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Never give Up por ritsuka10

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Habían pasado dos semanas desde el incidente, la relación de DaeHyun y YoungJae había entrado a un ciclo autodestructivo debido al orgullo de ambos personajes, el mayor se encontraba molesto porque su pareja no le conto sobre la llegada de Zico eso provoco que se sintiera despechado, no podía creer que le guardara algo tan importante, esa fue la causa principal por lo que el resto de los días se la paso pegado a JongUp, buscaba que su novio sintiera celos, que algo en su enorme ego se destruyera, gritara pero YoungJae se mantuvo quieto, frio, no demostraba sus sentimientos de ninguna manera aun con miles de citas canceladas el pelinegro no repelo ningún segundo.

—Escuche que tenías partido ¿Por qué no me avisaste? —Cuestionaba el menor sujetando la mano de su pareja tratando de lucir una radiante sonrisa. —Tengo reunión con el comité pero puedo llegar al segundo tiempo, prometo apoyarte mucho.

—No te preocupes. —Contesto fríamente el castaño deshaciendo el agarre. —Uppie prometió ir a verme ¿No te molesta o sí?

El menor trago en seco, claro que le molestaba que prefiriera que el bailarín fuera verlo jugar que él, le dolía demasiado verse desplazado tan fácil, solo un par de días duraron como una pareja amorosa ahora solo eran un par de desconocidos que se llegaban a saludar por obligación, toco su pecho tratando de mantener la calma, negó con la cabeza, bajo la mirada, no dejaría que nadie lo viera sufrir, no se humillaría como su madre, no le rogaría a un hombre que no lo amaba, DaeHyun siempre estuvo enamorado de JongUp era normal que aprovechara la oportunidad que el destino le daba, un suspiro escapo de sus labios, volvió a levantar la frente, su vanidad siempre fue superior a su corazón, toda su vida tuvo que esconder sus sentimientos, tuvo que sonreír cuando no era feliz, dejo de llorar hace mucho tiempo, recordaba los golpes de su padre, las bofetadas de su madre, “No seas una marica ” le gritaban los amantes de su progenitora, no se dejaría doblegar.

—Es verdad su presencia es mejor que la mía. —Escupió venosamente sacando sus útiles de su mochila, uno de los tantos regalos que el mayor le dio. —Toma, no quiero tener nada tuyo ahora que has descubierto la diferencia en querer y gustar.

—¿De qué rayos hablas? —Cuestiono tomando el objeto, abrió más sus ojos al ver que también se quitaba los zapatos y los colocaba en el escritorio. —Yo te los regale, deja de hacer eso.

 YoungJae no estaba dispuesto a sufrir más, sus acciones eran radicales, eran inestables al igual que sus sentimientos, ahora que Zico estaba a su lado sabía que estaba a tiempo de olvidar a DaeHyun, su ciclo termino sin haber comenzado pero no le importo, era preferible arrancar un sentimiento que amenazaba con dejar raíces en su corazón que después vivir con esa herida, no pudo fusionar su mirada con la del mayor porque las lágrimas estaban a punto de salir, miro por la ventana como L venia por él, así que se dispuso a huir pero un brazo lo detuvo.

—Nuestro trato se terminó. —Dijo con voz entre cortada, no era tan sencillo. —Lo has preferido a él sobre mí, no tiene caso que estemos juntos si él único que ama en esta relación soy yo.

Usando la ultimo pedazo de voluntad se zafo de aquel agarre para salir corriendo, le dolía más de lo pensaba, más de lo que imaginaba, era demasiado tarde, se había enamorado completamente del mayor, no se detuvo ante los gritos que le suplicaban hacerlo, corrió hacia donde nadie pudiera verlo llorar, ese lugar que pudiera gritar sin que nadie lo escuchara, pero su mala suerte solo estaba a punto de comenzar cuando varios chicos y chicas lo detuvieron arrastrándolo hacia un laboratorio vacío, ahí lo lanzaron al piso rodeándolo.

—Me molesta tu presencia, detesto que gente como tu este rodeando a alguien como DaeHyun Jung . —Una voz femenina comentaba abriéndose paso entre el grupo de personas. —Esta es mi advertencia, mantente lejos de él.

Trono los dedos, dos fornidos hombres sujetaron de cada brazo al pelinegro para después lanzarlo en el interior de un enorme ropero, el menor comenzó a patalear, no quería ser encerrado, detestaba los lugares pequeño y oscuros, escucho las risas desde afuera que solo se burlaban de sus gritos, se abrazó a sus piernas tratando de mantener la calma pero sus recuerdos cobraban más fuerza en ese tenebroso sitio, escucho como los pasos se alejaban como las voces, sus golpes se volvieron más recurrentes, tenía que salir, el aire no llegaba a sus pulmones, todo era su culpa, por poner sus ojos en alguien que no lo amaba, los sollozos se fueron ahogando en su garganta, quería que alguien lo salvara, que alguien lo rescatara.

DaeHyun tenía adheridos sus pies al piso, las ultimas frases dichas por su aún novio taladraron  su cabeza, había sido demasiado cruel con él, el remordimiento apareció en su pecho como un virus imposible de evadir, cuando su mente reacciono se giró para correr en la dirección donde su pareja había desparecido pero un puño estampado en su cara lo detuvo, fue a dar al piso con el labio roto, la personas se reunieron alrededor del capitán del equipo de futbol.

—L ¿Qué diablos haces? —Gritaba un chico sujetando al mencionado. —El partido de al rato, es muy importante, no puedes lastimarlo.

—Eres un maldito idiota Jung. —Escupió colerizado el pelinegro tratando de zafarse. —Lo supe desde el primer momento que te vi junto a él, nunca serás lo suficientemente inteligente para entender todo el daño que ha sufrido en la vida.

El castaño se puso de pie como un resorte, a su mente llegaron las imágenes de aquella tarde en la piscina, las cicatrices, el terror de Jae por ser tocado, su grave problema de autoestima, sujeto su cabello desesperado, se había equivocado, la manera que estaba haciendo las cosas era la incorrecta, los celos no fusionaban en una persona que no estaba seguro de ser amado, se comportó como un niño mimado, en lugar de hablar directamente sobre sus sentimientos se encargó de asumir eventos que ni él mismo estaba seguro que habían ocurrido, salió del salón apresuradamente, no quería perderlo, no quería verlo llorar una vez más, se prometió a sí mismo protegerlo, procurar que esa bella sonrisa no desapareciera, ahora, ahora todo estaba a punto de irse por la borda, las lágrimas rodaban por sus mejillas, gracias a su egoísmo olvido por un segundo que él y Jae eran distintos, en muchos aspectos, en la forma de ver la vida, de vivirla, se detuvo frente a una puerta, toco su pecho, su mente no paraba de cuestionarse donde rayos se encontraba su pareja, cerró los ojos tratando de concentrarse, debía saber dónde estaba, ahora más que nunca, unos gritos llegaron a sus oídos.

—¿YoungJae eres tú? — Grito derrumbando la puerta, corrió hacia el mueble donde quito el seguro. —¿Quién te hizo esto?

El menor no paraba de temblar, cuando logro oír la voz del mayor no paro de gritar su nombre, al notar que le abría se aferró a su espalda como un desesperado, dejo que el calor de sus brazos lo volvieran a la vida, el castaño se recargo en la pared sentado con el pelinegro en su regazo, beso su frente donde el sudor no paraba de surgir, beso sus mejillas buscando que los sollozos desaparecieran, ¿Quién podría ser capaz de dañar a otra persona de esa manera?

—Cariño, todo está bien, estoy a tu lado, por favor escúchame. —Le decía al oído tratando de controlarlo, beso sus labios delicadamente. —Te amo YoungJae, te amo a ti, te elijo a ti sobre cualquier persona, eres lo más importante en mi vida.

El menor no contesto nada, solo se dedicó a saborear aquellos carnosos labios que se le presentaban, levanto la mirada fusionándose con esos bellos ojos, delineo su rostro, él también lo amaba más de lo que llego a pensar, no quería que su noviazgo terminara, quería seguir adelante, anhelaba seguir disfrutando nuevas experiencias a su lado, se aferró a su espalda, los dos fueron un par de idiotas a los cuales el orgullo les gano, su miedo a decir lo que tenían atorado ayudo a crear una neblina de falsos pensamientos.

—Me dolía verte a lado de JongUp, me sentía desplazado, no quiero que terminemos, quiero que me elijas a mí sobre él. —Grito desesperado el menor. —Lo siento por no decir antes mis sentimientos, perdóname por no gritar lo mucho que me lastimabas.

El mayor guardo más fuerte en sus brazos al joven quien no paraba de besar sus mejillas, la ira también se apodero de su interior, sus labios se unieron en un desesperado beso, aquello que tanto llevaban anhelando, el menor se colgó del cuello del castaño para ahogarse en el olor de su colonia, era su salvador, la persona en quien lograba encontrar un consuelo,  el miedo desaparecía gracias al calor de sus caricias, de sus besos, DaeHyun acaricio la oreja del menor logrando que se calmara, los sollozos se desvanecieron al igual que el terror, un nuevo sentimiento florecía en el pecho del mayor, ¿por qué nadie lo había ayudado? desde el pasillo los gritos se lograban escuchar, ¿porque nadie corrió a socorrerlo,? La molestia se quedó impresa en su mente, todos formaron parte de ese juego macabro, todos deberían pagar.

—Debes decirme ¿quién te hizo esto? –Cuestiono fríamente tomando por la barbilla al menor.—No dejare que nadie más te vuelva a poner un dedo encima, debes decir la verdad.

—Fue Kristal y sus amigos.—Respondió besando los dedos que acariciaban sus labios.—Prometo que desde hoy te diré todo lo que sienta.

El mayor asintió para volver a sumergirse en un apasionado beso, después de varios minutos ambos se pusieron de pie caminaron hacia el salón para que el pelinegro se colocara los zapatos, el resto de los alumnos miraban incrédulos como el castaño protegía al menor quien aún estaba tembloroso,  todos habían logrado escuchar sus gritos, algunos se llegaron a burlar pero nadie corrió a socorrerlo porque no querían como enemiga a la chica más popular del Colegio, a veces el miedo a ser rechazados por los “populares” llega a poner en riesgo nuestra moral, nos vuelve indiferentes al dolor ajeno, esa sensación es normal en cualquier estudiante, la pareja camino hacia la cafetería donde de seguro estaría ese grupo, el heredero de los Jung camino hacia esa chica quien no paraba de sonreír, continuaban las bromas  sobre su travesura, Dae tomo un vaso de jugo para derramarlo sobre ese bello cabello rubio.

—Hoy no tengo planeado jugar en el partido, todos pueden darle las gracias a Kristal y a su grupo.—Grito a todo pulmón el castaño.— La muñeca de plástico debe entender que le merece respeto al resto de las personas.

—No puedes hacer eso.—Grito un estudiante.—Es un partido muy importante, es la primera vez que calificamos al torneo nacional, sin ti estamos perdidos.

YoungJae levanto la mirada chocando con los decididos ojos de su pareja, entendía lo que buscaba, su relación ya estaba en un nivel diferente, no necesitaban más palabras para lograr entender lo que el otro pensaba, entrelazo sus dedos con los del mayor, un suspiro salió de su pecho,  giro su rostro  hacia Kristal que ahora era abucheada por los alumnos, para muchas personas un juego de futbol tiene más valor que un ideal, es un sentimiento colectivo de pertenecía que llena de orgullo a un grupo de personas.

—No puedes arruinar el trabajo de tus compañeros por una broma de mal gusto.—Hablo el pelinegro retando con la mirada a la rubia.—Todo se puede arreglar si Kristal me pide disculpas.

Un mueca de furia se dibujó en la mencionada, su orgullo se vería pisoteado si hacia realidad aquellas frases, una sonrisa apareció en DaeHyun quien apretó más fuerte el agarre.

—Me parece perfecta tu idea.—Dijo dulcemente girando a ver el resto.—La chica oxigenada tiene en su poder que hoy ganemos el boleto para las semifinales, ¿ Que dicen chicos?

Los gritos se escucharon por la cafetería, todos obligaban a la chica popular a doblegarse, cuando las masas se unen pueden ser más fuertes que el dictador,  tal vez un grano de arena no hace la diferencia pero si todos se unen pueden lograr un cambio, en ese momento Kristal se veía forzada a humillarse para no pasar de la chica más idolatrada a la más odiada, la gente no olvida.

—Te ofrezco una disculpa por la manera que te trate.—Dijo mordiéndose los labios.—Es una broma que le hacemos a los novatos.

—La cual no se volverá a repetir.—Le grito el capitán del equipo de futbol retándola con la mirada.—Esta es una advertencia para todos, NO SE VUELVAN A METER CON YOUNGJAE BANG, quien le vuelva hacer una grosería se las tendrá que ver conmigo ¿quedo entendido?

Un si grupal se escuchó por el sitio, el mayor camino hacia la salida mientras que el pelinegro giro su rostro para mostrar una ladina sonrisa, ya no les tenía miedo, las personas presentes lo supieron, ahora ese “becado” tenía en su poder a uno de los herederos más ricos de Corea, la rubia comenzó a patalear, haciendo un enorme berrinche por su mala suerte, pero el Karma existe, las personas al final pagan por sus malas decisiones.

HimChan se ponía de pie caminando hacia la salida, una risa maquiavélica apareció en su rostro, sus sospechas se volvían realidad, el pequeño Jung tenía una relación con el menor de los Bang, mientras recorría los pasillos se topó con XiuMin y su grupo, aún tenía su rostro morado por los golpes que le dio, lograba ver el miedo incrustado en sus bellos ojos, el menor retrocedió al notar que se le acercaba.

—Me comentaron que te habían asaltado, pobre pequeño.—Dijo fríamente el ahora pelinegro tocando la mejilla de un temeroso menor.— Ten más cuidado precioso.

—No te preocupes Hime nosotros cuidaremos de él.—Comento alegremente LuHan.—Te vez muy guapo con tu nuevo look.

 El resto del equipo asintió mientras no paraban de babear, HimChan se despidió con una reverencia, camino hacia el jardín donde sus vigilantes se sentaron a su lado, Key llevaba un ramo de rosas.

—Todo esta listo, realmente estás loco comandante.— Dijo el pelinegro despeinando su cabello.—Todos se pondrán locos con tu declaración.

—¿Crees que me importa que me dejen de admirar? –Cuestiono fastidiado tomando una rosa que Key le pasaba.—No me importa nadie más que JongUp, no te imaginas lo que significa para mi, es mi todo.

Los dos integrantes de SHINee tenían en claro que su comandante caería ante su obsesión, sabían que sus sentimientos por el pokemon eran  puros pero su manera de actuar los enturbiaban, anhelaban saber porque tanta dependencia, que hacia que HimChan necesitara estar con el otro? De donde surgió tanta locura?  Pelinegro debía guardar un gran secreto para poner en riesgo tu estabilidad económica, social y sentimental, miraron su reloj era momento de poner su plan en marcha. Todos los alumnos se encontraban en su salón tomando su última clase del día nadie ponía atención ya que se encontraban pendientes al último chisme, de pronto una música se logró escuchar en las bocinas, donde comúnmente el director usaba para dar un aviso, los alumnos como profesores guardaron silencio, era una falta imperdonable entrar a la oficina del rector, When a was you man de bruno Mars se lograba escuchar pero la voz era de otra persona, una que todos conocían, era quien todos idolatraban como el príncipe, JongUp bajo la mirada al lograr escuchar la letra de aquella canción.

My pride, my ego, my needs, and my selfish ways

Caused a good strong woman like you to walk out my life

Now I never, never get to clean up the mess I made, ohh…

And it haunts me every time I close my eyes

It all just sounds like oooooh…

Mmm, too young, too dumb to realize

That I should've bought you flowers

And held your hand

Should've gave you all my hours

When I had the chance

Take you to every party

'Cause all you wanted to do was dance

Now my baby's dancing

But she's dancing with another man

Era para él, no necesitaba que el mayor digiera su nombre para saber que se la dedicaba, un nudo se puso en su garganta, él también había sufrido en los últimos días al negarle entrar a su habitación, en evitarlo en la escuela, se la pasaba pegado a DaeHyun para que el mayor no lo molestara, estaba siendo egoísta pero tenía miedo, terror de confiar en la persona equivocada, siempre asumiendo lo que las personas pensaban de él, no lograba creer que el gran HimChan estuviera enamorado de él, el fantasma que todos ignoraban por raro, el chico que no paraba de coleccionar tarjetas de pokemon, aquel pegado a los mangas, el obsesionado con ver una y otra vez una película que le encantara, la canción llego a su fin.

—Deseo gritar tu nombre pero sabes que es para ti, tu, tu eres mi mundo, mi aire que necesito para respirar, soy capaz de dejar quien soy para estar a tu lado.—La voz de HimChan se lograba escuchar quebradiza.—Escucha como me humillo por ti, como dejo mi orgullo en un ropero para gritarte que eres a quien amo, no seré candidato para el baile de caridad, dejare de ser Hime por ti, soy capaz de cualquier cosa por ti, solo dame una oportunidad, ven por mí.

Los alumnos se pusieron de pie chorriento en dirección a la oficina principal, querían saber quién era la persona que había conquistado el corazón del príncipe,  el castaño guardo sus cosas con calma a paso lento camino en dirección a la salida, había sido cruel en los últimos días, él tampoco soportaba estar lejos de la persona que amaba, claro que le daría otra oportunidad, una sonrisa se formó en sus labios al ver ese auto rojo estacionado en la entrada, una puerta estaba abierta, su hyung siempre fue un hombre más inteligente de lo que aparentaba, subió al coche mientras los mares de personas se acumulaban en el pasillo delante de la oficina del rector, los ruegos de HimChan seguían saliendo por las bocinas, lograron abrir la puerta descubriendo que estaba vacío el sitio, solo un ramo de rosas rojas adornaba el escritorio.

—Has sido injusto conmigo.—Hablo el pelinegro estacionando el auto en un parque.— No me diste el beneficio de la duda, asumiste que te engañaba y no diste un paso atrás.

—No es sencillo creer que del día a la noche me ames solo a mí, te he visto salir con tantas personas.—Respondió con la mirada puesta en el piso. –Tengo miedo de confiar en ti, perdóname por ser tan cobarde.

Un suspiro escapo de los labios del mayor quien se giró hacia el menor, lo tomo de la barbilla, sus miradas se cruzaron ambos tenían los ojos quebradizos, apunto de llorar, beso sus labios, sus mejillas, su frente, lo guardo en sus brazos, ya no quería malos entendidos, solo deseaba una relación normal, acaricio su cabello con ternura.

—Te amo desde aquel día, desde esa noche cuando tu tenías 10 años y yo 12, la recuerdas ¿verdad?  .—Hablo melancólicamente el mayor notando como el castaño se tensaba.— Después sucedió lo de nuestros padres y pensé que me odiabas, también estaba DaeHyun pensé que no tendría una oportunidad de conquistarte.

—Hace mucho que no recordaba aquella noche, no sé lo que sucedió solo recuerdo que te deje en tu habitación con una idea en la mente, tuve tanto miedo pero al regresar al otro día te encontré sonriendo como siempre.— Decía guardando su rostro en el arco del mayor.— Todos fueron malentendido después del incidente de nuestros padres ¿ algún día me dirás que paso aquella noche?

HimChan volvió a besar los labios del menor, lo recostó en el asiento el cual ya se había recorrido hacia atrás, delineo el perfil de su rostro, mordió su oreja mientras sus manos recorrían aquella definida anatomía, comprobó que no estaba soñando que volvían a estar juntos, aquella noche su mundo cambio,  descubrió por primera vez que sus padres no eran los héroes que tanto idolatraba, los había encontrado en una pelea, se recriminaban los amantes que cada uno mantenía, aquella burbuja rosa en la que vivía el pequeño de los Kim exploto lastimándolo gravemente, es cuando comprendió que el amor para siempre no existía, que solo llego al mundo por un error de cálculo en las pastillas que ingería su progenitora, su existencia era no deseada.

—Tengo un lado oscuro y solo fui capaz de mostrártelo a ti, perdóname si te asustaron mis palabras esa noche.—Dijo el mayor acurrucándose en el pecho del castaño.— Te puedo decir que pude continuar gracias a ti, te amo JongUp por favor cree en mis palabras, confía en mí te lo suplico.

El mayor se aferró a la camisa del menor empapándola de lágrimas, ya no soportaba tanto amor, tanta amargura por no tenerlo, no quería ser oscuro, no quería seguir siendo cruel, merecía ser feliz por siempre, quería volver a creer en el amor, JongUp al sentir tan débil a la persona que amaba se armó de valor, confiaría en él, lo merecía después de sufrir esos años,  ya había demostrado con creces que sus sentimientos eran honestos, que eran reales, beso sus cabellos negros, lo guardo en sus brazos.

—De hoy en adelante creeré en tus palabras, confiare ciegamente en ti.—Dijo seguro de sí mismo.—Debemos pensar la manera de decirle a nuestros padres, no quiero esconderme.

—Gracias Uppie, prometo que un día te contare lo que me paso esa noche aun temo que descubras esa parte tenebrosa de mí. –Hablo el mayor besando su cuello con ternura.—Te demostrare lo mucho que significas para mí.

El menor asintió, sabía que esa noche fue difícil para el HimChan de 12 años, fue un evento que cambió radicalmente su personalidad, fue un momento que era complicado por descifrar, ahora era tiempo él se ganaría su confianza, sus labios se unieron en un desesperado beso, las cosquillas como las risas se hicieron presentes.

—No te puedo perdonar, no me has explicado lo del beso.—Dijo el menor deteniendo los besos, levanto la ceja con duda.—Tienes cinco segundos para justificarte y tendrás que llevarme a ver la película de Frozen.

—XiuMin me beso  a la fuerza, ¿ que no miento?—Se justificó sonriendo.—¿Otra vez? ¿No la hemos visto demasiadas veces?

El menor negó categóricamente levantando su barbilla orgulloso, el pelinegro la mordió como venganza, ambos continuaron compartiendo unas calurosas caricias, estaban conscientes que en ese momento el colegio destrozaba la reputación del mayor, ya que dejaba de ser el príncipe, ya nadie estaba interesado en un conquistador que había sido conquistado por quien sabe quién, las masas suelen idolatrar a un ser que no está en sus manos pero cuando se enterar que alguien más lo tiene pierden el intereses así le parecía al lindo HimChan, pero a él no le interesaba ya que ahora estaba en los brazos de la persona que más amaba. 

Auto de DaeHyun

Un rubio recordaba como en todo el partido DaeHyun no dejaba de enviarle sensuales miradas a su nuevo tutor, le dedico todos sus goles, todos quedaron impresionados por esa rara relación, Junhong  los acompaño en todo momento, sentía que hacia mal tercio pero tampoco quería estar solo en los últimos días YongGuk lo había abandonado, no iba en las noches a visitarlo, en la hora del almuerzo desaparecía y los mensajes en la bandeja de entrada fueron disminuyendo considerablemente.

—¿Seguro que no quieres ir con nosotros al cine?—Volvió a cuestionar un pelinegro girándose hacia el rubio quien tenía su frente pegada en el vidrio.— JongUp dice que vayamos a ver Frozen.

—Otra vez.—Decía con fastidio el conductor mientras recibía un golpe por el copiloto.— Pareces enfermo ¿ estás bien higadito?

El mencionado levanto la ceja con molestia odiaba que lo llamaran así, una sonrisa apareció en sus labios al notar como su tutor la jalaba una oreja a su atacante a quien le saco la lengua cuando volteo a mirarlo, ellos dos hacían una bonita pareja, al igual que HimChan y JongUp no era tonto se daba cuenta de sus miradas, de sus suspiros además Bang le había comentado algo, lo extrañaba, el pelinegro se dio cuenta que esa cara de tristeza se debía a otra razón, temía que su hermano mayor fuera el causante, lamentablemente él tampoco había logrado platicar con el mayor, todos los días regresaba hasta muy tarde con el resto de los chicos, confiaba que no estuvieran en sus antiguos negocios ya que lograba escuchar las quejas de sus amigos los cuales no eran felices de trabajar como empleados, meseros, cuidadores, etc. Llegaron a la mansión Choi donde el menor se despidió con un beso en la mejilla de su cuñado.

—¿por qué lo besas?—Cuestiono celoso el castaño arrancando el auto.—Ahora bésame a mí.

Jae rodo los ojos cansado se despidió de su aprendiz, quien solo reía fascinado al notar que lograba hacer enojar al tragón, cruzo la puerta principal en penumbras sus padres nuevamente estaban de viaje por el país, los empleados del servicio tal vez ya estaban en sus habitaciones, solo una mujer de avanzada edad lo esperaba en las escaleras con una bandeja de comida lista.

—Gracias, yo la llevo a mi cuarto.—Dijo amablemente el rubio.—Puedes ir a descansar noona.

La mujer asintió para irse a su habitación antes de desaparecer detrás de una puerta se detuvo para girarse y hablar.

—Nadie lo molestara hasta las 10 de la mañana.— Dijo la mujer con una cómplice sonrisa.— Tendrá hasta esa hora para descansar.

 JunHong no entendió el tono de sus palabras así que solo agradeció para caminar hacia su cuarto, miro la bandeja consternado, ahí había una ración doble de cada platillo, tal vez  lo veía demasiado delgado por eso le servía más comida, al entrar a su cuarto no prendió la luz inmediatamente solo lanzo su mochila a la cama y dejo la bandeja en una mesita, conocía ese lugar a la perfecciona, no necesitaba iluminarlo para saber dónde se encontraban los muebles, se quitó el saco, se desabrocho la camisa, lanzo su corbata lejos al igual que sus tenis, encendió su estéreo  mientras bailaba para sacar un poco la frustración que llevaba dentro, sus manos fueron acariciando lentamente su cuello, sus pecho, sus caderas, se dejaba llevar por el ritmo, por la pasión que la música despertaba en su cuerpo.

—Este es el mejor recibimiento que he tenido.—Una grave voz se logró escuchar entre las penumbras, una lámpara se encendió dejando ver una pícara sonrisa.—Aunque prefiero un poco de luz para disfrutar el espectáculo.

—¿Cómo te atreves a entrar a mi cuarto?—Grito molesto el menor cerrándose la camisa de un golpe y tomando un cojín para taparse. –Vete si no quieres que grite.

El pelinegro se puso de pie rápidamente para tapar la boca del ruidoso rubio, Jun estaba furioso, ¿cómo se atrevía meterse en su casa? ¿Cómo podía sonreírle de esa manera después de abandonarlo? Lo odiaba por esa maldita sonrisa irónica que llevaba dibujada en su rostro, parecía que nada le importaba, detestaba que fuera tan orgulloso, tan vanidoso, trato de pelear pero el mayor era más fuerte así que termino estampado en la cama, de boca hacia abajo, con  el pelinegro sentado encima de él.

—Pensé que estarías feliz de verme pero estas más enojado que nunca.— Dijo sorprendido el pelinegro apretando las manos del rubio.—  A hora ¿qué tienes? No he coqueteado con Sung, mejor dicho con nadie.

—Prometiste visitarme en las tardes, comer juntos.—Grito pataleando, se movía rabioso en las almohadas.—Eres un mentiroso, como ya lograste acostarte conmigo ya no te importo.

 Un bufido escapo de los labios del mayor quien lo soltó para ponerse de pie y caminar hacia una maleta, saco un par de pedazos de papel para lanzárselos al chico quien seguía boca abajo, uno cayo a lado de su nariz lo agarro para ver que eran boletos para el parque acuático, sus ojo se abrieron como plato,  quiso decir algo pero el mayor ya estaba sentado encima de él nuevamente, le dio un tirón a su camisa para dejarlo desnudo del dorso, el frio aire recorrió su columna vertebral, después de unos segundos unos labios comenzaron su un recorrido ascendente desde la cadera hacia la nuca.

—¿Crees que te quiero para un acoston?—Cuestiono fríamente dando otro beso a esa desnuda piel.— No sabes cuándo deseaba verte, estos días han sido un martirio también para mí, moría por besarte, por escuchar tu voz,  te extrañaba mi hermoso sunshine.

Las lágrimas se acumularon en los bellos ojos del menor, se aferró a la colcha ante cada beso que su espalda recibía, ¿porque no iba a verlo? Su respiración se volvió intermitente al notar como una humea lengua lo recorría,  cerró los ojos fascinado por el contacto, suspiros escaparon de sus labios.

—No soy rico como tú, necesito trabajar para pagar una salida a un lugar tan caro.—Nuevamente esa voz se lograba escuchar, unos labios besaron el hombro desnudo del menor.—Quiero presentarte a unos amigos, además quieres que vayan todos, he preparado para que sea un día fantástico.

—Yo pude pagar mi entrada al igual HimChan pagaría por Uppie o Dae por Jae.—Contesto entrecortadamente al sentir como su nuca era besada.— No tienes que hacerlo todo tu.

YongGuk giro al menor para quedar frente a frente, delineo su blanco rostro, mordió su labio inferior, no estaba acostumbrado a depender de otras personas, ahí él era el activo en la relación, él era quien debía mimar al menor,  nadie en la vida le llego a regalar algo siempre tuvo que luchar para obtener lo que deseaba, no  estaba acostumbrado a pedir, sus labios se unieron en un beso, no estaba con Jun por su dinero, por su poder, él seria lo suficientemente capaz para darle lo que merecía, su lengua se introdujo en aquella húmeda cavidad.

—Fue mi promesa, es mi obligación, sunshine nunca he dependido de alguien siempre me he visto solo.—Dijo besando sus labios con hambre.— Este es mi regalo, he trabajado horas extras pensando en ti, tu eres mi arcoíris, mi luz.

El menor se sintió derretir por aquella voz, por esa mirada, ya no tenía fuerzas para negar que Bang era importante en su vida, lo amaba más de lo que un día llego a querer a su Hyung, ese sentimiento que Guk despertaba en su interior era más fuerte que cualquier razón, ideal o emoción, ya no podía imaginar su vida sin el mayor, sus besos se volvían adictivos, sus caricias necesarias, sus labios se unieron en un desesperadamente, se aferró de aquel grueso cuello, de esa espalda, buscaba más contacto, anhela transmitir la necesidad que nacía en su pecho por demostrarle lo mucho que lo extrañaba.

—Te quiero, te quiero.—Grito fascinado el menor aferrándose a la espalda del mayor.— Te amo YongGuk.

El mayor sonrió ante la declaración complacido, susurro unas palabras al oído del menor, casi inaudibles, las majillas del menor se tiñeron rojas, nuevamente sus labios se unían cómplices a recorrerse, para recordar la primera vez que se conocieron, los gemidos atestaron el espacio de la enorme habitación, el calor aumento a tal grado que sus pieles sudaron al contacto.

—Por favor no me dejes marcas. —Dijo entre suspiros el menor mordiendo la almohada. —No quiero mañana esconderme en el parque.

—Está bien, lo hare porque tus deseos son órdenes para mí. —Dijo el mayor mordiendo su oreja. —JunHongie sabes que te….

Una sonrisa escapo de los labios del rubio, adoraba que esa palabra saliera de los labios del mayor, era honesto así lo sentía, así lo quería creer, desde ese momento fijo una fe ciega en él, creería en  sus palabras por encima de los demás, YongGuk ahora era su aire, su agua, su centro, se dejaría llevar por el sentimiento que despertaba en su corazón, disfrutaría de esa emoción sin miedo, YongGuk beso esa mata de cabello, nunca antes había dicho esas cursis palabras, las creía innecesarias, sosas pero salieron de sus labios sin pedirle permiso, anhelaba una nueva vida, por eso estaba en Seúl, le agradaba la idea de tener una relación estable, una donde entregara su corazón, su alma, el menor era todo lo que una vez busco, con él hacia el amor, no más sexo ocasional, se sumergió en esa piel blanca como la leche, en ese aroma a miel, podía pasar una eternidad en esa posición, ahora no sonaba tonto esa palabra de “amor para siempre”, continuaron devorándose hasta que el cansancio y el hambre los obligaron a disfrutar de aquella cena que tal vez ya estaba un poco fría.

—Tu noona es muy amable al dejar comida para los dos.—Comentaba el mayor disfrutando de los platillos.—Esta deliciosa, moría de hombre.

—¿Crees que sospeche algo?—Cuestiono a lo que el mayor solo levanto los hombros.—Ella es una buena persona, sé que no dirá nada.

 El mayor asentí, mientras continuaba besando la barbilla del menor quien estaba sentado en sus piernas, él solo llevaba el pantalón de la pijama mientras el rubio la playera que solo cubría hasta la mitad de sus muslos desnudos, JunHong continuo alimentando al mayor, no podía creer que llegaran a ser tan cursis, tan empalagosos, pero le agradaba sentirse así, amado, apachado, único, Bang se puso de pie para cambiar el disco, las mejillas del menor se tiñeron rojas, un enorme collar de chupetones adornaba la amplia espalda del pelinegro.

—Me va matar. —Se regaño mentalmente. —Espero no sé de cuenta.

 

Notas finales:

Gracias por sus reviews!! Espero les guste, esta algo dramatico/romantico pero el próximo será algo más comico, TODOS iran al parque acuatico, JongUp conocera a Key y JongHyun, Zelo a los "hermanos menores" de Bang, veremos si por fin las parejas tienen una cita normal :D


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