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Forjando una Familia por LatexoHPo

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Notas del capitulo:

Siempre sí pude actualizar hoy... ¡¿WTF?! ¿Ya es martes? U_U...

"…Haré todo lo posible por devolverte a tu estado normal, pero mientras eso sucede, te lo prometo, serás el niño más feliz del mundo. No volverás a pasar por eso, te lo juro, Brucie…"


No volverás a pasar por eso…


Las palabras se repetían como un eco en su cerebro. Clint Barton supo en cuanto vio el comportamiento de Bruce, el niño Bruce, que había algo escondido en su psique. Algo realmente malo. Bastaba ver cómo casi no hablaba (en realidad sólo había dicho sus nombres y una que otra frase aislada), y el que estuviera enfermo no era la razón. Él suponía que un niño, a cualquier edad, era un quebradero de cabeza.


Como adulto, Bruce era más bien reservado y hasta 'jodidamente tímido', había dicho Natasha. Sabía que el hombre se reservaba demasiado porque tenía a Hulk dentro de él. Sabía que siempre quería mantenerse en control y equilibrio, temeroso de lastimar a alguien. Sabía que incluso intentó quitarse la vida cuando no vio salida a su situación… Era comprensible. Sin embargo nunca se había puesto a pensar que esa actitud estuviera ligada a algo más profundo, algo más allá de Hulk y la culpabilidad que éste traía a Bruce Banner.


Cuando ya no escuchó más que los ruidos habituales de la noche, el arquero se movió sigilosamente y se arrastró hasta llegar a la habitación contigua a la de Steve. La que era su favorita. Dejó de pensar un momento en Bruce para concentrarse en lo que veía: Natasha estaba sobre su cama, con la luz a medias y los ojos abiertos. Tampoco estaba durmiendo, seguramente a la espera de tener que sacar su Walther PPK (su pequeño tesoro, una pistola pequeña y que descansaba bajo su almohada), si es que escuchaba algo que importunara el sueño de Bruce.


Clint sonrió ligeramente al verla parpadear y fruncir el ceño, esperando escuchar cualquier mínimo ruido fuera de lo habitual. Por mucho que la bella pelirroja no demostrara querer más contacto con un niño pequeño, Clint sabía que ahora mismo daría la vida por él. Natasha en realidad daría la vida por cualquiera de sus compañeros. Patearía el trasero, y lo hacía de hecho, a todo aquél que intentara dañarlos, aunque era experta en ocultar cualquier tipo de sentimiento u emoción. Cosa que había variado ligeramente la noche anterior, cuando envolvió con su brazo a Bruce para asegurarse de que durmiera tranquilo.


Con un imperceptible suspiro, Clint volvió a arrastrarse hasta la siguiente habitación: la que Stark utilizaba cuando se quedaba a dormir en el piso común (generalmente el millonetas optaba por su pent house). Ahora mismo era ocupada por Virginia Potts; ella no dormía en la torre, y tampoco lo hacía ya en el piso personal de Stark, se iba con su madre, a su apartamento, o en los hoteles cuando estaba de viaje por asuntos de Industrias Stark. La asistente de Tony parecía dormir en ese momento, pero Clint estuvo seguro de que también estaba alerta por si surgía cualquier eventualidad. Habría que estar muy tonto o muy ciego para no darse cuenta de lo que ella sentía por el Doctor Banner. Seguramente la estaba pasando bastante mal con la nueva condición del hombre.


Llegó entonces hasta la habitación de Thor. Clint rara vez se detenía mucho rato ahí, porque Thor roncaba y porque generalmente le veía hasta las amígdalas. Fea costumbre la suya de dormir con pijama natural. Una vez incluso, cuando se activaron las alarmas contra incendio por culpa de Steve y su torpe desempeño con los modernos aparatos electrodomésticos, Thor había llegado a la cocina blandiendo su martillito feliz, y blandiendo otras cosas. Clint tuvo que taparle los ojos a Natasha, que parecía no poder despegar la mirada del imponente cuerpo del Asgardiano.


Esta vez era claro: Thor tampoco tenía un sueño tranquilo. Parecía dormir, pero no roncaba, señal de que no lo hacía profundamente.


La siguiente habitación era la de Bruce, así que pasó de largo y maniobró su cuerpo hasta llegar a la de Loki. Esa estaba un poco más alejada, hasta el final del pasillo y todavía con un pequeño recorrido hacia la derecha. Los más altos estándares de seguridad se habían instalado alrededor de esa habitación, pero era una que también formaba parte de la torre en sus cimientos más básicos, por lo que los ductos de calefacción estaban, invariablemente, conectados. Al principio, Clint observaba a Loki más que nada para vigilarlo, atraparlo en algún plan malévolo y hasta en busca de algo que pudiera obtener del Asgardiano y utilizarlo como venganza. Lo odiaba, lo odiaba de verdad. El saberse convertido en un muñeco totalmente manipulable, el haber entregado a Loki muchos de sus secretos sin opción a negarse, el haber sido utilizado como un arma en contra de la humanidad…


Sin embargo, al paso de los meses desde que Loki llegó a la torre, Clint se dio cuenta de que el ojiverde realmente estaba indefenso ahí. No tanto porque no tuviera poderes (que ya era suficiente), sino porque de verdad se veía afectado de vivir condenado en un lugar donde todo el mundo lo detestaba. Menos Thor, por supuesto. El rubio había hecho todo lo que estaba en sus manos para demostrarles que Loki no era tan hijo de puta, pero había demasiado resentimiento como para aceptarlo de buenas a primeras.


Durante sus meses de inspección, Clint sólo lo veía leyendo, durmiendo, pocas veces atreviéndose a salir de esa habitación. Y entonces un pequeño -pequeñísimo- atisbo de empatía había surgido. Thor había dicho que Odín esperaba que Loki se redimiera, que le había dado una segunda oportunidad y que esperaba no la desperdiciara. Clint sabía sobre segundas oportunidades, claro que sí, y lo difícil que era aprovecharlas. Hasta ahora, si bien Loki no había dado muestras de redención absoluta (era muy molesto con su lengua afilada), tampoco las había dado de antagonismo crónico.


Y ahora con la nueva situación, era realmente sorprendente ver cómo Bruce no parecía tenerle el mínimo resentimiento. Algo bueno debía tener el hermanito de Thor para que un niño, con toda su inocencia, confiara en él absolutamente. Sobre todo un niño como Bruce, que parecía haber tenido una infancia de lo más horrible. Su comportamiento, volvió a repetirse, y el hecho extraordinario de que Anthony Stark hubiera derramado lágrimas por su amigo, sobre todo enfrente de Steve.


Loki tampoco estaba durmiendo (cosa que no le extrañó al arquero voyerista), leía concentrado un libro del que no alcanzó a leer el título más que nada porque Loki lo tapaba con sus largos dedos. ¡Aburrido!


Clint llegó finalmente a su propia habitación y se deslizó eficazmente hasta el suelo. Cuando su cabeza tocó la almohada, supo con certeza que él sí tendría un sueño reparador. Bruce estaría a salvo lo que restaba de noche bajo el cuidado de Stark y Steve. Ya llegaría un nuevo amanecer para saber cómo actuar con la información obtenida esa noche. Se giró en la cama para acomodarse mejor, y entonces abrió los ojos de golpe… ¡¿Stark y Steve?!


~*~


Cuando Steve abrió los ojos se percató de que ya era de mañana. Se había entregado al sueño agotado mentalmente pero seguro de que todo estaría bien si se mantenía en una posición de alianza con Stark… un Stark que estaba ahora mismo frente a él. ¡Qué demonios! Ya eran dos noches seguidas que dormía en la misma cama con el millonario. Extrañamente no era algo que le incomodaba en demasía, finalmente eran compañeros, ¿no? Además, ver a Tony Stark llorando no era algo que se veía todos los días; Stark podría caminar voluntariamente en una cuerda floja entre dos rascacielos sin su armadura antes de mostrar sentimientos de vulnerabilidad.


Tony dormía profundamente y Steve sonrió un poco. Finalmente, el hombre frente a él era tan humano como cualquiera. Él, Steve, tenía que aceptar que lo dicho por el genio era algo cierto: todo lo extraordinario en él había salido de una botella, de un experimento. Si bien estaba plenamente consciente de sus propias convicciones y creencias, lo que lo hacía ser un súper héroe estaba en su sangre, bullendo dentro de él pero que no había nacido con él. Stark en cambio, claro, había tenido que tocar fondo para ser quién era ahora. Y el constante resplandor en su pecho era su eterno recordatorio, pero era alguien que, a pesar de sus poses, era un héroe de verdad. Seguramente Howard, donde quiera que estuviera, debía de estar orgulloso de su hijo.


Vaya que la presencia de un pequeño niño podría hacer milagros. Steve admiraba profundamente a Bruce Banner, no sólo por su incontestable genialidad (una que podía rivalizar con la de Tony, pero que era menos alardeada), también lo admiraba por su noble carácter y autocontrol. Tener a Hulk dentro debía ser una constante tortura para el apacible Doctor. Y eso lo llevó a pensar en las palabras de Tony. ¿Qué tanto había tenido que pasar Bruce para que alguien como Stark se sintiera tan apenado por ello?


Y hablando de Bruce… no estaba en la cama…


Se incorporó rápidamente y movió a Tony para despertarlo.


"¡Stark!, exclamó mientras ya se ponía de pie para ir en busca de Bruce.


El ruido de pasos apresurados salió de la habitación de Steve Rogers y recorrieron todo el pasillo.


"¡JARVIS!", se escuchó también la voz del dueño, "¡Llama a la policía, a la guardia civil, a los bomberos, a los X-Man…! ¡No, mejor a Los Vengadores! ¡Despliega mi armadura ahora mismo!


Clint Barton ya estaba tras Steve y Tony, con su arco en una mano y su carcaj en la otra; tras él Natasha tenía su 'tesoro' en las manos; Pepper había sacado uno de los palos de golf que por alguna razón Tony guardaba en el armario de su habitación… y entonces Tony se detuvo abruptamente, y los demás se estrellaron tras él, cayendo como piezas de dómino en el suelo alfombrado de la sala.


"Señor, ¿todavía quiere que llame a la Guardia Civil y a los X-Man?", sonó la voz de JARVIS. Tony odió en ese momento el día que decidió que le pondría 'personalidad' a su Inteligencia Artificial. El jodido había sonado tan burlesco.


Entonces una estruendosa carcajada retumbó en la sala y todos, desembarazándose, miraron al dueño de tan singular muestra de hilaridad. Thor los miraba divertido, riéndose de ellos desparramado en el sillón y, afortunadamente para la salud mental de los presentes, con una playera ligera y unos pantalones deportivos. A su lado, la sonrisa socarrona de Loki acompañaba su mirada penetrante, burlona. Sobre su regazo, el pequeño Bruce, que tenía la boquita manchada de algo blanco y los miraba con curiosidad.


Los ojos de Tony viajaron a la mesita de centro, dónde dos tazas de té, una caja de Poptarts y un plato con los restos de lo que parecía ser avena, descansaban. Y entonces los enormes ojos de Tony se entrecerraron peligrosamente, fulminando con esa mirada a Loki. Pero una sonrisa apareció automáticamente en su rostro.


"Tú", comenzó una vez que se puso de pie. Seguía sonriendo, pero era obvio que parecía querer estrangular a Loki. ". Miserable dios de pacotilla… ¿Cómo te atreves a entrar a la habitación de Rogers para robarte a Bruce?"


"Jamás me atrevería a entrar a la habitación del soldado, Stark", respondió Loki con la misma actitud: sonriendo, pero con un tono de voz que no ocultaba de todo su molestia. "Menos si ambos duermen tan plácidamente en ella. Fue el pequeño monstruo el que llegó hasta aquí, yo lo encontré por casualidad".


"¿Bruce?", inquirió Tony bajando el tono de voz, viendo directamente a los ojos marrones del niño. De pronto se sintió herido.


"Hambe", dijo Bruce inocentemente. Y con algo más: miedo.


"Está bien, amiguito", se adelantó Clint, sonriéndole abiertamente y tomándolo del regazo de Loki. "Sólo no le des esos sustos a Tony. Si tienes hambre, díselo. No importa que tengas que aporrearle su enorme cabeza para que te haga caso".


Pero Bruce negó con su cabecita, abriendo los ojos a su máximo, como si la idea de aporrearle la cabeza a alguien fuera horrible.


Tony se llevó una mano al rostro para pellizcarse el puente de la nariz. Tenían muchas cosas qué hacer, y si comenzaban lo más pronto posible, mejor.


"No hay tiempo de preparar desayunos ni nada. JARVIS, ¿serías tan amable de pedir algo para comer?", dijo para enseguida mirar a todos los presentes. "Los veo aquí en quince minutos. Tenemos un plan de acción que discutir", entonces se centró en Loki y Thor. "Ustedes parecen más frescos, así que se quedan con él. Thor, confío en ti".


El ´no confío en Cuernitos' estaba implícito. Así que Thor recibió al niño de brazos de Clint y volvió al sillón.


"Habrá que comprarle zapatos. No puede pasarse la vida yendo en brazos de uno a otro", habló Natasha y Tony la miró. Rápidamente se posó entre ella y Bruce.


"Guarda esa pistola. Que no la vea".


Ella frunció el ceño, pero obedeció de todas formas. Stark estaba comportándose de una manera alarmantemente extraña. Sabía que adoraba a su hermano de ciencia, pero esto era exagerado.


~*~


Media hora más tarde todos estaban en la sala, vestidos y más descansados (quizá sólo menos abrumados ante la situación). Los restos del desayuno pululaban por todas partes, y Bruce también. Vestía de nuevo su trajecito de oso, uno que tenía pies, por lo que los demás dejaron de tener la necesidad de cargarlo todo el tiempo. El niño no andaba por ahí todo atolondrado, más bien se acercaba a algo (a las lámparas o a las caras figuras que adornaban la estancia), las miraba con curiosidad y acercaba sus deditos, pero los retiraba sin permitirse tocar nada. De vez en cuando miraba a Tony con culpabilidad, como pidiendo perdón por algo que no había hecho.


"Muy bien", comenzó Tony limpiándose los restos de café con una servilleta sobre sus labios. "Todos los robots domésticos serán reprogramados para que se adecúen a tener a un niño en la torre". Miró a Pepper. "Cariño, sé que no puedo pedirte que regreses a tu puesto en Industrias Stark, pero al menos te necesito allí algunas tardes para que asesores a quien creas conveniente y sea de tu absoluta confianza. Yo también iré, después de todo soy el dueño ¿no?"


Pepper asintió de inmediato. Un poco avergonzada por su actitud del día anterior. Tony tenía razón, si no fuera por ellos dos Industrias Stark se caería a pedazos.


"Sobre el cuidado de Bruce", se detuvo Tony para largar un fuerte suspiro. "Rogers tiene razón, no será conveniente que se sepa su condición. Está expuesto…", se interrumpió de nuevo sintiendo un deja vú. 'Como un nervio', había dicho aquella vez Bruce.


"Propongo hacer un calendario con los días y la cantidad de horas en que deberemos cuidarlo", habló esta vez Steve al ver la mirada perdida de Tony. Luego miró a Loki y Thor. "Ustedes podrán cuidarlo juntos, parece que Bruce está a gusto cuando los dos están a su lado".


Loki resopló, pero asintió con la cabeza de todos modos. Thor sonrió mostrando su perfecta dentadura y miró a Loki con algo parecido a la emoción. Steve despejó sus pensamientos. "Clint y Natasha… creo que también será conveniente que lo cuiden juntos. Ninguno sabe nada sobre cuidar de un niño, así que entre los dos será más fácil. Y siempre está JARVIS, con su gran base de datos".


Ambos agentes asintieron. Clint ligeramente más contento que Natasha.


"Stark estará ocupado buscando la manera de regresar a Bruce a la normalidad. Así que… señorita Potts, si no te incomoda… tú y yo…"


"Claro, no habrá ningún problema, Steve", sonrió Pepper.


Tony reaccionó entonces. Genial, se había perdido en sus pensamientos y Rogers había tomado la batuta de la situación. No sólo eso. El rubio había sugerido que él y Pepper… él y Pepper… Sintió una punzada de celos, y lo peor de todo es que no pudo esclarecerse hacia dónde se dirigían esos celos.


"Perfecto, ya que Don Líder ha dispuesto este asunto, Pepper, te sugiero que comiences a investigar todo lo referente al cuidado básico de un niño de cuatro años…"


~*~


Thor metió la mano en la tina para comprobar que el agua estuviera a una temperatura adecuada. Así era.


"Todo listo, Loki. Limpiemos al pequeño Bruce".


Y es que la única 'ducha' que había tenido había sido la de agua helada que le dio Clint dos noches antes. Necesitaba una adecuada con urgencia. Y para ello, los seleccionados habían sido Thor y Loki, en la habitación del primero. Pepper definitivamente se había rehusado. Natasha y Clint comenzaron a pelear cuando el segundo dijo 'Aw, como si fuéramos papá y mamá'. Eso, por alguna razón, había enfurecido a la espía, y para no aplicarle una de sus llaves de jiujitsu al arquero frente al niño, habían llevado su discusión a otra parte. Tony fue directo al laboratorio donde había ocurrido el accidente, para comenzar a investigar qué demonios había pasado. Y Steve se ofreció a ir con él para ayudarle con los escombros.


Loki ya tenía a un desnudo Bruce preparado para el baño. Lo cogió por los brazos y finalmente lo sentó en la tina llena de agua. Bruce se estremeció al contacto, pero no rechistó y entonces comenzó a hacer ondas con sus manos sobre la superficie.


Thor ya tenía preparada una esponja con abundante jabón y comenzó su tarea de tallar el cuerpecito de Bruce, aunque lo hacia un poco fuerte. A Loki no se le escapó el hecho de que Thor no era muy suave con sus movimientos (el cuerpo de Bruce se movía al compás que el rubio dictaba), pero el niño no se quejaba. Se dejaba hacer dócilmente. Y cuando vio que uno de los hombros del pequeño monstruo ya estaba rojo, le arrebató la esponja a Thor.


"Hazlo suavemente, vas a lastimarlo", le dijo entre dientes. Entonces él siguió con la tarea.


"Ooops", exclamó Thor mirando su desastre. "Lo siento mucho, pequeño Bruce".


Pero Bruce sólo se limitó a sonreírle. Esa pequeña sonrisa tímida que les regalaba cuando era obvio que no estaba muy cómodo.


"Si yo fuera éste niño ya te habría dado un buen golpe por ser tan imbécil", murmuró Loki, pero lo hizo en un tono en el que Thor escuchó perfectamente.


"¿Por qué no se queja de nada?", inquirió entonces el rubio. "Es como si pudiera estrellarlo contra la pared, cosa que no haré, y él no dirá nada…"


"Vaya, hasta que te das cuenta", respondió Loki ahora tallando los piececitos.


"¿De qué?"


Loki rodó los ojos, miró un momento a Thor para enseguida seguir con las piernas.


"Podrías hacer eso. Podrías estrellarlo contra la pared y él efectivamente no dirá nada. ¿No lo recuerdas, Thor?". La voz de Loki había salido dolida.


El rubio iba a decir algo, pero entonces hizo una mueca cuando a su memoria llegó un recuerdo. Se calló, y procedió a enjabonar los cabellos de Bruce (con toda la delicadeza posible). No se atrevió a mirar a Loki en todo el rato que siguió. Y fue hasta que Loki ya tenía a Bruce sobre la cama mientras lo secaba que miró a su hermano profundamente.


"Lo siento", fue lo único que salió de sus labios.


Loki lo miró un momento con los ojos llenos de sentimientos, pero en un segundo esos ojos verdes ya le miraban otra vez con resentimiento. Negó con la cabeza y se dedicó a vestir al pequeño monstruo. Pequeño monstruo que veía a uno y a otro con curiosidad.


~*~


"¿Dónde lo pongo?", preguntó Steve levantado en sus brazos un enorme trozo de metal apachurrado.


Tony se acercó a examinarlo rápidamente.


"Allá, todavía sirve", le respondió a Steve antes de mirar tras él. El súper soldado dejó el trozo de metal junto a otros de buen tamaño y peso. Todos, según Tony, aún podían servir para reconstruir la máquina con su patrón original.


El desastre ya estaba casi limpio. Sólo quedaban algunos escombros y mucho polvo, de eso podría encargarse Babas. Entonces marchó hasta el otro lado del laboratorio, hacia las computadoras (que afortunadamente sólo habían sufrido leves rasguños en el vidrio) y los archivos sobre el experimento molecular. Moléculas, esa era la clave. De alguna manera todo el sistema molecular de Bruce se había encogido. Ahora era su tarea descubrir cómo y hacer que la máquina trabajara a la inversa. Y para eso primero tenía que examinar a Bruce a fondo: pruebas de sangre, cerebrales, qué pasaba con la radiación gamma y si ésta tenía que ver con la reacción en las moléculas de su amigo. El asunto se antojaba para ser largo y agotador, sobre todo porque estaría solo en ello. Pero se lo había prometido, así como el hacerlo feliz mientras duraba su segunda infancia. Necesitaba una copa, pero… si quería ver a Bruce antes de dormir, tendría que abstenerse. Ya se la cobraría mientras estuviera inmerso en la investigación.


"Tómate un descanso y háblame de lo que pasó ayer. ¿Dónde estuviste toda la tarde?", le dijo Steve.


"Oye, anciano, agradezco que te tomarás la amabilidad de dejarme dormir en tu cama. Puedes presumirlo si quieres, pero…"


"Le prometiste a Bruce que lo harías feliz. Y sé que lo harás, pero todos estamos en esto, Stark. Somos un equipo, pero si quieres que nosotros ayudemos a que sea feliz, necesitamos saber a qué nos enfrentamos; cuáles son sus temores".


Tony desvió la mirada de los ojos de Steve Rogers. Había sido bastante desagradable realizar lo que Bruce había sufrido, y el tener que repetirlo no era una idea que le entusiasmara. Sin embargo, el maldito Rogers tenía razón (como siempre).


"JARVIS: diles a Pepper, Romanoff y Barton que bajen al laboratorio", anunció finalmente.


"¿Qué hay de Thor y Loki?", inquirió Steve.


"Cuernitos sabe más de lo que dice. Me cortaré un brazo si es que él no sabe lo que le pasa a Bruce, y cómo tratarlo, además. Y sobre Thor… no pienso dejar a Bruce solo", fue la explicación de Tony.


El silencio que siguió mientras esperaban a los demás fue bastante tenso. Tony le había dado la espalda a Steve mientras pasaba sus dedos por las gráficas de la pantalla holográfica en la que Bruce había estado trabajando justo antes del accidente. La mente de Steve, por su parte, revivía cada expresión del genio la noche anterior. Recordó también que, en un momento dado, le asaltó la idea de abrazarlo y consolarlo; limpiar esas lágrimas tal y como lo había hecho el mismo niño que las había provocado. ¿Qué se sentiría ser abrazado de esa manera por Tony Stark? Tan posesivo, tan protector…


"Oye, Capi", habló Tony de repente, sin girarse a mirarlo. "Sé que quizás quieras gritar a los cuatro vientos lo que me viste hacer anoche, pero…"


"Fue una agradable muestra de que sólo tu armadura está hecha de metal, Tony. Y es algo que me gustaría reservar para mí", le interrumpió Steve.


Tony se petrificó un segundo, pero sólo uno. Con esas palabras Steve Rogers le aseguraba que no hablaría sobre su quiebre emocional. Pero no supo cómo interpretar eso de 'es algo que me gustaría reservar para mí'. ¿Se burlaría de él cuando tuviera la oportunidad? Pero el soldado era un hombre recto, y tal vez, sólo tal vez, esas palabras querían decir algo más.


"Si están peleando de nuevo, Barton les puede decir cómo se siente una de mis patadas en los…"


"No", interrumpió Tony a Natasha al verla entrar al laboratorio. Tras ella venía Clint, un poco perturbado. Y finalmente Pepper, mirando feo el desastre. "Extrañamente, Rogers y yo hemos concretado una tregua tácita. No discutiremos más. Al menos lo intentaremos", agregó cuando vio las miradas incrédulas.


"Además, Natasha, ya nos has demostrado a todos cómo se sienten esas patadas", sonrió Steve para aligerar un poco el ambiente. Lo que venía no era alentador.


"Muy bien", se aclaró la garganta Tony. "No había podido hablar con ustedes teniendo a Bruce escuchándonos. No sé hasta qué punto entiende lo que escucha, pero asumí que no era prudente. Me asusté, me asusté al ver la reacción que tuvo conmigo ayer; además de las memorias traumáticas de las que habló Barton y, suponiendo que lo han observado bien, Bruce no parece ser un niño… normal. Sé que tiene que ver que en realidad no lo es, pero su mutismo no es el problema".


"Cuando subí al auto le pedí a JARVIS que me diera todos los datos disponibles que tenía S.H.I.E.L.D. sobre Bruce, su vida personal antes del incidente. Resumiendo: a S.H.I.E.L.D. sólo le importa lo que podemos hacer para salvarles el culo. Sin embargo, los datos me llevaron al laboratorio en la Universidad Culver, esos datos ustedes los conocen más que bien, pero esos me llevaron a otros más: su vida en una casa de asistencia a la que fue llevado cuando tenía nueve años".


"Encontré a la mujer. La encontré". Tony se interrumpió un momento para controlar sus emociones. Respiró profundamente y continuó: "La mujer que lo recibió en su casa durante ese periodo de su vida. Es una anciana, pero recuerda a Bruce porque fue un niño especial para ella, y no en el sentido positivo de la palabra. Me dijo que Bruce había pasado por un trauma bestial para llegar a ella: su padre asesinó a su madre enfrente de él".


Las respiraciones se detuvieron. Tony hizo una mueca, ese secreto de Bruce era sólo la punta del Iceberg.


"Sin embargo, su infancia temprana estuvo llena de maltrato físico, psicológico y emocional. Su padre no lo quería, nunca lo quiso. Su madre era demasiado débil para enfrentarse a él. El hombre era alcohólico… Por eso Bruce me señaló como 'el hombre malo'; disparé esos recuerdos cuando me acerque a él. Ella me dio detalles: sus terrores nocturnos, lo que gritaba en medio de la noche, el eterno monstruo en sus pesadillas, su retraimiento social, las cicatrices físicas en su cuerpo y… sus tendencias suicidas. ¡Por Dios! Bruce acababa de cumplir los diez cuando lo intentó por primera vez. Hulk sólo es un grano en su trasero en comparación con todo lo que tuvo que soportar antes…"


Y se calló. Tony se calló cuando se dio cuenta de que estaba apretando sus manos en un puño. Se calló cuando escuchó los sollozos de Pepper. Se calló porque Natasha les estaba dando la espalda, porque Barton miraba al suelo con el ceño fruncido y Steve, Steve lo miraba intensamente.


~*~


Cuando llegó la hora de dormir para Bruce, fue Steve el que decidió que lo hiciera con Thor y Loki esta vez. Después de todo, Bruce de verdad parecía muy cómodo con los dos Asgardianos.


Bajo la amenaza de muerte lenta y dolorosa que Loki recibió por parte de todos (explícita o implícitamente), éste no puso objeción. Aunque casi echa espuma por la boca cuando le dijeron que Thor también se quedaría con ellos. Quisiera o no.


Casi muere por sobredosis de diabetes (sí, había devorado un libro sobre enfermedades humanas) cuando la asistente de Stark casi se come a besos a la pequeña bestia. Luego fue Stark, que extraordinariamente logró que el niño soltara una carcajada cuando le hizo cosquillas en la barriga. Enseguida fue el soldado, que se limitó a pasar una mano por sobre los rizos mientras le sonreía. El arquero pellizcó una de sus mejillas sonrosadas mientras le deseaba buenas noches. Y la espía, la espía le había dado un beso en los labios, un pico inocente y casto.


Thor se había quedado en el sofá y también bajo amenaza, tuvo que vestirse para dormir -no necesitaban agregar un trauma más a la mente de Bruce.


Loki tenía un ojo abierto mientras intentaba dormir. Sin embargo se sentía vigilado, y no por Thor, al que ya se le había resbalado una pierna al suelo al estar durmiendo profundamente (¡Y los ronquidos!). Era como el sentimiento de paranoia que tuvo al principio de su castigo. Como si miles de ojos lo vigilaran por todas partes. Suspiró sonoramente y se giró hasta quedar de costado para mirar al niño.


"¿No odias los ronquidos de Thor? ¿Qué dices, le aventamos una almohada a la boca a ver si se calla?", le preguntó.


Bruce le miró con esa sempiterna curiosidad que le hacía brillar los ojos aún en medio de la semioscuridad. Y sin esperarlo, Loki vio cómo en esa carita se formaba una sonrisa verdadera. No la tímida ni temerosa, una de verdad.


"Tho aquí", dijo entonces el niño.


"¿Thor aquí…? ¿Quieres a Thor en la cama, con nosotros?"


Bruce asintió lentamente, observando atentamente la reacción de Loki. Éste rió un poco. La pequeña bestia podría estar profundamente herida, pero era muy inteligente. De eso no había duda. No le extrañó al ojiverde, finalmente sabía que la versión adulta del chiquillo era lo que los humanos llamaban 'un genio'.


La almohada sí fue a parar a Thor, pero a su cabeza, despertándolo enseguida. Lo había tomado tan desprevenido, que el rubio cayó al suelo de nalgas. Bruce se rió, y la pura y cristalina risa de ese niño contagió a Loki.


"Bruce te quiere en la cama, Thor", le dijo Loki entre risas a Thor. "Muévete".


Y Thor parpadeó varias veces antes de entender lo que acababa de escuchar. No sólo la invitación a dormir en la cama con ellos, sino el que Loki había llamado al pequeño por su nombre. Finalmente y con una de sus sonrisas marca 'Feliz', Thor se desplazó hasta la cama.


Bruce ya se había acomodado, enterrando su carita en el pecho de Loki. Éste no tuvo más opción que rodearlo. Thor se acomodó también, tras Loki, posando un brazo sobre la cintura del pelinegro; su mano alcanzó a tomar también el cuerpecito de Bruce.


Thor no roncó durante el resto de la noche. Y Clint Barton, con una incrédula sonrisa, pudo volver a su habitación y dormir, por fin, profundamente. La promesa se había hecho extensiva: Bruce sería feliz. De eso se encargarían ellos, como el equipo que eran.

Notas finales:

Hola!

Vale, como siempre, mi infinito agradecimiento por sus reviews. ¡Son un amor!


Y ahora sí, a partir del próximo capítulo, comienza la tarea de hacer feliz a Bruce. Comienza la tarea de vislumbrar eso que comienza a nacer entre nuestros Vengadores.


¿La historia de Loki? Sip, se sabrá pero no sé hasta cuando (¡no me maten!). La historia de Bruce, ya la vimos a grandes rasgos. Poco a poco tendrá que superarlo.

No crean que me saqué de la manga esa horrible infancia. De hecho, muchos de los comics de Hulk muestran flash back sobre lo que Brucie sufrió a manos de un padre mierda -sorry por la palabra- y una madre demasiado vulnerable.

Pero vale, que nos leémos en el próximo capi.

Un besote!!


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