El ritmo del beso avanzo lentamente hasta convertirse en una muestra hambrienta de necesidad las manos de DaeHyun se deslizaron por debajo de la playera del menor quien contestaba enérgicamente a cualquier acción iniciada por el pepliplateado, sus entrepiernas rozaron peligrosamente ambos se encontraban excitados, emocionados porque su atracción aumentaba por cada movimiento, por cada acción, “Es el hermano de tu querida princesa.” La frase apareció en la cabeza del mayor quien de golpe detuvo sus actos sus ojos se clavaron en la sorprendida mirada de su compañero.
—¿Tu hermana es igual a ti? —Cuestiono con un tono frio, metálico, todo ese tiempo hablando como un idiota sobre su recuerdo de niñez ¿Cuántas veces Jae se reiría de él? ¿Cuántas veces los mellizos se burlaron de sus sentimientos? Era un patético hibrido enamorado de una princesa de sangre noble. —Si es verdad debe ser bella ¿besará mejor que tú? Debo admitir que cuando lo hice pensaba en ella.
Un golpe resonó por toda la habitación DaeHyun se llevó instintivamente la mano sobre su mejilla derecha se lo merecía es lo que se repitió mentalmente una burlona sonrisa apareció cuando notó que el rostro del menor se contraía por la recién furia nacida.
—Es idéntico a mí, somos como dos gotas de agua a tal grado de tener lo mismo. —Contesto cruelmente mientras enredaderas salían de su cuerpo le había herido enormemente sus palabras, era normal pensar que estaría molesto pero era sumamente injusto humillarlo. —Cuando digo todo me refiero a que los gemelos somos casi idénticos así que dile príncipe.
—¿Gemelos? ¿Es un hombre? —Balbuceo el mayor recibiendo una respuesta afirmativa con un movimiento de cabeza las enredaderas lo arrempujaron hasta azotarlo con la pared. —¿Fue divertido burlarse de mí? ¿Cuántas veces se rieron de mí? Un maldito hibrido enamorado de un demonio completo.
Jae se puso de pie de un solo brinco sus enredaderas se enfrascaron en el cuerpo de DaeHyun para mantenerlo pegado al muro el mayor comenzaba a demostrar desesperación chispas eléctricas en sus palmas extendidas hicieron acto de presencia al notar ese gesto el menor cayó en el piso arrodillado ¿DaeHyun era capaz de lastimarlo? ¿De verlo como un enemigo? Su corazón se terminó de romper ese tiempo a su lado no había valido la pena continua sin ser algo preciado para el peliplateado, las lagrimas salieron de sus ojos, fue un tonto al creer que alguien lo podía amar o tan siquiera querer, sus padres no lo hicieron solo lo usaron para mantener la esencia de su gemelo en ese mundo terrenal.
—Me gustas por eso decidí venir a Corea quería que me amaras como era, no pude decirte nada cuando me dijiste que estabas enamorado de mi hermano quería que me vieras a mí. —Soltó tratando de secar sus húmedas mejillas, estaba cansado de esconder lo que sentía anhelaba gritarlo a los cuatro vientos antes de irse, antes de perder lo que nunca pudo tener. —No creo que me recuerdes pero te conocí en un festival de Sakuras. —De las ramas que rodeaban al mayor bellas flores comenzaron a surgir. —Esa vez comentaste que era fantástico mi don, nunca nadie me había dicho eso pero tú lo notaste como algo hermoso cuando supe quien eras seguí tus aventuras como un ferviente admirador, me enamoré de ti, de tu fuerza para sobresalir aún con su estigma de hibrido, solo quería conocerte.
El mayor observo las hermosas plantas que lo rodeaban a sus oídos llegaron unos sollozos ¿Lo amaba? ¿Lo admiraba sin conocerlo? ¿Para él era un ejemplo a seguir? Las descargas eléctricas de sus brazos desaparecieron nunca lo atacaría, jamás lo heriría, YoungJae era alguien importante también, estaba enamorado de él, de sus acciones alocadas cuando miraban televisión, de su manía de morderse las uñas, de su brillante personalidad, de su encantadora sonrisa, lo quería tanto que alma estaba a punto de explotar en miles de pedazos aflojo el amarre para correr donde estaba el pelinegro lo guardo en sus brazos besando su cabello negro como la noche.
—Nunca te haría daño. —Fue lo púnico capaz de articular tomo la barbilla de su contrario para obligarlo a mirarse a los ojos acerco sus gruesos labios peligrosamente. —¿aún después de conocerme me sigues amando? —Cuestiono acercando cada vez más su rostro, Jae afirmo con la cabeza. —Perdóname por decirte esas crueles palabras yo solo quería besarte porque me gustas.
Sus labios se unieron nuevamente en un cálido beso esta vez era dulce, tierno, distinto al primero ya que era el primero que ambos daban con la verdad impregnada en sus voces, rápidamente las enredaderas desaparecieron mientras el mayor ayudaba a su pareja a ponerse de pie sin separarse un solo centímetro, sus manos se deslizaron bajo sus piernas para levantarlo y llevarlo en la cama donde lo deposito para continuar besándolo, esas acciones era un nuevo mundo para el demonio ya que nunca antes había estado con un hombre pero tampoco lo encontró muy complicado debido a que el menor era sumamente bueno, la falta de aire los separó pero el mayor continuo abrazando al pelinegro menor quien estaba totalmente maravillado por la situación, sus piernas se enredaron acercó su rostro hacia el pacho de su “compañero”.
—¿Ahora se supone que somos novios? —Cuestiono inocentemente el mayor provocando que Jae soltará una carcajada, lo tomó por la barbilla para mirarlo a los ojos. —No me desagrada la idea.
—Solo por esta noche no digamos más creo que mi corazón va explotar. —Confesó el pelinegro rozando su nariz con las mejillas morenas del contrario. —Soy inmensamente feliz.
DaeHyun no continuo con la entrevista solo se mantuvo quieto abrazando a su nuevo tesoro, era extraño volver a sentir esa calidez que una vez tuvo en su pasado, cuando sus padres vivían, cuando tenía una familia, sus dedos se sumergieron en ese cabello negro azabache, en esas facciones de porcelana, Jae solo cerró los ojos para permitirse sentirse querido, amado, ninguno dijo una palabra ya que no eran necesarias el solo dormir abrazados mirando la vela que los protegía sus miedos desaparecían así lentamente se quedaron dormidos, los ojos de Jae se abrieron de golpe una malévola sonrisa se formó en sus labios, con la punta de su dedo delineo los gruesos labios de su compañero.
—Así que tú resultaste ser el punto débil de mi hermano. —Una voz agravada se escucho salir de la boca de YoungHae. —Cada vez que eres tierno con él una brecha se abre permitiéndome salir. —Su inspección continúo hasta que su vista se fijó en la vela encendida a un lado de su cama. —No siento nada cuando veo esa llama, no significa nada.
Hae miró el techo encantado de que por primera vez después de tantos años logró encontrar a la persona que provocaba que su hermano bajará sus defensas ahora sería capaz de hacer lo que quisiera, haría que ese demonio a su lado odiará a Jae a tal grado de causar que su hermano se quisiera esconder y en ese momento tomar el control de su cuerpo.
JongUp arrastró a HimChan hacia el sillón donde lo sentó para después acomodarse sobre sus piernas sus labios jamás se separaron en ningún instante sus manos se deslizaron por el saco del mayor para ir lentamente despojándolo de él, continuo desabrochando los botones de la camisa las yemas de sus dedos entraron en contacto a esa piel blanca como la leche, JongUp era un experto en el arte de seducir, de enamorar, por primera vez lo hacía con deseo, con ansia por experimentar algo nuevo, sus labios se dirigieron a sus clavículas, lamiéndolas, mordiéndolas un gemido escapó de la boca del contrario.
—Detente debemos hablar. —Trató de articular debido a que la excitación no se lo permitía sus dedos se animaron a explorar ese pecho que minutos antes había quedado desnudo, JongUp tenía un cuerpo firme, apetecible. —Nosotros no podemos, ah, ahhh
—No quiero que hables, no quiero que me alejes de ti. — Contesto sensualmente llevando las manos del mayor a su abdomen, a su entrepierna. —Deja que vuelva realidad mis sueños. —De un rápido movimiento se quedó desnudo bajó la bragueta del contrario con sus dientes. —Quiero embrujarte para que no tengas la fuerza para abandonarme.
El mayor no tuvo tiempo de contestar debido a que unos labios atacaron su visible excitación sus dedos se colaron por ese cabello morado ya no busco detener las acciones del menor, no le importaba perderse en el pecado, en romper las reglas esenciales del Damion, su cordura escapo con sus miedos, sentir como el humano lo tocaba, lo besaba, lo mordía era tocar el cielo, pero la locura se apoderó de su ser cuando se adentró a esa piel canela, cuando esos muslos lo apretaron, cuando lo escucho llamarlo a mitad de la lujuria, sus sentidos se disolvieron en la pasión desbordada por ese humano que tanto le estaba enseñando, ni en sus 100 años de vida había experimentado tanto deseo, tanta hambre, tanta calidez como en esas horas.
Bang abrió los ojos buscando a su compañero de habitación se llevó un agradable momento al darse cuenta que Jun no lo había rechazado cuando se acomodó a su lado, un noche anterior, quería enfrentarlo, contestar sus dudas pero el menor parecía no estar interesado en saber la verdad solo se mantenía callado mirando algún punto lejano en la pared, lo guardo en sus brazos para sumergir su nariz en su cabello plateado su alma se relajó al notar que nuevamente no era alejado, nunca imagino sentir esa desesperación por alguien o algo, en la noche cuando se había metido a la habitación sin pronunciar palabra alguna su corazón sufrió de un enorme vuelco era consiente que en cualquier momento debía abandonarlo pero ver tan cerca su realidad el temor lo paralizo, era la primera vez que el gran Demonio tuvo miedo en su existencia, la primera vez que no aceptaba su destino y lamentablemente no podía modificar.
—No podemos seguir por siempre evadiendo el tema.— La grave voz del mayor se coló por los oídos del menor quien se hizo un ovillo para pegarse más al cuerpo del demonio quien sintió como una cuchillo atravesaba su cuerpo era extraño percibir tanta felicidad mezclada con dolor,—¿Qué piensas? ¿Tienes miedo?. —Al ver que no había respuesta un resoplido escapo de sus labios por lo cual se dispuso a levantarse pero unos brazos se aferraron a su cuello para detener sus movimientos.—No tengo mucha paciencia Jun, soy el rey de los demonios y créeme que no soy conocido por mi tolerancia a los berrinches.
—Me gustas.—Soltó el menor con un tierno puchero besando los labios del mayor intercambiaron posiciones para que el humano se encontrara arriba.—Me gustas tanto que no me importa que seas un demonio, un vampiro, un zombie, lo que seas, para mí lo importante eres tú, solo tú.— Comentó uniendo sus frentes, guardando su rostro en su cuello.— Lo que uno entiendo es porque me invitaste a quedarme a tu lado ¿Por qué decidiste hacerme tu falso amante?
Un nudo se formó en la garganta del líder no quería decirle la verdad ya que correría más peligro si sabía que era una amenaza para su especie, debía mentir para protegerlo, ese era su objetivo en ese instante cuidarlo de todos aquellos que buscaran lastimarlo.
—Soy de los chicos malos, los demonios vivimos cientos de años así que una aventura de vez en cuando nos viene bien, al inicio solo fue para divertirme.— Una sonora bofetada se escuchó por la habitación HimChan se puso de pie de un solo brinco al igual que DaeHyun, nunca nadie había tenido el valor o la ocasión de abofetear al menor de los Bang desde que fue un niño nunca permitió que alguien lo tocará.— Creo que me lo merezco.—De un rápido movimiento intercambiaron lugares, la habitación se inundó de una terrible oscuridad la guardia personal del Rey demonio se alertó por ello caminaron hacia la puerta principal del departamento, al igual que sus dos hermanos pero se les fue imposible abrir.— No quiero que nadie se acerque.— Les ordenó mentalmente de la espalda del pelinegro unas alas comenzaron a formarse, eran negras y largas, su aspecto era demoniaco, siniestro, la sangre del menor se congelo ante esa visión.—Nunca nadie me había golpeado en el rostro espero que entiendes lo que significa permitir y aceptar que tú lo hagas, —_El mayor despareció el espacio que los separaba mordió su labio inferior su caricia fue salvaje.— Solo debes entender que te has vuelto especial.
El miedo que unos segundo antes sintió JunHong fue remplazado por la euforia, por la emoción, ese beso esas simples palabras representaban algo más que una declaración de amor, ¿En verdad él era un Demonio? ¿Tragó su orgullo al decir esa confesión? Sus manos se colgaron nuevamente a ese cuello sus dedos se deslizaron por esa espalda para acariciar esas alas, su piel era fría, pero su textura era suave, como si la piel de una serpiente se tratará, quedo fascinado por el poder que recorría por su sangre, Bang era distinto a cualquier persona que había conocido a veces sentía que fuera como un robot incapaz de percibir emociones o sonreír francamente pero tenerlo de esa manera en sus brazos miles de descargas eléctricas recorrieron su piel, la falta de aire los separó, las alas desaparecieron y ambos amantes se miraron a la cara.
—Anda vamos a levantarnos de la cama Jae les explicará un poco más sobre nuestras reglas.—Cortó el beso la habitación volvió a su normalidad pero los tatuajes de Bang cobraron vida, por primera vez Jun fue capaz de verlos a la perfección se quedó un poco sorprendido pero después los acaricio extasiado.— No te entretengas ya que también tienes clases.
—Wow ahora me gustas más que nunca.— Confesó inocentemente saltando a su espalda para ser cargado, besó su oreja.— Eres tan sexy, tan salvaje, ¿Si tú eres el Rey yo voy a ser tu reina?
—Claro, los demonios son capaces de concebir aún si son hombres.— La voz de un extraño sorprendió a la pareja los dos voltearon para ver al intruso, su piel era morena, sus rasgos eran asiáticos, la purpurina saltaba a montones rodeándolo.— He regresado YongGuk veo que no tienes tan controlada la situación como presumías.
—Debe doler demasiado.—Una segunda voz se escuchó, un chico de piel blanca y ojos azules apareció a la espalda del moreno brujo quien ya miraba detenidamente a JunHong quien era puesto en el piso.— Nunca he entendió porque lo hiciste pero debe arder horrores.
El pelinegro más bajito señalo la espalda del demonio quien poco a poco iba cambiando su semblante a uno más serio, el mayor de cabellos brillosos capto aquella mirada así que jaló de la mano a su pareja para esconderlo detrás de él, Bang no era una persona fácil de tratar, era caprichoso, soberbio y bastante orgulloso, Jun llevó su mano al dragón que estaba dibujado en la espalda de su pareja al tocarlo se dio cuenta que ardía, quemaba, ¿por qué le dolía? ¿Por qué esa imagen parecía cobrar vida propia? Unos dedos se entrelazaron con los suyos para impedir que continuara con su inspección Magnus se sorprendió por la docilidad que representaba el demonio ante el humano, al ver que Alec también estaba sorprendido por esas acciones decidió arrastrarlo consigo fuera de la habitación no buscaba enfurecer a su mejor amigo, cuando llegaron a la sala el grupo Infinite ya estaba sentado pacientemente mirando a los dos recién llegados, HimChan y DaeHyun hacían acto de presencia de igual manera, unos minutos bastaron para que Bnag saliera acompañado de Jun quien solo saludo algo sonrojado se despidió pero antes de salir por la puerta el demonio mayor besó su frente, el resto de los presentes solo se mantuvieron en silencio.
—Jugar con fuego es muy peligroso solo mírate cómo has terminado temó que en cualquier momento te desmayarás de dolor.— Habló Magnus caminando hacia el líder de los demonios todos miraban en silencio la escena .— Cuando vi ese tatuaje en tu espalda supe que era imposible que un ser no pudiera experimentar emociones fuertes, es imposible no amar.— Secundó delineando con sus manos la espalda del pelinegro quien miraba atento cada una de las acciones de su amigo.— Pero no he venido a tenerte lástima sino para borrar los recuerdos de los dos humanos.
—Hemos cambiado de opinión ellos se pueden quedar a nuestro lado, aún es temprano para dejarlos ir.— Intervino HimChan poniéndose de pie después de pasar la noche con JongUp creía que era muy pronto para separase.— Quiero conservar al humano como mi amante un poco de tiempo más.— Lo último fue dicho en un susurro no quería que se notará su desesperación.— En este momento hay problemas más importantes con la cacería hacia Shadows, los berrinches del consejo y la persecución de la orden Hellsing.
—Creo que los humanos los han dejado sorprendidos.— Dijo burlonamente Alec tomando asiento a lado de Hoya.— Ustedes siempre han sido orgullosos e intransigentes con los pecadores ¿Qué se siente romper las reglas?
—Es mejor que guardes silencio Alexander. —Grito Bang YongGuk poniéndose de pie dándole un manotazo al brujo que no dejaba de revisarlo.—No olvides que tú también eres un maldito humano con el cual experimentaron los de la orden de Hellsing guarda silencio sino quieres que descargue mi frustración contigo.— Habló sin bajar su tono de furia. —Soy el amo y señor de los demonios y una simple maldición no va detener mis pasos estas equivocado soy más fuerte de lo que parezco.— El tono de voz del líder se elevó y se giró hacer frente a sus seguidores.— Voy a dejar en claro tres puntos número uno ni JongUp, JunHong o YoungJae se irán de nuestro lada hasta que yo, HimChan o DeeHyun lo solicitemos, 2. El plan original continúa terminaremos con todas aquellas personas que conozcan sobre el proyecto 1004, 3. Continuaremos con las alianzas con los subterráneos para erradicar a la guardia imperial, no quiero que los humanos sepan de nuestra existencia quiero que continúen viviendo en la ignorancia total de nuestro origen.
—Así que todo el juego que traes con los vampiros y los licántropos es para comenzar una guerra silenciosa contra los hunters.— Dedujo el brujo abrazando por la espalda a su pareja.— ¿Buscas que solos los seres de la noche castiguen a los del inframundo’ ¿odias a los mutados de los cazadores? —Dijo con un tono solemne y burlón.— ¿Quieres mantener la pureza de las razas? que idealista te has vuelto.
—Te equivocas, YongGuk no quiere esos conceptos patrióticos.— Dijo DaeHyun con una sonrisa de autosuficiencia estampada en su rostro.— Lo que busca es tener el control completo del Inframundo, ser el demonio más poderoso, crear una verdadera monarquía entre los seres de la noche.—La guardia personal del Rey se puso de pie con tono solemne.— La era de YongGuk será un imperio recordado por miles de años, regeneraremos el libro del Damion, es tiempo de agregar nuevas reglas y borrar aquellas que están pasadas de moda.
Alec no abrió la boca no porque no se lo permitiría su pareja sino porque comprendió lo que buscaban esos nuevos tres comandantes de los demonios, querían cambiar las reglas básicas que regían a su especie para poder hacer eso debían controlar a todos los demonios, obligarlos aceptarlas y seguirlas, el problema de una democracia es que cuando se quiera insertar un cambio radical siempre habrán facciones que se opongan, la famosa libertad de elegir, pero a veces solo a veces es necesario un poco de comunismo ya que existen reglas universales que todos deberían aceptar, eso es lo que buscaban hacer esas tres personas, permitir tal vez la combinación de especies, dejar que las familias pierdan su status por un error egoísta o quitar la pena de muerte a las demonios que una vez faltaron a sus juramentos,
—Entonces hablemos de negocios.— Interrumpió el momento de tensión el ruidoso brujo mientras sacaba un enorme libro de hechizos.— ¿Listos para adquirir nuevos tatuajes?
Los integrantes de Infinite asintieron con la cabeza ellos no solo seguían a Bang por ser el líder de los demonios sino porque también compartían sus ideales aunque también dolía admitir que le temían, su fortaleza, su inquebrantable voluntad los alentaba a continuar en la pelea era momento que los demonios ancianos dejaran sus puestos y les permitieran a la sangre nueva tomar sus lugares, una nueva era se acercaba y ellos eran los héroes de la revolución.
Natasha caminaba desesperadamente por los pasillos del consejo había terminado una reunión con ellos y no le había gustado lo que dijeron de su hermano cuando llego a la estancia se encontró a su protegida, a quien le indico que la siguiera.
—“Debes ir hablar con HimChan tienes que prevenirlos de lo que el consejo está buscando hacer”.—Le comunico mentalmente mientras a salían del lugar.— “Diles que deben borrar todas las evidencias de sus cacerías contra Shadows deben parecer que en verdad eran pecadores y no que tienen que ver con el rumor del proyecto 1004”