3.- FINAL DEL PRINCIPIO.
Hiroki se encontraba solo de nueva cuenta en esa enorme casa, parecía más que nada una mansión completamente abandonada, si no fuera por los perros, una servidumbre y el castaño lo estaría, lo peor es que era de noche, incluso daba algo de miedo estar solo, quería tomar algo de agua y tenía que bajar a la cocina, lo cual era caminar por un pasillo obscuro aparte de bajar unas escaleras algo largas, suspiro y salió de su habitación, iba en pijama y pantuflas del mismo color gris, de nueva cuenta Nowaki no había ido a dormir, estaba en una reunión muy importante con otros doctores, eso es lo que le había dicho, que era algo bueno para su carrera y el no era nadie para decirle que no fuera, tenía que apoyarlo aunque eso significara muchas noches solo, aunque se estaban volviendo semanas.
- aah…tonto Nowaki… porque me deja tanto tiempo solo, me pregunto si se acordara de nuestro aniversario – se preguntaba a si mismo mientras bajaba las escaleras, su aniversario no estaba muy lejos, era en dos meses, esperaba que ese día tuvieran una agradable velada.
Bajo las escaleras y ya se encaminaba hacia la cocina pero tenía que atravesar el gran comedor, se preguntaba porque tenían uno tan grande, Nowaki casi nunca estaba en casa y rara vez hacían alguna fiesta donde podrían utilizarlo, de hecho Hiro prefería usar la cocina para comer con la servidumbre, así no se sentía tan solo.
Salió de sus pensamientos al escuchar un ruido atrás de él, se giro pero no había nada ni nadie – diablos, porque tuvimos que cambiarnos a esta casa tan grande, nunca se lo diré a Nowaki ni a nadie, pero me da pavor esta casa de noche, me doy vergüenza – dijo sonrojándose y siguiendo su camino hacia la cocina a la cual entro sin encender la luz – bueno solo tomare el vaso de agua y me iré a encerrar a mi cuarto – abrió el refrigerador y tomo el bote de agua, pero cuando cerró la puerta se encontró con una castaña un poco más baja que él, sonriéndole de oreja a oreja – ¡waaaa! – Kamijou soltó el bote de agua y casi se cae hacia atrás, la chica atrapo el bote de agua sin quitar su sonrisa.
- Hiroki-san me hubiera llamado le hubiera llevado yo el agua… - le dijo la mujer que llevaba un traje de sirvienta, no muy corto pero tampoco muy largo.
- ¡Kyoko!, ¿Que pretendías, matarme del susto? – le dijo aun bastante alterado por el susto que le dio la chica.
Kyoko era una de las sirvientas de la casa, se podría decir que era la de más confianza ya que ella era la única que tenia permitido vivir en esa mansión, inclusive Nowaki se sorprendió cuando Hiro había tomado la decisión de dejarla vivir con ellos, ya que había sido idea del castaño hacerlo, el pelinegro no podía negar que ese acto lo hizo sentir algo incomodo y amenazado con la chica, por no decir celoso.
- jaja lo siento Hiroki-san, es que lo vi desde la sala y decidí venir a saludar y a ver si necesitaba algo.
- no gracias Kyoko, solo quiero un vaso de agua para irme a dormir, de nueva cuenta solo… - lo ultimo lo dijo poniendo una cara de tristeza.
- vamos, no se ponga así, ya verá que a lo mejor el señor Nowaki llega temprano o viene en la mañana para que desayunen juntos – decía la mujer sonriéndole, tratando de consolarlo.
- lo dudo, el… ha tenido mucho trabajo últimamente…
- y Hiroki-san se siente solo – sonrió la chica comprendiendo lo que sucedida.
- ¡tu…! – iba a renegar como siempre, pero a la chica no le podía mentir, así que su mirada de furia fue cambiada por una llena de resignación - …si, muy solo, soy patético no te parece, intento hacer como el que no me afecta que Nowaki se la pase fuera de casa para que su carrera crezca mas y al final deseo que de repente diga al diablo y venga a dormir a la cama conmigo – “inclusive me tiene abandonado en ese aspecto” pensó el castaño – quisiera poder dormir aunque sea unas cuantas noches con él y no solo como últimamente es costumbre.
- y ¿porque no habla con él?, estoy segura que si le dice lo que piensa él lo comprendería – le sugería.
- no puedo ser egoísta, el merece crecer en su carrera y no soy nadie para impedírselo…
- pero no se lo va a impedir Hiroki-san, solo le va a pedir algo de tiempo para que pase con usted también, son pareja y es correcto que se dé el tiempo para pasarlo con usted, hable con él, sabemos como es y lo más seguro es que se ponga feliz de que usted se lo dijera – le dijo la chica sonriéndole –¡ya se!, porque no lo platican el día de su aniversario, hágale una sorpresa y después de eso platíqueselo, le apuesto a que las cosas mejoraran.
- mmm – de hecho la idea de la chica no era para nada mala, sonrió – me parece muy bien…pero… - se sonrojo – no soy bueno para ese tipo de cosas – tenía que admitirlo, el romanticismo para nada era lo suyo.
- ¡wi! No se preocupe, ¡yo ayudare! Así que a dormir, este fin de semana haremos varios planes y veremos cuáles son los mejores, ¿qué le parece? – decía Kyo muy emocionada.
- me parece una excelente idea, no tengo mucho trabajo así que supongo que estará bien.
Hiroki sabía que sería un gran gesto, después de todo casi nunca o por no decir nunca, hacia ese tipo de cosas para Nowaki, regularmente era el pelinegro quien lo hacía, solo rogaba que en verdad las cosas salieran de buena manera, extrañaba a su amante, a su pareja, a su amigo, porque todo eso representaba Nowaki y mucho mas.
%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
El cielo nocturno no tenía ni una estrella en el, era una noche demasiado desolada, inclusive las calles estaban completamente deshabitadas, pero aun así un rubio de ojos esmeraldas conducía a alta velocidad por ellas, necesitaba llegar lo antes posible al departamento de su cuñado, después de la visita que tuvo de cierto pelirrosa se quedo con un gran nudo en la garganta y un fuerte sentimiento de preocupación en todo su ser.
- ¡demonios! Como es posible que las cosas resultaran de este modo, porque no me hiciste caso Eiri, porque no fuiste a terapia de nuevo, ahora has hecho algo de lo que estoy seguro te vas a arrepentir de una manera dolorosa – decía el rubio pegándole al volante, aun recordaba la visita del pelirrosa casi a la una de la mañana en su oficina…
FLASH BACK
El empresario Thoma Seguchi se encontraba en su oficina de NG records a pesar de ser casi media noche, pero estaba demasiado preocupado por la banda más importante que encabezaba la disquera, BadLuck, la cual lamentablemente estaba decayendo demasiado en las canciones, por lo menos para su gusto no eran canciones que una banda como esa debería tocar, revisaba las nuevas letras y eran todas del mismo tema, desamor, tristeza, dolor, engaños, ya ni siquiera alguna canción de esas babosas que hacían bailar a todo el mundo, ya no había mucha diversificación en los temas, inclusive ya había intentado ponerles un compositor solo para ellos, pero incluso en la voz de Shuichi se notaba lo decadente de la situación, era imposible hacerlo cantar alegremente mientras que el estaba deprimido, por lo que no serbia absolutamente para nada el compositor.
- Shindou… si es tan doloroso porque sigues con Eiri… - aventó las hojas donde estaba escritas las canciones al escritorio, estaba completamente rendido, no sabía qué hacer – supongo que la costumbre, aunque también es amor… ¡ahh! Si esto sigue así no quiero ni pensar que va a pasar…
Thoma había terminado su matrimonio con Mika hace un año, no la amaba y tampoco amaba a Eiri, solo lo veía como alguien que necesitaba su ayuda, la ayuda que no le pudo dar en antaño, su forma de pensar sobre Shuichi había cambiado radicalmente, le atribuyo al hecho de que su esposa era quien le había hecho tenerle mala fe al pelirrosa, de hecho, desde hace meses había empezado a tratar de ayudarle en su relación con el escritor hablando con él a espaldas del pelirrosa, obviamente no le diría cara a cara que lo apoyaba ya que tanto año estuvo en su contra y de repente de la noche a la mañana lo ayudara, sería raro.
- si Eiri no se sincera Shindou terminara de mala forma su carrera… pero lo único que puedo hacer es hablar con él, espero que Shindou tenga más canciones… - sus pensamientos fueron cortados por el ruido de la puerta siendo tocada, se extraño porque a esas horas nadie debería de estar en la empresa, guardando calma le dio el pase a la persona que estuviera llamando, se sorprendió al ver a un pelirrosa algo maltrecho y caminando hacia el rengueando - ¿Shindou-san pero que hace aquí?
- Seguchi-san… lamento venir a esta hora pero… tengo que hablar con usted – si el pelirrosa era observado detenidamente, se podía ver que sus mirada era completamente vacía, no había sonrisas ni nada parecido a la antigua alegría del chico, parecía muerto en vida, solo traía puesto una playera sin mangas y un short pequeño que dejaba ver sus piernas bien formadas, en las cuales había rastros de algo rojizo que escurrió desde donde terminaba el short hacia abajo, parecía sangre seca, no pudo evitar preocuparse ante la sonrisa vacía que le mostro el pelirrosa – tengo mala pinta verdad – el chico se paro frente a él y el rubio se puso de pie.
- ¿pero que le ha pasado? – pregunto preocupado.
- el peso del pasado es lo que me paso – el empresario lo miro sin comprender – pero no venía a eso, solo a decirle que me voy de Japón, ya no me interesa en lo mas mínimo BadLuck, solo quería que no tomara represalias contra Hiro y Suguru, aparte de que no trate de convencerme de lo contrario, además no creo que me necesite, usted tanto como yo sabemos que mis canciones no son más que decadentes extractos de un corazón muerto, ya no hay mas amor o alegrías que escribir, así que es mejor que esto termine aquí de una buena vez por todas.
Definitivamente eso no era para nada bueno, estaba completamente seguro que lo que le hubiera pasado al pelirrosa había sido lo suficientemente fuerte para que tomara esa decisión y algo le decía que Eiri tenía mucho que ver – que tontería Shindou, definitivamente no lo dejare renunciar, usted tiene un contrato y debe cumplirlo, solo es una mala racha así que…
- no lo entiende Seguchi, no les estoy preguntando, le estoy informando de que me marcho, no necesito su consentimiento para ello – Shuichi se le estaba plantando como nunca, estaba decidido, tenía que ser más duro sino perdería a su cantante.
- no sea altanero Shindou, como le dije, tiene un contrato y debe cumplirlo, ¿además porque se va? Estoy seguro que si tiene algún problema con Eiri-san lo podrá arreglar como siempre, dudo que él quiera irse así de la noche a la mañana…
- de su amado “Eiri-san” no me interesa nada – no sabía el mismo pelirrosa si era verdad o no, pero el dolor en ese momento era tan grande que apostaba que realmente no le interesaba nada que tuviera que ver con el escritor - y sobre el contrato mañana antes de irme le prometo que le depositare la cantidad estipulada para cuando yo decidiera terminar con el contrato anticipadamente.
- no… - por primera vez no sabía que decir, no tenía un plan de contingencia y mucho menos esperaba la respuesta del pelirrosa, pero si ante el chico se había mostrado como un bastardo en antaño porque no hacerlo ahora de nuevo para seguir atándolo en lo que encontraba una forma pacífica de terminar las cosas – no lo entiende Shindou, si usted renuncia los que la pagaran serán sus estimados compañero – y para rematar la amenaza puso una sonrisa de superioridad.
Lo que nunca se espero es que Shuichi sonriera de la misma manera – sabe, entre mi muslos tengo evidencia de sexo no consentido – el rubio lo miro sin comprender – mi apariencia reciente es porque el afamado escritor de novelas románticas cuyo seudónimo comienza con el nombre de su primero amor el cual mato porque lo violo, Yuki Eiri, me forzó a tener sexo sin mi consentimiento, fue violento y termino dentro de mi – sonrió aun mas de una manera amenazante, como nunca antes en su vida se había visto – sería demasiado devastador que fuera a la policía y lo acusara, terminaría con la pacifica vida de su protegido Seguchi-san solo porque no me dejo ir, ¿volvería a fallarle a Yuki Eiri no pudiéndolo proteger?
La sangre del empresario se congelo, sabía que algo le había pasado al pelirrosa, lo sabía por la sangre seca en sus piernas, pero no podía creer que el rubio escritor fuera quien se hubiera atrevido a hacer algo como eso, pero había posibilidades, sentía que el nombre de Kitasawa aun estaba presente – mientes…
- claro que no Seguchi-san – de lo que no se percataba el rubio por la impresión, era que Shuichi estaba temblando – si quiere hacerse el difícil devastare la vida de Yuki, le harán pruebas al semen que traigo entre mis muslos, encontraran violencia ya que como puede ver sangre bastante – y de hecho se sentía bastante mareado – así que dígame, lo hacemos por las buenas, o por las malas…
- ¿qué quiere? – no le quedo mas y solo tenía que esperar para ir a ver al escritor, necesitaba averiguar qué había pasado.
- nada, solo irme y que deje a mis amigos en paz, así como que les dé oportunidad de entrar en otra banda, mañana le deposito el dinero y me largo, no se atreva a buscarme, aunque no creo que tuviera ninguna razón para hacerlo, después de todo al fin se va a librar de mi…
Thoma se dejo caer en su silla, todo había pasado tan rápido que no supo ni por donde vino el golpe…
END FLASH BACK
Estaciono su carro frente al complejo departamental, fue corriendo hacia el departamento del rubio, cuando llego a la puerta de él, se fijo que se encontraba abierta así que entro rápidamente – ¡Eiri-san! – comenzó a gritar el nombre del escritor por todos lados, no pudo evitar preocuparse al encontrar todo el departamento estaba completamente destrozado, la mesa rota, los sillones volteados patas arriba, vidrios por todos lados, busco en el estudio, estaba en las mismas condiciones, inclusive la computadora estaba estrellada en el piso, salió y busco en la habitación, la cama también estaba desecha y vio pequeñas gotas de sangre que se dirigían a la salida, pero las ignoro y fue al baño, lo que vio no le gusto para nada –¡EIRI!
Mientras en otra parte se podía ver al pequeño pelirrosa caminar algo encorvado y despacio por el dolor entre sus muslos, su cuerpo aun temblaba un poco por el recién enfrentamiento con Seguchi y el darse cuenta de de que por poco saltaba de la azotea de la disquera, extrañamente sintió que no lo valía, que no debía ser tan cobarde, que las cosas pasaban por alguna razón, se había dado cuenta que no era sano seguir con Yuki, ni para él ni para el escritor, iba a irse sin decir nada a nadie pero vio la luz de la oficina de Seguchi encendida así que se dijo que lo mejor era terminar las cosas hablando de frente con ese hombre, ya que no dudaba que se fuera contra sus amigos si el desaparecía de esa manera, sabía que el rubio lo odiaba así que incluso hasta una fiesta de despedida le haría, pero nunca creyó que se negara, inclusive había utilizado lo sucedido con el escritor para amarrar a Seguchi de manos, la renuncia ya estaba firmada y Suguru al igual que Hiro seguirían trabajando juntos solo buscarían un vocalista y harían una nueva banda.
Era lo menos que podía hacer por ellos y en estos momento no quería molestarlos, pero lamentablemente no tenía a quien más acudir, por lo que ahora estaba frente al departamento de uno de ellos, nunca había ido a refugiarse a esa casa, pero algo le decía que sería bienvenido, había pensado en irse al día siguiente, pero decidió mejor quedarse unos días para recuperarse por lo menos físicamente, suspiro y puso su mejor sonrisa falsa que tenia y toco el timbre, tuvo que hacerlo varias veces por la hora que era, a las siete veces, abrieron la puerta.
- ¿pero qué...? – se pregunto un adormilado Suguru al ver al pelirrosa frente a su puerta y en tan pésimo estado.
- hola Suguru… lamento molestarte es solo que…
- pero Shuichi mira como estas – viendo lo desalineado del chico – pasa…
El pelirrosa asintió agradecido entro y a quien vio lo dejo sorprendido, era un pelinegro muy parecido a su ex pareja, era Tatsuha – ¿pero qué haces aquí?
- lo mismo debería preguntarte yo cuñadin – Tatsuha también estaba algo adormilado y estaba en ropa para dormir – no deberías estar con él – dijo en tono acido.
- yo… - Shuichi bajo la mirada – no quiero volver con el… he decidido irme para siempre de su lado e irme un tiempo fuera de Japón – los dos chicos lo miraron sorprendidos para mirarse entre ellos y regresar su mirada a él.
- ¿pero qué dices Shuichi y que pasa con BadLuck? ¿Qué pasa con nosotros? ¿Tu sueño? – pregunto algo alterado el peliverde.
- seamos sinceros mi carrera a decaído, ya no tiene remedio, es mejor cortar por lo sano y por ustedes no se preocupen, conseguí que formaran una nueva banda, solo necesitan un nuevo vocalista, así que no hay nada que decir sobre eso…
- pero Shu…es tan repentino, que te hizo el idiota de Eiri – dijo molesto Tat, ya mas despierto miro mejor al pelirrosa, estaba en un mal estado – pero que fue lo que te paso – se acerco a él y lo tomo de los hombros – ¿fue Eiri?, ¡¿dime fue Eiri?!
-… - los labios del pelirrosa comenzaron a temblar y de sus ojos brotaron lagrimas - …yo…
Tatsuha suspiro y atrajo a sus brazos al pelirrosa, al parecer algo le había hecho su hermano, no había pasado desapercibido para él la sangre seca que había en sus piernas, por otro lado Suguru estaba aterrado al ver los Shorts de Shuichi, estos tenían una mancha de sangre en la parte de atrás – voy a preparar una ducha tibia – fue rápidamente a su habitación y saco el maletín de primeros auxilios lo metió al baño y preparo la tina para el pelirrosa, Tatsuha al poco rato entro con Shuichi abrasándolo de los hombros, este último no dejaba de llorar.
Entre Suguru y Tat le quitaron la ropa y cuando estuvo desnudo lo metieron a la ducha, Suguru salió de la habitación para llevarse la ropa sucia y traer limpia, el pelinegro se quedo para ayudarlo a bañarse, cuando estuvo listo lo saco y abrió el maletín, saco una pomada para cortaduras e irritaciones.
- Shu… podrías… tus muslos… - el pelirrosa miro la pomada en la mano del pelinegro, asintió y llevo sus manos a las lindas nalgas rosaditas y cerrando sus ojos ante la vergüenza con sus lagrimas corriendo por sus mejillas dejo ver su entrada, Suguru entro en ese momento y no pudo evitar llevar sus manos a la boca para evitar un sollozo de sorpresa, Tatsuha puso un poco de la pomada en sus dedos y la paso por la entrada del pelirrosa, este daba saltitos por el ardor pero el moreno no se tardo mucho, Shu no soporto mas y se dejo caer al piso siendo sostenido por Tatsuha, Shuichi lloraba abiertamente, los otros dos solo lo dejaron desahogarse, después le pusieron la ropa y lo recostaron en la cama de Suguru.
- deberíamos hablarle a Hiroshi – propuso Tat.
- no… para que haya venido aquí es porque no le quiere causar más problemas de los que ya tiene.
- K…
- así es -dijo con pesar – mejor dejémosle descansar, mañana no diré nada de que está conmigo y si te preguntan tampoco lo comentes, tenemos que ver como están las cosas primero.
- de todas maneras nadie sabe que estoy en Japón, ni siquiera creo que se acuerden de mi, así que no creo que alguien me pregunte algo.
- bien, entonces no nos queda más que esperar…
////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
Era la una de la mañana cuando Miyagi regreso a su departamento, bueno, al que compartía con ahora su amante, aunque como iban las cosas no estaba muy seguro de que si durarían mucho mas, no después de la estupidez que hizo esa noche.
Camino hasta la cocina y tomo una cerveza, se quito la corbata y la puso en la silla entonces se percato de un plato de comida en la mesa, hacía tiempo que no llegaba a comer o a cenar, casi no convivía con Shinobu porque estaba muy ocupado con la cosas de la escuela, aparte de que últimamente tenía muchas veces la visita de su ex esposa, hace una semana y esa noche había cometido un error que hacía que no pudiera ver al peli miel a los ojos.
- cada vez cocina mejor – dijo probando el omelett relleno de queso y verduras – y yo no te lo he dicho, lo peor es que se que lo haces por mi – de nueva cuenta se sentía una gran escoria, camino hacia la habitación y miro a su chico dormir, se veía tan pacifico y tierno, como era posible que se atreviera a hacerle algo como lo que hizo, el amaba a Shinobu, pero las inseguridades que ha sembrado su antigua mujer no lo dejan tranquilo.
Se sentó a un lado del chico y comenzó a acariciar los cabellos del menor, se inclino y le dio un beso en la frente – lo siento, te he descuidado tanto, tu comida es muy rica Shinobu – se puso de pie e iba a al baño a darse una ducha, pero entonces la voz de muchacho lo congelo.
- idiota, no tienes que disculparte, solo llega a comer en las tardes…
Miyagi le daba la espalda, no tenía el valor moral para voltear a verlo, cerró sus ojos con frustración pero aun así no pudo evitar hacer eso por el chico, era lo menos que le debía – te lo prometo…
Después de eso se metió a la ducha dejando a Shinobu con una sonrisa en el rostro, al fin compartiría un poco de tiempo con quien amaba…
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
El señor Usami se encontraba mirando a un castado dormir profundamente después de haber llorado mares de dolor, su corazón se sentía comprimido al ver el estado del chico, siempre pensó que al que vería en tan pésimo estado seria a su hijo por tener una pareja que no le correspondía como se debía, pero resulto ser que su hijo era quien había arruinado una persona que lo amaba incondicionalmente, suspiro pesadamente y dejo el té que le estaba dando al chico en la mesa, tomo su saco y salió fuera de la habitación que le había asignado al castaño, encontrándose con su otro hijo que lo miraba exigente de respuestas.
- ¿porque trajiste a Takahashi? ¿Qué sucedió para que tomaras tal decisión? – Haruhiko estaba muy desconcertado ante el comportamiento de su padre.
- ahora no Haruhiko, fue un largo día – la verdad no quería tratar el tema tan pronto, pero antes de marcharse fue detenido por su hijo, lo tenía firmemente agarrado del brazo – Haruhiko…
- ¿qué le paso a Takahashi? – su voz sonó mas fuerte de lo normal, el mayor vio un verdadero interés y mucha preocupación en su hijo por el pequeño castaño.
- de acuerdo, acompáñame a mi estudio, hablaremos entonces – dijo y miro a Tanaka – cualquier cosa me llamas, aunque ahora duerme puede que despierte…
- como diga señor estaré al pendiente del joven.
Los dos Usami se dirigieron al estudio, cuando entraron Haruhiko tomo asiento en uno de los sofás de cuero negro que había, el mayor se sirvió un poco de coñac y se sentó frente a su hijo, le conto todo lo que sucedió desde que se encontró con el castaño, casi toda la anécdota Haruhiko sintió que tenía una estaca enterrada en el estomago, pero después sintió que todo su cuerpo ardía en rabia cuando le conto la maravilla que había cometido su hermano.
- ¿PERO COMO SE ATREVIO? – el mayor se sorprendió en ver a su hijo así de alterado, jamás en su vida lo había visto gritar por algo, estaba impresionado, al parecer el interés de su hijo por Mizaki era sincero.
- cálmate no lograras nada alterándote, mejor es pensar que hacer, su única familia es su hermano y dudo mucho que quiera irse con el después de ver que con quien se acostó Akihiko fue con él.
- jactándose de su posesión hacia Takahashi y terminar engañándolo con su hermano, es un maldito bastardo – estaba demasiado molesto, tanto que caminaba como león enjaulado en el despacho de su padre.
- según lo que me comento Takahashi-kun, Takahiro que es como se llama su hermano, fue el primer amor de Akihiko, solo que nunca fue correspondido… hasta ahora, así que se siente un remplazo.
- no tiene a donde ir… Akihiko lo traiciono, su hermano también…
- lo peor del caso es que por fin había sido sincero con sus sentimientos, algo me dice que también se los hizo ver a Akihiko, por lo que ahora está completamente destrozado, el fue sincero mientras que era engañado…
- no creo que pueda enfrentarse a ellos, por lo menos no pronto… padre… - le llamo, los dos se quedaron viendo a los ojos – el va a tener todo mi apoyo, inclusive económicamente, así que…
- no me digas nada Haruhiko, no necesitas decírmelo porque no eres el único que lo apoyara, el también contara con mi apoyo, de hecho pensé lo mismo que tu, lo mejor es enviarlo lejos por un tiempo…
Haruhiko no pudo evitar sorprenderse ante las palabras de su padre – creí que lo odiabas por meterse con Akihiko y que yo me hubiera también interesado en el.
- ah… creo que me di cuenta de mi error demasiado tarde, es un gran muchacho, no debí ponerle las cosas más difíciles, pero en fin, es mejor tarde que nunca.
- entonces…
- lo apoyaremos en lo que él decida, pero tenemos que convencerle de que se tome un tiempo fuera de Japón, trabaja en la editorial, podríamos conseguirle un trabajo en algún lugar fuera de Japón en una editorial para que no se sienta tan o más perdido de lo que ha de estar…
- yo iré con el…
- no – fue la respuesta firme del padre – se a que quieres ir y…
- voy a ir después de darle un tiempo para pensar, lamentablemente la vida ofrece oportunidades que son dolorosas para unos pero que no se deben desaprovechar por otros, la idiotez de Akihiko me ha dado la oportunidad, no pienso desaprovechar, tal vez no te guste, pero estoy enamorado de Takahashi y con respecto a el no pienso seguir tus ordenes – le dijo decidido.
El mayor lo miro, al parecer en verdad su hijo quería al pequeño castaño, de algo estaba seguro, era la primera vez que veía de esa manera a Haruhiko, como quiera inclusive los dos podrían ser feliz, tal vez la única diferencia entre Akihiko y el hijo que tenía en frente era que Mizaki conoció primero al peligris, tal vez tendría su oportunidad de enmendarse, apoyando al chico y dejar que su hijo moreno intentara conquistarlo, suspiro fuertemente.
- haz lo que quieras pero no te atrevas a dañarlo Haruhiko y promete que le darás un tiempo a solas…
- lo prometo.