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Colección oneshots por ritsuka10

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Título: Body&Soul


Parejas: BangLo, tintes DaeJae y HimUp


Género: Dramático.


Aclaraciones: Basado en la canción Body & Soul de BAP


Los patines golpeaban con el frio hielo de la pista, el sudor era visible en su pálido rostro,  la respiración se volvía entre cortada apenas un par de horas le avisaron que logró colarse en los seleccionados nacionales para representar a Corea del Sur en los juegos invernales de Soschi 2014, lamentablemente JongUp Moon, uno de los favoritos había sufrido un accidente en su última presentación en Japón, su herida no le permitiría entrenar debidamente y estar al nivel de unos olímpicos, por ello un lugar quedaba vacío.


—Es la oportunidad que tanto deseas.—Una grave voz se coló por la solitaria pista, el peliplateado levanto la mirada.—Mereces el lugar, no te debe importar lo que digan los medios, eres joven, se nota con solo mirarte, que te falta experiencia, tal vez pero la compensas con tu voluntad.


—YongGuk-hyung, estoy nervioso pero sé que hare un buen papel.—Contesto el menor con cierto tono de soberbia tratando de limpiarse la nariz que comenzaba a moquear.— ¿Me dejaras entrenar?


El mayor mostro un peluche en forma de tigger de donde saco un par de pañuelos para dárselos al menor quien se acercó emocionado a recibirlos, el pelinegro limpio la humedad nariz con una mueca de burla dibujada en sus labios, tenían un año de conocerse,  el mayor cuidaba de la pista de patinaje, la cual pertenecía a su familia desde hace muchos años, venia de una familia de amantes al patinaje artístico, su hermana mayor fue una famosa medallista, su hermano también resalto en ciertos eventos, él, él era la oveja negra, ni siquiera sabía mantenerse sobre unos patines, conoció a JunHong cuando comenzó su entrenamiento con el famoso coach autollamado Manager Kang, llegaba a quedarse horas viéndolo entrenar, le parecía envidiable su férrea voluntad, solo había un pequeño detalle, su nariz moqueaba demasiado a causa del frio de la pista.


—Todo este tiempo llevo entrenando para esta oportunidad, formare parte del equipo, seré compañero de HimChan-hyung, YoungJae-hyug..—Exclamaba emocionado saliendo de la pista.—Siento la herida de JongUp-hyung pero es mi boleto de por fin brillar.


—Lo harás muy bien, lo sé.—Hablo orgullosamente el mayor dándole la mano para ayudarlo a salir de la pista.—Ahora enfócate en entrenar, estamos a un año de que comiencen los juegos.


JunHong asintió, de un sorpresivo movimiento se colgó del cuello del mayor, estaba enamorado de él desde la primera vez que se conocieron, su calidad humana lo conquisto, su sonrisa lo cautivo, muchas veces estuvo a punto de declararse pero siempre se aterraba, sabía que su hyung estaba enamorado de alguien más, su mirada se lo decía todo, cuando fue el evento de los cuatro grandes, lo supo al notar como observaba a uno de los patinadores, cruzo solo unas palabras con él pero fue más que obvio, lo único que pudo descubrir es que fueron amigos por mucho tiempo pero el deportista prefirió mil veces su carrera por eso se separaron.


—¿Cuándo te iras? –Cuestiono abrazándolo por la cintura mientras acariciaba su espalda.—Sé que todo el equipo entrena en Canada, deberás unirte a ellos.


—La próxima semana.—Contesto con voz entrecortada, escondiendo su rostro en el arco del cuello del mayor.—¿Iras a verme a Rusia?


YongGuk no sabía que contestar,  era verdad que su corazón aun sufría de la herida de perder a la persona de la cual se enamoró, lo conoció desde que era un niño, era su mejor amigo, siempre lo alentó a patinar, adoraba verlo sonreír cuando se deslizaba en el hielo, pero todo se esfumo cuando prefirió irse a vivir a Canadá para entrar en un colegio dirigido por un coach muy famoso, sabía que JunHong era diferente, él no ser ira de Corea, él prometió que entrenaría siempre en su pista de hielo, solo esta vez viajaría por un entrenamiento intensivo.


—Claro, debes entrenar muy duro.—Le contesto tomándolo por la barbilla.—Tu hyung siempre te apoyara.


El corazón del menor desato una guerra de latidos impresionante, su respiración era entre cortada a consecuencia de tenerlo tan cerca, cerro sus ojos ansiando ese soñado beso, el cual llego pero no a sus labios, su frente fue quien se llevó tan delicada caricia, una nostálgica sonrisa se dibujó en su rostro, no podía conquistar un corazón que ya tenía dueño, se mantuvieron en esa posición hasta que la noche los alcanzo, el mayor acompaño al menor hasta su casa, era la primera vez que se separarían, estaban tan acostumbrados a acompañarse que ahora sus días serían fríos y solitarios.


—Mi pista y yo nos sentiremos muy solos sin tu luz.—Dijo el mayor a su oído, dándole el ultimo abrazo.—Brilla para que todos vean lo que eres capaz de ser, cuídate mi sunshine.


JunHong quiso decir miles de bellas frases peto todas se quedaron atoradas en su garganta, se deshizo del abrazo para adentrarse  a su casa, no pudo voltear su mirada hacia atrás, no tenía el valor para irse si volvía a ver la hermosa sonrisa de su hung, después de varios días viajo a Canadá, al llegar se dio cuenta que no todo era miel sobre hojuelas, HimChan parecía odiarlo, YoungJae era muy amable pero estaba obsesionado con ganar además todo el tiempo se la pasaba pegado a  su mejor amigo, DaeHyun Jung, un chico que se había mudado a vivir a ese país, solo para seguir al patinador, estaba seguro que esos dos eran algo más.


—¿Ya termino tu llamada?—Cuestiono pícaramente DaeHyun sentándose a lado del peliplateado en el sillón— Cada semana hablas con él, pasas horas, ¿que tanto le cuentas?


—Solo le digo sobre las cosas que hago, le pido consejos, me cuenta que ha hecho de su vida a veces siento que el tiempo no es suficiente.—Contesto el menor bajando la mirada.— ¿Tu podrías vivir sin ver a YoungJae? 


—Claro que no.—Interrumpió un pelinegro quien llevaba una rebanada de pastel en las manos.—El pobre no sobreviviría si no lo cuido.


El mayor de los tres soltó un bufido para después perseguir al pelinegro, los dos parecían niños, se conocieron cuando tenían 15 años,  en la misma temporada que Jae comenzaba a tomar enserio su carrera de patinador, entrenaba todos los días en la pista de la Familia Bang, el mayor ensayaba sus clases de canto en la pista, ambos se apoyaban, desde el día que se conocieron no pudieron separarse fue por esa razón que DaeHyun logro convencer a sus padres que lo dejaran ir a estudiar a una Universidad en Canadá,   había un excelente Instituto de canto donde consiguió una beca, Jae también le apoyaba con algunos gastos, ya que el patinador tenía varios patrocinadores.


—Tu novio tiene prohibido entrar a la casa.—Una amarga voz interrumpió el ajetreado momento.—¿Haz terminado tu llamada? Quiero el teléfono.


—Sí, aquí esta hyung.—El pelinegro tomo el aparato, caminando hacia la salida.—HimChan hyung lo siento.


El mayor detuvo su andar, una pizca de remordimiento nació en su pecho, no era culpa del menor que JongUp se lastimara en la anterior competición, no era culpa de nadie de que no pudiera estar cerca de su aprendiz, bajo su mirada hacia el móvil, era el número de YongGuk, todos los patinadores famosos conocían a la Familia Bang, ya que eran uno de los principales promotores de patinaje artístico en Corea.


—No tienes por qué disculparte, ¿Cómo esta YongGuk? –Cuestiono interesado girándose a ver al pepliplateado quien tenía una cara de sorpresa.—Crecimos juntos,  fuimos los mejores amigos hasta que decidí vivir aquí, desde ese día dejo de hablarme.


—Está bien.—Logro contestar, un nudo se formó  en su garganta.—Cuida a un amigo quien tuvo un accidente.


El mayor se dio media vuelta molesto,  camino por el largo pasillo tocando su pecho, le dolía, le lastimaba recordar su pasado, el tiempo que vivió con Bang, su amistad, la razón por la cual termino, el mayor nunca le perdono la jugarreta tan sucia que le puso, se lo dijo la última vez que se vieron, en aquella pista donde se conocieron, donde pasaron muchos días juntos, todos esos años tirados a la basura, tenía miedo de perderlo, marco rápidamente un número telefónico, necesitaba escuchar su voz. Desde ese día los entrenamientos se intensificaran ya que los juegos estaban a la vuelta de la esquina, la presión se apodero del ánimo de los tres competidores principalmente del de en medio, Jae era una buena persona pero su sed de sobresalir lo alentaba a cometer errores, su frustración se incrementaba, odiaba ser siempre el segundo, siempre después del gran HimChan, los medios de comunicación habían logrado mermar su autoestima, con críticas voraces las cuales fueron más fuetes cuando llegaron a Rusia, solo dos de los tres representantes de Corea eran vistos como candidatos a llevarse una presea, JunHong no era un rival de pelinegro, todos  vitoreaban la medalla de oro para HimChan, una vez más YoungJae era relegado a segundo puesto, al igual que todos sus errores eran aumentados.


—Debes calmarte YoungJae.—Grito el peliplateado metiéndose a la pista de hielo donde entrenaba el equipo.—Si continuas tratando de hacer esos giros te lastimaras antes de la calificación.


—No te metas en lo que no te incumbe.—Le contesto fastidiado el pelinegro poniéndose de pie, tenía un enorme moretón en su pierna derecha.— No puedo perder.


El mayor trataba vanamente de ayudar al menor pero este solo le daba manotazos para que lo dejara en paz, Jun observaba la escena se dispuso a entrometerse en la pelea, temía que ambos se hicieran daño o se digieran algo que después se arrepentirían, el estrés cada día mermaba más el temperamento del pelinegro quien al final se desquitaba con el mayor, era injusto.


—No te metas en sus peleas, siempre es lo mismo.—Una dulce voz lo detuvo, se giró para encontrarse con un sonriente castaño.—Hola soy JongUp, mucho gusto en conocerte.


—Uppie has venido.—Grito un emocionado pelinegro quien rápidamente se colocó a lado del recién llegado.— Te he extrañado demasiado, ¿cómo sigue tu pierna?


HimChan abrazo protectoramente al menor quien solo contestaba con la misma emoción, los dos jóvenes habían comenzado al mismo tiempo a entrenar, se conocían de toda la vida aunque se llevaran un par de años, eran los mejores amigos, siempre juntos, superando sus adversidades tomados de las manos.


—Si te sigues cargando así lo lastimaras mas.—Una grave voz opaco tan emotiva reunión, Zelo miro al intruso.—Tu nariz moquea, toma.


YongGuk extendió el tigger con los pañuelos pero el menor no tomo ninguno solo corrió abrazarlo, se aferró a su espalda como un desesperado, las lágrimas resbalaron por sus mejillas, ahora más que nunca se daba cuenta de lo mucho que lo amaba, unas manos en su cabello trataron vanamente de consolarlo, la pelea de los enamorados en la pista se detuvo al escuchar los sollozos del maknae, miraron enternecidos tan emotiva escena.


—Eres una mala persona Gukkie, mira que hacer llorar al pequeño.— Le molesto JongUp.— Es como me lo describiste, tenías razón cuando dijiste que su nariz moqueaba con el frio de la pista.


—¿Ustedes se han estado viendo? –Cuestiono celoso HimChan jalando al sonriente joven detrás de él.—Prometiste no volver a meterte entre nosotros.


HimChan apunto con el dedo al mayor, Zelo se quedó de piedra, su mente no lograba unir aquellas tiras de frases dichas al azar, no les encontraba lógica, ¿no se suponía que Guk estaba enamorado de HimChan?, el silencio inundo la pista de entrenamiento, los principales personajes solo se miraban uno al otro, mal entendidos saltaban en sus mentes a causa de una pelea del pasado que ahora les cobraba factura.


—Regrese a Seúl, todo este tiempo la pase a lado de Gukie, pero no es lo que piensas.—Dijo rápidamente el castaño abrazando por la espalda al pelinegro.—Solo arreglamos los mal entendidos.


—Ya sabe que jugaste sucio.—Interrumpió el mayor mirando desafiante a su ex amigo.—Me mentiste, tú fuiste quien lo convenció de irse a Canadá contigo, no era por su vanidad, era por tu cobardía.


—No eran novios, los tres éramos amigos.—Se defendió el chico dientes de conejo girándose para quedar frente al castaño.—Yo era quien quería viajar a otro país pero tenía miedo que si te quedabas con él lo eligieras,  te amo Uppie.


JunHong se deshizo del abrazo, YongGuk todo ese año lo paso a lado de la persona que amaba, hicieron las pases, ahora recordaba la alegría con la que lo llamaba, siempre mencionaba a su amigo, uno muy importante que había regresado a su lado, fueron al cine juntos, recordaba cada una de sus historias, se escuchaba tan contento por el teléfono que a veces creía que era porque platicaban, todo era una mentira, se alejó corriendo, las lágrimas  salían de sus ojos sin pedir permiso, todo su arduo entrenamiento había sido con el objetivo de obtener una destacada participación y así tener el valor de declararse, eso ahora no importaba, el frio se coló por su piel al darse cuenta que estaba fuera del complejo, su delgado pants no lo mantendría tibio por mucho tiempo, se detuvo para tomar aire, se colocó de canclillas tratando de parar su llanto, le dolía pensar que no tendría la oportunidad de decir lo que su pecho le gritaba, perdió sin haber competido, sintió como alguien colocaba una chamarra en su espalda.


—No servirá de mucho si te enfermas, ¿qué te paso?— Dijo preocupado y fatigando un pelinegro.—¿Por qué saliste corriendo así? ¿Porque lloras?


—¿YongGuk quien te gustaba era JongUp? –Cuestiono rápidamente el menor incorporándose.—Por favor dime la verdad.


Bang ayudo al peliplateado a ponerse de pie mientras le colocaba su bufanda, sabia lo delicado que era para los malos climas, se quitó su gorro para también ponérselo, trataba de abrigarlo, no quería que enfermara, no antes de su competencia, todos los fines de semanas le platicaba sobre el esfuerzo que le ponía a sus entrenamientos, se escuchaba tan emocionado, tan lleno de confianza,  lo guardo en sus brazos, no quería verlo llorar, no soportaría verlo sufrir, lo amaba más de lo que estaba permitido.


—Si.—Le contesto al oído.—Él era la persona que me gustaba pero pertenece al pasado, hay alguien que desde hace mucho tiempo ocupa mi corazón, él es la razón que hoy este aquí.


—No me digas su nombre.—Contesto temblando el menor.—No me lo digas aun.


YonGuk tomo por la barbilla al menor, sus miradas se cruzaron, una sonrisa se formó en sus labios, él era único culpable que esos brillantes ojos ahora estuvieran opacados, la culpa lo consumía pero también la emoción, sus sentimientos era correspondidos, estaba celoso, su pequeño sunshine sentía lo mismo, unió sus labios en un delicado beso, lo llevaba deseando desde la primera vez que sus ojos se cruzaron,  solía pasar las largas tardes sentado en esas frías bancas viéndolo entrenar mientras sus manos escribían interminables canciones, él era su inspiración, su musa, solo en esa fría pista de hielo con él patinando lograba concentrarse, la música inundo el interminable silencio, los dos unidos por un sentimiento, por una emoción.


—Me lo dirás solo si gano.—Comento pegado a sus labios, embriagándose con su aliento a menta.—Debo ganarme ese derecho.


El mayor asintió mientras lo arrastraba al interior del complejo, comenzaba hacer frio, ya dentro el resto de las parejas se encontraba en sus propios problemas, HimChan y JongUp eran novios desde que el mayor gano su primer campeonato el cual le dedico al menor, los días para las eliminatorias fueron complicados para Jae y Jun, ambos lograron calificar de milagro, esa fue la principal causa porque el segundo había entrado en depresión, el día de la competición final los nervios no lo dejaban concentrarse, tenía miedo de fallar, de las críticas, de no lograr un puntaje perfecto, de quedarse sin medalla, tanto esfuerzo a la basura,  temía decepcionar a Dae, se había prometido así mismo que si ganaba le pediría que vivieran juntos,  que formalizaran su relación,  estaba en los vestidores cuando su coach le aviso que alguien le hablaba, al salir  se encontró con un nervioso chico quien al verlo se hinco.


—Por favor cásate conmigo.—Grito cerrando los ojos el mayor.—Sé que somos muy jóvenes pero quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.


El pelinegro no tuvo tiempo de reaccionar solo se quedó parado a mitad del pasillo con el chico que quería hincado frente a él, sus nervios por la competencia desaparecieron, era inmensamente feliz, logro reaccionar hasta que unos brazos lo rodearon, su frente dio con un pecho, unos gruesos labios besaban, su frente, sus mejillas, sus labios, una caja se colocaba en su mano derecha.


—Cuando salgas a la pista no pienses en ganar o perder solo disfruta el momento.— Una cálida voz decía a su oído.— Recuerda porque amas patinar, no olvides que es lo que más deseas en este mundo.


Los ojos del menor se humedecieron, las palabras se quedaban atoradas en su pecho, quiso contestar pero su entrenador llego a jalarlo de un brazo, faltaban unos minutos para que fuera su turno, cuando llego al borde de la pista le hizo una petición  a su coach, quería que cambiaran la canción que usaría para la presentación, logro escuchar la ola de aplausos que recibió su hyung, su enemigo natural, no le prestó atención ya que se unió a las felicitaciones, era feliz de saber que Corea podía llevarse una medalla de oro, pues eran compatriotas, el siguiente en pasar fue el pequeño del equipo quien al inicio estaba nervioso pero lentamente se fue desenvolviendo en aquel suelo congelado, los giros fueron impresionantes, su sonrisa disfrutando del evento inundo de calidez el corazón de los presentes quienes quedaron cautivados con su inocencia, recibió una muy buen puntuación, se colocaba dentro de los favoritos para colgarse una presea.


—Hyung suerte.—Dijo débilmente el peliplateado saliendo de la pista al notar que el mayor se preparaba para entrar.— Disfruta el momento.


YoungJae ssintió con una sonrisa, la música comenzó, la voz de DaeHyun sobre salió en el ruidoso complejo, dos perfectas voces se complementaban en la canción, un piano solo de fondo se lograba colar, el coreano salió con una sonrisa en el rostro, comenzó a danzar en esa pista de hielo, a su mente no llegaron los puntos que lograría si hacia cierto giro, solo vivía en esa magia, en esa que siempre se creaba cuando estaba con su pareja, a su lado acompañándolo, abrió los ojos al escuchar el final de la melodía, levanto los brazos, orgulloso, feliz, fue entonces que el lugar estalló en aplausos, la gente se puso de pie, regreso con el resto de sus compañeros los cuales lo abrazaron, no le tomo importancia a los puntajes que se dibujaban en la pantalla ya que se apresuró a llegar a su sudadera donde saco la cajita, tomo el anillo de su interior poniéndoselo en el dedo correspondiente.


—Hyung logramos ganar las tres medallas.— Interrumpía un alegre  paliplateado abrazando por la espalda.—Eres el número uno.


HimChan se unió a la celebración, los tres amigos salieron en dirección al podio, la medalla de bronce era para la sorpresa de los juegos, el joven de 17 años, JunhHong Choi, la presea plata era para el príncipe del hielo, el cual había hecho su mejor puntaje, Kim HimChan, el número uno, el primer lugar, el rey de la pista de hielo, era para Yoo YoungJae, cada uno recibió su premio, sus flores, se abrazaron tomándose la foto del recuerdo, escucharon orgullosamente el himno de su país, los tres eran unos héroes, unos artistas que veían sus esfuerzos recompensados, cada uno peleo por sus sueños, se esforzó hasta dar el doble de lo que el resto les pedía, hacían que lo ordinario resultara extraordinario,  el mayor bajo rápidamente del podio cuando la premiación termino, patino hasta donde estaba su compañero, su pareja, quien lo recibió con los brazos abiertos, no le importaba nada, solo quería festejar a su lado.


—Te amo JongUp.—Le dijo cuanto sus labios se unieron en un cálido beso.— Soy la persona más feliz del mundo a tu lado, tu eres mi premio.


—Siempre te he seguido.—Le contesto con lágrimas en las mejillas, el pelinegro le colocaba su medalla de plata, dándole también las flores.—¿Recuerdas? Mis trofeos son tuyos, como los tuyos son míos, siempre compartiremos todo porque somos uno solo.


El menor asintió besando una vez más sus labios, nunca fueron rivales, porque la felicidad de uno era la misma del otro, siempre fueron un mismo ser, una misma persona, los aplausos lograban colarse en el sitio, aunque esas muestras de afecto entre personas del mismo sexo estaban penalizadas en ese País nadie se atrevió a romperá tan emotivo momento,  porque el amor no era ilegal ni legal en la naturaleza humana, era un derecho universal. YoungJae corrió hacia el pasillo donde un peliplateado lo esperaba con los brazos abiertos, los prometidos compartieron su primer beso, el mayor cargo al menor mientras gritaban emocionados, por fin se llevaban el primer lugar, su puntuación fue perfecta, todos alabaron la presentación.


—Pensé en ti, en mí caminando hacia el altar.  –Comento entre besos el pelinegro.— Eres mi amuleto de la suerte.


—Mientras que tú eres mi todo.—Contesto con la mirada cristalina.—Te amo.


JunHong miraba enternecido las escenas de sus hyungs, era increíble lo que una persona era capaz de hacer por amor, uno que suele ser prohibido en ciertos lugares, uno que está marcado como tabu, pecado, ilegal, un suspiro salió de sus labios y una sonrisa se formó al sentir una chamarra en su espalda, un muñeco de tigger se colocaba delante de él, ofreciéndole un pañuelo.


—El chico que me gusta moquea cuando está en la pista de hielo.—Una grave voz se escuchó decir.— Es raro porque es un patinador, el mejor para mí.


—Me quede en tercer lugar.—Contesto para colgarse de su cuello.—Me gustas hyung, te amo.


Sus miradas se cruzaron, no necesitaba de nadie más para ser feliz solo estar juntos, las personas despiertan todos los días soñando con el momento de que su suerte cambie, que algo maravilloso les suceda pero esos eventos no forman parte de la vida diaria, uno se debe atrever a realizar algo nuevo, comenzar con pasión un nuevo evento, un nuevo hobby, despertar cada mañana con la idea que todo estará bien, que es maravillosa la vida que nos tocó, no se debe esperar sentado en la puerta de la casa a esperar que el amor llegue, se debe salir a buscarlo, así es como los tres patinadores lograron alcanzar sus metas, se animaron a iniciar un camino difícil, complicado pero con la esperanza que la recompensa sería satisfactoria, las leyes en el mundo no suelen ser justas, no son equitativas, no por ello debemos quedarnos callados, esa tarde una pareja demostró su amor sin importarles que las cámaras los grabaran, no les intereso que pudieran ir a la cárcel por romper una regla que un dictador impuso, no se le puede poner etiqueta a un sentimiento, no existe una ley universal que nos diga que un hombre solo puede amar a una mujer, tampoco es un evento anti natural, podemos ver en la misma naturaleza este hecho, que la gente este acostumbrada a ver una pareja formada por dos sexos diferentes no significa que este bien, ni mal, no se debe juzga el amor, no se puede restringir lo que una persona es, ese concepto no es entendido por esos hombre en el poder, que están ciegos por su vanidad, su soberbia que solo alimentan la intolerancia en sus países, HimChan y JongUp demostraron que no se puede ocultar el amor, aunque fueron obligados a dejar el país al día siguiente, no les importo ya que no podían seguir en un lugar donde no les respetaran su esencia, sus compatriotas hicieron lo mismo, se negaron a continuar en un lugar donde un dictador ejercía su voluntad.   

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS, un pequeño one shot para celebrar el aniversario de oneshot comeback ayer cumplio un año de vida :D Por favor omitan el ultimo parrafo, honestamente creo que me vi muy liberal xD Ahh hoy tambien actualice Project 1004 


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