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Eunhae: Déjame demostrarte lo que es el amor por MishELForever

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Notas del capitulo:

Os traigo un nuevo cap. Perdonad la presentación :/

En la tarde, los hermanos Lee recibieron la visita de Siwon que venía feliz por su cita con Heechul aunque poco sabía que la tan ansiada cita se convertiría en una salida en grupo de amigos. 
De repente el grupito se vio saliendo en la fría tarde de otoño al centro comercial tal y como se había planeado en la mañana.


Siguiendo las órdenes de Leeteuk, tuvieron que llevar paraguas porque era probable que lloviese más tarde. Así pues, Sungmin, Kyuhyun, Siwon y Donghae llevaban paraguas mientras que Heechul y Hyukjae no. El primero porque sabía que si llovía, compartiría paraguas con Siwon mientras que a Hyukjae no le importaba mojarse y además no había suficientes paraguas para cada uno y aunque el tiempo estaba un poco nublado, no lo veía lo suficientemente nublado como para que lloviese.


El centro comercial estaba a tan solo quince-veinte minutos de su casa y por lo tanto llegaron enseguida. Este estaba dividido en tres plantas. En la tercera planta se encontraban las salas de cine mientras que en las dos primeras plantas había tiendas de ropa y algunas heladerías o tiendas donde vendían toda clase de golosinas…
En la primera planta además, estaba la zona de alimentos pero también tenía una escalera mecánica que daba con el piso de arriba. Allí podías encontrar desde ropa hasta productos de higiene y a medida que ibas más al fondo encontrabas la zona de revistas y libros y al final había toda clase de electrodomésticos.


En la segunda planta también había diversas puertas para salir del centro comercial y una de ellas daba a la parte trasera del centro comercial y era donde se encontraban todos los bares, restaurantes y cafeterías. Estos se desplazaban por todo el lugar e incluso había una escalera mecánica que daba al tercer piso. Un patio donde encontrabas además de restaurantes, la taquilla de ventas para el cine.


Los chicos entraron al centro comercial y empezaron a decidir qué era lo primero que iban a hacer y a donde iban a ir. Donghae, en cambio, no podía apartar la vista de ese inmenso centro comercial. Las paredes de este eran blancas pero estaban adornadas con pequeñas flores doradas y las inmensas luces que colgaban del techo le recordaban a un castillo.


Tan grande, tan lujoso y tan bien decorado, a Donghae le pareció estar soñando pues desde siempre había sabido que había tiendas y TIENDAS. Y si a las primeras a duras penas podía ir por falta de dinero, a estas últimas no podía ni siquiera acercarse pues nunca se sentía lo suficientemente arreglado y bien vestido como para no destacar con su ropa vieja, desgastada y de rebajas con la ropa de marca con la que iban los señoritos. Por suerte esta vez, iba bien vestido con la ropa que le había dejado tan amablemente Sungmin aunque le quedaba un poco grande. 


Lo cierto es que aquel centro comercial era para personas de clase media y no para grandes ricachones como tenía en mente Donghae pero para él aquel lugar era uno de los más lujosos en los que había estado.


-¡¡¡He ganado he ganado!!! –gritó eufórico Heechul atrayendo la atención de Donghae. Este vio como los chicos y sobretodo Hyukjae miraban enfadados a Heechul el cual había ganado el juego de piedra, papel o tijeras y por lo tanto era el que decidía lo primero que se hacía. –Venga chicos que mal perder que tenéis, quitad ya esa cara que nadie ha muerto. –comentó Heechul.

–Si es que de verdad, si queréis ir a leer cómics os vais al salón del cómic, si queréis ir a jugar a videojuegos vais a casa de un amigo, si queréis leer os vais a una librería pero si venís a un centro comercial es para ir de tiendas. –todos le continuaban mirándolo mal pero todos sabían que nada podían hacer cuando Heechul se empeñaba en hacer algo así que al final solo le siguieron.


Entraron a la primera de las muchas tiendas de las que Heechul pensaba llevarlos. Por suerte la tienda no estaba abarrotada como las otras y solo había unos pocos mirando cautelosamente cada prenda. La tienda era bastante grande y la música estaba en el tono correcto para gustar y no molestar a los clientes. Esta tienda solo era para hombres y la de mujer se encontraba en la planta primera. 


-Ahora lo esencial es encontrar ropa a Donghae. –le dijo Heechul a Sungmin pues este también tenía buen gusto. Donghae en seguida se negó pero los dos no le hicieron caso y Sungmin empezó a mirar entre las camisas y Heechul entre los pantalones. Los demás también miraban la ropa pero más para ellos y Hyukjae se puso los auriculares y empezó a escuchar su propia música esperando poder escabullirse de ese momento de aburrimiento pues en aquel momento lo último que deseaba era mirar ropa, él lo que quería era mirar cómics pero para su desgracia había perdido el juego. 


Como tampoco le gustaba ser observado por las trabajadoras de la tienda, empezó a andar y a hacer como si mirase la ropa a la cual no prestaba mucha atención. Mientras tanto, Donghae hacía lo mismo pues Heechul y Sungmin lo habían atosigando a preguntas como que estilo prefería, cuál era su color favorito, si le gustaban estos pantalones o los otros… en fin, le habían hecho un montón de preguntas a las que Donghae no había dado ni una sola respuesta y solo se había alejado de ellos. 


Tanto Hyukjae como Donghae caminaban paralelamente y ``mirando´´ la ropa colgada en aquella pared, que se encontraba en medio de la tienda, hasta que llegó el momento que esta acabó y ambos al intentar pasar al otro lado, se encontraron de cara. Al principio ambos se sorprendieron por el casi encontronazo pero después solo se quedaron mirando por unos segundos. Nuevamente Donghae se sintió desfallecer.

Siempre le ocurría cuando Hyukjae le miraba de aquella manera tan intensa con aquellos ojos curiosos clavándose en el corazón alterado de Hae. Pero rápidamente Hyukjae se alejó de Donghae. Sin darse cuenta, el brillo de sus ojos con los que había mirado a Hyukjae, se ensombrecieron y su corazón se marchitó. Había observado que desde aquella mañana, Hyukjae le rehuía y su mirada ya no era dulce como lo había sido desde que habían dormido juntos, ahora nuevamente le miraba de manera fría como la primera vez que le vio en casa del doctor Leeteuk. Sus ojos volvían a mostrarse fríos y enfadados y sobretodo le alejaban de él claro está hasta hace tan solo unos segundos cuando Donghae había vuelto a sentir calidez pero por lo visto solo lo había imaginado pues Hyukjae se había marchado y lo había dejado allí parado y con cara de idiota.

Interiormente Donghae se culpaba a si mismo pues creía erróneamente que Hyukjae se había cabreado con él porque le había tocado pagar los platos rotos del pequeño pues él no había roto el marco de Heechul mientras que Hae sí. 
El menor quería disculparse pero no sabía cómo, era demasiado cobarde y no quería enfadar más a Hyukjae. Continuaba sumergido en sus pensamientos hasta que Heechul le llamó.

–Pruébate esto haber qué tal te queda –le pasó un pantalón tejano y una camisa blanca. Hae los cogió pero de mala gana. –Sin protestar, y luego sales para que nosotros te demos el visto bueno. –le sonrió Heechul.

Donghae rodó los ojos y entró a los vestidores. Había cinco y estaban en fila. Entró al último el más alejado de todos. Este además era el más grande pues tenía una puerta que comunicaba con el almacén. Pero esa puerta era tapada por un espejo. De hecho había tres espejos, uno en cada pared y eso a Donghae no le hizo mucha gracia pues solo al entrar se vio observado por su reflejo.

Inmediatamente le dio la espalda y corrió la cortina del vestidor aunque hubiese preferido que fuera una puerta pues así hubiera estado más tranquilo y menos alerta por si entrara alguien. Respiró hondo e intentó cambiarse lo más rápido posible para no pensar en aquellos horribles recuerdos que le atormentaban por la noche en sus sueños. Cerró los ojos y se desvistió. Rápidamente empezó a ponerse el tejano pero por las prisas casi se cae mientras se colocaba el pantalón y no tuvo otro remedio que apoyar sus brazos en los espejos y así evitar la caída. 


Consiguió ponerse el pantalón pero no pudo evitar mirarse de reojo y finalmente acabó haciendo lo que menos deseaba, contemplarse en aquel espejo. Se estremeció al ver su reflejo y más su pecho desnudo. Se resiguió con la mirada y a su cabeza empezaban a llegar de entre todos, la mirada de aquel asqueroso hombre. Pero es que simplemente Donghae no podía olvidar aquellos ojos sucios que lo miraban con deseo y aquella sonrisa que tanto le asqueaba. El olor a cigarrillo que desprendía y el ruido lejano de la música. Todo aquello hizo que las piernas de Donghae temblaran y apoyara sus brazos en el espejo. 


Mientras Donghae pasaba su infierno personal en aquel vestidor, fuera de este había un impaciente Heechul. -¿Pero cuanto más piensa tardar?? Ya lleva allí más de quince minutos.–giró su rostro enfadado y se encontró con Hyukjae.

–Tú, ves a decirle que se dé prisa. –Hyukjae no entendió porque tenía que ser él el que fuera a ver al chico pero resignado y con pocas ganas de discutir, se dirigió a los vestidores. Una vez allí no sabía en cual estaba Hae e intentó mirar los pies de la gente que salían debajo de la cortina pero para su desgracia, esta cortina llegaba hasta el suelo.

–Hae. –empezó a susurrar bajito por cada vestidor que pasaba pero nadie le respondía. Finalmente llegó al último y esta vez simplemente corrió un poco la cortina encontrándose con Donghae. Le iba a llamar y a decir que se diera prisa pero sus palabras se quedaron estancadas en su garganta. No esperaba encontrarse de esa manera al pequeño. Este le daba la espalda y solo llevaba un pantalón mientras que el resto de su cuerpo estaba sin nada. Observó la espalda del joven y se imaginó que esta era muy suave o al menos eso aparentaba. No le hubiera costado averiguar la verdad pues solo hubiera tenido que dar unos pasos más para comprobarlo pero su cuerpo no le respondía y sus piernas se quedaban clavadas en el piso.

Hyukjae también se dio cuenta que en la espalda de Hae habían algunas pequeñas cicatrices casi invisibles pero es que Hyukjae se estaba fijando demasiado sin perder ni el más mínimo detalle de aquella suculenta espalda y su cuello no se quedaba atrás. Este también se veía bastante apetecible.

Tan suave y delicado…. Hyukjae se reprimió mentalmente pero simplemente no podía apartar la vista tal y como le había pasado en la mañana mientras limpiaban en la sala, que se había quedado embobado viendo el cuerpo del menor y para su vergüenza se había visto descubierto por los ojos del pequeño. 

Continuó resiguiendo el cuerpo de Hae hasta que las miradas de ambos se encontraron el aquel espejo que Hae había estado mirando. Hyukjae nuevamente se sintió morir de vergüenza pues otra vez había sido pillado infraganti por el menor. Donghae se giró rápidamente en dirección a Hyukjae pero este había sido más rápido y había corrido la cortina nuevamente en un intento desesperado de que el menor no le volviera a ver y pensara que lo había imaginado todo.

Que Hyukjae no se encontraba allí y que hacía tan solo unos segundos no le miraba como un pervertido…
Mientras Hyukjae se apoyaba en la pared fuera del vestidor intentando aclarar sus ideas, escuchó un ruido proveniente del vestidor como si hubiesen pegado al espejo. Rápidamente recordó el día que había visto a Hae a punto de romper el espejo y lo que es peor, su mano, y ahora que lo pensaba mejor, mientras observaba el cuerpo de Hae, había notado el cuerpo de este rígido y asustado, temblando. Quiso abrir la cortina y ver qué pasaba pero su estúpida vergüenza no se lo permitió además ¿a él qué demonios le importaba lo que le ocurría a Hae?? Con ese pensamiento, cogió fuerzas y se marchó dejando nuevamente solo a Donghae. Este solo había golpeado el espejo con rabia y tampoco estaba muy seguro de si Hyukjae le había visto en uno de sus peores momentos así que por si acaso, acabó de ponerse la camiseta blanca y salió.

–Ya era hora Hae. –le reprendió Heechul. –Waaa ¿pero te has visto?? Ahora sí que pareces un chico de verdad y uno muy sexy. –comentó giñándole un ojo y todos los demás asintieron asombrados. Donghae no comprendía pero por suerte había un espejo cerca de él. Se acercó y observó la ropa que Heechul le había obligado a ponerse y estuvo a punto de desmayarse de la vergüenza. El pantalón le gustó a pesar de ser un poco ajustado para su gusto pero aquella camiseta blanca, dios mío, ¡¡¡no dejaba nada para la imaginación!!!

Esta se ajustaba muy bien en el cuerpo de Hae y prácticamente le faltaba ser transparente para ir del todo desnudo además tenía un escote bastante grande y no le gustó se sentía demasiado incómodo pero no fue al único que no le gustaba aquel atuendo pues aunque en un principio Hyukjae se había quedado embobado admirando a Donghae y a su camiseta que le marcaba cada parte de su cuerpo, después cuando Donghae se fue a mirar al espejo, este notó que no solo él lo miraba si no que el pequeño había atraído la atención no solo de sus compañeros sino también de la demás clientela y rápidamente vio como algunos hombres y dos chicas le observaban con deseo y lujuria.

–Pervertidos, es solo un niño.- pensó cabreado. 
-¿Te gusta verdad?? –preguntó Heechul atrayendo la atención de Hyukjae que se iba a negar a comprarle aquello al joven pero por suerte Donghae se negó a tiempo y Hyukjae sin darse cuenta, sonrió satisfecho.

-¿Cómo que no te gusta?? Pero Hae te ves muy sexy… -refunfuñó Heechul pero Hae volvió a negar. De repente se le acercó Hyukjae. –Pruébate esta. –le ordenó mientras le pasaba una camisa negra con magas largas. Donghae simplemente la cogió y se fue a los vestidores. Esta vez salió enseguida. Volvió a mirarse en el espejo y esta era una camisa más recatada.

Tenía un pequeño escote pero no le molestó además la camisa se amoldaba a su cuerpo pero no le incomodaba ya que no mostraba tanto como la otra. Sonrió satisfecho y Hyukjae igual aunque incluso así se veía demasiado guapo para su gusto e intentó buscar otra más adecuada pero cuando vio que ya no llamaba tanto la atención como con la otra, se dio por satisfecho. 


Al final acabaron comprándole el pantalón y la camisa que había elegido Hyukjae a pesar de las protestas de Heechul.

Cuando salieron de la tienda llevaron a Hae al baño para que se cambiara de ropa y después de eso decidieron hacer una parada en una cafetería/heladería. Cómo era finales de octubre ya habían pocos sabores de helado donde escoger y en cambio un gran surtido de cafés y refrescos o chocolates para beber acompañados de toda clase de tartas, croissants… El lugar era bastante acogedor pero no estaba bastante repleto pero para su suerte, cuando llegaron acababan de irse unos clientes dejándoles la mesa con las sillas libres.

Al principio dejaron a Hyukjae y Donghae para que cuidasen del puesto mientras ellos veían lo que querían en el mostrador aunque perfectamente podrían haberlo leído de la carta pero aquello fue un pretexto de Heechul para dejar a solas a la parejita además que no solía fiarse de las fotos que habían en la carta porque nunca solían ser iguales y siempre la comida solía ser más pequeña. 


Podían observar la incomodidad de aquellos dos que se habían sentado bastante alejados y ni siquiera se miraban y mucho menos hablaban. Donghae miraba todos los rincones del lugar mientras Hyukjae leía la carta.

-¿De verdad crees que se gustan?? –preguntó Sungmin a Heechul.

–Pero míralos. –contestó este.

–Ya lo hacemos y por eso mismo se nos hace raro… ahora mismo no es que estén comportándose muy acaramelados… -esta vez fue Kyuhyun el que habló.

–Aishhh de verdad chicos que tan poco observadores que llegáis a ser. No esperéis que se pongan a besar si aún no saben lo que sienten, para eso estamos nosotros para hacérselo saber. 


-Pero cariño ¿no es mejor permanecer al margen y dejar que las cosas tomen su ritmo y que si algo tiene que pasar entre ellos dos que pase pero no provocadas por nosotros??? –le dijo Siwon.

–Aishh en serio vosotros… Siwon cariño, si yo hubiese dejado que el tiempo decidiera por nosotros y no me hubiese puesto las pilas, aún ahora no te hubieras atrevido a saludarme siquiera. Dejadme a mí, yo sé lo que me hago vosotros solo seguid mis instrucciones ¿entendido?? –todos asintieron a la vez. 


Cuando le tocó el turno a Hyukjae y Donghae ambos se fueron a hacer fila. Hyuk ya sabía lo que pediría, un batido de fresas con una tarta de chocolate con fresas. Donghae en cambio no tenía ni idea. Todo le parecía muy rico y bastante caro y le daba vergüenza que le invitaran, ya le habían comprado la ropa, le habían dado un techo donde dormir y ahora esto. Busco lo que fuera más barato y Hyuk se dio cuenta de aquello.

–Solo compra algo que te guste, ya que te invitamos que sea a algo que te guste. –Donghae se estremeció al escuchar nuevamente la voz de Hyukjae y más al tenerle tan cerca. Un calorcito le recorrió el cuerpo. Negó con la cabeza y le sonrió dulcemente y le señaló un croissant que era lo más barato que había.

–Pero Hae ¿¿qué te acabo de decir?? –vio que Donghae no cambiaba de parecer y resignado le preguntó que bebida quería pero Donghae negó. Hyuk le iba a cuestionar su decisión pero le tocó pedir. Pidió lo suyo y para Hae un croissant de chocolate y un batido de fresas tamaño grande como el suyo. Donghae le miró sorprendido y Hyuk solo se encogió de hombros. -¿No era esto lo que querías?? –Donghae asintió.

–Ahhh haberte expresado mejor. –le dijo mientras le sacaba la lengua. –Malo sé que me has entendido. –le contestó el menor y le pegó en el brazo. Hyuk se quedó sorprendido y más cuando vio que el pequeño inflaba sus cachetes molesto pero creando un puchero bastante tierno para Hyuk que no pudo contenerse y acabó peñiscándolos.

–Ahhh. –se quejó Hae con voz de niño pequeño. Pero entonces ambos escucharon los murmullos de dos chicas que estaban detrás de ellos en la fila.

–Pero que pareja más tierna. –cuchicheaban. Hyuk quiso callarles y decirles que no era lo que ellas pensaban pero su pedido llegó y simplemente lo cogió y salió por patas de allí sin importarle si Hae le seguía o no. 


Cuando llegó, todas las parejitas se habían sentado una al lado de la otra y a él le tocó sentarse al lado de Hae. Todos empezaron a hablar cómodamente sobre lo que harían después. Todos comían tartas la cual más cara mientras Hae se tenía que conformar con un croissant a Sungmin le dio pena y le iba a dar un trozo de la suya pero cuando estaba cortando el trozo para dársela, Hyuk se adelantó y le puso un trozo de la suya. Todos se quedaron perplejos, era la primera vez que su amigo compartía la comida y esta era de fresas. Todos enmudecieron hasta que Heechul intentó aprovechar la buena actitud de Hyuk y llevó su tenedor al plato de su amigo pero este lo apartó en el aire antes de que el tenedor rozara su plato.

-¿Qué crees que haces Heechul?? –le preguntó Hyukjae cabreado. -¿Por qué te pones así si a Hae bien que le has dado?? –Hyukjae se dio cuenta de ello y no supo que decir.

–Bu… bueno pero es que con él he hecho un trato. –dijo al fin después de unos segundos de silencio. –Yo le doy un trozo de mi tarta y él me da un trozo de croissant. –Donghae se lo quedó mirando ¿Cuándo se supone que habían hecho ese trato que él no se había enterado?? Pensó Hae.

–Bien pues si quieres yo te doy un trozo de mi tarta por un trozo de la tuya. –comentó Heechul.

–NO. –gritó Hyukjae. –Quiero decir que mejor cómete tu propia tarta porque a mí no me gusta el sabor que has elegido, muy empalagoso en cambio sí me apetecía el croissant de Hae. –Kyuhyun se rió.

–Hyuk que mal a sonado eso. –dijo Kyuhyun riéndose a carcajadas y enrojeciendo a su amigo.

–¡¡¡Favoritismo!!! –gritó Heechul. -¿Qué tiene el croissant de Donghae que no tenga mi tarta? –preguntó siguiéndole el juego a su amigo y todos a excepción de Hyuk y Hae se rieron histéricos.

–Pervertidos –fue lo único que pronunció Hyukjae y se puso a beber su batido. –Esto es lo que me pasa por ayudar al crio. –se reprendió mentalmente. –Si es que no aprendes Hyukjae, no aprendes. –se continuaba diciendo hasta que vio cómo Hae colocaba un trozo de su croissant en su plato.

–Gracias. –susurró el menor y el corazón de Hyuk dio un vuelco.
Después de la cafetería miraron otras tiendas y librerías y compraron algunas cosas, los libros de literatura entre otros.


Ya iban a entrar a la zona de higiene para comprar lo necesario y después bajar y comprar la comida y marcharse a casa pero como se les había hecho tarde, tenían que dividirse la compra y que cada pareja se encargase de comprar algo de la lista y así ahorrar tiempo. 
Mientras decidían quien se encargaba de comprar que, Donghae continuaba inspeccionando el lugar hasta girarse y encontrarse con la última persona que hubiese querido ver en su vida.

Sintió una fuerte presión en su pecho y nuevamente el pánico se apoderó de él y volvió a sentir ese sudor frío recorrer su cuerpo. Giró su rostro en un intento de que no le viese y pidió a todos los dioses existentes de que fuera una alucinación, y si no lo era, que se marchase y que no lo viera porque sabía que de lo contrario, en ese mismo momento lo apartaría de los chicos, de Hyukjae y se lo llevaría a su anterior vida. Y no quería, no quería que lo apartaran de aquella familia que tan amablemente lo habían acogido en su casa y mucho menos apartarse de Hyuk pues era el único con el que se sentía cómodo y el único que le daba algo de paz y sobre todo le gustaba las reacciones de su cuerpo cuando Hyuk estaba cerca o cuando pensaba en él.

A pesar de que sabía que le haría un gran favor a Hyukjae marchándose de casa, por una vez quería ser mezquino y quedarse con él y volverse a sentir protegido, aunque Hyuk lo odiase, poco le importaba lo único que quería era permanecer a su lado y ahora más que nunca con el miedo en su cuerpo sabía lo mucho que le necesitaba y lo mucho que significaba para él.


Volvió a girar su rostro lo suficiente para ver si aquel asqueroso hombre continuaba allí pero no lo vio. Aún así, su corazón no dejo de empequeñecer. Miró por todos lados y no lo encontraba y pensó en la posibilidad de que en verdad lo había imaginado pero seguía sin sentirse mejor de hecho empezó a tener la sensación de que aquel hombre le miraba pero por mucho que buscaba por toda la gente no lo encontraba pero él lo sentía cerca como si estuviera en su espalda, podía percibir su asquerosa sonrisa de satisfacción mientras veía a un asustado Hae.

De repente sintió que todos los allí presentes le observaban y que eran detectives que irían corriendo a explicar su paradero. Cada vez le costaba más respirar y se sentía mareado y enjaulado y detrás de aquella jaula estaba aquel hombre al cual solo quería ver muerto por todas las maldades que le había hecho e él y las que le había obligado a cometer.


Hyukjae se dio cuenta que algo le pasaba al pequeño y asustado le agarró de la mano pero al contrario que otras veces, Hae no se tranquilizó y Hyuk notó los nervios de Hae y como este tenía la frente y el cuello cubierto de sudor. Le agarró más fuerte y comprendió que Hae miraba histérico a todas partes como si buscara algo o a alguien. No supo qué hacer y al final solo lo agarró más fuerte de la mano y empezó a correr con Donghae detrás de él. Al mismo tiempo Donghae estaba tan inmerso en sus pensamientos que ni había notado la mano de Hyuk pero sí notó cuando esta le jaló y le obligó a correr dejando a los chicos atrás y perplejos. -¿Pero qué demonios les pasa a estos?? –escuchó que decía Heechul.


Mientras corría sentía que se alejaba más de ese imbécil y con cada paso se sentía menos apresado y más libre además observaba la espalda de su amigo y sus manos entrelazadas y aquello le proporcionaba seguridad. Siguieron corriendo entre la multitud como si el mismísimo diablo les persiguiera aunque la verdad a ese hombre le faltaba muy poco para serlo. 


Salieron por una puerta y fueron a parar a la zona de los restaurantes. Ya eran las 20:25 y el centro comercial lo cerraban a las 22:00 aún así, en los restaurantes no había gente en cambio en los bares y cafeterías sí. 


Se alejaron más de todos ellos pero esta vez andando. Llegaron a una zona con césped artificial y bastante alejado de los demás y sintieron como pequeñas gotas empezaban a caer. Estaba empezando a llover. Hyuk se paró y Hae detrás suyo. Ambos empezaron a respirar costosamente y con el corazón en un puño. El mayor aún no sabía por qué había cogido de aquella manera a Hae y por qué lo había traído hasta allí si ahora no sabía que decirle o como consolarlo y mucho menos sabía lo que le pasaba como para ayudarle. Pero lo que sí tuvo seguro fue que no quería ver sufrir al pequeño y allí dentro solo era cuestión de segundos para que este se desmayara.

Volvió a respirar profundamente y se giró. Al instante se encontró peor pues vio como el joven no dejaba de llorar desconsoladamente y eso le partía el alma. Era una de las escenas más tristes que había presenciado en toda su vida y para colmo se sentía impotente. No sabía que decirle, que palabras eran las adecuadas en estos casos cuando la víctima llora a todo pulmón y tú no sabes ni cuál es la causa pero sí quieres que deje de llorar y que se anime. Nunca se le había dado bien consolar a la gente y ahora se odiaba por ello necesitaba que Hae confiara en él, que le explicara lo que le pasaba y quizá así, él le pudiera ayudar mejor. 


Donghae seguía llorando amargamente y el único consuelo que tenía era ver su mano entrelazada con la de Hyukie y saber que él estaba allí con él. Por primera vez desde que murió su abuela tenía a alguien a su lado y con él se sentía protegido.

–Hae. –escuchó la voz temblorosa de su amigo y no pudo resistirlo más y se lanzó a los brazos de este. Necesitaba sentir el calor que emanaba el cuerpo de Hyukie, no le importaba que este pudiera sentir el tacto de su asqueroso cuerpo, en ese momento no le importaba nada solo deseaba permanecer en los brazos de su amigo para siempre. 


Hyuk sintió como el pequeño le pasaba los brazos por su cuello y escondía la cabeza en su pecho. Pronto sintió su pecho humedecerse por las lagrimas del joven y como el cuerpo de este temblaba. Fue entonces cuando comprendió lo asustado que se encontraba su amigo. Al no salirle las palabras, pasó sus brazos por la espalda de Hae y le correspondió al abrazo. Así permanecieron por minutos aunque ambos se sentían tan bien en los brazos del otro que para ellos fue una eternidad.

A pesar de la paz que sentían, Hyukjae también se sentía incómodo pues su cuerpo actuaba extraño. Su corazón latía diferente. Podía sentir la respiración agitada de Hae y podía oler el aroma que desprendía que llegaba a su cuerpo como una ola de calor que despertaba todos sus sentidos. No podía controlar sus propias emociones y mucho menos sus acciones. Le agradaba tener al pequeño en sus brazos pero aún ansiaba más y aquello era lo que más le asustaba. Donghae sintió como una mano de Hyukjae empezaba a acariciarle la espalda y en vez de asquearle, se sintió extremadamente bien y fue a mejor cuando sintió que la misma mano empezaba a subir lenta y tortuosamente por su espalda sacándole sin querer un suspiro.

De inmediato sus mejillas y sus orejas se enrojecieron aunque al estar acurrucado en el pecho de su amigo, sabía que este no podía ver lo nervioso que lo estaba poniendo. Hyukjae siguió subiendo hasta llegar al cuello y Donghae sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo desde su cuello hasta la punta de su pie. Se mordió el labio y de esta manera pudo retener el suspiro que luchaba por salir de su boca y se apegó más al cuerpo de Hyukie abrazándolo con más fuerza que nunca. Hyukjae hizo lo mismo con la mano que mantenía en la espalda del pequeño. Ambos estaban muy juntos y se agarraban con mucha fuerza. Donghae ya hacía rato que había dejado de llorar pero aún le costaba respirar y erróneamente pensó que era a causa del llanto. Se distrajo escuchando y sobretodo sintiendo latir el corazón de Hyukjae. Era la mejor melodía que podía escuchar Donghae en aquel momento pero lo que no se dio cuenta fue que su corazón latía con la misma intensidad y a la vez como si fueran uno solo que se complementaban y compenetraban para latir al unísono. Eran simplemente dos corazones con un mismo sentimiento y deseo y este deseo no era otro que permanecer así para siempre mientras que los sentimientos eran encontrados y aún permanecían sin descifrar por sus amos.


Finalmente Hyukjae llevó su mano al cabello de Hae y sus dedos se perdieron entre estos y empezaron a dar pequeños masajes. Donghae levantó de inmediato su rostro para encontrarse con el de Hyukjae.

–Hyukie –dijo con una vocecita y el nombrado le sonrió dulcemente mientras continuaba acariciando su cabello. Donghae también llevó sus manos hasta el cabello de su Hyukie y también sumergió sus dedos entre su cabello liso y sacando un suspiro de los labios de Hyukjae.


Ambos miraron los labios del otro para después mirar sus ojos sedientos y deseosos pero cálidos. Hyukjae sintió la mano cálida y delicada del menor en su mejilla y a milímetros de su labio fue entonces cuando vio como Hae mordía su labio y aquello bastó para acabar de enloquecerle. Supo desde el primer instante que acercó su rostro al de Hae que no era él el que hacía aquello sino algo más profundo que se encontraba en su cuerpo.

Un impulso quizá, no lo sabía y tampoco le importaba en aquel momento no era consciente de nada ni supo porque su mano dejó de acariciar el cabello del pequeño para posicionarse en su mejilla, acariciarla y después deslizarse hasta su barbilla de la cual tiró dulcemente alzando un poco la cara nerviosa del joven. Fue al mirar los ojos del pequeño que tenía entre sus brazos cuando se dio cuenta que cualquier rastro de pensamiento que podría tener en su cabeza se había borrado, ya no pensaba, ahora solo sentía y en aquel momento lo que de verdad deseaba sentir era a Hae.


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