JongUp y JunHong seguían con la mirada a su tutor quien les daba una clase de historia sobre los demonios el menor estaba algo contrariado pero el mayor parecía conocer todos aquellos términos, el mayor de los tres les contó un poco sobre la jerarquía de los amos de la noche, lo importante que era para ellos el honor y respetar las reglas del Damion así como eran castigados los pecadores, los cuales iban desde ser desterrados y marcados como pecadores hasta la muerte dependiendo de su falta para el menor de los tres era todo un caos lograba comprender que la situación con Bang era peligrosa ya que él como jefe de los demonios debería seguir al pie las normas, que ellos estuvieran juntos era una falta imperdonable, JongUp parecía más aburrido que interesado en la historia del inframundo ya que sentía que esos cuentos ya los había escuchado cuando era más pequeño, él parecía saber más sobre las debilidades de los seres de la noche que en sus reglas.
—¿Jae es verdad que los demonios pueden tener hijos? Bueno me refiero a los hombres.— Cuestionó de golpe Zelo levantando la mano como si de una clase se tratará.—Los dos mayores se giraron a mirarlo sorprendidos.— Lo que pasa es que el chico que estaba con el brujo dijo algo así.
Jae le había explicado que el hombre de piel morena era Magnus uno de los mejores brujos del Inframundo, un buen amigo del Rey.
—SI, bueno los demonios hombres pueden tener la capacidad de concebir hijos pero es muy raro.— Contesto sonrojado el pelinegro.— ¿Alguna otra duda?
—¿Ellos pueden dejarnos embarazados?— Ahora cuestionó JongUp agitado la noche anterior él y HimChan habían consumado su relación así que ahora tenía un de miedo.— Solo es una duda.
El joven de cabellos castaños se sumergió en el sillón sonrojado su miedo había saltado de golpe Jun se giró a verlo de frente él claramente comprendía que su hermano mayor ya había pasado a la siguiente fase en su relación un bufido de indignación salto de sus labios aunque también tuvo duda ya que si él y Bang continuaban quería estar precavido, la sola idea de tener un bebe le parecía algo extraña y anormal.
—No, solo un demonio puede tener un bebe en este caso HimChan.— El castaño de en medio (JongUp) soltó una carcajada después de lo pasado anoche nunca podría ocupar el lugar del activo.— Bueno si él se dejará o quisiera.
—¿Entonces tú puedes tener un bebe de Dae? –Ahora cuestionó Jun mirando fijamente el vientre del mayor quien automáticamente puso sus manos en su estómago negando con la cabeza repetidas veces.— ¿Por favor Dae se ve muy varonil para ser quien reciba.
Los tres jóvenes soltaron una carcajada para después reanudar sus clases pasaron toda la mañana entre preguntas, bromas, chistes sobres sus nuevas relaciones, cada uno era inmensamente feliz debido a que por fin eran completos, sabían que su camino no sería sencillo pero no era razón para desanimarse, confiaban en los tres demonios líderes, creían ciegamente que ellos lucharían por sus sentimientos, cambiarían el inframundo si fuera necesario cuando la hora de la comida llegó el menor se colocó de pie disculpándose por abandonarlos, tenía una reunión con unos compañeros para realizar un trabajo que valdría el 45 por ciento de su calificación final se despidió de sus compañeros con una ligera sonrisa, cuando caminaba por el pasillo se detuvo en la puerta de su departamento mordió su labio inferior con duda, no estaba seguro si debía interrumpir la reunión.
—Puedes pasar. —La grave voz de su amante resonó por su cabeza, Jun giró la perilla para ingresar al sitio. —¿Vas a tu reunión con tus compañeros?
—Sí, solo voy a pasar por mi mochila. —Contesto sonrojado observo a los presentes descubriendo siete nuevos rostros, los chicos lucían pálidos tocaban su brazo derecho sus ojos mostraban algo de dolor cuando enfoco su vista en uno este se dio media vuelta, tomó su mochila para después dirigirse donde estaba Bang. —No tardaré mucho. —Dijo con tono suave dándole un beso ligero en los labios automáticamente el mayor sonrió fascinado, estiró la mano para despeinar ese cabello plateado con el otro brazo lo rodeo por la cintura para hacer más profundo el beso. —Pórtate bien Sr. Rey, te quiero.
La última palabra fue un susurro inaudible para el resto cada uno de los presentes dirigía su vista a otro punto de la sala, era extremadamente extraño que su líder tuviera acciones tan efectivas con otro ser humano, SunJong no apartó su vista de la forma que el mayor se despedía del humano ¿Por fin el demonio descubrió que tenía corazón? Se cuestionaba continuamente, el joven de cabellos plateados salió del lugar con las orejas rojas como tomates HimChan también se puso de pie para despedirse.
—SunJong y Hoya quiero que sigan a Jun, vigílenlo. —Ordenó el líder quitándose la camisa dejando ver su escultural cuerpo. —Si algo le pasa a mi pequeño ángel juró que cortaré sus cabezas con mis propias manos.
—No se preocupe su alteza nosotros cuidaremos del joven Choi. —Contestó Hoya haciendo una reverencia para después obligar a su compañero hacer lo mismo. —Volveremos pronto.
Los dos chicos desaparecieron en cuestión de segundos, Magnus obligo al Rey de los demonios a recostarse en el sillón para comenzar a inspeccionar su tatuaje el resto de Infinite torció los labios lograban ver como el tatuaje de dragón se movía por la piel, es como si cobrará vida propia, es como si metal enrojecido hubiera sido clavado en piel propia, quemándolo, destrozando cada célula, DaeHyun apretó su manos formando un puño no soportaba ver sufrir a su hermano mayor el aceptar que un ser humano lo había conquistado tal vez fue un golpe bajo a su orgullo de demonio, giró su rostro al notar que alguien se sentaba a su lado, Alec poso su mano sobre su barbilla.
—Infinite es muy leal al Rey pero con YongGuk son distintos es como si les hubiera prometido algo ya que su lealtad a llegado al extremo de permitir que les tatúen un maldición. —Gyu escucho el comentario así que enfrento al amante del Brujo. — Ustedes también son distintos a los antiguos guardianes han permitido defender a la persona que estuvo a punto de asesinar al Rey original, quien le arrebato el trono que por derecho le pertenecía.
—Nam perdió, fue débil al no defender su posición, Guk es nuestro líder, tal vez el derecho no era para él pero es el más calificado para dirigirnos a una nueva era. —Habló fuertemente el castaño enfrentando al pelinegro. —Creemos en sus ideales y lucharemos a su lado para mantenerlo en el poder.
—Alec deberías mantener la boca cerrada no porque seas el amante de Magnus signifique que tenemos que aguantar tus insolencias. —Comentó DaeHyun poniéndose de pie y dirigiéndose a la salida no sin antes colocar su mano sobre el rostro del ex cazador dirigiéndole una pequeña descarga eléctrica que lo dejó tumbado en el sillón. —Ten cuidado niño tonto nos debes respeto.
El atacado lanzó un bufido para después con la mirada reclamarle a su pareja quien negó con la cabeza, ellos tenían razón en el inframundo se les debía respeto a los seres que tenían mayor poder o posición en la jerarquía.
HimChan abrió la puerta de su departamento encontrándose con un JonGuP sentado en el sillín con el libro Damion en sus piernas, parecía estar muy concentrado así que deseo aplicarle una broma estiro su mano para que unos gotas de agua mojaran la cara del contraído joven quien dio un salto en su lugar para después mirar al atacante quien le regaló una tranquila sonrisa el pelinegro se dejó caer en el sillón de lado mientras masajeaba sus cines.
—Pareces muy interesado en las leyes de Inframundo.—Habló el mayor observando como el castaño se ponía de pie para caminar en su dirección.—¿Qué te ha parecido esta nueva forma de ver el mundo? —JongUp levantó los hombros como si le restara importancia su nueva situación, se cómodo en el regazo del pelinegro para después pasar los brazos por su cuello, beso sus labios de manera agresiva.— Eres un enigma para mi aún cuando pueda leer la mente tú siempre eres un reto.
—Honestamente siendo que todo esto alguna vez alguien me lo platicó es como si alguien cuando era pequeño me contará un cuento antes de dormir.— Confesó acariciando el rostro blanco del mayor.— ¿Puedes leer la mente de la personas? – HimChan asintió con la cabeza.— ¿Qué estoy pensando?
El demonio miró a los ojos del humano quien los cerraba y se concentraba en imaginar la escena que tanto anhelaba llevar a cabo, el mayor dibujo una mueca perversa sujetó por la barbilla a su compañero para después deslizar sus labios por su cuello, sus mano libre se sujeto por si cintura aprontándolo contra sí.
—Eres un pequeño pervertido.— Contestó guardándole en su brazos adoraba que Up tuviera ese aire de seguridad que ahora lo rodeaba, no era el chico tímido, miedoso que unos días antes conoció parecía que esa relación les ayudaba a ambos a ser mejores.—Tengo algo que hacer en la noche pero podemos aprovechar el tiempo que tenemos ahora.
—Channie me gustas mucho, te quiero tanto que creo que mi corazón va salirse de mi pecho. —Confesó guardando en sus manos el rostro del mayor, besó sus labios.— No me abandones sé que es difícil tener una relación con un humano pero por favor no me dejes atrás no me interesa lo que me pueda pasar.
HimChan se sumergió en esos ojos cafés, no dejaría que nada los separa sabía que tenía que continuar con la promesa que le hizo a su abuelo pero en esos instantes lo más importante para él era hacer feliz al joven de cabellos castaños, mordió su labio inferior, era egoísta, soberbio, no se tocaría el corazón al tener todo para él, tendría a Up como su pareja después con el tiempo recuperaría la posición de su apellido en las jerarquía de los demonios.
DaeHyun ingreso a su habitación cuando de repente escucho unos gritos en el baño así que corrió en esa dirección el demonio del clan de Sakuras estaba debajo de la regadera con la ropa puesta, lavaba su cabello con rapidez de sus labios no paraban de salir maldiciones se notaba bastante asustado, se encontraba tan metido en sus pensamientos que no se percato que el mayor estaba debajo del umbral, el peliplateado tomo entre sus manos la caja abierta que se encontraba en el lavabo, era un tinte de cabello.
—¿Te arrepentiste de ser rubio? —La voz varonil del mayor asustó al aún pelinegro quien se giro asustado. — ¿Estás bien? ¿Jae? Jae? —El mayor cerró la regadera, la mirada del demonio menor era diferente, paso sus manos por su espalda para reconfortarlo pero el joven no parecía reaccionar solo continuaba rascando su cabeza con desesperación.— ¿Qué tienes? ¿Jae contéstame.
—Aléjate de mí no quiero que me toque un maldito hibrido como tu.— Grito furioso deteniendo sus movimientos, uno de sus brazos detuvo a su mano es como si peleara consigo mismo, de repente unas ramas salieron de su espalda las cuales arrastraron al demonio afuera del baño para después azotar la puerta.—Eres patético, tan débil. —La voz de Jae se colaba por la madera el peliplateado golpeo la puerta tratando de ingresar.—Vete déjame en paz, lárgate.
DaeHyun no estaba seguro que le pasaba a su compañero pero escuchaba como la habitación se colapsaba es como si desgarraran las paredes de pronto un estruendo terrible y el silencio reino, el mayor con una parada tiró el objeto que los separaba nuevamente ingreso al cuarto de baño observando que el azulejo estaba quebrantado, cientos de enredaderas colgaban de las esquinas, el espejo había terminado siendo añicos, el ahora bicolor joven estaba en una esquina abrazado a sí mismo, no podía creer que había perdido el control de su cuerpo en todo lo que llevaba en su vida nunca sintió tanto temor de ser encerrado en su interior, lo último que recordó fue cuando Up se despedía de él, Jae estaba fascinado por la idea de un bebe, no se había puesto a pensar en ese tema era un tonto al imaginar una escena familiar pero su mente fue más rápida, amaba a Dae desde hace tantos años que nunca se imaginó tener un heredero después de ese pensamiento todo se volvió negro es como si hubiese entrado en un sueño, evadía la realidad, no escuchaba lo que se decía afuera, un terrible temor apareció en su vientre así que anhelo abrir los ojos al ver alcanzado su objetico se encontró con su rostro frente a un espejo su cabello llevaba una mezcla, su hermano había tomado el control del cuerpo que ambos compartían.
—Jae ¿estás bien? —La voz del demonio mayor se introdujo en la mente del joven quien se giró a mirarlo a los ojos.— ¿Qué te sucedió? Estoy asustado por ti.
La mirada de Jae se volvió cristalina, no quería perderlo, no quería dejar ir el sentimiento más importante que alguna vez fue capaz de percibir su pecho levanto las manos para pedirle al mayor que lo abrazará, Dae entendió el movimiento así que lo guardo en su pecho, no le importo mojarse estaba confundido, dolido por las palabras antes dichas pero al sentir como el moreno temblaba como una hoja su rabia desapareció, beso su cabello, sus mejillas, era tan extraño ver tan desolado a un joven que siempre reía, que gritaba, que se emocionaba por cualquier detalle se descubrió a si mismo sus puntos débiles, no conocía a YoungJae no sabía muy bien quién era.
—Perdóname por el insulto que te dije, yo, yo a veces pierdo el control.— Dijo en suspiro pegando su mejilla en la del moreno no dejaría que le arrancaran lo que había conseguido obtener.— Mi poder a veces me sobrepasa hace mucho tiempo que no lo hacía, perdóname por no haberte dicho.
—Lo importante es que estés bien pero debemos encontrar una manera que encuentres la forma de nivelarlo.— Contestó verificando que no tuviera ninguna herida.— ¿Por qué no le comentamos a Magnus? Puede hacerte un pequeño tatuaje, un hechizo que te ayude.
Una sonrisa triunfadora apareció en el rostro del menor debía convencer a su amante de que lo presentará con el brujo para después le ayudará a sellar por siempre a su hermano en su interior, negó suavemente con la cabeza aún era muy pronto debía tener más poder sobre el demonio llevo los labios a su mejilla para después besarlo, lo quería, lo adoraba a tal grado de no importarle suprimir a su otra parte en una cárcel, Dae era su único regalo en la vida, no lo soltaría, no lo abandonaría aún si la vida se le fuera en ello.
—Todo está bien debo aprender a controlarlo, espero olvides las palabras, me vuelvo algo loco digo las palabras sin pensarlas o sentirlas, te quiero mucho así que por favor no te molestes conmigo.— Sus labios fueron esparciendo pequeños besos en las morenas mejillas de mayor quien se conmovió por ese acto.— ¿te moje?
—Todo está bien, todo está perfecto te quiero cachetón y claro que te disculpo pero debemos buscar la manera que podamos controlar ese poder.— Contestó el mayor poniéndose de pie y alzando en sus brazos al menor quien se escondió en su cuello.—Te voy a enseñar unas técnicas que he aprendió para controlar tus habilidades, serás mi aprendiz te volveré más fuerte.
Una perversa sonrisa apareció en sus labios, el líder del clan de sakuras era un ser manipulador que sabia jugar sus cartas, que amara a DaeHyun no significaba que no explotará sus habilidades al máximo mientras estuvo en casa sus padres nunca dejaron que tocara libros de hechizos para aprender a controlar su poder, ya que tenían en claro que Jae buscaría deshacerse de su hermano menor, algo que los antiguos jefes del Clan no permitirían, se aferro a esa espalda debía averiguar como Hae había tomado control de su cuerpo sin poder detectarlo, el perfume de Daehyun lo calmó usaría el poder de su amante para quitarse los problemas encima, se acurruco a su pecho como si de un gatito se tratará para ser depositado en la cama de su habitación.
—¿Quieres que te ayude a cambiarte? –Cuestionó extasiado el mayor deslizando sus manos por los muslos del chico de cabellos rubios y morenos.— Vamos a tener que arreglar tu cabello.
—Yo puedo hacerlo no soy un inútil ¿Quieres quitarme la ropa? –El tonó fue sugestivo, provocativo, causando que las mejillas de Dae se pintaran rojas, por lo cual se puso de pie de golpe— Disculpa dejaré que te cambies.
JunHong caminaba por el parque el Sol amenazaba con esconderse a la lejanía, el trabajo en equipo le había llevado casi toda la tarde, YongGuk no le había marcado cuestionando su tardanza así que la depresión lo invadió, subió a su patineta distraído sin percatarse que un chico salía de golpe entre los matorrales ambos personajes fueron a dar al piso, el extraño fue el primero en ponerse de pie y se apresuró ayudar al más alto cuando sus miradas se cruzaron el mayor lo reconoció.
—Hey nos volvemos a encontrar precioso.— Habló galantemente el rubio dándole la mano a Jun quien lo miró con duda parecía no recordarlo.— Soy el chico con el cual peleo tu noviecito ¿El demonio manipulador que parece perro?
—Oh, es verdad.— Contesto inocentemente negándose a sujetar su mano no le había agradado la manera que se expreso de su pareja.— Mi novio tiene un nombre así que espero no te expreses así de él.
Zico le dedico una mirada picara se notaba que ese chico había hecho las paces con el gorila de su novio, era una pena porque era demasiado lindo para un demonio de mente cuadrada a la vez sintió pena por la pobre criatura, su futuro estaba envuelto de oscuridad los amantes de los demonios de primera clase nunca tenían un agradable final, la soledad, el dolor, hasta la muerte sería su castigo por amar a un ser de sangre maldita, era tan joven le recordaba tanto a su mejor amigo.
—Pues un gorila como ese debe tener un nombre cuadrado y espantoso como su cara, deberías dejarlo antes de que te lastime.— Dijo mordazmente mientras lo tomaba por la barbilla.— Deberías dejar a ese bastardo y salir conmigo, yo soy un pecador así que no me castigarán por amarte.
Hoya abrió los ojos más al escuchar esas palabras SungJong también se incorporaba de su lugar seguir al pequeño era sumamente sencillo y algo aburrido pero el primero se sentía orgulloso de proteger a alguien que su Rey atesoraba para el segundo era distinto, odiaba a Guk pero tenía en claro sus deberes como guardián. Jun se quedó pensativo por las repentinas palabras ahora que recordaba su relación con Guk era prohibida, el Damion dejaba en claro que la combinación de demonios con otra especia estaba completamente inválida, los demonios no podían mezclarse con otros seres, mucho menos con los humanos, era una regla estúpida e ilógica pero recordando la historia de la humanidad mucho tiempo los seres convivieron con normas inútiles.
—Anda precioso conejito no te amargues la existencia con alguien que nunca será tuyo.— Habló más seguro deslizando sus dedos por ese cuello blanco.— ÉL terminará lanzándote a la basura nunca perdería su rango por un simple mortal.
—No hables así de él si no lo conoces.— Le gritó dándole un manotazo para que uno lo tocará, detestaba que la personas se metieran en su vida, que le dijeran que hacer.— No te metas en mis problemas si al final salgo herido fue mi decisión yo estaré el tiempo que pueda con él, porque él es mío y no lo dejaré ir hasta que yo diga lo contrario.
Los oyentes de Infinite esbozaran una mueca de satisfacción ahora comprendían un poco la terrible atracción que sentía su líder por ese humano, su altivez, su irreverencia ante las adversidades era un niño que no dejaría de pelear hasta agotarse, Zico lo observo, cada gesto, cada palabra lo tentaban a tocarlo, nunca había conocido a alguien que fuera tan valiente, tan orgulloso, le gustaba no solo físicamente sino que también su personalidad le estaba comenzando a fascinar, no soporto las ganas de tocarlo así con una mano lo apresos sus dos muñecas para impedir que se moviera, el poder de Zico radicaba en la súper fuerza así que para Jun fue imposible no seguir sus órdenes corporales, el rubio dejó ver sus colmillos estaba dispuesto a besarlo, a llevárselo con él, en un segundo sintió un brazo rodeando su cuello.
—Yo te aconsejaría no tocar lo que no es tuyo. —LA voz de SunJong se escucho mientras le quitaba el agarre a Jun, Hoya hizo más fuerte su apretón el poder del guardián también era la súper fuerza pero con el nuevo hechizo esta había aumentado lo doble.— Pecador JiHo o mejor conocido como Zico está registrado dentro de lo lista de alta prioridad así que espero entienda su posición.
—Ustedes no pueden matarme porque solo son guardias.— Les grito el rubio molesto, el chico de cabello negro que había hablado ya había colocado a su espalda al sorprendido humano.— NO pueden asesinarme aunque este en la lista de los más buscados ya que sería muy extraño entregarme, hablaría de cómo su jefe se acuesta con un humano.
—Jiho es mejor que mantengas tu estúpida boca cerrada sino sabes a que líder estamos protegiendo.— Zigzagueo Hoya soltándolo del agarre para después darle un golpe en el estómago para sacarle el aire.— Para la próxima vez que te cruces con el joven Choi es mejor que bajes la mirada y sigas de paso porque juró que yo mismo te rebanaré la garganta si le vuelves a dirigir la palabra.
Los dos integrantes de Infinite escoltaron al humano hacia un auto que había arribado delante del parque Jun solo miro sobre el hombro de su guardias al demonio retorcerse de dolor, al adentrarse al auto observo que el chofer, un chico de cabellos rubios, su rostro era hermoso, quería cuestionar las acciones pero no estaba muy seguro de cómo hacer las preguntas.
—Mi nombre es Myungsoo pero puedes decir L, los chicos a tu lado son Hoya y Sung. –Habló seriamente pero con una sonrisa que calmó al menor quien movió la cabeza para saludar a sus salvadores.— Somos la guardia personal del Rey así que también nos encargaremos de cuidarte.
—Mucho gusto en conocerlos como ya saben soy JunHong .—Contesto sonrojado nunca en su vida había tenido guardaespaldas o personas que lo cuidaran, la incomodidad se apoderó de su movimientos poniéndose un poco nervioso.— ¿Qué les hacen a los pecadores que están en la lista de alta prioridad?
—Los matamos.— Contesto fríamente SungJong mirando por la ventana el humano tapo su boca sorprendido, le había molestado el famoso Zico pero no lo veía como una mala persona.— Tuvieron que hacer algo muy malo para merecer tal castigo.
—Meterse con el rey de los demonios.— Secundo Hoya mientras sonreía al humano, el demonio era alguien amable que solía encariñarse con las personas rápidamente— —No se preocupe de estos asuntos en unos minutos llegaremos a casa.