilios de comida.
—¿Crees que Up no pueda tener bebes? —Cuestiono serenamente el pelirrosa secándose el café de la cara.—Lo siento pero a YonGuk se le quemo el cerebro por tanto sexo.
—Ya me di cuenta.—Contesto el rubio recargándose en la mesa.—Lo hemos intentado muchas veces pero no hay resultado, tal vez él no sea el indicado.
Zelo asintió como una persona mayor tomando un sorbo a su leche con chocolate, su esposo trato de contestar esas ofensas pero el pelirrosa solo coloco su dedo sobre sus labios negando con la cabeza a lo que el mayor bajo la cabeza apenado.
—Él quiere un bebe, yo también lo quiero así que me puedo sacrificar por ambos.— Decía tiernamente el rubio haciendo pucheros en lo que Zelo acariciaba su cabello.—Además no es muy difícil, o ¿Si?
—Te pones gordo, se te hinchan los pies, tienes gustos extraños a mitad de la noche, lloras porque Dobby se muere cuando ya has visto la escena más de mil veces, no quieres que ni te toquen un cabello cuando estas sensible pero eso si cuando tienes ganas no te dejan salir del cuarto por una semana, tu ropa no te queda, cuando vas a cenar te comes el plato de tu pareja, siempre andas fodongo.—Pensaba el líder en voz alta enumerando cada uno de las acciones con las manos.—No puedes hacer sufrir tanto a nuestro lindo Up, no merece tanto infierno, rayos ¿lo pensé o lo dije?
Se sorprendió el mayor al ver el rostro de las dos personas que estaban frente a él, uno lo asesinaba con los ojos entrecerrados y el otro solo le mandaba la bendición.
—Mira YongGuk desearía que tu llevaras por una semana esta panza.—Se ponía de pie el maknae señalando su estómago.—Ahora si Sr perfección está castigado, no se atreva a dirigirme la palabra hasta que este bebe cumpla 15 años.
El pelirrosa tomo un parquecito mientras salía indignado de la cocina, el mayor solo dejo caer su frente sobre la madera, había metido la pata hasta al fondo.
—Tú y tus idioteces siempre me meten en problemas.—Hablo frustrado el líder.—Te odio cara de conejo futuramente gordo.
—Eres un idiota.—Le golpeo el rubio con una cuchara.—Eres un idiota en problemas.
El rubio continuo tomando su café con calma mientras observaba como el líder se golpeaba en la mesa a veces también le picaba con su cuchara para molestarlo, suspiro tranquilo, estaba consiente lo que conllevaba esperar un bebe en su vientre, claramente le iba costar pero lo haría por su pareja. Up jugaba con el heredero de los Bang cuando el medico les indico pasar a su oficina.
—El resultado de sus análisis fue enviado hace un par de semanas pero creo hubo un problema ¿el Sr. Choi vive en el mismo domicilio que usted? —Cuestionaba el medico al notar que el paciente afirmaba continuo. — Parece que hubo una equivocación en el laboratorio estábamos a punto de llamarles para avisarles.
El peliazul se removió nerviosamente ya que sus resultados si habían llegado a casa el día que Zelo recibió los suyos ¿Entonces dónde diablos estaban? Acomodo al pequeño que estaba en sus piernas tomando sus manos para que le diera el valor que necesitaba.
—He pedido que se volvieran analizar sus pruebas así que le puedo confirmar que tiene dos meses de embarazo, felicidades.—El medico comentaba entregándole sus resultados.—Sé lo importante que es para usted y su pareja, muchas felicidades.
El bailarín principal de BAP sintió que sus ojos se ponían vidriosos, esa fantasía que Jongie le había plantado unos días se había convertido en una dulce ilusión que ahora se volvía real, por fin alcanzaba su sueños, tenía tantas ganas de salir corriendo, de bailar, de brincar, de gritarle al mundo entero que llevaba en su vientre un hijo del hombre más guapo de Corea.
—Disculpe JunHong Choi es un amigo muy cercano.—Hablaba nerviosamente el bailarín.—¿Me podría decir su resultado real?
—Sé que el Sr. Choi y usted son muy cercanos por eso me atrevo a darle el resultado.—Le contestaba con una sonrisa que desapareció al ver los análisis..—Lo lamento pero el joven Choi no está esperando, son negativos.
El peliazul trago en seco, el maknae enfurecería ya que entonces esos kilos de más que se le asomaban no eran por el baby sino por el exceso de grasa acumulada en su cuerpo, conocía a su amigo, soltó el aire pesadamente al pobre de YongGuk le tocaría una tormenta. DaeHyun caminaba elegantemente con su pareja por ese enorme centro comercial, sentía que su pecho se hinchaba de orgullo al notar que unas personas se giraban a verlos aunque le parecía extraño que su amante no entrara a ciertas tiendas donde claramente habría muchos artículos que le gustarían.
—Cariño vamos a esa boutique la otra vez vi un reportaje donde decía que tenía las mejores cunas para gemelos. —Hablo el mayor con una sonrisa en los labios. —Anda, quiero comprar muchos juguetes para los herederos.
—Claro amor ¿Cuál es? —Contestaba en pelinegro entretenido en una vitrina así que se giró para ver el sitio que señalaba su pareja. —Ya pasé a ver ayer ese lugar y no hay cosas tan fuera de lo común.
Negaba la cabeza corriendo hacia la dirección contraria ya que vio que en esa tienda trabajaba el vendedor que le dio su número de teléfono un día antes, pero su pareja lo arrastro, trago en seco cuando ya estaba adentro, trató de esconderse entre los muebles para que no lo reconocieran así que termino separándose de un distraído castaño.
—Hola, ¿Le puedo ayudar? —Intervino un guapo y joven vendedor al vocalista mayor de BAP. —Tenemos todo lo que necesita para su bebe.
—Muchas gracias, estoy buscando unas cunas para gemelos. —Contestaba el chico mirando interesado algunos artículos. —¿Oye Jae de qué color las vamos a querer? ¿Honey?
DaeHyun se dio cuenta que su pareja no estaba a su lado así que se dispuso a buscarlo con ese guapo vendedor pegado a su espalda encontró a su cachetón escondido en una casa de muñecas de tamaño real ya que el chico había visto a lo lejos a su pretendiente así que se dispuso a huir.
—Amor creo que no vamos a necesitar una casa de estas, si aún no estamos seguros si serán niñas o niños. —Hablaba dulcemente el castaño sacando a un temeroso pelinegro. —Mira encontré a un encantador joven que nos ayudara.
—Lo sé pero hay que ser precavido. —Contestaba nerviosamente el joven al quedar frente a su pretendiente. —Muchas gracias por tu tiempo.
—Es mi trabajo no se preocupe Sr Jae. —Su tono fue dicho con doble sentido a lo que el pelinegro sintió erizar su piel. —Lo llevaré a ver las cunas más bellas que tenemos.
DaeHyun no se dio cuenta como ese vendedor coqueteaba con su esposo debido a que estaba demasiado entretenido en los juegos mecánicos que ahí tenían, el segundo vocalista solo se pegaba a la pared al darse cuenta que ese joven no paraba de pegársele cuando le enseñaba los artículos.
—¿Por qué no me llamaste? Estuve esperando escuchar tu hermosa voz. —Hablo sensualmente el sujeto tomándolo por la cintura. —Realmente te vez hermoso esta tarde cada día más bello.
—Lo siento pero como puedes ver no necesito padre para mis hijos. —Decía con orgullo el pelinegro. —Así que te pediría que te mantengas alejado de mí.
YoungJae busco con la mirada a su esposo para que lo fuera a defender pero lo encontró jugando con un oso enorme al fondo de la tienda, estaba inmerso en los juguetes sin prestarle la mínima atención se giró para ver de frente la sonrisa burlona de ese chico, tragó en seco, la rabia lo consumió ¿Cómo diablos su chocolate negro lo dejaba en las garras de ese tipo? No se suponía que antes era muy celoso y ahora solo prefería ir a jugar con muñecos mientras su pobre esposo embarazado era acosado por un playboy de quinta, se indignó por esa situación.
—Como ayer ya obtuvo lo que tanto quería ahora me abandona como una chancla vieja. —Se decía mentalmente el joven. —Pero esta me la pagaras Jung DaeHyun, nadie me ignora.
El embarazado se colgó del brazo de ese galante vendedor quien se le formo una enorme sonrisa en los labios, claro que el chico sabía quién era YoungJae Yoo, era un fan de él desde que tenía diez años, fue su amor platónico, tenía miles de poster en su cuarto, soñando con un día conocerlo, lloró a mares cuando se enteró que se casaba sencillamente creía que Dae no estaba al nivel de su Brain Princess.
—Que amable eres ¿haces mucho ejercicio? —Cuestionaba inocentemente el pelinegro tocando sus bíceps. —Lo siento por no llamarte pero perdí el número.
—No te preocupes sé que estas casado así que no creo la mentira. —Hablo dulcemente a lo que el mayor se sorprendió por su cambio repentino. —Desde que llegaron estas cunas pensé que serían perfectas para tus pequeños.
El vendedor destapo un par de hermosas cunas color verde bajo, había diferentes conejos dibujados en los bordes, sencillamente era ideales, se giró emocionado para abrazar al chico quien se sonrojo por el acto que fue captado por el castaño de mechones blancos quien sin querer presiono fuertemente un juguete volándole la cabeza. Jae comenzó a platicar con su pretendiente y al final se dio cuenta que era una gran persona, era atento, amable, todo un caballero con él, por un momento olvido que estaba casado.
—Los juguetes aquí están defectuosos. —Interrumpió el vocalista mayor mostrando cinco muñecos descabezados. —Vámonos Jae.
—Lo siento señor pero si lo rompe lo paga. —Le contesto orgullosamente el vendedor. —Además Jae ha decidido llevarse la cuna, ¿Verdad hyung?
El pelinegro casi se desarma al ver ese puchero dibujado en el rostro del joven quien claramente debía tener unos 19 años por lo que solo asintió anonadado, miró como el joven indicaba a sus compañeros para comenzar empacar el mueble.
—¿Otra cosa que se quiera llevar el señor? —Cuestiono burlonamente el mayor. —¿Tal vez a un niñero de 19 años?
—No sería mala idea. —Contesto el pelinegro con una pícara sonrisa girándose para ver la cara furiosa de su pareja. —¿Qué tu andabas matando muñecos? No puedes dejarme solo, soy un pieza valiosa.
El joven le saco la lengua para dirigirse al vendedor que se acercaba con una coqueta sonrisa, el castaño no se quedó atrás así que se les unió, lentamente los rivales peleaban, se arrempujaban para ver quien se colocaba a lado del embarazado, quien tenía los mejores gustos, o le mostraba los accesorios más geniales. Cuando regresaban a casa DaeHyun iba recostado en el sillón trasero quejándose mientras Jae solo manejaba contento.
—¿Cómo puedes estar tan feliz cuando tu marido está muriendo? Eres un mal hombre espero que mis peques no salgan a ti, Sr Infiel. —Lloriqueaba el vocalista mientras se mordía la manga de su mano por el dolor de espalda que tenía. —Eres un pederasta el vendedor solo tiene como quince años, podrías ser su padre.
—No te quejes, Ji te dijo que estaban demasiado pesadas las cajas pero el hombre no le hizo caso y cargo esas cajas. —Contestaba burlonamente el pelinegro, simplemente se sentía maravilloso. —Tiene razón Ji, a tu edad deberías llevarte las cosas con calma así que deja de lloriquear.
El mayor solo bufaba molesto escondiéndose en el respaldo del asiento, no podía creer que hubiera perdido con un mocoso, pero iría por la revancha, nadie se metía con el poderoso Jung. JongUp estacionaba su automóvil en la cochera no llevaba consigo al pequeño Jongie ya que su papá Zelo lo había llevado a cenar fuera, sabía que tampoco la pareja DaeJae se encontraba debido a que unos minutos antes Jae le comunico que llevaría a su esposo a emergencias por un dolor en la espalda, entro a la casa donde se llevó una enorme sorpresa al darse cuenta estaba inmersa en la oscuridad solo un camino de velas y pétalos de rosas se presentaba delante de él, lo recorrió, al llegar al final abrió la enorme puerta de su habitación donde ingreso a ella para ver en la cama a un sensual rubio quien solo usaba una bata semi abierta, estaba recostado de lado con una rosa roja en la boca.
—Tómame. —Dijo en tono sensual dejando la flor encima de la colcha. —Quiero ser tuyo.
El peliazul deshizo su eterna sonrisa para abrir la quijada, un gesto de duda se impregno en su cara ¿Qué diablos significan esas palabras? Sabía que su amante solía ser demasiado pasivo pero no a tal grado de volverse un uke, claramente estaban definidos sus papeles en la cama, trago en seco al notar como el mayor se paraba desatando el cordón de la bata que lo cubría dejando ver esa exquisita blanca piel, brillaba con la luces de neón que estaban colocadas estratégicamente en el cuarto, unos labios atacaron su cuello, una mano lo dirigió a la cama, mientras la otra lo iba despojando de sus prendas.
—Por favor sé gentil conmigo. —Hablo pausadamente el rubio al ponerse abajo. —Por favor no me lastimes.
Jong solo habría más los ojos al ver lo que su hyung hacía, no podía creer lo que le estaba pidiendo, se veía tan frágil, tan tierno, tan pasivo, tan uke, que se alejó en shock, honestamente si hubo una vez que tuvo ganas de poseer al mayor pero se había acostumbrado a tenerlo entre sus piernas que ahora imaginárselo de esa manera no era una visión agradable, sus labios sonrosados, sus piel temblando, su piel aperlada, parecía una colegiala a punto de dar su virginidad llegó a punto donde se sentía un despreciable violador a punto de aprovecharse de una joven.
—Por favor quiero sentirte dentro de mí. —Dijo en un susurro el rubio tocando su pecho sensualmente, pronto fijo su mirada en su pareja y fue ese instante que se detuvo. —Simplemente no puedo hacerlo.
Dijo frustrado levantándose de la cama para tomar por el brazo de un JongUp perdido, lo lanzo entre las cobijas para ponerse encima, ese era su lugar, le pesará a quien le pesará él era el seme en esa relación y claramente no iba dejar que le quitaran su sitio, probarían con la adopción, inseminación in vitro, vientre rentado, lo que fuera.
—Lo siento, perdóname por ser un mal novio—Comento soltándose a llorar. —Cariño los resultados llegaron hace unos días, perdóname por no decirte pero salieron negativos.
El rubio coloco su cabeza encima del pecho de su pareja quien no lograba conectar los fragmentos de esa extraña tarde, su camisa se humedeció por las lágrimas, acaricio ese hermoso cabello, es cuando logro comprender las intenciones del mayor.
—¿Querías que te hiciera mío para ver si podías quedar embarazado? —Cuestionaba inocentemente, al sentir una respuesta afirmativa su pecho estallo de alegría. —Amor eres lo más maravilloso que me ha sucedido, te amo HimChanie, te amo.
Sus labios se unieron en un beso desesperado, Up se fundió en una mirada con esos ojos vidriosos, limpio los restos de llanto de esas blancas mejillas, las beso, sentía que su corazón explotaría de emoción, ese hombre el mejor ser del mundo, era suyo, ese ángel de alma pura era suyo, era increíble pensar que ahora llevaba un hijo suyo en su vientre, anhelaba que su bebe fuera como él.
—Amor debo decirte algo. —Hablo nuevamente el joven sacando unos papeles de su bolsillo. —Los primeros análisis estaban equivocados, me realice unos nuevos y vamos a ser papas.
—¿Enserio? —Cuestiono emocionado el rubio leyendo los papeles. —Cariño seremos papas, vamos a tener un bebe y mi virginidad está intacta.
Ambos saltaron emocionados en la cama, eran felices, sus labios se unieron en un beso. El líder caminaba tranquilamente por los pasillos de la empresa decidió ir a su estudio ya que en la tarde tuvo una reunión con el CEO debido a que uno de los grupos haría su comeback así que como producto principal debía estar ahí para planear la grabación, se acomodó en su sillón favorito, estaba solo en su enorme estudio, cerró los ojos con calma, extrañaba a su berrinchudo pero a veces lo agobiaba demasiado además que en el fondo, muy en el fondo aun le guardaba un poco de rencor por su abandono, movió la cabeza para adentrarse en su trabajo los segundos se convirtieron en minutos, los minutos en horas sin darse cuenta que afuera todo oscureció un toque en la puerta lo saco de su mundo contesto con simple “Pase” y es cuando vio como una pelirroja hacia acto de presencia.
—Pensé que ahora que eras un hombre de familia te irás más temprano a casa. —Le hablaba burlonamente Ailee sentándose en sofá. —Ande ve a jugar con tu hijo.
—¿Cuándo regresaste de tus vacaciones? ¿Por qué no me llamaste para ir a recogerte? —Se acercó el pelinegro abrazándola con alegría. —Te extrañe tanto.
Se fundieron en un bello abrazo, la pelirroja formaba parte de TS desde hace mucho tiempo debido a que estaba fascinada con las canciones del productor Bang, platicaron animadamente por un par de horas hasta que la chica obligo al pelinegro irse a casa, los dos caminaban hacia la salida, no paraban de reír, de jugar tontamente con sus manos.
—Papi, papi Gukkie. —Interrumpía un sonriente niño que era recibido por los brazos del mencionado. —Hemos venido por ti, es tarde además te extrañe mucho.
—Hola mi pequeño tesoro, yo también te extrañe. —Hablaba sonriendo el mayor mientras lo levantaba con alegría. —Mira ella es Ailee, es una muy querida amiga.
La joven estiro su mano para saludar a un educado niño que le contestaba el saludo con una reverencia, los dos mayores no pararon de hacerle mimos, lucían como una hermosa familia, Zelo miraba la escena a lo lejos, una punzada apareció en su pecho, no le agradaba Ailee, no es que fuera una mala persona sino porque los medios aseguraban que era pareja del famoso líder de BAP, bueno eso decían antes que apareciera el maknae con un niño.
—Era tarde así que decidimos venir por ti. —Interrumpía el pelirrojo algo nervioso. —Hola Ailee ¿Cómo has estado?
—Hola Zelo, bien gracias, tu niño es hermoso. —Contestaba sonriendo la pelirroja jugando con las manos de Jongie. —Ya es tarde me tengo que ir.
—¿Quieres que te lleve a casa? —La detuvo de la mano el pelinegro. —Ya es tarde y puede ser peligroso.
Ailee contesto con una sonrisa, eso era lo que le encantaba de Bang, su caballerosidad, su corazón amable, su sonrisa, claramente envidiaba a Zelo por tenerlo tan enamorado, era increíble que YonGuk le hubiera perdonado tanto dolor, tantas lágrimas, sabía que no era justo pero no podía meterse en una relación que no le incumbía.
—No te preocupes van a pasar por mí. —Se soltó del agarre dándole un beso al pequeño Jongie. —Adiós, por favor Zelo cuida de ambos.
El mencionado solo asintió para observar como su pareja seguía con la mirada a esa chica, una nueva punzada apareció en su pecho, se colgó del brazo del mayor para acurrucarse a él, necesitaba sentir su calor para recordar que le pertenecía.
—Él bebe también te extraño. —Dijo con un puchero a lo que el mayor se giró para darle un beso en los labios. —Está bien yo también te extrañe un poco, solo un poquito.