JongUp jugaba con el control remoto cambiaba de canal sin prestar atención a lo que se mostraba en el televisor, esperaba a su novio quien hacia una hora había recibido una llamada, de un salto salió de la cama para dirigirse al pasillo, se deslizo quietamente para no ser detectado, torció los labios al ver que Him no estaba en el departamento observo que la puerta principal estaba medio abierta, camino hacia ella, trato de abrirla más pero unos gritos lo detuvieron.
—Diles que si no tienen para pagar que te firmen una de las escrituras de sus negocios, necesitamos juntar el dinero lo antes posible. –—Hablaba en voz alta el pelinegro golpeando la pared con su pie.—El tiempo se nos acaba, no podemos seguir trabajando sin que Guk se entere, ha estado ocupado con lo de la productora pero el fin de semana quiera ir al Club a supervisar.—El mayor mordí los labios.—Quiero que les cobres las deudas, no soy una maldita beneficencia.
Up al ver que terminaba la llamada corrió hacia la habitación nuca había visto a su pareja en aquel estado, se aventó sobre la cama quedando boca abajo en cuestión de minutos el mayor hizo acto de presencia, se colocó encima de él, beso su nuca, hundió su nariz en esas hebras doradas,
—Perdón por haberte dejado solo.—Hablo con su habitual tono cargado de dulzura, sus manos se deslizaban por debajo de la camisa del menor,—Tenía pensado invitar a Key o Taemin como mi pareja para el baile ¿te molestaría?
—Claro que no, yo soy quien va ir con su falso novio, soy feliz al ver que no te ha molestado mis juegos con Dae, ha sido un novio muy benevolente. –Contesto el castaño girándose para quedar de frente, al hundirse en esa mirada olvidaba todo, sus dudas desaparecían, solo existía el chico delante de él. —¿Quieres alguna recompensa? Ah preferiría Key, hacen bonita pareja.
El pelinegro solo una carcajada para besar esos labios, con sus dedos delineo los rasgos faciales del menor su mirada parecía estar perdida en algún recuerdo del pasado aquel por el cual estaba tan atado a la presencia de Up, Him dio pequeños besos en su rostro, su cabello, ese pequeño era su tesoro, la persona que le dio una razón para continuar viviendo, por quien todas las mañanas se despertaba con la fuerza necesaria para pelear, no le importaban las discusiones de sus padres, su abandono, su soledad, porque al final de día no estaba solo.
—Esa noche realmente quería morir, tenía pensado tomarme el veneno que Nana le ponía a las ratas en el invernadero, descubrí que era la causa de que mis padres estuvieran juntos, solo fui un error, eso les escuche decir. –Dijo en un susurro el pelinegro acomodando su rostro en el arco del cuello del castaño.—Esa tarde llegaste con los nuevos mangas de pokemon, te quedaste hasta que tus padres te llamaron, parecías no quererte ir ¿Lo sabías?
—Llegue en la mañana me escondí en tu closet había roto el nuevo juguete de mi hermano mayor así que quería que me defendieras, escuche la pela de tus padres cuando entraste a la recamara, las cosas que gritaste, la manera que deseaste desaparecer, no hice ningún ruido hasta que te llamaron salí para ir a mi casa.—Su voz se detuvo, guardo en sus brazos al mayor.— Tenía miedo de que te fueras, sabía lo que la palabra muerte significa pero no quería vivirla, sentir esa emoción.
Him levanto su mano para que sus dedos se entrelazaran con los del menor ambos observaron lo perfectamente que se amoldaban, se complementaban, estuvieron consientes de esa noche, nunca lo hablaron, nunca lo comentaron, pero esa noche Him no decidió continuar con su plan porque existía alguien que lloraría por su partida, no quería lastimar al único ser que lo amaba honestamente, desde esa fecha Up significo su todo, era su Dios, su mundo, su obsesión, esa fue la causa que desato su odio hacia su padre, cuando este defraudo al padre de Moon, su ira despertó, su personalidad se volvió errática, fría, se convirtió en un maestro del engaño, cuando conoció a Shinee fue a causa de una pelea que sostuvo con JongHyun, lo molió a golpes, fue la única manera que saco todo su dolor enclaustrado en su alma, todo fue culpa de su padre, después del fraude la Familia Moon le prohibió acercarse a su hijo, no querían ninguna relación con los Kim, su amistad quedo truncada, en ese momento pensó que Up lo odiaba, la idea de perderlo lo trastorno, las personas guardan sentimientos que cuando no pueden ser expresados a la perfección estos se pueden convertir en veneno el cual puede lentamente ir corrompiendo una alma, el heredero de la Familia Kim no se dio cuenta que esa letal sustancia ya corría por su cuerpo, el amor puro se estaba convirtiendo en una obsesiva necesidad.
—Fui tan feliz cuando me volviste hablar después del fraude de mi padre, Uppie en verdad te quiero, creo que estoy obsesionado contigo.—Comento el mayor saliendo de su escondite para quedar de frente con el menor, se recargo en sus ante brazos.—No quiero lastimarte, jamás lo haría, pero creo que me volvería loco si un día me abandonas, por ti esa noche decido no continuar con mi plan, por ti estoy vivo.
—Me quedaré contigo lo prometo.— Respondió el castaño tomando la barbilla del pelinegro para unir sus labios.—Te quiero.
Para Him esa promesa era eterna, había entregado la mitad de su fortuna al sr. Moon porque para él no tenía importancia el dinero, su sed dolo era saciada por los besos de Jong, su mundo entero giraba alrededor de sus acciones, sus ideales, sus pensamientos estaban dirigidos por él, era un zombie bajo su comando, le quito la camisa, sus manos acariciaron ese canelo abdomen, estaba seguro que si un día era abandonado moriría, tenía que controlar sus emociones pero era inevitable, el aroma de Up se había colado en su sangre, en sus huesos, su presencia era necesaria para vivir, era como Romeo dispuesto a morir cuando su Julieta no estuviera a su lado, sus labios vagaron por aquel desnudo cuerpo, su fe estaba depositada en ese perfecto ser, su esperanza en creer en las personas, se hundió en esas tonificadas piernas.
—Nunca dudes de mí. —Dijo en un susurro casi inaudible. —Recuerda que solo te tengo a ti.
Up tomo su rostro para esparcir besos, de su boca grito su nombre, lo llamo.
El día del gran baile llego, los integrantes de la familia Bang estaban muy contentos de asistir a la fiesta en la que tanto estuvo trabajando su hermano menor, decidieron trabajar como meseros para poder asistir, todos los integrantes se reunieron en la mini sala donde Jae hizo acto de presencia llevaba un pantalón negro de cuero cernido a la piel, su camisa también era de ese color, el abrigo resaltaba debido a que era blanco, sus mejillas estaban sonrojadas ya que sentía que los pantalones se le pegaban demasiado, los presentes miraron sorprendidos, Zico camino para quitarle los lentes.
—Te ves hermoso, todos caerán a tus pies.—Comento besando su frente, Ravi y Ren también lo rodearon. —Hubiera sido maravilloso que fueras de blanca como un novio.
—¿Quién se supone que sería el novio? —Cuestiono divertido el pelinegro, Zico se señaló así mismo al igual que Ravi y CAP, todos rieron ante la reacción. —Estoy demasiado nervioso, nunca he ido a un evento de este tipo.
—Lo harás genial mereces el crédito has trabajado arduamente. —Comento CAP dándole ánimos. —Estamos orgullosos de ti.
—El auto del presidente ya esta abajo. —Interrumpió el líder, su frente estaba fruncida. —No quiero que bajes la cabeza ante nadie, recuerda que si veo algo que no me guste no me detendré.
El menor asintió con la cabeza para después despedirse temía que la madre de Dae le hiciera una grosería, conocía a sus hermanos y estaba cien por ciento que no reaccionarían de buena manera, Zico se giro para ver de frente a Bang quien solo estaba recargado en el umbral de la puerta con el celular en sus manos, miro su rostro moleso, no parecía estar contento con ir a la famosa fiesta debido a que su novio había sido obligado ser acompañado por SeunHyung, su nuevo guardián, parecía que su padre le agradaba la idea de que su hijo tuviera una relación más especial con el sucesor del emporio YG.
—Zelo ¿está bien que lleves a la princesa? —Le cuestiono el peliblanco quien sacudía los hombros de su líder quien solo llevaba unos pantalones negros, con una camisa blanca y una corbata negra, se había recortado el cabello. —Sung es un buen chico no deberías jugar con él.
—No me agrada que te metas en mis cosas, sé lo que estoy haciendo, Zelo fue quien me recomendó invitar al Sung.—Contesto el mayor chasqueando la lengua, estaba admitiendo que por primer vez había dejado que su orgullo fuera pisoteado por alguien.— Nos vemos, es tarde.
Ren se acercó a darle una chamarra de cuero negra, el líder solo acaricio su rostro como agradecimiento, ellos habían conversado después del incidente de Zelo, Guk dejo en claro que estaba decidido a que su relación con su actual pareja fuera exclusiva, tenía la esperanza que se volviera más formal, por primera vez le confesó que tal vez al final no podría estar con nadie más, que no lo esperará, por primera vez su alma, su cuerpo había encontrado a su amo, Ren agradeció la honestidad y prometió buscar su propio camino, tal vez habían dejado de ser amantes pero continuaban siendo familia. Bang subió a su motocicleta para dirigirse al domicilio de su acompañante al llegar observo que ya lo esperaba en la puerta, su sonrisa se engrandeció cuando observo lo guapo que se veía, honestamente le había molestado que Zelo lo dejará botado aunque no tenía pensado ir a la famosa fiesta le fastidio saber que su pareja iría con su famoso hyung, lo que aumento su rabia fue cuando el menor le propuso invitar a su peor enemigo, lo cual no lo haría debido a que eso enfurecería a Jun pero al salir del colegio se topó a Sung quien penosamente lo invito, la manera que se lo pidió fue demasiado tiene que no pudo negarse, en ese momento ideo un plan donde todos salieran ganando, bueno excepto TOP.
—Te vez como un príncipe mientras yo luzco como un mesero.— Dijo el mayor saludando al pelinegro quien estaba sonrojado y negaba con la cabeza.—Perdóname por no poder conseguir un auto.
—Es más emocionante llegar en una moto como la tuya, te vez muy guapo.— Contesto el maknae de Infinite tomando el casco que Bang le ofrecía, al montar la moto se aferró a su espalda sumergiéndose en su aroma, eso era mucho mejor que ir en un auto de lujo.— Gracias por aceptar mi invitación.
El mayor negó con la cabeza, echo arrancar la motocicleta no podía negar que Sung era un encanto, amable, tierno, dulce, hermoso, todo su tipo si no fuera porque amaba honestamente a Zelo podía haber tenido una aventura con ese pelinegro, eso haría el antiguo Bang pero ahora era alguien distinto, diferente, uno que buscaba tener una relación honesta, amar limpiamente a otra persona.
JunHong bajaba por las escaleras con los labios unidos formando una delgada línea, no le agradaba la idea de asistir a la fiesta de caridad, ya había planeado su fin de semana, el cual consistía en salir a pasear con su pareja, visitar su club, hacer el amor hasta el amanecer pero esos perfectos planes se vinieron abajo, usaba un pantalón, camisa y saco negro, solo la mascada blanca resaltaba en su conjunto, su cabello ahora era plateado, estaba un poco desordenado dándole un aire rebelde al llegar al primer piso observo cómo sus padres lo esperaban con su hyung, ahora su padre estaba empecinado en relacionarlo con el heredero de la empresa YG, el primer ministro no era tonto, buscaba que su familia quedara relacionada con los grandes empresarios, él solo era un político sin mucho poder adquisitivo solo su fama le precedida pero comprometer a su único hijo con un heredero de un gran emporio le beneficiaria ampliamente, no estaba de acuerdo con la homosexualidad pero sus ideales retrogradas quedaban suprimidos cuando de poder se hablaba.
—Diviértanse y lleguen temprano.— Hablo emocionado la mujer tratando de arreglar el desordenado cabello del menor.—Te vez genial.
Zelo agradeció y se despidió con una reverencia, le fastidiaba que sus padres estuvieran tan amorosos, ya no los necesitaba, hubo una vez que se sintió solo, lo único que deseaba era su compañía pero esa etapa ya había pasado ahora con Bang como su compañero se sentía completo, la soledad, el temor habían desaparecido así suelen ser los humanos, cuando más anhelan no lo podrán obtener pero cuando al tiempo ha pasado ese objeto de deseo baja su valor, se vuelve innecesario y aunque alguien te lo regale, ya no lo quedarás, JunHong ya no era un niño, no necesitaba a su madre para que lo cuidara del monstruo debajo de la cama, ahora era un joven enamorado que solo necesitaba el cariño de su pareja, subió al auto sin mucho ánimo, observo la pantalla de su teléfono, otra de las causas de su molestia era el hecho que Bang acompañaría a su peor enemigo a la fiesta, había comentado solo en broma pero el mayor se lo tomo enserio y siguió su consejo, su peor error, un suspiro escapo de sus labios su relación había reiniciado en los mejores términos posibles, no quería volver a equivocarse.
—¿A quién esperas con tanta ansia? Ya estoy a tu lado.—Hablo el mayor sonando algo vanidoso, Seung estiro la mano buscando la blanca del menor pero este se negó a que lo sujetaran.— ¿Qué tienes? Haz cambiado ya no eres como antes.
—Lo siento hyung pero he crecido, he descubierto cosas nuevas y he conocidos personas, ya no soy el mismo.—Contesto recargándose en el vidrio de la ventana. —No puedes pedir que mi corazón continúe teniendo los mismos sentimientos que cuando te fuiste con el paso del tiempo ellos se transformaron.
SeungHyun araño la superficie del volante, clavo sus uñas en la suave piel del cuero todo su trabajo se estaba tirando por la borda, su amor desmedido por el menor de los Choi había crecido considerablemente en los últimos años, en esa soledad descubrió su inevitable obsesión, anhelaba ser el primero en su vida, en tocar su cuerpo, sus labios, su apellido también ayudada a que la fortuna de su familia aumentara, era un hombre de negocios decidido a no perder por esa razón contrato a un investigador, Jun se comportaba extraño, distante, alguien lo había cambiado, ahora conocía al extraño, al tercero en discordia, su nombre era Bang YongGuk, un pobretón becado procedente de la Isla Jeju, su pasado familiar era un misterio, no le daba buena espina que tuviera tratos con el heredero de los Kim, había escuchado que ese chico estaba en negocios nada decentes, no permitiría que alguien le arrebatara lo que por derecho le partencia.
—La familia Lee debería vigilar más a su heredero mira con qué clase de sujeto arriba a una fiesta, se le nota que es un vándalo de quinta.—Hablo desagradablemente apuntando la motocicleta que se estacionaba en uno de los lugares, Bang ayudaba a Sung a bajarse para después quitarle el casco.— Es un muerto de hambre tal vez hasta este boletado como un delincuente juvenil, voy a tener que hablar con Hoya para que vigile a su primo.
—No deberías meterte en la vida de las demás personas, no puedes juzgar a alguien por su apariencia.— Contesto molesto el menor bajando del auto, le desagradaba que hablaran mal de su novio sin conocerlo.—La gente nunca es lo que parece.
Fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta, Seung observo a su compañero dirigirse a la entrada, claro que conocía a ese chico, le molesto que lo defendiera ese acto le afirmaba que entre ellos había una relación, esa noche no le importaría quitarse la máscara pero le recordaría a Zelo que era suyo, que no estaba dispuesto a dejarlo ir tan fácilmente, le haría ver a ese tal Bang, que nunca le llegaría a los talones, que había una enorme diferencia entre él y JunHong, uno era el hijo de un ministro y el otro de un narcotraficante, al ingresar al salón de eventos las personas comenzaron a rodearlo, siempre fue excesivamente popular, todo un galán con las chicas, un caballero con las profesoras y un ídolo entre los hombres, Jun al notar que era desplazado decidió alejarse del tumulto, le enfermaba tanta arrogancia en un solo lugar, observo la decoración la cual era perfecta, enormes lámparas en forma de estrellas adornaban el techo, la luz era tenue, una niebla ayudaba a que los amantes se escondieran, en el centro estaba un escenario, anhelaba ver a su novio, de pronto alguien lo jalo del brazo arrastrándolo a un rincón, unos labios se apoderaron de los suyos, no tuvo que preguntarse quién era su raptor, conocía ese aroma, ese sabor.
—Me encanta tu cabello, te vez hermoso mi Sunshine.— Comento una grave voz, el menor se colgó de su cuello.—Huyamos de esta aburrida fiesta ¿Qué te parece si te secuestro?
—Oh señor secuestrador temo que tendré que ceder.— Contesto con un puchero hundió sus dedos en el cabello corto del mayor. —Me gusta cómo te vez, eres un sexi mesero.
Ambos rieron ante el comentario, Bang no estaba dispuesto hacer un berrinche, no quería más peleas, por primera vez tenía miedo de perder algo, Jun era alguien importante, un tesoro invaluable, no le interesaba si su orgullo se veía pisoteado necesitaba de la luz de Jun para ser feliz, beso sus labios, lo rodeo con su brazos por la cintura, su olor, su calor se habían convertido en su droga favorita, a lo lejos observo como Zico conversaba con Sung, por esa razón accedió a invitarlo, sabía que su amigo tenia sentimientos por ese niño, era momento que todos olvidaran su pasado, sus promesas de niños, eran adultos tenían que dejar las tonterías de adolescentes, era el tiempo de arriesgarse a amar. DaeHyun entro al enorme salón iba en medio de su “novio” y de su madre, con la vista rápidamente busco a Jae, ya se estaba fastidiando de mentir, de engañar, solo quería estar a su lado.
—Me disculpan voy a saludar a unos amigos. –Interrumpió JongUp con una sonrisa soltándose del agarre, levanto la vista encontrándose con los ojos de HimChan.—Ahora regreso.
El heredero de los Jung observo como Him arrastraba al Moon a un rincón del salón, una sonrisa se dibujó en sus labios odiaba a ese príncipe pero debía agradecerle su paciencia, se notaba que su amor era puro, soportar que tu novio jugara a ser pareja de otro debía ser frustrante, él en su lugar no lo soportaría, los celos lo volverían loco, el remordimiento se hizo presente en su corazón un tirón de su brazo le ayudo a escapar de sus temores.
—La clase no se puede negar admito que se ve bien pero sigue siendo un becado.—Cometo su madre señalando a Jae quien jugaba con el sombrero de L, ambos amigos no paraban de reír.— Myungsoo es un buen chico merece algo más.
Dae quiso responder a esos ofensivos comentarios pero las palabras se quedaron atoradas en su garganta, jamás le había llevado la contraría a su madre, nunca pensó que fuera desagradable o discriminativa antes cuando llegaba a decir esas ofensas las tomaba en broma o le seguía el juego, esa era la primera vez que no le pareció gracioso burlarse de gente que no era de su nivel, se estaba convirtiendo en un cobarde, se suponía que había jurado proteger a su pareja pero no metía las manos para defenderlo de su madre, caminaron hacia la pareja, los dos chicos se pusieron de pie e hicieron una reverencia.
—Todo está yendo de maravilla la gente parece estar entretenida todos esperan con ansia la presentación de la pareja más popular de Ouran.— Habló emocionado el presidente del consejo estudiantil, Dae no podía apartar su mirada de Jae, simplemente se veía perfecto, hermoso, sexi, —Espero se divierta Sra Jung.
L tomo la mano de su compañero para después despedirse no quería darle una oportunidad a esa mujer para que lo insultara, si DaeHyun no tenía el valor de defender a la persona que amaba él lo haría, era momento de jugarse el todo por el todo, no se puede tapar el Sol con un dedo, una relación basada en mentiras no funciona. HimChan lleno de miles de besos el rostro del castaño quien trataba de defenderse de tal ataque, no paraba de sonreír, sus manos se entrelazaron.
—Te dije que este combinado te quedaría maravilloso, traje lo que me pediste.— Hablo el mayor señalando a Key quien mostraba una bolsita.—¿No entiendo que quieres hacer?
—Detesto cantar así que me hare pasar por enfermo para que Dae y Jae lo hagan, ellos hacen una hermosa pareja. —Contesto el menor jalando de la mano al mayor para ir con Key quien saco unas cajas de maquillaje.— Podremos huir temprano e ir a tu club a bailar.
Him tomo la barbilla del joven para besarlo le fascinaba que fuera bondadoso, él era la pureza que su corazón había perdido por tanto odio, rencor, esa fiesta solo daba inicio pero se profetizaba un gran evento, hecho un vistazo a su alrededor, los hermanos Bang servían la mesa con una sonrisa, Young era presentado MyungSoo al comité de padres, alababa su inteligencia, su hermosura, Dae estaba atado a su madre con miles de sentimientos atorados en su boca, Bang no paraba de besar a Zelo mientras una mirada fría los vigilaba aunque ese noche todos estaban obligados a quitarse las caretas, a mostrarse como en verdad eran.