"Mágica Juguetería"
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—Naruto, sé que te lastime todos estos años, sé que no te merezco y mucho menos tu perdón, pero en verdad a quien amo es a ti y eso no volverá a cambiar. Esta vez hare las cosas bien, no quiero perderte y menos por mis estupideces, ¡te amo y siempre te amare! —dijo el azabache con sinceridad para después sacar un hermoso anillo de oro blanco y una hermosa piedra roja. Se puso de rodillas—. ¿Quieres casarte conmigo? —preguntó con nerviosismo.
—Al reaccionar, Naruto comenzó a llorar de felicidad, cuanto espero y ahora por fin tendría lo que más añoraba, solamente debía dar una respuesta—. Yo, quiero... —era ahora o nunca—. ¡Sí quiero! —exclamó emocionado, para después lanzarse a los brazos de su amado azabache.
Después de esa emotiva confesión todo fue diferente. Para empezar, Naruto no se fue de la ciudad. Ahora sin razones para abandonar su hogar, decidió quedarse en Konoha con su amada familia y con su amado y ahora prometido.
Claro que antes de tomar una decisión para la fecha en la que Sasuke y Naruto se casarían, antes el azabache tendría que conquistar como se debe a su lindo doncel, así lo determino el rubio, cosa que Sasuke acepto encantado.
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Pasaron 2 años y algunos meses, y en todo ese tiempo, Sasuke se la paso siendo el más romántico y posesivo novio, cosa que encantaba y a veces molestaba a Nauto y al mismo Sasuke –el azabache se esforzaba, más cuando él no era de hacer ese tipo de cosas-, pero justo ahora ambos se encontraban en la habitación de Naruto, quien ya había decidido que ese día le daría un regalo a su amado.
Ahora mismo la pareja se encontraba en la cama dándose apasionados besos y abrazos.
La ropa ya estorbaba por lo que de manera rápida y desesperada ambos se quitaron y lanzaron lejos sus prendas, para que después se volvieran a tirar en la cama.
—Sasuke detuvo toda acción y miro con preocupación a su prometido—. ¿Estás seguro de seguir? —preguntó con nerviosismo.
—Naruto tomo el rostro de su amado con sus manos—. Nunca estuve más seguro que ahora —respondió el blondo con una leve sonrisa y un hermoso carmín adornando sus mejillas.
Eso fue todo para que Sasuke perdiera el control. Le dio a Naruto tres dedos y el blondo comprendiendo comenzó a lamerlos con gula.
Sasuke, mientras comenzaba a lamer el miembro de su lindo doncel, que en cuanto sintió las acciones del azabache no pudo evitar gemir fuertemente.
Sasuke siguió con su tarea hasta que Naruto termino por derramar su semilla en la boca de su amado, que sin pudor o vergüenza se la trago sin desperdiciar una sola gota, cosa que avergonzó a Naruto.
—Teme, no debiste hacer eso. ¡Es sucio! —habló entrecortadamente, mientras trataba de regular su respiración.
—El azabache sonrió de lado—. Eso dices, pero bien que lo disfrutaste Dobe —dijo en tono burlesco, haciendo que el blondo se sonrojara.
Sasuke siguió con su labor, metió un dedo en la entrada de Naruto, quien jadeo levemente, pero después de un tiempo moviendo su dedo. El azabache metió el segundo y así mover ambos dedos como tijera, haciendo que su sensible prometido gimiera sin control, después de un rato metió el tercer y último dedo, cosa que le dolió al doncel, pero se aguantó y trato de concentrarse en disfrutar.
Después de un rato, Sasuke considero que su novio ya estaba listo, así que saco sus dedos y acerco su miembro a la entrada de su amado.
—Puede que esto duela un poco —advirtió preocupado por su blondo.
—El blondo sonrió levemente mientras acariciaba las mejillas del azabache—. Tranquilo, mientras seas tú, el dolor es soportable —respondió suavemente, mientras sonreía cálidamente.
El azabache sonrió levemente y ya seguro de lo que haría, comenzó a entrar en el blondo pero, al ver la expresión de dolor del menor decidió entrar en una sola estocada, haciendo que el menor se quejara y comenzara a derramar silenciosas lágrimas, las cuales Sasuke se encargaba de limpiar con dulces besos, cosa que tranquilizaba al doncel.
—Tranquilo, me moveré, cuando estés completamente listo —susurró con suavidad, logrando calmar al menor.
—Naruto vio con ternura a su amado y pensó que Sasuke en verdad tenía mucha paciencia, aun cuando espero dos largos años para aquel momento. Le sonrió y le dio un dulce beso en los labios—. Ya puedes moverte —murmuró ya más seguro.
—Sasuke sonrió levemente y le dio al doncel un beso en la frente—. De acuerdo—respondió—. Y tranquilo que lo hare despacio —susurró felizmente.
Sasuke comenzó a moverse lenta y pausadamente, haciendo que el menor delirara de placer y desesperación.
El ritmo de las embestidas ya era lento, ambos lo sentían así, pero Sasuke prometió ir lento, pero todo eso se fue al diablo cuando Naruto hablo.
—El doncel jadeaba sin parar, sentía que el ritmo era lento, demasiado para su gusto—. Sasuke, más rápido —suplicó entrecortadamente.
—Sasuke sonrió levemente y encantado cumplió el deseo de su doncel—. Haberlo dicho antes Dobe. Te juro que ya no aguantaba—susurró agradecido dando fuertes estocadas.
— ¡Dale allí!~… —gimió y suplico por más.
—El azabache sonrió entre jadeos—. Al parecer, encontré tu punto dulce —mencionó para después dar una y otra vez en aquel punto que hacia delirar de placer a su doncel.
Sasuke continuo embistiendo ese lugar una y otra vez y cuando vio el desatendido miembro de Naruto, lo tomo con una de sus manos y comenzó a masturbarlo al ritmo de las embestidas.
Paso horas, ambos estaban a su límite y ambos lo sentían por lo que Sasuke comenzó a ir lenta y pausadamente, hasta que el doncel se corrió entre ambos abdómenes y Sasuke al sentir la estrechez se corrió dentro de su pareja.
Ambos estaban agitados, tratando de regular su respiración y aunque se encontraban agotados eso no quitaba que también estaban completamente felices.
—Te amo. En verdad te amo mi Dobe —susurró el azabache, mientras veía amorosamente al blondo.
—Naruto apenas y estaba despierto, pero aun con el cansancio escucho lo que su amado le decía—. Yo también te amo, como no tienes idea. Te amo mi Teme—susurró el blondo con una leve sonrisa.
Ambos se dieron un dulce y amoroso beso, el cual no duro mucho porque el blondo se quedó dormido, cosa que le causo ternura al azabache que acomodo a su Dobe en su pecho y lo cubrió junto consigo mismo y lo abrazo protectoramente para después acompañarlo al mundo de los sueños.
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Un año –casi dos- había pasado. Muchas cosas habían cambiado, y otras no tanto. Y justo ahora, la más que unida familia, estaba encantada.
En una muy colorida juguetería se encontraban muchos niños viendo con molestia a Sasuke, el cual se encontraba con la mirada perdida y baba chorreando.
— ¡Tío Sasuke!, ¡reacciona tío! —gritó fuertemente una pequeña azabache ojiazul.
—El azabache reacciono ante el grito de su sobrina y luego la miro—. ¿Qué tienes Miko-chan? —preguntó Sasuke.
—Pues que nos estabas contando la historia de este lugar y del como conociste al tío Naruto, pero después de la parte en la que le pides matrimonio y de los dos años que pasaron de novios pusiste una cara de bobo y comenzaste a sonreír y babear —explicó la pequeña, mientras hacia un mohín.
—Sasuke se sonrojo de vergüenza, se suponía que solo contaría la historia a los niños que llegaban a la juguetería, pero se perdió al recordar su primera vez con su doncel—. Yo… —y otra vez se perdió al recordar aquel día.
Sasuke se volvió a perder en aquel momento, dejando nuevamente a sus sobrinos y a los niños muy molestos y llenos de dudas hasta que alguien llego.
—Naruto llego y le dio un fuerte golpe a Sasuke—. Teme deja de perderte, que molestas a los niños —reprendió—. Yo te deje a cargo de la historia de este lugar y tu andas perdiéndote con recuerdos indecorosos —reclamó molesto el blondo, mientras se acariciaba el muy hinchado vientre. Era normal con ocho meses de embarazo—. Yo les contare lo que paso —dijo con amabilidad, dejando a los niños encantados.
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Después de los dos años de noviazgo, Sasuke y Naruto hicieron sus votos de amor y unos días después, durante una conversación, el doncel escucho que venderían la juguetería. Por supuesto, Naruto se negó a eso, porque no quería que el lugar donde encontró su felicidad fuera vendido, por lo que Sasuke decidió darle a Naruto la juguetería, la cual remodelo y abrió con el nombre de, “Mágica Juguetería”, porque en verdad, aquel lugar era sin duda un lugar mágico y lleno de esperanza.
De esos hermosos votos y la entrega de la juguetería paso un año, en el cual ambos se casaron. Ese día fue mágico y romántico. El blondo lucia hermoso con su kimono blanco con tonalidades doradas y el azabache sin duda era un guapísimo varón y más con su traje negro.
Ese día fue inolvidable, en especial porque Deidara se desmayó durante la fiesta, pero cuando despertó, explico que era normal porque aunque no estaba cien por ciento seguro, creía que estaba esperando un hijo, cosa que alegro a todos, especialmente a Itachi.
Al terminar la fiesta, los novios se fueron a su ansiada luna de miel, donde hubo más votos de amor.
Pasaron algunos meses y la pareja se llevó la mayor alegría de todas, aun podían recordarlo.
—Naruto se encontraba mareado, ya sabía lo que tenía, solo buscaba como decirle a su esposo, pero se le hacia difícil ahora que el azabache tenía problemas en la empresa y el atendiendo la juguetería, sobre todo cuando el lugar era muy popular—. Teme, tenemos que hablar —mencionó seriamente el blondo.
—Sasuke suspiro con cansancio—. Naruto, ahora no —respondió cortantemente. Había tenido un día duro y todavía tenía que firmar algunos papeles.
—El doncel se molestó y se acercó a su esposo, luego le agarro una mano y la puso en su aun plano vientre—. Tenemos que hablar y no puedo esperar más —respondió—. En unos meses nacerá un lindo angelito. Un lindo angelito producto de nuestro amor —dijo con una sonrisa.
—El azabache salto de alegría y de manera rápida tomo a su esposo entre sus brazos—. Al diablo el trabajo, ¡voy a ser padre! —exclamó alegremente y con una boba sonrisa.
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— ¿Y qué paso con Ino? —preguntó un niño muy intrigado.
—Ino y yo nos volvimos amigos, ella me pidió perdón y tambien me dijo que conoció al amor de su vida, un hombre llamado Akimichi Chouji. De hecho ya se casaron y hace poco tuvieron a su primer hijo, además de que ella es la gerente de este lugar —respondió el blondo con una sonrisa.
— ¿Y con el señor Kakashi? —cuestionó otro niño.
—Kakashi-san sigue siendo el abogado de la familia Uchiha y ahora también de los Namikaze, claro que después del incidente regreso con su esposo Iruka y su hijo Ryouma. De hecho hace un año nació su segundo hijo, un doncel llamado hikaru, que se parece mucho a su padre varón —dijo divertido, pero tuvo que disculparse e irse, porque Ino lo llamaba.
— ¿Y qué paso con Sakura? —preguntó una niña.
—No hemos sabido nada de ella, desde que anunciaron en el diario que su novio la estafo y huyo, dejándola a ella y a su familia en bancarrota —respondió con molestia al recordar a la peli rosa—. Bien niños, formen fila que Santa Claus ya viene con sus regalos —les pidió con calma, mientras se levantaba y se acercaba a su esposo.
— ¡Regalos! —gritaron todos los niños con emoción mientras hacían fila.
—Sasuke veía a los niños recibir sus regalos—. Fue buena idea darte la juguetería —susurró al oído de su esposo, mientras acariciaba el vientre de su doncel.
Claro que fue buena idea, el blondo logro darle vida al lugar, lo que Madara no había logrado en años.
Pasaron la horas y ahora tanto la familia Uchiha-Namilaze junto con amigos se encontraban celebrando la navidad pero, en un lugar apartado Sasuke y Naruto se encontraban viendo la nieve caer.
—Creo que deberíamos entrar —dijo el azabache preocupado por su doncel.
—Antes de entrar toma —dijo el blondo mientras le daba a su esposo un sobre blanco—. ¡Feliz navidad! —susurró para después darle un beso.
—Sasuke abrió el sobre con intriga y cuando lo abrió y vio lo que decía, viro a ver a su esposo—. ¿Esto es cierto? —cuestionó con felicidad.
—Si —respondió—. Por eso no quería que supieras el sexo del bebe porque era lo que quería darte esta navidad —explicó con un lindo sonrojo.
—Esto es mucho mejor, más de lo que yo podía pedir —dijo feliz para después darle un beso al blondo—. Gracias, te amo —susurró agradecido y lleno de amor.
El blondo sonrió y tomo la mano de su esposo para después jalarla y entrar y seguir festejando con sus seres queridos. Pero lo que la pareja no sabía, era que dentro de poco recibirían otro regalo.
Pero eso ya es otra historia que les contare en un futuro no muy lejano.
Fin…ž°~