Empezó el día escondiéndose entre la mugre, y fue progresivamente yendo peor…
La suerte era su habilidad o tal vez el problema era él.
Había pasado desde las cuatro de la mañana escondido entre la vegetación, con el camuflaje adecuando, que rodeaba el campus de la facultad de Ciencias Medicas Avanzadas.
Entrar había sido pan comido, pero mantenerse ahí no tanto…
Conocía las tácticas de Smoker… Las estudio por años cuando Marco le había contado como le gustaba hacer las cosas. Y eran bastante cuestionables.
Desarrollo sus propias tácticas, perfeccionando su estilo para no dejar rastro, siendo el depredador máximo.
Al fin el sol salía y los alumnos llegaban a la facultad.
La verdad esperaba ver a niños ricos pavoneándose lo mucho que les costos entrar en esa escuela, de donde saldrían hechos unos médicos para ayudar a la gente necesitada pero la realidad no era muy distinta.
Bueno… Todo ellos o la mayoría estaban borrachos, con la piel bronceada artificialmente, escuchando house.
Casi todos ellos operados y metiéndose cocaína como si fuera lo más normal del jodido mundo. Se parecía bastante a una de esas pesadillas donde él aparecía y los mataba a todos por verlo como alguien inferior.
Aún le dolía la cabeza por la resaca de las últimas copas de anoche.
Necesitaba una última bocanada de aire fresco antes de morir… Sabía que Smoker no le dejaría llevárselo, claro, si es que lo veía llevárselo. Era como la necesidad de un whisky para despertarse después de dos días de borrachera.
Espero por varias horas más, acalorándose con el sol de la mañana… Viendo a todos esos… no podía calificarlos como personas.
-¿No olvidaste nada? - reconoció esa voz.
Era el ex policía amargado, que había cambiado su placa por una pistola más grande, con un historial a sus espaldas de violencia y de mal genio. Era perfecto para ese miserable trabajo.
-Por tercera vez… No Smoker-ya. - y ahí estaba la voz de su moreno.
Se asomo un poco más entre aquellos arbustos poseedores de extrañas bayas rojizas y lo vio…
Tan delgado como siempre… si, muy delgado, no, esbelto, se notaba que le gustaba el ejercicio ligero.
El tono de su suave piel color caramelo quemado seguía siendo tan delicado como cuando era ese pequeño crio.
Definitivamente más alto… Había ganado altura, ahora mediría lo que él cuando follaron.
Su cabello aun con esos brillos azulados pero más largo, igual de despeinado, las patillas más marcadas y la nueva perilla que adornaba su rostro.
Parecía que quería aparentar más edad de la que llevaba encima, pero su cara, su hermosa cara con facciones aun algo infantiles y finas le hacía lucir como una maldita estrella de rock.
Llevaba el uniforme como todos esos alumnos: Pantalón oscuro, zapatos de igual color, camisa blanca, corbata azul y saco haciendo juego.
Pero sus ojos, aun marcados por esas ligeras ojeras… seguían siendo los hermosos ojos grises plata de los que se enamoro.
Cuando uno ha vivido como lo había hecho Kid, la realidad se percibe de formas muy distintas, pero nada podría haberle preparado para lo que le esperaba del otro lado de aquel arbusto…
-Me gusta cuando te haces el difícil niño… - el mayorle tomo del brazo posesivo para que le mirara directo a los ojos y acercar su cuerpo al suyo.
-Y a mí me gusta hacerme el difícil… - el menor respondió posando una mano sobre su fuerte pecho para que le abrazara por la cintura y acercar su rostro con los labios entre abiertos.
-Te espero cuando salgas… - y besó al moreno de forma posesiva agarrando su nuca para profundizar el contacto que le daba.
Kid se quedo mirándolos patéticamente… parecía un hombre el cual ya habían derrotado con su propia pesadilla.
Y fuera lo que fuera el infierno al cual el solo se había condenado… Sabía que tenía que ponerle fin.
Apretó los dientes, cerró los puños, y contuvo la respiración hasta que terminaron ese beso…
No quedaba de otra, tenía que seguir adelante con su plan… Seguía siendo alguien visceral pero ya sabía controlarse.
No entendía del todo y nunca lo haría lo que había pasado ahí, pero entendía lo suficiente para ver como el moreno se limpiaba la boca cuando el peligris se alejo de él.
-Maldito viejo… - susurro Law molesto.
A veces… Los problemas más complicados debían afrontarse con remedios simples…
Busco en sus bolsillos un caramelo de limón para quitarse ese sabor a tabaco que siempre caracterizaba a su celador.
En la vida de Kid había cosas siniestras en su pasado… pero esto que sentía se salía de la escala.
Ese mal nacido hijo de perra había estado con su moreno, viviendo una vida barata, encontrado una forma de enriquecerse y seguramente follándose a SU moreno.
Lo único que quería Kid era llevarse a Law, acabar con todo eso y largarse de ahí.
Pero como era de esperar… el lobo no dejaba solo a su cordero.
Cuando Law se giro para caminar hacia el edificio principal, en el cuello de su saco algo resaltaba, un pequeño brillo rojizo tenue… Le había puesto un localizador.
Eso era lo que esperaba de un bastardo como el… Lo bueno de todo eso, era que había traído con él los explosivos suficientes para volar a ese hijo de puta junto con todo el mal dentro de él.
La cara de Law lo dijo todo, no estaba del lado de Smoker por gusto pero… ¿Cómo podría saberlo?
Si cruzaba aquel arbusto, el saldría de ahí hecho casi una fiera por como lo beso o tan cansado por la cruda y el insomnio que nunca saldría por su propio pie.
Opto por quedarse un poco más ahí viendo como Trafalgar movía el culo para ir a clases, se veía tan sexy…
Tendría que esperar un poco más llevárselo de ahí.
¿Qué eran unas horas más sin moreno teniéndolo tan cerca y lejos a la vez?
Para su suerte… las clases terminaron pronto.
Esas campanas de la torre, sonaban como las trompetas del apocalipsis cuando anunciaban el término de las clases… Y no sabía que disparate haría una vez que Law pasara por ahí de nuevo, pero definitivamente haría algo.
Todos salían entre bromas y hablando por sus caros móviles de última generación…
Y su moreno… como siempre venía de último mirando el suyo, chasqueando la lengua molesto y llevando un libro en sus manos.
Decidió que era hora de actuar…
Salió justo detrás de él con el mayor silencio posible para quitarle el rastreador sin que lo notara, colocándoselo a otro idiota que iba pasando por ahí igual de distraído y abrazándolo por la cintura llevándolo a su escondite provisional en el arbusto…
Parecía que Kid no se iba amedrentar ante nada.
Y si había una cosa que había aprendido al estar en esos entrenamientos con Marco, en las redadas con Ace, era que el silencio siempre era un aliado poderoso.
Había puesto su otra mano en su boca para que no gritara…
Seguía agarrándolo por la cintura pegando su pecho en su espalda, con el moreno forcejeando entre sus brazos, tirando el libro que traía al césped y buscando el móvil que yacía en la suelo cuando le tomo por sorpresa…
Todavía no entendía como había pasado de beber hasta la inconsciencia en esos bares a pillar a su amado en su ciudad natal, pero allí es donde estaba… A siete mil kilómetros de una casa que había comprado para él y su moreno, en una misión suicida para limpiar un estropicio que ni siquiera era suyo… bueno solo en parte.
-Tranquilo Trafalgar… No voy a hacerte daño… - su voz ronca con sus labios un poco resecos por la falta de hidratación se movían sobre su lóbulo, moviendo sus pendientes que ahora eran plateados…haciendo que el moreno se detuviera en seco.
Law sentía como le ardían los ojos y la garganta… pero al menos podía respirar.
Eustass Kid…
Su Eustass Kid… estaba vivo…
A sus espaldas y besando su cuello sin poder moverse el todo intentando quitar su enorme mano pálida de su boca para besarlo como tanto había soñado.
Hace cinco años…
Le habían dicho que… El pelirrojo, su Kid, ya no le vería nunca más.
Tantas noches llorando en la soledad de su cuarto, siendo vigilado por Smoker, y ni siquiera podía ver a su hermano ni a nadie sin el permiso de su padre…
Una hermosa ave enjaulada…
Había desarrollado un extraño insomnio donde solo pensaba en Kid… en lo que le había prometido y conservando la esperanza de volver a verlo algún día…
Pero sus fuerzas cedieron cuando en la noche de su cumpleaños número 18… Trataba de recordar las caricias de Kid sobre su cuerpo, pero la mente es traicionera y siempre olvida algunos detalles… como el que su celador estaba afuera.
Si no se lo violo, fue porque alcanzo a entrar en su baño personal…
Conocía la mirada despectiva y casi posesiva de Smoker a través de los años. Pensaba que eran imaginaciones suyas, que sus ojos se posaban en el culpándolo de estar ahí contra su voluntad pero no era así…
Cada que podía el peligris se acercaba demasiado a él, invadiendo su espacio personal, no sabía qué era lo que le haría pero lo empezaba a entender… no estaba ahí para socializar con él…
Probablemente era la última persona que esperaba que acabara como su… guardia personal… De hecho, pensó que era una broma cuando su padre se lo dijo…
“No es tan malo como tú crees… Incluso podría llegar a agradarte su compañía”
Y hasta ese día… a Law no le había agradado ni un poco…
Las miradas fueron lo primero, los roces intencionales fueron lo segundo… y al final cedió cuando casi le agarraba cuando estaba en su cama desnudo y masturbándose como le gustaba…
Tenía que ceder un poco para que Smoker no entrara cuando quisiera y le violara si seguía negándose cada vez que le acorralaba…
El trato era el siguiente: Podía besarlo, podía abrazarlo, incluso tocarlo de la forma ruda cuando marcaba su palma sobre su morena piel… pero no follaría con él hasta que terminara la carrera… y ya faltaba un año para eso.
El último año de libertad antes de que lo encadenara al pie de su cama y le tratara como la puta que Smoker pensaba que era.
Una vez más se removió entre sus brazos para verlo y decirle que feliz que estaba, ver su nuevo aspecto despues de tantos años…
-No te muevas… - Kid volvió a susurrar en su oído para relajarlo y que no se moviera mas. - Lamento no haber cumplido mi promesa antes… - esas palabras dejaron quieto al moreno por completo. - Pero no tenemos mucho tiempo…
Era verdad… Smoker seguramente ya habría llegado, le estaría buscando y no era buena idea que viera a Kid, después de que el mismo policía le dijera que nunca jamás volvería, porque el mismo lo había matado, pero sabía que era mentira…
Siempre lo supo…
Y sobre la promesa… No dudo ni por un momento… Esperaría toda la eternidad si era necesario…
Pero no fue fácil, su castigo-cautiverio no fue un paseo fácil…
-No sé qué te hizo ese bastardo pero ahora… solo quiero llevarte conmigo… - suspiro en su cuello para repartir un par de besos más. - Se que tu padre me odia, tu hermano también… pero no he dejado de pensar en ti cada día desde que… - ni siquiera podía pronunciar las palabras que describieran ese momento. - Todo acabara este día…
Si el padre de Law odiaba a Kid… el odio que tenía Law por su padre… era más grande… Pero su hermano… era un asunto diferente, quizás después de todo eso podría explicarle como es que mantuvo la cordura todos esos años con su ayuda y…
-¿Trafalgar? - Smoker ya estaba ahí… recogiendo el móvil del suelo buscándolo con la mirada.
El tiempo se había terminado…
-Esta noche… Ve a esta dirección… - pudo sentir como la mano de Kid se metía en su bolsillo acariciando su muslo suavemente para dejar en papel en el. - Lleva solo lo necesario y no le digas a nadie… - el abrazo que le daba a su moreno cedía poco a poco… - No sabes cuánto te extrañe… - y le dejo para ocultarse una vez más entre la vegetación antes de que volteara.
-¡¿Trafalgar?! – Smoker empezó a desesperarse.
Tenía que salir de ahí ya.
Law se giro, y como presentía Kid ya no estaba… solo su libro en el césped.
Respiro profundo, seco las pocas lágrimas que brotaron de sus ojos… y tomo su libro para salir donde estaba su celador.
-¿Qué haces ahí? - el mayor le vio salir de entre los arbustos sacudiendo sus ropas despreocupado pero con la expresión sería como si estuviera molesto.
-Un idiota me empujo… - contesto Law para mirarlo chasqueando la lengua y buscando con la mirada al imbécil que según le había agredido.
Si algo había aprendido Trafalgar Law era a ocultar sus emociones, lo que realmente sentía para sí mismo y en soledad.
-¿Te refieres a ese idiota?- Smoker señalo a un alumno que estaba siendo sometido en el suelo por dos hombres más… eran hombres de dudosa reputación contratados por el ex policía.
El chico, tenía el rastreador que Kid le había quitado a Law.
-Que rápido eres Smoker-ya. - sonrió levemente cuando el mayor ya le abrazaba por la cintura para irse de ahí.
El menor lo decía en ambos sentidos: por darle una lección a ese idiota que no tenía la menor idea de quién era y por lo rápido que ya lo abrazaba ese puto ex policía de mierda con chaqueta de cuero.
-Venga Trafalgar. Tu padre te espera en el restaurante. - gruño sobre su cabello para captar su exquisito aroma.
Esas raras comidas con su familia eran un par de veces a la semana, y no estaba ansioso por ver a la persona que arruino su vida, que le intimidaba de pequeño porque así era la forma en lo habían criado, y ahora lo ponía en práctica con sus hijos.
Pero por alguna razón el cargaba con más de su raro odio que Zoro… quizás por ser el menor, quizás porque su madre le abandono cuando nació, no sabía la verdadera razón.
El resto del día para Law había sido como todos los días en su vida…
Una reunión hipócrita con su padre, diciéndole lo orgulloso que se sentía al ver que no solo había alcanzado el promedio máximo ese año, sino que era uno de pocos prodigios que lo haría antes por entrar un año antes a la universidad…
El solo sonreía ligeramente para enfocarse en su plato, picando los guisantes marinados con especias finas esperando la noche…
Quizás lo único raro… fue cuando llego su hermano mayor.
Zoro…
Era clásico que llegara tarde a esas comidas, pero esta vez… había llegado en tiempo.
Y no estaba solo… Un chico rubio estaba con él.
Le había presentado como Sanji… su novio.
Mihawk, no dijo nada de hecho ni lo miro y aprobó todo como si ya lo supiera desde hace meses.
Law sonrió por primera vez con verdadera calidez cuando su hermano vio que le quería mucho… él era el único que le entendía y que su padre no le dijera nada ya era un punto a su favor.
Pero el día para Kid… fue un poco más productivo según el…
Ya de vuelta a casa… era hora de descansar y relajarse de la única forma que conocía.
Beber hasta que llegara la tarde… y tenía por costumbre mezclar los medicamentos con el alcohol.
Saber que ese día terminaría todo, lo ponía algo ansioso. Por fin tendría a su moreno, quitaría de su camino a su “Salvador” y ya nada podía salir mal ahora que ya estaba todo listo.
Se tambaleo cuando quiso caminar para apagar el televisor, cayendo al suelo patéticamente…
Gruño cuando se golpeo la cabeza pero eso fue por tomar de más como siempre…
Se levanto para poner una mano sobre su boca, no había tiempo de llegar al baño, así que vomito en el fregadero de la cocina… Al parecer estaba más ansioso de lo que suponía.
Y luego de eso… supo que mejor le vendría bien echarse una cabezadita.
La noche llego al fin…
Law se encerró en su cuarto como siempre para poner el pestillo y una silla atracando la puerta.
No quería que Smoker entrara… seguramente quería esa sesión de besos junto con esas caricias toscas que más que gustarle le dejaban un tremendo asco por todo eso…
Termino de preparar una pequeña mochila con solo lo necesario: dinero en efectivo que había guardado, su móvil no podía faltar, y un libro… para el eso era lo necesario.
No necesitaba más…
Se baño con calma a pesar de estar nervioso, ansioso y porque no, con un poco de miedo.
Al fin… Estaría con Kid y sabia que ya no regresaría ahí, no había nada que quisiera llevarse de ese infierno.
Suspiro cuando se puso su sudadera favorita, y unos vaqueros oscuros, sus zapatos era unos de vestir con algo de tacón, y para no herrarle se coloco una chamarra oscura para no dejar ver el color amarillo de su ropaje.
Tomo su mochila, metió el gorro moteado en el… y saco el papel que Kid le había dado…
Una dirección escrita con letra de una máquina de escribir. Estaba del otro lado de la cuidad, tardaría un poco en llegar, y no podía en auto… tomaría el bus para llegar a su destino.
Miro su móvil para ver la hora… Eran cuarto para la media noche…
-Mentiría si dijera que extrañare este lugar… así que. - Law hizo un gesto con su dedo corazón antes de saltar por la ventana.
La seguridad de su propia casa la conocía muy bien, tanto que no se preocupo porque le siguieran…
Kid estaba sentado en el sillón terminando de beber ese último vaso de whisky…
Estaba más que listo, arreglado como nunca, trajeado y hasta loción se había puesto.
El sistema de seguridad que había coloca en su casa estaba funcionando como debería. Puede que las cosas se empezasen a complicar un poco para cuando llegara su fan número uno, pero estaría preparado.
Sabía que Smoker seguiría a Law…
Y le pondría fin a todo…
Al parecer la única dificultad de interrumpir el perímetro que había creado era darse un paseo y acceder por la puerta principal… pero claro, ¿Quién necesita un caballo de troya cuando vas a tu propia muerte y te enfrentas a un ejército formado por un pelirrojo enojado y además borracho?
Esa era lo mejor de su plan… ser simple.
Exhalo una vez más… llevo una mano a su cabello rojizo… lo peino hacia atrás y…
Unos toques en la puerta.
Law había llegado.