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Never give Up por ritsuka10

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Notas del capitulo:

Hyung

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Foto de fondo en el ce de Junhong

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La manos de YoungJae sudaban a borbones, cada segundo que pasaba las frotaba con más ansia, delante de él se encontraba la madre de la persona que amaba, era una mujer hermosa, sus cabellos castaños combinaban a la perfección con su piel blanca como la nieve, no se parecía en nada a su hijo pero su manera de hablar, su mirada, el tono de su voz era idénticos a los de DaeHyun, hizo una reverencia de noventa grados, trato de arreglar sus lentes, su uniforme, anhelaba causar una buena impresión, aquella mujer contesto con una bella sonrisa después de las presentaciones el consejo estudiantil puso manos a la obra para continuar con los arreglos del baile de caridad, sería un evento de altura.


—Me agrada la logística que llevan, el concepto es increíble. —Dijo la mujer aplaudiendo al finalizar la presentación. —Creo que tienen todo preparado, la idea de los antifaces me fascino ¿A quién se le ocurrió?


—A nuestro chico estrella. —Contesto L pasando su brazo por encima de los hombros de Jae quien se sonrojo por la atención recién adquirida. —JaeJae es el mejor, ha trabajado muy duro para obtener esos puntos extras.


El resto del consejo también lleno de halagos al pelinegro, la mayoría lo respetaba por L ya que solía defenderlo ante los ataques de los alumnos, el rumor de que YoungJae era el “otro” en la relación de DaeHyun y JongUp cada día se volvía más fuerte, más tangible, era como una bola de nieve que poco a poco se hacía más grande, más pesada para los protagonistas principales de aquel drama, la mujer se unió también con buenos comentarios, el pelinegro se sintió feliz al ver que era bien recibido por su suegra así que una dulce sonrisa se formo en sus labios, ese acto no paso desapercibido por L quien rápidamente torció los labios, debía poner su plan rápidamente en marcha.


DaeHyun se coloco en la puerta principal del auditorio del colegio donde el comité estaba eligiendo que decoración utilizarían en la fiesta, con la mirada busco a su mata de cabellos negra favorita, lo encontró recargada en una columna, abrazaba fuertemente una carpeta mientras se mordía las uñas, siempre recurría a esa manía cuando estaba nervioso, molesto o tenía miedo, camino lentamente hacia él.   


—Deja de hacer eso te vas a lastimar los dedos otra vez. —Una sensual voz llego a los oídos del pelinegro quien sintió como unos brazos lo rodeaban por la espalda. —Te lo dije.


El pelirrosa tomo la mano del menor quien ahora tenía una línea de sangre recorriendo el dedo índice, llevo la lastimada parte a sus labios, lamiendo esa suave piel, las mejillas de Jae se sonrosaron, se dejo llevar por aquella intima caricia mientras una lengua no dejaba de juguetear con su dedo, de pronto recordó en qué lugar estaba así que rápidamente se deshizo del agarre y aventó a su compañero, lanzo un vistazo a su alrededor descubriendo que la mayoría de las personas estaban atentas a la artista quien se encontraba en el otro extremo.


—¿Qué tienes? —Cuestiono el mayor al notar que cada paso que daba el menor se alejaba. —¿Qué sucede cariño…


-Dae amor ¿Viniste a saludarme? —Interrumpió una castaña corriendo con los brazos abiertos hacia su hijo quien la miraba atónito. —¿No trajiste a JongUp? Quería saludarlo.


Un puchero se formo en el perfecto rostro de la mujer quien beso dulcemente las mejillas de su primogénito, al abrazarlo detecto como este se tensaba giro su cara para ver con qué persona conversaba su pequeño, se sorprendió al ver a Jae quien estaba completamente sonrojado, ese chico no le agradaba pero había algo en él que no le daba confianza.


—Mamá ¿Qué estás haciendo en la escuela? —Cuestiono en tono molesto, no le agradaba la idea de tener a su madre tan cerca de su novio. —Estoy sudoroso acabo de salir del entrenamiento.


—La señora Jung ha decidió ayudarnos con los preparativos para la fiesta de caridad, se ha comprometido a cantar para nosotros. —Dijo L con una mueca de burla, el pelinegro se puso a un lado de Jae para abrazarlo. —Eres un chico afortunado al tener una madre tan perfecta.


Dae no pudo contestar ya que su mirada se clavaba en la manera que L apretaba su agarre hacia Jae quien solo bajo la mirada, le molesto aquel gesto por parte de su novio ¿Por qué dejaba que lo tocaran de esa forma?, torció los labios fastidiado, el presidente del consejo no dejo de intercambiar cumplidos con la mujer quien parecía estar fascinada por la atención que todos le prestaban.


—Tu madre nos ha dicho que cantas maravilloso sería fabuloso que hicieras un dueto con ella. —Ahora interrumpió Hoya colocándose al otro lado de Jae mientras intercambiaba miradas cómplices con su amigo. —O con JongUp he escuchado que también canta.


—Sería tan hermoso ver a mi hijo con su novio, sé que la Familia Moon está orgulloso de su pequeño ya que es un chico con muchas cualidades, ha ganado muchos torneos de atletismo, Tae kwo Do, es toda una joya. —Complementaba la mujer con cara de ilusión. —No pudiste elegir mejor pareja que él, es simplemente perfecto.


—No olvide que viene de una de las mejores Familias y sobre el problema de hace un par de años sabemos que fue mentira, todos conocen al Sr. Kim, es uno de los peores hombres. —Ahora hablaba L acariciando el cabello de Jae quien cada vez se sentía más pequeño, más insignificante. —Pero bueno el pasado es el pasado y ahora los Moon son personas respetables y con una gran fortuna.


El pelirrosa no hacía caso a las palabras que su madre intercambiaba con los otros dos jóvenes debido a que toda su atención estaba dirigida a su pareja, detestaba la manera que dejaba que lo acariciaban, sentía como la sangre le hervía en el interior, su pecho se estrujaba en miles de dobleces, le enfermaba ver que otra persona tocara lo que era suyo, los celos lo carcomían por dentro, lo trasformaban en algo que no podía contener, se imaginaba golpeando al presidente del consejo, su rabia paso a volverse tangible cuando clavo sus uñas en su mano la cual estaba formando un puño, mordía su labio inferior con ansia, esos gestos no pasaron desapercibidos por la mujer quien busco la causa de aquel ataque de ira, observo al chico de lentes, el becado, el hijo de quien sabe quien, no podía recordar su apellido porque no era importante, su nombre se le olvido por qué no era nadie de su círculo, un pobre muerto más que soñaba con ser algo que nunca será.   


—No creo que Up le guste la idea de cantar, es algo tímido. —Contesto deshaciéndose del agarre de su madre, rápidamente jalo de la mano a Jae para arrastrarlo con él. —Tengo que hablar con YJ sobre el libro que me prestó, nos vemos después madre.


Departamento de HimChan


JongUp ingresaba al lobby con cierto aire de curiosidad, su pareja le acaba de enviar un mensaje comunicándole que llegaría un poco tarde pero que podía esperarlo en su departamento, mordió su labio inferior no estaba muy seguro que el vigilante lo dejara entrar, solo un par de veces se vieron, mientras observaba alguien toco su hombro se giro topándose a un hombre de mediana edad quien llevaba una sonrisa en el rostro.


—El joven Kim me comento que le abriera el departamento. —Hablo el extraño, su semblante lucia cansado pero su mirada era amable. —Vamos para que no lo espere aquí parado, usted debe ser alguien muy especial es la primera vez que el joven trae a alguien a su departamento. —JongUp afirmo sonrojado por esas palabras. —El joven Kim es una buena persona.


—¿Lo conoce hace mucho tiempo? —Cuestiono interesado, el menor deseaba conocer más ese lado que su novio trataba de esconder. —He notado que ustedes se llevan muy bien.


El hombre hizo un nudo a la bolsa que llevaba en sus manos, presiono el botón del piso el cual era su destino, un silencio incomodo se formo no estaba seguro si era conveniente hablar de la vida de uno de los residentes, entonces recordó las palabras que HimChan le confesó en la mañana “Mi novio vendrá en la tarde por favor trátelo bien, es la persona que más amo en este mundo”.


—Él llego a mudarse a este edificio hace un par de años, era una persona muy seria pero educada cada vez que llegaba o se retiraba pasaba a saludarme, platicábamos de futbol un poco, era un residente modelo. —Comentaba con cierto aire de admiración. —Hay gente que nunca voltea a mirarte porque piensan que son superiores a nosotros, pero el joven era distinto, una tarde estaba muy distraído con mis problemas que no pude contestar a su saludo entonces él se acerco a preguntarme que me sucedía, era el primer residente que lo hacía, la primera persona que se dio cuenta que no estaba bien. —La voz del hombre se quebró por lo que Up bajo la mirada apenado. —Le platique que a mi hijo de cinco años le detectaron una grave enfermedad y que el tratamiento era demasiado caro, no se lo dije para generar lastima solo anhelaba contárselo a alguien, que alguien tuviera el tiempo de escucharme. —Las puertas del elevador se abrieron ambos salieron hacia el pasillo. —El joven Kim saco algo de su billetera y me dio un cheque al portador en blanco, me dijo que le pusiera la cantidad que fuera necesaria para salvar a mi hijo, no podía creer que confiara tanto en mi, juro que por primera vez en toda mi vida llore como un niño…


El hombre bajo el rostro apenado abriendo la puerta del departamento 505, JongUp recibió la bolsa que el hombre llevaba en manos, eran algunos trastes con comida.


—Trate de negarme a recibir ese cheque cuestionando ¿Porque me daba un cheque en blanco?¿Como sabría que no lo estaba engañando? él me observo y contesto que me conocía, sabía que era un hombre honrado el cual solo trabajaba por su familia, ese joven dijo que me admiraba, me respetaba, era un verdadero padre. —El vigilante esbozo una tenue sonrisa. —La enfermedad de mi hijo no ha sido barata pero HimChan se ha encargado de todos sus gastos, poco a poco va mejorando y ha sido gracias a él, por eso mi esposa le envía comida, es nuestra manera de agradecer sus atenciones, su novio es una gran persona, usted es muy afortunado al tenerlo.


El menor se quedo con un nudo en la garganta, se despidió con una reverencia, cada día conocía más secretos de su mejor amigo, siempre que estuvieron juntos creía conocerlo a la perfección pero ahora se daba cuenta que ese tiempo que pasaron separados el mayor había cambiado radicalmente, su corazón se inflo de orgullo al solo pensar que ese maravilloso ser lo amaba, rápidamente corrió a la cocina para calentar la comida, prepararía la mesa para recibirlo, de cierta manera él también buscaba mimarlo, llenarlo de amor, de cariño, ese que tanto le hizo falta cuando era niño, recordaba cómo sus padres lo abandonaban, como siempre que regresaba del colegio y comía solo, aunque estaba rodeado e miles de sirvientes, la soledad era tangible.


HimChan abrió la puerta de su departamento con una sonrisa en los labios, el vigilante le comento que tenía unos minutos que su novio había llegado, llevaba un pequeño regalo para su él en la mano, cuando vio lo que en el interior le esperaba, sus ojos brillaron a más no poder, en la mesa la comida estaba servida, JongUp llevaba un delantal, mal amarrado por cierto, pero lucia encantadoramente perfecto, el castaño trataba de encender unas velas.


—Bienvenido a casa te estaba esperando. —Dijo con una sonrisa caminando hacia el intruso, se colgó de su cuello besando sus labios. —HimChan te amo, eres lo que más quiero en el mundo.


La mirada del mayor se puso vidriosa, el regalo que llevaba cayó al piso, se aferro a la espalda del menor, se hundió en su cuello, absorbiendo su esencia, su perfume, las lagrimas por fin escaparon de sus ojos, por primera vez en su vida alguien lo esperaba con la mesa servida, ya no comería, ni cenaría solo, ahora alguien aguardaba por su llegada, no estaba solo, no era invisible, alguien lo veía, la pareja se sumergió en un beso apasionado para después sentarse a cenar, el menor le comento sobre su día en el colegio, el pelinegro también contaba sobre sus actividades, el departamento se lleno de una aura mágica, los dos jóvenes conversando como unos recién casados lo harían, intercambiaban besos, risas, miradas, el mundo desaparecía a su alrededor, solo existían ellos dos, después de cenar lavaron la vajilla juntos, nuevamente no dejaban de disfrutar de su mutua compañía pero ese momento se vio interrumpido por un golpe en la puerta HimChan rápidamente se dirigió a ella, dos personas entraron, parecían estar discutiendo.


—Explícale al comandante lo que piensas hacer. —Dijo Taemin mirando molesto a Onew quien observaba a su jefe. —Anda dile que no hiciste lo que te pidió.


—¿Qué pasa? ¿Por qué entran de esa manera a mi casa? —Cuestiono molesto el mayor mirando en dirección de la cocina. —Uppie está aquí así que más vale que sepan lo que dicen.  


El menor asomo la cabeza limpiándose las manos con una toalla, saludo con la mano a los dos jóvenes, Him al verlo camino a su lado para llevarlo a la habitación donde le pidió que lo esperara aludiendo que tal vez Taemin y MinHo habían tenido una riña marital, tal vez Onew había metido la pata al reprimirlos, el menor asintió pero rápidamente se pego a la puerta ya que comenzaron a escucharse algunos gritos pero no lograba entender lo que decían.


—Zico estaba de acuerdo conmigo, ellos lo han hecho muchas veces antes y solo será por un mes. —Se justifico el líder de Shine dejándose caer en el sillón. —Necesitan el dinero para la operación de Jae, ya sabes que Bang gasto lo último que tenía en pagar su parte del Club y es muy orgulloso para pedirte prestado.


—Déjalos pero no le digan nada a Guk. —Contesto el pelinegro vigilando el pasillo que iba a su departamento. —Hacer una casa de apuestas clandestina en el club está bien solo mientras sepan lo que hacen, solo va ser aun mes ¿Entendido?


—Es muy peligroso si la policía nos cae podrían meterte a la cárcel recuera que tu estas como el dueño del edificio. —Respondió Taemin poniéndose de pie. —No deberíamos arriesgarnos.


El líder torció los labios mientras acariciaba su mejilla, llego a escuchar que la operación de Jae era muy importante debido a que si no se la realizaba podría perder la vista de su ojo derecho, comprendía porque Bang no paraba de trabajar, estaba seguro que no le pediría dinero, ese hombre era demasiado orgulloso, la soberbia era su principal virtud y defecto.


—Confiare en su criterio. —Dijo el mayor seguro de su mismo mirando a Tae. —Háganlo pero asegúrense que nadie se entere, solo será por un mes y después lo desmantelan, ahora váyanse no quiero que Up sospeche algo.


Los dos hombres se despidieron saliendo por la puerta principal, Him se dirigió a la habitación encontrándose a un castaño acostado en la cama, miraba caricaturas, se coloco encima de él para besarlo, mordió su cuello, cada noche a su lado era más maravillosa que la anterior.


Estacionamiento del departamento Bang.


Jae intentaba por tercer ocasión bajar del auto pero la mano enojada de su novio se lo impedía, después de arrastrarlo fuera del auditorio lo llevo al coche donde lo lanzo en su interior para después arrancar furioso, en el camino le cuestiono sobre su molestia pero el mayor no contestaba, no hablaba, solo se mantenía serio en su lugar, cansado un suspiro escapo de sus labios, sus dedos instintivamente se fueron a sus dientes, el nerviosismo lo comenzaba invadir.


—Tu madre va malentender ¿Por qué me sacaste de esa manera? —Cuestiono pero el silencio fue su respuesta, su cordura llego al límite así que nuevamente trataba de huir, una mano lo regreso al asiento. —¿Qué diablos estás haciendo? Si no hablas como quieres que te entienda.


—¿Por qué dejaste que te tocará? —Dijo en tono frio el mayor arrinconando al pelinegro entre el asiento y su cuerpo. —¿No se supone que te aterra el contacto? Odio que este siempre pegado a ti como una garrapata, lo detesto.


El menor volteo su mirada para clavar sus ojos en otro punto, un nudo se formo en su garganta al sentir unos labios en su piel, Dae estaba siendo muy egoísta al no darse cuenta lo diferentes que era, lo distintos que sus mundos llegaban a ser, esas horas que paso con su madre se dio cuenta que nunca tendría una oportunidad, la mujer al inicio fue amable con él pero cuando se entero que su apellido no pertenecía a un árbol genealógico de elite comenzó a ignorarlo, a mirarlo de manera despectiva, no dejaba de hacer comentarios sobre su futuro yerno, un chico de grandes dotes deportivas y dueño de una cuantiosa herencia, por esa razón estaba detrás de esta columna, alejados de todos, anhelando una vez más ser invisible, que nadie lo notara, estaba cansado de seguir siendo humillado.


—¿Qué respuesta te hará feliz? Ya te lo he dicho mil veces, es un amigo que conocí en un videojuego en línea, confió en él, es mi amigo. —Logro articular soltando un pequeño gruñido al notar que unos dientes se clavaban en su cuello. —Solo piensa lo que quieras, no voy a rogar por tu confianza, haz lo que desees.


La furia se desato en el interior del mayor, detestaba que Jae fuera tan pasivo, tan melancólico, tan frágil, no llegaba a defenderse aunque otra persona lo lastimara, sus palabras significaban que no se disculparía por dejarse abrazar por L, daban a entender que no había hecho nada malo, sus gruesos labios llegaron a los delgados del pelinegro, lo forzó a corresponderle, lo mordió con saña para poder escuchar otra queja, su lengua se coló pero un sabor metálico llego a sus pupilas gustativas abrió los ojos descubriendo que de la boca del menor un hilo de sangre corría.


—Lo lamento, perdóname no quería lastimarte. —Dijo asustado el pelirrosa regresando a su lugar. —JaeJae no sé que me paso, ¿Te duele? No sé que me estaba pensando.


—Yo lo sé, querías herirme como estaba herido tu orgullo. —Le escupió el menor fastidiado. —La gente suele maltratar a las personas que los lastima, tú maldito ego se vio arruinado así que trataste de marcarme como si fuera de tu propiedad, pero recuerda que tu maldito novio oficial es JongUp.


El menor abrió la puerta de un rápido movimiento, no estaba siendo justo estaba tratando de lastimar a Dae por las groserías que su madre le había hecho, no era su culpa pero necesitaba desquitarse con alguien, las lagrimas recorrieron sus mejillas, recordaba aquel novio que tuvo su madre, ese que la golpeaba cada vez que estaba borracho, él que al otro día la llenaba de flores, la mirada estúpida que le regalaba, aquella que lograba el perdón de una mujer con el ojo morado, limpio su boca al mirar como la sangre se quedaba tatuada en sus dedos, el temor lo invadió, se estaba convirtiendo en la persona que más odiaba en el mundo, un agarre detuvo su andar, se giro para ser estampado en un pecho, unos brazos lo rodearon hasta casi ahogarlo.


—Perdóname, perdóname, perdóname. —Decía entre balbuceos el mayor mientras escondía su rostro en el cuello del pelinegro. —Prometo que hablaré con mi madre, te amo JaeJae, te amo, no te lastimare, confió en ti, confió en ti, por favor no me dejes.


—No te preocupes. —Articulo el menor acariciando el cabello rosa del mayor. —Todo está bien.


No podía odiarlo, no podía alejarlo de él, lo amaba a tal grado de permitirle que lo rompiera en dos, su historia no tendría un final feliz, no vivían en un cuento de hadas, esa era la realidad, él se estaba convirtiendo en su madre.


Mansión Choi


JunHong estaba tirado sobre su cama, su mirada estaba fija en su teléfono celular el cual no paraba de vibrar por los mensajes que arribaban, una bella sonrisa adornaba su blanco rostro, se giraba encantado al leer aquellas frases que su novio le regalaba.


Gukkie pervert: Hey conejo espero que tu tarea esté terminada, deja de coquetear con desconocidos.


Zelo-chan: Mi tutor lindo me ayudo a terminarla, deberías conocerlo es muy guapo :P


Gukkie pervert: ¿No te da vergüenza coquetear con el hermano de tu novio? Eres de lo peor.


Zelo-chan: Mi novio me ha abandonadoL, soy algo precioso que necesita ser cuidado.


Gukkie pervert: Es verdad eres demasiado hermoso, tu blanca piel como mármol me invita devorarla, quiero hundirme en tu aroma, morder tus labios…


Un suspiro escapo de la boca del rubio quien miraba el techo fascinado, las mariposas no dejaban de volar por su piel, cada vello de su piel se erizaba al recordar las noches que durmió con su pareja, la música mezclándose con sus gritos, las oleadas de placer recorriendo su interior, no se arrepentía de elegirlo a él.


Zelo-chan: Te extraño ¿Cuándo nos veremos?


Gukkie pervert: Pronto sunshine, lo prometo <3


Jun miro su fondo de pantalla, estaba Bang usando una camisa azul, su cabello estaba hecho un desastre lo trataba de esconder debajo de un sombrero sin tener éxito el menor tenía un dulce puchero al igual su pelo rubio era un nido desordenado, una tonta sonrisa volvió a dibujarse en su cara, sus sueños se vieron interrumpidos por unos golpes en la puerta, puso sus ojos en blanco, no deseaba que lo interrumpiera, quería seguir recordando todas la noches que paso en los brazos de su amante, el toque en la puerta de madera no dejo de parar, una venita salto en su cien.  


—Estoy muy cansado por favor. —Grito molesto abriendo la puerta, al ver quien estaba a mitad del pasillo su molestia se esfumo, dejo caer su celular al piso para correr abrazar a la persona que estaba delante de él. —Hyung has vuelto.


El rubio se escondió en los fuertes brazos de su hyung, un hombre alto de perfil elegante, su cabello era negro, usaba un traje sastre a la medida, el mayor beso los cabellos amarillos del menor, lo tomo por la barbilla para tocar sus labios, Jun no esperaba aquel movimiento pero tampoco se negó a corresponder, regresaba a ser un niño fascinado por las enseñanzas de hermano mayor, a quien admiraba, respetaba.


—Llevaba deseando esto hace muchos años. —Dijo el mayor acariciando las sonrojadas mejillas del menor. —Vamos a cenar, sal conmigo esta noche, le he avisado a tu padre.


—Claro, déjame cambiarme. —Contesto recordando que estaba platicando con su novio, el celular vibraba en el piso. —Ahorita te alcanzo.


Seung observo que el rubio no dejaba de ver el móvil, lo tomo de brazo negando con la cabeza, “Así luces hermoso” le susurro al oído arrastrándolo hacia las escaleras, Zelo se mordió los labios hubiera deseado despedirse de su pareja pero era claro que su hyung no lo dejaría regresar, subieron a un carísimo auto último modelo, su hyung era heredero de una gran fortuna, su familia pertenecía a una de las más poderosas de Corea, el nerviosismo se apodero de su cuerpo al notar como el mayor entrelazaba sus dedos con los suyos, miro la calle agradeciendo que Bang no estuviera cerca, ya que esa situación no sería sencilla de explicar. YongGuk verificaba por quinta vez su bandeja de entrada para ver si recibía alguna contestación a su propuesta, pero estaba vacía, se recargo en el muro, acaba de llegar a un callejón cerca de la casa de JunHong, le daría una sorpresa, tenía planeado llevarlo al cine, invitarlo a cenar algún lugar, lamentablemente en los últimos días había estado muy corto de dinero, lo obtenido por el negocio con los japoneses lo había gastado para pagar su parte del club que compraría con HimChan, además estaba trabajando duro para juntar el dinero de la operación de Jae, sabía que Zelo no era materialista pero era consciente que seguía siendo un niño rico acostumbrado a las buenas cosas, se escondió detrás de un árbol al notar que un auto salía de la mansión Choi, hecho un vistazo para descubrir un desagradable imagen, presiono el botón para marcar el número de su novio pero era enviado al buzón, subió rápidamente a su moto para seguir el vehículo, anhelaba creer que su mente le había jugado una mala treta, que no era su sunshine quien iba en ese auto con los dedos entrelazados con otra persona, su destino fue un restaurant muy elegante, el más caro del país, un hombre de cabello negro salió de lado del copiloto, tomo la mano del rubio ayudándolo a salir y no la soltó en todo el trayecto hacia el interior.


Bang se quito el casco su mirada seguía fija en esa pareja, lucían como unos dulces novios en su primera cita, observo que los sentaban en una mesa en la terraza del segundo piso, su mente le gritaba que saliera corriendo pero quería ver un poco más, los minutos pasaron, sus dedos nunca se soltaron, el rubio no paraba de reír, de sonrojarse, el mayor acomodaba su cabello, acariciaba su rostro, Guk tomo su celular entre sus manos, escribió un último mensaje “Buenas noches.” Arranco su motocicleta no quería seguir mirando, fue un tonto al pensar que ese niño lo estaba tomando enserio, solo era un experimento, un juguete más en su larga lista, uno con quien solo aprendió lo necesario para satisfacer a la persona que en verdad deseaba, presiono el acelerador, por eso odiaba la palabra amor, ese sentimiento llegaba a destruir al ser que se ama, a la persona que ama, era un dolor nunca antes sentido, un fuego crecía en su interior, deseaba hacer llorar a la persona que por primera vez lo estaba hiriendo, a la que dejo pasar su barrera.


—Pensar que esta noche por fin te iba a decir que te amaba. —Se dijo así mismo rebasando un auto que iba en la autopista. —El juego se ha terminado y por primera vez resulte ser el perdedor.


JunHong se despedía de su hyung, evito que lo volviera a besar, no era justo para Bang, es como si lo estuviera engañando, corrió hacia su habitación para tomar el celular en sus manos, tenía un par de mensajes los leyó despacio.


Gukkie pervert: Me gustaría ir a la exposición que hay en el centro.


Gukkie pervert: ¿Qué te parece mañana? J


Gukkie pervert: ¿Sunshine?


Gukkie pervert: No te molestes tengo una sorpresa para ti.


Gukkie pervert: ¿Están tus padres? Yo también te extraño.


Gukkie pervert: Buenas noches


El rubio marco el número de su novio, era ya de madrugada pero necesitaba hablar con él, tuvo que marcar un par de veces más para obtener una respuesta.


—¿Cariño? Lo siento mis padres llegaron y me obligaron a ir a cenar con ellos. —Mintió no quería una pelea a esas horas en la mañana, menos por teléfono. —Te quiero, mañana podemos ir al museo ¿Te parece bien?


—Lo siento tengo que cubrir a un amigo en el trabajo. —Una fría voz contesto. —Ya será el próximo fin de semana, estoy cansado buenas noches.


Bang no le dio tiempo de despedirse, no estaba listo para dejarlo de ir, su justificación fue patética, si hubiera dicho la verdad solo tal vez hubiera tenido una oportunidad, pero con esa mentira se ganaba su odio, su resentimiento, un gruñido escapo de sus labios, giro su mirada al rubio que estaba a su lado, curaba su ceja abierta, era tan sencillo vengarse de JunHong en ese momento, podía acostarse con Ren, lo tomo por la barbilla pero algo en su interior lo detuvo, él en verdad se había enamorado de ese mocoso, no podía hacerle lo mismo.


—Debes tener más cuidado con esa motocicleta. —Le reprimió el menor guardando el botiquín de primeros auxilios en el closet. —No entiendo como fuiste a estamparte con ese árbol, lo bueno que nada te paso.


—¿Podrías dormir conmigo hoy? —Dijo en un susurro el mayor haciendo un lugar en la cama al menor. —Las pesadillas volvieron.


Ren no discutió, era la primera vez que observaba a su líder tan abatido, tan deprimido, es como si deseara ser invisible, desaparecer, se acostaron mirándose a la cara, frente a frente, trato de acariciarlo pero el pelinegro negó con la cabeza, un suspiro escapo de sus labios, por fin alguien le había roto el corazón, ahora crearía un caparazón y no volvería a demostrar sentimientos, como en los viejos tiempos.  

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS, LOS LEO TODOS LO PROMETO, LES JURO QUE TODOS LOS COMENTARIOS QUE ME ENVIAN LOS LEO, MUCHAS GRACIAS, MUCHAS GRACIAS POR REGALARME DE SU TIEMPO, que les parecio ? corto ? aburrido? cliche ? dramático? xD diganme que piensan :D


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