POV DaeHyun
Odio las clases, trato de distraerme en la ventana pero es imposible así que mi vista se va hacia el piso la voz del profesor no deja de taladrar mi cabeza, miro como una goma cae me apresuro a recogerla, se la paso a mi compañero quien es nada más y nada menos que el cerebro del salón, la toma rápidamente girándose a seguir con la clase, no puedo ver su cara solo sus orejas las cuales están rojas, me agrada su cabello negro, miro mi reflejo en el vidrio de la ventana, yo lo tengo rubio.
—Joven Jung ponga atención.— Me gritan desde el pizarrón. –Al término de la clase lo espero en mi oficina.
Un puchero se forma en mis labios es entonces que escucho una risa, enfoco mi mirada de águila, ¿Jae se rio? Rasco mi cabeza con duda, trato tomar atención pero es imposible al término voy a visitar al maestro al ingresar a su oficina me doy cuenta que esta con alguien más.
—Siéntase afortunado joven Jung.—Me dice el hombre con una sonrisa, no entiendo sus palabras.—El joven Yoo ha aceptado ser su tutor para que no repruebe el curso.
—No estoy tan mal.—Me defiendo cruzando los brazos volviendo hacer un puchero.—Aun puedo pasar, ¿creo?
Lo último no es dicho con mucha confianza, una nueva risa, me giro observando como Jae se tapa la boca enfocando su vista en otro punto de la habitación, se ve tan lindo tratando de mantener la compostura, debo admitir que necesito ayuda y me alegra saber que será él quien me apoye, es la hora del almuerzo así que camino a su lado, siempre estamos en la misma mesa aunque casi nunca hemos cruzado palabras, esos tres otakus se ponen hablar de sus series, yo he visto algunas porque ellos dicen que están interesantes tomo principal atención a las que recomienda Jae, tenemos los mismos gustos.
—Gracias por ayudarme, sé que tienes mucho trabajo ahora que serás el próximo presidente del consejo.—Digo poniéndome delante de él, tomándolo por los hombros.— No quiero quedarme atrás, por favor sálvame.
Hago nuevamente un puchero es entonces que lo veo reír, lo sabía, era él quien se ríe cada vez que hago una mueca, un gesto, un puchero, nuestras miradas se cruzan, es muy guapo, su piel se ve radiante y suave, muy suave, como si fuera el pétalo de una rosa, tersa, sus mejillas tienen un ligero rubor rojo, tan tierno.
—No te preocupes ya termine con mis deberes en el consejo además todavía esta YongGuk..—Responde, su voz es dulce.—Pero deberás poner tu mejor esfuerzo.
Asiento guardándolo en mis brazos, me agrada su aroma, té de manzanilla, mi favorito, no logro comprender porque miles de mariposas vuelan en mi estómago se separa sonrojado, es tan encantador, caminamos hacia la cafetería donde el resto ya está comiendo, HimChan se encuentra pegado como muégano a Up quien no para de sonreír, yo si fuera él ya lo hubiese golpeado un millón de veces, es demasiado empalagoso, es entonces que giro mi vista hacia un parlanchín pelirrosa que no deja de contarle sus aventuras a Guk, el pelinegro solo asiente y sonríe discretamente, nos hace una señal con la mano por lo que mi compañero corre a su lado, me molesta esa acción, nos acomodamos en la mesa, les platico lo que sucedió.
—Es un milagro que lograras llegar hasta este grado.—Se burla HimChan pero un codazo en su abdomen detiene su risa.—Bueno tienes Jae para que te ayude.
Me encanta ver como Up regaña al comandante, tiene bajo perfil pero es efectivo cuando se trata de llamarle la atención al mayor quien simplemente muere por él, todos ríen menos Yong, no soy el único que se da cuenta de ese factor Zelo también lo ve, el pobre niño baja la mirada, me da ternura, es injusto que dos amigos estén enamorados del mismo chico, continuamos platicando de banalidades, los pequeños otakus dicen lo emocionados que están de ir a la convección en Japón.
—Si Key no va ¿qué vamos hacer con su boleto?—Habla preocupado Jae, miro como la boca de Guk está a punto de abrirse es entonces que se lo que piensa decir.—¿Vamos a venderlo a alguien más?
—Yo te lo compro.—Me adelanto hablar sujetando la mano de mi compañero de clases.—Yo tengo ganas de ir.
Todos me miran con duda, me siento algo apenado pero no me arrepiento, Zelo lleva mucho tiempo planeando ese viaje así que no era justo que se lo arruinara YongGuk, no es agradable ver como la persona que te gusta se muere por uno de tus mejores amigos, las burlas no cesan pero no me importa también soy bueno peleando contra HimChan quien se comporta como un niño molestándome. Al termino de las clases camino hacia la biblioteca topándome con Guk saliendo por la puerta, lo saludo con un movimiento de cabeza a lo que contesta con la misma intensidad.
Ya dentro del lugar comienzo a repasar algunos temas, Jae es muy bueno enseñando, comprendo a la primera algunos conceptos, me agrada porque usa comparaciones con notas musicales, adoro el sonido de su voz, es como si me sumergiera en una burbuja donde solo existimos él y yo, los días pasan con rapidez vamos formando una valiosa amistad he descubierto que es un niño encantador, muy bromista igual que yo.
—Mucha suerte en tu partido.—Me dice sacándome de mis fantasías, la clase termino y yo ni en cuenta.—Te estaremos apoyando desde las gradas.
—Gracias.—Contesto por primera vez me quedo sin palabras, por primera vez alguien me quita la respiración.— Por favor apóyame.
Él contesta con una sonrisa, ya no se sonroja como antes, ya no tiembla cuando lo abrazo, los dos llegamos a pasar horas y horas hablando, nunca se cansa de mí, nunca me aburro de él, durante el partido trato de concentrarme pero es complicado teniéndolo como espectador, el resto de mis amigos están a su lado aunque odio a Bang por ser quien conquisto el corazón de mi preciado cachetón no puedo negar que es un maravilloso ser, anotó el gol de la victoria corro hasta la tribuna, miro como salta de alegría conmigo, nuestras miradas se cruzan, el resto de las personas desaparece, es cuando me doy cuenta del significado de las mariposas, el brilla aún en medio de un soleado día, reconozco su voz aún en un mar de ruido, él es mi todo, el causante de las mariposas que son destrozadas al ver como Guk lo abraza, me dirijo a las regaderas tengo tantas ganas de llorar, no quiero topármelo así que salgo por otra puerta, al llegar a mi casa recibo un mensaje “Estuvimos esperándote para celebrar ¿estás bien? atte Jae”, tengo sentimientos encontrados así que no logro contestar, no quiero saber de él, agradezco que sea fin de semana, las lágrimas mojan mi almohada ¿De qué sirve que me le confiese si él ya está enamorado de alguien más? Lo sé por la manera que observa a Bang, la forma que sonríe para él. Voy hacia la panadería por un encargo de mi madre cuando me topo con Zelo, nos sentamos en una banca en el parque.
—Jae—hyung está muy preocupado por ti.—Me dice con una sonrisa nostálgica.—¿Estas bien?
—¿Cómo puedes? –Le cuestiono con la voz quebrada, con los ojos llorosos.— Como puedes querer a YoungJae sabiendo que está enamorado de Bang y viceversa.
Tengo que contárselo a alguien, debo sacar esa frustración que siento, me duele saber que mi primer amor no es correspondido, sí, estoy enamorado de Yoo, las lágrimas resbalan por mis mejillas entonces mi compañero me abraza dándome ánimos, te admiro Zelo por ser capaz de sonreír con el corazón roto.
—Te equivocas a Jae no le gusta Bang.—Me confiesa el menor tomando me por los hombro.—Jae está enamorado de un compañero de su clase, le gusta desde que iban en la primaria desde que le hacían burla por su acento de Busan.
Abro los ojos como plato, ese soy yo, cuando llegue a Seúl la persona que me dio el recorrido por toda la escuela fue Jae, algunas personas se burlaban por mi acento pero a él siempre le pareció divertido, limpio las lágrimas con la manga de mi chamarra, me pongo de pie, no sé si él esté equivocado o yo, debo saber quién miente, quien malinterpreta las acciones.
—Lo siento pero debo preguntárselo a él.— Le digo corriendo en dirección a la casa de la familia Yoo.— Gracias.
Corro como loco por las calles atestadas de gente, sé que vive lejos pero no me importa, no puedo quedarme con la duda, toco el timbre agradezco que él sea quien abre la puerta y me invita pasar a su habitación, lleva el celular en su mano, tal vez Zelo le aviso, no me importa, nos sentamos en el piso, frente a frente.
—Lo que te dijo Zelo es verdad.—Dice con la vista puesta en el piso, con las mejillas sonrojadas.—DaeHyun me gustas.
Cuando era niño vi una flor de cerezo florecer y pensé, “este es el momento más genial de mi vida porque he visto algo hermoso”, pero es mentira, este instante, este segundo donde mi mirada se fusiona con la de él, he descubierto un sentimiento más sorprenderte, mi cuerpo se mueve automáticamente lo tomo por la barbilla para besarlo, mis labios se acoplan a la perfección a los suyos, sabe a helado de vainilla.
—¿Quieres ser mi novio?— Digo embriagado con su aliento.—Me gustas.
Me responde con un beso, conozco su respuesta, se aferra a mi cuello puedo notar que sus mejillas están sonrojadas a más no poder, estoy seguro que me encuentro en la mis situación pero solo continuo abrazándolo por la cadera para que nuestro beso sea más apasionado, nuestra lenguas se enredan, nunca pensé que fueras tan pasional, delineo tu perfecto rostro, unos golpes en la puerta nos separan, tu madre me invita a cenar y acepto quedarme, es extraño bajar tomados de la mano, ahora eres mi novio, honestamente eres el primero y me encuentro nervioso pero también ilusionado me despides con una hermosa sonrisa, casi me caigo por voltearme a despedirme es cuando una vez más ríes, eso es lo que me enamoro de ti, al otro día todos nos felicitan, me sorprende que Bang no luzca molesto o triste, HimChan comienza a molestar una vez a Moon con la respuesta de su propuesta, yo solo abrazo a mi nuevo novio de quien he descubierto que tiene una risa muy tonta, es un babo, pero es mi babo.
FIN POV DEAEHYUN.