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Never give Up por ritsuka10

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HimChan apretaba el acelerador de su automóvil desde el momento que lo dejaron libre trato de comunicarse con su novio pero este jamás le devolvió las llamadas tenía miedo de que el menor supiera un poco de su negro pasado debía explicarle el plan que estaban llevando a cabo, la razón de culpar de todo a Bang su auto se estaciono frente a la casa donde tenía prohibida la entrada se bajó lleno de seguridad no perdería lo que había conquistado en ese tiempo, era un guerrero que nadie lo doblegaba, presiono el timbre con ansia unos minutitos después apareció un mayordomo quien le negó que estuviera el menor de los Moon, le pidió retirarse, HimChan arrempujo al hombre para lograr colarse por la puerta.

—JongUp necesitamos hablar, ahora.— Grito por el pasillo dirigiéndose a las escaleras donde apareció el mencionado detrás de él estaban sus dos hermanos quienes salieron al encuentro del pelinegro.— Necesitamos hablar no puedes darme la espalda como todo mundo lo ha hecho, tú sabes quién soy.

—Es mejor que te mantengas alejado de él. –Un hombre le grito tomándolo del cuello del abrigo, lo arrempujo hacia la salida.—  Tu asquerosa Familia solo busca la manera de joder la nuestra, primero tu padre y ahora tú.

—Eres idéntico a tu padre solo son unas ratas hambrientas de poder. —Grito otro joven arrastrando de un brazo al recién llegado quien termino por enfurecer así que convirtió toda su adrenalina en fuerza, arrempujo a ambos chicos al primero le dio un puñetazo en el rostro mientras al otro en el costado.— Eres un maldito.

—He dicho que he venido a hablar con mi novio y no me iré hasta hacerlo.— Les grito mirando fijamente al causante de tal pelea estiro su manos para invitarlo a seguirlo.—¿Quieres que me hinque? ¿Qué te ruegue? Sabes que soy capaz de hacer lo que sea por ti, por favor ven conmigo.

El menor término de bajar las escaleras entrelazando sus dedos con los del mayor se puso delante de sus hermanos.

—Prometo que pronto volveré solo vamos hablar.— Les dijo con una sonrisa tratando de calmarlos. —No le digan nada a nuestro padre.

La pareja salió de la casa para subirse en el auto el mayor se dispuso a encenderlo pero Up se lo impidió, no estaba dispuesto a ir a ningún lado con él, el pelinegro entendió la indirecta así que detuvo sus movimientos se giro tomando la barbilla del castaño y lo beso esa era su medicina en un mundo lleno de caos, él era su ángel, su pie de apoyo, Jong quiso oponerse pero era irremediable la atracción que sentía por él contesto aquella caricia con la misma emoción con la que se creó, un flash de imágenes de voces se coló por su cabeza haciéndole recordar quien en verdad era su amante, un mentiroso, un manipulador, un embustero por lo que finalizo aquel intercambio.

—Suéltame no quiero que me toques, no sé quién eres.— Le dijo lanzándolo lejos de él, la desesperación se apodero de su cuerpo.— Dime la verdad, ¿golpeaste a Kai y a Tao?  No quiero que me beses hasta que digas la verdad.

—JongUp no entiendo lo que me estas queriendo dar entender, cariño todo lo dicho en televisión es mentira.—Le susurro tratando de volver a tomarlo por la barbilla pero el menor se negaba enérgicamente.— ¿Qué pasa ¿qué clase de mentiras dijeron de mi? JongUppie sabes que te amo.

Un nuevo manotazo detuvo los movimientos del mayor, JongUp no estaba seguro de conocer a la persona que estaba a su lado hacia un par de horas Kai y Tao le habían marcado para contarle la verdad sobre su novio el menor sabía que era por venganza que habrían la boca, era su forma de desprestigiar a su novio pero irremediablemente la duda surgió como una enfermedad rastrera corroyendo sus entrañas, lo atestaba de dudas, de pesadillas volviéndose realidad, no quería ser el primero en atacar pero no soportaba la incertidumbre.

—Quiero saber la verdad no soporto pensar que no eres la persona que conocí.— Le dijo mirándolo a la cara enfrentando de manera valiente sus temores.— Ellos me llamaron para decirme que los habías golpeado por meterse conmigo, tú no eres así, tú no eres violento, no eres una mala persona, dime que mienten, dime que esa persona no existe en ti.

—Uppie sabes que te amo más que nada en este mundo que haría lo que fuera por ti pero temo que algo en mi paso cuando nos separamos.— Confeso guardando las manos del meno entre las suyas.— ¿Qué pasaría si dijera que es verdad lo que dijeron?

HimChan no podía continuar mintiendo era imposible tapar el Sol con un dedo, varias noches se paso en vela pensando sobre él tema, el temor de que Up no aceptara ese lado maligno que emergía de él cuando estaba enojado, que lo rechazará por ser tan parecido a su padre, le dolía aceptarlo pero era verdad tenía ese mismo aire que envolvía a su progenitor, ese macabro placer por lastimar a sus enemigos, era momento de hablar honestamente, no podía continuar escondiendo su oscuros comportamientos, el estar una par de horas en la cárcel le hizo ver que cuando la personas rompen una regla están sensibles a recibir un castigo, las normas y leyes fueron creadas con un objetivo se debía mantener el orden en la sociedad, desde aquel día que descubrió que su solo concepción fue un error, que su familia era un circo barato de animales hambrientos de poder cuando decidió que vivir no era tan divertido como todos le contaban, cuando simplemente quiso dormir por siempre, esa fue su idea principal cuando entro a su habitación, la idea errónea de que la salida fácil era la más rápida, recordó la razón por la cual al final eligió quedarse en ese juego llamado vida por JongUp no continuo con su macabro plan cuando era solo un niño, solo por él porque descubrió que para su existencia solo bastaba tenerlo a su lado amarlo como nadie pero al perderlo la primera vez un monstruo dentro de él creció, se apodero de su cuerpo y descubrió que no era un manojo de virtudes sino un conjunto de buenos modales y la una calculada personalidad.

 —¿Que cambiaría en ti si contestara con un sí a cada una de tus cuestiones?— Volvió a repetir besando sus manos buscando acariciar su mejilla.— ¿Que cambiaría en ti si te dijera que mande golpear a Kai? que fui yo quien golpeo a Tao, yo era quien administraba el casino clandestino del club, que fui yo quien le puso laxantes al ponche el día de la fiesta, te amo Uppie y admito que he escondido los malos aspecto de mi.— Dijo en un susurro buscando con sus labios los de su contrario.— ¿Me dejarías de amar si de cierta manera me parezco a mi padre?

—No, es mentira no puedes parecerte a esa persona.— Le contesto dudoso ese no era el HimChan que Up tanto amaba, ese no era con quien anhelaba pasar el resto de su vida, no confiaba en él, no podía creer en sus palabras.— Lo siento pero no podría aceptarte.

La confianza es la base fundamental de cualquier relación, es una frase trillada, un cliché literarios pero está vigente como las leyes universales creadas hace miles de años, despertarte y darte cuenta que no conoces a la persona que duerme a tu lado es el peor shock que un amante puede recibir, tener dudas, tener miedos, aquella afirmación corto la respiración del mayor amaba más que su propia existencia a ese chico delante de él,  si él le pidiera su corazón se lo entregaría pero aún con todo su amor no podía llenar el hueco que el menor acababa de forma entre ambos.

—Entonces no tiene caso en explicarte lo pasado no tiene sentido arreglar algo que ya estaba defectuoso desde hace mucho tiempo.— Contesto el pelinegro deshaciendo el agarre le dolía darse cuenta que Up estuvo enamorado de un ideal y no de él, al final no era tan distinto a sus fans en el colegio aquellos que solo le hablaban porque pensaban que era un príncipe.— Que seas muy feliz JongUp, gracias por tu amistad y cariño, es una pena que nos mintiéramos todo este tiempo es doloroso saber que no aceptes mi yo verdadero al final fuiste un fan más enamorado de la imagen falsa de un ídolo que tú mismo creaste, adiós para siempre.

—Lo siento pero no eres mi HimChan.— Le contesto el menor abriendo la puerta dispuesto a bajar.— No puedo estar con una persona como tú, te tengo miedo, no hay más confianza y no soporto el parecido a tu padre.

El menor azoto la puerta él también estaba herido por haber sido igualado a un amante más en su larga lista, no se dio media vuelta, no se giro, no llevo sus manos a sus mejillas para limpiar las lágrimas que por ahí descendían no se inmuto ni cuando las llantas del auto rechinaron sobre el pavimento, no estaba dispuesto a amar a ese nuevo HimChan, no se encontraba preparado para aceptar que su mejor amigo había desaparecido, no podía aceptar que amaba a la réplica exacta del enemigo de su padre,  las fuerzas se esfumaron junto a sus esperanzas, sus anhelos, cuando cruzo el umbral de la puerta algo en su interior se rompió, ¿Kim HimChan le había dicho adiós? ¿No volvería a verlo jamás? Fue entonces que por un segundo se imagino su futuro sin su compañía, cuando alguien nos decepciona solo queremos herirlo porque nos ha causado dolor tratamos de que sienta en carne propia nuestro terror, atacando cuando nos atacado, siempre a la defensiva sin pensar en la otra persona, Up olvido lo importante, se escondió en su caparazón, se encerró en su egoísmo se dio media vuelta para correr en la dirección donde el auto desapareció corrió, corrió hasta que sus pies dolieron, hasta que el aire no alcanzo a llegar a sus pulmones.

Japón

YoungJae esperaba fuera de un portón negro movía nerviosamente sus manos caminaba de un lado a otro había pasado dos noches sin dormir seguía el caso de su hermano Guk por televisión además de que HimChan estaba pagando abogados para sacarlo todo parecía arreglarse con el tiempo su andar se detuvo cuando la puerta se abrió, un chico con una ligera barba y un cabello chino negro enmarañado hizo acto de presencia el menor corrió abraza al recién liberado,

—Es bueno volver a verte mi pequeña ardilla.— Le dijo el mayor despeinando su cabello y besando su frente.— Ahora volvamos a casa.

Zico también se acerco a la efusiva reunión familiar habían pasado dos días desde que llegaron a Japón para pagar la fianza de Nam, Zico quiso saber muchas veces de donde había salido el dinero Jae pero estaba seguro que tal vez DaeHyun había donado aquella cantidad era consciente que ese chico amaba a su pequeño hermano ahora parecía que los problemas estaban desapareciendo Guk tampoco tardaba en salir de la cárcel ya que el asunto del lavado de dinero solo fue mentira y al final tuvieron que pagar una pequeña fianza por lo del casino clandestino.

Corea

DaeHyun estaba sentado encima de una cama regresando una y otra vez la misma escena de la película que se pasaba en la televisión que tenía frente a él, fotografías estaban regadas en el piso en ellas se veían a su amante y a Zico abrazados abordando un avión a un destino desconocido trato de comunicarse con él pero fue imposible en el departamento de los Bang parecía que todos habían desaparecido, lamentablemente había perdido su celular no podía contactarse con nadie, Zelo había desaparecido mientras que JongUp se negaba aceptar sus llamadas no podía creer lo que sus ojos veían una y otra vez, Jae recibiendo el cheque de su madre, Jae saliendo de la oficina corriendo, las fotos de Jae escapando con Zico, nuevamente llevaba sus manos a enredarse en su cabello, una vez más se dejaba caer en el piso golpeando la cama.

—Es mentira, es mentira, es mentira.—Se repetía una y otra vez lo decía como si de una mantra se tratará se auto consolaba diciéndose que YoungJae volvería para explicar todo.— Él me ama, él lo juró, debo confiar en él.

Por más que se gritará por más que se maldijera algo en su interior estaba despertando, la desconfianza cobraba más vida había cruzado la línea por un solo segundo desconfió de las intenciones de YoungJae por más vueltas que le diera a su cabeza la idea cobraba existencia propia se presentaba ante a él como un fantasma listo para devorar su alma, consumir su mente, junto las fotografías para destrozarlas estaba cansado de llorar, de maldecir, se puso de pie para caminar hacia su computadora donde busco la noticia más reciente de YongGuk se decía que esa tarde lo liberarían por obra de arte sus cargos fueron disueltos ya que por falta de evidencia, se encontraba seguro que Jae iba acudir a la liberación de su hermano se metió al baño para ducharse estaba dispuesto a encontrarlo aunque el menor se empecinara en esconderse. 

YongGuk miraba la pared que se dibujaba delante de él no dejaba de recordar la última reunión que había tenido con JunHong, la última vez que lo beso, que acaricio su rostro, toco sus costillas aún dolían, algo en él había muerto, algo en él había renacido puso su codos sobre sus rodillas para después mirar el piso escucho como el cerrojo de la reja se recorría fue llamado por su nombre por lo cual se puso de pie camino con las manos esposadas por ese frio pasillo donde le dieron las pertenencias con las que había sido detenido pero no toco nada, no le importaba su celular, ni sus viejas pertenecías HimChan fue quien acepto la bolsa de objetos ambos se dirigieron hacia la salida, los reporteros habían desaparecido ya que un nuevo chisme había llamado su atención. DaeHyun estacionaba su auto aun lado del edificio donde se supone saldría Bang su respiración se volvió pesada cuando observó que Jae descendía de una camioneta rodeado por sus familiares se quitó el cinturón de seguridad para disponerse a bajar pero cuando vio como un hombre de gorra y lentes abrazaba por la espalda a su amante se detuvo el menor se giraba riendo mientras trataba de escapar de los brazos del mayor parecía estar feliz en los brazos del extraño, Dae clavo sus uñas en el volante de piel el ultimo gramo de esperanza desapareció de su cuerpo.

Las personas cuando tienen un problema toman distintos caminos el primero es la confrontación hablar con la verdad y esperar que la otra persona responda como imaginamos pero en este caso hay una indiscutible variación que tal vez esa persona no piense lo mismo eso le paso a HimChan, enfrento su miedo grito por fin la verdad para que la persona que más amaba la supiera estaba en sus manos pero JongUp no contesto de la mejor manera no siguió lo que cualquier personaje de cuentos de hadas haría, tuvo miedo, es normal, hasta cierto punto aceptable el heredero de los Kim no lo odiaba, lo amaba más que nunca porque seguía siendo el mismo de años pasados fue su elección y la respetaría no podía seguir a su lado, el dolor carcomía cada centímetro de su pecho y la respiración se le dificultaba pero seguiría caminando andando en esa nueva ruta que Bang y su Familia le habían ayudado a trazar, él era consciente que como humano debía aprender a andar sin algún apoyo la soledad formaba parte de su crecimiento y como tal poco a poco sobrellavaría el haber perdido a su razón de existir, una sonrisa se formo cuando Jae y Guk lo unieron al abrazo grupal todos perdemos algo pero esa sensación puede ser compensada con otro momento de igual o mayor relevancia, un pequeño rayo de Sol se dibujaba en su nuevo horizonte ayudo a limpiar el nombre de su nuevo mejor amigo, rompió cualquier lazo que lo uniera a JongUp debía irse a un lugar donde no tuviera la oportunidad de buscarlo, porque solo a veces las ganas de ir por él, de secuestrarlo, de besarlo le ganaba a su cordura.

DaeHyun encendido el auto móvil, hay otro camino que los humanos tomamos al tener un problema, solemos evadirlo, no enfrentarlo porque tenemos miedo a saber la verdad es tan sencillo dejar de pronunciar la raíz de nuestro dolor creemos que con no nombrarlo va a desaparecer, para DaeHyun era demasiado dolor enfrentarse al verdadero rostro de su amante o de su madre, porque al saber la verdad debía odiar a uno de los dos, el segundo le dio la vida mientras el primero le enseño a disfrutarla,  apretó el acelerador necesitaba tiempo, su alma debía aprender a aceptar la traición de una de las dos personas que tanto significaban para él, el amor de una madre como el amor de un amante suelen ser sentimientos tienen la misma fuerza no se pueden enfrentar, deben ser lo contrario deben ser aliados, grito lleno de rabia, de frustración, ser cobarde es normal dar le la espalda a quien nos necesita lo hacemos a diario, cuando cerramos los ojos al ver a un vagabundo, a un niño pidiendo limosna, nos aterra defender los ideales que tenemos para el heredero de los Jung dar un paso hacia atrás y correr lejos era la mejor vía de escape, todos lo hacemos cuando nos ponemos los audífonos para no escuchar las peleas de nuestros padres, cuando nos hacemos los dormidos para no ceder nuestro asiento, el auto freno de golpe abrió los ojos asustado no porque todos lo hagan es correcto, no porque los demás falten a su moralidad él debe ser como los demás en determinado momento tenemos que dejar de ser como ovejas y seguir al resto, por ello no somos animales somos seres consientes, quiso dársela vuelta pero en un segundo a auto se estampo en la parte trasera provocando que su frente golpeara con el volante una herida se formo en su cabeza quedando inconsciente.

En algún lugar del mundo.

Bang observaba como todos sus amigos, hermanos, se habían quedado dormidos en la estancia de esa elegante habitación camino hacia la ventana la negra noche se presentaba en todo su esplendor después de salir de la cárcel había tomado un vuelo para irse muy lejos de Corea no tenía nada que lo atará a ese lugar huyó como años antes lo hizo de la Isla Jeju, era su modo de actuar para escapar del dolor, de sus errores, desvió su vista hacia HimChan, él también decidió acompañarlos a una nueva aventura es como si los corazones rotes se atrajeran.

—¿Por qué no lo buscaste? —La adormilada voz de Jae resonó por la habitación el pelinegro estaba sentado en un sillón abrazado por Nam y Zico. —DaeHyun nunca me buscó, lo sé, le creyó a su madre pero sabes no me importa el día que decida buscarme estaré dispuesto abrir mis brazos para retenerlo, yo lo esperaré, yo creo en él, sé que encontrará el camino hacia mí.

—No voy hablar de mi vida privada sino me he quedado en Corea es porque no hay nada que me ate a ese lugar.—Contesto fríamente dando media vuelta dirigiéndose a su habitación. —Las personas debemos aprender aceptar las consecuencias de nuestros errores.

Ren mantuvo los ojos cerrados abrazándose más a su novio no estaba seguro que haya sido correcto decirle la verdad a JunHong, pero él se lo imploro, le suplico, unos labios en su frente lo consolaron, Bang se dejo caer en la cama boca arriba observo el techo con sumo cuidado nuevamente estaba en el inicio de una nuevo ciclo por primera vez después de tantos años lagrimas recorrieron sus mejillas se hizo un ovillo en las cobijas se abrazo a sus piernas, cubrió su boca con su mano mientras que con la otras estrujaba la colcha, ¿Cómo se puede reconstruir lo que ha sido barrido desde la raíz? ¿Cómo volar si has roto tus alas? ¿Cómo soñar cuando sufres de insomnio? Las personas cuando tienen un problema toman diferentes caminos para superarlo, uno es enfrentarlo, otro es ignorarlo y el último es enfrentarlo pero con mentiras hacer más grande el embrollo con tal de no salir heridos, atacar y atacar hasta quedarte sin fuerzas, una punzada partió el corazón del mayor la madurez significa cargar con tú pecados, mirar a las personas de frente sabiendo que muchas veces antes las has atacado por la espalda no fue capaz de hablar con la verdad aún cuando la persona que amo como nadie se lo suplico, no fue capaz de decir en voz alta que era un demonio, no acepto qué se avergonzaba de su yo del pasado.

—No podía, no podía aceptar que no soy alguien bueno.—Dijo entre balbuceos las lágrimas se habían mezclado en su rostro humedeciéndolo por completo.— Espero un día comprendas porque te he mentido.

Flashback

Un joven estaba sentado en una vieja cama era el único en esa celda lo habían confinado a una apartado donde nadie otro delincuente se encontraba, lo sabía, era la venganza de SeungHyun, él mismo fue confesarle la verdad unos minutos después de ser aprendido si antes no había sido castigado por el pecado de asesinar a tres personas ahora por  fin llegaría la justicia  miro el techo mientras jugaba con sus dedo no era la primera vez que estaba detrás de unos barrotes, no se sentía preocupado, ni angustiado, confiaba en sus amigos, en sus hermanos, en HimChan, lo púnico que le preocupaba era su pequeño Sunshine, le dolía pensar que pudiera estar siendo torturado por su hyun, pero confiaba en su fortaleza, en su fuerza,  rogaba por qué no lo fuera a ver a ese desagradable lugar no era un sitio para alguien tan puro como su dulce ángel aún la gente malvada suele tener sentimientos aún los asesinos son capaces de sonrojarse por una palabra, Zelo fue su salvavidas su hermoso Sol brillando en medio de una negra lluvia.

—Como quisiera que estuvieras a mi lado para besarte.— Comentó al aire mientras cerraba los ojos evocando aquel blanco rostro.—Te extraño.

—Entonces levántate y ven a besarme.— Una melancólica voz resonó por el lugar, el pelinegro se puso de pie de un golpe sus ojos se abrieron como plato al ver al menor parado a mitad del pasillo, sus ojos estaban rojos, sus mejillas húmedas, sus labios sonrosados.—Por mi culpa te han lastimado.

Automáticamente negó con la cabeza el mayor caminando hacia los barrotes donde sacos sus manos para alcanzar a tocar las mejillas del rubio el solo tacto provoco que miles de descargas eléctricas sacudieran su cuerpo paralizando su respiración.

—No quiero que me veas nada de lo ocurrido es tu problema.—Le dijo tratando de sonar frio por primera vez en su existencia sentía vergüenza de quien era, de lo que fue.— Ve a casa y pronto iré por ti.

—Dime que es mentira, dime que todo el mundo me ha mentido que no eres el monstruo que me han hablado, juró que seré fuerte, juró que estaré a tu lado orgulloso, seré tu apoyo, dime la verdad.— Soltó acercándose al mayor para deslizar sus manos entre los barrotes y colgarse del cuello del pelinegro.— Tú no mataste a tu padre y a los padres de Jae, tú no eres un ladrón, tú no eres estuviste en la cárcel antes.  lo que hayas sido dime la verdad, prometo comprenderte.

¿Alguna vez han sentido esa sensación aberrante cuando el profesor dice frente a todo el colegio que has reprobado el examen, que eres el peor de la clase o ese sonrojo en tus mejillas cuando te has caído frente a mucha gente? Tal vez si, se llama vergüenza, pena, pero es momentánea un segundo de estupidez pero hay otra esa vergüenza que duele en el alma, que atesta de culpa tu subconsciente, que te arrincona en un pozo para que te ahogues en tu propio sufrimientos esa cuando has hecho llorar a tu madre, como cuando has decepcionado a tu mejor amigo, el instante donde solo ver tu rostro en el espejo te llena de incomodidad ese sentimiento Bang nunca lo conoció cuando su mirada se reflejo en aquellos ojos cafés descubrió que no era merecedor de tan bello regalo, podía sentir el calor de la sangre manchar sus manos, sus pies se sumergían en el lodo, era un gusano arrostrándose en el piso.

—Es mentira Sunshine ellos murieron en un accidente no sé quién te dijo tal mentira pero no debes creerles. —Rogó su tono de voz era distinta, se escuchaba desesperado, nervioso. —Cierra tus oídos a los embusteros, cierra tus ojos para que no veas sus engaños, te quiero, te quiero. —Volvió a repetir temeroso, no estaba dispuesto abrir la caja de pandora que una vez prometió esconder de él, nunca aceptaría ser un demonio. —No es cierto.

—Por favor dime la verdad, admite que el día que murieron esas personas tú estabas presente, el dinero que tenias fue porque estuvieron contrabandeando droga por eso Nam estaba en una prisión en Japón, Gukkie te amo y acepto tus errores, me quedaré a tu lado. —Le contesto besando sus labios mientras el pelinegro negaba con la cabeza, beso sus mejillas, su frente. —Confiesa que esa tarde tu padre encontró a su amante con su ex esposo, los golpeo hasta dejarlos inconscientes por venganza quiso abusar de Jae pero tu defendiste a tu pequeño hermano lo ayudaste a escapar, te vengaste de todo el daño que te hizo ese hombre, peleaste por tu libertad y la de tus hermanos. —Continuo hablando entre sollozos pegando más su rostro a los barrotes. —Accidentalmente en el forcejeo dejaron que un mechero quemara un alto de viejos periódicos, tu padre cayó inconsciente por un golpe y los dejaste a los tres en ese lugar, no hiciste nada por detener lo inevitable. —Bang lo miró con un rostro de incredulidad mientras trataba de alejarse no podía verlo a la cara. —No te preocupes esa verdad no cambia mis sentimientos, te acepto como eres, te amo demasiado pero si decides continuar mintiéndome me iré no quiero seguir con una persona que no puede confiar en mi.

La mirada de YongGuk se volvió cristalina, el problema no era que JunHong no lo aceptará, él era un hermoso ángel con una alma pura, una conciencia limpia, Guk siempre creyó que lo seguiría amando hasta el final, tal vez ese niño amaba con todos sus defectos pero era él quien no se quería, era él quien se sentía sucio, impuro, no podía ver su rostro en ningún espejo sin recordar que no merecía la felicidad que el destino le daba con las pequeñas coincidencias trató a de alejarse pero una blanca mano lo sujetaba fuertemente, ahí estaba el príncipe más valiente que nunca conoció, Jun tenía la determinación estampada en su cara, era el caballero con la armadura de héroe, una oscura sonrisa se plasmo en su rostro rápidamente lo tomo de la mejilla para besarlo entre aquellos frío barrotes de metal el sabor a caramelo se apodero de sus pupilas gustativas, unos delgados dedos delinearon sus varoniles facciones, las parejas no deben tener secretos entre ellos Bang tenía en claro ese ideal pero a veces, solo a veces es bueno un secreto ya que no siempre somos capaces de hablar con la verdad, porque son necesarias blancas mentiras para continuar mirando a la cara al ser que tanto se ama, no nos podemos dar el lujo de ser débiles, temerosos ante quien nos admira, YongGuk era uno de esos personajes que prefiere ser llamado villano antes de tomar la batuta de una responsabilidad ante sus hombros hablar con la verdad significaba no ser capaz de seguir con JunHong, mentir era la vía sencilla para que su amante se fuera cualquier camino lo llevaba a una meta irremediable, a un trágico final. 

—Tú eres el único responsable que me vaya te amo pero necesito que confíes en mí. —Habló en un susurro besando suavemente sus labios delineando su sien. — Adiós no vuelvas a buscarme si no puedes aceptar tú pasado frente a mí.   

—Es mentira ellos murieron en un accidente. —Repitió una vez más mientras lagrimas escaparon de los ojos de su pareja. —No te voy a pedir que te quedes esta vez no. —Suspiro besando brevemente sus labios rosados. —Sé que te tienes que ir porque has hecho una promesa. —Pegó su frente a la del menor. —Te juró que en la próxima vida que nos encontremos seré alguien que te merezca no habrá esqueletos en mi closet, no existirán monstruos con los cuales no pueda librar.

JunHong se separó de Guk mientras levantaba la barbilla, limpiaba sus lágrimas y le regalaba una mirada de odio lo culpaba, lo odiaba por ser débil por no aceptar la verdad, se medio vuelta para caminar hacia la salida, las relaciones entre las parejas son complejas, extrañas, para lo que algunos un ideal es tonto e ilógico para otros es esencial sin importar la raza, religión, origen siempre serán complicadas e entendibles.

 

Notas finales:

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