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-Sí, eso ya lo sé.
Harry se sentía tan cansado de todo, incluso de detestar a todos los que le rodeaban, que simplemente no pudo evitar ceder ante las palabras de Ron… tal vez eso le diera un poco de alivio a su atormentado espíritu.
Ron vio como Harry lo miraba y sonreía, pero con una sonrisa diferente, no esa llena de amargura que ya era tan característica en él y supo que de alguna forma, otra oportunidad se le estaba dando.
-Extraño esas cenas en casa… esos partidos de Quidditch… -dijo acercándose más y sentándose junto a él- Harry, recupérate pronto, hay mucha gente que te necesita.
No era para tanto, tampoco iba a salir a danzar por todo el mundo; simplemente había aceptado de nuevo a un antiguo amigo y eso, mas de fuerza que de ganas.
-Claro… -dijo sin ganas de entrar en detalles.
-Gracias Harry –exclamó Ron tendiéndole la mano, mano que Harry estrecho sonriendo débilmente.
-Bueno, ¿ahora si me puedes dejar solo?... me siento algo cansado y ya quiero dormir.
-Claro, claro… -respondió poniéndose de pie- le diré a Hermione que deseas descansar.
-Gracias.
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Cuando Hermione tocó a su puerta para llevarle algo de cenar, él abrió y la dejó pasar mientras acomodaba su cama.
-¿Ya vas a dormir?... son las 8:00 pm –dijo ella dejando la charola en el tocador- Ron se fue hace horas, creí que ya hasta habías despertado.
-Sí, pero aun me siento algo cansado.
-Claro, te falta mucho reposo… -respondió sentándose en la cama mientras lo miraba darle algunos golpecitos a la almohada.
-Harry…
-Hermione… -dijo él arremedando su tono de voz, a lo que ella sonrió.
-Ya sé, ya sé… ya estoy en modo “mamá regañona”
-Exacto.
-Pero no puedo evitarlo.
-Lo que no podrás evitar será caer muerta de cansancio ¿crees que no me doy cuenta de todo lo que trabajas?... mira, en serio no tienes que…
-Sí, si tengo –interrumpió ahora ella- todo lo que ha sucedido y ¿dices que no me preocupe?
-Bueno, tienes razón… -exclamó exhalando un suspiro sentándose junto a ella- por mas que haga o diga, harás lo que tu creas conveniente.
-Así es… Harry… oh Harry ¿Qué puedo hacer por ti para que seas feliz de nuevo? –dijo tomándole una mano.
-Es que tú no tienes que hacer nada Hermione, yo no soy tu responsabilidad –respondió sonriéndole comprensivo.
-Pero eres muy infeliz… tanto así que no soportas la vida… ¿Qué hay que hacer para que la ames de nuevo? –Exclamó con los ojos anegados de lágrimas- ¿es por Malfoy?
-¿Malfoy?
-Si… lo amas ¿cierto?... ¿tanto así lo amas?
-¿Quién dijo eso? –exclamó sonriendo al tiempo que negaba con la cabeza y retiraba su mano.
-No es necesario que alguien lo diga… todo lo que has hecho por él… porque sé que fuiste tú quien lo sacó de prisión… ¿Quién más sino tú?... no sé de qué modo o que habrás hecho, pero eso tiene tu estilo.
-¿Mi estilo? –preguntó levantándose a tomar el vaso de leche que había en la charola.
-Si, tu estilo de “misión imposible”
-Ya deliras –dijo sonriendo antes de beber del vaso.
-Harry… ¿Por qué no le dices que lo amas?
-¿A quién?
-¿Cómo a quien?... tu sabes que hablo de Malfoy.
-Porque es mentira –respondió lamiéndose los bigotes de leche.
-¡Harry por favor, deja ya tus caretas!... tu lo quieres y ese amor te está matando.
-Esa situación se acabo hace mucho y lo sabes bien ¿Quién te entiende? –dijo dejando el vaso y dirigiéndose a la cama con la clara intención de acostarse ya, y por ende, de prácticamente correrla de ahí.
-Hablo de que se lo digas ya, tu silencio te está asfixiando –exclamó haciendo caso omiso a la actitud de Harry.
-Quien me asfixia eres tú, ya déjame en paz por favor, tengo sueño.
-El no estará aquí por siempre, díselo ya… dile que lo amas, Harry… -continuo cambiando su tono de voz a uno suplicante y suave- él quiso verte en el hospital pero yo no lo creí conveniente, si quieres puedo decirle que venga.
-No tiene caso, lo vi en el hospital y hablamos lo que teníamos que hablar –dijo acostándose y dándole la espalda a una estupefacta Hermione.
-¿Lo viste?... ¿Cuándo lo viste?
-¿Acaso importa?... lo vi y punto.
Hermione se quedo callada sin saber ya más que decir, pues Harry seguía empeñándose en cerrarse ante todos.
-Harry… -musito suspirando suavemente.
-Tranquila Herm… -dijo él dándose la vuelta y sentándose- este asunto está concluido, no te mortifiques más.
-Cariño… solo dime… -respondió acariciándole la mejilla mientras las lagrimas escapaban de sus ojos castaños- ¿lo amas?
Harry sonrió débilmente antes de decir:
-¿Y que con eso?... eso no importa ya.
-Pero… claro que importa…
-No y si no quieres verme caer más bajo de lo que ya he caído, no quieras exponerme a su burla y a su rechazo al confesarle esto.
-Pero… ¿Qué tal si él…?
-¿Me ama? –completo sonriendo con amargura- por favor chica, que los cuentos de fantasía solo se lo creen los niños.
-Harry…
-No me destruyas más por favor… -musitó tomándole una mano- con su odio es más que suficiente… su burla sería demasiado.
Ella ya no pudo responder, solo asintió en silencio mientras se secaba la nariz con un pañuelo desechable que había sacado de su bolsillo.
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-Te ves horrible –exclamó Nick cuando entro a la sala de Hermione al otro día.
-Gracias –respondió ella intentando alisar un poco su alborotada melena.
-No tiene caso –dijo el riendo mientras veía sus vanos intentos.
Ella sonrió mientras lo invitaba con gesto a ir a la cocina -¿ya comiste?
-No.
-Yo tampoco, prepare un poco de sopa de verduras ¿quieres?
-No, parece comida de enfermos ¿Qué tal una pizza? Yo invito.
-Acepto.
Media horas después, sentados en la salita, con la pizza en la mesa ratona acompañados de unas sodas, conversaban más relajados.
-Hasta cosa me da preguntarte cómo vas, a leguas se ve que el asunto no va bien.
-Pues si… tienes razón –dijo ella dándole un mordisco a su pizza de pepperoni- ¡mmm! Cuanta falta me hacia esto…
-Oye, no había querido mencionar esto porque la verdad me da algo de pena… -dijo él limpiándose los labios con una servilleta- pero si en cuestión monetaria algo te hace falta…
-¡Oh no te preocupes por eso! –Respondio Hermione quitando una rodajita de pepperoni de su pizza y comiéndosela- de hecho Harry paga todo lo de sus gastos médicos y siempre que está aquí aporta con el gasto de la casa; así que por ese lado no hay problema.
-Ah vaya, me alegro.
-¿Sabías que Malfoy logró hablar con él en el hospital?
-¿En serio? ¿No se suponía que no quería recibir a nadie?
-Pues sí, pero Malfoy se coló sin que nadie se diera cuenta.
-¿Y luego que pasó?
-Pues yo pensé que Harry reaccionaria mal al verlo, pero por lo que pude ver no fue así… o al menos no sufrió un colapso nervioso o cosas de ese tipo que yo me imaginaba.
-¿Y cómo lo supiste?
-El me lo dijo.
-¿Y te conto de que hablaron?
-No, pero aceptó lo que tú nos contaste.
-¿De qué está enamorado de él?
-Sí… me costó que lo admitiera, pero al fin lo hizo, no con todas sus letras claro, pero entendí que lo asumió… y le dije que se lo confesara a Malfoy, que tal vez así encontraría alivio.
-Y por supuesto que se negó –concluyó Nick destapando su soda de lata.
-Pues si y aunque seguí insistiéndole, puede que a final él tenga razón.
-¿En qué?
-En que lo más seguro es que Malfoy terminaría carcajeándose en su cara como es su estilo… que seguramente lo rechazaría de una forma cruel y eso si que terminaría de destruir a Harry si es que no lo está ya.
-Hablando de eso, hay algo raro en ese asunto –dijo el auror dejando su lata en la mesita y tomando otra rebanada de pizza.
-¿Cómo qué? –exclamó ella secando el sudor frio de su lata de soda antes de destaparla.
-¿No se te hace raro tanta atención de ese chico para con Harry si es que en verdad le odia tanto?... es decir, solo él tuvo la suficiente intuición para poder localizarlo, logró traerlo con vida y se quedó aquí hasta que fue declarado fuera de peligro.
-mmm… -asintió dando un sorbo a su refresco mientras lo miraba muy interesada.
-Además se traía una pinta de preocupación que no logró engañar a nadie.
-¿Tratas de decirme que tal vez Malfoy no odie a Harry?
-No, lo que trato de decirte es que tal vez ese Malfoy ame a Harry.
Hermione lanzo una pequeña exclamación de asombro al escuchar a Nick, quien continúo hablando.
-Por lo que supe, vivieron como perros y gatos mientras estuvieron juntos, pero no sabemos con exactitud que fue todo lo que esos dos vivieron… hay algo en ese rubio, casi puedo sentirlo; mi intuición detectivesca me lo está gritando.
-¿Intuición detectivesca? –repitió Hermione sonriendo.
-Ajá…
-¿Estás seguro? –continuo ella con la esperanza renaciendo en su interior.
-Seguro, lo que se dice seguro, pues no; pero lo he platicado con Jessica y está de acuerdo conmigo.
-¿Cómo es que yo no lo he notado? –dijo mordiéndose un labio en actitud pensativa.
-Andas como maniática todo el tiempo, si sigues así le harás compañía a Harry dentro de poco.
-Si, eso es cierto.
-¿Y si se lo preguntamos directamente? –dio Nick viendo como Hermione se rascaba la alborotada melena castaña.
-¿A Malfoy?
-¿Pues de quien hablamos entonces?
-Se ve que no lo conoces, va a mandarte al diablo.
-¿Y qué? no sería el primero que lo hace –respondio encogiéndose de hombros mientras le daba otro mordisco a su rebanada.
-Insisto, se ve que no lo conoces –dijo sonriendo.
-Y tú se ve que no me conoces a mí; si tuviera miedo de esas nimiedades ¿crees que sería auror?
-Eres todo un caso –exclamó negando con la cabeza mientras seguía sonriendo- pues bien, si vas a preguntarle eso directamente a Malfoy, te deseo mucha, pero mucha suerte… pero sobre todo, te estaría eternamente agradecida sea cual sea el resultado.
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-Ya debe este día señor, le recuerdo que aquí no puede haber adeudos, si no puede pagar, entonces deberá dejar la habitación.
-No se preocupe, le pagaré en la tarde –respondio molesto al verse cuestionado por el pago de la habitación.
-Se lo encargo mucho –dijo el recepcionista del hotel.
-Imbécil, tanto alboroto por este cuartucho de mierda –pensó Draco enojado yendo a tirarse a la cama.
Pero en el fondo sabía que aunque fuera un hotelucho de quinta, había que pagar a tiempo y el asunto era que ya no tenía dinero.
-Maldición… -pensó exhalando un profundo suspiro mientras veía el techo- ya no tengo para pagar el cuarto, mucho menos para mí pasaje… no me quedará más remedio que ir a Gringotts.
En ese momento tocaron de nuevo a la puerta haciéndolo enfurecerse de nuevo.
-¿Y ahora qué?... –masculló levantándose de mala gana- ya le dije que en la tarde le pagaré sin…
-Hola –saludó Nick al verlo quedarse con la palabra en la boca al abrir la puerta- ¿puedo pasar?
Pero al preguntar que si podía pasar, el muy cretino ya estaba adentro.
-¿Qué quieres? ¿Potter se ha puesto mal? –pregunto entre indignado y preocupado.
-Curioso que me preguntes eso –respondio Nick echando un ojo a la habitación haciendo a Draco indignarse de nuevo.
-Bueno ¿y entonces qué, de hecho como me encontraste?
-Soy auror -respondio encogiendose de hombros- supe que fuiste al hospital a hablar con Harry ¿puedo saber de qué?
-No, no puedes –respondio mientras se recargaba en la puerta y se cruzaba de brazos.
-Si, ya me imaginaba que me contestarías eso… disculpa mis modos, es que siempre hablo así cuando investigo algo.
-¿Investigas algo? ¿Estás investigándome? –exclamó en guardia.
-Si, pero tranquilo, no es una investigación oficial –respondio haciendo un gesto con la mano mientras se sentaba en la cama ante el gesto despectivo de Draco.
-¿Pues entonces porque te pones cómodo?... si no es nada oficial no tengo por qué contestar nada, ahora si no tienes más que decir, ya te puedes ir.
-Tranquilo, no quiero discutir, la verdad es que la forma en que hablo no ayuda en nada; te repito que es la costumbre de hablar con criminales, no es nada personal.
-Vaya disculpa –pensó Draco quitándose de la puerta y yendo a abrir la ventana- y bueno, para acabar con esto rápido ¿Qué quieres?
-Ya sabes que Harry está enamorado de ti ¿verdad? –Dijo Nick no perdiéndose el mínimo gesto del rubio- lo hablamos ese día en su casa.
-No, lo hablaste tú si mal no recuerdo –respondio sonriendo sarcástico.
-Bueno, para el caso es lo mismo, Harry esta…
-Ya basta de eso –interrumpió fastidiado- ¿Por qué insisten en esa estupidez, que no tienen algo más de que hablar o que hacer?
-De hecho si tenemos, pero queremos resolver esto para poder seguir nuestra existencia sin el pendiente de que Harry se cuelgue en alguna viga en cualquier momento.
-Mira… -respondio gesticulando con las manos en un claro gesto de ya no saber que decir ni que hacer para que todos olvidaran ese ridículo asunto del “Harry enamorado”- si vuelve a intentar matarse, ten por seguro que no será por mi y en todo caso, yo ya ni estaré aquí para detenerlo ni inmiscuirme en su vida, así que ¿Por qué no dejan eso ya?
-¿Te vas?
-Si, en este país no hay nada para mí.
-¿Cuándo?
-No es tu asunto ¿algo más que quieras hablar?
-Si ¿tú amas a Harry?
La pregunta salió tan de repente que lo tomó por completo desprevenido y solo pudo abrir la boca mientras el sonrojo cubría sus mejillas.
-¿Qué? –Exclamó al fin- ¿estás idiota?... ¿Cómo podría yo…?
-¿Y qué tendría de raro? Digo, Harry es gay, y aunque aceptaste su trato al principio sin importar si te gustaban los hombres o las mujeres, no sería raro que tú también fueses gay.
La desfachatez del tipo no tenia limites, por lo que solo pudo alzar la cabeza y abrirle la puerta de la habitación.
-No tengo nada que hablar contigo, fuera… ¡fuera!
-Ok, ok ya me voy –dijo alzando las manos en son de paz- tú piensas que Harry no te ama, pero déjame decirte que si es tan obstinado como tú, es más que obvio que al igual que tú, tampoco iba a admitirlo frente a ti… ¿para qué hacerlo si te reirías de él? –concluyó dirigiéndose a la puerta en donde al salir solo se escuchó un fuerte portazo.
-Par de imbéciles… -pensó negando con la cabeza mientras caminaba por el pasillo- son tan diferentes, pero tan iguales al mismo tiempo.
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-¡Ese idiota!... –masculló comenzando a caminar de un lado a otro- ¿¡pero que se cree el muy hijo de puta?!...
¡Venir a preguntarle cosas que no eran de su incumbencia!... Pero sobre todo… decirle que Harry lo amaba…
-Como si fuera cierto… -pensó deteniéndose a medio cuarto para mirar luego a la ventana abierta- yo también llegué a pensarlo… y me equivoqué.
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-Bien, firme aquí señor Malfoy –dijo el duende señalando un lugar en el pergamino para seguir con otra docena más de documentos- y aquí, y aquí…. Y aquí también.
Después de aceptar el traspaso de las bóvedas de Harry y de sacar cierta cantidad que ya había calculado para ciertos gastos, Draco hizo que el duende volviera a hacer el trámite de traspaso de bóvedas.
-A nombre de Harry Potter.
El duende lo miró ceñudo mientras sacaba los documentos necesarios y hacia el trámite que su cliente deseaba.
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-Bueno… ya pagué la habitación, solo me queda para comprar mi pasaje y los gastos que pueda tener allá antes de que busque un trabajo o algo.
Pero sabía que antes tenía que hacer algo… y detestaba realmente tener que hacerlo, sin embargo sabía que era necesario y no podría irse sin hacerlo.
-Debo avisarle sobre los movimientos bancarios… -pensó jugueteando con los galeones sobre la cama- pero también…
Pasó un día más antes de que fuera a comprar su pasaje pensando también que tendría que comprar algunas cosas más para el viaje.
-Prácticamente no tengo nada… vaya, ni siquiera una valija.
Sin embargo no se fue de compras, sino más bien tomó otro rumbo hacia algo que tenía que hacer.
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