Capítulo 4.- Fiesta
Todos estaban reunidos en la mesa para desayunar, Sanji necesitaba ayuda así que Robín se había ofrecido a ayudarlo en todo lo que necesitara.
Jeanne estaba sentada en medio de Zoro y Brook, quería contarles su historia, pero no sabía cómo.
-No lo tienes que hacer si no quieres- hablo Zoro al ver a la mujer nerviosa.
-No es necesario, no te juzgamos por la marca ni por lo que fuiste- hablaba Usopp.
-Pero si necesito contárselos, en parte, así podre estar tranquila y quizás… me quite un gran peso de encima.
Todos se sentaron alrededor de la chica, respiro profundamente.
-Soy del South Blue, y como sabrán, desde pequeña no tengo una vida fácil.
-Nadie tiene la vida solucionada chica- hablo Franky al saber a lo que se refería, pues el cyborg también vivió en el South Blue cuando era un niño.
-El South Blue vive en constantes guerras y escases de alimentos, no vivimos con una calidad de vida como en el North Blue, la marina no siempre ronda nuestros pueblos como en el East Blue, y la gente no es tan amable como en el West Blue. Se podría decir que somos las sobras de este mundo. Desde pequeños nos enseñan a pelear y defendernos, yo perdí a mis padres a muy temprana edad así que quede sola por un largo tiempo.
-Debió de haber sido muy difícil para ti- hablo Robín, sabia la soledad que un niño podría sufrir.
-Al principio si, un día en el mercado decidí robar comida, me atraparon por supuesto me defendí pero un anciano respondió por mí y me adopto. Me enseño a pelear y a defenderme, me conto que en su juventud fue un pirata, era loco y excéntrico, lo que más amaba era el licor y el mar, por desgracia herede el primer habito kyajajaja me enseño a usar la espada y muchos trucos para huir kyajajaja.
-¿Fue tu mejor amigo?- pregunto Luffy.
Jeanne asintió.
-Por él es que quería ser un pirata, me conto sus viajes, me enseño todo lo que quería saber sobre los mares. Pero la felicidad a veces no dura mucho. Una enfermedad azoto en el pueblo donde vivíamos y el anciano se había enfermado, por primera vez la marina se acercó a nosotros y se llevó a toda la gente que seguía saludable. Me negué a irme, el capitán me regaño por mi necedad, pero yo no tenía a nadie más. Poco después murió.
-Debió de haber sido muy duro perderlo- hablo Brook.
-No mucho, pues él por fin ya estaba descansando, lo difícil fue después. A unos días de su muerte nos atacaron los bandidos, no encontraron muchas cosas, pero si se llevaron a las personas y nos vendieron a casas de subasta. Fue horrible estar ahí, el miedo y la desesperación… Cuando llego mi turno esperaba que algún idiota me comprara y me quitara ese collar, si era algún noble fácilmente podría derrotarlo y largarme. Entonces me compro una mujer Tenryuubito. Comprendí que no iba a ser libre. Cuando llegue a Mariejois lo primero que hacen es ponerte la maldita marca, escuchaba los gritos y suplicas de los esclavos y las risas de esos malditos. Intente escapar pero me fue peor- Jeanne se tocó la parte izquierda de su rostro –me golpearon, me quitaron mi ojo y me pusieron la marca.
-¡Como se atrevieron a golpearte!- grito enfadado Sanji.
-Eso no es lo peor, la mujer tenía una akuma no mí, me obligo a comérmela, ni siquiera sabía cuál era su habilidad, solo recordaba que tenía forma de una pequeña fresa.
-Alguien también me conto que los obligaban a comérselas- hablo Luffy recordando a la Pirata Emperatriz, solo que no mencionándola porque les había dado su palabra de nunca revelarle a nadie su pasado.
-Tiene razón, nos obligan a comerlas, porque les gusta vernos pelear. Ese era su principal entretenimiento, las peleas entre usuarios. A veces les doy gracias por eso, así aprendí a controlar mejor mi habilidad. Por muchos años les gane dinero a esa mujer y a sus hijos. Sentía que solo iba a vivir para eso y que nunca volvería a ser libre.
-Pero ahora estas en el Nuevo Mundo ¿Cómo escapaste?- pregunto Zoro.
-¿Saben acerca de Fisher Tiger?- Todos asintieron.
-Fue en el incidente de hace 16 años- hablo Nami –Cuando libero a todos los esclavos.
-Gracias a él es que escape, solo corrí, vi que los Gyojin se llevaban a varias personas, no sabía si acercarme, pero estaba segura que no quería volver a ese lugar. De repente sentí que uno de los gyojin me tenía junto a varios niños más y saltamos, me cubrió del agua y llegamos a la isla Gyojin.
-Ahí es donde te curaron, supongo- hablo Usopp.
-Sí, una sirena cuido de mí y de los otros niños, era amable y muy linda. Cuando se aseguró que todos estábamos bien nos iba dejando cerca de la marina, pero yo me negué a irme. Le conté sobre que quería navegar por mí misma, yo tenía ya 10 años, me quede otros 3 años más en la Isla para entrenar, pues al poco tiempo entre los esclavos inicio el rumor de los cazadores.
-Espera un momento, si mal no recuerdo los Tenryuubitos parecían haber dejado ese tema por las buenas.
-Eso fue solo una fachada, lo que Fisher Tiger en verdad los enfureció, era como si los hubiera expuesto como unos idiotas. Con la influencia que tenían en el Gobierno sacaron a varios criminales de las cárceles y los contrataron para traer de vuelta a los esclavos, ellos no se quedarían de brazos cruzados. Varios de nosotros tuvimos que tener mucho cuidado, pues varios tienen nuestros rostros grabados.
-¿Por qué no los pusieron en Wanteds?
-Tampoco son muy tontos, de la noche a la mañana no pueden surgir varios criminales. Al cumplir 16 salí hacia el Nuevo Mundo y desde entonces he estado viajando sola y teniendo mucho cuidado, de vez en cuando me encuentro con piratas, marines o civiles, pero logro pasar desapercibida, a veces regreso a la Isla Gyojin y ellos pueden transportarme a Grand Line, he visitado tantos lugares en mi vida, pero nunca me quedo en uno solo. Eso es todo lo que tengo que decirles.
-¿Aun quieres ser un pirata?- pregunto Luffy.
-Solo quiero ser libre.
-Entonces es lo ideal para ti- hablo Usopp.
-Ven con nosotros, te divertirás- hablo Chopper emocionado.
-Apuesto a que aún no has visto de todo en este mundo- decía Franky -¡Tendremos súper aventuras!
-¿En serio quieren que me una a ustedes?- pregunto sorprendida Jeanne.
-¡Por supuesto, vivirás al máximo!- se le acercaron Luffy y Usopp.
Jeanne sonrió, aun después de tantos años de miedo, ellos podrían ser la luz que tanto anhelaba. Un par de lágrimas salieron de su ojo, mismas que desaparecieron cuando las seco.
-Se los agradezco mucho chicos.
-¡Eso es un sí!- Usopp, Luffy y Chopper empezaron a cantar sobre una nueva nakama.
-Mugiwara-San, acepto unirme a ustedes, pero…
-¿Pero?- pregunto Robín.
-Me rehusó a que te rehúses- se adelantó Luffy.
-No es eso, pero tengo algo que hacer antes de unirme a ustedes.
-¿Es eso?
Jeanne asintió.
-Les prometo que en cuanto termine este asunto los alcanzare en unos días, esto… es algo incómodo ¿Pero podrían dejarme cerca de alguna isla?
-Por supuesto Jeanne-San- hablo Sanji.
-¿Eso no afecta en nada Torao?- pregunto Luffy a Trafalgar.
-Nuestra ruta ya es segura, no creo que nos metamos en otro problema solo por acercarla a algún lugar- respondió el cirujano.
-Sabía que no eras tan malo Cirujano… ¿ahora me devuelves mi corazón?- pidió, a lo que Trafalgar le aventó el cubo en el que se encontraba -¡Oye! Trátalo con más cuidado.
-¿Crees poder encontrarnos en Dressrosa?- pregunto Zoro.
-¿Dressrosa?- Jeanne lo pareció pensar un momento, había escuchado algo de ese sitio antes cuando había pasado –Si, creo que sí. Nos veremos en ese entonces.
-¡Esto hay que celebrarlo!- grito Luffy -¡Tendremos una nueva nakama!
-Luffy la fiesta se hará cuando ella nos encuentre- lo regaño Nami.
-No hay problema Nami-San, no me molesta- hablo Jeanne, se le acerco a Luffy y lo tomo de los hombros mientras bailaban con Usopp y Chopper.
-Bueno, ya que estamos todos reunidos- hablo Robín –Quiero hacer una noticia- todos pusieron atención a la arqueóloga –Franky y yo estamos juntos, como pareja- decía mientras daba un pequeño beso a Franky en la mejilla, el cyborg se puso rojo e hizo una de sus súper poses.
-¿Una boda? ¡Pues tienen que esperarme!- decía Jeanne emocionada.
-Los felicito chicos- hablo Nami mientras abrazaba a Robín y a Franky.
-Entonces preparare algunos bocados para festejarlo- hablo Sanji, todos los demás salían para felicitarlos y empezar la fiesta.
-¿Necesitas ayuda?- preguntó Zoro.
-Ya me siento mucho mejor, en serio no tienes que preocuparte- a veces Zoro podía llegar a ser muy empalagoso.
-Solo no quiero que te lastimes.
-No lo hare, después de todo lo que hemos pasado hasta ahora te preocupas- Sanji toco su frente -¿No estarás enfermo marimo tonto?
-¡Por supuesto que no!- grito algo enfadado.
-Que lastima tenía la cura perfecta- decía Sanji con una sonrisa.
-¿Así?- preguntó curioso -¿Cuál?
-Esta- Sanji lo tomo del rostro y lo acerco hacia él, juntando ambos labios en un beso. Poco a poco empezaba a demandar más y más, la lengua de Zoro se escabullo entre la boca de Sanji, poco a poco empezaba a ponerse más pasional.
Sanji puso sus brazos alrededor del cuello de Zoro, el marimo lo pego a su cuerpo, mientras sus manos empezaron a recorrer el cuerpo del cocinero.
-Cof, cof.
Cuando se separaron vieron a Jeanne con una sonrisa.
-Guarden esa pasión para la noche de bodas- rio mientras el cocinero y el espadachín se ponían rojos.
-¿No te enseñaron a no interrumpir?- preguntó algo frustrado Zoro.
-Muchas veces Marimo-San- respondió con una sonrisa malvada.
-¿Qué se te ofrecía Jeanne-San?- preguntó Sanji una vez recuperado del susto.
-Nami-San quiere que Marimo-San ayude a los chicos a sacar algunas cosas.
-Ellos pueden hacerlo por sí mismo- respondió Zoro.
-Pero ella tienen tus katanas y amenaza con tirarlas al mar si no vas.
-¡¿Qué cosa?!- como alma que lleva el diablo Zoro salió de la cocina.
-Es tan crédulo- rio la chica.
-Eso es muy malvado de tu parte Jeanne-San- decía Sanji.
-En parte, ¿Qué preparare?
-No es necesario.
-Claro que lo es, de no ser por ti yo estaría muy en el fondo del mar, tómalo como un pago por esa vez. Ve con los demás ¿sí?
Sanji parecía dudarlo un poco.
-Por favor, quiero compensarlos a todos por este daño que he causado- hizo un ligero berrinche.
-Está bien, tú ganas Jeanne, procura que quede suficiente comida para todos, lo que comas, prepáralo al doble.
-Tu estate calmado, te prometo que alcanzara para todos.
-¡Ah! Casi lo olvido- Sanji saco de su pantalón el parche de rosa que uno de los cazadores había roto.
-Kuroashi-San- hablo sorprendida –Tu lo…
-Fueron las chicas, quisieron hacer lo mismo por tu capa, pero ya estaba muy desgastada.
-Agradéceles de mi parte- Jeanne lo tomo y se lo coloco de nuevo, Sanji iba directo a la salida –Kuroashi-San- el rubio volteo –Muchas gracias.
Una vez que Sanji salió, Jeanne saco un sobre de su pantalón, era un polvo blanco.
.
La fiesta ya había iniciado, la música que Brook tocaba animaba a todos.
Zoro y Nami habían iniciado una batalla de tragos, ambos estaban empatados y lucían como si no tuvieran nada.
Luffy había obligado a Trafalgar a unírseles a festejar, Franky y Robín hablaban sobre ellos mismos, Chopper y Usopp les hacían bromas.
Kinemon y Momonosuke le contaban a Sanji sobre cómo era Wano kuni,
-¿Quién quiere comer más?- preguntaba Jeanne al salir de la cocina con más bocados.
-¡Yo!- gritaba Luffy.
-Yohohoho, Nami-San esta vez luce usted más bella que nunca ¿me mostraría sus…?
-¡No!- pateo Nami a Brook.
-Kyajajaja, no sé porque nunca me había topado con ustedes, sus fiestas son magníficas- decía Jeanne mientras comía mas pasteles.
-Te divertirás en este barco Jeanne-San- hablo Robín –Incluso podremos encontrar una isla llena de escarabajos venenosos.
-Me agrada su humor Nico-San, en mis viajes llegue a una isla de caníbales- hablaba Jeanne.
-Ya lo creo- pensaron Usopp y Franky.
Jeanne se levantó y entro a la cocina, cuando salió traía 14 tarros de licor.
-Espero y les guste- empezó a repartir entre los piratas, incluso le dio a Caesar –Es algo que hacíamos en el pueblo donde vivía.
Todos probaron el licor que la mujer les dio, algo suave, pero delicioso.
-¡Brook-San, siga tocando!
-Ok Jeanne-San- el esqueleto con su violín empezó a entonar la canción de Sake de Binks, la música se hizo presente, todos los chicos empezaron a cantar y a bailar.
Sanji y Zoro se sentaron cerca, Zoro abrazo al cocinero.
Ahora estaban juntos y nada los separaría.
Conforme la noche avanzaba, la música se hacía cada vez más lenta.
.
Ya todos estaban dormidos, bueno no todos.
-Yohohoho, yohohoho- cantaba Jeanne con un saco pequeño, pero reluciente. Lo aventó por la borda, en el mar ya estaba su bote.
Regreso por algo de comida, paso entre todos con cuidado, dio un último vistazo a sus nuevos amigos. Law y Luffy dormían juntos, Jeanne rio pues sabía que no habían caido cerca por simple accidente. Robín dormía entre los gigantescos brazos de Franky, Usopp y Chopper dormían cerca de Nami. Brook había caído cerca del camarote de las chicas. Los samuráis igual dormían profundamente.
-Lo siento chicos, es solo que no me gustan las despedidas- les dijo mientras saltaba al bote, en el licor había puesto un fuerte somnífero, no tenía sabor u olor, así que era imposible saber que estaba presente en la comida.
-A nosotros tampoco- una voz la sorprendió y volteo rápidamente, topándose con el cocinero.
-Kuroashi-San… ¿desde cuándo estas despierto?
-En realidad no dormía, como cocinero que soy no iba simplemente a probar cualquier cosa sospechosa.
-Eres inteligente Kuroashi-San.
-Que lastima que no digas eso de todos- decía otra voz.
-¿Cirujano?
-Alguien debía de estar consiente en esta tripulación de locos.
-Ah- suspiro Jeanne –Yo creí que iba a irme sin problemas. Voy a extrañarlos chicos, la pase genial con ustedes.
-Nosotros igual- hablo Sanji.
-Especialmente aquel sake de Marimo-San.
-Bueno, atrápalo- Jeanne logro atrapar a tiempo una botella.
-¿Marimo-San no se pondrá celoso?
-No lo creo, tendrá todo un barril completo para cuando despierte.
-Es la despedida chicos. Cuídense- Jeanne soltó la cuerda que tenía sujeto su bote – ¡Cirujano cuida mucho a Mugiwara-San! ¡Despídanme de los demás!
-¡Ten buen viaje!- le grito Sanji.
Jeanne izo la vela, cuando recordó algo, rápidamente grito:
-¡Kuroashi-San disfruta tu regalo!- ahora sí, su deuda estaba saldada.
-¿Qué?
Una luz brillante les hizo llamar la atención y también hizo que todos los demás se despertaran.
-¿Ya es hora del almuerzo?- preguntó algo somnoliento Luffy.
-¡¿Pero qué diablos?!- grito Zoro y los demás cuando vieron a su lado a un mini peliverde.
-Zoro no sabía que habías tenido un hijo- se asombró Luffy.
-¡No seas idiota! ¿Dónde está Jeanne?- pregunto furioso Zoro, Sanji aun sorprendido señalo al mar y al bote que ya estaba muy lejos -¡Mujer del demonio vuelve y arregla esto!- le gritaba, a lo lejos escuchaba a Jeanne reír y a su bote desaparecer.
-Se me hace muy curioso- le murmuro Nami a Usopp.
-¿Cuál será su secreto?- le pregunto Usopp.
-¡Los puedo escuchar!- les grito Zoro -¡Auch!- el chibi Zoro había tomado tres escobas y con una de ellas había golpeado a Zoro -¡Serás un mocoso!
Recibió una patada de parte de Sanji.
-Trátalo con más cuidado, que eres tú- dijo mientras levantaba al chibi Zoro y lo ponía en uno de sus hombros.
-¡¿Qué diablos hace?!- preguntaba desde el suelo un enojado y celoso Zoro.
-¿Qué más? ¿Alguno de ustedes quiere comer?- pregunto mientras se dirigía a la cocina seguido de los demás.
Zoro sabía que lo hacía como venganza por el chibi Sanji, sonrió, pues el cocinero no sabía lo que era tener encima a dos Zoros al mismo tiempo.
¿Fin?