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La curiosidad de la muerte por natzuki-san

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Notas del capitulo:

LO SIENTO, perdón por la tardansa....

Pero aqui esta el nuevo capitulo

Casi todo trata de Luffy y.... un poco de Ace!

^^

bueno pues... disfrutenlo (espero)

Los personajes aqui mencionados son propiedad de Eiichiro Oda

Luffy apretó los puños fuertemente, enterrando las uñas, haciéndose daño con ello, las lágrimas por fin salían, Zoro lo observaba, preparándose para detenerlo.

 

Sus amigos, por precaución, decidieron dejarlos solos, sabían que el peli verde, era el único que podía con la brutal fuerza, que poseía aquel delgado joven.

 

-maldición- susurró Luffy –Maldición- esta vez hablaba más fuerte –MALDICIÓN –gritó, poniéndose de pie, en esa habitación adornada con barcos piratas.

 

Zoro lo atrapo por la espalda, tratando de inmovilizarlo, el menor forcejeaba, las lágrimas mojaban mejillas, barbilla, ropa y finalmente el suelo.

 

-Cálmate- Zoro hablo firme sin soltar al pelinegro –por favor cálmate

 

-DÉJAME- le gritó, tratando de zafarse del agarre –Déjame – el volumen de su voz disminuyó –déjame –repitió y poco a poco, se calmaba –déjame –finalmente susurro, mientras caía al suelo de rodillas, cuando Zoro lo soltó –Quiero estar solo –mantenía la vista al piso y las manos atrapando su cabeza.

 

-No puedo –El peli verde desvió la mirada, la vista que le daba el menor, no le era grata

 

-Quiero estar solo – repitió molesto, aun desde el suelo, con la vista baja

 

-Como dije, no puedo

 

-¿Por qué? – Luffy lo fulmino con la mirada

 

-Tengo una promesa que cumplir –aclaro, regresando la vista al menor, notando la cara de duda que le expresaba –En la fiesta de cumpleaños de Nami, Sanji y yo le prometimos a tu hermano, que nunca te dejaríamos solo- cerro los ojos, recordando la petición

 

-¡No soy un niño!- dijo molesto, manteniendo una mirada intimidante asia su amigo

 

-Lo sé… pero- cerro los ojos nuevamente, que lo mirará de esa manera, era doloroso.

 

-¿A caso se creen superiores a mí?- preguntó furioso, poniéndose de pie, mientras sus puños volvían a formarse

 

-¡Cloro que no! –contesto inmediatamente, regresando la vista, por unos segundos a Luffy

 

-Se cuidarme solo- apretó más sus puños –ahora quiero estar solo – le dio la espalda al peli verde respirando para calmarse

 

-No… no puedo- repitió tristemente

 

-Deja esa estúpida promesa Zoro, no es necesario que la cumplas – molestó regreso la vista a él, moviendo las manos desesperado

 

-No es solo es por la promesa, Luffy- trató de mirarlo a los ojos, pero la rabia que contenía el menor, lo obligó a desviarla.

 

-Entonces ¿Por qué?, no lo entien…

 

-Me gustas Luffy… ¿No lo puedes ver?- gritó alterado, sosteniendo al pelinegro de los hombros, mirándolo fijamente

 

-¿Te?... ¿Gusto?- en un susurro, se alejó un par de pasos, sorprendiendo al mayor

 

-Rayos- se dijo así mismo, si tenía planeado decírselo, pero no en esas circunstancias, su pulso se aceleró y un escalofrío lo invadió

 

-¿De?... ¿Qué hablas?... ¿Zoro?- preguntó inseguro con su voz entrecortada

 

-Vamos Luffy… no eres tonto, como todos los demás piensan –No había marcha atrás, lo había dicho y lo iba a sostener… eso pensaba, pero su cuerpo no le respondía, quería verlo, pero sus ojos enfocaban el piso, quería acercarse, pero sus pies no se movían, quería abrazarlo, pero sus brazos se mantenían en el mismo lugar

 

Sintió una mono posar en su mejilla, antes de que pudiera reaccionar, sintió, como los labios de Luffy presionaban los suyos.

 

Sorprendido, no dejaba de ver el tono rojizo que apareció en el rostro del menor… aun su cuerpo no le respondía

 

-Tú también me…-Luffy apenas se había separado unos milímetros, para poder confesarse, sin embargo Zoro lo interrumpió, cuando sus brazos lo atraparon y correspondió el beso, que anteriormente le habían dado.

 

Luffy abrió los labios, permitiendo el paso de la lengua del mayor, Zoro apretó el agarre con desesperación, para que el menor no se alejara, pero este lo tomo del cuello, acercándolo aún más profundizando ese apasionado beso

 

Cayeron a la cama, Zoro encima de Luffy… ¿Cómo llegaron ahí?, ni ellos lo sabían, la falta de oxígeno los hizo separarse y mantener la mirada sobre el otro, esperando una señal, para seguir o detenerse

 

-Te amo Luffy- susurro Zoro, acercándose lentamente al menor

 

-Yo, también te amo Zoro- apenas pudo terminar, antes de otro apasionado beso…

 

Abrió los ojos de golpe, teniendo como primera imagen, la obscuridad, parpadeo para poder acostumbrarse, se sentó sobre su cama, acercándose el reloj digital, que se encontraba a un lado de la cama, marcaba las 4:46, bajo la mano a su cara, noto que sestaba húmeda ¿Por qué?, acerco su mano a sus ojos… ¡Diablos!... eran lágrimas, otra vez lágrimas

 

(muajajajaja fue solo un sueño)

 

-Genial- se dijo a sí mismo, camino, caminó hasta el pequeño balcón, que tenía ese viejo departamento, respiro profundo, dirigió la vista a una pequeña casa sin jardín, de color hueso, que bien se podía ver, desde el quinto piso, a unas cuadras del edificio

 

-¿Tan temprano despertaste Sanji? ¿Por qué?- pregunto la mujer vestida de negro con un dije de una guadaña en su pulsera, sentada en la barrera de seguridad del balcón -¿Y esas lágrimas? ¿Acaso lloraste? – preguntó curiosa

 

-Todo por… un estúpido sueño- contestó molesto, manteniendo la vista en la casa

 

-Si se lo hubieras dicho, ya no tendrías esas pesadillas- mencionó la mujer, notando que el rubio mantenía la vista en aquel lugar

 

-El miedo no me deja- golpeo la pared con frustración, mientras cerraba los ojos con fuerza y nuevas lágrimas resbalaban por sus mejillas

 

-¿Miedo?- preguntó confundida- ¿A qué?

 

-No sé qué es más- bajo la vista al suelo, suspiro y volvió la vista a la casa color hueso- si la amistad que tengo con Luffy o… el amor que siento por Zoro- la alarma de su reloj, llamo la atención del rubio

 

-A veces pasa lento, otras muy rápido- mencionó la mujer, observando como Sanji corría para apagarla

 

-Las 5:55 pero…- sorprendido, tomo el celular para verificar la hora- genial y yo perdiendo el tiempo hablando solo… perdí una hora de sueño- se quejaba mientras buscaba su ropa u se dirigía al baño

 

-Sí, eso piensas todos- la muerte sonrió, mientras miraba como el rubio se encerraba para ducharse –Que hablan solos… pero en realidad hablan conmigo…

 

****************************************************************

 

Una bella enfermera, de cabello  muy largo, ondulado color salmón, con una pinza en forma de pez adornándolo y unos pendientes en forma de almeja, caminaba por el jardín, observando a cada paciente, hasta que encontró al que buscaba

 

-Luffy-san- lo llamo con voz baja, acercándose al árbol, donde este se encontraba sentado en una rama

 

-Oh regresaste- Hablo emocionado, de un brinco llegó al suelo, sonriendo en todo momento -¿Y bien?

 

-Tu hermano no está en el hospital, debió salir, por lo menos una semana antes, porque en la computadora no lo encuentro- la joven desviaba la mirada, sus mejillas se sonrojaban y sus dedos los jugaba con nerviosismo

 

-Entiendo- su rostro perdió su sonrisa, su mirada la concentro en el piso y sus ojos eran cubiertos por su cabello

 

-No… ¿No te alegra?- pregunto asombrada

 

-Sí pero… tienes razón, todo está bien- su sonrisa regreso, haciendo que la joven se sonrojara aún más

 

-Luffy-san – desvió la mirada –me… me lo… ¿me lo darás?- preguntó tartamudeando

 

-¡Caro! –sonrió y le entrego un papel, la joven lo tomo emocionada

 

-¿Puedo?

 

-Sí, llámame cuando quieras, y te llevaré a donde sirven la mejor carne de la ciudad- dijo emocionado, saboreando e imaginando la suculenta comida

 

-Gracias Luffy-san –sus ojos, al igual que su sonrisa, brillaron

 

-Portgas –lo llamó la estricta enfermera, llamando la atención de ambos- es hora

 

-Adiós Luffy-san- apenas susurro la dama

 

-Nos vemos después Shirahoshi- expuso su gran sonrisa, antes de correr de tas de la enfermera que lo había llamado

 

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En la sala de espera, se encontraba un grupo de jóvenes, nerviosos, preocupados, pero al mismo tiempo, felices.

 

-Ya casi son las tres- mencionó un preocupado Usopp, mirando el reloj de su muñeca

 

-Si está tardando- Zoro mantenía la vista en la entrada

 

-No veo a Garp, por ningún lado- la peli naranja buscaba al mencionado, entre la gente, que al igual que ellos, esperaban a sus familiares

 

-No vendrá-contestó  Robin, sin dejar su lectura –me comento que le habían dado una información muy importante, y tenía que salir unos días- obtuvo la atención de todos, algunos de ellos preocupados y los demás temerosos, sabían perfectamente, que información, haría que aquel hombre, dejará a su nieto solo, en un día como ese.

 

-Oí, chicos – casi gritó el pelinegro, acercándose a ellos con una gran sonrisa

 

-¡LUFFY!- sorprendidos, lo rodearon, a excepción de un pelirrojo y un ojeroso, que guardaron su distancia

 

-Listo, ahora sí eres tú – dijo la pelinegra, colocándole un sombrero de paja, aunque no era el mismo, era muy parecido –Te dije que te compraría uno nuevo – sonrió, guiñándole el ojo

 

-Gracias Robin – sin dejar de sonreír, buscaba entre ellos aquella persona, que desde hace días, deseaba ver -¿Dónde está Ace? –preguntó, esta vez buscaba por toda la sala, incluso sostenía su cuerpo con los dedos de sus pies, para ganar altura

 

Todos bajaron la vista y guardaron silencio, lo habían practicado… pero siempre la realidad es diferente

 

-¿Usopp? –al narizón lo invadió un escalofrió, sabían que además de ser el amigo desde el jardín de niños, Usopp era el primero en hablar, inventando las más locas aventuras, difíciles de creer

 

-¿Qué sucede?- los observó a cada uno de ellos, algunos desviaron la mirada, los demás lo miraron con tristeza

 

-Luffy…- Kid trato de explicar, pero no pudo continuar

 

-No –apenas susurro, los conocía perfectamente, y esas caras que le mostraban, las había visto antes, en aquellas ocasiones en que daban malas noticias –ACE ESTA BIEN- gritó molesto, dejando caer una pequeña maleta que llevaba en las manos

 

-Espera, LUFFY… -Zoro al ver que el menor salía corriendo, lo siguió

 

-Vamos- Nami llamó a sus amigos, corriendo también

 

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-¿Dónde está? – preguntó Kurohige, sorprendido al ver que Smoker no se encontraba en la casa

 

-No lo sé… tomo el auto y se fue- resignada le dio un vaso de agua al pelinegro –está empeñado en encontrar a la mujer – tomo asiento en el sillón más pequeño de la sala

 

-Pero ¿Qué le pasa a tu hermano? Apenas salió del hospital esta mañana –una vena broto de su frente, mientras su mano izquierda cubría sus ojos

 

-Ya lo conoces, él es… Así- dijo apenada, antes de tomar de su vaso

 

-Ah –suspiro- tienes razón- se sentó enfrente de la dama con resignación, recargando su cabeza en el sillón –creo que tendré que conseguirle una novia –bromeó sin dejar de mirar el techo, haciendo reír a la peli azul, contagiándolo a él

 

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Luffy corría desesperado, teniendo en mente aquel lugar, ágilmente esquivaba a las personas que caminaban por la calle, sus ojos se humedecía, anunciando las inevitables lágrimas

 

-Ace está bien, Ace está… Bien –trataba de convencerse, no lo entendía, según sus recuerdos, su querido hermano, no tenía heridas de gravedad

 

Flash back

 

-No pareces feliz de haberlo visto- mencionó, un joven pelinegro, más alto que Luffy, musculoso, que dejaba ver su camisa abierta color amarillo, de manga corta, que dejaba a la vista un tatuaje de su nombre en el brazo izquierdo, en su rostro tenía pecas, que le daba una apariencia un poco infantil.

 

-Él no me agrada –contesto Luffy, desde el asiento del copiloto, del auto compacto, negro que conducía el pecoso

 

-Lo sabía –Río a carcajadas sin dejar de conducir, en la carretera, en plena madrugada, ya que su reloj marcaba 1:13

 

-Ace –lo llamó sin dejar de ver el obscuro camino -¿Crees qué?...

 

-No Luffy, es imposible que encuentres un fantasma en la carretera –lo interrumpió con un tono burlón

 

-Pero sí yo lo vi- con una ligera molestia, por fin dirigió la vista a su hermano –y no iba a preguntarte eso… ¿Llegaremos a tiempo?

 

-No te preocupes, no te perderás esa reunión con  tus amigos –espejeaba constantemente, las luces de tras de ellos, le llamo la atención

 

-¿Iras?, Sanji cocinará –emocionado, se incoó en su asiento, para acercarse a su hermano

 

-No puedo Luffy, tengo trabajo- con seriedad, observó al menor, haciendo que bajara la vista y se sentará nuevamente –lo siento Luffy, este caso es…

 

-Sí, lo sé… importante- desvió la mirada al camino, borrando su sonrisa

 

Se generó un silencio incomodo, Ace sabía que desde hace meses no pasaban tiempo juntos y ellos eran muy unidos, pero no podía dejar ese trabajo, tal vez por fin ambos podrían ser libres. Luffy entendía que todo cambiaba y que lo que hacían de niños, se dejaban cuando eran adultos, pero el distanciamiento era cada vez más grande

 

-Ace…- susurró con una cara triste que se reflejaba por la ventana

 

-Luffy… ponte el cinturón- ordenó, espejeando, más seguido y acelerando el auto

 

-Pero…- refunfuño fastidiado

 

-Obedece- molesto, dirigió una mirada intimidante al menor, apretando el volante con ambas manos

 

Luffy confundido, hizo caso al pecoso, quien no dejaba de ver el espejo retrovisor y aumentando más la velocidad. Un golpe en la parte trasera, altero a los hermanos D, Ace volanteo buscando no perder el control del auto, dirigiendo la vista a su hermano, que comenzaba a asustarse

 

-Demonios, Shirohige tenía razón… como no me di cuenta antes- se dijo, conduciendo con desesperación pero entonces unas luces rojas en frente de ellos se acercaron más

 

Golpeó con el auto de enfrente, apenas con una esquina de la defensa, haciendo que su auto girará y Ace perdiera el control, el otro auto los sacudió, enviándolos fuera del camino. Algo pegó con la cabeza de Luffy, dejándolo inconsciente

 

Luffy abrió los ojos, lo primero que vio, fue la cara de preocupación de su hermano, y lágrimas mojar su rostro

 

-Gracias a dios… estás vivo- con voz entre cortada, Ace abrazo al pelinegro, este trato de moverse- No, no te muevas, tienes… -El menor sintió algo extraño en du pecho, una parte del auto se había clavado en él –Lo siento Luffy esto… es… mi culpa… iré a buscar… ayuda- lloraba poniéndose de pie, cojeaba al caminar y un brazo sostenía al otro que no podía mover.

 

Desde el suelo con hierva, logró escuchar sirenas acercarse, y una mujer vestida de negro, seguir a su hermano, antes de perder el sentido nuevamente

 

Fin Flash back

 

Seguía corriendo, no dejaba de llorar, sus pensamientos y recuerdos inundaban su mente, hasta que el sonido de las llantas, haciendo fricción en el pavimento y el clacson de un auto, lo trajo a la realidad…

Notas finales:

no me maten por favor (Fenaticas de ZoLu)

por favor no me maten

a todas la demás les informo que me escondere por si acaso XP

trataré de no tardarme nuevamente y subir el próximo capitulo este fin de semana 

nos leemos luego

Bay bay


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