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Forjando una Familia por LatexoHPo

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Notas del capitulo:

¡Hola, hola!


Este el último capítulo de éste fic, y sólo falta el Epílogo.

Thor ayudó a levantarse a Loki, que se tambaleó un poco por la filtración mental que acababa de sufrir.


Ambos miraron a Hela -aún con la indescifrable mirada en su rostro-, esperando anticipadamente que hiciera algún movimiento para impedir que se marcharan. Thor llamó a Mjolnir de tal manera que el martillo recogió el escudo de Steve y los sostuvo a ambos en una sola mano.


"Dijiste que podría llevármelo", sentenció Thor con voz débil mirando a la diosa. Loki se abrazó un poco más a él. "Y no quiero seguir luchando contra lo que él ama."


Aquella declaración provocó que los ojos de Hela se abriera en sorpresa, pero el gesto duró sólo unos segundos. Pronto volvió a la misma frialdad que al principio.


"Yo no juro en vano, Thor hijo de Odín. Loki es tuyo", respondió ella con suavidad. Les dio la espalda y se alejó lentamente; su voz retumbó por última vez como un eco en los oídos de Thor y Loki: "Volveremos a vernos, padre. Los días del Ragnarok están cerca…"


Loki pretendió seguir la voz lejana de su hija, pero Thor se lo impidió y negó con la cabeza.


"Ya habrá tiempo", susurró antes de besarle suavemente.


"¿Hora de volver a casa?", preguntó Loki con una sonrisa que sólo fue correspondida.


La salida se les hizo corta. Nada impidió sus pasos y pronto arribaron a la playa. Los cadáveres flotaban y ninguno se movió cuando las botas desgastadas de Thor y los pasos vacilantes de Loki atravesaron las gélidas aguas.


El rubio sonrió cuando vio a Steve y Tony, ambos acurrucados encima del enorme y pesado cuerpo de Nidhogg, el dragón, que flotaba de espaldas en el mar. Estaban entre dos filosas puntas escamosas, apenas unos metros por encima del nivel del agua.


"Hola, Cuernitos", saludó Tony con una sonrisa desde el pecho de Steve. "Vaya, necesitas una buena ducha y dormir más, te ves terrible."


Loki tenía la boca abierta. Ahora no dudaba del poder y entrega de Thor para llegar hasta él, pero ver a esos humanos lastimados y exhaustos por causa suya…. Se soltó del cuerpo de Thor y avanzó lentamente hasta Steve y Tony.


"¿No perdiste la razón, verdad?", murmuró éste último al ver acercarse a Loki.


Steve le miraba con el ceño fruncido y al fin se movió obligando a Tony a separarse un poco.


"¿Estás bien?", le preguntó al pelinegro porque los miraba de manera penetrante.


"Estoy un poco estropeado, tal vez el soldado pueda ayudarme a subir para descansar un poco."


Steve alargó un brazo y tomó la mano de Loki para ayudarlo a subir. Entonces Tony también estiró un brazo (sin el guante de Iron Man) y entre los dos lograron que el pelinegro se acomodara entre otra escama. Thor empujó el cuerpo de Nidhogg para que sirviera de balsa y no tardó en seguirlo y sin ayuda se ubicó junto a Loki. Dejó a un lado el escudo y sobre él el martillo.


"Thor, tus manos…"


"No es de preocuparse, Steve", sonrió Thor bastante cansado. "Heridas de guerra, de esas que valen la pena."


"Bueno, vamos por Legolas y Nat, pasaremos por Bruce y luego dormiré hasta Año Nuevo", suspiró Tony y volvió a acomodarse en el pecho de Steve. "¿En serio no se nota?"


"Tony… fue sólo un pequeño mechón, te moviste a tiempo", respondió Steve y luego miró a los dioses que tenían una mueca interrogante en el rostro. "El dragón escupió fuego azul y por poco deja a Tony calvo, eso sería una hecatombe mundial, según sus palabras", explicó.


Y entonces Loki comenzó a carcajearse de lo lindo, tanto que unas lágrimas escaparon de sus ojos. Thor sin embargo supo que esas lágrimas no eran por el momento hilarante, eran de profundo agradecimiento. Así que lo abrazó hasta que dejó de reír y sólo sintió la humedad en la tela desgarrada que aún cubría su pecho.


El camino en la improvisada balsa no tomó mucho tiempo. El frío seguía calándoles los huesos, pero había en la atmósfera tranquilidad. La calma después de la tormenta.


Pronto arribaron a la ensenada y Thor bufó con alivio cuando vio el puente intacto frente a ellos. Quedaba mucho camino por recorrer, pero algo los llamaba a seguir adelante: Clint y Natasha. Y entonces seguirían todavía más adelante, por Bruce.


El camino fue tortuoso para los cuatro. Loki, que no tenía heridas físicas pero sí emocionales iba tan agotado como los otros tres. Quiso curarlos, pero su magia estaba débil. Debía esperar y confiar en la fortaleza de los demás.


Después de lo que parecieron horas al fin divisaron el principio del puente. Las aguas del río debajo de ellos se mecían mansas, el aire comenzó a ser más puro y todos lo jalaban a bocanadas para soportar. Tony se detuvo sin embargo abruptamente.


"¿Dónde están?", inquirió con premura.


Los cuerpos de Clint y Nat no estaban. Steve lo soltó y avanzó más rápido, escaneando a su alrededor en busca de los espías.


"Tardaron mucho."


Y respiraron tranquilos. Clint y Natasha yacían junto al nacimiento del puente, abrazados para seguir soportando el frío. Sus sonrisas vacilaron cuando vieron los cuerpos maltrechos de Tony, Steve y Thor… y Loki no se veía muy fresco que digamos.


"Estamos bien. Por favor, vayámonos de aquí", se quejó Tony.


"No sabía que fueras tan quejica, Tony", sonrió Natasha levantándose para recibir al millonario y plantarle un beso en la mejilla.


"¿En serio? Cuando enfrentes a un dragón, a miles de serpientes venenosas y al apocalipsis zombie, hablamos", refutó Tony, pero lo hizo con una sonrisa cansada.


Los espías no dijeron más. Clint se acercó a Loki y le ofreció un brazo, Thor en serio se veía exhausto. Loki lo pensó un segundo, pero al ver la determinación en el rostro del arquero se separó del rubio y se apoyó en el castaño.


"Gracias", susurró de tal modo que solamente Clint pudiera escucharlo.


"Estamos a mano", respondió él en el mismo tono.


Y si Loki había tenido una mota de duda, el gesto y las palabras de Barton la disolvieron por completo. Estaba en el lugar correcto, y había encontrado una familia de verdad.


Una vez los guardianes del puente se alejaron, las baldosas de oro se desvanecieron deshaciendo el puente. Escucharon entonces la risa ahuecada de Modgud, la giganta. Era su forma de decirles adiós.


La oscuridad seguía reinando y ahora seguían el camino por un instinto extraño, tal vez era su ansiedad de salir pronto de Helheim. El arc-reactor en el pecho de la destruida armadura daba una luz muy tenue que sólo alumbrara pocos metros.


Esperaban encontrar pronto a los Tres Guerreros y Lady Sif, y así fue. Volstagg reía fuertemente cuando llegaron hasta ellos. Sif corrió hasta Thor, pero él la alejó un poco negando con la cabeza y mirando de reojo a Loki, apoyado en Clint. Sif comprendió entonces, su príncipe había elegido y ella sólo esperaba que fuera la decisión correcta. Inclinó la cabeza hacía su príncipe rubio, luego hacía su príncipe pelinegro.


"Pudieron haberse ido antes", musitó Thor a Fandral, y éste sonrió divertido.


"Hubiera sido aburrido para un guerrero no luchar, Thor", contestó Hogun señalando en un rincón el cuerpo de Garm, el perro de cuatro ojos.


"No quiero saber cómo hicieron eso", comentó Tony con un quejido.


Ni siquiera tuvieron que llamar a Heimdall, el portal a Asgard se abrió ante ellos y la bruma despareció, la oscuridad menguó y la luz hirió sus ojos.


~*~


"¿Así que el Señor Bonny?"


Bruce asintió, recostado en una suave cama de plumas en la que se hundía, disfrutando de las caricias de la Reina Frigga.


"Me lo dio Teve. Por eso lo quieo mucho", balbuceó soñoliento.


"Entonces duerme para que pronto puedas volver con él y con tu familia", sonrió Frigga. Pronto Bruce la obedeció y se quedó profundamente dormido.


El día había sido muy interesante al estar al cuidado de ese pequeño humano. Para ella, aunque Bruce hubiese estado en su forma adulta, seguiría siendo un pequeño humano adorable.


Las puertas de la habitación se abrieron suavemente y Frigga posó su vista en una de sus damas de compañía.


"Mi señora, los príncipes y los guerreros han vuelto", anunció con una reverencia.


Frigga se levantó suavemente y miró a Bruce, no quería despertarlo cuando acababa de quedarse dormido pero…


"Será mejor que el pequeño humano los vea más tarde. No están en condiciones".


La reina miró un poco asustada a la otra mujer, pero cuando ésta sonrió levemente supo que no tenía que preocuparse de más. Estuvo segura desde el principio que Thor traería de vuelta a Loki sin demasiados contratiempos. Odín se lo había asegurado, y ella hubiera sabido de inmediato si alguno de los dos hubiera… Mejor no pensar en eso. Estaban en casa, y no sabía por cuanto tiempo; debía aprovechar tenerlos junto a ella una vez más, como antes, como cuando eran pequeños como Bruce.


Se reunió en el trono junto a Odín, que esperaba impaciente caminando de un lado a otro con los brazos en la espalda. Postura que repetía constantemente para acallar su preocupación o reflexionaba algo muy importante. Las puertas se abrieron al fin y ambos Reyes posaron la vista en quienes entraban.


Los Tres Guerreros y Sif lideraban la comitiva. Al hacerse a un lado aparecieron los príncipes y los guerreros humanos.


Frigga ahogó un gemido y Odín presionó sus puños escondidos. La reina corrió hacia Loki y Clint se lo entregó con una sonrisa cohibida (¡Hombre! Que después de haber visto cuanto había visto aun le impresionó el aura de aquella alta y hermosa mujer).


"Hijo mío", sollozó Frigga apretando a Loki entre sus brazos.


Y estaba otra vez esa dulce y dolorosa sensación. Loki se dejó abrazar por Frigga… su madre. En el abrazo desvió la mirada hacia Odín, sin saber muy bien cómo reaccionar frente a él. No estaba listo para otra batalla, menos una en la que las palabras eran el arma principal, no después de tantas heridas, rencor e injurias.


Odín le sostuvo la mirada unos momentos y después caminó resueltamente hasta Thor. Desenganchó su propia capa y con ella limpió las manos ensangrentadas de su hijo. Nadie dijo nada, los Vengadores porque no sabían qué decir en tales circunstancias ajenas a ellos, y los Aesir por respeto al acto de su Rey. Cuando Odín limpió las manos de Thor volteó su capa, del lado dorado, y se acercó a Frigga y Loki. Con la prenda cubrió los hombros de Loki, éste se encogió un poco en el cuerpo de su madre, temiendo todavía la fuerte mirada del Padre de Todo. Thor había dicho que Odín había perdonado, pero él conocía al Rey, él conocía su orgullo y nula misericordia… y entonces sintió desmayarse cuando Odín se unió al abrazo. Frigga sollozó de alegría.


"Eres digno hijo de Asgard", susurró Odín en su oído. Y Loki cerró los ojos y una mano temblorosa se posó en la espalda de su padre. Eso sería todo. Odín lo había perdonado.


Thor se acercó lentamente y se unió al nudo que era su familia sanguínea. Incluido Loki.


"No sé si interrumpir tan hermoso momento familiar merezca mi condena, pero necesito un baño urgentemente".


Natasha le dio una leve palmada en la cabeza a Tony por su imprudencia. Steve rodó los ojos y Clint se rió por lo bajo.


Frigga se separó del abrazo y le miró con una enorme sonrisa. Para sorpresa de los presentes, se inclinó en una leve reverencia.


"Bienvenidos a Asgard, valientes guerreros de Midgard. Los Aesir les estamos muy agradecidos por devolvernos a nuestros príncipes".


Las palabras de la Reina fueron suficientes para que los Tres Guerreros, Lady Sif y el resto de sirvientes que se habían acercado para ver a sus príncipes imitaran a la Reina y se inclinaran respetuosamente hacia ellos.


"Ok… ahora sí necesito ese baño", musitó Tony y sólo Steve lo escuchó.


~*~


Se preparó todo para la fastuosa cena en honor a los Príncipes y a los Guerreros de Midgard. Les habían asignado sendas habitaciones por parejas, Steve con Tony y Clint con Natasha. Ella estaba cruzada de brazos mirando la majestuosidad de aquella Tierra. Traía puesta una túnica femenina Aesir y la tela la volvió loca, era tan suave y cómoda.


Clint, vestido como los guerreros Asgardianos se le acercó por la espalda y la abrazó como tantas otras veces, besando sus cabellos pelirrojos.


"Estás impaciente", le dijo acercándose a su rostro para besarle una mejilla.


"Hicimos todo esto por él, por nosotros. Sí, estoy impaciente por verlo".


"¿Instinto maternal?", sonrió Clint girándola para quedar frente a frente.


Ella se encogió de hombros.


"Tú y yo ya probamos la suavidad de la cama en cosas de adultos, necesito un poco de su inocencia". Clint rió divertido acomodando los rizos rojos tras la oreja de la mujer que amaba. Ella volvió a hablar. "Tendrá que decidir, y tal vez ya no pueda volver a abrazarlo como puedo hacerlo ahora".


"La decisión que tomé será la mejor para él. Pero sí puedes seguir abrazándolo sea cuál sea".


"¿Y no te pondrás celoso?"


"¿Con Bruce? No, le vi el trasero muchas veces".


Natasha rió y se fundieron en un beso apasionado.


"Te ves tan sexy en esa túnica. Además es más fácil de quitar que el traje de la Viuda Negra".


"Ni lo pienses. Por poco y nos descubren antes".


"Aw"


---


Steve observaba dormir a Tony en la enorme y suave cama de la habitación. Si creía que no podría ver más lujo que en la Torre Stark se había equivocado. Todo en Asgard parecía hecho con los cristales más finos y las joyas más hermosas, aunque ciertamente el aura de paz que se respiraba en ese mundo era muy relajante. Igual que el gesto de Tony en esos momentos.


Se habían lavado en aguas especiales aromáticas y los curanderos de Asgard apenas si habían tenido trabajo curando sus heridas. Entonces Tony había caído en un sueño profundo que desmesuradamente necesitaba. Y lo había hecho desnudo y sin ningún pudor de por medio. Steve se había sonrojado al principio, era la primera vez que veía a Tony sin una sola prenda y la primera que él se mostraba ante su pareja de igual forma. En Asgard al parecer la desnudez no era nada extraordinario… bueno, eso no era extraño siendo que Thor dormía tal cual en la Torre antes de tener que vestirse para no ser indecente con Bruce.


Steve admiró cada centímetro de piel morena de Tony, salvo en puntos estratégicos convenientemente poblados de fino vello castaño. Los músculos marcados por propio esfuerzo de Tony. Las manos callosas producto del trabajo en el taller. Y su rostro perfecto a los ojos del rubio, las líneas de expresión que sólo le daban un toque de elegancia, las espesas pestañas que escondían esa chispa traviesa en los enormes ojos chocolate, la barba impecable que ahora volvía a lucir dándole esa personalidad indomable. Tony era perfectamente hermoso. O tal vez Steve estaba irremediablemente enamorado. No, bueno sí… pero Tony era hermoso.


Sonrió acomodándose en la cama con cuidado para no despertar al otro, aunque seguramente nada despertaría a Tony que al fin dormía después de semanas verdaderamente angustiantes y cansadas al cuidado de Bruce. Ahora ninguno debía preocuparse. Todavía no lo veían, pero estaba a salvo. Ya no había enfermedad en su cuerpo. Steve, y ninguno de ellos en realidad, sabían cómo funcionaba la magia de los frutos de Asgard, todos hijos de Yggdrasil, el fresno del Universo. Solamente sabían que no necesitaban preocuparse.


Aún faltaba un rato para la cena pues la aurora todavía no se reflejaba a través del ventanal, así que Steve decidió descansar también, uniendo su desnudez a la de Tony. El tiempo era, efectivamente, relativo en ese mundo. Para él habían sido días en aquél infierno, necesitaba descansar un poco. Y no podía tener mejor compañía.


---


Thor entró a la habitación de Loki, la misma donde Frigga había decidido que el pequeño Bruce descansara. Nadie había entrado ni movido nada desde que Loki fue desterrado.


El pelinegro tenía los ojos clavados en Bruce. El fruto dorado descansaba en un mueble tallado de finas maderas a un lado de la cama.


Thor tomó asiento junto a Loki y éste le miró con una pequeña sonrisa un momento, para volver a mirar a Bruce.


"Volveremos a verlo", le dijo Thor suavemente, comprendiendo el deseo de Loki por no separarse del pequeño.


"Lo sé, pero tal vez ya no así".


"Él es Bruce Banner. Pequeño o no, es él. Lo que hay ahí adentro no cambiará nunca".


"También lo sé, Thor", musitó Loki antes de ser tomado del rostro y besado suavemente.


"¿Me darás una respuesta? Padre ya dio su consentimiento, sólo falta el tuyo".


"¿Crees que después de todo esto iba a rechazarte? Entraste hasta el mismo infierno por mí… estúpido Thor".


Thor rió fuerte y Loki lo silenció con el ceño fruncido, pero su protesta fue acallada con otro beso. Cuando se separaron sintieron la mirada de los enormes ojos marrones de Bruce. Les sonreía de una forma adorable desde la cama.


"Lo despertaste…", riñó Loki.


"¡Oki!", gritó Bruce de pronto y se abalanzó hacia el pelinegro.


Y el corazón de Bruce se llenó de alegría al ver Loki, preguntó por los demás y chilló de emoción al saber que todos estaban ahí y que muy pronto los vería.


Y así fue. Bruce corrió a los brazos de Ony cuando lo vio en el pasillo camino al comedor, le llenó de besitos y le preguntó por qué lloraba, pero Teve (al que también se abrazó emocionado), le explicó que eran lágrimas felices. Por eso Bruce limpió con sus deditos las de Asha cuando ella casi le asfixia y casi se lo come a besos. Y luego Quint lo levantó en el aire dándole vueltas haciéndole reír.


La cena fue muy amena. A la cabeza los reyes de Asgard, al lado derecho los Príncipes y los Guerreros Aesir, y a la izquierda los Guerreros de Midgard y el pequeño Bruce.


Cuando se anunció el enlace de los Príncipes Tony tuvo que morderse la lengua para no soltar una de sus guarradas graciosas. Y cuando la llenadora y deliciosa cena terminó y ya habían bebido algo de aguardiente asgardiano -que sólo los dejó más contentos que unas pascuas-, fueron llevados para recorrer el palacio. Partirían a la Tierra al día siguiente, y no querían desperdiciar la oportunidad de conocer ese maravilloso mundo.


Thor y Loki se perdieron en algún momento del camino, pero a nadie sorprendió. Odín se mostró incómodo pero después de un susurro molesto de parte de Frigga claudicó y continuó con el paseo sin objeciones.


"Ni el mismísimo Padre de Todo se salva de los sermones conyugales. Espero que no seas así, ya es suficiente con tu alta moralidad para hacerme sentir cucaracha", le susurró Tony a Steve.


El rubio rió pero pasó un brazo por encima del hombro de Tony.


"Sermones conyugales… ¿Me está proponiendo matrimonio, señor Stark?", preguntó con una enorme sonrisa.


"Ni lo sueñes, capi-paleta. El matrimonio no es para mí"


"Entonces debo suponer que tendré la libertad de visitar a Cassie en el restaurante…"


"El que el matrimonio no sea para mí no quiere decir que puedes estar de chino libre con cualquier…"


"Me encanta verte celoso", zanjó Steve para plantar un rápido beso en los labios de Tony. Tony sólo gruñó.


Bruce parecía cotorra preguntando y asombrándose de las cosas que Clint y Natasha le contaban, estaba en brazos del arquero, escuchando la historia de un perro de cuatro ojos, una giganta y dragones. Parecía lo que era ahora mismo: un niño pequeño adorable y sin miedos. Natasha reía con él cuando refutaba las exageraciones de Clint. Volvía a vivir su ilusión junto al hombre que amaba y al pequeño que adoraba. Pero aquello podría no quedarse en una ilusión. Mientras esperaban a los demás bajo el puente de oro en Helheim ella y Clint se hicieron muchas promesas si salían vivos de ahí. El temor a perderse les había roto cualquier coraza externa; no desperdiciarían más sus vidas. Estaban juntos, tenían una familia y tenía la posibilidad de formar una propia. El tiempo decidiría eso, pero mientras tanto simplemente vivirían.


---


"No me gusta venir aquí, Loki"


Loki suspiró y se encaminó más adentro, mirando las columnas y paredes que fueron únicos testigos de lo que había pasado entre ellos hacia mucho tiempo. Tanto que el hechizo de memoria se había esfumado de su mente como de la de Thor.


"A mí tampoco. Pero quiero comenzar lo que hay entre nosotros ahora bien. Quiero… como dicen en Midgard, un borrón y cuenta nueva. Si quiero pasar el resto de mi vida contigo necesito perdonar y que me perdones".


"Yo no tengo ya nada que perdonarte…". Thor se interrumpió cuando vio el brillo en los ojos verdes de Loki. Él necesitaba ser perdonado, comprendió entonces.


Se acercó al pelinegro y comenzó a besarlo sin prisas y sin desenfreno. Estaba dispuesto a borrar cada torpe caricia de antaño, cada rasguño hecho con sus dientes, cada caricia salvaje de sus manos. Manos que recorrieron el cuerpo de Loki, que despojaron cada prenda con delicadeza, que desprendieron su propia capa para deslizar ambos cuerpos sobre ella.


No giró a su prometido esta vez. Lo mantuvo bajo su cuerpo caliente y lo arropó con su aliento; miró esos ojos perdiéndose en ellos, se grabó cada gemido y cada mueca de ese rostro. Y lo hizo suyo por completo. Y se entregó de igual manera. Como prometió, Thor borró cada lágrima, cada sufrimiento y cada decepción. Porque esta vez hicieron el amor.


~*~


Bruce soltaba lágrimitas mientras se aferraba al cuello de Loki. Tenían que volver a la Tierra y ni Thor ni Loki regresarían con ellos por ahora. Thor no iba a heredar el trono todavía, pero tenía que presentarse ante otros reinos en nombre de Odín y comenzar a tomar un papel importante en Asgard. Ahora más que nunca porque pronto tendría un trono y un rey que gobernaría a su lado. Suponían que serían visitas de protocolo y alianzas, además de anunciar que pronto Jotunheim y Asgard estarían más que unidos.


"Volveremos pronto, Bruce", susurraba Loki en la orejita de Bruce, que sólo negaba con su cabecita y se aferraba más a Loki.


"O ustedes pueden venir a Asgard cuando quieran, esta es su casa", añadió Thor acariciando los rizos. Bruce le miró y alzó sus bracitos hacia el rubio que lo tomó y lo abrazó también, escuchando entristecido las negativas del pequeño. Quería que volvieran con él y los demás.


Loki aprovechó para acercarse a Tony y le entregó una bolita de cristal, como una perla transparente que al tacto era fría como el hielo.


"Es para Lady Virginia. Dile que es de mi parte y es un regalo especial".


"Pepper, ella odia que le digan Lady", sonrió Tony.


Loki correspondió a la sonrisa y luego miró a Steve, Clint y Natasha.


"Es la única vez que lo diré, así que grábenselo es sus duras cabezas midgardianas: Gracias".


Clint le dio un golpe nada suave en el hombro, Steve le apretó el otro hombro y Natasha le dio un beso que dejó a Loki con una ceja alzada.


"Gracias a ti, Cuernitos", agregó Tony pasando una mano por sobre el casco con dichos cuernos. "La Torre también es su casa".


"Ya basta, pequeño", dijo Frigga acariciando una mejilla húmeda y sonrosada de Bruce. "Recuerda que eres un guerrero muy valiente y que aún debes tomar una decisión".


Bruce sorbió por la nariz y miró el fruto dorado en sus manitas. Dejó que Frigga le regalara un tierno beso en la mejilla y él se abrazó una vez más a Thor. Entonces asintió y permitió que Thor le bajara al suelo.


Loki se agachó hasta su altura y le abrazó susurrándole de nuevo esas palabras que estaban ya en el corazón de Bruce.


"…Siempre…"


Bruce sonrió y besó la mejilla de Loki. El príncipe le tomó otra vez y pronunció con suavidad unas palabras en idioma Asgardiano. En un momento Bruce cerró sus ojitos y el fruto resbaló de sus manos, pero fue atrapado por Steve. Habían concertado que Bruce no estuviera despierto para viajar; era un viaje rudo y además necesitaba un poco más de tiempo para decidir qué hacer al morder el fruto. Natasha suspiró y recibió de Loki el cuerpecito de Bruce, lo acomodó en sus brazos como si de un bebé pequeñito se tratara y rozó con su mejilla la de Bruce; quería grabarse el suave tacto de esa tierna piel para siempre.


"En nombre de mi esposo y el mío, y el de todos los Aesir, ha sido un honor tenerlos entre nosotros", concluyó Frigga. Odín, a su lado, se limitó a inclinar la cabeza.


"Si lo consideran prudente, es hora", habló Heimdall.


Los Vengadores se despidieron de los Aesir prometiendo volver y haciendo prometer a Thor y Loki que volverían a Midgard tan pronto como pudieran.


~*~


Pepper Potts se incorporó impaciente en la cama de la habitación de Bruce en la Torre. No quiso pasar más tiempo en el Helicarrier. Phil se comprometió a cuidar de ella y junto con Happy y Jarvis lograron que se sintiera mucho mejor después de la cirugía.


En la Tierra había pasado una semana y cada día había sido una tortura para ella debido a la preocupación. Tenía fe, pero eso no impedía que su mente imaginara escenarios terribles. Phil y Happy la consolaban diciéndole que estaban hablando de los Héroes más Poderosos, tal y como ella los había bautizado.


Hacía diez minutos que el Helipuerto se había iluminado con un resplandor arco iris y solamente porque Phil casi la taclea no salió corriendo imprudentemente de la habitación con todo y suero.


Su corazón palpitaba a cien cuando Tony y Steve entraron en la habitación, Happy los había recibido y les actualizó la situación de Pepper. Tony fue el primero en abalanzarse hasta ella y besarla en la frente. Su amada Pepper estaba bien y ya no había nada más que pudiera pedir. Steve besó su mano de nuevo y ella acarició la barbilla del rubio.


Y entonces entraron Clint y Natasha, ella con Bruce en sus brazos. Saludaron a Pepper con entusiasmo y Natasha depositó a Bruce -todavía dormido- en la cama a su lado. Y Pepper simplemente no pudo llorar esta vez; creía que se ahogaría en llanto de puro alivio al ver a Bruce con vida, pero simplemente las lágrimas no salieron. Estaba feliz, muy feliz.


"¿Dónde están Thor y Loki?", preguntó ella asomándose a la puerta, como esperando que los Asgardianos aparecieran de pronto. Su sonrisa se borró de golpe.


"Ellos están bien", explicó Steve antes de que ella se asustara pensando lo que no era. "Pero ahora están comprometidos y necesitan quedarse un tiempo en Asgard. Volverán."


"¡Awww!"


La exclamación provocó que todos se giraran a mirar a Phil Coulson. El Agente se había sentado en la orilla de la cama y miraba a Bruce con una sonrisa bobalicona.


"¿Qué? Mini Doctor Banner es adorable", explicó con los brazos cruzados, un poco avergonzado por su exclamación.


"Vamos, vamos. Dejemos descansar a Pepper", instó Clint rodando los ojos por la actitud de Phil. "Y yo francamente tengo hambre, muero por una hamburguesa con mucho tocino y queso".


Todos salieron de la habitación menos Tony. Natasha sin embargo se quedó un momento en el umbral, mirando la figurita de Bruce. Pronto suspiró sonoramente y salió.


"¿Fue tan épico como imagino?", preguntó Pepper a Tony.


"Yo lo describiría como terrorífico pero esclarecedor al mismo tiempo", respondió Tony. "Ya te contaremos con detalle. Por lo pronto, Cuernitos no se olvidó de ti, te envió esto". Tony sacó la perlita de vidrio y se la entregó a Pepper.


Ella la miró con una sonrisa pero el ceño fruncido. Y de pronto la perla se iluminó y tornó a un azul pálido, exactamente igual al azul en el que la piel de Loki se teñía en su forma Jotun.


"Tony…", balbuceó Pepper cuando de la perla se extendió el haz de luz hasta su cuerpo. Se llevó una mano hasta su estomago y entonces ya no sintió el más mínimo malestar.


Tony se apresuró a descubrir la bata de seda en la que ella estaba envuelta y miró asombrado que la cicatriz de la cirugía ya no estaba, la nívea piel de Pepper estaba intacta. Ella se deshizo de las vendas que cubrían sus muñecas laceradas y descubrió asombrada que las marcas también habían desparecido. En la perla estaba la magia curativa de Loki.


"Pff… Lo dicho, tendré que regalarle algo para Navidad a Cuernitos. Y debes ser genial para superar todo esto", dijo Tony todavía un poco asombrado.


Ella rió y le pidió a Tony que le ayudara a desconectar el suero. Cuando Tony vio el cansancio post emocional en Pepper decidió retirarse, tenía una noche larga por delante con Steve y no le dejaría escapar. Colocó el fruto dorado en la mesita de noche, besó la mejilla de Pepper y se acercó a Bruce para besarle los rizos. El pequeño se removió entre sueños y quedó con la carita de frente a la pelirroja.


"Avísanos cuando muerda esa cosa", le musitó a Pepper antes de marcharse.


Ella se acomodó también frente al rostro infantil de Bruce. Tomó el fruto y lo dejó a un lado del pequeño; si tenía que tomar una decisión sería pronto. Por primera vez desde que Bruce se convirtió en un niño estaba dispuesta a dormir con él. Le acarició hasta que se arrulló a ella misma con el suave movimiento…


"No importa lo que decidas, Bruce. Siempre estaré aquí, te lo prometo", musitó quedito y se quedó dormida.


En algún momento de la noche Pepper se despertó y apenas abrió los ojos. En la almohada a su lado yacía el fruto dorado, y ella pudo distinguir la pequeña mordida a un costado. Se incorporó lentamente acostumbrándose a la oscuridad y notó que Bruce no estaba en la cama.


Pepper tragó en seco y giró lentamente su cabeza hasta el alféizar de la ventana. Ahí estaba Bruce, que apretaba su conejo de peluche...


 

Notas finales:

Vale, me había prometido a mí misma que iba a terminar este fic antes de que se estrenara Avengers 2, y como ya se estrenó aquí está.

El epílogo vendrá pronto porque todavía quedan algunas incógnitas.

De  nuevo, millones de gracias por su paciencia y por sus hermosos comentarios y palabras de aliento. Ya saben que las y los amo con todo mi corazón de pollo.

Y si no corrieron ya a ver la pelí... ¡corran ahora! Esta maravillosamente genial!

Mil besotes!!!!

Látex.


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