JunHong bajó del auto agradeciendo a sus guardianes que lo trajeran a casa, rápidamente se dirigió al departamento que compartía con el Rey de los demonios al llegar lo encontró recostado en la cama boca abajo parecía estar en un profundo sueño, se acercó lentamente tomando asiento en el borde, delicadamente posó su mano en la espalda del mayor con su dedo la recorrió, le dolía pensar en el futro no era estúpido, Guk podía pasar toda su vida a su lado hasta que Jung fuera un anciano pero ¿Después? El demonio se quedaría solo con sus sentimientos, sus pensamientos eran confusos, extremos por un lado quería que Bang lo amará a tal grado de volverse loco pero por el otro no deseaba que se quedará solo cuando su vida como humano llegará al fin, su instinto egoísta se veía en pelinegro recargo su mejilla sobre uno de los omoplatos del mayor, se abrazó a él desesperadamente.
—Sé que será difícil pero por favor ámame como a nadie haz lo que sea por estar a mi lado nadie antes peleo por mí, quiero que tú seas el primero, el único. — Susurro besando la camisa, aferrándose con las manos.— Mi padres me abandonaron, mientras crecí a nadie le importe más que a mi hermano Up, quiero quedarme a tu lado, quiero llamarte a ti y al resto Familia, perdóname por ser tan egoísta.
—Los demonios llegamos a vivir por más de 300 años, en este momento tengo 100 ¿Sabes que porcentaje pasaré a tu lado y cuanto sin ti? —La grave voz del mayor cuestionó, Jun asintió con un movimiento de cabeza pero se aferró más a esa espalda.— Me pides que te amé solo una pequeña parte y que pase el resto extrañándote ¿JunHongie sabe cuánto daño me causaras?
El menor asintió varias veces para después subirse sobre al mayor se abrazo a él como un desesperado, él estaba decidido a entregar su vida entera, adorar al único ser que le tendió la mano, que lo protegió del mundo exterior, no le importo si al inicio fue por lástima, pena o lo que fuera, ahora que era suyo no pensaba soltarlo, sería el ser más egoísta, más vanidoso al retenerlo a su lado, se aferraría como un náufrago a su salvavidas, Bang se giró para intercambiar lugares, besos sus labios, Magnus le había colocado algo para no sentir dolor por amar, sus manos se deslizaron por ese blanco cuello, acariciándolo, dibujándolo, el color le parecía fascinante, su pulgar apretó el labio inferior rosa, el cual temblaba, se notaba que el menor trataba de contener su llanto, Guk ya antes le había vendido su alma a un demonio del Pandemonium, la falta más grave entre los yonkai terrenales, hacer un pacto con ser encerrado en el Inframundo era una falta imperdonable así que ya no tenía mucho que perder, YongGuk era la amenaza más poderosa contra su especia, en su interior vivía un ser del Inframundo mientras que en sus brazos descansaba la arma perfecta para destrozar a su clan.
—Sunshine eres tan bello que pareces un ángel, tan suave, hueles a caramelo.— Susurró mientras su nariz se deslizaba por el pecho del menor, lo olfateaba, lo sentía bajo él.— Nunca he sido alguien cariñoso detesto ser afectuoso, siempre ten en cuenta eso, tú mismo ve deduciendo lo que siento por ti.
—Wow Sr. Rey Demonio es muy sexi cuando esta serio, si tú no puedes decirlo yo lo haré por los dos, te quiero, te quiero.— Grito colgándose de su cuello dándole miles de besos por el rostro.— ¿No quieres tener un bebe mío? — El rostro del mayor se des configuro ante tal absurda petición.— ¿Hay un hechizo donde yo pueda tener un bebe? Bueno solo pregunto.
El mayor soltó una carcajada por el comentario no estaba muy seguro que pasaría entre ellos o si los ángeles pudieran tener bebes hasta ese momento su relación había comenzado cariñosa, el deseo carnal aún se mantenía en un perfil bajo tal vez para Guk era más importante tener de esa manera a la persona que amaba, guardarla en sus brazos, escuchar como late su corazón, el ritmo de su respiración comenzó a morder ese pecho, acariciar ese abdomen.
HimChan sujetaba por la cintura a su amante quien no paraba de reír, solo una sábana cubría la parte inferior de sus cuerpos ambos estaban en el sillón tratando de mirar una película, la cual había terminado un par de horas antes, el pelinegro mayor trataba de hacerle más moretones al cuello del menor pero este se negaba, no paraban de reír, para Uppie el tener un amante tan dulce como HimChan le ayudaba a curar sus heridas el dolor causado por el abandono de sus padres, las experiencias negativas que vivió desde pequeño, era su luz en medio de la oscuridad, sus labios se unieron en un desesperado beso pero el sonido de un celular los aparto, el castaño tomó el móvil para contestar.
—Hola Uppie ¿Estás ocupado? ¿Te gustaría ir al cine conmigo? —La voz de Tae se logró colar por la bocina el mayor estaba entretenido con la espalda desnuda del humano así que no presto atención hasta que la tensión se apodero de esa piel morena.— Discúlpame en los últimos días he tenido demasiado trabajo, no he sido un buen novio, necesitamos hablar.
—No te preocupes hyung lo primordial es tu trabajo, tienes razón debemos platicar.— Contestó fríamente causando que el mayor detuviera sus actos por lo cual presto más atención a la conversación.— ¿Qué te parece vernos hoy en la noche?.— El demonio le indico que no, que le propusiera mañana.— o ¿mejor mañana a medio día?
Un silencio fue la respuesta, Taec no le agradaba el tono que usaba el menor lo conocía desde hace mucho tiempo, cuando llego al colegio de la orden Hellsing no entendía porque habían llevado a un casi adolescente para aprender a ser un cazador cuando su edad de entrenamiento había pasado pero conforme avanzaron los meses descubrió la razón, el niño era increíblemente bueno, aprendía a la primera, la historia, los ataques, nunca descubrió que parte le habían injertado, o que clase de hibrido era, los cazadores de la policía imperial eran híbridos artificialmente, eso significaba que cuando eran pequeños se les insertaba un poco de algún subterráneo o un demonio, también existían cazadores híbridos por naturaleza pero estos eran muy pocos.
—Está bien creo que necesitamos una plática larga.— Contesto el cazador más relajado tratando de sonar alegre.— JongUppie sabes que te quiero mucho que estaré a tu lado cuando me necesites.
—Gracias hyung, muchas gracias por tus palabras.— El menor dibuja una mueca de confusión estaba seguro que el demonio escuchaba toda la conversación, se sentía como un traidor, un beso en su espalada lo despertó.— Nos vemos mañana y cuídate. —La llamada finalizó por lo cual el mayor se movió para ponerse de pie.— ¿Por qué quieres que se mañana mi reunión con él?
—Quiero acompañarte la gente suele obsesionarse contigo así que no quiero que ese hyung se le bote algún tornillo. —Dijo mientras se ponía el pantalón, mentía, lo acompañaba porque no quería que ese humano se lo quitará.— Mi deber es cuidarte.
Up se abrazó a la cintura del mayor dándole pequeños besos en la parte baja de la espalda logrando que el pelinegro riera, JongUp no buscaba echar perder su nueva relación se encontraba seguro que lastimaría a su hyung pero no dejaría perder la oportunidad de amar como en las películas, HimChan lo sujeto por la barbilla para besarlo, el castaño se incorporó quedando completamente desnudo, unos manos se deslizaron por su cintura, el deseo parecía jamás saciarse, unos golpes en la puerta detuvieron sus actos, el mayor rasco su cabello molestó no le agradaba que lo interrumpieran en tan importante momento, se dirigió hacia la puerta para abrir sin preguntar quién era, al notar la presencia de una pelirroja se quedó estático quiso decir algo pero la chica ya había utilizado su don para detener el tiempo, Ailee se introdujo en la habitación.
—No deberías utilizar tu poder en la casa de alguien más.— HimChan detuvo el andar de la joven colocándose entre el chico que estaba en el sillón y la nueva inquilina, impidiéndole que lo viera de frente, rápidamente la arrastro a la pasillo y el tiempo continuo.— No me agrada que has ese tipo de cosas.— Dijo en un tonó más calmado.— Se supone que nos veríamos en la noche.
—Quería darte una sorpresa pero veo que yo fui quien la recibió ¿Con quién estabas? —Cuestiono celosa al ver los moretones que marcaban una gran parte del cuerpo del pelinegro.— Este juego con los humanos solo les traerá más problemas de los que ya tienen.— Le grito zafándose del agarre para caminar hacia la puerta la abrió de golpe descubriendo que no había nadie.— Es muy riesgoso lo que están haciendo, los sabios no están seguros que sea lo correcto que eliminen a tantos pecadores, es como si fuera una cacería de brujas.
Ailee continuo con la inspección del apartamento mientras que HimChan se podía una camisa cuando la mujer llego a la puerta de la habitación principal trato de abrirla pero el seguro estaba puesto comenzó a golpear la madera buscando que alguien la dejará entrar pero nunca recibió respuesta se giró furiosa para mirar al demonio quien solo levantaba los hombros, no iniciaría una pelea con la chica, ellos tenían una relación pero no era nada formal además ella tenía prohibido tener pareja mientras estuviera como aprendiz, la pelirroja otra vez trató de meterse pero esta vez fue detenida.
—Deja en paz eso no dejaré que veas a la persona que estaba conmigo así que es mejor que vayamos a otro sitio.— Comentó seriamente tomando la mano de la pelirroja para después besar su dorso.— No quiero escándalos así que vamos a otro lugar.
Ailee asintió girándose para caminar hacia la sala donde tomó asiento el pelinegro la miró con duda.
—No creas que vas a ir conmigo oliendo a tu amante así que es mejor que vayas a bañarte, prometo no entrar a la habitación.— Habló con voz fuerte, se sentía ofendida.— Sabes que cuando prometo algo lo cumplo, te doy mi palabra de Lee.
El mayor asintió para abrir la puerta que ahora ya no tenía seguro se deslizo en el interior cerrándola después de pasar, se encontró a un también bastante molesto joven quien ya se colocaba la ropa de mala gana, un suspiro escapo de los labios del demonio quien camino para abrazar por la espalda al menor pero fue rechazado enérgicamente.
—Así que ella era tu cita de esta noche.— Grito con un fuerte tono de celos impregnado Himchan lo sostuvo de las muñecas, era más fuerte que él.— Es la pelirroja de la otra vez ¿Es tu novia?
—Si escuchaste bien no quiero escena de celos, ella es la aprendiz que va formar parte del consejo de sabios, la hermana de Bang la envió con información. —Habló tratando de sonar tranquilo sus labios lentamente se posaron en las mejillas del menor.— No malinterpretes, tu más que nadie sabe que nuestra relación inicio de golpe sin que lo planearemos, tú mismo tienes un novio formal mientras que ella no tiene un título.
Sus labios se unieron en forzado beso, Up quiso alejarse pero las palabras dichas por el mayor, sus actos, tenían concordancia así que poco a poco fue cediendo, se aferró de esa espalda para abrazarlo en la primera prueba había fallado, no se alejaría de su lado, sus ojos se encontraron así que contesto con una bella sonrisa asintiendo con la cabeza.
—No saldré de la habitación hasta que tu hables con ella.— Susurro esparciendo pequeños besos por el rostro del mayor.— Cuando termino con Taec, tú y yo seremos novios formales ¿está bien?
El mayor asintió adentrándose al baño, al escuchar el nombre el recuerdo del comandante de la policía imperial llego a su mente pero negó con la cabeza, solo debía ser una coincidencia, unos minutos bastaron para darse una ducha rápido salió del cuarto con un beso de despedida, en la sala saludo a Ailee y la invito a acompañarlo. YoungJae no paraba de reír mientras miraba la televisión tenían un pequeño descanso después de pasar toda la tarde estudiando diferentes técnicas para que el menor aprendiera a controlar su poder, DaeHyun entró al departamento con algunas bolsas de comida para después colocarlas en la mesa miraba encantado a su compañero adoraba verlo sonreír, brincar de emoción por una escena tonta, irradiando luz a cada segundo, cada instante.
—Hey principito ayúdame a preparar la comida a que seas el heredero de los Yoo no quiere decir que seré tu sirviente.— Grito el mayor a lo que el chico con rayos negros/rubios soltaba un bufido poniéndose de pie, se abrazó a la espalda del mayor para darle pequeños besos en la nuca.—Eso es trampa, no puedes sobornarme de esa manera.
—No tengo la culpa que seas tan sensitivo en esta área.— Sus manos se fueron acomodando en la parte baja de la espalda del contrario quien soltó un suspiro al verse tan apapachado pero el timbre de la puerta los detuvo.— Deja yo voy abrir.— Comento dándole un beso en la oreja.— Continua preparando la comida.
El mayor le lanzó una cuchara en forma de burla, Jae le saco la lengua cuando llego a la puerta, se asomó primero por el pequeño agujero para saber quién lo molestaba, su corazón se detuvo al ver del otro lado a DooJoon, un nuevo golpe lo asustó, Daehyun se giró a observarlo con duda ya que no entendía porque no abría la puerta, otro golpe asusto al demonio menor fue entonces que capto las intenciones de su compañero asi que se adelantó abriendo.
—Hola DooJoon ¿Qué haces aquí? –Fue lo único que Dae alcanzo a escuchar antes de que el menor saliera al pasillo el heredero de los Yoo arrinconó al líder del Clan aliado, sus miradas se cruzaron por un segundo Doo parecía ver a Hae, eran idénticos no existía un rasgo para diferenciarlos, más que el cabello, automáticamente el mayor llevo sus dedos a tocar esos mechones rubios que sobresalían de la cabeza del contrario, el olor era el mismo, su textura, se enamoró de Hae porque era su prometido pero si alguna vez le hubieran dicho que Jae ere el indicado también lo hubiese amado, su carácter era complicado pero tentador por más que anhelaba encontrar la diferencia entre los hermanos no podía, esa piel, esos ojos, es como si fuera Hae y Jae al mismo tiempo, compartiendo el mismo cuerpo, solo sus personalidades distintas, Jae se sumergió en esos ojos negros la atracción crecía era notable que su cuerpo conocía ese toque, su mente era un caos, no estaba seguro si era Hae estaba tratando de surgir, la terrible ansia consumía su cuerpo, esos delgados dedos se deslizaron por su cuello, debía alejarlo antes de que DaeHyun saliera pero su cuerpo parecía no seguir sus órdenes, Doo acercó sus labios.
—¿Qué buscas aquí? Suelta a YoungJae.— La voz celosa de Dae los separó la mano derecha del Rey tomo del brazo al pelinegro para colocarlo detrás de su espalda.— Yo soy el guardián así que antes de hablar con él debes pedirme permiso.
—Estúpido hibrido como te atreves hablarme de esa manera, yo veré a JaeJae cuando me dé la regalada gana no cuando un sangre sucia como tú me lo permita.— Le contesto furioso el mayor, su mirada busco los ojos del menor pero este se había pegado a la espada de su protector.— He venido porque recibí un mensaje de Hae diciendo que estaba aquí.
—Te engaño, él continua de viaje por Asia.— Gritó Jae aferrándose a la espalda de su guardián no lograba controlar sus movimientos sentía que en cualquier momento descubrirían su farsa.— Estuvimos peleando en la mañana le dije que no era tiempo que volviera.
La ira en el líder aumentó eso le enfermaba de Jae, que fuera tan egoísta, que manipulara la existencia de su prometido como si fuera un títere bajos sus manos, mordió su labio con rabia contenida le dio un golpe a la pared detrás de él causando que se sacudiera el techo, DaeHyun no se quedó atrás sus manos ya estaban abiertas y cargas eléctricas las rodeaban, el menor de los tres necesitaba detener la pelea pero sus cuerpo no le hacía caso trato de recordar las lecciones aprendidas por su tutor, debía pelear contra su hermano, demostrar que él era quien mandaba.
—“Ahora sientes lo que yo siento tener a un lado a la persona que amas y no decirle que eres tú”.—La voz de su hermano se coló en su subconsciente.— ¿Ahora entiendes mi desesperación? ¿Mi dolor?
—Sí, lo sé.— Contesto internamente.— Pero no me importa no me interesa su sufrimiento, merecías la muerte por tu error, yo no debo pagar los platos rotos de tu estupidez.
Algunas ramas salieron de la espalda del pelinegro para formar un muro entre ambos demonios quienes se vieron sorprendidos por la repentina separación, el líder de clan de sakuras salió de su escondite sus ojos eran de un tono azulados entre mezclados con miel, dibujaba una tenue sonrisa en su labios a ambos personajes los pego a la pared.
—He dicho que Hae no está en Corea, yo decidiré cuando lo vuelvas a ver que les haya permitido estar juntos no quiere decir que haré lo que ustedes me digan.— Se enfrentó a DooJoon mirándolo a los ojos, sus rostros estaban separados por centímetros.— No quieras pasar sobre mi autoridad continuo siendo el jefe del clan de Sakuras, soy YOUNGJAE YOO así que por ende mi hermano hará lo que yo decida mejor.
Doo quedó fascinado por esa mirada, por ese temple, Hae muchas veces le comento en sus constantes berrinches que su gemelo mayor estaba enamorado del líder del clan Bekje, al inicio el mayor solo lo tomo como un alucinación de su prometido quien estaba celoso, pero ahora no era desagradable pensar en Jae como algo más que su cuñado, sus labios casi rozaban, ese maldito olor a té desprendiendo de su cuerpo la invitaba a tocarlo, a besarlo.
—Lo entiendo y me disculpó por tratar de pasar tu autoridad.— Contestó sensualmente acercando más su rostro las ramas fueron deshaciendo el agarre.— También he venido hablar contigo tus padres no dejaban de preguntar por tu paradero, no me pueden creer que estás haciendo un viaje con tu hermano menor.— Soltó colocando su mano en la cintura del chico de luces.— Ellos están nerviosos necesitamos tener una cena o algo para calmarlos, los conoces JaeJae este viaje fue mi acto de buena voluntad porque sabes que aunque peleemos me agradas.— Los dedos de mayor llegaron a la barbilla para levantarla.— Hemos crecido como buenos amigos y no quiero que tengas problemas con tu familia.
Sus rostros estaban demasiado juntos para el gusto de DaeHyun así que al notar que el amarre de los plantas se aflojaba saltó al piso separando a la pareja colocando su antebrazo en el cuello del líder que tanto aborrecía, los celos lo habían carcomido por dentro la sola idea de que ambos personajes tuvieran una relación tan estrecha le enfermaba, una necesidad de proteger a su amante nació desesperadamente, Jae era suyo, le partencia, porque mucho antes fue amado por él.
—Mantente alejado de él.—Escupió hastiado por esa situación.— Ahora Jae está bajo nuestra protección así que es mejor que aprendas a controlarte.
—Mira tienes de guardián al hibrido, ¿Este era tu plan, Jae? Meterte con el hibrido para tener su protección.— Contestó celoso el pelinegro mayor, su orgullo herido también acto de presencia.—No te creí ser tan vil, de tu hermano tal vez pero tú, tú ante mis ojos siempre has sido distinto.
A DaeHyun no le agrado el tono de la voz ni el sentido que su enemigo buscaba darle a su palabras, Jae no era de esa manera le soltó un golpe en el abdomen, nadie ofendería a su pareja en sus narices, el golpe cayó de sorpresa para el líder quien también se enfureció, se puso de pie cuando de pronto remolinos de aire se fueron formando en su mano derecha con al cual golpeo al peliplateado mandátalo al otro extremo del pasillo Jae envolvió en las enredaderas al líder de BekJe quien nuevamente trataba de atacar a su compañero.
—Suéltalo esta pelea es entre el bastardo y yo.— Grito furioso DaeHyn sacudiendo el polvo de su ropa, de sus palmas abiertas corrientes eléctricas aparecieron tratando de golpear a Doon quien había sido liberado por Jae –Jamás perdonaré que insinúes que mi novio es un cualquiera, no te permitiré humillarlo ni hablar mal de él.
Una corriente eléctrica alcanzo al líder de Bekje pero este también había logrado lanzar al otro extremo a la segunda mano del rey pero en cuestión de segundos los dos enemigos naturales estaban de pie listos para volver a enfrentarse pero sus cuerpos fueron envueltos en llamas rojas que los obligaron a doblegarse por el dolor, el gran Rey de los demonios hizo acto de presencia llevaba una camisa negra corta su pantalón de mezclilla tenia el botón abierto detrás de él un chico de cabellos plateados revuelto hacia acto de presencia, trataba de que su camisa cubriera sus desnudos muslos.
—No me importa las razones que los llevaron a pelear solo les puede decir que tienen merecido su castigo por interrumpir mi descanso.— Los dos peleadores bajaron la cabeza tratando de olvidar el fuego que los consumía, el que parecía resistirse más era DooJoon debido a que Dae desde un inicio se tranquilizó, el fuego rojo se desvaneció.— Ahora espero que ambos hablen con más educación, recibimos a Jae por petición de DooJoon, sus clanes son unidos por lazos familiares así que si ellos quieren verse, platicar o cualquier cosa nosotros no podemos intervenir.— Habló fuertemente el líder dirigiéndole la mirada a su mano derecha quien asintió.—Pero también le debes respeto a mi hermano, a mi mano derecha ¿entendido DooJoon?