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Eunhae: Déjame demostrarte lo que es el amor por MishELForever

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Notas del capitulo:

Holiss, aquí os dejo un nuevo cap. 

Espero que os guste :)

Donghae cayó en los brazos de Hyuk y durante los segundos que se encontró así, se sintió frágil y su corazón empezó a ir muy deprisa. Hyukjae le cogió de los hombros y lo apartó enseguida como si se tratara de un muñeco, lo hizo a un lado y fue hacia la habitación de Sungmin. 


–Yaishh Sungmin te he dicho que no pienso dormir con él así que abre la maldita puerta. –gritaba furioso a la vez que aporreaba la puerta. Mientras tanto dentro de la habitación, Sungmin junto con Kyuhyun, hacían oídos sordos y se preparaban para jugar a un videojuego a pesar de la hora.


Hyukjae seguía aporreando la puerta y maldiciendo a Sungmin hasta que Heechul abrió la suya y salió enfadado. 


–¡¡¡Joder mono quieres dejar de gritar que ya no son horas!!! –gritó cabreado. Hyuk al verle salir fue hacia su dirección pero antes de que llegara, Heechul volvió a encerrarse en su habitación. 


–Yaishh Heechul abre la puerta –gritó Hyukjae esta vez en la puerta de Heechul. –Tu habitación es la más grande, tienes más espacio y un sofá, tú debes hacerte cargo del chico. –gritaba exasperado. 


–¡¡¡Yaishh vosotros dos me las vais a pagar!!! –continuó gritando cada vez más enfadados. –Capullos.


Hyukjae después de unos segundos se tranquilizó un poco y respiró pesadamente. Odiaba la idea de compartir su único refugio con un completo extraño y más cuando este le ponía tan nervioso pero al fin aceptó su desgracia con resignación. Se giró a ver al joven pero Donghae que había estado observando todo lo ocurrido, se sentía enfadado. Él realmente no quería ser una carga para el mayor, nunca había dependido de nadie y no empezaría a hacerlo ahora por esa razón se marchó escaleras abajo dejando muy sorprendido a Hyukjae que lo único que pudo hacer es seguirle. 


Donghae se dirigió al sofá de la sala el lugar donde en un principio pensó que dormiría. Hyukjae simplemente le observaba entre incrédulo y enfadado. Vio al joven quitarse los zapatos y después acostarse en el sofá. 


–No me lo puedo creer, ¿te has enfadado, tú? Aigo este niño, aquí el único que debería estar enfadado soy yo que me he visto obligado a dormir contigo. –le reprochó enfadado. Donghae simplemente se giró en el sofá dándole la espalda y de alguna manera explicándole con sus acciones, que él también estaba cabreado y que tampoco le agradaba la idea de dormir con él y que por lo tanto no lo haría. Hyukjae bufó enfadado. 


–Está bien como quieras… si quieres seguir con tu pataleta de niño pequeño y dormir en ese sofá me haces un favor. Pero después no me vengas llorando porque tienes frío o te aparece algún fantasma. –dijo y se marchó. Donghae se tensó al escuchar lo último. ¿En esta casa hay fantasmas?? Pensó y el pelo de sus brazos se erizó. 


–No Hae eso no puede ser posible, los fantasmas no existen. –se decía mentalmente para no tener miedo. –Aunque, más de una persona jura y perjura que los ha visto. ¿Y tantas personas no pueden estar equivocadas no?? –aquel último pensamiento hizo que el joven se inquietara más y no ayudaba que fuera estuviera lloviendo a cántaros pues él no hacía más que oír ruidos extraños provocados por la lluvia que le ponían los pelos de punta y le provocaban más de un infarto. 


La lluvia también hacía que la sala fuese un lugar más frio y Hae no tenía ni una simple manta con la que taparse así que al final acabó acurrucándose para así al menos almacenar algo de calor corporal. Pero lo peor que podría traer la lluvia consigo eran los truenos. Estos que Donghae tanto temía y a los que había tenido que afrontarlos siempre solo como todo en su vida.


Los truenos siempre le recordaban al barrio donde vivía con su padre. Había vivido en un primer piso de un barrio pobre y muy peligroso, demasiado para alguien tan joven.


Cada noche se encontraban borrachos en la puerta de su edificio y al final siempre acababan peleándose y armando jaleo pero estos no eran peligrosos al no ser que les buscaras o molestaras, los que sí lo eran, o al menos eso le parecía a Donghae, eran las bandas que llegaban a encontrarse por esas calles y más de uno iba bien armado lo que conllevaba que las peleas no fueran solo tirones y empujones o algún que otro ojo morado, no, esto implicaba llevarse a una o a más de una vida por delante y a cualquiera que se les cruzase por el camino.


Donghae sobretodo recordaba el día en que una de estas bandas había empezado a pelearse y por supuesto a utilizar pistolas, algo ya bastante normal para Hae pero lo que no había previsto era que una de esas balas acabara desviándose de su ruta inicial y acabara por atravesar el vidrio de la ventana de su habitación y que la bala le pasase a milímetros de distancia de su cara. Para Donghae aquello fue todo un trauma pero para su desgracia, tampoco tenía a nadie a quien contarle nada así que lo único que hizo fue desplazar su cama más a la pared y lo más alejado posible de la ventana. 


Era por esa experiencia entre otras, que Hae odiaba los truenos pues siempre recordaba el ruido de las balas y le ponían nervioso y pensaba que cualquiera de ellas acabaría por dar en su blanco.


Mientras Donghae estaba metido en sus dolorosos recuerdos y malos pensamientos, Hyukjae no dejaba de dar vueltas en su cama. Ya había pasado media hora desde que dejó a Donghae en aquel sofá y ya eran las 24:30.


Tenía que admitir para su desgracia, que estaba preocupado por el pequeño. Sabía que había sido muy duro con él pero ese era su carácter y si Hae quería seguir viviendo en la familia, pronto debería de acostumbrarse.


No obstante a Hyukjae no se le borraba de la memoria la cara de enfadado del menor. Jamás le había visto así, de hecho siempre había sido bastante sumiso y había intentado pasar desapercibido por todos y no causar molestias innecesarias pero aquella noche había visto a un Donghae muy diferente, uno cabreado que si hubiese tenido la oportunidad de patearle el culo a Hyuk lo hubiese hecho.


Hyukjae resopló enfadado. Tenía sueño y estaba cansado pero por culpa de ese chico no podía dormir y tampoco ayudaba la lluvia pues solo hacía que se preocupara más por el joven que ahora que lo recordaba tampoco tenía ni una simple manta con la que taparse. 


Hyukjae ya no pudo más con la agonía de no saber cómo le iba al muchacho, así que decidió bajar para verificar con sus propios ojos que el joven estaba durmiendo que es precisamente lo que debería hacer él.


Bajó por las escaleras y se encontró un bultito en el sofá. La sala realmente estaba fría y cuando se acercó al sofá, se encontró con Donghae temblando por el frio o eso pensó Hyuk, la verdad era que Donghae temblaba de miedo pues se encontraba perdido en sus recuerdos y por ello mantenía los ojos bien cerrados porque quería dormir pero al mismo tiempo le daba miedo dormirse y tener pesadillas que lo llevaran a su anterior hogar si es que se le pudiera llamar así. También mantenía los dientes bien apretados porque no quería gritar y mucho menos llorar. Hyukjae se compadeció al ver aquella escena. 


–Hae. –le llamó amablemente. –Hae despierta. –continuaba diciendo. No quería tocar al chico por si aquello le hiciera más daño ya que Hyukjae era plenamente consciente que el chico odiaba cualquier tacto con su piel.


–Hae venga vamos. –seguía diciendo pero al ver que no daba resultado, se acercó más a la cara del menor que seguía dándole la espalda, y le susurró en el oído. –Hae despierta. –Esta vez Donghae sintió la voz de Hyuk mucho más cerca y fue entonces cuando comprendió que no era un sueño y que el mayor en verdad estaba allí.


De inmediato Hae abrió sus ojos y giró su cara para encontrarse con la de Hyuk y quedando ambas muy cercas, a tan solo milímetros de distancia. Donghae se asustó por tenerle tan cerca y en un impulso, le apartó con sus brazos y sin querer le hizo daño. Hyukjae se enfadó e iba a reprocharle pero al ver la cara de arrepentimiento del pequeño, olvidó todo y el enfado de esfumo dejando solo la preocupación. 


Donghae se sentó en el sofá dejándole un espacio para que Hyukjae se sentara y este así lo hizo aunque obviamente dejó un espacio entre Donghae y él pues no quería poner más nervioso al joven. Se creó un silencio tenso y ninguno de los dos sabía que decir. 


–Hae. –dijo al fin Hyukjae y los corazones de ambos empezaron a ir más deprisa. Donghae le miró y puso más nervioso a Hyuk. –Solo he venido porque si no me metería en una bronca con Leeteuk, así que deja de hacer el tonto y vamos a dormir. –al escuchar aquello, Donghae se sintió más triste. 


Tan iluso había sido al pensar que el mayor había ido a verle porque estaba preocupado, pero no, solo era para no tener quejas de la familia. 


–Al menos en mi habitación estarás más caliente… y no saldrán fantasmas. –dijo burlonamente pero Donghae se tensó enseguida y eso no pasó desapercibido por Hyuk el cual solo sonrió. ¿De verdad Donghae creía en los fantasmas?? Eso solo eran cuentos para niños y para hacer películas no obstante sacaría provecho de aquello. –Sí ya sabes, los fantasmas… espera, ¿no me digas que Leeteuk no te contó nada? –dijo fingiendo sorpresa. Donghae se apresuró a negar con la cabeza. 


–Bueno no me extraña, si te lo hubiera contado seguramente no hubieras querido venir… A mí me hizo lo mismo sabes. Tampoco me contó lo de los fantasmas y cuando vine solo tenía trece años y medio y me tuve que enfrentar yo solito a ellos un día que bajé a beber mi leche de fresas. –Donghae se puso más nervioso e inquieto. Le dio pena el pobre Hyuk que tan pequeño y ya se había enfrentado no a uno si no a varios fantasmas. 


–Por cierto, hablando de mi leche de fresas. –dijo puntualizando que era suya y solo suya. –No pude dejar de observar que esta mañana te bebías uno de mis cartoncitos, el último para ser más exactos. Supongo que al ser nuevo no lo sabes y por eso solo por esta vez te lo voy a dejar pasar pero quiero que sepas que mi leche de fresa solo me pertenece a mí y que por lo tanto nadie y digo nadie puede beberla.Sí, sé perfectamente que en este sentido soy muy egoísta pero mi teoría es que si tanto queréis beber mi leche de fresa, os compráis la vuestra y asunto resuelto. –Donghae asintió apenado.


Hyuk solo sonrió. –así me gusta, me parece que eres un chico bastante listo… bien ¿por dónde iba??? Ahhh sí, los fantasmas con los que me enfrenté. Bueno si no se les molesta no te harán daño pero ahora que lo recuerdo no les gusta para nada la lluvia y mucho menos los truenos, noo no les gusta para nada, los irrita. Pero tú tranquilo, a ti seguro que no te hacen nada además pareces un chico bastante valiente, seguro que los puedes enfrentar. –le sonrió. 


–Bueno yo me voy porque suelen aparecer a eso de las tres de la mañana y no quiero encontrármelos. –dijo y se levantó dispuesto a marcharse pero Donghae le agarró de la punta de la camisa. Se sintió bastante avergonzado por haber hecho esto pero estaba mucho más miedoso como para pensar en lo que hacía. Hyukjae no se giró pero sí sonrió. –Bien, también podrías venir a mi habitación, mi oferta sigue en pie solo si quieres claro. –dijo y continuó caminando y Donghae detrás de él. 


Hyukjae fue el primero entrar a su habitación seguido de Donghae. Era la segunda vez que entraba y de nuevo volvía a ver los espejos que había en la puerta del armario. Hyuk se dio cuenta de esto y fue hacia el armario y lo abrió de par en par. –Sé que no es muy espacioso pero es lo que hay. –Donghae solo asintió. Miró nuevamente la habitación y en efecto era mucho más pequeña que la habitación de Sungmin y para su desgracia solo había una cama y esta era individual. Siguió observando hasta que dio con un sillón, este era pequeño pero no le importó, solo se sentó y a pesar de la incomodidad, no le importó, solo quería dormir y al menos la habitación era más cálida. 


-¿Piensas dormir ahí? –preguntó Hyukjae sorprendido. –Bueno mejor así tendré mi cama para mi solito –dijo mientras se tiraba a la cama. –Buenas noches Hae. –dijo y se giró haciendo ver que iba a dormir pero no podía. Tener al chico tan cerca de él le ponía muy nervioso. 


Donghae se sentía igual y además de estar incomodo tenía frio y sin querer sus dientes empezaron a rechinar, ese sonido hacía enfurecer a Hyukjae que se levantó de uno solo de la cama y se dirigió hacia Donghae. 


–Acepto que quieras dormir en este sillón incómodo ¿pero tienes que hacer este ruidito?? ¿Enserio te he hecho yo algo en otra vida? Porque si es así, de verdad que lo siento pero déjame dormir. –Donghae asintió y Hyuk respiró sonoramente. –Bien, gracias. –dijo y se dirigió a su cama pero cuando iba a meterse en la cama, Donghae volvió a hacer el mismo y molesto ruidito y en cuanto se dio cuenta de esto, se tapó la boca con sus manos. Hyukjae se giró molesto. 


-¿Sabes que los fantasmas también odian este ruidito?? –Donghae agrandó más los ojos. –Pues sí, así que si no quieres que vengan a por nosotros, tendrás que dejar de hacerlo. –Donghae asintió con miedo y a Hyukjae le pareció que era un niño pequeño y asustado. Fue hasta su armario y buscó alguna manta con la que tapar al joven pero no encontró ninguna. 


–mie**a. –susurró. No sabía qué hacer pero no podía dejar al joven muerto de frío y el chico tampoco quería dormir en la cama. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea descabellada pero al menos tendría que intentarlo. Dio unos golpecitos en la puerta de su armario intentando que Donghae no le viera. 


–Lo ves, ya los has enfadado y ahora vienen por nosotros. –dijo fingiendo tener miedo y corría a meterse en su cama y se tapaba con las mantas hasta cubrirse la nariz. De reojo vio a Donghae que se había puesto más pálido y sus uñas se clavaban en el sillón. 


–Sabes Hae no he sido totalmente sincero contigo. –Donghae le miró extrañado. –La verdad es que a mí los fantasmas también me dan muchísimo miedo y esta noche no quiero dormir solo… ¿Te importaría dormir conmigo… en mi cama? –dijo avergonzado mientras se arrinconaba más a la pared y dejaba espacio para Donghae. 


–Enserio lo que uno tiene que hacer para poder dormir tranquilo. –pensó enfadado y cansado. –Sungmin, Heechul, capullos esta me las vais a pagar os lo aseguro. –pensaba mientras veía como Donghae entraba muy nervioso a la cama de Hyukjae. Este no se lo podía creer, su plan había funcionado, si es que el joven parecía un niño. 


–Mira que creer en fantasmas… -pensó nuevamente –Que niño.


Una vez en la cama de Hyuk, Hae se sintió muy avergonzado y se alejó lo más que pudo de su compañero, tanto que prácticamente tenía una pierna fuera de la cama. –Hae no hace falta que te alejes tanto, no pienso comerte. –le susurró Hyukjae. –Además si te caes y te rompes una pierna yo no pienso hacerme cargo de nada. –Donghae asintió aunque no supo si Hyuk le vio pues este se giró dándole la espalda a Hae. –Buenas noches Hae. –cerró los ojos dispuesto a dormir pero al parecer Donghae se había propuesto no dejarle dormir pues su cuerpo empezó a dar pequeños saltos. –Aishhh –susurró cabreado Hyukjae.


Se giró a ver que le pasaba a Donghae y comprendió que este estaba con los ojos cerrados y temblando -pero ¿por qué temblaba si ahora ya no pasa frio? ¿Es que sigue con miedo a los fantasmas?–pensó frustrado Hyuk pero entonces comprendió que Donghae estaba así a causa de los truenos pues cada vez que estos sonaban, el cuerpo de Hae por inercia, daba pequeños saltos y el joven apenas respiraba. Hyuk volvió a respirar resignado. -¿Así que no solo le dan miedo los fantasmas si no que también los truenos?? Aigoo este niño. ¿Lo próximo que será, que se hace pis en la cama?? –un escalofrío le recorrió por la espalda y se desplazó por todo su cuerpo. –A no, eso sí que no.


Donghae volvió a moverse en la cama atrayendo la atención de su compañero que ya no pudo más y al final cogió el brazo de Hae que estaba tapado por la manga larga de su camisa aún así Donghae pudo sentir perfectamente el tacto de Hyuk en su piel y se espantó. Se levantó al instante al sentirse apresado por la mano de Hyuk e intentó salir de la cama pero Hyuk no se lo permitió, al contrario, le agarró más fuerte. Donghae le miró asustado. 


–Perdona no te quise asustar es que sigo con miedo. –mintió Hyukjae esperando que Donghae lo dejara pasar por esta vez. -¿Te importa si duermo así o al menos me puedo quedar así solo por unos minutos?? –le pidió amablemente. Lo que de verdad quería era tranquilizar al menor, que supiera que no estaba solo y que no tenía que tenerle miedo a unos simples truenos. Donghae volvió a acostarse muy rígido y la atención de ambos se centró en ese extraño contacto que estaban teniendo. 


Los corazones de ambos iban al unísono y se quedaron callados y mirando al techo. En el rostro del pequeño apareció un ligero rubor. Se sentía extraño, estaba dejando que alguien le tocara y por primera vez no sentía asco de sí mismo por permitir aquello. Hyukjae no supo por qué pero dejó de agarrarle el brazo al menor y a su vez, empezó a acariciarlo formando pequeños círculos con sus dedos haciendo que el menor se estremeciese.


Ninguno de los dos había movido ni un solo músculo y continuaban con su mirada fija en el techo pero su atención se centraba en el roce que tenían debajo de la manta. Hyukjae siguió acariciando tiernamente el brazo de Hae que ya había olvidado por completo el ruido de los truenos, de la lluvia cayendo con fuerza o incluso su propio nombre, ahora solo estaba pendiente de las caricias de Hyukjae y de cómo estas le sacaban pequeños suspiros. Hyukjae empezó a deslizarse por el brazo de Hae hasta llegar a su mano la cual estaba gélida. Hyukjae enseguida se sentó en la cama y observó a un Donghae asustado que seguía sin comprender por qué Hyuk se había sentado y por qué le miraba así. 


–Hae estás congelado. –le dijo horrorizado, Hae solo le sonrió. Una pequeña sonrisa tímida se cruzó en los labios de Hae pero con suficiente fuerza para que el pulso de Hyukjae se acelerase. Este volvió a acostarse pero esta vez mirando directamente a Hae y este también se colocó del mismo modo pero pronto se arrepintió pues tener el rostro de Hyuk a centímetros suyo le ponía muy nervioso y hacía que se sonrojara mucho más y no era de mucha ayuda que Hyukjae le mirara de aquella manera como si tuviera miedo que al cerrar los ojos este desaparecería de su vista. 


–Tus manos están muy frías. –le susurró y sin apartar su vista le cogió la otra mano y atrajo a ambas a su boca y empezó a soplar aire caliente en el interior de estas para que entraran en calor mientras sus manos les daban pequeñas caricias. Hae no podía apartar la vista de Hyuk el cual perdió su cordura y sin darse cuenta sus labios acariciaron el interior de una de las manos de Hae. Este solo suspiró y continuó observando como Hyukjae empezaba a besar el interior de esta de la manera más dulce como nunca nadie antes lo había hecho. Hyukjae en un principio solo ejercía fuerza en sus labios y besaba el interior de la mano de Hae pero poco a poco empezó a abrir un poco sus labios y empezó a chupar discretamente la mano del menor.


En el cuerpo de Donghae empezó a crecer un fuego interior que lo calentaba sobremanera y pequeños suspiros salían de su boca. Pequeños suspiros que eran oídos por Hyukjae al cual volvían completamente loco. Empezó a utilizar la punta de su lengua la cual se deslizo por el interior de la mano de Hae haciendo que este se mordiera el labio inferior fuertemente y que los dedos de sus pies se movieran desesperados. Hyukjae al fin se ayudó tanto de su lengua como de su boca y empezó a succionar cada centímetro de la mano del menor. Donghae en un principio se dejó llevar pero después mientras Hyuk besaba su mano, los dedos de esta empezaron a acariciarle y llevo su mano libre hasta el cabello de Hyuk donde se perdieron y empezaron a dar pequeños masajes y poco a poco iba deslizando su mano hasta el cuello de Hyuk y allí clavaba sus uñas para después volver a subir.


Los cuerpos de ambos estaban bastante calientes y Donghae no entendía lo que sentía en ese momento, no comprendía porque su cuerpo reaccionaba de esa forma y porque su corazón iba tan deprisa aún así continuó acariciando el cabello de Hyuk y dejando que este le besara de aquella forma pues se sentía bien, muy bien, demasiado bien para ser real. Continuaron así unos segundos más hasta que Hyukjae acabó mordiendo la palma de la mano de Hae haciendo que este le agarrará más fuerte del cabello. Ambos soltaron suspiros que no pasaron desapercibidos por ninguno de los dos y fue entonces cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando y los dos a la vez se soltaron y giraron mirando nuevamente el techo y con el corazón desbocado. Nuevamente so volvió a crear un ambiente tenso y ninguno de los dos sabía que decir o que hacer. 


–Bueno, ya es muy tarde… ahora sí que deberíamos dormir. –Hyukjae se colocó mejor la manta y miró de reojo a Hae. No sabía qué demonios acababa de ocurrir hace unos segundos. 


-¿Te has vuelto loco o que te pasa por qué has hecho esa estupidez?? –se reprochaba mentalmente. 


–Buenas noches. –dijo pero al intentar girarse para dormir, sintió la mano de Hae coger la suya. Miró al pequeño y vio su rostro asustado y su mano temblar. –Estas temblando… y me gustaría saber por qué. –susurró mirándole directamente a los ojos. Se giró nuevamente volviendo a quedar en frente de Donghae y este hizo lo mismo. Después Hyukjae apretó un poco más la mano del menor y la puso a la altura de sus rostros. 


–También me gustaría saber en que estas pensando ahora o que te pasó para que quisieras romper el espejo del baño y por qué lloraste ayer en la terraza… ya ves, muchas preguntas, solo algunas deducciones y ninguna respuesta. ¿Por qué no hablas?? –Donghae solo se encogió de hombros y su cara adoptó un tono más triste. No le gustaba a donde estaba yendo la conversación. -¿Es por mí, acaso yo te intimido y por eso no dices ni una palabra? –el menor se apresuró a negarlo y le agarró más fuerte la mano. 


–Entiendo… ¿Entonces es por tu voz? Vamos hombre que seguro que no es para tanto. –Donghae solo sonrió. 


–Me gusta tu sonrisa, es dulce. –el joven no podía creer lo que acababa de escuchar pero aquello lo hizo sentirse bien consigo mismo y a cambio, dio una sonrisa mucho más grande y Hyukjae le correspondió con otra. 


-¿Lo ves? deberías sonreír más a menudo y dejar de ser un muerto viviente. –Donghae volvió a sonreír pues la comparación que había hecho Hyukjae era lo que él siempre pensaba y le asombró saber que en eso estaban totalmente de acuerdo. 


–Hae… ¿puedo llamarte así verdad? –el joven quiso decirle que a buenas horas le preguntaba eso si se había pasado ya todo el día llamándolo así, pero en su lugar solo asintió. –Bien porque aunque te hubieras negado, yo te hubiera seguido llamando así. –Donghae frunció el seño. ¿Sí no iba a hacer caso de lo que él dijera para que preguntaba? –pensó enfadado pero después escuchó la risa de Hyukjae la cual le contagió y al final los dos acabaron riendo.


 A Hae se le hizo extraño volver a escuchar su risa, hacía tanto que no lo hacía que había llegado a creer que jamás se había reído, pero allí estaba, riéndose con Hyukjae. Pero después de unos segundos cuando dejaron de reír, Hyukjae con su mano libre, llevó su dedo índice a sus labios –Shii escucha con atención. –le dijo Hyuk y Hae así lo hizo. – ¿Escuchas el ruido de la lluvia cayendo por el tejado?? –Donghae asintió. -¿No te parece un sonido muy hermoso? –el joven volvió a asentir. –A mi también. Me encanta la lluvia por este motivo, porque escuchar las gotas caer por el tejado me trae mucha paz y tranquilidad además el fresquito que hace cuando llueve me encanta porque hace que quieras envolverte con una manta y no querer salir nunca de la cama. –dijo esto último con un bostezo y Donghae solo sonrió más. –Bueno pequeño, que tengas dulces sueños. –dijo mientras cerraba los ojos muy cansado. Hae se le quedó mirando un rato más y después fijo su vista en las manos entrelazadas de ambos. –Dulces sueños Hyukkie. –pensó Hae y se quedó dormido.


Al día siguiente Sungmin entró asustado a la habitación de Hyukjae para avisarles que el desayuno estaba listo pero nunca pensó encontrarse con Hyuk y Hae durmiendo con las manos entrelazadas y sus rostros a tan solo centímetros de distancia. Una sonrisa pícara se creó en la cara de Sungmin que decidió dejar que la pareja de tortolitos continuaran durmiendo y se fue intentando no hacer ruido con la puerta pero no lo consiguió porque Donghae despertó. Este nada más abrir los ojos se encontró con el rostro de Hyuk durmiendo plácidamente y aunque en un principio se asustó, después recordó todo lo sucedido en la noche anterior y al final se quedó contemplándolo un rato más hasta que Hyuk empezó a despertarse. Él también se topó con la cara del menor. 


-¿Hae?? Ahh buenos días. –dijo bostezando y sin acabar de despertar. 


–Bu… buenos días Hyukkie. –le contestó al fin Donghae un poco nervioso.


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