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Never give Up por ritsuka10

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Un auto blanco se detenía frente a un parque el conductor giro su cara para observar como su amigo hundía su rostro en el frio vidrio de la ventana estiro su brazo para acariciar su mejilla con el dorso de su mano, un suspiro escapo de sus labios, anhelaba consolarlo hablar mal de DaeHyun para que lo odiara, se separará de él, que se diera cuenta que era un error su relación ¿Qué caso tenía echarle más limón a la herida? ¿Por qué lastimar lo que ya está herido? Recargo su cabeza en el respaldo de su asiento, amar era la enfermedad más estúpida que el ser humano se había inventado para no estar solo era consciente que jamás tendría una oportunidad con el joven aun si Dae se iba quedaba Zico.

—Soy un idiota debería odiar a Hyun por lo que dijo pero no puedo esa es su manera de pensar y no quiero cambiarla ni forzarla, no quiere decir que me doy por vencido pero he descubierto que no puedo seguir engañándolo con algo que no soy.— Jae dice girando su mirada para chocar con la del mayor.—Cuando este listo le diré toda la verdad, en ese momento no necesitaré terminar con él, sé que me rechazara.

—No debes juzgarlo sin conocer sus reacción, él te quiere y puede sorprenderte.— Argumenta el mayor acercándose al rostro del menor quien tiene dibujada una nostálgica sonrisa.—No le has mentido, bueno solo omitiste partes de tu pasado que no son sencillas de decir, ten confianza en él.

YoungJae dejó escapar el aire que sus pulmones no lograban retener, MuynSoo era perfecto, guapo, galante, amable, conocía parte de sus traumas, junto sus frentes pero con él no podría tener una relación para el menor de los Bang le era imposible formar lazos de confianza con personas externas a su familia, lo hizo con Dae y termino herido, hay veces que se debe pelear por sus sueños pero su relación con el heredero Jung era algo sin sentido, su madre nunca lo aceptaría y no quería romper una familia.

—Omitir es lo mismo que mentir.— Contesto Jae volviendo a su lugar regreso su mirada a la ventana para observar el paisaje.—Su madre jamás me aceptará y no puedo dejar que él se separé de ella, sobre todas las cosas la Sra Jung ha sido una buena madre, solo quiere protegerlo y eso es normal.

—Pensé que tendría una oportunidad cuando terminaras con Dae pero creo que Zico te merece.— Hablo el presidente del consejo encendiendo el auto.—¿Qué te parece si tú te quedas con el rebelde y le dices que me deje a SungJong? Me gusta ese pequeño demonio.

Ambos soltaron carcajada no se puede presionar un sentimiento que jamás se sentirá, pensar que con el tiempo cambiaremos a alguien o ese alguien nos amará es una falacia, si nuestro destino no está atado al de ese humano de la manera que deseamos no debemos forzarlo, ¿Amistad? ¿Amor? ¿Qué diferencia hay entre ambos? L no estaba dispuesto a perder la primera ya que tal vez la segunda nunca ser volvería realidad, Jae no podía amarlo como pareja pero si como amigo, tal vez ese era su camino, ser solo un compañero, además tal vez el hilo rojo de su dedo meñique iba atado a otro persona.

Unas risas inundaban la habitación, dos cuerpos jugaban entre las sabanas blancas de una cama, un joven de piel a perlada se sentó sobré la cadera de un chico de piel canela coloco sus dos manos extendidas boca abajo en cada uno de los extremos, su frente se unió a la del mayor, una bella sonrisa se dibujo en su rostro, sus mejillas estaban sonrojadas, sus labios se vieron atrapados por una ansiosa boca una lengua se introdujo sin pedir permiso ambos órganos jugaron, se acariciaron, llevándose al éxtasis, a la locura, sabían que en esa enorme Mansión la tercera persona que los acompañaba no diría nada, ella era una buena mujer que solo quería ver feliz al heredero de los Choi.

—No entiendo por qué no quisiste que fuéramos al Club.— Dijo el menor recobrando la respiración, la punta de su nariz jugueteaba con la de su pareja.— Tendríamos la noche libre

—No queremos que TOP tenga razones para que ponga a tu padre en tu contra además no me interesaba ir a un sitio donde otras personas podrían observarte, te he visto bailar y no solo levantas aplausos, hay demasiados pervertidos en esos lugares.—Comento con un gesto de molestia el pelinegro, su tono de voz demostraba celos.— No quiero que nadie descubra el hermoso SunShine que tengo en mis brazos, eres mío, solo mío.

El mayor hizo que con un movimiento intercambiaran lugares aprenso al menor en las sabanas, apreso sus manos levantándolas a la altura de su cabeza, ahí entrelazo sus dedos, hundió su rostro en su cuello blanco como la nieve saco su lengua y con la punta comenzó a recorrerlo no creía merecer tanta inocencia a su lado, ese joven de cabellos plateados se había convertido en su flotador, era un ángel que con sus besos limpiaba la suciedad de su pasado, por muy perfecto que fuera no era capaz de borrar todos sus malas decisiones, Jun debía saber la verdad conocer al verdadero YonGuk, al hijo de un mal hombre, sus besos se detuvieron levanto el rostro para que su mirada se fundiera con la del menor.

—Mi padre era el mafioso más temido de la zona donde vivía nunca conocí a mi madre, fue una de sus tantas amantes, solo crecí a lado de mi hermano Nam desde que tuve consciencia odie a mi padre, aborrecí su presencia, su aroma, su risa, todo en él era repugnante.— Dijo con un neutro tono de voz el mayor, sin inmutarse un milímetro, parecía no tener sentimientos al momento de hablar de su progenitor.— El era el peor ejemplo que un niño puede tener, nadie me abofeteo la primera vez que le quite la cartera a mi compañero de colegio, la vez que pelee con otro chico, era la pesadilla de mi escuela miles de reportes se apilaron en la mesa de la cocina sin que nadie los atendiera, Nam y yo éramos los reyes de la zona, al poco tiempo no tardamos de tener nuestra propia pandilla.—La repentina confesión provoco que Jun se tensará, sus ojos se abrieron al escucharla, su respiración se volvió lenta.— Zico, Ravi y Ren fueron vendidos a mi padre cuando eran niños, yo se los gane en varias partidas de póker, era un hombre cruel y bueno en su trabajo pero malo en las apuestas, ellos se unieron a mí, cuando crecieron comenzamos a meternos a robar a las casa a pedirles derecho de piso algunos comerciantes, también fuimos narco menudistas, hacíamos trabajos pequeños, grandes, de todo…

Jun no soporto la fría mirada que le regalaba su pareja por esa razón deshizo el agarre lo arrempujo un poco obligándolo a moverse, se puso de pie envolviéndose en una sábana, necesitaba aire para que sus pulmones continuaran trabajando, ¿Por qué le contaba eso Bang? ¿Buscaba ponerlo a prueba? ¿Decía la verdad? ¿Mentía? No, no lo hacía, esas palabras eran afirmativas, fue, mejor dicho era un delincuente como Seung le dijo, un chico de la mala vida presiono fuertemente el nudo, sus nudillos se pusieron blancos una carcajada hizo que girara su rostro, Guk estaba las manos detrás de su cabeza miraba el techo entretenido, parecía restarle importancia a su confesión.

—En este momento o seguiría siendo un delincuente o metido en alguna cárcel como mi hermano Nam, él está en Japón en una celda porque lo atraparon con un paquete de droga que pensábamos meter a Corea, un mal negocio.— Volvió a decir el mayor riendo pero de un momento a otro se detuvo.— Todo cambio cuando Jae llego a casa, él era distinto a todos, mi padre murió y es cuando me di cuenta que no desea terminar como él, no dejaría que alguno de mis hermanos terminara metido en otra prisión o muerto en algún callejón, quise iniciar una nueva vida por eso abandone todo por eso decidí reformarme, te quiero JunHong y u pienso hacer las cosa bien porque te mereces a alguien honesto.— Sus palabras se detuvieron, el pelinegro se incorporo para después salir de la cama camino hacia donde estaba el menor se arrodillo frente a él para abrazarlo por la cintura, hundió su rostro en la sabana a la altura de su abdomen.—Nunca a nadie le dije que lo quería, ni a Nam que es mi sangre, eres alguien importante para mí pero no puedo negar lo que fui tal vez decidí tener un trabajo honesto pero no quiere decir que el antiguo Guk no siga viviendo dentro de mí, tu lo viste esta noche, extorsiono a la gente, la intimido, esa parte sigue viva es tu decisión seguir a mi lado o alejarte, esta es la única vez que te pediré que me elijas, que te quedes a mi lado.

—Yo siempre pensé que eras una persona que había trabado arduamente para tener lo que ahora tienes admito que me has decepcionado.—Contesto negándole la mirada a Guk quien dejo de abrazarlo ante este gesto Jun se dejo caer guardándolo en sus delgados brazos fuertemente, impidiéndole que se levantara.— Pero eso no quiere decir que te deje de amar, te quiero Bang y puedo aprender aceptar a esa parte negativa de ti promete que no volverás a tener un negocio fuera de la ley, no quiero vivir con el miedo de perderte.

El mayor dibujo una tenue sonrisa para asentir a su petición, lo tomo por la barbilla para besarlo deslizo su lengua magistralmente entre esos sonrosados labios sus manos se colocaron sobre esa delicada cadera envuelta en la sábana blanca, lo rodeo con sus brazos temeroso de que su sueño se desvaneciera.   

HimChan rodeaba con sus manos la definida cintura de su pareja sus labios estaban entretenidos en su cuello color canela donde pequeñas marcas rojas se iban dibujando, el sonido de la música envolvía a JongUp en una burbuja de fantasía y decadencia,  sus manos se colgaron del cuello de su pareja se sumergió en su mirada, recordaba las palabras dichas después de la fiesta, el sobre que vacío sobre el ponche,  esas acciones no eran propias del príncipe que llegaba a ser Him, beso sus labios, no quería creer que su amigo había desaparecido y que hora convivía con otra persona, continuaron con esa guerra de leguas hasta que Onew los interrumpió.

—Disculpa por molestarte pero tenemos un problemilla abajo.— Dijo nerviosamente el líder de SHinee quien sabía que su jefe enfurecía cuando alguien interrumpía sus citas con su novio.— Te necesitamos.

El pelinegro mordió su labio inferior molesto al notar el rostro de preocupación del castaño dejo escapar el aire contenido en sus pulmones, asintió con la cabeza despidiéndose de un beso de su pareja.

—Ve con Taemin parece estar divirtiéndose ahorita regreso.—Dijo dulcemente el pelinegro caminando a lado de Onew, Up se dirgio a donde Him le había ordenado pero se detuvo para girarse a seguir a su novio.— Les dije que no quería más problemas con el casino que tenemos abajo hasta ahora Bang esta entretenido con Zelo y no tardará en venir.

JongUp se detuvo al escuchar las exclamaciones de su pareja ¿Casino? Recordó la vez que Shinee los visito en su departamento se mezclo con la gente para ingresar a las puertas que llevaban al sótano donde había un par de guardias quienes lo detuvieron, ya antes había visto que Him escapaba por la puerta de salida de emergencia, el castaño estuvo a punto de darse la vuelta pero se armo de valor para enfrentar a los grandulones que le impedían el acceso.

—Lo lamento pero el acceso es restringido. —Habló uno de los sujetos estirando su mano para impedir el paso. —Lo sentimos señor.

—Soy el novio del dueño del lugar hace unos momento estaba bailando con él.— Los dos hombres se vieron entre sí, sabían quién era ese jovencito, HimChan desde el inicio les ordeno a todos los guardias a vigilar que el jovencito tuviera lo que deseará, que no dejaran que nadie lo molestará.— ¿quieren que lo llamé y le diga que me han negado la entrada?

Los dos hombres se tensaron por esas palabras sabían que el señor Kim era un hombre de poca paciencia, que se llegaba a cargar toneladas de mal humor temblaron en solo pensar que se molestaría por su culpa, se miraron entre ellos dudosos y decidieron abrirle paso al menor quien solo agradeció con un gesto, ingreso por la puerta principal que lo llevo a un largo pasillo oscuro después de varios pasos llego a un par de cortinas las separo para ingresar a una enorme habitación la cual estaba llena de luces y de humo de cigarro, era la simulación perfecta de un casino clandestino en varias mesas reconoció algunos padres de sus compañero de colegio, al ver a los hermanos Bang vagar por el sitio se escondió atrás de un grupo de personas, no sabía mucho de reglamentos pero tener un casa de apuestas no estaba dentro de los márgenes legales que el negocio tenía rápidamente salió del sitio se introdujo en el mar de gente para buscar a Taemin trataba de entender lo que había visto, por las conversaciones pasadas estaba seguro que YongGuk no tenía conocimiento de las casa de apuestas montadas en el sótano del club, ¿HimChan estaba traicionando la confianza de Bang? No quería pensar en esa posibilidad movió su cabeza de un lado a otro para despejar su mente si eso era verdad significaba que su novio era un mentiroso.

—Hey preciosidad no quieres bailar conmigo?— Un sujeto mayor le cuestiono al castaño tomándolo del brazo, Up se negó automáticamente lamentablemente el menor se vio rodeado por el grupo de seguidores del acosador. —Nene juró que no te arrepentirás.

El hombre dijo lastimeramente tratando de manosear al menor quien estuvo a punto de contestar a las groserías pero un puño lo detuvo observo como ese hombre caía al piso giro su rostro para ver a la persona que lo había defendido, era su pareja, el pelinegro llego rodeado por el equipo de SHInee, quienes a su vez retaron con la mirada a los hombres que escoltaban al acosador, en la garganta de Up las palabras se quedaron ahogadas cuando aún en el suelo HimChan tomo al hombre para dar un par de puñetazos más, lo sujeto por el cuello levantándolo.

—¿Cómo te atreves a tocar a mi novio? Maldita escoria ahora le pedirás perdón.— Le amenazó con un tono de voz frio el herido trato de hacer una reverencia pero el dolor se le impedía hacerlo a la perfección, el heredero de los Kim lo lanzo a sus amigos.—No quiero que vuelvan mi club nunca en su vida.

HimChan se dio media vuelta para tomar del brazo a su novio y darle un beso en la frente le cuestionaba si se encontraba bien a lo que el menor solo contestaba con monosílabos afirmativos, el heredero de los Moon quedó sorprendido por aquella reacción de su pareja nunca lo había visto en ese estado, se mostraba frio, calculador sin ninguna emoción en su cuerpo más que la furia,  trato de olvidar esos pequeños detalles cuando volvió a la pista de baile pero era inevitable borrar la nueva personalidad de su mejor amigo, era otra persona quien lo besaba en ese momento, quien le susurraba que lo amaba al oído, el niño tímido que conoció años había desaparecido, el joven enfermizo, débil ya no existía, ese nuevo hombre quien mordía su cuello, quien acariciaba su espalda era alguien a quien no conocía, ese evento le aterraba porque a su mente el rostro del padre de HimChan llegaba a su cabeza ¿Era igual a su progenitor? Un manipulador que no le interesaba herir al resto con tal de alcanzar su objetivo, no, no negaba continuamente, evadiendo la duda que poco a poco crecía en su corazón  

YoungJae miraba televisión su ojo izquierdo tenía un parche, había pasado una semana desde el baile, agradecía que tuviera esos días libres debido a su operación aunque en teoría no era de peligro pidió un par de días para descansar además las vacaciones de verano se acercaban, esa era su manera de evadir a DaeHyun quien continuaba entercado en hablar con él, lo escucho cuando fue al hospital para visitarlo a lo cual el menor se negó, sabía que JunHong lo tenía bien informado sobre su situación médica el novio de su hermano mayor era un chico de corazón sincero agradecía que su relación estuviera en buenos términos.

—¿Seguirás escondiéndote de él? —Interrumpió una varonil voz, Zico tomo asiento a lado del pelinegro.— Estaba enojado y necesitas hablar con él arregla tu situación no puedes huir por siempre.

—Lo sé por eso le he enviado un mensaje para que venga y podamos hablar.— Contesto tratando de sonreír, habían sido necesarios esos días solo ya que por fin llegó a una conclusión.— ¿Pensé que saldrías a pasear con SungJong?

—Lo cancelo ya que L invito al nene a una exposición de fotografía.—Interrumpió Ren burlándose de su hermano mayor quien solo bufo molesto.— Pobre JiHo no tiene suerte en el amor, anda vamos al cine y te presento a un amigo.

—Es un joven agradable.— Hablo CAP pasando sus brazo sobre los hombros de Ren quien se sonrojaba por el acto.— Anda vamos así su nuevo amigo de la muñeca no nos hace mal tercio.

El mencionado le dio un pequeño codazo a su pretendiente después de la fiesta accidentalmente ambos amigos se habían besado, CAP descubrió que le gusta esa sensación por eso le pidió una oportunidad a Ren, ahora que Guk parecía sentar cabeza con JunHong el chico podía tener una oportunidad, los tres jóvenes salieron a pasear dejando solo al pelinegro, después de varios minutos alguien tocaba la puerta un suspiro escapo de sus labios, se puso de pie y abrió la puerta encontrándose con un pelinegro, Jae abrió la boca formando una perfecta o, el rostro del mayor lucia más pálido de lo común el remordimiento apareció como un sabor amargo apodéranos de su paladar, DaeHyun estiro su mano para tocar el parche que estaba pegado en el ojo de su pareja.

—Traté de visitarte pero tus hermanos me dijeron que estabas cansado.— Comentó el mayor en un leve susurro sus dedos se deslizaron por el rostro del menor, lo acaricio, esos días sin él habían sido un infierno.— Me equivoque al hablar mal de tu familia pero no puedo perdonar que ofendan a mi Familia.

—Deberíamos terminar esta claro que no nacimos para estar juntos hay demasiados cosas que nos separan.— Hablo fríamente el menor dándole un manotazo para que dejará de tocarlo. —Tu familia nunca aceptará a la mía.

Jae levanto la barbilla orgulloso no estaba dispuesto a decir la verdad, era mejor dejar que ese amor se desvaneciera con el tiempo, no estaban al mismo nivel social, no quería pelear, era un cobarde que continuaba escondiéndose en el ropero mientras su padre lo buscaba por la casa o cuando trataba de huir de los acosos de los clientes de su madre, nunca tuvo la valentía para enfrentarse a sus monstros, Dae no merecía a un mediocre como él levanto la mirada cuando sintió como unos brazos lo arrastraban al interior del departamento, la puerta se cerró a las espaldas del mayor, quien lucía furioso, cansado, Jae estuvo a punto de gritar pero unos labios sobre los suyos lo detuvieron podía sentir su molestia por la ímpetu de aquel gesto, Dae lo arrinconaba en una esquina, lo pegaba a la pared, no pedía permiso para introducir su lengua en su cavidad bucal no podía oponerse no tenía la suficiente fuerza para rechazar a la persona que amaba.

—Deja de juzgarme, deja de imaginar cómo reaccionaría ante algo, tal vez mi mundo sea distinto al tuyo pero también te podría sorprender mi manera de ver la vida.—Hablo molesto mordiendo su labio inferior.— Deja de pensar por mí, nadie tomará las decisiones que yo debo asumir, ni tú, ni mi madre.

—te conozco sé que nunca te opondrás a tu madre para ti solo mis hermanos son unos malvivientes, unos mentirosos, mi familia es distinta a la tuya.—Le Contesto enérgicamente tratando de soltarse.— Déjame en paz, lárgate con tus amigos que usan ropa de marca y déjame estar con las personas que son como yo.—El menor comenzó a lanzar manotazos para que su pareja se alejará pero este solo lo sujetaba más fuerte. —¿Qué quieres de mi?

El mayor no dijo ninguna palabra solamente tomo ambas muñecas del menor para levantarlas por encima de su cabeza y volver a remeter contra sus labios ¿Qué quería de él? La respuesta era sencilla, todo, su aliento, su piel, su corazón, sus pensamientos, sus miedos, cada uno de los fragmentos que lo completaban los anhelaba, ese tiempo separados descubrió que su vida no tenía sentido si el menor no lo acompañaba, era algo radical, enfermo pero verdadero, las personas llegan ser dependientes de otras personas al grado de cometer locuras, así es el comportamiento humano obsesionarse con alguien o algo a tal grado de no tener un juicio claro del bien o el mal, DaeHyun se convirtió en un fan obsesivo como esos que tienen los ídolos.

—Te amo YoungJae y quiero todo de ti. —Dijo sensualmente lamiendo su oído, con una mano mantuvo el agarre mientras que con la recién liberada comenzaba adentrarse debajo de la camisa del pelinegro. —No debes juzgar a las personas por su origen estas cansado que los demás lo hagan pero tu cometes el mismo pecado. —Un ligero gemido escapo de los labios de Jae quien se sorprendió ante ese sonido, era el mismo que su mamá hacia cuando estaba con sus amantes. —Deja que te demuestre lo que significas para mí.

—He visto como los humanos demuestran su amor mi madre vendía el suyo al mejor postor. —Soltó de golpe cerrando los ojos, era la prueba final. —Cuando los hombres llegaban a pedirlo me encerraba en un ropero donde claramente escuchaba lo que pasaba en la habitación ¿Estás listo para escuchar lo que tanto miedo me da contarte? —Le cuestiono abriendo los ojos y enfrentando la mirada incrédula de su pareja quien lentamente deshacía el agarre. —Mi madre era una prostituta y mi padre un borracho, el papá de Bang fue el último cliente de la mujer que me trajo a la vida por eso no quiero estar contigo porque me avergüenzo de mi pasado, de mis orígenes. —Le grito al ver que podía zafarse del agarre bajo las manos para arrempujar al mayor quien no lograba entender lo que sus oídos escuchaban. —No entiendes qué me siento como una basura a tu lado lo que hizo tu madre no se compara lo que me hizo la mía, mira lo que mis padres me provocaron, me aterra tocar a la gente, no confió en nadie, tengo miedo a parecerme a ellos, solo mírame. —Dijo en un sollozo resbalándose en la pared cubriéndose con las manos. —Mi padre me golpeo tanto que provoco el daño en mi ojo, soy alguien demasiado roto para ti, no es cuestión de dinero, ni de poder, ni de orgullo, es solo..

—Cuestión de autoestima. —Interrumpió el mayor arrodillándose para quedar a la altura del afligido puso sus manos sobre las él que tapaban sus oídos. —No puedo imaginar el daño que te causaron en este momento golpearía a tu padre y tal vez maldeciría a tu madre pero haga lo que haga no podrá remendar el dolor que te infligieron, sé que no es sencillo olvidar pero creo que lo has hecho bien hasta ahora. —Le susurro besando su frente. —Ven conmigo.

El menor levanto la mirada para después ser arrastrado por el mayor hacia uno de los cuartos lo puso frente a un espejo donde ambos se reflejaban de cuerpo completo, Dae se puso a su espalda, con una mano lo sujeto de la cadera mientras con la otra levantaba su barbilla obligándolo a mirarse en esa superficie, Jae no comprendía esa situación.

—Quiero que te veas en el espejo y te diré lo que yo veo. —Comento el mayor cerrando los ojos y recargando su frente en el hombro del menor quien se observaba fijamente, no le gustaba verse, no le agradaba la persona que estaba en ese reflejo, era idéntico a su madre, unas tremendas ganas de vomitar aparecieron quiso huir pero el abrazo fuerte de Dae se lo prohibía. —Tu piel no están blanca como el papel, es como la arena a perlada, tus facciones son finas para un hombre pero combinan perfectamente con tus pequeños labios rosas, lo más impresionante de ti son tus ojos, no son tan rasgados como el resto de los coreanos, los tuyos son más ovalados hacen juego con tus pestañas las cuales no son largas pero si oscuras como la noche, tu cabello es suave como la seda podría decir miles maravillas de tu cuerpo, como tus pompas de burbuja o tus muslos de infarto pero ese no es el punto. —Dijo soltando una péquela sonrisa. —Eres hermoso nunca en mi vida había visto a alguien como tú, no creo que te parezcas a tu madre, nadie se puede asemejar a tu belleza que combina con tu carácter, eran apasionado con lo que amas, te alocas cuando vez un carrito de helados, inflas tus cachetes cuando estas aburrido, muerdes tus uñas cuando el nerviosismo se apodera de ti, creas canciones de cualquier cosa que ames y de la actividad que hagas, ríes como un tonto, ah olvidaba que tienes los hombros más sexys del mundo. —Un suspiro escapo de sus labios recargo más su frente en el hombro del menor. —Tú eres YoungJae, el chico que estudia como un loco para conseguir una beca en Estados Unidos, el que cuida a sus hermanos, el joven terco que no deja de luchar hasta alcanzar su objetivo, tú no eres tu madre, tú no eres tu padre, tu eres tú, de ti es de quien me enamore, no de tus orígenes, no de tus genes, deja de pensar lo que tus padres te heredaron y piensa lo que tú vas a dejar, los hijos no deben ser el reflejo de sus progenitores, nosotros podemos triunfar donde ellos fracasaron, no debemos cometer sus mismos errores y si lo deseamos no volvernos como ellos.

La lágrimas rodaron por las mejillas de Jae, esas palabras superaban sus expectativas, que tonto había sido al pensar que DaeHyun era como el resto de las personas juzgar sin conocer antes a las gente es un pecado que todos los humanos comentemos creer que reaccionaran de cierta manera solo porque son de un status distinto no lleva a cometer los peores errores como sociedad, estigmas que los mismos seres le adhieren a otros, etiquetas sobre etiquetas, dejamos de verlos como individuos para notarlos como sociedades, no porque una persona es pobre significa que sea ignorante, no porque alguien sea rico quiere decir que no tenga conciencia social, Jae despertaba de su sueño se giro para tomar el rostro de su compañero.

—¿Me quieres por quién soy? —Le cuestiono recibiendo una afirmación con la cabeza. —Te amo DaeHyun, te amo como nunca pensé querer a alguien, no quiero que me dejes, no quiero que sueltes mi mano, por favor quédate por siempre a mi lado.

Se colgó del cuello del pelinegro, sus labios se unieron en un desesperado beso, las manos de DaeHyun se colaron por debajo de la camisa del menor quien lentamente deslizaba sus dedos por el moreno cuello de su amante, no existían miedos en su pecho, no más dudas, ya no se sentía como un cobarde, ahora sabía que no era como su madre porque él si se había enamorado porque él estaba dispuesto arriesgarse a entregar su corazón, le quito la chamarra a su pareja para después seguir con su camisa, observo aquella piel canela en todo su resplandor, mordió sus hombro derecho, clavo sus dientes anhelaba comprobar si sabía a chocolate, las yemas de sus dedos recorrieron ese bien formado pecho delinearon cada rincón, cada espacio, llego hasta el abdomen donde pequeños cuadros se formaban cuando el mayor lo contraía con cada respiración, llegó al borde del pantalón, dudoso del siguiente paso, nunca antes había estado con alguien de esa manera, la sola idea le enfermaba pero en ese momento todo era distinto, DaeHyun capto su momento de duda así que lo sorprendió tomándolo por la cadera para alzarlo y llevarlo a la cama donde lo dejo caer con delicadeza, le ayudo a quitarse la camisa.

—No te imaginas no perfecto que eres cada centímetro de ti me fascina. —Dijo en tono sensual el mayor quitándose el cinturón y lanzándolo en algún rincón de la habitación, se abrió un poco el pantalón para después lanzarse a quitarle el suyo a su compañero quien termino con las mejillas sonrojadas, Dae relamió sus labios fascinado por la vista que se presentaba delante de él. —Quiero que seas solo mío, como yo soy de ti, sé que soy el primero y quiero que sepas que también lo eres para mí. —Jae quedó sorprendido por esa confesión así que solo estiro los brazos para besar los labios del mayor. —Te amo y prometo que todo cambiará desde hoy.       

El mayor se deshizo de la ultima prenda que lo separaba de su pareja, mordió su cuello dejó cientos de marcas las cuales tapizaron cada centímetro de piel, los gemidos del menor inundaron cada rincón del cuarto, un par de manos separaban sus muslos, cada caricia lo llevaba al límite, el inicio de una verdadera relación, no existían secretos que los separaran, no más miedos, no más mentiras, YoungJae no dejo de rasgar aquella espalda, no paró de gritar el nombre del profanador de su cuerpo, no le importo el cansancio, ni que la noche se acercará, no le interesaba nada más que sentir que su interior explotará ante casa estocada, ante cada suspiro. 

Bang YongGuk salto por la pared dejándose caer en la banqueta del callejón que se encontraba a un lado de la enorme mansión de los Choi, cuando se dio la vuelta noto que estaba rodeado por varios hombres detrás del grupo se encontraba un pelinegro quien encendía un cigarro tenía una sonrisa dibujada en su rostro, Bang ladeo la cabeza no podría con todos esos atacantes, era consciente que le darían una golpiza, no sería ni la primera ni la última vez que le tendían una trampa como esa.

—Lo supuse, personas como tú no juegan de frente ¿tratas de ocultar su desagradable personalidad de Jun? –Cuestiono al hombre de traje quien se mordió el labio molesto por la mención del menor.— No iré de soplón con él pero te puedo jurar que esta me la pagarás muy caro.

—Quiero que su cara de inútil quede llena de moretones.—Hablo el mayor retrocediendo un par de pasos para sentarse en el cofre de su auto y admirar la golpiza que le propinaban a su rival.— Te haré pagar la humillación que me hiciste pasar.

SeungHyun era un hombre de negocios un experto en la política, sabía mentir, fingir a la perfección, los candidatos nunca atacan directamente frente a su presa esos seres corruptos golpean cuando la oscuridad de la noche los cubre cuando nadie los ve.

Notas finales:

GRACIAS POR SUS REVIEWS!! prómeto contestarlos, saben que soy mala escribiendo lemon así qeu disculpen mi carencia de pasión, espero les guste el cap y pues estamos en la reta final xD solo 5 cap para que sea el final, saludos y cuidense, ahh ame el MV de Excuse me, son perfectos y hermosos ::::)  No olviden darle like a la pag ya subi un avance del nuevo Fic Cruxe :D

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