6.- ¿INICIOS O CONTINUACIONES? Parte 2
Ritsu estaba sentado en uno de los bancos de la barra de la cocina, con un chocolate caliente entre sus manos, era de noche, se veía entre nervioso y asustado, bien le había dicho a Mizu que no debía rentar a desconocido las habitaciones de su casa, ahora no sabía qué hacer, ni cómo lidiar con ellos, parecía que la era de los zombis había llegado con ellos dos como protagonistas, nunca salían de sus habitaciones y cuando lo hacían parecían muertos caminantes.
Esto era desde hace una semana, habían firmado el contrato ese mismo día que lo abordaron los chicos preguntando por las habitaciones, al día siguiente se instalaron y desde entonces no hacían más que deambular por la casa como muertos, si bien algo raro les miraba; de repente se escucho un ruido de un golpe que lo hizo brincar en su asiento y hacer que le cayera el liquido caliente en los pantalones.
-¡Maldición! – gruño, desde hace rato en esa precisa noche se empezaron a escuchar cosas, como golpes y que arrastraban muebles, todo de forma tétrica, estaba fastidiado de todo eso, no soportando mas el asunto, fue en dirección a las habitaciones que estaban en el segundo piso, esos chicos o revivían o se iban, no había opción, pero la verdad es que si le daba un poco de miedo, mas cuando ya estaba frente a la puerta de la del castaño, agarro valor de donde no tenia y abrió la puerta quedándose petrificado ante la visión que tenia, el golpe seco que debió haber escuchado fue el del cuerpo del chico después de cortarse las venas y la garganta el mismo, deducción al tener el cuchillo entre sus manos, se encontraba sentado en el piso y recargado en la cama pero su cuerpo se doblo de forma extraña hasta que la cabeza golpeo el piso, con los ojos abiertos pero dirigidos a la nada, asustado, en shock y temblando Ritsu camino hacia atrás como si no creyera lo que estaba viendo.
Siguió caminando hacia atrás topando con la puerta de la habitación del otro chico, pero al estar entre abierta lo hizo caerse de espaldas, cerró los ojos ante el impacto pero al abrirlos se encontró con las plantas de unos pies sobre su cara, si mucho a medio metro de distancia, asustado se puso de pie poniéndose en el marco de la puerta, sus manos las llevo a la boca con el vano intento de acallar un grito, el chico pelirrosa se encontraba suspendido del cuello por una cuerda amarrada a una de las vigas de madera del techo, tenía un poco salida su lengua, su cara se veía algo azulina y el cuello tenía una marca violeta alrededor de la cuerda, provocada por la presión de la misma.
Asustado giro hacia el pasillo y corrió con todas su fuerzas a la sala, para tomar el teléfono y pedir auxilio, marco con las manos temblorosas a la policía, esperando en la línea hasta que le contestaron, quería hablar pero su voz no salía.
- Emergencias, ¿en qué puedo ayudarle?
- ….
No podía hablar por el shock, pero en eso escucho un pasos detrás de él, giro despacio encontrándose a los dos chicos caminando hacia él, estirando sus manos para alcanzarlo, el castaño con su sangre escurriendo por sus manos y cuello, mientras el chico pelirrosa aun con la soga en su cuello, con su cara aun azulina y sus ojos rojos por el derrame provocado por la presión, estaban a unos pasos de él.
- ¿Emergencias? – la mujer aun seguía en la línea esperando a que le dijeran que era lo que pasaba, fastidiada pensando que era solo una broma.
- … ¡AH!
Ritsu se despertó gritando en el sofá, con su respiración agitada y sudando la gota gorda, ese sueño sí que le había dado mucho miedo, no volvería a ver películas de terror a altas horas de la noche - ¿te encuentras bien? – ante la pregunta el castaño volteo encontrándose con unas esmeraldas bastante preocupadas y unas violetas vacías mirándolo con atención.
- ¡AH! – las personas de sus sueños estaban parados a un lado de él, así que no pudo evitar asustarse ante la sorpresa de verlos en ese momento, pego un brinco y cayó al piso de sentón, Shuichi ni se inmuto y Misaki se tapo la boca para no reír - ¡que susto!, no me hablen tan de repente.
- mejor tu no veas películas de zombis en la noche – le dijo Shu señalándole la evidencia, que era la caja de la película de zombis que había puesto el castaño –y como veo que estas bien voy a intentar dormir – se fue el pelirrosa algo frustrado porque por fin había logrado conciliar el sueño hasta que el grito lo despertó.
- discúlpalo, es solo que al parecer se le terminaron las pastillas para dormir, o eso fue lo que le entendí a sus gruñidos de la tarde mientras comíamos – le dijo ayudándolo a levantarse.
- gracias, pues debería intentar dormir sin esas cosas, pueden causar adicción.
- puede, pero he escuchado que son buenas para no soñar y tal vez el no quiera soñar – Ritsu miro a Misaki, este parecía que había estado llorando por sus ojos y nariz roja – buenas noches.
Se despidió de él y se dejo caer en el sofá de nueva cuenta, la verdad es que sabía que si bien no eran zombis, estaban cerca de serlo, uno parecía alma en pena con la tristeza marcada en su rostro y el otro si parecía muerto en vida, no había muchas expresiones pero sus ojos eran un profundo abismo de soledad y dolor, si esto seguía así no sabía cómo terminarían esos dos pobres chicos.
A la mañana siguiente estaba almorzando con Mizu en una de las cafeterías cercanas de su trabajo y hablaban de los nuevos inquilinos, la chica no paraba de burlarse del pobre castaño por su sueño terrorífico.
- deja de burlarte de mi, para cómo van no creas que no se convertirán en zombis – decía ya algo enfurruñado Ritsu.
- pero tienes que admitir que fue muy gracioso – decía intentando parar de reír – pero bueno, que es lo que tanto te preocupa, después de todo solo tienen unos cuantos días en tu casa.
- sí pero el pelirrosa no sale más que a comer y eso una vez al día como mucho, el otro salió solo un día al parecer para aplazar su entrada al trabajo y volverse a encerrar en su cuarto, el por lo menos si hace sus dos comidas, pero aun así están pálidos y aunque duermen también están ojerosos, Shindou para dormir toma pastillas y Takahashi cae dormido pero por cansancio de tanto llorar, si siguen así enfermaran.
- pero no entiendo que te molesta, tu cuarto esta en el tercer piso así que no creo que te quiten el sueño, te pagan una buena cantidad de renta e incluso te pagaron dos meses por anticipado y un mes de depósito, no entiendo porque te preocupas, ni siquiera los conoces.
Ritsu se quedo un momento en silencio pensando en lo que había dicho su amiga, ella tenia razón, no los conocía, y mientras le pagaran la renta ya era cuestión de ellos como vivieran su vida, aun así había algo que no lo dejaba tranquilo – es que…
- ¿Qué?, ¿Qué es lo que realmente te inquieta Ritsu? – pregunto su amiga mirándolo a los ojos, su amigo aunque era buena persona, nunca se metía en los problema de los demás si estos no le pedían ayuda, y estaba segura que esos desconocidos no la habían pedido, porque eso eran los tres chicos, simplemente meros dos desconocidos que por casualidad habían caído en la casa de su amigo – “¿o abra sido el destino?” – pensó por ultimo.
- es solo que se parecen a mi cuando yo llegue aquí – Mizu lo miro comprensiva, si lo que decía su amigo es verdad, lo más seguro es que esos chicos realmente estuvieran mal, al recordar en qué estado había llegado su mejor amigo cerro sus puños de impotencia – parecen tan heridos Mizu, tan lastimados por la vida, mas Shindou que Mizaki, pero aun así los dos están mal, están tristes y solos, no creo que lo superen sin nadie que los anime a vivir, porque eso están haciendo, dejando de vivir – decía acongojado el castaño.
- Ritsu…
- Si no fuera por ti y mi madre, no sé qué sería de mí ahora, siento tanta pena por ellos…
Los dos se quedaron un momento en silencio, entonces la chica llego a la conclusión – “tal vez si fue el destino” – aunque su amigo ahora vivía mejor su dolor no se había aliviado del todo, tal vez entre ellos tres lograrían curarse esas heridas – pues entonces ayúdalos.
- ¿Qué? – pregunto sorprendido – pero ni siquiera los conozco.
- a mí y a tu madre tampoco nos conocías y aun así confiaste en nosotros y logramos ayudarte, claro mucho dependió de ti pero te tendimos la mano y tú la tomaste, ¿porque no tiendes tú la tuya y ve si ellos la quieren tomar?, porque estas más que preocupado, te has identificado con ellos y no vas a estar tranquilo hasta que les veas sonreír.
- pero, ¿y si no quieren que les ayude? – pregunto preocupado.
- pues eso lo veras cuando lo intentes, no lo sabrás si no lo haces.
Mizu tenia razón y Ritsu lo sabía, mas sin embargo tenía miedo, el había sido ayudado, mas no sabía cómo ayudar él, por lo que no tenía ni idea de que hacer, convertirse en su amigo no era fácil para él, siempre fue un antisocial, si se comportaba como era realmente lo más seguro es que terminara agarrándolos a palos hasta que reaccionaran, pero ni siquiera con el habían sido así cuando quisieron ayudarlo, paso todo su trabajo esperando encontrar una solución, pero oh desilusión, no sabía qué hacer, antes de irse escucho algo que lo sorprendió bastante.
- ¿y ese tal Misaki Takahashi cuando piensa presentarse a trabaja? – pregunto la secretaria de jefes de edición de literatura.
- cuando se le pegue la gana – dijo la secretaria del jefe de la editorial.
- no puede ser verdad, pero de qué beneficios goza ese chico – decía indignada la secretaria.
- pues que es una orden del dueño de la editorial, al parecer es el protegido del mayor inversionista que tenemos.
- no dudes que sea un niño mimado, mira que ese puesto se lo pudiéramos dar a alguien que realmente se lo merezca y necesite del trabajo.
- yo no juzgaría tan rápido, al parecer ha pasado por momentos difíciles, es por eso que no viene aun, pero si vino a dar una disculpa y a preguntar cuando querían que se presentara.
- ¿no le dijeron que ya?
- no, el jefe al parecer lo vio mal y decidió darle tiempo indefinido, hasta que estuviera listo…
Ya no escucho mas, el pequeño castaño seria su compañero de trabajo, pero el pequeño aun no se decidía empezar a trabajar, ya tenía la idea de qué hacer con el castaño, pero aun no sabía qué hacer con el pelirrosa, como ayudarle que decirle, sin más salió hacia la librería para ver cómo estaban la colocaciones de los dos libros nuevos que fueron publicados ese mes, contento de ver los libros en su lugar establecido salía de la librería cuando algo le llamo la atención, era una revista de espectáculos a nivel internacional, a él realmente no le interesaba los medios artísticos, pero la portada sí que le llamo la atención, la tomo y la ojeo un poco, hasta que encontró lo que buscaba.
- uhm… tal vez con algo de ejercicio y un cambio de estilo… - miro para todos lados del estante de revistas, vio dos que podían ayudarle y también les dio un vistazo, después camino hacia la caja para pagar – de pura casualidad tendrás ediciones más viejas de estas revista, o cualquiera que mencionen bandas de Japón.
La encargada lo pensó un poco y le dijo que esperara, después de que logro encontrar bastantes que le ayudarían a su nuevo proyecto llego a casa, ya era de noche y como siempre Misaki estaba en su estado depresivo y Shuichi privado con pastillas que compro ese día, se fue directo a su habitación y se encerró en ella, llamo a Mizu ya que también podría ayudarlo en su plan, después de cortar se puso manos a la obra con las revistas que encontró, tenía mucho material con que trabajar.
Esa misma noche en Japón un pelirrojo iba entrando a su casa cuando una persona lo intercepto por la espalda haciéndolo entrar al departamento sin siquiera cerrar la puerta, casi caen al piso pero la persona que lo intercepto se estabilizo y de forma brusca lo hizo voltear a verlo, no se sorprendió mucho al ver quién era.
- ¡K!, ¿pero qué demonios te pasa? – Hiro realmente se molesto, se alejo del fuerte agarre pero K de nueva cuenta capturo su brazo de forma dolorosa y lo acerco a sí mismo.
- eso debería de preguntarte yo, tienes días evitándome, no contestando las llamadas, eh venido a tu maldito departamento y no me abres a pesar de que tu y yo sabemos que si has estado, ¿Qué sucede?
- nada – no estaba seguro de ser honesto con K, aunque ya lo había pensado tenía miedo de salir más lastimado de lo que ya estaba – solo he pasado tiendo con Suguru, es todo.
Tal vez Hiro lo dijo solo para controlar a K y que no siguiera, pero lamentablemente fue todo lo contrario, el nombre del peliverde hizo hervir sus entrañas, con la otra mano tomo el otro brazo y fuertemente lo jalo más hacia sí, quedando centímetros de su cara – entonces no te molestara abrirte de piernas en este momento y dejarme follarte porque tengo tantas ganas de desahogarme.
Hiro lo miro asustado, no quería que pasara lo mismo que en el baño, prácticamente se había sentido violado y esta vez el rubio se veía más enojado que en aquella ocasión, iba a negarse pero K lo aventó sobre el sofá de forma brusca y se posiciono sobre él, besándolo y acariciándolo de forma violenta.
- ¡No K!, ¡no quiero!....mmn… suéltame – decía entre besos y gemidos de dolor el pelirrojo, tratando de quitárselo de encima, se asusto mas cuando el rubio comenzó a estrujar su intimidad con fuerza - ¡que no quiero!
- yo se que quieres… -dijo mordiendo su cuello dejando una marca rojiza de forma violenta sacándole un grito de dolor – te gusta que… te rompa el culo.
- ¡no! – gritaba desesperado, mas cuando K comenzó a desabrocharse los pantalones y los de el - ¡para!
Sus ruegos fueron escuchados, mas no porque K parase, el se encontraba completamente bloqueado en sus celos y con las ganas de marcar a Hiro que no noto cuando dos personas entraron al departamento y lo apartaron del pelirrojo con dificultad, Suguru y Tatsuha habían quedado ese día para hablar de unas cosas con el pelirrojo, al llegar encontraron esa escena y lo primero que hicieron era quitarle a K de encima, pero este se movió violentamente haciendo trastabillar a Tatsuha y hacerlo caer, Suguru por su parte estaba furioso porque estaba lastimando a la persona que ama, le soltó con todas sus fuerzas un derechazo a K haciéndolo alejarse del pelirrojo y volteando su cara, mas sin embargo su reacción fue violenta y soltó también un golpe con bastante fuerza al rostro del peliverde mandándolo bastante lejos y haciéndolo caer hacia atrás, Tatsuha se incorporo golpeándolo con un combo muy fuerte en el rostro haciéndolo caer y gritando lo hizo reaccionar.
- ¡Ya basta K!, ¡¿Qué demonios te sucede?! ¡Ibas a violar a Hiro! – K tomo aire como si hubiera despertado de una horrible pesadilla, con sangre en los labios y en la nariz miro a Tatsuha con los ojos muy abiertos por el peso y verdad de sus palabras.
- ¡Suguru! – Hiro se incorporo rápidamente y fue corriendo hacia el peliverde, miro con horro como de su nariz y labio superior salía mucha sangre, K miro también hacia haya y se sorprendió aun más de lo que había hecho.
- yo… Hiro…
- ¡me enamore de ti de acuerdo!, eso fue lo que paso – le grito, si hubiera sido sincero desde el principio, nada de lo sucedido hubiera pasado, Suguru no habría salido lastimado y el casi violado - ¿entiendes?, me enamore, cometí el error de enamorarme de ti, fue por eso que decidí alejarme, porque no quiero ser simplemente tu desahogo, además… tu… tu volverás con tu mujer por el niño y me dejaras botado, porque ese era el trato, porque era por mientras, y yo lo arruine, eso fue lo que paso – Hiro se lo dijo con lagrimas en sus ojos, por fin había sido sincero y no esperaba nada a cambio.
- Yo, Hiro, pensé que tu sabias lo que teníamos – dijo K cuando realmente no sabía que decir.
- sí, yo me abría de piernas para ti para que te desahogara, exactamente como lo que querías hacer ahora, como lo que hiciste en el baño de NG, como desde que empezaste a volver a ver a tu mujer, créeme que lo tengo muy en claro y es por eso.. – Hiro lo miro directamente a los ojos - … que se termino.
Después de esas palabras Hiro ayudaba a Suguru a pararse, K solo los miraba no sabía qué hacer o decir, el nunca pensó así del pelirrojo pero al parecer lo trataba de esa manera, sus sentimientos estaban tan encontrados que no podía pensar en ese momento, sintió que alguien lo levantaba y lo llevaba hasta la puerta a trompicones.
- vete ya K, suficiente por hoy, lárgate – Tatsuha lo empujo en la salida mas no cayó al piso, miro hacia el pelinegro y este cerró de un portazo, giro hacia la calle y camino hacia la acera de en frente donde estaba estacionada su camioneta, se subió en ella y se marcho a casa, sin decir o hacer nada, sabía que las palabras de Hiro eran reales pero su mente y corazón no sabía que significaban – “se termino”.
Por otro lado Suguru estaba siendo atendido por Hiro, la nariz de su amigo indudablemente se ancharia y no estaba seguro si se la rompió ya que aun salía sangre, Tatsuha lo miro – solo se le desvió el tabique, por poco la rompe – y sin más aparto a Hiro y tomo la nariz de Suguru acomodándola en su lugar.
- ¡Ah! – grito de dolor el peliverde.
- ¡eres un animal Tatsuha! – le regaño Hiroshi.
- vez ya no sangra, por lo menos de la nariz, el labio si se lo partió – decía mirando el estado del otro – pero el animal es otro, ¿Cómo te metiste con la bestia de K?
- nunca lo había visto actuar así… - dijo triste - … pero de todas manera – miro al peliverde - ¿Qué tenias en la cabeza al ponerte en el tu por tu con alguien como K?, te pudo haber lastimado mucho mas, que tal si…
- ¡cállate! – Corto de tajo el regaño de Hiro, sorprendiendo tanto al pelirrojo como a Tat por el grito y que lo mandara callar, Suguru aun estaba furioso y más que nada dolido – ¿tú que sabes?, el te iba a… olvídalo –se levanto rápidamente y salió corriendo del departamento, los chicos no reaccionaron rápido, pero cuando lo hicieron Tatsuha paro a Hiro.
- ¿Qué pasa?, ¿Por qué me detienes?, debemos ir por el que no vez como salió – le dijo confundido el pelirrojo.
- lo sé y créeme que en este momento eres la última persona que lo puede ayudar, así que por favor, quédate aquí, regresare en cuanto lleve a Suguru al hospital – Hiro no dijo mas y solo lo miro preocupado – por favor, cierra con llave, regresare inmediatamente.
Tatsuha se marcho y Hiro, bueno el mecánicamente hizo lo que le dijo el moreno y se sentó en el sofá.
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Eran las siete de la mañana y Ritsu estaba listo para su plan, era ahora o nunca, primero fue hacia la recamara del castaño y entro como una tromba.
- ¡muy bien! Ya es hora de levantarse – dijo fuertemente abriendo las cortinas de ese oscuro cuarto.
- ¿eh? – Mizaki se despertó desorientado, su cara se veía algo hinchada, lo más probable es que se durmiera mientras lloraba, como todas las noches - … porque… ¿Qué hora es?
- son las siete de la mañana y es momento mi querido inquilino que se levante y se bañe porque hoy inicias a trabajar.
- ¿Qué? – pregunto confundido pero más despierto.
- sí, es el momento de que dejes a este cuarto respirar aire fresco y que tu también lo hagas – dijo abriendo las ventanas – porque quiero que sepas que me canse de escucharte llorar y llorar, ver tu cara de perro degollado por cada rincón de la casa, tienes un trabajo que te espera y es el momento de que vayas y te dejes de dramatismos.
- … pero – no pudo decir nada porque fue jalado y metido al baño.
- pero nada, es el momento, yo te acompañare a la editorial, así que andando que no tenemos toda la mañana.
Aun confundido susurro un pequeño “ok” y se metió a bañar, bueno, ya lo había sacado de la cama, ahora el que estaba seguro que sería más difícil seguía, tomo la carpeta que había dejado en la pequeña mesa que tenia Misaki en el cuarto cuando entro, camino decidido y irrumpió de la misma manera, pero Shuichi tuvo un arranque más violento.
- ¿Qué carajos te pasa? Estaba durmiendo – dijo molesto.
- no, si no me dices ni cuenta, es lo único que sabes hacer al parecer, te estás convirtiendo en un parasito.
- tú que sabes de mi.
- esto – le arrojo la carpeta sobre la cama – eres una estrella y las estrellas deben brillar.
Shuichi extrañado miro dentro de la carpeta, en el había muchos recortes de fotos de él, donde posaba con la ropa que usaba en la banda, en los conciertos, comerciales publicitarios de la misma banda y de marcas de ropa que eran famosas en Japón.
- yo… yo ya no canto – dijo mirando a Ritsu – “me lo imagine” – pensó el castaño.
- ¿y? puedes seguir brillando sin ser una estrella de rock y ese es tu currículo para conseguir un nuevo trabajo – señalo la carpeta – te conseguí una entrevista de trabajo así que levántate y prepárate.
- no quiero conseguir trabajo por lo que fui, yo…
- y no lo harás, esas fotos no representan a un cantante de una banda en especial, representa a una persona usando ropa, cosa que necesitas para tu entrevista de trabajo, así que andando – lo obligo a pararse y lo metió de igual forma al baño, confundido y obediente – estos mocosos de hoy en día, necesitan mano dura.
Los dos chicos salieron de su habitación, aseados y lo mejor vestidos que pudieron, los dos se miraron de frente y dijeron al mismo tiempo - ¿a ti también?
Suspiraron – si.
- ¿Qué esperan? – gritaron desde la cocina.
-pues vamos, al mal paso darle prisa.
- ¿tú crees que realmente sea malo? – pregunto sinceramente el castaño, quizás su casero lo hacía por su bien.
- no – dijo para su pesar.
Cuando bajaron Ritsu ya les tenía un muy nutritivo desayuno, lo comieron casi todo y ya era hora de irse, en la puerta a Shu lo esperaba un taxi – bien, debes reunirte con Mizumoto Kanname en esta dirección, después de que termines compras el mandado, es tu turno, ten la lista, ¡suerte! – le dijo rápidamente para irse arrastrando al castaño al trabajo.
Shuichi solo miro como se fueron, reacciono cuando el chofer le llamo, entro al vehículo y le dio la dirección, cuando llegaron se sorprendió mucho de ver un hermoso edificio entre lo clásico y moderno, tenía unas letras enormes, “MODA STILE”, salió de su ensoñación y entro, le dijo a la recepcionista a quien buscaba, ella le pregunto si tenía cita y al confirmarlo lo dejo pasar al cuarto piso que era donde estaba la oficina de la dueña del lugar, que era nada menos que Mizu, la amiga de Ritsu, solo la había visto una vez, al día siguiente que comenzaron a vivir en la casa de Ritsu.
- pasa Shindou, llegas a tiempo – dijo ofreciéndole sentarse en la sala que había en el despacho, uno enorme y moderno – me imagino que mi amigo es una monserga cuando se trata de levantarse temprano, ¿no?
- por como hablas no parecen muy amigos – dijo mirándola.
- no te confundas, el y yo nos llevamos así de bien – dijo riéndose – supongo que este es tu currículo, ¿me lo pasas?
Dudoso se lo paso y la chico comenzó a darle el visto bueno, Shuichi por su parte miraba para todos lados, en las paredes había cuadros de modelos luciendo ropa maravillosas, estaba impresionado – dime, ¿Qué es este lugar?, aun no distingo si es una empresa que se dedica a diseñar o a modelar.
- nos dedicamos a ambas cosas, pero nuestro fuerte es el modelaje, tenemos la mejor compañía de modelos casi todo el mundo, nos falta entrar a México, Japón y Corea, pero ya estamos en platicas para ello, solo es cuestión de unos cuantos años, tres o cuatro a lo mucho – contesto mirando aun las fotos que más bien eran recortes de revistas.
- ¿y eso no es mucho tiempo?
- no, es el adecuado, después de todo esto radica en que no quieren que entren empresas extranjeras a competir con empresas locales, pero la inversión y el aumento de empleos es una gran fuente económica, nos dejaran entrar pero tendremos nuestras limitaciones, entramos como modelaje o diseñadores de moda, cualquiera de las dos pero no ambas… Ritsu tenia razón, ¿eres naturalmente bueno para las fotos no es así?, no creo que estudiaras modelaje – dijo después di mirar un buen rato las fotos.
- no, realmente no.
- ¿eras cantante no es así?, me pareció escuchar de ti aquí en Londres, fuiste un éxito.
- ya lo deje.
- ¿estudiaste para ser cantante? – Pregunto - ¿canto?
- nada de importancia que me diera un titulo - la miraba sin comprender a donde iba.
- era un don natural.
- sí, supongo.
- igual que el modelar.
- pero solo posaba.
- y en el modelaje se posa – dijo la chica riéndose de sus palabras – me gustas como modelo, aunque tendremos que hacer cambios en ti serás todo un éxito, estas contratado – dijo sonriendo y parándose para tomar el teléfono de su escritorio – Melissa llama por favor a Alec y que pase directo a mi oficina.
- claro – se escucho del otro lado de la línea.
- ¿me contratas así nada mas?, ¿es porque soy cantante famoso? – pregunto un poco alterado Shuichi.
- cariño, no mi importa quién fueras, sino lo que serás – dijo sentándose en asiento detrás de su escritorio, tomo una de las carpetas y las ojeo – si no das el ancho como modelo, no me importara que tan bonito cantes – dejo de mirar las carpetas y lo miro a el directo a los ojos, sonrió – te largas.