Gritos desgarradores salían de una habitación por lo que tres hombres corrieron hacia donde provenían tales aullidos, al ver lo que sucedía soltaron una carcajada recargándose en el umbral de la puerta, los tres menores voltearon a verlos furiosos, en sus manos mostraban suéteres color rosa y faldas blancas.
—No pensé que fueran a cambiar de cosplay. —Dijo burlonamente DaeHyun caminando hacia su novio tomando una peluca rubia entre sus manos. —Te verás muy guapo.
—Eres un babo. —Le contesto sonrojado dándole un golpe en la cabeza. —Nos cambiaron las maletas en el aeropuerto.
—Además tampoco viene el de ustedes. —Hablo preocupado JongUp levantando la ceja al notar que su novio le comenzaba a medir la falda. —¿Qué haces?
—Se te verá genial es de tu medida. —Contesto el rubio con una sonrisa. —Por favor canta shy boy, shy boy.
HimChan recibió una fuerte cachetada que casi le tira un diente, el único que se mantenía callado era e mayor de los seis, quien soltó un suspiro caminando hacia la ropa que estaba regada sobre la cama, la acomodo delicadamente ante la fija mirada de su novio quien estaba sentado en la cabecera.
—No creo que podamos encontrar la maleta la convección es mañana temprano. —Hablo el pelinegro. —Usan esto o no llevan cosplay.
—No podemos hacer eso hyung nuestros boletos son de concursantes de cosplay, no nos dejaran pasar si no vamos vestidos. —Comento con un puchero el menor colgándose del cuello de su pareja. —¿Podemos ir a comprar otros?
—Es muy tarde además no creo que encontremos. —Secundo YoungJae mientras pellizcaba las mejillas de su novio. —Si queremos ir deberemos usar esto.
HimChan estaba a punto de decir un comentario pero su novio le torció el brazo indicándole que si abría la boca lo asesinaría, se dieron cuenta que eran cuatro cosplay de chica y dos de cantantes, automáticamente los tres semes se negaron a usar faldas además lo que deseaban ir a la convección eran los tres menores, el pobre de HimChan perdió en los juegos de papel, piedra o tijeras por eso le toco usar el traje de chica.
—Te ves lindo hyung. —Comento burlonamente el más bajito tomando la mejilla de su pareja. —Te queda perfecto.
El mayor no pudo replicar porque unos labios se lo prohibieron, esa era su debilidad, el gran príncipe había caído en las garras de un chiquillo que adoraba hacerlo sufrir aunque era callado y reservado cuando se lo proponía llegaba a ser malvado con su novio, la pareja continuo disfrutando de esos besos hasta que unos golpes en la puerta los separaron.
—Es tarde vamos. —Decía un rubio acariciando su marcada mejilla. —Rápido antes de que se arrepienta Jae.
—¿Qué rayos te paso en la cara? —Cuestiono HimChan colocándose la peluca mientras Up se abrochaba la falda. —Te vez fatal.
—Trato de mirar debajo de mi falda. —Hablo un sonrojado rubio que trataba de tapar su cara. —Vámonos que es tarde.
JongUp volteo los ojos resignado por ese descarado amigo, corrió para tomar de la mano a su novio, quien lucía hermoso con su peluca roja como zanahoria, él tampoco lucia tan mal, le quedaba bien el tono de cabello, al llegar a la recepción noto como Zelo trataba de bajarse la falta, sus piernas eran más largas por ende la ropa le quedaba más corta.
—¿Qué le sucedió a tu peluca? —Cuestiono DaeHyun colocándose un bigote falso. —Te vez bien así.
—La quemo con la plancha. —Contestaba BangYongGuk tratando también de tapar las piernas de su novio. —Quería el cabello lacio ya que los chinos no iban con él.
El menor solo levanto los hombros sonrojado, simplemente los rulos no iban con su tipo, durante el camino hacia la convección las chicas de Secret sufrieron de varios piropos, halagos y otro que intento de agarre de piernas que claro fueron frustrados por los tres mayores. HimChan se agacho amarrar las agujetas de sus tenis que se soltaron cuando de repente dos jóvenes se colocaron detrás de él, sus rostros lucían lastimeros, JongUp los observo detalladamente sospechando de sus intenciones se adelantó aplicarle una llave de yudo al más alto inmovilizándolo, le dio un golpe en la cara terminando de noquearlo, miro furioso al otro quien solo salió corriendo.
—¿Que paso?— Cuestiono inocentemente HimChan poniéndose de pie.—¿Te molestaban?
—No, solo se sorprendieron cuando vieron que era hombre.—Contesto tranquilamente el menor abrazando por la cintura a su novio.—Vamos que nos dejan atrás.
El rubio solo levanto los hombros abrazando del cuello a su pareja mientras esparcía cientos de besos por su rostro, estaba perdidamente enamorado del menor, no le importaba que la gente los viera solo le interesaba ir mimando al amor de su vida, cuando subieron al metro Jae se colocó en una esquina tratando de estar lejos de su pareja quien solo trataba de manosearlo pero fue mala su decisión ya que dos hombres mayores se pusieron a sus espaldas comenzando a molestarlo, giro hacia su novio quien estaba inmerso en la plática con otra chica, el pelinegro se molestó tratando de librarse del agarre del hombre mayor pero todo era imposible, bajo la mirada con los ojos vidriosos, no podía hacer nada por defenderse, de repente escucho un quejido alguien lanzaba lejos a los acosadores, sintió como esa persona se ponía a su espalda protegiéndolo del resto de la gente.
—Gracias.—Dijo en un suspiro recargando su nunca en su pecho.—Muchas gracias Dae.
—Para que son los novios.—Contesto sujetándolo con una mano por la cadera.—Me encantas.
Jae estuvo a punto de quejarse al notar como unos dedos acariciaban el borde de su falda por la parte de la cintura pero unos labios se lo impidieron se sumergió en ese beso mientras una mano acariciaba su abdomen, Bang YongGuk le cedió su lugar a una mujer de la tercera edad mientras su novio estaba sentado en la ventana sonriéndole, intercambian gestos mimosos cuando se dio cuenta que un sujeto trataba de acomodarse en las piernas de su pareja, Zelo solo trataba de doblar más peros sus largas piernas se lo impedían así que el mayor camino hacia donde estaba su novio y le dio un caderazo al sujeto quien se giró molesto.
—No te atrevas acercártele.—Dijo con voz profunda que helaría a cualquier ser humano.—Largo.
Su mirada de asesino hizo que el sujeto se alejara nervioso, unas manos lo jalaron del saco provocando que se agachara y unos labios lo felicitaban por su acto de ternura.
—Gracias amor.—Hablo con un tierno puchero dándole un beso en la punta de su nariz.—Te amo.
El mayor sonrió como un idiota, las tres parejas llegaron a su destino bajando del metro tomados de la mano, cuando se dieron cuenta de los centenares de cosplayers que había se sintieron más cómodos por sus atuendos ya que recibieron miles de chiflidos, piropos y sacaron unos cuantos suspiros por donde pasaban, YongGuk sujetaba fuertemente de la cintura a su novio mientras DaeHyun abrazaba sobreprotectoramente por la espalda a su "rubia", HimChan y JongUp caminaban tomados de las manos, ellos parecían disfrutar de las fotos y la atención, bueno más el mayor ya que el menor solo lo cuidaba de que ningún pervertido se sobrepasara con su hyung, ya dentro del evento las parejas se separaron para cubrir más terreno como decían los menores ya que cada uno tenía la misión de conseguir algún objeto, manga o figura coleccionable, los mayores servían de guardianes o distractores, al momento de concursar en el evento de cosplay las cuatros “chicas” bailaron un remix de las canciones de Secret, recibieron ovaciones de pie por sus movimientos, los cuatro alzaron emocionados el trofeo del primer lugar por su interpretación.
—Te vez hermoso.—Afirmo Bang abrazando por la cadera a su pareja quien se colgaba a su cuello.—Eres lo más bello que he visto en mi vida,
Compartieron un dulce beso rodeado por centenares de personas, continuaron disfrutando del día abrazados, lo mismo les sucedió a las otras dos parejas, cuando la noche los alcanzo decidieron regresar al hotel. HimChan estaba sentado en el borde de la cama fotografiándose mientras hacía chistosos gestos con su peluca de un momento a otro su novio se le unió, los dos trataban de posar sexys pero las risas los atacaban así que terminaron rodando por la cama enredando sus piernas, lentamente el mayor fue acariciando los bien formados muslos del menor.
—¿Puedo fotografiar tus piernas? —Cuestiono colocándose encima del castaño. —Por favor.
JongUp no tuvo tiempo para contestar debido a que unos labios lo mordieron ansiosamente mientras un dedo se colaba debajo de su falda subiéndola poco a poco, su respiración se volvió intermitente, su pecho ascendía y descendía con un ritmo irregular, noto como el mayor se colocaba en sus piernas arrodillándose mientras fotografiaba sus piernas entrelazadas, el sonido del clic se lograba escuchar continuamente, el castaño hacia poses provocativas. HimChan soltó la cámara dejándola a un lado de la cama para atacar los labios de su novio sus manos vagaban por la blusa rosa la cual fue desabotonando, JongUp acariciaba los muslos blancos del mayor hasta llegar a su entrepierna la cual masajeo tranquilamente logrando sacar varios gemidos.
—Eres demasiado sexi Hyung. —Comento mordazmente el castaño incorporándose un poco. —Me gusta cómo te vez.
El mayor dibujo una mueca de satisfacción mientras se enderezaba para quitarse la blusa rosa, JongUp continuo besando sus muslos, delineando con la punta de su lengua cada centímetro de piel expuesta, la pareja se hundió en la pasión que les despertaba usar ese tipo de prendas, habían compaginado a la perfección, aunque sus gustos llegaban a ser contrastantes el amor y deseo los superaban, el mayor se fue acomodando encima del menor mientras adentraba su mano en medio de sus piernas, las delineaba delicadamente, bajo su rostro hasta llegar a los botones de la blusa donde poco a poco fue abriéndola dejándolo desnudo de la parte de arriba.
—Sabes a chocolate. —Dijo con voz ronca mordiendo su pecho. —Me encanta tenerte de esta manera, abre las piernas para mí, derrítete en mi lengua.
Up levanto la mirada observando como el mayor bajaba el cierre de su falda con los dientes, sus manos vagaron hasta esa piel blanca color leche, disfruto del contacto, de lo sensual que llega a ser con el sudor recorriéndolo, siguió las órdenes del mayor, su ropa interior fue a dar al piso, se dejó llevar por el inmenso calor que se apodero de su interior, no se contuvo en ningún momento, dejo que su voz se apoderara de la solitaria voz, grito una, y otra vez su nombre, aun después de llegar al límite, aún después de sentirse invadido, este solo era el inicio de una noche llena de pasión.
YoungJae estaba sentado en un sillón mirando por la ventana el perfecto paisaje que se le presentaba, aún llevaba la ropa de cosplay, estiraba sus piernas observando como el borde de la falda subía dejando sus muslos desnudos, su canela piel contrastaba con la tela.
—¿No te vas a cambiar? —Cuestiono un rubio secándose el cabello. —El baño esta libre por si quieres pasar.
—¿Aún quieres ver debajo de mi falda? —Hablo sin hacer caso a las palabras antes dichas, su mirada estaba puesta en sus piernas. —Te puedo dejar ver.
El pelinegro quien ya no llevaba la peluca se acomodó sentándose bien en el sillón mientras abría las piernas lentamente, poco a poco fue subiendo la falda con sus manos, el mayor sonrió complacido mientras se hincaba delante de él lanzando la toalla a un rincón de la habitación denoto como el menor se sonrojaba y detenía sus actos, dirigió sus labios a la piel expuesta besándola, lamiéndola, Jae trato de cerrar las piernas avergonzado pero ese acto fue detenido por las manos del rubio quien negó con la cabeza.
—No te detengas. —Susurro sensualmente, saco su lengua para delinear la figura de esos muslos expuestos. —Prometiste dejarme ver.
—Es humillante. —Dijo en un suspiro al notar que unas manos llegaban al borde de su ropa interior. —No más...
Su frase quedo inconclusa al sentir como su bóxer se deslizaba hasta pegar con el piso, su piel era torturada por unos gruesos labios los cuales iban marcando su recorrido, se fue desabotonando la blusa para que unas manos acariciaran su dorso, su pecho, sus uñas se aferraron al borde del sillón, cuando el calor de un aliento invadió su interior, esa noche no descansaría, un gemido escapo sin pedirle permiso cuando noto como el rostro de su amante se quedaba tapado por su falda, no necesitaba ver lo que estaba haciendo la humedad en su entrepierna le decía lo que necesitaba saber, un par de manos fue separando sus piernas ante ese evento dejo caer su cabeza en el respaldo del sillón.
—Sabes delicioso, cada día eres más dulce. —Dijo con una sensual sonrisa el rubio lamiendo la comisura de sus labios. —Ahora es momento de que me dejes entrar en ti.
El mayor se puso de pie quitándose la camisa que llevaba puesta, dejo ver su bien formado abdomen el cual era consecuencia de su deporte favorito, sus labios se unieron a los del menor quien lentamente levantaba sus caderas para hacer el rose más provocativo, sus manos llegaron al borde del pantalón del rubio de un rápido movimiento fue desabrochado y jalado hacia abajo, intercambio lugares para que ahora el mayor estuviera sentado sobre el sillón y él encima de sus caderas, poco a poco fue bajando, se aferró a esa espalda dejando escapar miles de gemidos, unos dientes se apoderaron de sus perfectos hombros dejándolos marcados, se movió salvajemente, sabía que de esa manera volvería loco a su amante, enredo sus dedos en ese sedoso cabello.
—Eres mi delirio DaeHyunie. —Comento infantilmente en el oído del mencionado quien solo dejaba salir cientos de sonidos. —Siempre dejare que veas debajo de mi falda las veces que quieras.
Sus labios se unieron den un demandante beso, ambos disfrutaban complementarse de esa manera, sus voces se mezclaban a la perfección, el mayor acerico esos canelos muslos mientras una lengua delineaba su cuello, mordiéndolo, marcándolo, YoungJae solía ser demasiado posesivo y bastante celosos por esa razón siempre dejaba miles de moretones en la piel morena del sensual capitán de futbol, la noche era joven y por supuesto también ellos, solo era la primera de muchas rondas que tenían planeadas hacer.
YongGuk miraba interesado su libro favorito, estaba sentado en silla y tenía recargados sus hombros sobre una mesita, solo la luz de una lámpara iluminaba una porción de la habitación, el sonido de la regadera se detuvo pero el pelinegro no le prestó atención debido a que su lectura era más interesante, comenzó a parpadear cansado cuando sintió unas manos masajeando sus hombros, se dejó llevar por aquel delicioso aroma que provenía de su compañero hizo su cabeza hacia atrás cerrando los ojos, la persona de atrás se dispuso a sentarse en el escritorio, el mayor al notar que se detenía abrió los ojos dirigió su mirada al frente, lo que vio lo dejo en shock.
—¿Hyung te gusto? —Una infantil voz decía, mientras un puchero se formaba en esos sonrojados labios. —Gukkie ¿Puedo ser esta noche tuyo?
El peliplateado utilizaba el cosplay pero su ropa estaba un poco húmeda al igual que el cabello, algunas gotas resbalaban por su pecho, coloco cada pierna en un extremo del mayor dejando que no llevaba ropa interior, el pelinegro trago en seco al ver tan sensual escena sus manos instintivamente fueron a posarse en esos blancos muslos, los acaricio con lentitud, unos labios se apoderaron de sus labios, un hambriento beso dio inicio, unas delgadas manos se colgaron de su cuello cuando se puso de pie.
—Alguien nos puede ver. —Dijo una grave voz al momento que recorría las cortinas de la ventana a donde estaba pegada la mesa. —Tu hyung te cuidara esta noche para que ningún pervertido te toque.
Un sonoro gemido salió de los labios de peliplateado al sentir como sus muslos acariciaban la tela del pantalón del mayor, se vio despojado de la blusa rosa, dejándolo expuesto a una ansiosa boca que dejo roja su piel de mármol, hundió sus dedos en ese cabello negro, su espalda mego con el frio vidrio de la ventana, la excitación crecía al escuchar el sonido de un cinturón estamparse con el piso, su entre pierna estaba llegando a su límite debido a que una mano no dejaba de tortúralo.
—Por favor hyung cuida de mí. —Logro articular en tono sumamente sensual. —No dejes que nadie más me toque.
—Eres demasiado perfecto para ser real. —Contesto el pelinegro adentrándose en el menor. —Eres mi más bello ángel.
Sus labios se unieron en un ansiado beso, cada vaivén que dieron sus caderas los llevaban al éxtasis, artísticamente se complementaban pero físicamente eran dos piezas ideales formando el más perfecto rompecabezas jamás creado, no les importaba que alguien los llegara a ver, solo se dejaron llevar por la pasión en la que se hundieron, al igual que sus amigos ellos apenas comenzaban una desenfrenada noche.
Al día siguiente.
Los tres otakus desayunaban tranquilamente en el restaurant de Hotel mientras que sus respectivas parejas terminaban de arreglar las maletas para regresar a Corea después de terminar su trabajo los tres mayores bajaron para comer cuando el celular del mayor comenzó a sonar, contesto sin mucho ánimo.
—¿Qué paso hermanito como te fue? —Una alegre voz cuestionaba. —Hey me debes los trajes de Secret, no estaban tan baratos como pensabas, espero lo hayas disfrutado.
—Sí, créeme que la pase muy bien. —Contesto relamiendo sus labios. —Espero te hayas desecho de la evidencia, nadie debe de enterarse que fui yo quien hizo el cambio de maleta.
Sus dos acompañantes voltearon al escuchar aquella declaración, el pelinegro se despidió de su hermano para después levantar los hombros sin preocupación.
—No tienen por qué agradecerme. —Dijo sin pena mirando a HimChan quien estaba a punto de reclamarme. —Lo disfrutaste no te atrevas a negarlo.
El rubio asintió tímidamente, guardaron silencio no estaban dispuestos a decir la verdad a sus parejas ya que habían pasado una grandiosa noche a causa de ese “extravió” de maletas, ya dentro del elevador, los dos menores miraron con duda al líder, quien podría decir que una persona con gustos de un anciano tenía esa bizarra fantasía de vestir a su novio como una idol, Bang solo se puso su gorra escondiendo su sonrojado rostro, era normal que las personas tuvieran algún fetiche y el suyo solo era ver a JunHongie vestido de chica.
—Habrá un festival en Kyoto el próximo mes. —Dijo tranquilamente DaeHyun guardando sus manos en sus bolsillos. —Me gustaría ver a YoungJae en un kimono.
—Tal vez Bang pueda planear algo ¿No crees? —Secundo HimChan mirando las fotografías de su teléfono. —Yo elegiré el color del kimono de Up, muero por verlo vestido como una geisha.
—No se preocupen pueden contar conmigo. —Dijo el pelinegro mientras las puertas del elevador se abrían. —Por algo fui el número uno en la escuela.
Los tres mayores dejaron ver una maquiavélica sonrisa mientras a lo lejos observaban a tres tiernos maknaes mirar la televisión con las mejillas rojas, había un reportaje sobre la convección de anime en Tokio, y los tres habían sido tomados en una escena cuando bailaban la de poison.
Fin