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Colección oneshots por ritsuka10

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Titulo: U

Pareja: Banglo

Género: Lemon

Especificaciones: Inspirada en la canción de U de John Park.

La desesperación carcome mis entrañas sofocándome hasta quedarme sin aliento, observo nuevamente por la ventana el objeto de mi deseo,  miro fijamente como se pone los audífonos y esconde su cabello negro debajo del gorro de su sudadera muerdo mis labios al ver los suyos, mete sus delicadas manos en sus bolsillos mientras camina por la banqueta, mi corazón palpita a tal grado que no escucho otra cosa que el sonido de sus latidos, me recargo en la pared de mi habitación, me resbalo hasta quedar en el piso escondo mi rostro sonrojado entre mis manos mientras que lentamente la excitación crece dentro de mi ropa interior, es imposible detener la voraz hambre que crece en lo más profundo de mi ser, cierro mis ojos, me sumerjo en mis fantasías imagino aquel pecho golpeando mi rostro, su piel morena fusionándose con la blanca mía, mi mente loca comienza a recrear su grave voz detrás de mis oídos arrinconándome en el muro, mis manos vagan a mi entre pierna una vez más me entrego a la inexplicable ansia del éxtasis, anhelo ser suyo, anhelo que este dentro de mí y me eleve al cielo donde pierda la poca cordura que habita en mi cabeza.

—Hyung, Hyung.— Mis labios logran articular con un oculto deseo me llevo el dorso de mi mano izquierda para morderla tratando vanamente de detener lo inevitable, mis gemidos continúan.— Hyung por favor, hyung hazme tuyo.

Lo digo en voz fuerte porque anhelo que alguien conteste a mis súplicas, a mis peticiones, que esa persona que despierta mis ocultos sentimientos, destroce la camisa blanca que cubre mi cuerpo, el sonido de una melodía me vuelve a la realidad, es el tono de mi celular pero no me interesa contestar, su voz es quien me alienta a seguir SNS sin duda fue una de mis canciones favoritas, abro mis ojos y giro mi rostro al móvil, la cara de la persona causante de este calor esta dibujada en la portada, contengo mi respiración, una mano con una marca de mis dientes levanta el objeto para llevarlo a mis oídos, mi mano derecha continua con su labor dándome el placer que tanto ansió.

—Abre un poco más las piernas que no puedo verte bien.—Es lo único que una grave voz me indica es entonces que levanto el rostro el brillo de una cámara encima de un mueble frente de mi capta mi atención, sigo su petición, la camisa blanca que cubría mis muslos se eleva hasta dejar ver mi ropa interior color roja.—No deberías usar los calzoncillos de tus hyungs, eres un pequeño maknae sucio.

Un gemido escapa de mi boca sin pedir permiso mi mano derecha continua con su labor puedo escuchar su respiración, disfruta del espectáculo, por esa razón el bóxer lentamente se va deslizando por mis muslos, la humedad en mi entrepierna facilita mi trabajo, me lleva a la locura saber que él hombre perfecto puede estar tocándose en una baño público mirando mi imagen detrás de una pantalla, nadie tiene una idea el trabajo que me costó derrumbar su muro de moralidad, un ser con tantos principios como él le es imposible doblegarse a sus deseos carnales para él siempre primero estaba la rectitud, los valores, las normas sociales y mucho después el instinto sexual, yo era como él, yo lo admiraba a tal grado de ser como él, pero somos distintos, soy débil a la carne no puedo negar mi naturaleza, un nuevo gemido escapa de mis sonrosados labios muerdo el inferior.

—No hagas eso.—Un ronquido sale de su boca cuando inserto uno de mis dedos en mi interior.— Detente los chicos están en la casa.

No me interesa, no me importa que me vean en este estado si con eso soy capaz de volverlo más enfermo, sus palabras mienten, lo sé, anhela verme de esta manera desde el primer instante que coloco esa cámara en nuestra habitación, lo he transportado al lado oscuro del deseo al inicio solo fueron inocentes toques cuando dormía con él, a causa de mi parálisis de sueño una magnifica falacia inventada, mi trasero se restregaba a su entre pierna, mis manos vagaban por su pecho, él no podía oponerse debido a que yo era el inocente maknae que él tanto adoraba, cuando cumplí 19 fue la primera vez que me toque pensando en él, estaba en sus cobijas con montones de su ropa a mi alrededor, su olor a ramen con una colonia cara me inundaron esa noche que me introduje en su habitación sin permiso, grite su nombre a más no poder, lo llame lascivo, imagine cientos y miles de posiciones, satisfice mi cuerpo con mi creativa mente, al otro día tuve que lavar su ropa pero eso solo aumento mi deseo por él, con el tiempo dejo que me escabullera a su lado a cualquier lugar que iba, era mayor de edad por lo tanto podía competir con los amigos de su hermana, con sus ex compañeros de Soul Connection, me volví su sombra, su acosador personal, a donde iba lo seguía.

—Ahora dos.— Me ordena con un tono de voz entrecortado ha llegado a su límite, sus creencias se han corrompido para dejarse llevar por el éxtasis, un sonoro gemido escapa de mi boca quiero que me escuche, quiero que sepa lo que su sola voz me provoca.— Voltéate déjame ver ese pequeño punto rosa que tanto adoro.

Me giro, mi rostro va a dar al piso mientras me hinco sobre mis rodillas dejando mi parte trasera en el aire abro las piernas lo más que puedo, quiero que disfrute de mi anatomía, que le duela no poder tenerme en este instante, que se ahogue en su propia fantasía, cuando cumplí 23 sus amigos que también ya eran míos me armaron una gran fiesta, los integrantes de BAP asistieron, esa reunión se celebró en un club nocturno donde chicos y chicas bailaban con personas de su mismo género, con el contrario o con el tercero, fue un evento el cual rompía las reglas sociales de Corea del Sur, si la prensa se hubiera enterado de inmoral no nos hubieran bajado,  mis hyungs decían que era un momento especial que yo tenía el derecho de una noche enloquecer a tal grado de olvidar mis perjuicios, mis tabús, me era permitido tomar hasta que transpirará alcohol, de besar a chicas, a chicos, a hombres que parecían mujeres, cualquier cosa que deseara, él no estaba de acuerdo pero no se opuso, a él nadie le dijo que no tatuara el 60% de su cuerpo.

—Hyung te necesito.— Digo en un leve susurro con el tono de voz que sé que eriza su piel.— Hyung por favor.

—Te has portado mal mi pequeño Sunshine.— Me dice tal vez con una mueca de sonrisa dibujada en su rostro.—Te dije que no debías decir cosas raras que la gente malinterpretará.

No soporto el calor de mis mejillas, lo quiero a él aunque cuatro dedos estén en mi cuerpo no es suficiente, él es mi interruptor para avanzar al siguiente nivel en mi éxtasis, recuerdo que después de tomar casi una botella entera de whisky caminé a donde él estaba, platicaba con su cuñado le mentí al oído diciéndole que estaba mal que me acompañara al baño levanto su rostro dejando escapar un suspiro y me llevo al lugar pedido, ahí nos adentramos a uno de los cubículos donde dijo que vomitará en la taza pero yo tenía planeado hacer otra cosa con mi boca de un rápido movimiento lo arrempuje para quedar sentado sobre el tinaco de la taza, sus ojos se abrieron como plato cuando vio que cerraba la puerta me giré y con más fuerza de la él creía que yo tuviera lo mantuve en esa posición, baje la bragueta de su pantalón y sin previo aviso lamí esa parte que tantas noches llevando deseando, mi lengua recorrió su longitud con una hambre desesperada jamás antes experimentada, sus manos trataron de alejarme pero fue en vano, él poco a poco fue cediendo, me volví un maestro, vi muchos videos, aprendí las mejores técnicas para complacerlo a él, conforme avanzaba descubrí las acciones que lo elevaban a la lujuria.

—JunHongie vamos a ir a la tienda de la esquina  ¿Vas con nosotros?—Un golpe en la puerta y una voz detuvieron mi corazón, no tenía el suficiente aire para contestar.— ¿JunHongie? ¿Estás bien? ¿Puedo pasar?

—Tal vez salió detrás de Bang ayer tuvieron una pelea.— La voz del chico más inteligente del grupo me ha salvado, el sonido de unos besos llegan a mi oído.—¿Qué te parece si mejor vamos al Hotel de la otra vez? Han pasado casi 12 horas desde la última vez que estuvimos juntos.

Un gemido escapa de la boca de la voz principal de BAP, Jae ha aprendido a dominar al escandaloso DaeHyun, sus métodos fueron mucho menos ortodoxos que los míos,  ya que el conejo amarillo le gusta jugar un poco más extremo que la gente normal aún  tengo la imagen de aquel traje negro de látex que tiene escondido en el armario o los juguetes perversos que lleva en la maleta de viaje, el sonido de la puerta principal cerrándose me relaja más y la risa de él en el teléfono me vuelven a la realidad,  me duele el cuerpo quiero explotar pero no puedo, lo necesito a él, como en esa fiesta, como en ese momento que me mojaba mientras lo besaba mientras explotaba en mi boca, él quiso detenerme dijo tantas veces que me detuviera pero no pude contenerme,  él tuvo que tapar su boca para que las personas no lo escucharan gemir cuando llegó al límite una segunda vez, me puse de pie relamiendo mis labios, era la primera vez que probaba aquel sabor no fue agradable pero admito que me volví adicto, uní nuestros bocas, me mordió, lo mordí, succiono cada rastro de saliva que trataba de recorrer mi cuello, él también estaba borracho y con una desesperada hambre en su interior renació, la puerta se abre de golpe mi cuerpo se congela pero cuando un aliento a menta llega mi oído la excitación vuelve.

—No vuelvas a decir que Up y tú duermen en la misma cama odio cuando las fans te emparejan con él.—Un moleta voz me dice mientras mis dedos son reemplazados por algo más, puedo sentir el dolor recorrer mi espina dorsal el cual poco a poco se va convirtiendo en placer.— Sunshine cometiste un terrible error esa noche cuando cumpliste 23 despertarte una bestia que ahora es imposible detener.

Me giro para colgarme de su grueso cuello donde sin previo aviso hundo mis dientes una nueva marca en el collarín que ya tiene, el manager lo va matar cuando vea que una vez más lo han dejado mordisqueado,  mis piernas rodean su cadera, entra, sale de mi interior repetidas veces, como aquella noche-mañana que pasamos en ese socio baño de un club de mala muerte, nuestra primera vez no fue nada parecido a los cuentos que las fans escriben de nosotros, no hubo rosas, no hubo velas, no después de una proposición romántica, no lágrimas, no miedos, solo la maldita hambre de más cegándonos, llevándonos al orgasmo como en este momento, su manos están en mi virilidad atendiéndola como solo él sabe hacerlo, grito su nombre, mis manos le quitan la camisa y la sudadera anhelo ver su piel morena cubierta de tatuajes, de marcas de mis uñas, de mis dientes, a diferencia de mi él no suele dejarme moretones solo alrededor de mis botones rosas o en mis muslos, él no quiere que tenga problemas con el manager nadie sabe nuestra relación, nadie la sospecha, es increíble que pasemos desapercibidos, compartimos habitación cuando salemos de viaje duermo en su habitación por mi parálisis, una embestida toca algo en mi interior que desata la locura echo mi cabeza hacia atrás dejándola caer en el piso frio mi camisa fue abierta de un jalón y su boca está en mi pecho, lo muerde, lo lame como si quisiera devorarlo, lo tomo por el rostro para indicarle que anhelo un beso.

—Quiero que las fans escriban sobre nosotros, quiero que todas sus escenas perversas sean sobre tú y yo, eres mío JunHong.— Grita mordiendo mis labios, devorando mi lengua, estoy a mi limite no soporto la presión en mis caderas, en mi pecho.— No te vendrás hasta que diga la palabra clave anda pequeño niño pervertido tendrás que rogarme.

Siento sus dedos pellizcando uno de mis botones rosas, la humada de mi entrepierna ha llegado a su límite provocando que manchara la madera del piso sus dientes se apoderan de mi pezón libre grito ante el dolor, sumerjo mis uñas en su piel color canela, una nueva estocada toca ese punto donde me hace olvidar mi nombre, estoy en mi limite, los dedos de mis pies se doblegan por la ansia, no lo soporto, anhelo que se derrita en mi interior.

—Por favor hyung di la palabra secreta.—Le suplico con el tono más lastimero que tengo, en este punto he perdido la dignidad que tal vez nunca tuve.— Por favor Bang YongGuk.

Puedo sentir como se hunde en lo más profundo de mi ser mi cuerpo parece ser partido en dos, clavo mis uñas en su hombro provocándole una herida.

—Te amo.—Dice, mi mundo se pierde en el placer creo que puedo sentir las estrellas a mi alrededor, puedo percibir las nubes acariciando mi piel, él inundar mi interior con su esencia, grito mi nombre, se queda unos minutos en ese estado hasta que se deja caer sobre mí, su piel esta sudada como la mía, su pecho sube y baja como el mío, toma la mano que le causo un rasguño la extiende junto la suya  y nuestros dedos se entrelazan. —Un hombre casado solo puede dormir con su marido.

Mis ojos se topan con los suyos después de aquella noche en el Bar Guk me dijo que él no podía tener solo sexo por tenerlo que él le juró a su abuelo que solo lo haría con la persona que fuera su pareja de por vida me arrastro a Canadá donde nos casamos sin que nadie lo supiera, ha pasado un año desde esa noche y a veces siento que todo fue tan rápido, solo tengo 24 años y él 30 está a punto de entrar al servicio militar, dos años sin él, suelo cuestionarme si fue lo correcto entregar mi vida a una sola persona, a la primera que ame, con la primera que estuve, nadie sabe que estoy con él a veces es cansado ver como amigos le presentan chicas y después debe negarse, es complicado escuchar a mi madre decirme que hay muchas bonitas jóvenes esperándome, si alguna todos supieran que no me interesa, que temo que en los próximos 50 años solo quiero pensar en él, solo quiero dormir con él, solo quiero hacerlo con él, solo lo amo a él, muchos dirían que estoy loco que soy joven pero no me interesa, he alcanzado a domarlo así que solo un tonto lo dejaría ir.

—Vamos a desayunar ramen tengo hambre.—Me dice poniéndose de pie mientras estira su mano para que yo haga lo mismo, la tomo para levantarme después siento un líquido correr por mis blancas piernas.—Vamos a bañarnos primero, las ventajas de tener un esposo encantador como yo es que puedo encargarme de limpiarte.

—Eres un pervertido.—Le contesto mientras me colgó a su cuello y beso sus labios.— Es lo menos que puedes hacer cuando tienes un esposo tan hermoso como yo, te amo.

Notas finales:

Un mini oneshot con intento de lemon, saben que no soy buena para esto, mm gracias por sus reviews :D 


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