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Never give Up por ritsuka10

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YoungJae empujaba con su respiración el papelito que estaba delante de él, tenía la cabeza recostada en la superficie lisa de una mesa, la última semana había sido un verdadero infierno, la madre de DaeHyun no había parado de insultarlo, de hacer comentarios despectivos por su origen, de sobajarlo, solo L era quien lo defendía o llegaba a calmar las burlas de la mujer para acabalar su agonía tenía que aguantar como su novio y JongUp se la pasaban tomados de la manos por todo el colegio, una exigencia especial por la Sra. Jung, estaba cansado de todos, de todo, su sueño se estaba convirtiendo en una pesadilla, miro su celular, Zico había prometido pasar por él.


—Ya este fin de semana todo se acaba. —Una voz interrumpía los pensamientos del pelinegro quien se giro con una tenue sonrisa. —Discúlpame nunca pensé que la Sra. Jung fuera tan grosera, perdóname.


—No te preocupes, no es una mala persona solo tiene demasiados perjuicios. —Contesto el menor haciéndole un espacio a su hyung. —Lo bueno que la fiesta está quedando maravillosa ¿Ya tienes pareja? 


El mayor negó con la cabeza pasó su brazo sobre los hombros del menor quien se sonrojo por el contacto, Myungsoo era un buen amigo que lo cuidaba de todos, DaeHyun lo había abandonado por complacer a su madre, JunHong también estaba desaparecido por raras cuestiones, HimChan y su hermano nunca se encontraban presentes por culpa de sus negocios y claramente Up jugaba el papel de novio perfecto para beneplácito de su madre y la Sra. Jung, lentamente se estaba volviendo más solitario, odiaba el colegio, a sus compañeros, por esa razón terminando clases huía con sus hermanos, solo con ellos se sentía completo.


—¿Tu ya tienes con quien ir? —Ahora cuestiono el pelinegro mayor quien le quitaba el papelito con el cual jugaba el chico de lentes quien negó automáticamente. —Perfecto, podríamos ir juntos además vamos estar ocupado dirigiendo el evento ¿Una salida como amigos?


—Suena interesante, si llego solo me sentiré más excluido que nunca ¿Pero no tienes alguna galana por ahí? —Contesto el menor haciendo pucheros por lo cual Myung le pellizcaba las mejillas. —Gracias por compadecerte de mí.


MyungSoo negaba con la cabeza comenzó a bromear sobre algunos temas, le agradaba lo maravilloso que llegaba a ser el chico que le gustaba, su plan estaba resultando un éxito, no le agradaba la idea de que humillaran a Jae pero esas pequeñas acciones ayudaban a mejorar su imagen ya que lo defendía ante los ataques quedando como un héroe, su mirada se opaco cuando un peliblanco los interrumpía, rápidamente el pelinegro de su lado se puso de pie saltando de emoción por la presencia del extraño, odiaba que sonriera de esa manera. 


—Disculpa la tardanza pero la princesa Sung se me atravesó. —Hablo emocionado Zico tomando la bolsa del pelinegro. —Me agrada el niño, es muy divertido, Hola Myung.


—Que tal. —Contesto el mencionado con un movimiento de cabeza. —Nos vemos el viernes, te envió un mensaje para ver a qué hora pasó por ti.


—Claro, nos vemos y gracias. —Hablo Jae con una enorme sonrisa tomando la mano del peliblanco quien levantaba una ceja con duda. —Deja que coquetear con Sung.


Los dos amigos caminaron por el jardín tomados de la mano, Jae no soportaba las miradas de sus compañeros por esa razón se escondía en su acompañante, los brazos de JiHo le traían paz, calma y una aura de seguridad que solo su calor le transmitía, aunque también buscaba herir a DaeHyun se había decepcionado de él, sabía que su novio no tenía la culpa de no poder llevarle la contraria a su madre, la amaba demasiado, entendía que solo quería complacerla en todos sus gustos extraños, su historia de amor estaba llegando a su fin, un ligero mareo provoco que hiciera más fuerte el agarre.


—¿Qué te pasa? —Le cuestiono preocupado el mayor deteniendo el andar, tomo el rostro del menor el cual estaba pálido. —¿Te duele el ojo verdad?


—Sí pero ya después de la fiesta me operaré. —Contesto tratando de sonreír. —YongGuk dijo que ya tenía el dinero.


DaeHyun miraba furioso la escena, la impotencia se estaba apoderando de su pecho quiso salir corriendo detrás de esos dos pero sabía que su madre una vez más lo regañaría giro su rostro para toparse con la persona que sostenía su mano, JongUp sonreía ante los comentarios de los chicos que lo rodeaban, estaba haciendo un maravilloso trabajo fingiendo ser su novio delante de todos, le estaba agradecido por su esfuerzo pero anhelaba estar con su verdadera pareja.


JunHong jugaba nerviosamente con la punta de sus dedos, pegaba su frente en la fría madera de la puerta que se presentaba delante de él, con ayuda de CAP había ideado un plan para que esa mañana en el departamento solo estuviera YonGuk, tenía varios días sin verlo, lamentablemente por la llegada de su hyung tuvo que cancelar la mayoría de sus citas, al inicio el remordimiento lo acosaba pensando que el mayor se molestaría por su abandono pero su pareja pareció no importarle, sus mensajes se volvieron intermitentes y extremadamente fríos, apretó la bolsa que llevaba con más fuerza tenía planeado llevarle el desayuno, hacer las paces, CAP le había comentado que últimamente el mayor no estaba comiendo bien y que se estaba sobrepasando con las horas de trabajo, introdujo la llave con nerviosismos tratando de no hacer ruido, el interior de ese lugar era todo un caos había fallidos intentos de recoger pero el desorden iba ganando la guerra, el rubio se alzó las mangas  para dar una pequeña limpieza, metió la comida al microondas para calentarla. El sonido de un vaso estrellándose en el piso despertó al mayor de los Bang, se removió molesto en las colchas estiro su brazo para buscar el calor de Ren pero nuevamente se encontró a si mismo solo, había tenido una pelea con el menor provocando que no quisiera dormir con él, un nuevo estruendo lo termino de despertar se puso de pie furioso para dirigirse a la cocina.


—Trato de dormir.—Hablo levantando la voz, muy extraño en él pero sus pasos se detuvieron al ver al causante de tal alboroto, JunHong recogía los pedazos de una taza rota en el piso, llevaba un delantal que decía “Soy tu daddy”, un paliacate en la cabeza que lo hacía lucir muy tierno. —¿Qué haces aquí? ¿Quién te dejo entrar?   


—Quería darte una sorpresa, he traído el desayuno, auch.—El rubio soltó un pequeño quejido cuando sin querer se clavó un   vidrio en el dedo, rápidamente el mayor se puso a su altura para limpiar la herida con su boca.— Lo siento si te desperté.


El mayor guardo silencio ya que se regañaba así mismo por sentirse tan feliz de verlo, lo había extrañado demasiado esos días, se moría por llamarle, por mandarle mensajes, pero su orgullo herido se lo prohibió, varias noches visito la mansión Choi pero siempre se encontraba con la desagradable vista de que ese sujeto estaba acompañando a su novio pero lo que más lo enfurecía era que el menor le mentía, sus excusas siempre se dirigían a sus padres pero nunca le comentaba la llegada de su antiguo amor, le lastimaba su traición.


—Ten más cuidado pudiste haberte lastimado. –Las palabras salieron sin pedirle permiso no podía evitar preocuparse por él.—Anda es mejor que te vayas a casa.


—Gukkie yo, yo,..—El menor balbuceo, trataba de rogarle que no lo mandará a casa, quería quedarse a su lado, hacer el amor hasta que la noche los alcanzara, de un rápido movimiento se colgó del cuello del mayor para besarlo, no le agradaba que fuera tan frio, tan distante, le lastimaba que lo trata de esa manera, sus labios fueron correspondidos con la misma emoción.—Te extrañaba deja que me quede un rato mas por favor.


El rubio sintió como todo su ego era derrumbado por aquellos hermosos ojos, su puchero lo invitaba a rogar por más caricias, se puso de pie con el rubio en sus brazos lo sentó sobre la cama para continuar pegado a su cuerpo, llevaba unos pantalones holgados y una camisa sin mangas que dejaban ver sus costados poso sus manos sobre las definidas caderas del rubio, repagándolo más a su cuerpo, se ahogaba en su calor, en su pasión, por primera vez alguien había conseguido domarlo, controlarlo, el rubio acaricio aquellos hombros desnudos, los mordió con hambre, sus piernas se enredaron en esa cadera, quería olvidar sus miedos, su traición, la falta de aire los separo.


—¿No sé suponía que tienes tutorías a esta hora?—Cuestiono escondiendo su rostro en el blanco cuello del rubio quien comenzó acariciar su negro cabello.—No quiero que te saltes tus clases prometiste ser el mejor en este periodo.


—Cambie el horario de las tutorías, toda la tarde estaré aquí con Jae, perdóname por cancelar nuestras salidas.—Le contesto jugando son su nariz.—Mis padres han tenido muchas cenas obligándome a acompañarlos, prometo recompensarte.


Esa fue la gota que derramo el vaso, esa falacia lo traía a la realidad, nuevamente le mentía, detestaba que lo engañara, que lo tratará como un estúpido, nunca permitió que alguien pisoteara su dignidad, ni su padre, ni su madre, desde niño peleo para que nadie lo jugará con él y ahora un mocoso caprichoso juagaba con sus emociones, de un manotazo se deshizo del agarre, despeino su cabello molesto.


—Por qué no le paras a tus mentiras, no soy tu maldito imbécil para creerme tus estupideces, crees que me chupo el dedo. —Le hablo levantando la voz lo apunto con el dedo, su mirada era fría.—Tienes una oportunidad, dime la maldita verdad, espero hagas lo correcto, estoy harto.


—No sé de qué hablas.—Se justificó el rubio saltando al piso para tomar la mano del mayor pero este se alejó más enojado, Jun entendió que había sido descubierto.—La persona que la otra vez me marco se llama SeungHyun, es amigo de mi Familia y regreso hace unos días.—Hizo una pausa para enfocar la mirada en el piso no soportaba la forma que su novio lo observaba.— Estos días ha ido a visitarme, me ha invitado a cenar y por esa razón he cancelado nuestras reuniones.


El mayor tiro una silla de un manotazo, torció los labios furioso, metió las manos en los bolsillos para después sacar el aire contenido en sus pulmones, ese era el fin de todo, estaba cansado de jugar con niños, ya había tenido suficiente, no dijo ni una sola palabra, increíblemente no buscaba herir al niño, lo quería limpiamente,  camino hacia su habitación quería dormir un rato más antes de que llegaran sus hermanos, se alejaría de la única persona que lo había lastimado en verdad.


—Deja las llaves antes de irte, tus tutorías tómalas en otro lado. —Dijo con su grave voz despidiéndose con un movimiento de manos.—Nunca he sido el plato de segunda mesa, te he enseñado lo suficiente para que ahora puedas satisfacer a tu amorcito, no quiero volverte a ver nunca más en mi vida. Esto se termino. 


El corazón del menor se rompió, no quería perderlo por una tontería, notó como el mayor se retiraba sin pelear, sin reclamarle, negó con la cabeza, él no se daría por vencido tan fácilmente, su cuerpo actuó más rápido que su mente corrió para alcanzarlo, lo abrazo por la espalda puso su frente en su nuca, no supo en qué momento había comenzado a llorar pero no le importo que las lágrimas ya hubiesen humedecido sus mejillas se aferró desesperadamente al sorprendido pelinegro quien se quedó quieto.


—Perdóname cariño, perdóname por favor dame otra oportunidad.—Pidió entre sollozos el rubio obligando al mayor a girarse.—Perdóname, no sabía cómo decirle no, te quiero solo a ti, te quiero, me equivoque lo admito pero dame otra oportunidad, te amo, te amo. 


Bang no tuvo tiempo de contestar con hiriente sarcasmo porque unos labios se apoderan de los suyos, el menor conocía cada uno de sus puntos débiles así que se aprovechó de ellos, junto la suficiente fuerza como para arrempujarlo al interior de la habitación donde lo lanzo en la cama, no dejo que hablará, que lo alejará, se apodero nuevamente de sus labios, de su cuello, introdujo su mano en aquel holgado pantalón, muchas veces lo había llevado a la locura con las caricias de su lengua así que dirigió  su boca a esa zona, oleadas de placer sacudieron la cabeza del pelinegro, sus manos se hundieron ese rubio cabello, para después jalar al menor de los hombros para obligarlo a quitarse el suéter del uniforme así como la camisa, su piel blanca quedo expuesta, sus manos la tocaron comprobando que nadie más lo había hecho.


—¿Él te ha tocado así? —Cuestiono brutalmente sentándose en la cama con el rubio entre sus piernas, Jun negó con la cabeza, Bang se acerco a su labio inferior para morderlo, su lengua jugueteo con su lóbulo derecho. —¿te besado así?


—Tú has sido el único en estar dentro de mí. —Contesto en un gemido profundo al sentir como unos dedos se colaban en el interior de su pantalón. —Eres el único.


Sus labios nuevamente se unieron en un desesperado beso, Guk no lograba controlar su deseo, su libido por tocar ese cuerpo, Jun no dejaba de gemir, de llamarlo, esos actos lo volvían loco, ese niño conocía su debilidad, su talón de Aquiles, de un momento a otros ambos seres estuvieron desnudos, sudorosos, una vez más se complementaban a la perfección, Zelo estaba aferrado a las sabanas lograba sentir como el mayor lo poseía por la espalda, su respiración golpeaba su oreja, podía sentir su molestia por cada embestida, no estaba siendo dulce como normalmente lo era, no era considerado.


—Pídeme lo que quieras haré cualquier cosa para conseguir tu perdón. —Dijo entre lágrimas el rubio, su cuerpo le dolía demasiado, unos dientes se clavaron en su espalda dejándole una dolorosa marca. —Por favor perdóname por mentirte.


A los oídos de Bang llegaron aquellas suplicas, es cuando comprobó que estaba lastimando a la persona que se suponía que amaba, lamio la herida de la espalda, sus movimientos dejaron de ser bruscos, ese sentimiento que crecía en su pecho era más fuerte que su furia, que su molestia, que su orgullo pisoteado, no podía comportarse como un animal, giro al menor para besar sus labios, acaricio su rostro, sus mejillas húmedas, su mirada se suavizo desde ese momento le volvió hacer el amor como antes, como siempre, despacio, con calma. Jun tenía su cabeza sobre el pecho desnudo de su pareja quien jugaba con su cabello, se abrazó más a él, había caído muy bajo al utilizar sus encantos para mantenerlo a su lado, le dio un beso a esa canela piel, para después arrinconarse en su hombro.


—No quiero que me vuelvas a mentir, debes ponerle un límite a tu amiguito, no quiero que le digas hyung, soy el único que puede llevar ese título. —Hablo seriamente el pelinegro tomando por la babilla del menor para mirarlo a los ojos.—Rompe cualquier fantasía que tenga de ti, no quiero que te toque, que te mire, nunca doy segundas oportunidades pero contigo hare una excepción, tu eres especial.  


—Si cariño, prometo que no le daré alas, no cancelare nuestras citas, te quiero, te quiero.—Contesto brincando de emoción, repartió miles de besos alrededor del sonriente rostro de su aún novio.—No te voy a defraudar, te quiero.


Bang lo sujeto de las muñecos para aprensarlo en el colchón, mordió su labio inferior, era la primera vez que alguien lo doblegaba, era la primera vez que dejaba que otra persona lo pisoteara, hundió la punta de su nariz en el largo cuello blanco del menor quien reía sin control, lo amaba como nadie más había amado, más que sus hermanos, más que a Nam o Jae, para él era el ser mar importante en su vida, sus manos se apoderaron de los costados del menor para dar inicio a un ataque de cosquillas, no quería separase de él, no importaba cuantas veces le rompiera el corazón, su necesidad era más poderosa que cualquier otro sentimiento. CAP y Ren ingresaban al departamento peleando, el menor se sentía traicionado por ser llevado con engaños cuando llegaron a la sala rápidamente detectaron risas, en los últimos días Bang había estado de un pésimo humor, más serio y callado de lo normal así que rápidamente corrieron a la habitación encontrando como su líder jugaba en las cobijas con un rubio. Guk al verse cachado se puso de pie con las mejillas sonrojadas, solo llevaba puesto unos bóxer de Tiger.


—Perdona no sabíamos que estabas ocupado.—Dijo con una burlona sonrisa Ren, CAP lo miraba con duda. –Que les parece si se cambian y comemos juntos no tardaran en llegar los demás.


Cap le guiño el ojo a Zelo quien contesto con la misma emoción, Bang capto aquella mirada ahora sabía quién era el alcahuete de su novio,  sus labios se unieron en un beso para después adentrarse a la ducha y tomar un baño, CAP había cuestionado a Ren por su repentina felicidad, pensó que el rubio estaría triste pero era todo lo contrario, le alegraba ver que no le afectaba que Guk hiciera las paces con su novio, un pequeño rayo de luz apareció en su camino, CAP estaba enamorado de Ren desde el día que lo conoció pero el menor siempre mostro un gran amor y admiración por el líder así que nunca le confesó sus sentimientos,


—Es bueno saber que Bang y Jun se reconciliaron, me tenían preocupados.—Dijo el rubio sacando la comida de unas bolsas se giro para darle un pequeño beso al pelinegro.—Gracias por ayudarlos.


—¿Ayudar a qué? –Cuestiono Jae entrando por la puerta con Zico a su lado sus palabras se detuvieron al ver la pareja salía de  la mano, Jun usaba algo de ropa del líder. —Wow es agradable ver la por fin la fiera de mi hermano fue calmada, Zelo no lo dejes tanto tiempo solo que es como un animal que se vuelve salvaje rápidamente.


—No te imaginas el humor que se cargaba.—Secundo Zico  sentándose en la mesa con cara de hambriento.—Que bien trajeron Ramen, mi favorito.


Ravi hizo acto de presencia y todos los presentes se sentaron a comer entre burlas y chistes donde el principal protagonista era el jefe. 


DaeHyun descendía del auto con JongUp a su lado, observaba cuidadosamente el edificio, noto como el vigilante le sonreía a su amigo subieron por el elevador hasta el piso que era su destino cuando las puertas se abrieron su “novio” salto en los brazos de su amante, HImChan ya los esperaba en el pasillo aunque tenían un pacto aún no se acostumbraba a tenerse que llevar bien con ese tipo, su saludo fue un seco intercambio de monosílabos.


—¿Estás seguro de que no hay problema que me quede a dormir con Him? –Cuestiono el castaño despidiéndose de su amigo quien negaba con la cabeza. –¿Donde pasaras la noche?


—Me quedaré con los Bang, es lo mínimo que puedo hacer por  después de aguantar a mi madre todo el día, estará contenta con la idea de que hayamos pasado la noche juntos, mira lo que me dio.—Contesto el pelirrosa mostrando una tira de condones a lo que el mayor de los tres levanto las cejas.—Créeme le fascina pensar que muero por ti.


—Gracias.—Interrumpió HimChan quitándole la tira, el rostro de JongUp se tiño de color rojo.—Nosotros la aprovecharemos.


El mayor paso su brazo sobre los hombros de su novio para después lo arrastro con él a su departamento mientras Dae trataba de procesar la información recién adquirida, no le agradaba el aura que el príncipe de Ouran tenía, es como si escondiera algo siniestro en su interior, le recordaba demasiado a YongGuk, ambos estaban rodeados de intrigas, de engaños, tan solo su famoso negocio no lograba entenderlo, negó con la cabeza para presionar el botón que lo llevaría al primer piso, necesitaba conversar con Jae, lo extrañaba demasiado. En cuestión de minutos estaba ya delante de la puerta de los Bang, toco ligeramente las risas provenientes aumentaron su tensión, la puerta fue abierta por CAP quien llevaba cargado a Ren, los saludo con un pequeño rasgo de incomodidad.


—Hey Joko llego tu noviecito el infiel. –Grito entre risas Ren abrazado más por el cuello a CAP, lo castigaba por haberle quitado su postre.—Pásate mujeriego.


 El pelirrosa se adentro encontrando que Ravi y Zico jugaban playstation en la salita mientras su novio le lanzaba palomitas desde la mesa donde se suponía que ayudaba a estudiar a Zelo pero el menor estaba entretenido jugando con YongGuk, camino hacia ellos pero un hueco se formó en su pecho al notar que Jae no lo volteaba a ver, continuaba entretenido molestando a Zico, eso es lo que hacía el menor cuando estaba molesto con él, ignorarlo, se acercó a su lado dándole un beso en la mejilla.


—¿Quieres cenar? —Cuestiono el menor mientras le lanzaba ahora un bombón a JiHo quien lo atrapaba con la boca, Dae negó con la cabeza.—Chicos vayan metiéndose a bañar que llegaran tarde al trabajo.


—Deberíamos bañarnos en parejas para ahorrar agua como lo hizo el Jefe, pido a Joko.—Grito Ravi, recibiendo una asesina mirada por Bang y Zico, el resto soltó una risa al ver como las orejas de Zelo se ponían rojas.— Era broma.


Bang paso a su lado dándole un zape con su mano derecha ya que la otra iba entrelazada con la de su novio, quien le sacaba la lengua, CAP y Ren corrieron para ver quien ganaba el baño, los dos gamers se quedaron a terminar su partida, Dae tomo asiento a lado de Jae, busco su mano para entrelazar sus dedos pero el pelinegro le rehuía, tenía la vista puesta en el piso, últimamente no habían podido estar juntos, tampoco había podido protegerlo de los acosos de sus compañeros de colegio, de un rápido movimiento atrapo su mano además de que todos sabían que él y Up fingían ser novios para complacer a sus familias, los hermanos Bang lo tomaban como broma pero Zico y Guk no les agradaba la idea.


—Perdóname ya pronto se terminara todo, sé que mi madre ha estado interviniendo en nuestra relación pero ya pronto se irá. –Hablo el pelirrosa tomando por la barbilla al menor, obligándolo a mirarlo a la cara.—¿Esta noche me puedo quedar? Te quiero.


—Hablemos hasta que todos se hayan ido,no me gusta dar espectáculos.—Contesto Jae recargando su frente a la del mayor, un suspiro escapo de sus labios.—No quiero que Bang se preocupe ya suficiente problemas tiene para que yo le dé más.


Los hermanos mayores se prepararon para salir a trabajar, se despidieron de un cálido abrazo del menor, a Guk no le gustaba dejarlos solos pero debía dejar que Jae aprendiera de sus propios errores Jun lo acompañaba ya que el mayor lo pasaría a dejar a su casa, Zico se acercó a susúrrale algo al oído del pelinegro antes de irse, era consciente que esa pareja estaba a punto de llegar a su final, Dae no tenía el suficiente valor para oponerse a su madre, a decepcionarla, solo estaban posponiendo lo inevitable, al quedarse solos el pelirrosa tomo entre sus brazos al pelinegro, lo beso apasionadamente, lo jalo con él al sillón sentándolo en su regazo, Jae contesto con la misma pasión, para su pareja hablar era eso, intercambio de caricias, no había nada que ha conversar, existía esa forma de zafarse de sus problemas.


—¿Con quien iras al baile? ¿Con Zico? ¿Solo? –Cuestiono el pelirrosa con un claro tono de celos, Jae negó la cabeza, sus labios estaban entretenidos en su cuello solo dijo el nombre de su nuevo amigo “L”. —¿Por qué con ese estúpido? Me niego que vayas con él, no quiero que se te acerque, siempre anda como perro detrás de tus pantalones, no tiene una pizca de dignidad el muy imbécil, es un maldito pervertido que solo quiere acostarse contigo.


—Ese imbécil que tanto odias es el único en toda esa maldita escuela que me da mi lugar, es el único que me defiende, me ayuda, me respeta—Le contesto enfadado bajándose de su regazo, estaba cansado, harto de escuchar como Dae se expresaba de la única persona que lo trataba bien.—Voy a ir con el no me importa lo que digas, es mi amigo y si tus malditos celos no te dejan ver que para mí es como Up para ti, es tu problema.


Jae camino hacia su habitación, su ojo había comenzado a punzarle, un repentino mareo lo sacudió, no había querido gritarle pero ya estaba hasta la coronilla de sus enfermos celos, de sus tontos reclamos cuando era él quien lo abandonaba, él era el cobarde que no podía enfrentarse a su madre, Dae se mantuvo quieto un solo segundo, estaba siendo demasiado egoísta con Jae, ante poniendo ante todo a su madre, su mano formo un puño, se dejo caer en el respaldo del sillón pero un golpe seco lo despertó como un resorte brinco poniéndose de pie, al llegar al pasillo se topó con Jae tirado en el piso, corrió a socorrerlo llamándolo una y otra vez, lo tomo entre sus brazos para llevarlo a su habitación rápidamente le marco al doctor quien llego en cuestión de minutos, acaricio el rostro del menor, parecía no querer abrir los ojos.


—¿Cómo se encuentra? ¿Por qué no ha despertado? –Cuestiono nerviosamente el pelirrosa tomando la mano del pelinegro.— Por favor contéstame.


— El joven está cansado, necesita dormir un poco es necesario que se haga la operación del ojo derecho, estamos contra reloj y si no se atiende a tiempo lo perderá.—Hablo el hombre cerrando su botiquín medico.—He leído su historial clínico, es un milagro que solo tenga esa herida de todas las veces que fue lastimado, también es importante que continúe con sus terapias con el psicólogo la tensión puede provocarle más daño que un golpe.


El médico le dicto un par de recomendaciones antes de retirarse, Dae lo acompaño a la puert, al cerrar se dejó caer en el piso recargándose en la pared, despeino su cabello con rabia ¿Cómo no pudo darse cuenta que su novio estaba perdiendo un ojo?¿Qué era eso que estaba visitando un psicólogo? Tantos secretos que no conocía de la persona que se suponía que amaba ¿Qué clase de novio era?, solo se había dedicado a comprarle cosas, acosarlo, besarlo, Jae necesitaba alguien que lo cuidara, que limpiara sus heridas, que lo protegiera del resto, a su mente vino el recuerdo de como Zico lo abrazaba cuando lo recogía después de clases, la forma que lo tocaba, que lo miraba, como si fuera una pieza de cristal a punto de romperse, el menor necesitaba un novio como ese, no un celoso salvaje como él, no un ser tan egoísta y soberbio que solo se preocupaba en sí mismo, se puso de pie para caminar a la habitación, limpio las lágrimas que rodaban por sus mejillas, se recostó a tras del menor para después guardarlo en sus brazos, lo amaba demasiado para dejarlo ir, lo necesitaba para continuar caminando.


—Ya estoy mejor, sobre lo que dijo el médico no debes preocuparte la próxima semana mi hermano terminará de reunir el dinero para mi operación, voy a estar bien—Dijo en un susurro el pelinegro acomodando el rostro en el pecho del pelirrosa.— Descansa.


—¿Por qué no me dijiste que les hacía falta dinero? Yo puedo pagar es más importante tu salud que cualquier otra cosas, eres mi novio mi deber es protegerte, soy ten desconsiderado contigo, soy un terrible novio.—Hablo ente sollozos pegando más el cuerpo del menor al suyo, beso su cabello.—Sé que Bang es muy orgulloso pero deben entender que no todo lo pueden hacer ustedes solos, soy tu pareja, su amigo pueden recurrir a mi cuando lo necesiten, confía en mí, dime lo que te lastima, a lo que tanto le temes.


YoungJae asintió, levanto sus brazos para que el mayor se acurrucara en su regazo, Dae era tan frágil, tan delicado, sus labios besaron su cabello, no podía abandonarlo, no quería dejarlo solo, los dos se abrazaron, soportaría los insultos de su madre, los señalamientos de los demás con tal de estar a su lado, quería pasarle un poco de la gran carga que llevaba en sus hombros.


—¿Cómo te lastimaste el ojo? —Le cuestiono besando sus mejillas, delineado su rostro. —Explícame.


—Mis padres no se casaron por amor, yo fui el culpable, les basto solo un par de años para darse cuenta que fue un error así que se comenzaron a herir entre ellos, cuando mi padre no podía lastimar a mi madre como deseaba se desquitaba conmigo. —Hablo el pelinegro, su voz estaba temblorosa. —Como te lo había dicho antes las cicatrices que tengo son recuerdo de mi progenitor aunque mi madre nunca me lastimo físicamente también fue capaz de hacerme vivir cosas horribles, odiaba que me encerrara en el closet cuando llegaban sus amantes, detestaba escuchar cuando se acostaba con ellos.


DaeHyun abrió los ojos de sorpresa, nunca pensó que Jae fuera pasado por eso, la violencia física era terrible pero el abuso de ese tipo era lo peor, miles de dudas surcaron por su mente, ¿Algun amante de su madre le habían hecho algo a Jae para que desarrollar su repulsión a que lo tocaran? Quiso decir esa pregunta en voz alta pero el sentir como el menor temblaba lo detuvo, beso su frente, se aferro a él como un desesperado, le susurraba al oído que lo amaba, que lo cuidaría.   

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS espero el cap no los decepcione, en el prox será la fiesta, tendremos himUp, peleas, discusiones, una traición, lentamente nos acercamos a la etapa final XD 


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