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Amistad Perdida, Amor Realizado por RozenDark

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Notas del capitulo:

Bien aquí les traigo el último capitulo de esta corta historia y se que es triste jeje pero ya pronto traere mas historias, de hecho estoy por iniciar un Todos*Yumoto y espero contar con su apoyo jeje
Los personajes de Binan koukou chikyou bouei bu love son de sus respectivos autores  y los demás de mi entera autoria.
Y sin más que decir les invito a leer ^3^/

"El Fruto del Amor"

 

~.°.~.ღ.~.°.~

 

Esos dos meses pasaron rápidamente, ya todo estaba listo para la ocasión, en aquella iglesia se encontraban solo familiares y uno que otro amigo, tanto de los padres como del castaño y aunque le preguntaron al peli azul por sus amigos, este alegaba que estaban ocupados, claro que la verdadera razón del esa respuesta la sabia En, quien apoyaba la decisión de su futuro esposo.

Frente al padre estaba Yufuin En, el cual se veía tan apuesto con su elegante traje blanco y su cabello castaño peinado de modo que estaba hacia atrás, claro que el castaño no pudo evitar abrir la boca y sonrojarse al ver llegar al doncel con el que compartiría su vida entera, el peli azul se veía tan hermoso con aquella yukata blanca con una que otra tonalidad dorada, su cabello que aunque estaba corto se veía tan brilloso y sedoso, pero lo que se moría por ver era aquel fino rostro, que aunque no se veía por culpa de velo blanco, pero de algo estaba seguro y eso era que Atsushi se veía hermoso.

Cuando el peli azul llego hasta quedar frente al castaño, este le tomo con suma delicadeza la mano y juntos viraron a ver al padre. El padre dio su habitual discurso y al fin llego a la parte donde preguntaba a los novios.

                                             

—Yufuin En, ¿acepta a Kinugawa Atsushi como su legítimo esposo, para amarlo y protegerlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? —, preguntó el padre mientras veía al castaño.

— ¡Aceptó! —, dijo con seguridad mientras veía con amor al doncel.

—Kinugawa Atsushi, ¿acepta a Yufuin En como su legítimo esposo, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? —, preguntó el padre mientras veía al peli azul.

— ¡Si...si aceptó! —, dijo completamente seguro de su decisión mientras veía al castaño.

—Si esa es su decisión, los declaro marido y doncel. —Declaro el padre con una sonrisa —. Puede besar a su esposo —, dijo con picardía mientras veía al castaño.

 

El castaño levanto aquel velo que cubría el rostro de su ahora esposo y al hacerlo se sonrojo, su esposo se veía hermoso, claro que a él no le importaba si su doncel tenía lentes o no, pero al parecer su esposo quería que viera todo su rostro y por eso uso lentes de contacto. Tomo con delicadeza el fino rostro y ambos cerraron aquel hermoso pacto con un dulce y tierno beso, recibiendo aplausos y gritos por parte de los pocos invitados.

 

~ღ~

 

La fiesta se celebró en la mansión de la pareja, regalo de los padres de ambos, hubo de todo, pero los novios ya querían ir a pasar su luna de miel en Hawái, pero sus padres no los dejaban irse. Claro que después de horas llego el momento de partir, ambos novios ya vestidos para la ocasión estaban despidiéndose de sus padres e invitados.

 

—En-kun, por favor cuida de mi hijo, recuerda que te estoy dando mi más preciado tesoro —, dijo el peliazul mayor mientras abrazaba al castaño.

—No se preocupe Kinugawa-san, le doy mi palabra de que cuidare de mi esposo —, dijo el castaño con una sonrisa.

 

Después de esa emotiva despedida los novios partieron hacia donde sería su tan ansiada noche de luna de miel.

 

~ღ~

 

Fue un largo viaje, pero valió la pena, ya habían llegado al lugar donde se alojarían por tres meses, un lujoso hotel que para su suerte estaba cerca del mar, al parecer sus padres querían lucirse, porque se encargaron de que su habitación tuviera vista directa al mar, además de dejarla lista para su primera vez.

En la cama había un gran corazón hecho con pétalos de rosas rojas, habían velas aromáticas ya encendidas y en la mesita de noche, dos copas y un vino rojo para la ocasión, cabe decir que los recién casados se sonrojaron por aquellos hermosos detalles que sus madres tuvieron, porque estaban completamente seguros de que eso sus madres lo prepararon.

 

—Muy lindos detalles –, susurró el peli azul completamente sonrojado.

—Sí, nuestras madres se lucieron —, susurró el castaño algo nervioso, pero al ver a su doncel, supo que, aunque el estuviera más que dispuesto a hacerlo suyo tendría que aguantarse y esperar a que su doncel estuviera listo —. Atsushi...si tu no quieres no es necesario, después de todo tenemos toda la vida —, murmuró con sinceridad.

—Atsushi se sonrojo, vio el rostro del castaño y supo que decía la verdad, claro que el sí quería consumar su matrimonio, pero también estaba nervioso, era normal, después de todo era su primera vez, pero le daría el gusto a su esposo —. En-chan, yo sí quiero hacerlo...no porque me sienta obligado, sino porque quiero sentirte de una forma más íntima...quiero que nos amemos mutuamente —, respondió sincero y complementos sonrojado.

—En se acercó a Atsushi y con sus dedos dio una suave caricia al fino rostro de su esposo —. ¿Estás seguro? —, preguntó con algo de nerviosismo.

—El peli azul puso su mano sobre la de su esposo —. Si...estoy completamente seguro —, afirmó con una sonrisa.

—En sonrió levemente —. Entonces será mejor comenzar At-chan —, dijo sonrojado y sonriente.

—Sí, En-chan —, dijo el peli azul con una sonrisa.

 

~ღ~

 

Ambos se encontraban ya en aquella espaciosa cama, los pétalos de rosa ya habían sido esparcidos por el constante movimiento, la habitación apenas era iluminada por la hermosa y resplandeciente luz de la  luna llena, que estaba en el punto exacto para dar con todo su esplendor.

El castaño comenzó a repartir suaves besos por todo el rostro del peli azul, cosa que hacía sonrojar y suspirar al doncel, claro que después de un rato el castaño se aburrió y con una gran desesperación se quitó la camisa blanca que traía y la arrojó lejos, sin duda aquel hermoso rostro sonrojado lo había hecho entrar en un terrible calor, el cual le encantaba sentir. Volvió a acercarse a los labios de su esposo y lo beso de una manera casi desesperada, pero no por eso menos cariñosa. Claro está que para ambos aquel beso se hizo nada, el castaño mordió suavemente el labio inferior del peli azul y este en un auto reflejo abrió la boca para liberar un gemido lleno de sorpresa, cosa que el castaño aprovecho para introducir su lengua en aquella cálida cavidad bucal.

Una batalla de lenguas se formó, ambos eran inexpertos, pero por alguna razón entre ellos eran unos maestros en ese tipo de besos. Sentían que eso no era suficiente, En poso sus manos en la cintura del peli azul para atraerlo aún más, mientras que Atsushi paso sus brazos alrededor del cuello del castaño, tan fogoso y apasionado era el beso, que ni se dieron cuenta que algo de saliva comenzó a escurrir hasta llegar a sus barbillas. Después de varios minutos besándose de una manera tan apasionada, ambos se separaron por la falta de oxígeno, dejando un fino hilo de saliva como puente, uniéndolos aun después de haberse separado, ambos estaban completamente agitados y sonrojados, además de mirarse el uno al otro de una manera lujuriosa y ansiosa.

Esa simple mirada hizo que perdiera el poco autocontrol que poseía, con algo de impaciencia y desesperación le quito las ropas a su doncel hasta dejarlo como dios lo trajo al mundo, cosa que hizo que tragara duro, con una desesperación se quitó su propia ropa, poniéndose nervioso el mismo y a su doncel. El castaño comenzó a besar y dar leves mordidas en aquel delicado y blanco cuello, quería que todos supieran que ese hermoso ser era suyo y siempre lo sería.

 

—¡Oh! En-chan...apresúrate —, gimió completamente cegado por el placer.

—El castaño sonrió apenas —. Tranquilo Atsushi, que no planeo dejarte así —, susurró al oído de su esposo de una manera sensual y seductora.

 

Dicho esto, el castaño saco de un cajón de aquella mesita de noche un bote de lubricante, recordando las palabras de su pervertida madre, "En-chan, recuerda que el lubricante está en el primer cajón y que lo necesitaras para no hacerle daño a Atsu-chan", al principio no entendió nada, pero ahora que estaba en aquel acto lo recordó y dentro de sí le agradecía a su madre.

Con cuidado puso al doncel boca abajo y chorreo bastante de aquel líquido en la parte trasera de su esposo, el cual gimió al sentir el frio líquido. Ya cuando vio que era suficiente, se mojó tres dedos con el lubricante y comenzó a besar la espalda del peli azul para tranquilizarlo.

 

—At-chan voy a prepararte, pero si sientes dolor alguno por favor házmelo saber y me detendré —, advirtió con preocupación.

—No te preocupes...tu solo sigue —, susurró el doncel de manera nerviosa.

 

En asintió y metió uno de sus dedos, cosa que le dolió a Atsushi, pero se mordió el labio para que su esposo siga hasta el final. Después de un rato el castaño metió el segundo dedo haciendo que el peli azul gimiera pidiendo más, cosa que hizo que sonriera y comenzará a mover sus dedos como si fueran tijeras, claro que después de un rato metió el tercer y último dedo y comenzó a simular embestidas, cosa que hacía que At gimiera y suplicara por más.

Pasaron unos minutos y cuando sintió que su esposo ya estaba listo saco sus dedos y lo volteo para que quedara boca arriba. Ambos se miraron a los ojos y con eso En supo lo que tenía que hacer. Dirigió su grande y muy bien dotado miembro a la virginal entrada de su esposo y puso a penas la punta haciendo que el doncel cerrará los ojos y ponga una expresión de dolor, cosa que preocupo al castaño.

 

—Voy a parar —, susurró el castaño con preocupación.

—No...Sigue...quiero que continuemos hasta el final —, susurró el peli azul de manera entrecortada.

 

El castaño asintió y como vio que entrar lento no era la mejor opción y aumentaba el dolor de su esposo, entro de una rápida y certera estocada, la cual saco al doncel un grito de dolor y placer.

 

— ¿Estas bien? —, preguntó con preocupación.

—Si...solo no te muevas aún —, respondió con dolor.

—El castaño tomo la mano de su esposo y luego le dio un suave beso en la frente —. Esperaría toda la eternidad por ti —, dijo con sinceridad.

 

Aquellas palabras fueron suficientes para que At perdiera aquel tormentoso dolor, así que para satisfacer tanto a su esposo como a si mismo comenzó a mover sus caderas, haciendo que En también comenzará a moverse sin parar.

 

—Oh!...En...ve más rápido —, pidió entre gemidos, cegado completamente por el placer.

—Lo que me pidas —, respondió el castaño con excitación.

 

Las embestidas se hicieron más profundas, rápidas y certeras, tanto que hacían gritar a ambos del placer. Dentro y fuera, una y otra vez, ruidos llenos de obscenidad, solo eso había en aquella habitación. El ruido de aquellas pieles chocando una y otra vez con descaro, el sudor de ambos cuerpos brillando como perlas y la luna como fiel testigo de aquella entrega de amor mutuo.

El final estaba cerca, ambos lo sabían, el castaño tomo con su mano libre el desatendido miembro de su doncel y comenzó a masturbarlo a la par de las embestidas.

 

—Ahhh...En ya voy...ahhh! —, no pudo terminar de hablar porque había terminado justo en medio de su abdomen y el de su esposo.

—Al sentir aquella entrada contraerse, no pudo evitar correrse dentro de su esposo —. Estuviste genial At-chan —, susurró con una sonrisa mientras salía con cuidado del interior de su doncel.

—Gracias...tú también En-chan —, susurró con cansancio, sus ojos ya estaban cerrándose —. Tengo sueño —, murmuró quedándose dormido en el acto.

—El castaño sonrió y beso suavemente a su esposo —. Buenas noches mi amor —, susurró para después cubrirse junto con su esposo y quedarse dormido.

 

Ambos tuvieron aquella mágica y ansiada primera vez y muchas más llegarían en esos tres meses de luna de miel, claro que tan ocupados estaban amándose que olvidaron cuidarse, claro que eso no era malo, al contrario, eso solo les daría uno de los mejores regalos y bendiciones que podían pedir.

 

~ღ~

 

Un año y siete meses pasaron, tanto los esposos como sus padres veían emocionados al pequeño doncel de dorados y ondulados cabellos, ojos brillosos y llenos de vida de un hermoso color rojo como el carmín y una piel blanca y delicada como la fina porcelana. Y como no estar tan emocionados, si el pequeño bebé de casi un año iba a decir su primera palabra.

 

— ¡Kyaaaa mi lindo Yumo-chan está a punto de llamar a sus abuelas! —, hablo emocionada la rubia.

—Claro que no, mi lindo nietecito llamara a sus abuelos —, se quejó el mayor de los castaños.

—Estoy segura que Yumo-chan nos llamara a Ami-san y a mí —, alegó la peli gris con una sonrisa llena de emoción.

—El peli azul mayor negó con la cabeza, por alguna razón tenía un peluche con forma de un wombat rosa en su mano —. Lo dudo Yumi...mi nieto dirá abuelos.

—Padre, madre nuestro hijo dirá papá, eso es lo más obvio —, dijo el castaño menor con orgullo.

—En-chan, se te olvida que Yumoto también podría decir papi —, se quejó el peli azul menor para después fijar su vista en el peluche que su padre tenía —. A todo esto, padre, ¿por qué traes ese extraño peluche? —, preguntó con intriga.

—Es parte de mi colección de animalitos tiernos y créeme que me costó mucho conseguirlo —, explicó el mayor muy apenado.

 

A todos les salió una gotita de sudor en la frente, sin duda el Kinugawa mayor nunca cambiaría, pero lo que lo saco de sus pensamientos fue la voz del bebé.

 

—Ya va a hablar...mi bebé dirá su primera palabra —, dijo el peli azul con una sonrisa.

—Vamos Yumoto, di papá o papi —, animó el castaño con emoción.

 

El pequeño se veía tan tierno haciendo pucheritos, sus mejillas se sonrojaban por el esfuerzo y sus lindos ojos brillaban con intensidad mientras veía con insistencia a alguien que los adultos ni tomaban en cuenta.

 

—At...at...at! —, el pequeño a penas y decía algo, pero lo que los presentes nunca olvidarán es aquel gracioso momento —. ¡¡WOMBAT!! —, grito emocionado el infante mientras movía sus manitas con dirección al peluche que su abuelo tenía.

— ¡¿Wombat?! —, preguntaron todos sorprendidos, al parecer aquel peluche les había ganado.

 

Al final, Kinugawa Ren tuvo que regalarle el peluche a su lindo nieto, el cual sonreía y abrazaba al que sería su fiel acompañante.

 

~ღ~

 

Seis años, ese fue el total de años que paso a lado de su amado esposo, los seis años más maravillosos y de los cuales no se arrepentía, eso se lo dejo muy claro a Kusatsu Kinshiro, al que una vez fue su único amigo y amor, pero ciertamente no se arrepentía de su decisión, al contrario, agradecía aquella ruptura, porque gracias a eso ahora tenía una maravillosa vida de la cual no se arrepentiría por nada del mundo.

 

—Te amo En-chan —, susurró el doncel con un lindo sonrojo.

—Yo también te amo mi lindo At-chan —, respondió sincero el castaño mientras acomodaba mejor a su pequeño hijo, el cual se encontraba durmiendo en sus brazos.

 

Sin duda alguna Atsushi estaba feliz junto a su amado esposo y su pequeño y travieso hijo, era feliz y así se quedaría y aunque su ex-amigo sufrirá su abandono el no cambiaría por nada del mundo su decisión.

 

 

FIN…ž°~

Notas finales:

Espero que les haya gustado y si pueden me lo hacen saber, tambien me gustaria saber que pareja quieren para mi fic Todos*yumoto, ya saben, con quien quieren que se quede yumoto
Otra cosa, si a alguien le gusta kyou kara maou pues hace poco subi un one-shot llamado "El Ángel Durmiente", por si les interesa
En fin nos seguimos leyendo
Chau chau (*_-)/


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