Título: A dónde van los muertos
Parejas: BangLo, un poco DaeJae, HimUp.
Género: Romántico, comedia.
Aclaraciones: Basado en la canción A dónde van los muertos de Kinky.
La música resonaba en cada rincón de ese enorme salón, cientos de personas estaban abarrotadas en la pista de baile, sus cuerpos chocaban al ritmo de la canción, sumergidos en el calor de la noche, en la locura de la fecha, un pelirrojo surfeaba por ese mar de gente, buscaba encarecidamente a sus compañeros de grupo a la lejanía alcanzo a ver a su hyung así que corrió hacia él, al llegar sus mejillas se sonrojaron, el bailarín principal estaba sentado en las piernas de una persona quien sujetaba fuertemente su trasero, aquel hombre de cabello rubio estaba sumergido en ese cuello color canela, los gemidos de JongUp se fueron volviendo más sonoros pero terminaban ahogados en el bullicio, el maknae abrió los ojos a la par cuando noto como HimChan introducía su mano en ese pantalón ajustado pero se detuvo al darse cuenta que tenía público.
—No me gusta dar espectáculos ¿Qué buscas lindo fantasma? —Cuestiono el hombre vestido de vampiro sacando la mano de los pantalones de su pareja. —No me gustan los tríos.
—¡Hyung! No le digas esas cosas al peque del grupo. —Bufo molesto JongUp girándose para ver el sonrojado rostro del maknae. —¿Pensé que llegarías con Bang?¿Y al DaeJae en que motel los dejaste?
—Ya tengo 20 años. —Contesto el pelirrosa sentándose en una silla, tomo una copa para sorberla de golpe. —YongGuk-hyung dijo que no vendría, que no tenía tiempo para estas niñerías, YoungJae hizo berrinche sobre su disfraz y se encerró en su cuarto.
El mayor puso los ojos en blanco, comprendía por qué su amigo no quería ir a la fiesta, nadie en su sano juicio iría vestido con una botarga de tigger, lo de Jae, claramente DaeHyun era cruel cuando se lo proponía, suspiro con desgana mientras comenzaba a clavar sus falsos colmillo en el suave cuello de su hermoso hombre lobo.
—Bueno me tengo que ir. —Hablo nerviosamente el fantasma al notar como la mano de su hyung vagaba por el muslo de su compañero de baile. —Honestamente no quiero hacer mal tercio.
Zelo no espero respuesta ya que el rubio había atacado los labios de su pareja, el pequeño solo movió la cabeza aún no se acostumbraba que JongUp fuera pareja de HimChan y DaeHyun de YoungJae, a veces solo se sentía extraño entre tantos arrumacos, ahora entendía porque su líder se la pasaba todo el día en su estudio o encerrado en su habitación, a lo lejos vio a sus amigos de BTS así que se acercó a ellos para bailar, los saludo alegremente, comenzó a brindar por cualquier tontería aunque deseara estar feliz no podía, deseaba pasar más tiempo con la persona que amaba, el maknae de BAP estaba perdidamente enamorado de su hyung favorito, siempre era lindo con él, amable, solo le hacía caso a él, pero parecía que el mayor no prestaba atención a sus actos de seducción, lo seguía tratando como un niño y eso lo frustraba.
—Mira aquel chico no ha parado de observarte. —Comento Suga abrazando al pelirrojo para señalarle un chico vestido de fantasma de la opera que estaba sentado en la barra. —Deberías ir a presentarte.
—No creo, sabes que estoy enamorado de YongGuk. —Contesto el pequeño dándole la espalda al chico de a barra. —No voy a estar con una persona que no me gusta.
—Anímate, sabes que tu querido hyung nunca se fijara en ti—Añadió Rap Monster abrazando por la espalda a Suga. —Vamos le has mandado miles de señales y la verdad siento que él se ha dado cuenta pero no está interesado en ti.
JunHong sintió como su corazón se rompía en pedazos, esa era la verdad que nunca se atrevió a decir en voz alta, Rap tenía mucha razón, había tratado de mil maneras seducir a su líder pero nada funcionaba, pasaba todo el tiempo que podía con él en el estudio, en la giras exigía compartía cuarto con el mayor, hacia comentarios en doble sentido, se dormía semi desnudo para después rogarle al líder que compartieran cama, sus esfuerzos siempre eran minimizados, camino hacia su mesa para darle un trago a la botella de vino, tenía tantas ganas de llorar así que solo se recargo en la silla mirando el techo.
—¿Qué te parece ir a bailar conmigo? —Preguntaba un guapo joven vestido de momia. —Vamos hermoso, anímate.
—Lo siento pero él viene conmigo. —Una grave voz interrumpió dándole un manotazo al intruso. —El bello fantasmita es mío.
Zelo no fue capaz de defenderse ya que fue arrastrado a la pista de baile por aquel varonil caballero que llevaba una máscara cubriéndole el rostro, era el fantasma de la opera que lo había estado vigilando desde la barra, su cuerpo se tensó al sentir como unas manos se apoderaban de sus caderas, su cara quedo muy pegada a la máscara, sus ojos se cruzaron y una corriente fría se coló por su espalda, absorbió aquel embriagante aroma, ¿Lo reconocía? Su loca mente le jugó una mala pasada por que la imagen de su hyung cruzo por ella, su cuerpo se movía sensualmente bajo esa hechizante mirada, se giró para pegar su trasero a la pelvis de su acompañante, su piel comenzaba a arder bajo aquellas delicadas caricias, no entendía porque estaba haciendo eso, no sabía porque anhelaba seducir a ese extraño, una mano lo hizo que girar para quedar una vez más de frente a esa mascara, delicadamente se acercó para besar los labios de ese pedazo de plástico, cerró los ojos imaginando que era su hyung, se colgó de su cuello, pegó más sus cuerpo para sentir como su acompañante comenzaba a excitarse, se aferró más a esa espalda dejándose llevar por su lujuria, una mano se coló por una abertura de su disfraz para acariciar su muslo, recorrió el camino hasta llegar a su ingle .
—No debería de estar haciendo esto. —Dijo de golpe el joven separándose del extraño. —No puedo.
El pelirrosa se zafó del agarre para comenzar a correr hacia la salida, no podía engañar a su hyung aunque él no lo quisiera debía respetar ese sentimiento que vivía en su pecho, se topó con varios amigos pero no se detuvo solo corrió hacia el jardín, necesitaba aire, olvidar su traición, cuando llego a esa zona verde se dejó caer en una banca sacó su celular para marcarle a su hyung, quería ir a casa con él, no quería ver a ese extraño, una lagrima recorrió su mejilla cuando se dio cuenta que su líder no contestaba.
—Te tengo. —Una voz lo saco de sus pensamientos. —No me vas a dejar con las ganas.
—Por favor déjame. —Contesto nervioso el pelirrosa al notar como el extraño lo arrastraba hacia un lugar más alejado. —Suéltame.
Una mueca de desesperación se dibujó en el rostro del maknae quien no podía zafarse del agarre, sus gritos eran más fuertes, parecía que nadie los escuchaba, se aterro al ver cómo era arrinconado en una esquina, tenía miedo, no quería que alguien más lo tocará, las lágrimas brotaron más fuerte, ese hombre se había quitado la máscara y comenzaba a morderle el cuello por la oscuridad no podía ver su rostro ese hecho lo aterro más.
—¡YongGuk-hyun! Gukkie por favor ayúdame. —Grito histérico el joven, solo podía llamar a la única persona que necesitaba. —YongGuk por favor ayúdame.
—Ash, siempre llamándome cuando estas en problemas. —Hablaba un hombre vestido del fantasma de la Opera mientras jalaba a su doble y lo azotaba en el piso. —Te dije que me ayudaras a encontrarlo, no que abusaras de él.
—Solo era una pequeña broma. —Se defendía el joven evitando los golpes del pelinegro. —Se ve tan lindo con ese traje de fantasmita.
JunHong se quedó quieto al darse cuenta que los gemelos Bang usaban el mismo disfraz, bajo su mirada para ver que YongNam estaba en el piso con sus manos en alto, el pequeño comenzó a caminar se sentía tan tonto, solo había sido una broma de sus hyungs y eso le molestaba, un puchero se formó en sus labios ahora no sabía con quien había estado bailando, una mano detuvo su andar.
—¿A dónde vas? —Cuestionaba YongGuk acercándose al maknae para limpiar sus lágrimas. —Sé que Namie se pasó pero ya sabes que le gusta hacer bromas pesadas.
—Me quiero ir a casa. —Bufó molesto el pelirrosa sacándole la lengua a Nam quien caminaba atrás de ellos. —Ustedes vayan hacerle bromas a otros tontos, yo ya tuve suficiente.
—Anda discúlpame. —Suplicaba el mayor de los Bang. —Al final tu héroe llego a rescatarte.
Nam trato de abrazar al maknae pero su hermano lo detuvo obligándolo a que se fuera ya que necesitaba hablar con el pequeño.
—Lo siento, por favor no te enojes conmigo. —Hablo el mayor tomando por la barbilla al pelirrosa arrinconándolo en una esquina. —Perdóname.
Su voz sonaba como un ruego, Zelo se tensó al notar como su aliento se mezclaba con el del mayor, sus labios estaban tan cerca, solo separados por milímetros, su respiración se detuvo al sentir como el mayor lo besaba, al inicio fue despacio pero después aumentaron de ritmo, era complicado seguirle el paso pero ponía su mejor esfuerzo, al final quedo impactado ya que sin previo aviso una lengua se coló en su interior, la degusto a placer, imito la acción así que se dispuso a explorar, unas manos se apoderaron de sus caderas, una mordida en su labio superior termino con ese intercambio de saliva.
—Ese baile tuyo me volvió loco, tu piel es tan suave, tan tersa que me estaba volviendo loco. —Hablo el mayor acercándose al cuello del más joven. —Eres delicioso, me arrepiento tanto de no haberte besado antes.
—¿Qué quieres decir? —Cuestiono pegándose a la pared, se aferró a la espalda de su atacante. —¿Por qué no te animabas a besarme antes?
La preguntas quedaron en el aire ya que el pelinegro se dedicó a devorar ese blanco cuello, fue dejando múltiples marcas, sus manos se colaban por debajo de ese disfraz que parecía un vestido blanco, fue masajeando aquellos muslos que automáticamente se separaban dándole acceso, una torcida sonrisa se formó en los labios del mayor, YongGuk también estaba enamorado del maknae, no supo en que momento lo había hecho solo entendía que su mundo giraba alrededor de ese joven seis años menor que él aunque intento con todas sus fuerzas desaparecer ese sentimiento no podía, lo deseaba, lo quería, lo amaba con locura, sus pucheros, sus berrinches, sus tontos intentos de seducción, todo en él era adorable.
—Me gustas, no, miento. —Hablo entre gemidos el mayor. —Te amo, si eso es lo que siento por ti, haces que pierda la cabeza, muero por tocarte, por hacerte mío, quiero escucharte gritar mi nombre.
—Quiero ahogarme en tus brazos, Hyung te amo. —Contesto el menor cerrando sus piernas para que la mano del mayor quedara atrapada. —Por favor quédate esta noche conmigo.
El mayor detuvo sus acciones para tomar de la mano a su pareja, lo llevaría a una de las habitaciones de esa enorme mansión, estaba contento de haberle pedido a JiYong que le prestará una, recorrieron el enorme salón abrazados, subieron por las escaleras, cuando llegaron a una puerta la abrieron con cautela pero se detuvieron al escuchar unos gemidos, enfocaron su mirada para ver a un joven acostado en la cama mientras que otro se quitaba su capa de vampiro y se desabrochaba el pantalón.
—Eres un lobito que se ha portado muy mal. —Una varonil decía, el sonido de un cinturón cayendo al piso se hizo presente. —¿Qué dices en tu defensa?
—Perdóname hyung. —Una melosa voz contestaba desde la cama. —Estoy dispuesto a recibir mi castigo.
YongGuk se apresuró a tapar los ojos de su amante ya que el joven que estaba en la cama abría sus piernas dejando ver toda su anatomía, rápidamente cerró la puerta al notar que el otro chico se había quitado la ropa disponiéndose a poseer al “lobito”, la pareja se tomó de las manos para caminar torpemente por el pasillo ambos tenían las mejillas sonrojadas ya que sabían que ese vampiro que se iba a cenar al lobo eran HimChan y JongUp, nunca creyeron que llegarían a ver a la Omma tan masculina, cuando llegaron a la siguiente puerta la volvieron abrir con cautela, sonrieron al darse cuenta que era una enorme biblioteca, sus labios se unieron en un beso así que lentamente ingresaron, Bang arrincono en un librero al maknae.
—Me quiero ir a casa, no quiero que nadie me vea con esto. —Una voz se escuchaba en el fondo, la pareja se escondió para asomarse y ver como un joven vestido de diablito tenia a otro chico en un escritorio. —Suéltame, estoy muy enojado contigo.
—¿Si estas tan molesto por que sigues abriendo tus piernas? —Hablaba sensualmente el rubio pegado al oído del pelinegro. —Te vez tan hermoso vestido de maid.
El rubio se acomodó entre las piernas del más joven, comenzó a desabrochar la blusa, tiro al piso el delantal para ir acariciando los muslos del chico quien solo echaba su cabeza hacía atrás, se mordía los labios para evitar que sus gemidos se escucharan pero era inevitable.
—Admite que te gusta, mira lo mojado que estas, estas apunto de venirte y eso que solo te he tocado, solo te he desnudado con la mirada. —El rubio se chupo los dedos que sacaba por debajo de la falda del joven. —Esta noche seré el chico malo y tú mi damisela, no tendré contemplaciones, I´m a badman.
—Te arrepentirás. —Sentencio el pelinegro colgándose del cuello de su amante para morder sus labios. —DaeHyuniee no puedes contra mí, al final terminas ante mis pies, sabes que esta linda boca no solo es buena cantando sino también es buena ma….
Zelo no pudo escuchar lo que sus hyung dijo debido a que su amenté le tapo los oídos y después fue arrastrado hacia la salida, la pareja se recargo en la pared dejándose caer en el piso, estaban sonrojados hasta las orejas seguían sin creer que sus compañeros de grupo fueran tan perversos, el menor se recargo en el hombro del mayor entrelazando sus manos, la luz de la luna se colaba por una ventana, era inmensamente feliz al saber que sus sentimientos eran correspondidos.
—Vamos a casa. —Dijo el mayor poniéndose de pie jaló a su pareja para guardarlo en sus brazos. —Creo que es el único lugar que nos queda.
—Aún falta una puerta. —Contesto el pelirrosa acercándose a ese pedazo de madera, la abrió asomándose en su interior, era un pequeño estudio con un sofá en el fondo. —Creo que está vacío.
La pareja entro al lugar, YongGuk se apresuró a cerrar la puerta poniendo un mueble para no terne interrupciones o que alguien los viera, no deseaba que alguien más observara a su maknae desnudo, se sentaron el sofá negro, estaban sumamente nerviosos, de un rápido movimiento el mayor acomodo al pelirrosa encima suyo, con tranquilidad fue subiendo el disfraz dejando al desnudo sus piernas blancas, las acaricio, de un jalón le quito la bata blanca dejándolo solo en bóxer, el menor tembló al sentirse desnudo, sus mejillas se sonrojaron pero solo se acercó a besar esos deliciosos labios, lentamente le fue quitando la capa, el saco, abrió la camisa de golpe haciendo volar los botones por diferentes direcciones, acaricio ese varonil pecho, delineo ese abdomen marcado.
—Eres hermoso, perfecto. —Dijo en un susurro el mayor mientras acariciaba la ingle el menor. —Muero por hundirme en tu interior, quiero morderte, hacerte solo mío.
—Soy tuyo hyung. —Contesto el pelirrosa acercándose a la oreja del pelinegro para morderla. —Siente como me he puesto, no te imaginas las noches que me toque pensando en ti, en tus dedos dentro de mí, en tu lengua en mi garganta.
Una torcida sonrisa apareció en el rostro del mayor, su manos subió por esas suaves piernas llegando al bóxer donde masajeo la evidente excitación del joven, él también se había tocado, era imposible no hacerlo si todas las noches escuchaba al menor masturbarse en el cuarto de la azotea, lo había seguido una madrugada, lo escucho gemir llamándolo una y otra vez, su respiración se agito al sentir como una lengua recorría su pecho, como su piel se humedecía pero no era lo único mojado sus dedos se dirigieron a la suave entrada del pelirrosa.
—Solo te recuerdo que tus dedos son pequeños y no será lo mismo. —Comento el pelinegro introduciendo sus dedos en el interior del pelirrosa quien se aferró a su espalda. —Promete no llorar, si veo una lagrima en tus ojos no podré seguir, odio lastimarte.
—Te lo prometo. —Contesto el menor abriendo más sus piernas. —No lloraré.
Sus labios se encontraron en un hambriento beso, sus cuerpos se fusionaron, cuando el mayor poseyó al maknae este no lloro solo se dispuso a gemir, a llamarlo, disfruto cada estocada, casa embestida, mordió aquellos hombros, araño esa espalda, se curvo cuando la sintió hundirse en su interior, se movió como desesperado al haberse acostumbrado a la hombría de su amante, su cuerpo quedo marcado por cientos de mordiscos, una, dos, tres veces sintió que su interior era inundado por una ráfaga de calor, él también toco el cielo varias veces, las manos de su amante eran fascinantes, no le importo manchar el sofá, no le intereso que por sus muslos se derramara un líquido proporcionado por su pareja, le pertenecía, ahora estaba lleno de él, sus cuerpos encajaban a la perfección, se volvían uno, la noche fue demasiada corta para toda la pasión acumulada.
Varios días después…
Zelo entraba a la sala mirando por todos los lados al darse cuenta que solo estaba YoungJae se animó a sentarse a su lado, lo saludo con muchos halagos, lo abrazaba con cariño pero el mayor levanto la ceja con duda.
—¿Qué quieres pequeño delincuente? —Cuestiono sonriendo el pelinegro. —¿Por qué me tratas con tanto amor? Si Bang nos ve de seguro me mata.
—Yo solo quería pedirte un favor. —Contesto el menor bajando la mirad mientras jugaba torpemente con su dedos. —Quería saber si me prestas tu traje de maid.
La última palabra fue dicha en un susurro casi audible, el mayor abrió los ojos, se removió algo sonrojado cuando estaba a punto de contestar JongUp hizo acto de presencia, como siempre el bailarín solo llevaba un bóxer cubriendo su cuerpo, un molesto rubio también llego lanzándole una sábana a su amante.
—Cuantas veces te he dicho que no salgas de la habitación así. —Grito enfadado el mayor tratando de tapar al joven. —No entiendes que aquí todos parecen estar en celo y te pueden hacer algo.
—Hyung no traes camisa y tu espalda arañada se ve. —Hablo bajando la mirada el cerebro del grupo. —También tienes un corazón formado de puros chupetones en tu pecho.
El mayor se sonrojo así que solo salió corriendo hacia su habitación, Moon se sentó a lado de sus compañeros quitándose la estorbosa sabana, le dio un pequeño beso en la mejilla al Jae.
—Gracias, tu traje de colegiala le encanto. —Dijo con una sonrisa el peliazul. —Creo que no te lo voy a devolver, quiero ir al concierto de Chris así que necesito que HimChan me lleve, a Jun le deberías prestar el de enfermera le quedaría muy bien.
—Sí, es lo que estaba pensando además Dae se obsesiono con el de maid. —Contesto el pelinegro dejándose caer en el respaldo del sillón. —La última vez lo rompió pero gracias a eso tengo este hermoso cinturón.
Zelo solo miraba sorprendido a sus hyungs fue entonces que algo en su cabeza dio clic, ahora entendía porque DaeHyun y HimChan siempre hacían lo que sus parejas querían, les compraban ropa cara, los llevaban a donde quisieran, eran tratados como reyes.
—¿Creen que si me pongo el de enfermera, YongGuk-hyung me lleve al concierto de Eminem? —Cuestiono tímidamente el pelirrosa. —Gaste mi último pago en una patineta de edición limitada.
—Por favor si sigues nuestros consejos Bang será capaz de conseguirte que cantes en el concierto. —Hablo maquiavélicamente el mayor de los tres. —Nuestro líder es capaz de besar el piso por donde andas por una caricia.
—Cuando Jae te haya enseñado su técnica de la lengua serás su Dios. —Secundo el peliazul. —¿Cómo crees que conseguí que HimChan se negará a participar en ese programa donde lo iban a casar de a mentiras con Ailee?
Varios meses después en los noticieros principales aparecía la noticia donde se comentaba que el makanae de bap había subido al escenario a cantar con Eminem de igual manera se decía que JongUp había tenido una batalla de baile con Chris Brown. YongGuk miraba la televisión con una sonrisa en los labios, su mejor amigo estaba a su lado con la misma tonta sonrisa de igual manera el vocalista del grupo, los tres mayores parecían casi tirar baba.
—¿Es verdad que tú y Jae van a viajar a Paris? —Cuestiono el líder apagando el televisor. —¿Tu pagaste todo?
—Sí, es para celebrar su cumpleaños. —Contesto embobado el rubio levantándose de golpe al ver que su pareja llegaba. —Nos vemos.
Los dos mayores se despidieron para después mirarse a la cara.
—Somos unos idiotas que se dejan mangonear por un par de buenas piernas. —Dijo ofendido la Omma. —Pero diablos que sexi se ve JongUp en ese traje de colegiala, bueno me tengo que ir, prometí que iría a recoger los trajes para hacer cosplay en la convención de anime en Japón.
—Adiós mandilón. —Se burló el mayor cuando su celular sonó bajo la mirada para leer el mensaje, se despeino el cabello. —Diablos de que me burlo si yo estoy peor, pero rayos esos labios son tan deliciosos.
El cuerpo del mensaje era el siguiente, “Date prisa y ven por mí, quiero ir al cine ahora. Atte Tu enfermero personal que está listo para subirte la temperatura.” YongGuk subió a su automóvil suspirando con desgano, nunca pensó que una fiesta de Halloween fuera su más deliciosa perdición.