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Detalles por -Raiden-

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Notas del capitulo:

Después de estar tan enferma... y decirme que descansara... Lo primero que hago es actualizar...

Muy bien, tengo una buena y una mala.

La mala: es que... decidi tomarme un tiempo para mi.

La buena: que no dejare los fics, es más estare mas enfocada en ellos, lo que significa que terminare todos los pendientes y subire nuevos.

Bueno... no se si les interesa... pero ya lo puse.

En fin... me encante con este fic y ya hasta tengo el final. Subire los ultimos cap cada tercer dia. 

Oh si! KenmmaxD~san espero que te guste ^^

 

 

Law no podía para de gemir con fuerza…

 

-¿Así te gusta Law? - pregunto Kid antes de besarlo con ganas.

 

La respuesta del moreno no llego de forma convencional.

 

Sus palabras quedaban en jadeos ahogados en los labios del pelirrojo, sus manos tocando en el aire por la presión sobre sus muñecas casi dejándolas inmóviles, siendo sometidas mínimamente.

 

-Ah… Creo que así te gusta más… - la voz de Kid sonaba aun más grave haciendo un movimiento con su cadera.

 

-¡¡Aaahhh!! - gimió Law abriendo los ojos al máximo dejando salir algunas lagrimas de placer.

 

La nueva posición en la que estaban en la desecha cama era una demasiado erótica para el menor, y solo podía dejarse hacer esperando el nuevo orgasmo que pedía salir a gritos de su ser por tanto placer.

 

Ambos arrodillados en la cama, con Kid detrás de Law sintiendo su delgada figura en su torso, sus pálidas manos aprisionando las muñecas del moreno para poder agarrar ese impulso cuando lo penetro de nuevo.

 

La lubricación de su semen, le hizo adentrarse con más facilidad pero seguía siendo tan estrecho como al principio.

 

Law solo podía arquear la espalda dejando su cabeza reposar en el hombro de Kid, intentando respirar con desesperación, siendo alimentado por los besos de él, y gozando de todo eso.

 

Había descubierto que… así le gustaba más.

 

Un extraño sometimiento que solo lograba el pelirrojo, y es que el odiaba que le quisieran imponer cualquier cosa, incluso su familia sabía eso, pero Kid le domaba con una facilidad aterradora.

 

-Estoy en mi límite… Law…  - se había corrido más de cinco veces dentro de él, esta sería la sexta vez en esa mañana.

 

-Ahh… Kid… por favor… - el menor quería que le tocara una vez más para correrse con él, duplicando el número de orgasmos que su enamorado pelirrojo le había ofrecido producto de esa sesión de fantasía erótica matutina.

 

Ya conocía el lenguaje de su cuerpo, de su esencia misteriosa para deslizar su pálida pero aún caliente mano sobre sus costillas, acariciando su ombligo y llegar hasta su polla desatendida pero totalmente húmeda por más placer.

 

-Quiero estar contigo así por siempre Law… - declaraba Kid para empezar a masturbarle lentamente, aumentando el ritmo de sus dedos sobre su pequeño glande. - Quiero que solo pienses en mi… y en como mi polla se mueve en tu hermoso y apretado culo… - esas palabras sucias y burdas definían los sentimientos del pelirrojo que no sabía expresarlos de una mejor forma que esa.

 

Ya estaba enamorado de Law…

 

La velocidad de sus caderas aumento con fuerza para sentir las casi pequeñas manos de Law sobre su cabello rojizo que caía descuidadamente sobre su pálida frente. El orgasmo ya estaba muy cerca para ambos.

 

-K-Kid… yo… quiero… Mmm… ¡Aahh! - apenas podía articular palabra alguna cuando no le dejaba recuperarse de toda sensación que le regalaban sus palabras, sus manos, sus embestidas tan perfectas dentro de él, y solo gemía su nombre más y más alto.

 

Lo que el pequeño moreno quería decirle con fervor, era que el mismo quería que el pelirrojo se quedara con él, se quedara en su vida, en su casa con él, que disfrutara todo el tiempo de su presencia que nunca le molesto pero que se había vuelto necesaria para vivir…

 

Su nueva dosis de locura… de un primer amor…

 

-¡Kid!

 

-Joder…

 

El nuevo orgasmo llego desesperado con fuerza.

 

Una vez más su caliente semen baño su apretado interior con fuerza, impregnando su esencia hasta el último rincón, consumido por todo lo que deseaban…

 

Cayeron exhaustos sobre la cama, Kid sobre Law, sin lastimarlo y respirando agitados por el electrizante orgasmo, entrelazando sus manos con ese íntimo contacto que ahora los hacía sonreír al tiempo que intentando profesar las palabras que…

 

La puerta del cuarto abriéndose de par en par les dejo justo como estaban, sin moverse e incluso sin respirar por unos cuantos segundos, y dejando su mente en blanco para articular algo que los excusara de esa situación en la que estaban, pero ya era tarde.

 

-Vístete Eustass. Nos vamos. - era Smoker quien había entrado dando una patada a la puerta botando el pestillo con esa tremenda fuerza.

 

Les miraba sin rastro de vergüenza o pudor alguno, es más, su mirada no reflejaba nada, como si fuera un soldado muy bien entrenado en el ejército.

 

Y antes de que Kid o Law dijeran una sola palabra…

 

-No me hagas repetirme… ¡Ahora! - era una amenaza de algo, eso sin duda.

 

Kid se levanto con mucho cuidado bajo la atenta mirada de Smoker, sin dejar que nada lo que estaban haciendo le inmutara en lo más mínimo, ni siquiera cuando Law jadeo al sentir como salía de su cuerpo y enterraba su sonrojado rostro en la almohada.

 

Parecía alguien sin sentimiento, un hombre de hojalata.

 

El pelirrojo no decía nada, solo le limitaba a tomar su ropa no sin antes tapar con la sabana el pequeño y delgado cuerpo de su moreno, porque ya era suyo desde el momento en que se completaron en esa cama, viendo como estaba avergonzado pero solo por la mirada inquisitoria de ese hombre de cabello plateado.

 

-Oi… Smoker… Trafalgar y yo… - no pudo terminar de decir esas palabras que pedían a gritos salir de su pecho.

 

-No volverás a verle. - sentenció Smoker para darles la espalda caminando hasta la destrozada puerta.

 

-Eso no lo decides tu maldito… - esta vez fue la segunda vez que Kid se quedo callado repentinamente al ver al padre de Law ahí… en la puerta, mirándolos.

 

Dracule Mihawk… su padre, ese hombre que congelaba con su sola presencia estaba ahí de pie sin decir una sola palabra. Pero su mirada tan impotente, afilada como la de un halcón mortífero se situaba en su hijo, ignorando por completo a Kid.

 

Había regresado…

 

Sus pasos resonaron en la habitación del pequeño Law…

 

Quito la sabana con rudeza, para ver el marcado cuerpo de su hijo, ver lo que le habían hecho, como le habían profanado de la manera más sucia que existía, y seguir ahí sin decir una sola palabra.

 

-Pa-padre… Esto no es lo que piensas… Eustass-ya… Yo… - Law intentaba justificar todo el asunto en el que ahora estaba metido, pero de su pequeña boca ya no salió palabra alguna.

 

La mirada inquisitoria de su padre le calló repentinamente. Sabía que si decía otra palabra más, sufriría un castigo parecido a la muerte o algo tan similar que no sabría distinguirlo, un castigo ejemplar que le haría arrepentirse de a ver hecho lo que hizo.

 

Pero ni todos los regaños, golpes o encierros le harían cambiar sus sentimientos por Kid… jamás.

 

El pequeño moreno tapaba nuevamente su desnudez, ahora que Mihawk solo le miraba incomodándolo y avergonzándolo delante de aquellos dos, haciendo que tímidamente tomara la sabana manchada de su semen y del de Kid para cubrir su cuerpo. Quería detener el reflejo de furia que su padre deseaba sacar.

 

-Esto es lo que parece. Trafalgar y yo follamos. - no había nada más decir. Kid omito el pequeño detalle cuando el moreno le tomo de la mano intentando acallarlo, que no vertiera más gasolina a ese siniestro que solo crecía y crecía.

 

Los problemas eran la especialidad de Eustass Kid…

 

-Intente ser amable Smoker… Pero simplemente esto no se me da bien. - empezó a decir Mihawk para mirar al nombrado. - Le perdone cuando casi mata a mi primogénito, le ofrecí la oportunidad de redimirse… - se acerco a Law para acariciar su cabello oscuro de forma dulce pero su voz no lo era. - Y ahora… que has tomado lo que querías… Sera mejor que desaparezcas de mi vista. - termino por mirar a Kid de reojo haciendo que este tragara saliva crispado.

 

Eustass no había tenido un padre… no conocía el celoso amor paternal, pero estaba a punto de descubrirlo.

 

-Yo me encargare Dracule… Así, quedara borrada la deuda. – Smoker tomo del brazo a Kid para sacarlo de ahí pero el pelirrojo no estaba muy dispuesto a hacerlo.

 

No abandonaría a Trafalgar, no ahora que al fin había encontrado algo bueno, que le había entregado una parte de su fragmentada alma y viceversa.

 

No podía… simplemente ya no podía.

 

-No me iré a ningún sitio. - el pelirrojo se zafó del agarre de policía. - Si cree que solo quería eso de Trafalgar, es más idiota de lo que pensé. - aquellos ojos ambarinos amenazaban y desafiaban su mirada amielada de ese hombre. - Me quedare con Law… - su actitud posesiva ponía más clavos a la cruz que pronto cargaría.

 

Un detalle del cual le hubiera gustado saber antes…

 

-Veo que no valoras tu vida… Pero si valoras de la vida mi hijo tanto como dices… Te alejaras de él. - en ese momento Law se levanto de la cama aun con la sabana cubriendo parte de su cuerpo, cayendo delicadamente sobre su hombro, mostrando las marcas sobre su cuerpo para abrazar a su padre… a Mihawk.

 

Kid miro desconcertado cuando Law solo mordía su labio inferior intentando retener su llanto cuando la mano de su padre toco su hombro de forma delicada.

 

¿Qué tan malo era aquel hombre para controlar a su hijo y manipular a la gente así?

 

-Trafalgar… ¿Qué estas…

 

-Hora de irnos, Eustass. - Smoker volvió a tomarle por el brazo pero con más fuerza que antes, el momento de la despedida había llegado.

 

Y ninguno de los dos estaba listo para eso…

 

-¡Suéltame, con una mierda! ¡Trafalgar! ¡No te dejare! ¡Regresare! ¡Lo prometo! ¡Volveré por ti! - Kid forcejaba contra su voluntad al ser arrastrado por su guardia personal en esa tortura, el fuerte peligris.

 

Law alzó la vista para cuando Kid gritaba eso antes de verlo… por última vez…

 

Los ojos dorados de Kid reflejando el papel de caballero blanco que le rescataría de las brutales garras de su captor, y los ojos plateados de Law… reflejando la obediencia a su padre como siempre… Nunca le había odiado, hasta ahora. Mihawk había convertido todo eso en una guerra donde nadie ganaría.

 

-¡Joder! - gruño el pelirrojo cuando salió por la puerta casi cayendo para ver como Zoro estaba a unos cuantos metros de ahí.

 

El peliverde estaba escuchando todo desde una distancia prudente, analizando, controlando sus impulsos asesinos como le había enseñado su padre, porque el también quería borrarle a puños de la faz de la tierra.

 

Podía ver como el dolor empañaba el rostro del pelirrojo, la extraña tristeza de estar recorriendo el largo camino hacia una muerte próxima o algo parecido.

 

Zoro sabía que Smoker le estaba haciendo un favor al sacarlo ahí de esa manera, que le salvaría de ser torturado en la correccional de menores o en una institución mental donde la ética profesional era un mito.

 

Pero nunca imagino que Law… estuviera enamorado de Kid.

 

Aun de brazos cruzados y recargado en la pared ya recuperado del todo, no dejaba de apretar los dientes con fuerza, cuando paso a su lado.

 

No se miraron… ni se dirigieron la palabra. Al parecer eso salía sobrando.

 

 

 

-Puedo caminar solo. - a Kid no le gustaba que le tocaran de esa forma. El no era un criminal… al menos todavía no.

 

Ya estaban en el auto cuando le obligo a subir en el asiento de atrás con un brusco empujón.

 

-Coño Smoker… - gruño para sobarse el hombro una vez que estuvo dentro y ver como el mencionado entraba para encender el auto, poniéndose en marcha hacía algún lado.

 

 

 

Durante varios kilómetros no dijeron nada… hasta Smoker empezó hablar viendo la larga carretera.

 

-Solía trabajar para gente como Mihawk… Estaba con una rara familia llamada Donquixote… Siempre me llamaban cuando necesitaban deshacerse de alguien… - Kid le miraba a través del espejo retrovisor. - He de reconocer algo… A veces hace mucha falta gente como Mihawk…

 

-¿Por qué? - pregunto Kid al entender que Smoker no siempre fue ese policía bueno, tan incorruptible y hacía daño a la gente.

 

 -Por la gente como yo… - susurro molesto para detenerse en una estación de gasolina aparentemente abandonada.

 

-Así que es eso… - el pelirrojo cerró los ojos para suspirar. - ¿Me mataras ahora?- sonrió de un modo extraño que no sabría como reconocer.

 

A veces era un crio… y a veces actuaba como un adulto.

 

-Tiene una bocaza muy grande chaval… Pero yo no mato críos estúpidos que no saben cuando mantener la boca cerrada. - el policía solo miro por el espejo que parecía ser su único medio de comunicación sin llegar a lastimarse físicamente.

 

-¿Entonces… que? ¿Me dejaras en medio la nada como un jodido mártir? - ya se estaba desesperando. Le había prometido a Trafalgar que volvería y eso haría. Iría a por él, así tuviera que cruzar el maldito infierno de ida y vuelta.

 

-Eso sería el camino fácil Eustass pero le prometí a Bonney que te mantendría lejos de los problemas y eso hare. – salió del auto para que el menor le siguiera.

 

Algo estaba tramando…

 

Pero la verdadera interrogante que Kid tenía en su cabeza era que, si era algo bueno o malo.

 

-¿Qué mierda significa eso? -  quería saber de una buena vez lo que tenía en mente o entre manos… la incertidumbre estaba comiendo su cerebro con rapidez, y que no fuera muy paciente era algo característico de Kid.

 

Smoker no decía nada… Solo miraba el horizonte, esperando algo.

 

A los pocos minutos… Algo se acercaba con rapidez para quedar a varios metros de ellos, con dos personas dentro de aquel auto color azul quemado, que parecía ser un auto que servía al orden público en sus días de antaño, uno de sus dos tripulantes salía a paso lento.

 

El conductor…

 

Era un hombre rubio… su extraño peinado… más bien su cabello con esa curiosa forma de una… ¿Piña? Dejaba ver su mirada casi adormilada pero seria, y esta decía que no era buena idea molestarle con el estilo de su cabello.

 

Trajeado como si fuera un importante agente, se acerco sin rastro de felicidad, ni duda ni nada a Smoker y a Kid que solo estaba con el ceño fruncido.

 

Ese hombre rubio… era muy extraño.

 

-Phoenix… Cuida bien del mocoso… - señalo a Kid que solo le miro sin comprender nada. - Tiene problemas con la autoridad pero sé que podrás controlarlo.

 

-Ni de coña me voy a ir con él. Trafalgar me está esperando y… - Kid no podía mantener la boca cerrada como siempre. Pero en parte tenía razón, solo en parte.

 

Irse con un completo desconocido a quien sabe dónde, haciendo quien sabe que, sonaba más a esclavismo, prostitución y tráfico de blancas…

 

-Ahora entiendo todo Smoker. - el rubio que ahora conocía por el nombre de Phoenix hablo por primera vez interrumpiendo al chaval pelirrojo dejándolo con la palabra en la boca.

 

Todo eso ya estaba en marcha desde hace tiempo… pero ese detalle no lo sabía Eustass Kid.

 

-Venga Kid… No tenemos mucho tiempo. - Phoenix, ahora se dirigió al pelirrojo mirándolo como si este fuera hacer lo que le dijo solo por saber su nombre.

 

Nada de eso tenía sentido para el pelirrojo.

 

¿Tiempo para qué?

 

-¡¡Ya les dije que no iré a ningún maldito lado sin saber qué coño pasa!! No dejare a Trafalgar… Haré lo imposible por estar con él. - miraba a Smoker y el tal Phoenix agitado, furioso porque ellos dos querían tomar el control de su destino…

 

Estaba a punto de emprender la marcha, lejos de esos dos dispuesto a llegar a la mansión donde estaba pagando su condena pero…

 

-¡¡Kid!! ¡¡Espera!! - una nueva voz le llamo.

 

Era el otro sujeto que venía con el rubio… pero su voz si la conocía.

 

Se volteo con lentitud para estar seguro de no alucinar por alguna droga que le hubieran inyectado cuando les dio la espalda…

 

-Marco… ¿Qué te dije sobre Kid? - ya le reclamaba llegando a su lado, dándole un ligero codazo pero sin dejar de sonreírle como si le gustara o algo así.

 

Parecía haber una chispa entre ellos…

 

-¡¿Ace?!

 

Apenas podía creer que su mejor amigo estuviera ahí, con el que, supuestamente cuidaría de él, y que al parecer ser, sabia de todo eso.

 

-¡Kid! ¡Jajaja, pensé que no volvería a verte! - su amigo pecoso ya estaba junto a él, abrazándolo feliz, contento de verlo en una pieza después de todo un mes sin saber nada de él.

 

Correspondiendo el abrazo aun sorprendido pero igual de alegre… No pensó que le extrañaría tanto y después de ese incidente… lo recibía con los brazos abiertos.

 

-¿Qué cojones está pasando aquí Ace? ¿Qué haces con él? ¿Cómo coño me encontraste? - había tanto que preguntar… y tan poco tiempo para responder a todo.

 

Al menos Kid… ya estaba en la dirección correcta sin saber ese detalle.

 

-Venga Kid, te contare todo de camino a casa. Vivirás con nosotros un tiempo. - la sonrisa de Ace no le dejaba de dar toda esa confianza que en el pasado había tenido.

 

-Cuantas veces tendré que repetir la misma mierda… No voy a ir a ningún lado. - ya empezaba a molestarse el pelirrojo de verdad al ver que ninguno de esos idiotas entendía lo que decía.

 

¿Acaso hablaba otro puto idioma?

 

-Si quieres ver a Law de nuevo Kid… Será mejor que vengas con nosotros. - estaba vez Ace no sonreía y no le abrazaba…

 

La fría amenaza de cuando estaba en las calles e intimidaba a más de uno, era la misma que ahora le ponía a él.

 

-¿Cómo coño conoces a Law? – ya no hubo respuesta cuando Kid seguía al pecoso al auto que le llevaría a su nuevo destino.

 

Ace… había hecho lo que Marco ni Smoker pudieron hacer.

 

Convencer a Eustass Kid de subir al maldito auto…

 

La vida era muy irónica…

 

-Cuida de él Marco… es una nueva oportunidad… una nueva vida. - Smoker, lo decía totalmente serio.

 

El había recorrido ese mismo camino hace mucho… pero él no había conocido el amor ni nada parecido… Se había convertido, en un asesino hace mucho, pero alguien más le ayudo en su momento así como ahora ayudaba a Kid.

 

-Hare lo que pueda. - sonrió levemente para mirar como Ace le hacia una seña para que subiera al auto. - Lo único a favor de tu plan es que nadie más sería tan estúpido como para intentar escapar de Mihawk. - Marco no solo hacia el favor que le pidió el peligris… un favor muy grande.

 

-Llévate al muchacho y saldaras tu deuda… - las últimas palabras que recito Smoker sonaban más a una clausula de garantía o a un mal trato que pacto con el mismo demonio…

 

Fue la última vez que lo vio…

 

Ese auto tomaba un nuevo camino… una nueva ruta… el destino era incierto…

 

 

Flash Back…

Unas horas antes…

 

Smoker estaba recargado en la pared afuera del cuarto escuchando todo lo que pasaba dentro, y no es que fuera un pervertido voyerista. Esperaba que terminaran de una puta vez para hablar seriamente con Kid…

 

O en su defecto darle una buena colleja por hacer eso. Aun eran menores de edad…

 

Su suerte acabó cuando por el largo pasillo llegaba Mihawk y su hijo Zoro.

 

Había regresado mucho antes… y ahora estaba en un puto dilema.

 

-¿Smoker? ¿Qué haces aquí? – esas preguntas solo podían venir de el dueño y señor de esa casa…Dracule Mihawk.

 

Pero los gemidos provenientes de la habitación respondieron como fuegos artificiales que mandan señales a viento y popa para dejar el ambiente tenso como nunca…

 

-Mierda… - susurro el policía para ponerse en medio del paso antes de que alguno de esos dos hiciera un movimiento.

 

-No me digas que… - el primero en deducir todo fue Zoro. - Quítate del medio Smoker… Matare a ese bastardo de una buena vez. – y sus impulsos fueron detenidos por su padre con una sola mirada.

 

El fiero sobrenombre de Mihawk… no era solo eso.

 

“Ojos de halcón”

 

-Mihawk… - empezó a decir Smoker mirándolo serio. - Me encargare del mocoso… y saldare mi deuda… - ahora aquel hombre de cabello plateado jugaba el as bajo la manga que nunca esperaba usar…

 

Hace mucho… Cuando la muerte siempre le acompañaba… Había conocido a las personas incorrectas en el lugar incorrecto, y las mató del como incorrecto.

 

No había forma de detener eso que había puesto en marcha… una fila de fichas de dómino que caían una tras otra para hacerle ver su suerte, y que no había escapatoria de las consecuencias de sus acciones…

 

Hasta que llego Mihawk… saldo su deuda… y ahora le debía un favor.

 

Tantos años haciendo el mal… para volverse el héroe de esa historia, que ironías de la vida.

 

-No todas las deudas pueden saldarse… Smoker. - para Mihawk no había forma de salvar ni perdonar la pelirrojo, porque sabía que estaba ahí, con su hijo. - Esto terminara con sangre… siempre termina con sangre…

 

Iba a matar a Kid…

 

-Eustass no será una molestia para ti… Yo me encargare de él. – Smoker insista en lo mismo para que no le matara… para salvar al mocoso ese, hijo de su mejor amiga. – Yo seré el celador de tu hijo… Cuidare de él. Jamás volverán a verse. - esa era la promesa de un soldado. Del favor que le debía.

 

-Está bien… Llévate al muchacho y saldaras tu deuda. - había convencido a Mihawk.

 

Solo faltaba pagar el precio…

 

Los gemidos dentro del cuarto habían cesado por completo.

 

Zoro había escuchado todo, el sería el único testigo, el conocía todos los detalles de ese raro pacto…

 

Fin del Flash Back…

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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