Capitulo 6. My first kiss
El catire se dirigió hasta su casa para arreglarse e irse a casa de Gaara a recibir la primera de sus clases particulares de ingles, al llegar se encontró con su padre Kakashi en el sitio.
- Ción – el rubio se quitaba los zapatos y tiraba la mochila en el suelo.
- Dios me lo bendiga ¿Cómo te fue en el liceo? – preguntaba esperando recibir un llamado de representante.
- Bien, llego un chamo nuevo, pase pena que jode, me estamparon el balón de voleibol en la cara y Shika está más raro que de costumbre.
- Ah… ya veo – Kakashi se rascaba la cabeza como intentando sacar más temas de conversación de su cráneo - ¿Quieres que te prepare de comer?
- No gracias, tu comida sabe horrible porque siempre la quemas – Naruto se quitaba la chaqueta – además estoy de paso… vine a cambiarme de ropa.
- No me digas que te mandaron a hacer algún trabajo de reconstrucción en el liceo – decía su padre sabiendo las cosas que generalmente hacía su adorado hijo santo.
- No papá – el ojiazul mostraba cara de fastidio – voy a casa del vecino a que me enseñe ingles.
- ¿Gratis? ¿Seguro que vas a eso y no a otra cosa? – el peligris miraba al chico con cara insinuante.
- ¿A que te refieres? – el catire entrecerraba los ojos.
- No, a nada hijo, a nada “Por lo que veo este muchacho es un quedado eso lo sacó de Iruka, de eso no hay duda alguna”
- ¿Por qué pones esa cara? – El rubio se cruzaba de brazos - ¿Qué estas pensado?
- Muchacho insolente deja de molestar a tus mayores – Kakashi mostraba su puño con cara de darle al rubio – ¿No que andabas de paso?
- Si, ya me voy… lo que quieres es que te deje solo para telefonear a tus amigotes y armar el zaperoco cuando me vaya – Naruto hablaba entre dientes pero su padre y su audición casi perfecta lo oyó.
- ¡¡MIRA CARAJITO ESE NO ES ASUNTO TUYO!! ¡¡ESTA ES MI CASA Y YO METO A QUIEN QUIERA Y HAGO LO QUE ME DA LA GANA!! ¡¿OISTE?!
- Si – el catire permanecía estático sudando como desgraciado – m… me voy a mi al… coba
Y como si trajera unos jets en sus pies el Uzumaki salió disparado al cuarto mencionado, el mayor bajó la mano y se impresionó del resultado de su griterío.
- Jo, jo que buen padre soy – se decía a si mismo el mayor mientras se dirigía al teléfono con una sonrisa en el rostro.
Pasado unos minutos y Naruto se hallaba caminando de puntillas hacía la puerta, tratando de salir de la casa haciendo el menor ruido posible, se sentó en la entrada de la sala a colocarse los zapatos, estaba inspirado atándose la agujetas y pensando en la extraña actitud del Shika, por lo que no se percató cuando su padre se acercó a su oído y sopló suavemente.
- Um que rayos – el chico giró el rostro – AAAhh… papá no me asustes así – al girar su cara había quedado muy cerca de la del mayor, se tocaba el pecho sintiendo su corazón latirle a mil.
- Perdón, fue sin querer – Kakashi sonreía, el rubio lo miraba con un poco de miedo por el grito anterior – antes de que te vayas tengo que darte algo – el mayor tomó la mano del pequeño y le entregó algo.
- ¿Qué es esto? – Naruto abrió su palma para ver el objeto, parpadeaba varias veces mientras mantenía los ojos entrecerrados.
- Un condón – decía el mayor con la sonrisa de oreja a oreja.
- Un… con…dón – el catire tenía una gota en la cabeza.
- Sé que Iruka te dice que eres muy joven para tener sexo pero yo te comprendo hijo, no se puede hacer nada en contra de las hormonas – el peligris colocaba su mano en el hombro de su hijo quien no dejaba de observar el objeto en su palma abierta – los catorce años es una edad en la que empiezas a experimentar cosas nuevas… por lo que es natural que quieras hacerlo, no te preocupes que Iruka no tiene porque saberlo, sólo no olvides usar protección….
- ¡Párale ahí! – El ojiazul intervino - ¿Qué coño crees que voy a hacer en la casa del cabeza de tomate?
- Ah el chico es pelirrojo, que buen gusto tienes hijo, sinceramente yo pensé que terminarías empatándote con el hijo del señor Nara.
- ¿Qué? – Las mejillas de Naruto se tiñeron de rojo y el sudor frío comenzó a salir de sus poros - ¿Shika y yo? pero… si los dos somos panas… amigos… colegas… socios
- ¿Y qué con eso? tu padre y yo éramos los mejores amigos y míranos ahora.
- Ash… lo que sea… ahora escúchame, voy a casa de Gaara a estudiar, a nada más, así que te devuelvo tu cosa para que la uses o la apuestes, lo dejo a tu preferencia – el Uzumaki extendía su mano esperando a que su padre tomara el condón.
- Vamos Naruto ¿Qué no somos amigos? si vas a perder tu virginidad díselo a tu padre de frente o al menos escoge una mejor excusa para ir a la casa de tu novio… ir a estudiar – decía Kakashi a modo de burla, una inquietud le llegó de pronto - ¿Por qué eres virgen verdad?
- ¡¡YAAAAA!! – Naruto tenía un aura endemoniada, soltaba humo de la cabeza y sus pupilas destellaban fuego - ¡¡ME VOY A CASA DE GAARA A ESTUDIAR Y DE UNA VEZ POR TODAS QUE NO ES MI NOVIOOOOOOOOO!!
El mayor quedó estático ante la reacción de su hijo, el catire trataba de recuperar el aliento y de calmarse del enojo que cargaba.
- Cálmate Naruto, mira que no es bueno andar con esas arrecheras – decía el Hatake olvidándose de su reacción anterior – si tú dices que vas a ir a estudiarlo te creo.
- ¿En serio?
- Si, si claro – el hombre cruzaba ocultamente los dedos – ahora es mejor que te vayas o vas a dejar a tu novio digo a tu amigo impaciente por tu retraso.
- Si creo que mejor me voy o me va a dar algo – se acercó a la puerta dispuesto a irse.
- Oye Naruto ¿No me vas a pedir la bendición? – le llamaba su padre.
Naruto suspiró y se dirigió a darle un beso en la mejilla al peligris, en eso el mayor aprovechó para meterle el condón en el bolsillo cuidadosamente.
- Que te vaya bien, que el ángel de la guarda me lo proteja y me lo cubra con su manto.
- Si lo que sea… más te vale no apostar nada.
- Je, je muy graciosito mi querido hijo – decía el mayor al tiempo que le daba una nalgada al pequeño con algo de amenaza.
Al salir por fin de la casa, Naruto pegó la carrera por toda la urbanización, Gaara le había pautado la hora y llevaba retrasado más de varios minutos, al pasar al lado de la vivienda perteneciente a su pana Shikamaru no pudo evitar girar la vista, como esperando a que por alguna acción divina el muchacho se antojara de salir en ese preciso momento, pero pronto se vio apartado del lugar y parado en frente de la casa del pelirrojo, se acercó y cogió aire.
- ¡¡GAAAAAARAAAAAAAAA!!
A los pocos segundos se escuchaba alguien acercándose a la puerta y haciendo girar la perilla, al abrirse la misma dejó mostrar al pelirrojo cruzado de brazos y con una cara desaprobatoria.
- Por si no lo sabías tenemos timbre y si no, pudiste haber tocado como persona decente.
- Je, je… perdón – el catire se rascaba la cabeza.
Poco después, el catire se hallaba sentado frente a una pequeña mesa en la sala, tenía abierto su cuaderno de anotaciones y no evitaba rayar las hojas y morder la borra del lápiz, Gaara le explicaba por enésima vez que el abecedario se pronunciaba diferente en ingles pero se escribía idéntico que el español pero Naruto siempre formulaba un ¿Por qué?
- Ya te dije que por que si y punto – Gaara sostenía un libro con una gota en la sien – ahora pasemos a los pronombres… tenemos “I” – el chico se colocaba al lado del otro y escribía en una hoja en blanco – para referirse a “yo”…
- ¿A ti?
- Y a ti también.
- ¿Cómo? – El rubio se rascaba la cabeza – no entiendo nada… explícame más despacio.
- A ver… “I” se pronuncia “ai” y significa “Yo”… ¿Comprendes Naruto?
- mmm…….. No
El pelirrojo suspiró, decidió a pasar aquello por alto y continuar con la lección o de lo contrario se quedarían en ese sólo pronombre hasta quien sabe que hora, escribió en la hoja los faltantes para explicárselo por parte, se acercó más al cuerpo del catire quedando muy juntos.
- Mira – se percató de que el Uzumaki lo miraba fijamente – a mi no, a la hoja niño.
- Ah… habérmelo dicho antes.
- Continuemos… - volvió a lo escrito en la hoja – “I” es “Yo”, “You” es “Tú”, “She” para referirse a ella, “He” de “él”, “We” es “Nosotros”, “They” es ellos y por último “It” cuando se refiere a cosas y animales – el pelirrojo subrayaba cada pronombre con su dedo.
- Mjm – Naruto asentía con la cabeza mientras tenía los brazos cruzados y los ojos entrecerrados.
- Luego, cada pronombre debe ir acompañado de su respectivo verbo en presente – dicho esto y Gaara comenzó a escribir al lado de cada pronombre su respectivo verbo - el “am” debe ir con el “I” para quedar como “Yo soy” o “Yo estoy”… el “is” con el “She, He, It” refiriéndose a “Ella o él es” o “Ella o él están” o “Esto es o está”…
- Claro – el rubio continuaba asintiendo.
- “Muy bien parece que por fin lo ha captado”- el pelirrojo sonrió internamente - … finalmente el verbo to be “are” debe ir con “You, We y They” quedando… “Tú eres o estas”… “Nosotros somos o estamos”… y “Ellos son o están”…
- Por supuesto ¿Cómo no me di cuenta antes? – el chico ojiazul se golpeó la frente con una mano.
- ¡Fine Naruto! ¡Very Good! por fin lo comprendiste – Gaara lo miraba impresionado ante su rápido avance.
- Pos claro… ahora comprendo que tus ojos no son verdes sino que también son azules.
En toda la habitación se hizo un breve silencio, el lápiz en la mano de Gaara se caía de la misma mientras el Uzumaki asentía ante su descubrimiento.
- ¿Cómo era que se llamaba ese color? – Naruto tenía un dedo en la mejilla – ah… creo que era aguamarina o celeste…
- Naruto.
- Si dime mi pana.
- Por casualidad de la vida… ¿No te has dado cuenta de que intento enseñarte un poco de ingles de séptimo grado, que por ende deberías saber y aún así no sabes? – una gota se escurría por la cabeza del pelirrojo mientras hablaba de manera irónica.
- Claro, Para eso estoy aquí, para que me enseñes ingles – el rubio sonreía.
- Muy bien y si sabes a que viniste a mi casa ¿me podrías explicar una cosilla?
- Si creo que si.
- Bien… - el chico hizo una pausa y suspiró
- ¿Por qué razón estas pendiente de mis ojos y no de lo que te estoy explicando?
- No sé… supongo que me distraen.
- Tsk, no importa… supongo que te debió quedar algo en tu cerebro de arveja… ¿No es así?
- Si así es pero… hubo algo que no entendí.
- A ver… dime desde donde no entendiste.
- Desde la parte en la que escribiste uno en números romanos.
- ¿Uno en números romanos? – Gaara observó la hoja – Ah te refieres al pronombre “Yo”
- Esa misma vaina… desde ahí para abajo.
- Pero… si eso fue lo primero que te explique – el pelirrojo se empezaba a desesperar.
- Por eso mismo… lo primero no lo entendí y lo demás… menos.
- Entonces… ¿Por qué no me lo dijiste antes para detenerme a explicártelo? – el pelirrojo tenía un tic en el ojo – No, mejor no me digas nada… retiro lo dicho, lo malo no es con los profesores sino con los alumnos despistados… se acabó, terminaste con mi paciencia.
- Ash Gaara, no digas eso – Naruto jalaba al pelirrojo de la camisa – no es mi culpa que tengas ojos tan bonitos.
- ¿Qué… dices?... ¿En… verdad… te lo parecen? – Gaara se ruborizaba, nadie le había dicho nunca tal cosa aunque fuera cierto - ¿No mientes?
- Oye… ¿Por qué estas rojo? – el catire pestañeaba consecutivamente.
- ¿Qué? ¿Rojo? – el chico se tocaba las mejillas nervioso.
- Si, haces contraste con tu cabello – Naruto sonreía - ¿Tendrás fiebre? – colocaba su mano en la frente del pelirrojo para medir su temperatura aunque no sabía nada de eso.
El corazón de Gaara comenzó a latir como queriendo salir de su pecho, estaban demasiado juntos por lo sentía las mejillas arderles ante el contacto con el Uzumaki, permanecía estático sin saber como reaccionar, su respiración fue acortándose ¿Por qué sentía aquello?, miraba los azules ojos del catire y se perdía en la profundidad de los mismos, bajo hasta enfocarse en sus rosados y provocativos labios.
- Na… ru… to
- ¿Um?
En un acto casi instintivo, el pelirrojo juntó sus labios a los de Naruto en un beso casto, el rubio tenía los ojos abiertos al máximo, aquel era su primer beso y posiblemente el de Gaara también, era cálido y muy agradable, no sabía que hacer, poco a poco sentía la sangre subirle hasta las mejillas, cerró los ojos y se dejó llevar por aquella sensación tan grata, Gaara se percató de sus acciones y se alejó del chico ojiazul.
- Per…dóname – el ojiverde desviaba la mirada tratando de ocultar su ruborizado rostro – No fue mi intención… yo sólo…
Pero no pudo continuar con lo mencionado, el catire selló sus labios en un segundo beso casto, con sus manos Naruto acariciaba aquel blanco rostro ahora rojo por la sangre contenida, con cuidado se aparto del enlace y se quitó la camisa que traía puesta.
- ¿Por qué… haces… esto? – el poco aire que le llegaba a los pulmones de broma le dejaba hablar.
- Yo que se… siento mucho calor en todo el cuerpo… - el rubio acercó su rostro al de Gaara y juntó sus frentes – “Esto debe ser a lo que se refería papá Kakashi”
- Creo que se que debemos hacer… - el pelirrojo se quitó igualmente la camisa y abrazó aquel cuerpo perteneciente al Uzumaki – No nos detengamos… se siente muy agradable… - susurraba en su oído – vamos a mi habitación…
- A tu… habitación… - el rubio estaba más perdido que nunca - ¿Me vas a enseñas ingles ahí?
- Mju…vamos a pasar a la pronunciación de las partes del cuerpo – una sonrisa se formó en los labios del pelirrojo.
- “Vaya… pasé de tema… debo de estar aprendiendo” – pensaba el carricito catire inocentemente.
Gaara tomó al chico de la mano para dirigirse a su cuarto, el catire no sabía nada por lo que se dejaba llevar, tanto estaban tan perdidos en ese instante que no se percataron cuando la puerta se abrió dejando entrar a Temari, quien al ver aquello se puso histérica.
- ¡¡GAARA!! – la rubia miraba con cara de no creer aquello.
- Temari… - el pelirrojo se asustó por semejante grito - ¿Qué haces aquí? ¿No venías en la noche?
- ¡Un momento! ¿Qué estabas haciendo mientras yo no estaba?
- ¿A que te refieres? yo no estaba haciendo nada.
- Pero lo ibas a hacer ¿No es así?
Naruto se mantenía callado mirando alternativamente a los dos hablando como si estuviera viendo algún programa de Tv.
- Y si lo iba hacer ¿Cuál es el problema? es mi vida y yo hago lo que se me pegue la regalada gana.
- ¡GAARA! soy tu tutelar, no espera… ¡Tienes catorce años! ¡Aún eres muy joven para tener sexo!
- “¡SEXO!” - el rubio se impresionó internamente, recordó las veces que había visto a sus padres secretamente, él no quería hacer eso, además estaba ahí para recibir clases de ingles no de sexo.
- ¡Déjame en paz, no te metas en mi vida! ¡No eres mi madre! ¡Ella esta muerta y cuando estaba viva nunca le importó un comino lo que yo hacía! – Gaara miraba fijo a la mujer frente suyo.
- Pero a mí si me importas y por eso me meto en tus asuntos – la ojiverde miraba al chico con un aire cálido – No ves que tú eres… como un hijo para mi.
- … - el pelirrojo no sabía que responder ante aquello, desvió la mirada.
- “Yo me eclipso” – el catire lentamente llegó hasta la puerta y sin que se dieran cuenta salió de la casa sigilosamente.
Ya afuera se tocó el pecho y suspiró aliviado, tenía suficiente con sus problemas familiares como para calarse los de los vecinos, decidió comenzar el recorrido a casa ya que obviamente las clases se habían terminado y no aprendió nada, bueno si aprendió algo pero eso no tenía nada que ver con lo otro, estaba sin camisa caminando por la urbanización, ni loco se devolvía a buscarla, estaba más confundido que nunca, no entendía lo ocurrido.
- Mi primer beso… siempre me pregunté como sería… bueno en realidad… no, nunca me lo pregunté – Naruto caminaba a paso lento pero atento por si acaso Gaara salía de su casa a buscarlo, en ese instante pegaría la maratón – ¿Eso me convierte en novio del gótico? – el ojiazul se quedó quieto al sentir un escalofrío, tal vez porque no traía camisa o porque se imaginaba de parejita con el chamo – Ay no, nos llamarían la pareja alíen… un momentito… ¿Gaara será el chico que me gusta? – en eso al rubio le vinieron las palabras de su padre apostador como rayo fulminante al reanudar la marcha.
“Sinceramente yo pensé que terminarías empatándote con el hijo del señor Nara”
- Shika… - el Uzumaki miró al cielo perdido - ¿Pero en qué estoy pensando? no puedo andar imaginando cosas por culpa de las perversiones de mi padre… además no creo que él… - se detuvo de nuevo un poco triste al pensar en no ser correspondido – Asssshhhh… ¿Qué rayos voy a hacer?... tal vez papá Kakashi pueda ayudarme – metió las manos en los bolsillos y sintió algo, se encontró con el condón de antes - ¿Qué carajo hace esto aquí? – El chico tenía un tic en una ceja, suspiró – ni modo, debe estar con Asuma y Gai apostando a las carreras hípicas…
Se detuvo al quedar justo en frente en la casa del mencionado chico pelicastaño.
- Eso es, Shika es mi mejor amigo, siempre me ayuda con mis líos, sabrá que debo hacer en esta ocasión…
Naruto se acercó a la puerta y tocó tres veces, a esa hora el padre del pelicastaño no estaba en casa por lo que lo hallaría solo, podría hablar con tranquilidad, al percatarse de que la puerta comenzaba abrirse apretó el objeto que aún tenía entre sus manos.
Continuará…