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Project 1004 por ritsuka10

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HimChan miraba de reojo a su compañero de viaje su pálido rostro dejaba ver la pelea interna que libraba aunque le rogo que le contara sobre sus miedos el menor se negó hablar de sus pesadillas, respondía que se estaba amoldando a su nueva casa, que no le prestara importancia, detuvo el auto en una vereda, una vez más intentaría convencerlo de hablar sobre sus temores.


—Es normal tener miedo cuando se conoce a nuevas personas pero debes confiar cuando te digo que yo cuidare de ti, ahora eres mi responsabilidad.—Dijo el pelinegro acariciando el rostro del menor quien asintió a sus palabras.—Solo debes confiar en mí esperare el momento en el cual estés listo para contarme.


—Gracias hyung,  ¿Podemos ir al cine? —Cuestiono con un lindo puchero mientras recargaba su mejilla en la suave mano del mayor. —Quiero ver la nueva película de Guillermo del Toro, dicen que es un tributo a los mechas del anime.


El mayor afirmo con la cabeza anhelaba escuchar la causa por que el joven no podía dormir en las noches pero le daría su espacio, encendió el auto no leería su mente sin conseguir antes su permiso, la pareja se dirigió al cine no sin antes pasar a desayunar algo ambos compartían los mismos gustos, amaban ver televisión hasta muy tarde, el menor no paraba de bailar cuando el mayor tocaba música tradicional, mientras esperaban en la fila un celular sonó.


—Hola JunHong, lo sentimos pero estamos en el cine deberán prepararse de comer ustedes.—Hablo Up mientras torcía sus labios al ver que su hyung coqueteaba con la vendedora.—Por favor ten cuidado de no provocar un incendio en la cocina, recuerda la vez pasada.


—Hyung no soy tan tonto.—Se defendió el maknae.—Disfruten de la película.


Los dos hermanos se despidieron al cerrar el móvil el castaño miro fascinado el aparato HimChan se lo había el regalado, era un modelo muy moderno con muchas aplicaciones así como con muchos juegos, le gustaba saber que pasara lo que pasara podría acudir a su guardián, él le prometió que siempre contestaría sus llamadas que sin importar nada siempre estaría para él.


—No creo que Bang pueda cocinar nunca en su vida a movido un dedo para hacer alguna tarea, simplemente es un ser muy perezoso.—Hablaba pícaramente el pelinegro guiñándole el ojo a la vendedora.—Conseguí su número telefónico y me invito a una cita doble, dice que su compañera de cuarto es muy hermosa, seriamos buenos conquistadores solo si no fueras…


—¿Gay? —Cuestiono levantando la ceja recibiendo una afirmación como respuesta. —Si quieres te puedo acompañar y fingir que me gusta, no sería la primera vez que lo haría.


Him negó con la cabeza, sencillamente la mano derecha del gran Bang no podía permitirse jugar con simples humanos, de hecho con la única persona de esa especie con la que había logrado a formar un lazo era con Up, nunca busco conocer a esa raza, no le interesaban sus problemas, ni sus traumas solo los creía seres inferiores, paso su brazo por encima de los  amplios hombros del castaño, ese chico era distinto a cualquiera, solo con él tenia la suficiente confianza para iniciar una amistad, su mirada capto a un hombre mayor quien no dejaba devorar con la vista a su compañero, no le agradaba que lo vieran de esa manera tan lastimosa, tan cargada de deseo, noto como el pantalón del menor se ceñía a sus piernas como una segunda piel, su bien formado trasero lograba resaltar.


—Se me olvidaron unos chocolates ¿Qué te parece si vas apartando un buen lugar en lo que voy a comprarlos? –Dijo el mayor pasándole las palomitas al joven quien asintió con la cabeza.— Ahorita te alcanzo.


El pelinegro se giro hacia donde el hombre mayor continuaba con la mirada lastimara, al notar que Up había ingresado a la sala de cine tomo al sujeto por el cuello jalándolo hacia un rincón, no era la primera vez que lo veía alrededor del menor, en la Universidad se lo llego a topar un par de veces  y ahora que su mente trabajaba también lo recordaba rondar alrededor de su edificio, nunca entes presto atención en su presencia debido a que era un humano mas en el motón.


—No me gusta andar con rodeos ¿Me vas a decir qué diablos haces siguiéndonos a todos lados?—Le grito al hombre atrincherándolo contra la pared.—No tengo paciencia así que habla rápido.


 —No sé de qué me hablas.—Trataba de defenderse el acosador. —Es una coincidencia que nos encontremos.


El mayor no soporto tantas mentiras juntas, no era coincidencia, ese hombre seguía a Up, ¿Esa era la razón por la que el menor tenia pesadillas? ¿Se sentía acosado? Solo pensar en las respuestas despertó su ira, no dejaría que nadie lastimara a su protegido, era su deber cuidarlo, le soltó un golpe en al abdomen logrando sacarle algo de aire, su fortaleza no era la paciencia.


—Me vas hablar con la verdad, no quiero llamar a la policía para acusarte por acoso.—Le siseo molesto apretando su cuello.—No dejare que le pongas una mano encima, eres un maldito enfermo.


—Tu noviecito no es un santo ¿Quieres saber de dónde lo conozco? —Cuestiono ofendido tratando de defenderse. —Le pague para que tuviera sexo conmigo, es un maldito prostituto de quinta.


Los ojos de HimChan se abrieron a la par, logro adentrarse en la mente del hombre, no quería creer en esas palabras recién dichas, Up solo era un niño perdido, un ángel sonriente,  descubrió que era verdad lo que afirmaba ese enfermo pero también descubrió que se había obsesionado con Up después de su primera reunión trato de contratar sus servicios pero el menor se negó provocando la ira del adulto quien lo seguía a todos lados, el yokai libero su barrera para que la gente a su alrededor desapareciera, el hombre se logro zafar del agarre así que lentamente corrió.


—¿Qué diablos está pasando?.—Grito desesperado el adulto tratando de correr lejos pero era imposible siempre llegaba al mismo lugar.—¿Qué clase de monstruo eres?


—Te mantendrás alejado de JongUp no lo volverás a seguir ni a buscar.—Dijo el pelinegro con los ojos cerrados una aura azul lo fue rodeando, extendió su mano derecha donde humo negro salió.—Cada vez que lo mires sufrirás de un terrible dolor será como si cuchillas se clavaran en tu cuerpo.


HimChan abrió los ojos dejando ver que estaban completamente rojos, marcas negras se formaron alrededor de sus rasgos faciales, sus dientes se afilaron, una malvada sonrisa se formo en su cara, coloco su mano abierta en los ojos del hombre quien comenzó a gritar, trataba con todas sus fuerzas escapar pero era imposible el yokai era más poderosos, el sujeto sintió como algo quemaba su interior, un humo negro lo llevaba a perder la conciencia provocando que se desmayara, al volver en si noto que estaba solo, ese extraño personaje ya no estaba frente de él, la gente caminaba con normalidad,  se puso de pie asustado. 


 —Solo fue un sueño.—Se consoló a si mismo sentándose en una banca.—Esperare que mi dulce ángel salga.


Up miraba la mega pantalla que se presentaba delante de sus ojos se abrazó a si mismo tenía miedo, terror de encontrarse solo en aquel enorme sitio el cual estaba en penumbras, escondió su rostro entre sus manos, no lograba entender porque había regresado a visitar a los ancianos cuando ellos mismos le pidieron no hacerlo, un par de días antes les llevo algo de comida pero cuando transitaba por las calles a lo lejos logro ver al peor ser humano que había conocido en toda su vida, el hombre que lo torturaba en sus pesadillas, quien le dejo cicatrices en el alma, DongHae destruyo su infancia, sus sueños, él fue la razón por  que dejo ese empleo, su cuerpo comenzó a temblar, su piel se erizaba al solo recordar, las ganas de llorar aparecieron pero al sentir que alguien pasaba sus brazos por encima de sus hombros se giro rápidamente.


—Le tengo pavor a la oscuridad.—Comento HimChan sin apartar su vista en la pantalla.—Hazme compañía por favor así ninguno de los dos se sentirá solo.


—Me quedare el tiempo que me necesites.—Respondió el menor recargando la cabeza en su pecho.— Por favor cuida bien de mi.


Up se animo a entrelazar sus dedos con los del mayor quien no lo rechazo, no deseaba contarle sobre esa dura etapa en su vida, su relación tenia fecha de caducidad después que Zelo complementara su misión se irían lejos,  HimChan hizo más fuerte el abrazo ahora entendía las pesadillas, tal vez el menor se dio cuenta que ese hombre lo seguía, tal vez tenía miedo de él, la rabia despertó en su interior, no quería que nada lo lastimara, era un ángel para que alguien manchara sus alas, odiaba a los humanos pero JongUp era distinto, diferente, ante sus ojos era único, especial.


Departamento Bang


Bang miraba sorprendido el desorden en su cocina camino lentamente para recoger un traste que rodaba a sus pies, un suspiro salió de sus labios  masajeo sus sienes para calmar su molestia, era un hombre pacífico que pocas cosas lo llevaban a perder la calma pero ese chico de cabello rubio rompía todas sus reglas, el causante de todo el desorden estaba a mitad de cuarto con una bolsa de haría en la cabeza el contenido quedo estampado en su cuerpo tenía los ojos cerrados debido que el polvo le había caído.


—¿Qué rayos estas tratando de hacer?—Cuestiono el pelinegro sacando un trapo de una gaveta.— SI no sabes usar estas cosas no te metas, pudiste haberte lastimado.


—Quería prepararte el desayuno.— Logro articular llevo sus manos hacías sus ojos pero el mayor lo detuvo.— Soy un bueno para nada, ni unos hot cake pude hacer.


El mayor soltó una burlona sonrisa mientras limpiaba la harina de la blanca cara del joven sacudió su ropa con tranquilidad, noto como unas lagrimas rodaban por esas mejillas, se apuró a tomar su barbilla solo era un niño lleno de inocencia, lo veía como un hermano menor al cual proteger, una afirmación bastante estúpida debido a que odiaba a los humanos, no los detestaba, solo les era indiferente su existencia pero ese chico que se encontraba frente a él, era distinto, diferente, único y especial.


—No tenias que hacerlo mejor vamos  a comer afuera.—Hablo el pelinegro pellizcando sus mejillas.— Anda vamos antes que incendies el departamento.


—Perdóname por ser un inútil siempre me equivoco, soy un bueno para nada.—Grito pataleando.—Creo solo soy bueno acostándome con la gente, es el único talento que tengo en la vida.


Las últimas frases molestaron al mayor quien lo tomo del rostro para que lo mirara a los ojos, “¿Cómo puedo confesarle que he reprobado dos materias? Estoy harto de intentarlo una y otra vez sin obtener resultados, como quiero salir adelante si n pedo con mis materias, tienen razón mis compañeros al decir que soy un idiota, un inútil”, Bang se masajeo la cabeza era la primera vez que había intentado leerle la mente a un ser humano, nunca creyó ser posible aquel hecho, pero moría por saber que pensaba el menor, desde el viernes en la tarde que llego de la Universidad lo noto extraño no le quiso preguntar algo ya que no debía inmiscuirse en temas que no le correspondían.


—¿Te duele la cabeza? ¿Quieres una pastilla?— Cuestiono preocupado el rubio al notar que el pelinegro se alejaba tocando su cabeza.— Deja darte un vaso de agua.


—Cuidado.—Grito Bang al notar que el menor caminaba por encima de leche derramada corrió a sujetarlo.— Tuvimos suerte..


Sus palabras se detuvieron al darse cuenta que se había equivocado ambos fueron a dar al piso, Jun quedo encima suyo, nuevamente las lagrimas se acumulaban en los brillantes ojos del rubio, el mayor lo sujeto del hombro negando con la cabeza, no quería volverlo a ver llorar.


—Fue un accidente no te atrevas a llorar, no fue tu culpa.—Le dijo levantando la voz.—No dejes que las personas digan cosas de ti, eres una gran persona, todos somos distintos y podemos tener diferentes talentos, no sabrás todo sobre el mundo pero eres constante buscas mejorar después de  un error cometido.


—A veces siento que me equivoco muchas veces.—Contesto dejándose caer en el pecho del mayor quien rápidamente lo abrazo.—Solo mi hermano me ha dicho que soy bueno en algo, mis compañeros de colegios se quejan porque siempre


EL mayor no dejo que continuara solo lo guardo en sus brazos, su aberración a los humanos cada día crecía mas, su especie no se salvaba del egoísmo, de la soberbia pero sabían respetar los rangos, las familias principales tenían honor que defender en cambio los hombres eran repugnantes, a veces no sabían respetar, dañar a otros parecía ser siempre su meta.


—No hagas caso a esas personas que no te conocen solo enfócate en tus objetivos en tu metas, no dejes que nadie te diga que no puedes, anda levántate y vuelve a intentarlo yo estaré a tu lado para ayudarte.—Comento el pelinegro acariciando su cabello.— No estás solo, yo estaré acompañándote.


El menor asintió quedando abrazado de esa manera, cada día se hacía más dependiente al mayor, se aferro a su ropa mojada a causa de la leche derramada, lo deseaba como nadie antes deseo, quería tocar sus labios, sumergirse en su piel, adoraba el olor de su colonia, lo enloquecía, lo incitaban a tocarlo, a seducirlo, escondió su rostro en aquel grueso cuello, sus labios inconscientemente chocaron con esa suave piel.


—Vamos a cambiarnos es tarde.—Hablo con calma el pelinegro quitándoselo de encima.— Tengo mucha hambre ya después recogeremos el desastre.


El menor asintió quedándose sentado en el piso, observo como el mayor se quitaba la camisa mojada y se dirigía al baño, se dejo caer en el piso anhelaba volver a probar su sabor. YongGuk corrió hacia el baño donde abrió la regadera para que el agua helada lo cubriera cuando ese liquido hizo contacto con su piel el vapor lleno el enorme lugar, se sentía como un adolescente el cual no podía controlar sus poderes, ese inocente beso propago una descarga eléctrica imposible de parar.


  —Solo es un mocoso humano el cual utilizare para detener una guerra, Rayos Bang YongGuk ¿qué te está pasando?— Se regaño a si mismo golpeando el azulejo.—¿Por qué quiero volver a besarlo? ¿Porqué no puedo alejarlo de mi? 


JunHong ingreso al otro baño donde también el agua helada lo cubrió se recargo en el azulejo frio, cerró los ojos, ¿ era amor? ¿Necesidad? ¿Dependencia? No estaba seguro de sus sentimientos, le gustaba, le atraía pero ¿lo amaba?  Acaricio con sus dedos una vez más sus labios,  no estaba seguro de lo que su corazón sentía, solo sabía que quería estar a su lado.


Un puesto de comida en alguna calle en Seúl.


DaeHyun devoraba la comida puesta sobre la mesa de plástico en aquel negocio ambulante, adoraba los platillos humanos, eran magníficos para combinar la flora y fauna de su alrededor, un yokai podría vivir solo de agua, plantas y robar la energía de sus contrincantes así que comer solo era un capricho al cual fácilmente se a habían acostumbrado, les gustaba que sus pupilas gustativas probaran nuevos sabores, al girar su rostro y notar que su compañero miraba con duda lo servido se animo a darla de comer con los palillos.


—Prueba es delicioso y puedes combinarlo con esta salsa.—Comento dándole de comer en la boca varias veces.— Estos sitios es donde se encuentra el mejor sazón.


—Wow es deliciosa, ¿de qué otras maneras puedo combinarlo? .—Dijo con una sonrisa abriendo la boca para que lo siguiera alimentando.— Si sigo a tu lado subiré de peso.


Los dos rieron ante ese comentario, continuaron devorando la comida cuando el menor recibió un mensaje, “Tu hermano me ha pasado este número, no he podido rastrearlo pero quiero que sepas que siempre te amare y prometo que estaremos juntos, Atte DooJoon” leyó con calma para después borrarlo, ese hombre cada día estaba más enamorado de su hermano menor,  apretó con furia el móvil ¿era posible odiar a su propia sangre? ¿A su propio reflejo?  Sus ojos se pusieron vidriosos, una mano en su hombro lo saco de sus pensamientos.


—¿Me puedes contar más sobre la princesa Sakura? Debe ser muy hermosa, he olvidado su rostro pero sus ojos no puedo sacarlos de mi cabeza.— Dijo el peliplateado recargándose en su hombro.—Dime ¿cuál es su comida favorita? Quiero saber todo sobre ella.


—¿Estas consiente que jamás la podrás tener? Ella está comprometida y ama a la persona con quien se casara.— Contesto molesto guardando su celular.— No sé cómo puedes enamorarte de alguien a quien conociste 5 segundos.


Le molestaba darse cuenta que Dae podía ser su mejor amigo pero nunca lo voltearía a ver como algo mas, deseaba decirle que su famosa princesa era un chico, uno al cual nunca tendría en sus brazos, ¿por qué lo conocía antes que él? Recordaba la primera vez que lo vio.


Flash back


YoungJae miraba el paisaje por la ventana movía su dedo de un lado a otro para que pétalos volaran giro su rostro hacia la cama donde  estaba extendido un kimono azul y una yakuta, odiaba que dejaran aquellas cosas en su habitación, eran de su hermano menor así que deberían estar en su cuarto, las tomo para lanzarlas en el pasillo sintió ganas de correr, de intentar escaparse una vez más, tomo una máscara de sus guardianes para colocársela en el rostro,  estaba el festival de sakuras, usando sus poderes sobre paso el enorme muro,  podía controlar la naturaleza a su gusto y placer, corrió hacia el parque la gente caminaba de un lugar a otro riendo, envidiaba su libertad como humanos, por la emoción no se percato que choco con un chico quien también parecía buscar algo o alguien.


—Lo lamento.—Dijo el chico de la máscara en perfecto japonés.— Mi yakuta se atoro con el botón de tu chamarra.


—¿No entiendo lo que dices?—Contesto el castaño en coreano.— Mantente quieto, no te muevas,


Ninguno de los dos sabia que hacer al estar en ese vergonzosa situación, así que ambos crearon una barrera, algo insólito para dos niños,  sin pensarlo, sin quererlo, DaeHyun se acercó al joven al notar que cientos de ramas salían de su espalda formando enredaderas, una sonrisa escapo de sus labios al notar que ahora estaban libres, estiro su mano mostrando un bola de energía eléctrica, era como si una chispa se creara de manera juguetona, Jae se agacho para poner su mano sobre una planta marchita la cual cobro vida en cuestión de segundos, sus miradas se cruzaron aunque el mayor no conoció su rosto, descubrió su origen.


—Eres fantástico.— Ahora hablo el castaño colocando su mano sobre la mano del menor.— Eres un yokai capaz de crear vida tus súbditos de seguro te respetaran y seguirán por tal poder.


Jae quiso contestar pero una figura lo detuvo, era el Gran Yong Bang rápidamente se quedo estático,  escondiendo la planta, nadie conocía sus poderes, no quería que supieran que era poderoso, no quería cargar con el peso de ser el líder del Clan Sakura, anhelaba con ser libre, DaeHyun corrió a detener a su maestro para que no viera el poder del menor.


—DaeHyun ¿dónde estabas? Tenemos que conocer a los herederos.—Hablo abrazando el menor.—¿Tu activaste la protección? ¿Y ese niño?


—Lo siento no te preocupes  no recordara nada hice un hechizo, lo siento.—Contesto nerviosamente desactivando la zona de protección.—Vamos ya es muy tarde.


Desde ese momento el heredero de los Yoo, quiso averiguar todo sobre  aquel singular chico por ello regreso a casa, sus espías eran los mejores de Asia, descubrió su pasado y quedo fascinado que aun así amara ser un yokai, lentamente su admiración, respeto y amor fue ganado por aquel chico que desplegaba energía eléctrica de su mano, también admiro lo que Guk por lo que fue capaz de hacer,  lo inspiro a crear su propia meta, su sueño personal, él también cambiaria su fututo y el de su clan,.


Fin Flash back


—Tienes razón nunca estaré con la princesa pero es un recuerdo hermoso que atesoro en mi memoria, —Hablo el mayor jalándolo por el brazo.—Suena estúpido pero algo en mi interior me dice que la volveré a ver, que nuestro destino está unido.


—Puede que estés equivocado y solo sea admiración.—Contesto furioso.—No puedes enamorarte de alguien sin conocerle.


EL menor dejo de comer y se puso de pie molesto, no le dejaría a DaeHyun a su hermano ya tenía suficiente con DooJoon, no permitiría que otra cosa le fuera arrebatado, primero el cariño de sus padres, la adoración de su clan, el cariño de su primer amor,  no ese yokai delante de él seria suyo, solo suyo, unos brazos en su cuello lo hicieron girarse.


—No te molestes, ¿tú también estas enamorado de la princesa? —Cuestiono burlonamente, recibiendo un codazo como respuesta—  Ya entendí la respuesta, tal vez tengas razón no te molestes conmigo.


El menor se destenso dejando que el mayor lo abrazara completamente por la espalda, DaeHyun sumergió su nariz en esa espalda, siempre estuvo enamorado de esa princesa pero no podía negar que se había amoldado aquel humano,  le gustaba el aroma que desprendía de su cuerpo, flores de cerezo,  la manera que sonreía, todo en él era tierno, dulce, no podía quitarle la vista de encima, era único, especial ante sus ojos, se apodero de sus caderas para que el contacto fuera más profundo, no deseaba buscar el nombre de ese sentimiento que nacía de su pecho, le temía demasiado, el pelinegro entrelazo una de sus manos con las del mayor, haría que lo amara solo a él, que olvidara a la famosa “princesa” Sakura.


 Cine en Seul


La pareja salió de ver la película pero cuando caminaban hacia el elevador un hombre su puso delante de ellos, Him lo reconoció automáticamente parecía que ese sujeto no entendía el mensaje, rodeo a Up con su brazo jalándolo de la cadera, de un momento a otro aquel acosador comenzó a gritar de dolor, se dejo caer al piso tapaba sus ojos con desesperación, Up trato de tocarlo pero rápidamente lo reconoció, bajo la cabeza apenado, era uno de sus ex clientes.


—Míralo, no dejes de verlo es uno de tus clientes ¿verdad?.—Le cuestiono HimChan recibiendo una afirmación con la cabeza.— Él es quien debe apenarse, tu lo hacías por hambre mientras que él por placer, nunca bajes la cabeza ante ellos, tú vales lo doble.


La gente los rodeos para ver que le pasaba al hombre ante la multitud la pareja se escabullo, sus manos se entrelazaron, Him tomo su barbilla al notar que evadía su mirada beso su frente,  no dejaría que nadie lo lastimara, no dejaría que alguien lo hiriera, presiono su mano formando un puño, un grito desesperado salió del acosador quien perdió la conciencia por el dolor, tenían prohibido lastimar a los humanos pero él era la mano derecha de su jefe, el hechizo no era detectado por la policía imperial, ni por ningún otro yokai, los tres hermanos pasaron muchas noches inmersos en la biblioteca prohibida del gran Yong Bang así que aprendieron muchas maldiciones antiguas, abrazo al sorprendido castaño.


—Debes entender que nadie te podrá lastimar mientras yo esté a tu lado.—Hablo a su oído, se aferro a su espalda.— Y aun después de que te vayas te seguiré protegiendo.


Taecyeon socorría al hombre que estaba en el piso lo había escuchado gritar con una multitud a su alrededor, lo acompaño hasta la salida donde los paramédicos le prohibieron seguir, ya afuera logro ver a una pareja caminar abrazados, algo en su aura del pelinegro llamaba su atención, el olor a yokai llego a su nariz entrenada, trato de descubrir su clan pero el hombre estaba protegido, enfoco su mirada en el menor, sus ojos se abrieron a la par.


—¿JongUp? Diablos ¿qué haces con un yokai? —Cuestiono caminando hacia la pareja.— ¿Es HimChan?


El segundo nombrado miro al comandante de la guardia imperial, levanto la mano para formar una barrera, no podía dejar que lo vieran con un humano. 

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS, LOS LEO TODOS Y GRACIAS POR TOMARSE EL TIEMPO, ESTO VA LENTO PERO SEGURO, ESPERO LES HAYA GUSTADO :d


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